Capítulo final del que iba a ser un oneshot subidito de tono, jajajaj. Al final los fics toman vida propia y se van transformando.

Espero que os guste, a mi me encantó escribir a estos chicos en esta historia, la manera fuerte y soez, a la vez que infantil de Draco y la sensualidad, seguridad y relajación de Harry.

Fue un placer, al final del capítulo os dejo una pregunta que me gustaría que me contestarais.

Gracias especialmente a AnataYume, Sailot mercuri o neptune, Susigabi, Danaesirianneblack, Cristine Malfoy, Sarablack09, LadyJp93, Kasandra Potter, Silentmalfoy, Robinsparkless22, Reno López y Neko Miri Chan.

Ahora a disfrutar del capítulo, espero que os guste.

Besos, Shimi.


5

El sonido de un teléfono iba poco a poco interrumpiendo el plácido sueño que estaba teniendo. Mucho cabello oscuro y un olor exquisito, pero el dichosos chisme no paraba de sonar.

—Es el tuyo—le gruñó Potter moviéndolo.

—Que se pudra—dijo hoscamente Draco ciñéndose más al cálido cuerpo del moreno.

—Contesta.

—No.

—¿Te estás escondiendo?—dijo cada vez más despierto Potter.

—No—sentenció Draco—.Ya se cansarán.

—Yo creo que no.

Draco abandonó el calor de la cama, mientras iba refunfuñando hasta la mesa donde estaba el artefacto del demonio.

Miró la pantalla, no quería cogerlo. Conocía el número de Theo perfectamente aunque raramente usaran aquel medio para hablar.

—No son horas de llamar, Theo—dijo ladrándole al teléfono.

—Oh, por fin se digna a contestar—dijo molesto el interlocutor.

—No es buen momento, luego te llamo.

—Ni hablar, luego no me vas a llamar y tenemos que hablar.

Draco miró a Potter que se había vuelto a dormir, cogió algo de ropa y salió de la habitación.

Llevaba casi ocho meses en aquel apartamento que rentaba Draco en Brasov. Pero le había sido prácticamente imposible despegarse de ese respingón culo que se gastaba Potter.

La versión oficial era que necesitaba implicarse más en el negocio local para que despegara.

—No pienso volver a dar la cara ante tus padres de nuevo, Draco—le dijo sin rodeos.

—No tienes porqué hacerlo—estaba al tanto de las pesquisas de sus padres. Pero en realidad le traían sin cuidado, ¿no había sido así desde hacía demasiado tiempo?

Sus negocios no habían decaído así que por su parte estaba más que cumpliendo.

—¿Piensas quedarte ahí con Potter toda la vida?—le dijo burlón su amigo.

—¿Y qué si lo hago?—Realmente Draco tenía malos despertares.

—Eso es lo más cerca de admitir un sentimiento de lo que lo has estado en toda tu vida—dijo sarcástico Theo.

—¿Cómo va el club?—preguntó finalmente después de un incómodo silencio.

—Bien.—Realmente él no era necesario allí, nunca lo fue una vez plasmaron su idea. Pero disfrutaba de compartir sus noches con sus amigos en algo que le resultaba placentero.

—¿Por qué me llamas Theo?—dijo sin más.

—¿No puede un amigo preocuparse por ti?—contestó hosco.

El silencio en la línea del teléfono era algo mucho más incómodo que los que podían producirse por la Red Flu, pero sus amigos sabían que odiaba aquellas indignas posturas que Draco reservaba para contadas ocasiones. En cualquier caso, aquel inventito muggle le había facilitado la vida de ermitaño que llevaba en Brasov, aún así no recordaba haber sido así de feliz en toda su vida.

—Vale—se rindió Theo—Queríamos pedirte un favor. Sabemos que pronto es el cumpleaños de Potter y queremos que le organices una fiesta con sus amigos y que nos invites.

Draco se había quedado en shock, miró rápidamente su agenda, en menos de una semana sería el cumpleaños de Harry.

