Disclaimer: EL mundo de Harry Potter y sus personajes no me pertenece. Todo es basado en la historia de la aurora J.K. Rowling. Yo solamente hago uso de ellos creando historias, no busco animo de lucro.


Agradecimientos: Quiero darle un especial agradecimiento a Bel potter por permitirme basarme en su historia para hacer y continuar avanzando mi historia, también a todos los autores con los que me inspire para realizar esta historia, haré mi mayor esfuerzo para terminar todos los libros.


Universo Alterno: Tres Generaciones leen los libros de Harry Potter

Prólogo

Era un día como cualquier otro en Hogwarts, el año 2021 era muy tranquilo, pero para un chico de 17 años no era tanto, James Sirius Potter, un chico de pelo cobrizo, algo largo y desordenado, alto, atlético y de unos ojos color chocolate. James Sirius tenía una idea en mente, mientras recorría el camino hacia el Gran Comedor.

Interrogar a su primo, casi hermano, aunque por sus venas no corría la misma sangre, Ted Remus Lupin y también su prima y prometida de este, Victoire Weasley. Eran las únicas personas a las que podía recurrir en aquel momento, no conocía a nadie más que pudiera aclararle la mente sin ponerse en ridículo, ni que estuviese dispuesto hacerlo.

Por el camino se topó con dos personajes, uno de ellos era su hermano menor, un chico atractivo, incluso más que su hermano, de largo cabello negro recogido en una cola de caballo y de ojos verde esmeralda brillantes muy parecidos a los de su padre, y junto a él estaba su más grande rival, era un chico guapo y alto de piel pálida y cabello rubio platinado con unos ojos grises que cuando se molestaba podían ser tan fríos como el hielo o cuando estaba feliz, tan cálidos como una brisa de verano. Los dos estaban en el pasillo hablando mientras lo veían venir por el pasillo.

James solo los ignoro mientras seguía pensando en interrogar a sus primos mayores, cuando paso frente a ellos estos lo vieron extrañados ya que pensaron que esa actitud era muy extraña, así que fue el chico rubio quien lo llamo.

- Espera un momento ahí, estropajo. ¿Qué es lo que tienes en mente? – Dijo el rubio.

- ¡Te dije que dejaras de decirme estropajo, tu maldito oxigenado! – Grito James, apretando sus puños deteniéndose al oír cuando el chico rubio los llamo, fuese cualquier otro ya lo estaría respondiendo con burla o lo habría atacado, pero sabía muy bien lo que este chico podría hacer.

- Uyy, ¿Y qué vas hacer, ensuciarme con ese nido de pájaros que llamas cabello? – Se mofo nuevamente el rubio al ver que el chico se estaba conteniendo en atacarle.

- Basta – Vocifero repentinamente una voz femenina, era una chica hermosa de cabello rojo fuego oscuro y muy abundante y con muchas pecas esparcidas por su cara que acababa de llegar junto a los dos hermanos y el chico rubio, la chica había escuchado la discusión de ellos y vio que esta estaba a punto de volverse algo físico y estaba segura que el otro chico no iba a intervenir ya que simplemente le gustaba cuando su mejor amigo le pateaba el trasero a su hermano – Par de idiotas inmaduros, si es que los dos se quieren pelear háganlo en otro lugar donde no perturben la paz en estos pasillos y dejen de molestar a los alumnos que transitan por aquí.

- Pero… - Comenzó James antes de ser interrumpido por el chico rubio.

- Nada de peros – Regaño furiosamente el otro joven y se giró a ver a la chica – Con qué derecho vienes a decirnos idiotas inmaduros, cuando tú eres la mayor inmadura de todos nosotros.

- Como te atreves… - Comenzó a decir la chica molesta, pero fue interrumpida por el chico.

- Me atrevo – Contestó desafiante – Sabes muy bien porque lo digo, ¿Recuerdas esa noche en el bosque prohibido, cuando misteriosamente un hombre-lobo te estuvo persiguiendo y fui yo el que tuve que salvarte y al final termine matándolo?

- Eso es algo totalmente distinto, ustedes dos me dejaron sola solo porque no querían que fuera con ustedes, estaba muy preocupada de saber que ustedes iban a entra al bosque donde está lleno de criaturas extrañas – Se defendió la chica con un tono que denotaba la vergüenza de sus actos – Y no cambies el tema, sus peleas antes duras y algo conflictivas se han convertido en discusiones estúpidas y sin sentido.

- ¿Cómo las nuestras? – Pregunto en tono suave el chico rubio, acariciando su mejilla.

- Si – Afirmó la chica con voz trémula – Como las nuestras – Entonces no había más que decir, sus labios se unieron en un delicado beso, provocando arcadas en el chico de ojos verdes que solo estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados.

- ¿No se supone que ustedes ya no eran novios? – Se escuchó, todos giraron a ver a una chica más joven que ellos, la chica se acercó a ellos algo confundida mirando a la pareja que se había besado.

- Y no lo son – Confirmó James – Son… ¿Cómo es que se dice, Al?

- ¿Follamigos? ¿Amigos con derecho del deber de manosear? ¿Amigos con ventaja? ¿Amigos en luna de miel? ¿Amigos con derecho? – Empezó a sugerir Al mientras enumeraba las frases.

- Da igual la cosa es que son ex-novios que aún no entienden que ya no son pareja – Dijo James encogiéndose de hombros.

- Oh mi querido hermanito ellos saben que no son novios, la diferencia está en que ellos se van a comportar como novios hasta que consigan una nueva pareja, o en pocas palabras son un consuelo – Explicó el chico de ojos verdes que hasta hace poco había estado haciendo arcadas – Entonces James vas a decirnos porque estas tan pensativo, eso es muy raro en ti, incluso no caíste en las provocaciones de Scorp.

Al escuchar eso la chica más joven se giró a ver a su hermano mayor ya que sabía lo que tenía en mente.

- James, ¿Todavía sigues con eso? – Le pregunto su prima – Yo no creo que Teddy o Vicky sepan mucho más que nosotros, si no me equivoco él apenas tenía un año cuando termino la guerra.

- Lo sé, pero sabes que papá siempre le ha tenido un gran cariño, casi como un hermano pequeño, y le cuenta más cosas que a nosotros por ser el mayor y sabes que Teddy le cuenta todo a Vicky y además ella también puede darnos más información.

- Pero… - Dijo la joven, pero no pudo continuar con su alegato ya que James la interrumpió.

