Me he animado a participar en la semana Levihan y aportar un poco a mi querida OTP.

Trataré participar en toda la semana.


Primer día: primera vez


Disclaimer: Shingeki no Kyojin no me pertenece, todo sus personajes son creaciones de Isayama -san


1.

Caminaba por los pasillos del palacio. Todavía faltaba que lo heridos se recuperaran totalmente de la batalla. Odiaba esa efímera tranquilidad que había en esos días, hacía que los soldados se confiasen. Ya no tenían a Erwin con ellos, sentía que habían perdido un gran estratega y un hombre clave para ganar la maldita guerra que en estos momentos no le veía sentido. Todo este tiempo sólo han peleado contra sus antiguos subordinados.

Soltó un suspiro cansado de la situación, había decidido caminar por esa zona aislada para aclarar algunas de sus ideas. Pero un golpe seco lo sacó de sus cavilaciones. Instintivamente se puso en pose de pelea, y se mantuvo así por unos minutos, esperando algún ruido que delatase el ataque. Se relajó al no escuchar nada y comenzó su regreso, pero unos quejidos lo detuvieron. Observó a ambos lados y esperó, después de unos minutos los volvió a escuchar.

Los quejidos provenían de un salón casi finalizando el pasillo. Exhaló creyendo saber de quien se trataba. Camino decidido e ingresó al lugar.

— Maldita tres ojos, debes descansar — le regañó al encontrarla enterrada por una gran cantidad de libros.

Ella rió despreocupada — hola, Levi — lo saludó levantando su única mano libre — ¿podrías ayudarme con los más pesados? — Volvió a reír — el estante tenía suelto una de las tablas y todos los libros cayeron sobre mí — arregló sus lentes — fue bastante aterrador al principio — contó sueltamente.

Tsk — chasqueó la lengua mientras retiraba los libros — te dijeron que descansaras — la retó.

— Estaba probando la resistencia de Armin — le comentó ignorando sus regaños y tratando de levantar el peso de los libros sobre su espalda — deberías retirar los que están en el centro — le indicó — gracias — le dijo cuándo pudo levantarse y algunos libros cayeron a sus costados.

Levi observó la biblioteca recién instalada, no había más que tres estantes con libros y hojas sueltas, un escritorio totalmente desordenado y varios papeles regados por el suelo, supuso que eran basura de sus apuntes.

— Este lugar es perfecto para investigar más a fondo los poderes de los titanes — comentó mientras se limpiaba el polvo de sus ropas, recogió algunos papeles del suelo — pronto traerán más información.

— Podrías haber muerto — le dijo cruzando los brazos.

Ella parpadeó un par de veces, sin entender la preocupación en sus palabras, le sonrió — puede ser, pero encontré varios datos interesantes en este libro — le indicó señalando el que tenía en su mano — mañana podré probar el poder de Armin.

— El doctor indicó que guardes reposo — le recordó — en tu habitación.

— Ya estoy bien — soltó segura. Levi tocó su rostro y ella retrocedió instintivamente, levemente sonrojada.

— Tienes sangre en la cara — le enseñó sus dedos — tus heridas no están curadas totalmente.

Ella tocó sus mejillas, tenía sangre fresca— Cambiaré el vendaje más tarde — contestó sin importancia y buscando más hojas en el suelo.

— Has manchado el piso con ella — le señaló las marcas en el suelo.

Ella rió fuertemente, pisó las manchas — ya no las verás.

— Estúpida — le gritó — ensuciaras todo el pasillo — frunció el ceño molesto — vas a dejar marcas y la sangre es difícil…

Ella lo besó en los labios sorprendiéndolo y callándolo inmediatamente. El tardó en corresponder el beso, jaló del cuello de la blusa de ella para profundizar el beso, la lengua de él ingresó en la boca de ella, haciéndola soltar un suspiro y luego una risa nerviosa.

— maldita cuatro ojos — maldijo por lo bajo, sus rostros aún estaban cerca — no tienes sentido común.

— No creí que tuviese que inclinarme tanto — soltó entre risas, colocó su mano encima de la cabeza de él — hay veces olvido la diferencia de tamaño.

El tiró de su mano, acercándola más y besándola en el acto, luego la soltó y ella cayó al suelo sentada — no deberías ser tan brusco, Levi, estoy herida — le reclamó sobándose el culo.

— Déjate de tonterías, cuatro ojos de mierda, y cámbiate ese parche — le regañó.

Hanji rió — sólo son tres — le corrigió señalando su parche — me pregunto cómo afectaría la diferencia de tamaño si lo hiciéramos — soltó pensativa.

Levi la pateó en la rodillas — vete a la mierda, Hanji — le gritó saliendo del salón.

— trae algo de comer, Levi — le pidió tranquilamente.


Espero que les haya gustado. Te lo dedico Sophie, gracias por animarme a publicar un Levihan y enseñarme este reto de la semana.

Disculpen cualquier horror ortográfico que se haya escapado.