—Me lo pensaré—dijo finalmente.

—No es negociable—dijo Theo—.Nos lo debes por mal amigo.

A pesar de todo su amigo le sacaba una sonrisa, realmente había sido un pésimo amigo todo ese año pero saber que tanto Blaise como Theo habían llegado al punto de pedirle un arreglo de alcahueta para tener una excusa para tener a tiro a dos exGryffindor le resultaba cuanto menos cómico.

No pudo evitar abrir un poco la puerta de su dormitorio para ver a Harry enroscado en la almohada que había estado usando él hasta la inoportuna llamada. Aquellos tiernos gestos le hacían sentir un calor que nada tenía que ver con el sexo ardiente que ambos tenían.

—De acuerdo—dijo cerrando la puerta.—Os llamo en unos días cuando tenga todo arreglado.

Nada más colgar se arrepentía de lo que había prometido, ¿por qué debía hacer cosas que no quería?

Recordaba su pasado cumpleaños, ellos dos solos, con una cena íntima que le había preparado Harry por sorpresa seguida de una noche completamente ardiente… y aquellas dos palabras que le había dicho al final.

"Te quiero", tan solo un susurro que escapó de los labios del moreno, pero que se habían clavado en algún punto de su corazón. Y él no había podido decir nada, ¿qué dice uno cuando le dicen algo así?

Bueno quizás no hubiera estado mal contestarle lo mismo, pero él no era tan sentimental, ¿es que no bastaban los gestos? Llevaba 8 fríos meses en aquel punto perdido del mundo por estar junto a él, ¿necesitaba una pancarta?

Haría la puñetera fiesta, cumpliría con sus amigos y le daría un hermoso regalo a Harry, le demostraría que las palabras estaban sobrevaloradas.

Cuando Harry se marchó a la reserva se puso manos a la obra, buscó el teléfono del moreno y buscó el teléfono de Granger, dudaba que Weasley tuviera uno de esos.

—Hola Harry, ¿qué tal?—le contestó la chica.

—Soy Draco—contestó.

—¿Le ha pasado algo a Harry?—dijo de un modo aprensivo Granger.

—No, está trabajando.

—Entonces que haces con su teléfono, Malfoy.

—Déjate de tonterías, Granger, ya sabes que estamos juntos. No estoy tramando nada malo—dijo Draco—.Más o menos.

—Si esa es tu manera de tranquilizar… Da asco.

—Lo sé, al punto—¿tenía que meter a esa en su casa?—El cumpleaños de Harry es dentro de una semana, quiero hacerle una fiesta y tenéis que venir.

—Tus peticiones tampoco es que sean una maravilla—¿pero que le pasaba a la estúpida esa? Estaba tratando de ser todo lo correcto posible.

—Tú, Weasley y si quieres un par de amigos más—la ignoró pues no estaba haciendo eso por gusto.—Te mando la dirección del apartamento, os espero ese día a las 20:00 horas. Tendréis un traslador esperándoos a tu nombre.

—Si, amo—le dijo la morena.

—Muy graciosa, Granger—le cortó—.Os espero el 31.

—Buen día a ti también—dijo antes de cortar.

Una cosa es que estuviera con Harry, otra que le tuvieran que caer bien sus amigos. De cualquier modo, Theo debería revisarse el gusto, la chica podría haber mejorado el aspecto pero seguía siendo del todo molesta.

-x-

Su rutina desde que vivía allí era simple, mantenía sus negocios desde la oficina que había instalado en su casa, y cada mes hacía una visita a Londres para tratar asuntos con el Ministerio o con Gringott. Sus negocios en el mundo muggle solía realizarlos con videoconferencias, aunque si debía desplazarse lo hacía.

Odiaba dejar a Harry esa era la pura realidad y los días que pasaban separados lo extrañaba hasta el punto que dolía. Disfrutaba de sus relajadas maneras, todo parecía irle bien, y aquello le hacía a Draco poder relajarse como nunca lo había podido hacer.