- Ya estoy cansado de que cada vez que papá nos va a dejar en King`s Cross todo el mundo se de vuelta a mirarlo, sé que es un gran mago y muy poderoso, pero cada vez que le pregunto él no me dice nada, sé que yo le pido que me enseñe muchas cosas, pero en esta ocasión es diferente, él no quiere hablar del tema a pesar de que soy su hijo ¿Cuántas veces la gente se nos acerca preguntando por la clase de padre que es? Gente que nunca hemos ni siquiera conocido, nos ha felicitado por el excelente mago que tenemos como padre, gente que dice que mi padre fue el héroe del mundo, aquel que ha hecho cosas tan increíbles que ni siquiera el mismo Dumbledore hizo, ¿Cómo crees que me siento al tener que sonreír fingiendo un orgullo del cual ni siquiera tengo la más mínima idea del por qué? Antes de entrar a Hogwarts creía que mi padre había sido el más popular en el colegio y que por eso lo conocía tanta gente, o quizás pensaban que lo conocían, y no solo yo creí eso, ustedes dos deberían entenderme – Dijo James mientras veía a sus dos hermanos – Sé que no les interesa mucho y por eso siguen con sus cosas, pero estoy seguro que cuando entraron el primer año les causo mucha curiosidad e intriga eso, e incluso ahora, que los tres estamos en Hogwarts sabemos poco y nada, la mayoría de lo que sé lo he averiguado con el tiempo, además estoy seguro que ustedes saben un poco más que yo – Agrego dirigiéndose a su hermano y al chico rubio.

- Mi padre solo me ha contado un par de cosas, que eran compañeros de grado y que a pesar de lo poco que se hablaban, mi padre lo considero un amigo ya que tu padre le hizo ver muchos errores que él tenía y los corrigió a tiempo, que tu padre fue único en Hogwarts, pero nunca dice por qué, que sin duda era muy talentoso, cosa que ya eso sabemos todos, pero nada más, también me ha dicho que tu padre vencía en cada enfrentamiento a Voldemort y poco más, sabes que mi padre también tiene un pasado, aunque oscuro, del cual no quiere que yo me entere, solo me dice que de no haber sido por tu padre, él hubiese sido otra persona – Dijo Scorpius pensativo imaginando como habría sido diferente la vida de su padre.

- Si siguen hablando tan alto, todo el colegio se enterará de que somos unos completos desconocedores de la historia de su propio padre – Dijo una voz a sus espaldas, un chico de 16 años los miraba, era alto, de cabello rojo y piel perlada, y junto a él, una chica morena perlada hermosa de 13 años con pecas en la nariz y que los miraba sin expresión.

- Freddy, Roxanne ¿Por qué andan juntos? – Pregunto James, era raro ver a esos hermanos juntos.

- Somos hermanos, ¿Recuerdas? – Le dijo Roxanne sarcásticamente.

- Bueno tienen que aceptar que es poco usual eso, Fred siempre esta con James y su grupo de Merodea-idiotas – Dijo el chico rubio con burla a James que puso una cara molesta ante eso – Y que tú andas con Lily y los demás, ¿Ha pasado algo?

- También nos enteramos de que Teddy y Victoire estaba en Hogwarts, además al parecer Dominique y Louis también vienen, al parecer Dominique quiere el puesto de profesora de cuidado de criaturas y Louis también quiere interrogar a su hermana – Le contestó Fred – Si quieres vamos todos juntos, por lo que alcance a escuchar de su conversación, ustedes quieren interrogar a Teddy sobre tío Harry, y tú no eres el único que tiene curiosidad, hemos escuchado muchas veces decir a mi padre que las cosas que hizo el tío Harry durante su estadía en Hogwarts solo por que debían ser hechas y que quería que nosotros tuviéramos una vida normal de adolescente.

- ¿Normal? – Intervino la más joven, que a pesar de que hace poco más de un año se había enterado de la fama de su padre, le era igual de irritante que a sus hermanos que todo el mundo supiera más de sus padres que ellos mismos - ¿Cómo vamos a ser normales si no podemos caminar medio pasillo sin que nos saluden y nos feliciten por el padre que tenemos – se quitó el pelirrojo cabello de los ojos con un ademan de la mano y continuo – "mi padre me conto que el tuyo le salvo la vida" – Dijo con voz grave, intentando imitar la voz de un chico – o "mi mamá estuvo en el E.D. con tu padre, me dijo que la mitad de las cosas que él sabe se las enseño él" ¿Qué diablos es el E.D.? – Terminó irritada.

En eso se escuchó una suave risa que provenía de la espalda de James, y recién entonces se percataron de la presencia de Hugo Weasley, hermano menor de Rose, un chico alto y pelirrojo, era el mejor amigo de Lily, junto a él estaba un par de gemelos, eran rubios y con grandes y protuberantes ojos grises, estos eran los gemelos Scamander.

- Lo siento, pero recuerdo ese día, estuviste media hora murmurando entre dientes y preguntándote que era el famoso E.D. – Aclaro el chico, al ver que todos lo miraban.

- Vale, lo entiendo, pero eso no contesta la pregunta de por qué están juntos – Dijo James.

- Porque fui a buscar a Fred para avisarle de la visita de Teddy, Victoire, Dominique y Louis, y ahora nos dirigíamos al despacho de la directora, para ver si podemos saludarlo - Dijo, al ver la mirada incrédula que le dirigían añadió – Está bien, también vamos a interrogarlos.

James sonrió, podía pasar el día discutiendo con sus hermanos y primos, pero algo les había enseñado su padre es que no había nada más valioso que la familia, por eso estaba seguro de que daría la vida por cada uno de ellos, con quienes, a pesar de no compartir lazos sanguíneos con algunos, los quería como si de verdad fueran sus hermanos.

- Así que quieren interrogarnos – Escucharon, todos dieron un respingón al escuchar la voz que venía de sus espaldas, y al volverse se encontraron con Ted Lupin, con una imperceptible sonrisa en los labios, y con su cabello azul eléctrico, junto a él estaban los tres hermanos, Victoire, una hermosa rubia de 21 años, Dominique, una hermosa chica pelirroja de 19 años y su hermano menor, Louis, un chico rubio atractivo de 18 años – Les recomiendo que conversaran estos asuntos en un lugar más privado.

Todos se miraron entre ellos, sin saber que decir, finalmente fue Albus quien rompió el silencio.

- Si nos escuchaste significa que sabes que es lo que te queremos preguntar, ¿verdad? – Dijo, Ted suspiro antes de responder.

- Por lo poco que escuche, y por las malas imitaciones de Lily supongo – Dijo, sin hacer caso de bufido de molestia de la pelirroja – Sé que quieren preguntarme acerca de Harry.

- Así es - Soltó entusiasmado James - ¿Nos lo dirás? ¿El por qué papá es tan famoso?

- Si todos vamos hablar deberíamos también llamar a Frank y Alice, ellos también merecen saber sobre esto – Dijo Rose mientras veía a todos que asentían de acuerdo con lo que decía.

- Estamos en el séptimo piso ¿Qué les parece si yo y Scorp vamos a buscarlos? Podríamos ir a la sala de los menesteres, ahí podremos estar más tranquilos y cómodos, pueden esperarnos allí y luego entramos – Dijo Albus, sin añadir el hecho de que si alguien los escuchaba preguntando por la historia de sus padres quedarían como idiotas.

Luego de pensarlo un momento todos estuvieron de acuerdo con eso, cuando todos estaban reunidos, incluyendo Frank y Alice, una vez frente al tapiz de los trols que golpeaban a Barnabás, el Chiflado, comenzaron a pasearse frente a ella para pedir un lugar donde hablar tranquilos, queda de más decir que 17 personas paradas ahí era extraño, aun sin la extraña cabellera de Ted que era el que estaba dando las vueltas.

Durante las vueltas los hermanos Potter se concentraban en el mismo deseo.

"Quiero conocer la historia de mi padre, quiero saber que hizo y que sucedió durante su estadía en Hogwarts, quiero saber por qué es famoso"

Cuando terminaron las tres vueltas vieron que en el muro se formaba una gran puerta, Ted se adelantó tomo la manilla que había aparecido y abrió la puerta, dejando entrar al resto de los chicos, pero una vez todos adentro se dieron cuenta de que no se hallaban en un salón con sillones, como había ocurrido otras veces que buscaban un lugar donde conversar tranquilos, si no que en una habitación casi vacía.

El único mueble con el que contaba era una mesa baja sobre el cual reposaban una especie de bulto, a pesar de que estaban desconcertados se acercaron a mirar movidos por la curiosidad, lo que pensaron eran bultos, eran en realidad siete libros completamente en blanco, incluso sus cubiertas. James alargo la mano con intención de tomar uno, pero fue detenido por Rose.

- No los toques, pueden ser peligrosos – Le previno.

- ¡Oh, vamos Rose! – Dijo James burlonamente – La única forma en que un montón de libros sean peligrosos, es que estos te golpeen en la cabeza – Dijo, y soltándose de la mano de la chica estaba sujetando su brazo tomo uno de los libros, al coger el libro, no pasó nada, por lo que se volvió y miro a su prima con un sonrisa triunfante - ¿Ves? No pasa nada.

De repente, una nube gris se formó sobre ellos y comenzaba a girar creando una espiral, relámpagos comenzaron a salir del centro de la espiral mientras un agujero se formaba, los chicos se alejaron listos para cualquier cosa mientras los chicos protegían a las chicas y de repente un rayo salió de aquél agujero que impacto en el suelo y un brillo los cegó por un instante y cuando se apagó se dieron cuenta que había una figura frente a ellos encapuchado, todos sacaron sus varitas y le apuntaron, este ni se inmutó, cuando alzó la cabeza creyeron que verían su rostro, pero solo vieron oscuridad, de repente el hombre habló.

– No es necesario los ataques, están aquí buscando respuestas, yo estoy aquí para dárselas, solo hay condiciones que les debo explicar si quieren saber sobre la vida de Harry Potter – Dijo el hombre mientras los chicos presentes bajaban sus varitas, la figura ante ellos les inspiraba tranquilidad, respeto y no podían evitar sentir que lo conocían. Fue Ted, el mayor de ellos que dio un paso al frente y dijo.

– Supongo que no nos dirás quién eres, pero confiamos en ti – Dijo el peliazul mientras todos asentían, era extraño, pero decidieron confiar, el hombre asintió y dijo.

– Yo soy el que hice todo esto, estos libros contarán la historia de Harry Potter, su vida y sus años en Hogwarts, siete libros, siete años, pero he ahí el dilema, no serán los únicos que los leerán, en 1977 se leerán al igual que en 1995, pero decidí que sean de un universo distinto, esto es para que las líneas de tiempo se equilibren, de eso consiste la vida, equilibrio, en 1977 leerán los libros y se evitarán muertes, en 1995 se leerán para acabar con Voldemort, y aquí se leerán para mantener el equilibrio, me tomo tiempo para planear todo esto y las cosas salieran bien, lo mejor de esto es que las cosas se harán a mi manera, ahora me retiró, pero alguien vendrá para mantenerlos controlados, durante el transcurso de la lectura habrán cambios, así que eso es todo, disfruten la lectura – Dijo el hombre mientras los chicos veían como este era absorbido por la espiral por la que antes había salido.

Los chicos se vieron entre ellos y James jadeo de sorpresa al ver el libro y todos se acercaron a verlo en este decía.

Harry Potter y La Piedra Filosofal

Los chicos se miraron entre si vieron que aparecieron cómodos sillones y una reconfortante chimenea, todos tomaron asiento y se pusieron cómodos listos para la lectura, el que comenzaría sería Teddy al ser el mayor, se acomodó enfrente de todos para que le pusieran atención y comenzó.

– Bien, comencemos, el primer capítulo es… "El niño-que-vivió"

Era el año 1977, era un día normal, común y corriente para los habitantes de Hogwarts, pero sin duda para cuatro adolescentes no iba ser un día común para ellos.

En los terrenos de Hogwarts se encontraban este grupo de alumnos disfrutando de un maravilloso día, algunos se bañaban en el lago y otros jugaban con el calamar gigante, otros estudiando, otros platicaban, entre ellos algunos grupos o parejas, o simplemente estaban descansando.

No muy lejos del lago había un árbol, debajo del árbol se encontraban cuatro alumnos, tres chicos y una chica, con la edad de entre 16 y 17 años.