Pero aún no se sentía preparado para hablar de ello, no con Theo y Blaise que eran las únicas personas que le importaban. Sería divertida la cara que pondrían sus padres cuando se enteraran si es que no le habían llegado los rumores ya. Aunque los quería la relación con ellos era distante como siempre había sido, no los echaba de menos.

Pero tener que mostrar lo que sentía por Harry en aquella estúpida fiesta delante de sus dos amigos le hacía sudar frío.

Aún así, había encontrado otra pasión, además de la que sentía por Potter, allí en Brasov, se había convertido en el aprendiz del jefe de pociones de la fábrica. Aunque nadie lo viera como un aprendiz, él sabía que lo era, y lo cierto es que disfrutaba de lo lindo sumergido en aquella actividad que tanto le gustaba y en lo hosco de su maestro.

Aunque cierta semejanza con Dumbledore, el carácter le recordaba demasiado a Snape, con el que siempre había congeniado. Quizás la inhalación de tantas pociones te agriaba el carácter. En cualquier caso, estaba disfrutando. Se lo había contado a Harry y él le había animado a que siguiera su pasión.

Realmente eso le gustaba más que tener que pelear por contratos, aranceles y cotizaciones en bolsa. Sabía que no era el motivo principal para su estadía en Brasov, pero le consolaba no ser solo un pelele enamorado que lo dejaba todo por ir detrás del culo de Harry. Él no era así, ¿cierto? Salvo que lo que era o había sido empezaba a importarle una soberana mierda.

Seguro que Potter estaba siendo una mala influencia para él.

-x-

Era extraño ver su apartamento invadido, Harry y él nunca invitaban a los amigos de Harry a su casa. Y verla con más pelirrojos de los que él hubiera deseado no le hacía gracia ninguna. Weasley, que parecía ocupar con su cuerpo medio salón ;Granger, y su sarcástica mueca; Longbottom, solo tenía ojos para Harry pero el tiempo había obrado milagros con él; y Lovegood, aquella chica parecía completamente ida. Por otro lado, Blaise y Theo desentonaban en aquella reunión casi tanto como él mismo. En el fondo era un consuelo tenerlos allí, realmente los echaba de menos.

Cuando el moreno abrió la puerta del apartamento y todos soltaron el consabido "Sorpresa" sus maravillosos ojos verdes se llenaron de alegría y emoción. Solo por eso había valido la pena llenar su salón de estúpidos leones y serpientes interesadas.

Fue saludando con abrazos a todos sus amigos, incluso abrazó a unos rígidos Blaise y Theo que lo miraban sorprendido, eso les pasaba por obligarle a invitarles.

Por último un suave beso en sus labios fue su grata recompensa, le importaba un carajo lo que pensaran todos los presentes, sus amigos incluidos.

Para su sorpresa aquella fiesta de cumpleaños no fue tan mal como había imaginado, y se divirtió mucho viendo a sus amigos acercarse a sus prospectos con poquísimo tino.

Suerte para todos que el alcohol corría libremente, Blaise debía estar contándole alguna aventurilla del todo escandalosa al pecoso auror Weasley que lucía del todo sonrojado. Por otro lado, la pose depredadora de Theo con Granger le parecía cómica con las caras de fastidio de la chica, estaba seguro de que le estaba dando una buena ración de esa ácida lengua suya. Pero la cara de su amigo era de total disfrute, no sabía de ese lado masoquista del moreno.

Se sentía ligero, como el ambiente que reinaba en la fiesta. Longbottom y Lovegood eran ambos medimagos y encontró bastante agradable la conversación con ellos, aunque no lo reconocería ni bajo veritaserum.

Sintió el cálido cuerpo de su pareja en su costado y lo abrazó atrayéndolo hacia él.

—Aún falta tu regalo—le susurró en el oído.

—Puedes dármelo en el baño—le contestó sugerente Harry; por un momento pensó que sí, podría darle un buen regalo contra la pared de su baño, el muy cabrón sabía como calentarle en un segundo.