Uno de los chicos era alto, de cabello castaño oscuro un poco largo, con ojos color miel que podían transmitir tranquilidad y confianza, aunque también cierto brillo de travesura y alegría, su rostro tenía pequeñas cicatrices y se le veía algo cansado, pero aun así no podía evitar sonreír al estar allí, el chico era alguien que llamaba la atención de las chicas, pero este nunca le llamaron la atención, el otro chico tenía el cabello negro y largo que le caía hasta los hombros, de ojos de un color gris, en su mirada estaba ese brillo de travesura, alegría y diversión, su rostro tenía rasgos finos y su sonrisa era capaz de conquistar a todas las mujeres con las que se cruzaba, con un cuerpo atlético debido al Quidditch, el deporte que practican los magos. El último de ellos, y quizás el más importante, era un poco más bajo que el ojigris, su pelo crecía por todos lados de color negro, ojos color avellana, que al igual que al ojigris, se le veía la travesura, diversión alegría y amor, aunque este último iba dirigido a la chica que estaba con él, con gafas redondas, su rostro es delgado con esa sonrisa traviesa, aunque era alguien delgado, era alguien atlético debido al Quidditch. Junto a la azabache, se encontraba una chica muy hermosa, de cabello rojo como el fuego, largo, lacio y sedoso, ojos de un verde esmeralda brillante, no muy comunes, en su mirada mostraba que era alguien amable, inteligente, cariñosa, astuta, pero más que nada amor, amor por el chico de cabello azabache, era de estatura baja, mucho más que el azabache, aunque tenía un cuerpo maravilloso, además era la novia y según el azabache, su futura esposa, estos jóvenes eran, Remus Lupin, Sirius Black, James Potter y Lily Evans, los tres primeros eran los integrantes de una pandilla de revoltosos llamada Los Merodeadores, tenían apodos secretos que era, Lunático, Canuto y Cornamenta, que para los dos últimos representaban sus formas animagas, que era la habilidad de transformarse en algún animal a voluntad, pero para el primero era la representación de su estado de hombre-lobo.

- Ahhh ya tengo hambre – Dijo el ojigris, que estaba acostado en el pasto, con los brazos detrás de su nuca.

- ¡Canuto, acabamos de comer hace 15 minutos! – Respondió el ojimiel sorprendido – Pero de que me sorprendo si tú siempre tienes hambre – y regreso sus atenciones al libro que tenía en su regazo, para seguir leyéndolo.

- Lunático, ya te dije que como mucho para poder desarrollar bien mi hermoso y perfecto cuerpo – Comentó Canuto.

- Tu nunca cambiaras, deberías madurar de una vez – Le reclamó Lunático.

- ¡NUNCA! Madurar es para las frutas, tu si estás conmigo ¿verdad, Cornamenta? … ¿Cornamenta? … ¿Cornamenta, me estas escuchando? … ¡Oye Cornamenta! ¡Deja de estarte besando y abrazando a la pelirroja y apóyame aquí ¿sí? – Dijo Canuto medio enojado medio asqueado y medio divertido, ya que, al voltear a ver a su amigo para buscar su apoyo, vio que él estaba muy entretenido besando, abrazando y manoseando y haciéndole cariños a la pelirroja.

- Ay Canuto deja de molestar que estoy en algo importante – Dijo Cornamenta, que estaba apoyado en el árbol y sobre su regazo dándole la espalda, estaba la pelirroja la cual abrazaba con fuerza de la cintura mientras esta se encontraba recostada con su cabeza en el pecho del azabache.

- Si Sirius, deja de molestar que aquí estamos ocupados, así que defiéndete tu solito, no seas tan llorón – Dijo la pelirroja, nada más para molestar al chico.

Y parece que funciono, ya que Canuto puso cara de enojado, pero para desgracia de él, los tres se empezaron a reír de él.

- Si, está bien, aprovéchense del pobre perrito, yo mejor me voy a buscar a alguien que no me maltrate – Dijo Sirius sentándose, pero en cuando se sentó una carta que una lechuza blanca como la nieve había llevado. Todos, sin excepción, se quedaron quietos viendo fijamente la carta que ahora estaba en manos del ojigris.

- Y esta carta, ¿Quién la envía? – Preguntó Remus, sacando de sus pensamientos a los demás chicos.

- De seguro me lo mando mi "querida y adorada" madre, seguro que quiere decirme algo por el día que hui de SU casa, aunque creí que me enviaría un Howler – Respondió Canuto, con el entrecejo fruncido.

- Pero, Canuto, ¿tú no tenías una lechuza negra? Porque esta es blanca – Preguntó Cornamenta.

- Si, pero, ¿Eso que tiene que ver que la lechuza de mi familia sea negra y esta carta? – Dijo Canuto extrañado por lo que decía su mejor amigo.

- Piensa Canuto, que esta carta no te la mando tu madre, como vez esta carta te la dio una lechuza blanca – Dijo Lunático, todavía con la vista fija en la carta.

- Pues tenemos que averiguar quién la manda y para quien, así podemos entregársela a su dueño, ¿no les parece? – Comentó la pelirroja, volteo a ver a los demás y como nadie dio una negativa por respuesta agarro el sobre para leerlo, al girarlo vio que en el frente del sobre tenia los nombres a quienes iban dirigida, tenían sus nombres escritos en él, así que los tres se acercaron y leyeron:

Para los señores James Potter, Sirius Black, Remus Lupin y la señorita Lily Evans.

- Entonces hay que leerla, Puede ser algo muy importante – Comentó Cornamenta que al ver como Canuto le quito la carta a la pelirroja para abrirla – Pero primero tenemos que verificar que no contenga magia oscura o esté maldita – Dijo mirando a Lunático, ya que él era un gran estudiante de DCAO.

Remus entendió su mirada y quitándole la carta a Sirius, comenzó a revisar la carta con su varita haciendo movimientos un poco extraños, cuando termino le entrego la carta de nuevo a Lily para que la leyera.

- No tiene ninguna maldición o magia oscura, ahora si no hay nada más que decir, podremos leerla de una vez, para saber de qué se trata todo esto – Les dijo a todos. Todos giraron a ver a Lily para que esta abriera el sobre y leyera la carta y comenzó a leer para todos.

Queridos Lily, James, Remus y Sirius

Les escribo esta carta, con la finalidad de que hagan lo que crean que es correcto. Ustedes no me conocen… no aun, pero yo los conozco muy bien a ustedes, ya que pronto sabrán quien soy y cuál es mi propósito, así que no se desesperen.

Ahora volviendo a lo que es importante, con ustedes estarán familiares, amigos y conocidos que se reunirán en el pasillo del séptimo piso, estoy seguro que los merodeadores deben saber lo que se encuentra allí, la Sala de Menesteres, al llegar con las demás personas pidan la siguiente sala:

"QUEREMOS UNA SALA QUE NOS MUESTRE LO QUE QUEREMOS VER Y QUE SEA UNA OCASIÓN MUY ESPECIAL"

Cuando entren a la sala habrá alguien que los estará esperando, esta persona les dirá lo que tienen que van a hacer y se quedará con ustedes por un tiempo.

Nos veremos muy pronto.

Con mucho cariño. H.P.

Cuando Lily termino de leer todos quedaron en silencio, hasta que Canuto rompió el silencio.

- A mí todo esto me parece muy extraño, yo no creo en estas tonterías, no me digas que tu si, Lunático – Dijo, viendo a su amigo, que no movía ni un musculo y con la mirada en el pergamino.

- No lo sé, Canuto, revise la carta ya lo viste, además dice familiares, amigos y conocidos estarán ahí, así que debe ser algo legítimo, así que lo que debemos hacer es ir a la Sala de Menesteres y esperarlos – Dijo Remus, y así haciendo caso a las palabras del ojimiel, fueron al castillo y subieron hasta el pasillo del séptimo piso no estaban seguros que estaba la Sala de Menesteres.

Después de 10 minutos de espera, llegaron los primeros invitados, eran Frank y Alice, que venían tomados de la mano, la pareja había comenzado su relación el año pasado y sin duda se amaban mucho, se acercaron y comenzaron a hablar con los Merodeadores y Lily, esta y Alice habían sido amigas desde el primer año y desde entonces se habían hecho mejores amigas, más aun al ser compañeras de habitación, mientras que Frank era compañero de habitación de los Merodeadores, además de un buen amigo; luego llego Marlene con Pandora, estas últimas compartían habitación con Lily y Alice, las cuatro eran muy unidas, lo que nadie se fijo es que Sirius no dejaba de ver en ocasiones a la rubia McKinnon; después llego Xenophilius, que desde que llego no le quitaba la mirada a Pandora, esta no se dio cuenta, pero sus amigas si, se vieron entre ellas y rieron como buenas colegialas que entendían perfectamente lo que estaban viendo. Después aparecieron Lucius y Narcissa, que al ver a los chicos se mantuvieron alejados ya que no querían formar parte de ese grupo, según ellos, pero más para Lucius, desagradable, después de un tiempo más, llegaron la pareja conformada por Andrómeda y Ted Tonks que fueron recibidos por Sirius ya que este consideraba a Andrómeda como su prima favorita, desde lejos, Narcissa veía con nostalgia y tristeza a su hermana mayor, luego llegaron los gemelos Prewett y la Sra. Longbottom.

- ¡Mamá! ¡Papá! / Mamá Dorea, Papá Charlus – Dijeron los Merodeadores al ver a los señores Potter. Sirius y Remus los llamaban así porque los consideraban como si fueran sus segundos padres, pero en el caso de Sirius, serían sus primeros padres, ya que eran muy amables, cariñosos y unas de las pocas grandiosas personas que conocían en el mundo mágico.

- Jim, Siri, Rem, ¿Cómo estás? ¿Saben por qué estamos aquí? ¿Por qué nos mandaron a llamar con tanta urgencia? – Pregunto la Sra. Potter.

- Si, ¿Qué hacemos aquí? Y ¿Qué hacen todos estos jóvenes aquí? No me digas que otra vez te metiste en problemas por tus estúpidas bromas, jovencito – Terminó de decir Charlus mirando a su hijo fijamente mientras Dorea miraba severamente a su hijo.

- ¡Claro que no hice nada, papa! Sabes muy bien que desde que comencé a salir con Lily dejé de hacer bromas, ahora lo que debemos hacer es entrar a la sala y les explicaremos todo – Contestó James nervioso por la mirada de sus padres.

- Oh mira quien está aquí, Lily querida, ¿Cómo estas, cariño? – Saludo Dorea a Lily con una amable sonrisa y amplia sonrisa, al verla acercarse a ellos después de hablar con sus amigas.

- Hola Sra. Potter, muy bien y ¿usted? Tengo tiempo que no la veo – Respondió con la misma sonrisa después de abrazar a Dorea mientras esta le devolvía el abrazo.

- También estoy muy bien, pero querida solo dime Dorea, cariño. Tampoco estoy tan vieja ¿o sí? – Comento Dorea viendo a Lily, pero fue su marido el que respondió.

- Claro que no amor, sigues igual de joven y hermosa desde el día en que te conocí, ¿verdad Lily? – Respondió su marido mientras Lily asentía para confirmar lo que había dicho Charlus.

Y continuaron hablando otro rato, después de 15 minutos, llegaron las últimas personas que estaban esperando, solo James y Lily los conocían. En cuanto se acercaron los Señores Evans, Lily junto con James fueron a saludarlos.

- ¡Mamá! ¡Papá! /Sr y Sra. Evans – Dijeron Lily y James al mismo tiempo con una sonrisa. Los señores Evans en cuanto vieron a Lily la abrazaron y a James, la Sra. Evans lo abrazo mientras que el Sr. Evans lo saludo con la mano.

- Hola cariño – Dijo Elizabeth – Hola James, ¿Cómo estas querido? – Saludó a James amablemente y con una sonrisa que era idéntica a la de su hija.

- Bien Sra. Evans y ¿usted? – Respondió James.

- Elizabeth, James, dime Elizabeth, y estoy muy bien querido – Dijo la Sra. Evans.

- Esta bien Sra.… digo Elizabeth, Sr. Evans buenas tardes ¿Cómo ha estado, señor? – Saludo un poco formal a John, ya que le tenía un poco de miedo.

- Buenas tardes, James – Dijo John – Estoy bien, pero relájate chico que no te hare nada malo, parecieras que estuvieras un poco nervioso – Le comentó con una sonrisa que relajo un poco a James – Pero, te advierto que si le llegas hacer algo a mi niña no te va salvar nadie, Potter – y eso solo hizo que James se volviera a tensar y a poner más nervioso. Los señores Potter, Sirius y Remus veían divertidos la reacción de James ante las palabras del Sr. Evans.

- ¡Papá! / ¡John! – Reclamaron su hija y esposa con una mirada de reproche.

- Deja a James tranquilo querido – Dijo Elizabeth con una mirada asesina, la misma que tenía Lily cuando se enojaba, y en cuanto John vio esa mirada ya no dijo nada más – No te preocupes querido, no te hará nada, mi marido a veces es un poco duro, pero es un buen hombre – Terminó de decir Elizabeth dándole un beso a su marido.

- No importa Sra. Evans… Digo Elizabeth – Comento James, tomando la mano de Lily, para que regresara junto él, ya que se había quedado al lado de su madre – Y no se preocupe Sr. Evans que NUNCA dañaría a Lily, la cuidare más que a mi propia vida y la tratare con mucho respeto – James dijo todo eso con tal seguridad y amor que los padres de la pareja sonrieron con suficiencia.