—Acompáñame—le dijo y discretamente dejaron el salón mientras los demás hablaban.

Pero no fueron al baño sino a su dormitorio.

Fue hacia el armario y extrajo una pequeña caja que había ocultado toda esa semana. La tuvo que agrandar dándosela a Harry que le miraba sorprendido.

Cuando la abrió lo miró aún más sorprendido.

—¿Un pensadero?—le dijo Harry.

—Y un recuerdo—le dijo extrayendo el característico hilo plateado de su sien.

Lo depositó en las aguas cristalinas y animó a sumergirse en el al moreno.

o0o

Tercer año, clase de cuidado de criaturas mágicas.

Estaba hablando con Crabbe y Goyle, fanfarroneando del verano que había pasado en Francia con sus padres. Cuando levantó la vista y vio como se aproximaban el trío de oro.

Solo tuvo ojos para Potter, este había crecido en aquel verano, había algo diferente en él. Draco sabía que le gustaban los hombres desde hacía unos meses cuando sus cuatro besos con Blaise le hicieron fantasear con cuerpos muchos más duros que los de una chica.

¿Siempre había tenido esos ojos tan verdes? Su camisa medio desabrochada le dejaba ver una clavícula totalmente apetecible. Draco se sorprendió al tener esa clase de pensamientos de su eterno rival.

Le soltó lo más hiriente que consiguió pensar. Se metió con su desmayo con los dementores y su madre. El dolor que vio atravesar esos ojos imposiblemente verdes le hizo sentir como mierda. Solo en aquel momento pensó que era un auténtico cabrón.

Se pasó toda la clase rumiando la atracción que había sentido por el moreno, y odiándose a sí mismo por haberle herido con sus crueles palabras.

No se había dado cuenta de la imponente bestia que había aparecido en el claro y de que Potter se había aproximado a ella, cuando de un momento a otro lo vio subido a aquel hipogrifo enorme. Lo perdió con la mirada cuando este se fue alejando, no fue mucho pero cuando volvieron lo primero que escuchó fue la risa del moreno, una cadencia que rara vez había tenido la oportunidad de escuchar.

Le miraba embobado, se veía tan sumamente hermoso con aquel suave gesto de dicha en su rostro y por un momento sus ojos se conectaron, ¿podía romperse un corazón por la mitad de felicidad por la dicha de ver a otro completamente feliz?

Un solo pensamiento pasó por su mente, ojalá el fuera el motivo de que el moreno algún día le volviera a mirar con aquella cara de felicidad.

Se vio así mismo andando hacia él, cuando su sonrisa de volvió un gesto de desagrado, mierda, ¿por qué se había movido como una polilla a la luz?

Todo pasó muy rápidamente, insultó al hipogrifo, éste le atacó un dolor lacerante en su brazo pero nada que ver con la mirada verde de reproche.

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Harry sacó la cabeza del pensadero lentamente, Draco nunca había compartido algo tan íntimo con nadie, prácticamente ni se había dejado a si mismo volver a pensar así. Pero quería que él lo supiera.

—Te quiero—le dijo Draco cuando Harry se aproximó a él aún sorprendido. Quizás un par de palabras tampoco hicieran tanto daño.

Y después de tantos años, aquella sonrisa que anheló era por y para él.

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¡Esto es todo, amigos!

Bueno, agradezco a todos los que habéis llegado hasta aquí. Para 5 capítulos sé que me lo he tomado con calma, pero iba saliendo la historia según iba escribiéndola.

Espero que os haya gustado este final meloso^^

Ahora la pregunta: como habéis visto tanto Blaise como Theodoro tienen fijación con dos Gryffindor y a mi cabeza vienen dos oneshot sobre ellos, una para Ron+Blaise, y otro Hermione+Theodore. Quizás esta segunda pareja os interese menos.

Me encantaría que dejárais vuestra opinión.

Sin más me despido, ha sido un placer, nos vemos en otras historias.

Besos, Shimi