- Bueno como al parecer ya estamos todos ya es hora de entrar a la sala – Dijo Remus, dicho esto, Lunático se acercó al tapiz en que los trols estaban dándole garrotazos a Barnabás el Chiflado. Todos lo miraron atentamente, mientras Lunático pasaba tres veces frente al tapiz y pensaba:

"QUEREMOS UNA SALA QUE NOS MUESTRE LO QUE QUEREMOS VER Y QUE SEA UNA OCASIÓN MUY ESPECIAL"

Después de pasar tres veces frente al tapiz, apareció una puerta grande de madera frente a todos. La mayoría estaban maravillados ante esto, pues nunca habían visto esto y los Señores Evans estaban sorprendidos, pues solo conocían un lugar que era mágico, el Callejón Diagon, nunca habían visto que en una pared apareciera una puerta para poder ingresar a la sala, simplemente magnifico pensaron los Señores Evans. La puerta se abrió y todos empezaron a pasar, hasta que ya ninguno quedo fuera y se cerró. La sala era una especie de vestíbulo y en el centro había una mesita y sobre estaban siete libros. James se acercó y tomó uno de los libros. De repente, una puerta se formó frente a ellos y de esta entró una persona que todos reconocieron muy bien

Minerva McGonagall estaba ante ellos, pero muy diferente a la que conocían, con más canas y más años encima, esta los miró a todos y asintió.

– Me alegra que todos estén presentes, fueron llamados aquí por la razón de que se van a enterar de acontecimientos que sucederán en el futuro, lo sabrán todo por medio de esos libros, se enteraran sobre la vida de alguien que está relacionado con la mayoría de ustedes, es lectura es imprescindible para el futuro de ustedes, la razón de estos libros es para cambiar las cosas malas y darles una oportunidad aquellos que se equivocaron, en el transcurso de la lectura habrán algunos cambios, yo estaré aquí con ustedes leyendo los libros – Dijo McGonagall mientras la sala cambiaba ahora volviéndose una más acogedora, con sillones confortables en el que todos se sentaron, los Malfoy tomaron asientos aparte.

James y Lily se vieron a los ojos y vieron decisión al quedarse ahí, querían saber que pasaba con su futuro, si se casaban, tenían hijos y vivían felices para siempre. Es lo que más deseaban en todo el mundo, estar siempre juntos no importaba donde, cuando, porque o como, con tal de estar siempre juntos. Se tomaron de la mano, Lily se acercó más a James para sacar fuerza para lo que venía de ahora en adelante, este le dio un beso en la coronilla y la abrazó fuerte para sentirla y transmitirle tranquilidad, ya que vio un poco de miedo en su mirada.

- Todo estará bien cariño, ya verás – Le dijo James a Lily en el oído – Siempre estaremos juntos no importa que pase, ¿de acuerdo?

- De acuerdo – Contesto – Te amo, James – Para luego darle un pequeño beso en los labios.

- Yo también te amo preciosa.

Todos veían la escena de la pareja, pero para ellos no existía nadie más que ellos dos solos, los señores Evans y Potter veían a sus hijos con amor y con una sonrisa grande en los labios por ser testigos del amor que se tienen uno con el otro; Canuto, Lunático, Alice, Frank, Marlene, Pandora también los veían con una sonrisa grande ya que querían que ellos dos, sus mejores amigos y hermanos de corazón, fueran felices siempre; Lucius era el único que los veía con miradas de odio, mientras Narcissa, Andrómeda, Ted y Xenophilius tenían sonrisas amables, porque aunque no los conocieran entre ellos, veían que se tenían un amor infinito y los demás adultos con sonrisas radiantes, saben que no importa lo que pase, ellos estarán juntos hasta que la propia muerte los separe

McGonagall tomó el libro de manos de James y se sentó frente a ellos para tener su atención, la mujer vio la portada del libro y enarco una ceja y dijo.

– El título del libro es… Harry Potter y La Piedra Filosofal – Dijo mientras miraba a los Potter, en específico a James y Lily que estaban anonadados.

- ¿Harry Potter? Un momento, este libro va hablar de alguien con nuestro apellido, eso quiere decir que puede ser nuestro hijo, Lily – Dijo James con algo de emoción en su voz mientras veía a Lily que sonrió, tenía la esperanza de que así fuera, después de todo, siempre quiso ponerle a su hijo ese nombre. Tanto los padres de James como Lily los felicitaron al igual que sus amigos más cercanos. Después de las felicitaciones, la profesora McGonagall abrió el libro.

– Bien, comencemos, el primer capítulo es… "El niño-que-vivió"

...

Era el año de 1995 en el colegio Hogwarts, las clases eran dictadas con normalidad, todos los alumnos o aquellos que tenían la hora libre, estaban en clase, fue cuando entonces algo inesperado sucedió.

- Se solicita a todos los alumnos del plantel, dirigirse junto con sus profesores al Gran Comedor – Se escuchó, la voz era fuerte e imponente que resonó por todo el colegio.

Ron y Hermione se dirigieron a allí, curiosos de saber lo que sucedería, ya que era muy extraño que llamaran a todo el plantel educativo del colegio para reunirse en el Gran Comedor.

Después de 15 minutos, estos dos estaban sentados en la mesa de Gryffindor, junto a ellos estaban sentados, una chica pelirroja y muy hermosa, era Ginny Weasley, la hermana de Ron, también estaba un chico con cara redonda y tranquilo, era Neville Longbottom, el amigo de Ginny y también de Ron y Hermione, cerca de ellos también estaban los gemelos Weasley, hermanos de Ron y Ginny, la mayoría de los alumnos y profesores ya estaban en el Gran Comedor, a excepción de unos cuantos personajes entre ellos faltaban: el director del colegio, Albus Dumbledore, el profesor de pociones y jefe de la casa de Slytherin, Severus Snape.

Las puertas del Gran Comedor se abrieron dando paso a los dos profesores que faltaban, entraron al Gran Comedor y se dirigieron a la mesa de los profesores, el profesor de pociones, Severus Snape se sentó con su cara sombría y cabello negro algo grasiento, mientras que el director se quedaba al frente de todos y antes de que alguien dijera algo sobre el por qué estaban aquí, Dumbledore hablo.

- Buenas tardes a todos, seguro se estarán preguntando por que están aquí todos reunidos – Dijo mirándolos a todos – La razón es porque he recibido una carta de lo más interesante, una carta en la cual nos citaba a todos aquí, así que si todos están de acuerdo la leeré ahora mismo – Informó el director y ministro mientras abría la carta y empezaba a leer.

Queridos habitantes de Hogwarts

Se estarán preguntando sobre el significado de esta carta, pues bien, esta carta la he escrito de una época distinta a la de ustedes, o mejor dicho de un mundo paralelo distinto al de ustedes, en unos minutos aparecerán más personas que he citado para que estuviesen presentes, pero después de que todos estén sentados, ante ustedes aparecerá alguien que les explicará claramente la razón de por qué están allí.

Atte. H.P.

Cuando termino de leer la carta, todos quedaron sorprendidos ante esas palabras, nadie esperaba esto. Todos estaban murmurando sobre lo que decía la carta. ¿Quiénes vendrá? ¿Quién fue el que envío esta carta? Y, por último, ¿Quién vendría a explicarles lo que sucedía? Esas eran las preguntas predominantes en el aire, fue cuando Hermione alzo la mano para hablar y dijo.

- Profesor, no es que desconfié de usted, pero ¿Cómo sabemos que esta carta no es una broma y que en realidad viene de otro tiempo, o de otro universo paralelo?

El Gran Comedor estuvo de acuerdo con lo que decía la castaña, aun la mayoría les costaba creer lo que había dicho el director y ministro.

- Todo será dicho a su debido tiempo, señorita Granger, por ahora como dice la carta esperaremos a que venga aquella persona que nos explicara todo, pero, antes que nada, es momento de recibir a los invitados que nos acompañaran – Dijo Dumbledore mientras se sentaba en su sillón quedando solo un puesto vacío, el cual todo el mundo sabía a quién pertenecía y no evitaron pensar en donde estaba él.

Al instante, por la puerta del Gran Comedor, aparecieron un par de hombres, uno era un hombre adulto alto, de pelo castaño con canas, con unos ojos color miel que transmitían tranquilidad y confianza, su rostro tenía algunas cicatrices y se veía algo cansado, este hombre era Remus Lupin, quien hace unos años fue el profesor de DCAO, pero debido a su condición de hombre-lobo no pudo seguir ejerciendo la materia impartida, el segundo hombre era un hombre apuesto, de cabello negro largo que le caí elegantemente, hacia atrás a la altura de los hombros, ojos de un color gris plateado, en su mirada estaba dividida entre la curiosidad y la diversión, pero sin duda mostraba ese aire de travesura que antaño tenia, pero debido a ciertas circunstancias, había perdido, este hombre era Sirius Black.

Hace 16 años fue culpado por el asesinato de 12 personas y un mago, el hombre fue a prisión sin un juicio, pero 11 años después de eso, había recuperado la libertad gracias a la persona que menos esperaba hace casi 6 años, pero ahora era libre y poco a poco, debido a sus años de reclusión en la prisión de magos, Azkaban, iba recuperando ese brillo que tenía antes.

Detrás de ellos venia una familia mayormente conformada por pelirrojos, encabezados estaban los señores Weasley, Arthur y Molly, tras ellos estaban un hombre alto de cabello largo recogido en una coleta y con un pendiente, este era Bill Weasley, el hijo mayor de Molly y Arthur, junto al iba una chica hermosa, era rubia y de unos despampanantes ojos azules y de una figura envidiable para cualquier chica, su nombre era Fleur Delacour, y era la novia de Bill, el siguiente era un hombre musculoso, con cicatrices y quemaduras en los brazos, este hombre era Charlie Weasley, el segundo hijo de la familia Weasley, los dos hermanos hablaban alegremente, ellos eran los padres y hermanos de Ron, Ginny y los gemelos Wealsey, detrás de los Weasley venían más personas entre ellas estaban, Kingsley Shacklebotl, el actual jefe de Aurores del Ministerio, era un hombre imponente y de gran estatura, calvo y de piel oscura y con un aro en la nariz, era alguien que sin duda imponía respeto, pero a pesar de su apariencia era un hombre tranquilo y amable, junto a él estaba un hombre que cojeaba, su pierna estaba hecha de platino, pero a pesar de todo imponía fuerza y miedo, el hombre ahora era muy diferente a lo que era en otros tiempos, el hombre antes poseía un surcado de profundas y grandes cicatrices, hoy solo tenía una que otra cicatriz, además de que anteriormente poseía un ojo mágico más grande que su ojo normal, ahora tenía uno más discreto, pero aun así no dejaba de ser alguien intimidante, pero sobre todo a pesar de que tenía alrededor de 50 años, este se veía en sus treintas, muchos le preguntaron que se había hecho, pero este solo respondía con una frase que todos entendían de inmediato si sabían a quien se refería "fui víctima de un experimento causado por un pequeño y endemoniado genio", así todos sabían que al aquel "pequeño y endemoniado genio", era un hombre alto, robusto con el cabello negro, este hombre era Alastor Moody, ex–auror del ministerio y ahora líder del Escuadrón Especial de Cazadores de Magos Oscuros (ESMAO) que era un escuadrón especial dedicado a la cacería de magos oscuros, este escuadrón era nuevo ya que apenas se fundó hace dos años, este escuadrón, estaba mayormente conformado por magos poderosos y hábiles, detrás de ellos venia una hermosa chica, de cabello rosa y ojos azules, tenía la cara en forma de corazón y era algo torpe, ella era Nymphadora Tonks, pero solo le gustaba que le dijeran Tonks, también venía un señor robusto con un gran bigote de morsa, era Horace Slughorn, y anteriormente impartía la clase de pociones y era el jefe de la casa de Slytherin. También venía un hombre bajo con un sombrero de hongo verde que era el ministro de magia y junto a este un joven pelirrojo de aspecto pomposo, este era Percy Weasley, un hijo de los señores Weasley que había abandonado a su familia con tal de buscar prestigio en el ministerio.

El primer grupo se acercó a la mesa de Gryffindor, donde los Weasley y Hermione saludaron a todos, los señores Weasley saludaron a Ron y Ginny, pero la señora Weasley les daba el clásico abrazo rompe-hueso a sus hijos menores, todos se sentaron y empezaron a hablar sobre lo que estaba sucediendo y la extraña situación, fue cuando Sirius, Remus y Tonks se percataron de la ausencia de alguien al igual que los Weasley y les preguntaron a los chicos sobre el paradero de aquel que hacía falta, pero no supieron que decir ya que no había aparecido en todo el día, pero sabían que no había de que preocuparse ya que sabían de lo que él era capaz, pero aun así no podían evitar preocuparse y preguntarse dónde estaba. Por su parte, los aurores y el ministro junto a Percy se fueron a sentar en la mesa alta.

Ahora todos estaban a la espera de la llegada de la persona que los sacaría de dudas y les diría porque estaban allí. Fue en ese momento que algo llamó la atención de todos, el techo donde estaba el mismo cielo encantado de afuera se estaba oscureciendo y formándose unas nubes grises que comenzaban a girar en espiral, relámpagos comenzarán a alumbrar el lugar y un rayo violento cayó en la entrada del Gran Comedor causando un brilló que cegó por un momento a los demás, después de eso, vieron ante ellos una figura que los miraba a todos, aunque no sabían si los estaba mirando ya que tenía una capucha que no dejaba ver su rostro.

- Bien, veo que siguieron mis instrucciones, ahora es hora de explicarles lo que van hacer – Dijo mientras comenzaba a caminar hacía la tarima donde estaba la mesa alta de los profesores – Ustedes están aquí porque deben enterarse de lo que para enterarse de acontecimientos del pasado, del presente y como tener un futuro, este universo alterno se unirá a otros dos para enterarse por medio de unos libros sobre como detener a Lord Voldemort – Dijo el hombre, causando que todos se estremecieran y jadearan al escuchar el nombre del magos tenebroso.

- ¡Ja! No sé quién seas, pero seguro eres un impostor, es obvio que él está muerto – Gritó Umbridge enojada mientras se acercaba a el ministro de magia, el cual asintió en silencio.

- Jane Umbridge, agradecería que se mantuviera en silencio hasta que termine de hablar. La próxima vez que hablé o diga algo despectivo hacía mí la haré desaparecer, le borrare la memoria y le quitaré su magia para que viva el resto de su inmunda vida como una squib – Dijo el hombre con una voz tan fría y carente de emoción que hizo callar a la mujer que había quedado pálida ante la amenaza - Si, en este momento Voldemort está vivo.

Una gran cantidad de gritos ahogados se hizo oír en el Gran Comedor.

- En poco tiempo habrá una guerra. Cuando nací esta ya había acabado y yo he vivido una vida completamente feliz, pero como en todas las guerras hubo muertes, muchas. Por eso estoy aquí, como dije, he traído una serie de libros que cuentan la vida del personaje principal, esa persona vendrá en cualquier momento, aquel que algunos consideran peligroso, la mayoría lo consideran un héroe que no se somete ante nadie y lucha por lo que es lo correcto y no por el bien común o el camino fácil. Yo me quedaré con ustedes para mantener el orden y evitar que cualquiera haga algo estúpido – Dijo mientras la figura se sentaba en un lugar apartado de todos.

- Libros los leeremos a partir de ahora, he suspendido las clases hasta que terminemos de leer los libros —Dijo Dumbledore sonriendo a sus alumnos. Los cuales se tomaron la noticia de diferentes maneras. Algunos se alegraron de tener un tiempo sin clases, sin embargo, a otros les parecía agobiante pasar tanto tiempo leyendo libros sin parar. Cuando los murmullos cesaron el desconocido continuó hablando.

- Esto libros tienen varios objetivos de diferente importancia; evitar muertes, equilibrio entre los mundos y dar segundas oportunidades a aquellos que cometieron cosas terribles, aunque estos no lo saben, pero estos últimos sino cambian, será una gran entretención para mí el verlos convertidos en squib – Dijo el hombre con voz divertida y maliciosa.

Los presentes escucharon y asimilaron esas palabras sin creerlo del todo. Era algo totalmente surrealista.

- Por cierto, creo que debería avisarles de algo. Todos ustedes están ahora mismo atrapados en Hogwarts, nadie podrá salir de aquí hasta que yo lo diga.

Más gritos llenaron el comedor.

- Debo decir también, que estos libros cuentan la vida de Harry Potter y sus pensamientos, dado que fue el quien salvo el mundo mágico.

Nuevamente la sala se llenó de murmullos, pero se dieron cuenta que el chico en cuestión no estaba presente entonces, ¿dónde estaba?

– Un momento, no se supone que él debería estar aquí, además no debería ser él el que tome la decisión de leer estos libros – Dijo Hermione poniéndose de pie, tanto Ginny como Ron y Sirius asintieron de acuerdo a lo dicho por la castaña.

– Bueno, él ya tomó la decisión de esto, en cualquier momento él vendrá y mantendrá el orden aquí cuando me vaya, solo a alguien como él no se atreverían a hacer nada, ustedes saben cómo es, por cierto, en el transcurso de la lectura habrá cambios que solo él decidirá cuando y como pasarán y yo los haré, ahora pueden comenzar con la lectura – Dijo y de la nada, siete libros quedaron amontonados sobre la mesa ante Dumbledore.

La reacción de la gente no se hizo esperar. Todos, alterados, se contaban entre ellos sus opiniones respecto a lo que acababa de ocurrir.

- ¡Silencio! - Bramó Dumbledore - Como mencioné anteriormente, no habrá clases, pasaremos los días leyendo.

- ¡No sé si usted tiene la autoridad para decidir eso, Dumbledore! - Dijo Fudge elevando su voz para representar su autoridad. El ministro estaba en la sala, eso tenía que quedarle claro a todo el mundo.

- De hecho, el único aquí con autoridad soy yo en este momento, como les dije, no hagan nada estúpido sino quieren sufrir las consecuencias, aquí nadie tiene poder sobre nadie excepto yo y Harry que es el principal personaje de todo esto, ahora él que no quiera estar presente ya sabe las consecuencias, esto es más importante que cualquier cosa, así que comiencen – Dijo el desconocido mientras todos se quedaban en silencio. Nadie se atrevería a refutarle algo.

El ministro gruño en silencio, cabía la posibilidad de que pudiera irse del lugar, pero sabía que si lo comprobaba y no conseguía salir no tendría el coraje de volver a él Gran Comedor.

- Bien. Entonces, comenzaremos la lectura del primer libro. Permítanme comenzar a mí —Dijo el director mientras cogía el libro que estaba situado arriba del montón de libros que estaba a su lado - Harry Potter y la Piedra Filosofal. Capítulo 1: "El niño-que-vivió"


Hola lectores! Aquí esta de nuevo esta historia reescrita. Es la típica historia de los libros, pero con algo de trama original. Espero les guste y me compartan su opinión, dependiendo de como les parezca la forma en que los estoy escribiendo, haré cambios durante la historia. Por ahora disfruten de la historia.

LewisNashSkoll