¿ES EL DESTINO?

Prólogo

El reloj en su interminable recorrido marco una nueva hora. Sheree sabía que medio mundo estaba creando en esa hora una ilusión bajo el disfraz del sueño. El bostezo que sus labios instilaron no lo tomo como una advertencia de sueño, por el contrario, rechazó ese reto fisiológico como una rebelión.

Sheree, cariño – escuchó una voz desde su recamara - ¿no vas a dormir hoy tampoco? – era su novio que la llamaba semi despierto y con su pecho totalmente descubierto.

Quiero desempacar lo más que pueda, Leandro – contesto sin mucho interés de regresar a la cama.

El joven rubio y de ojos verde azulados miró tiernamente a su novia, ella era una mujer muy hermosa, no por nada era modelo, su larga y ondulada cabellera negra le daba un aspecto casi infantil a su rostro de 21 años, con una nariz respingada y labios delgados, pero bien definidos y para terminar el cuadro, unos ojos azul intenso que contrastaban con su enigmática mirada.

Sheree – se acerco Leandro - sabes que te amo, ¿verdad? – la beso apasionadamente y después la miro como queriendo leer sus pensamientos – tú eres primero que yo porque eres lo más importante de mi vida – la pelinegra nunca en su vida le había dicho a nadie que lo amaba, esas palabras no tenían ningún significado para ella, solo le bastaba sentirse bien con su compañero y disfrutar la compañía compartiendo interese comunes.

El egoísmo que existe en cada uno de nosotros hace imposible que el amor y los demás sentimientos de la naturaleza humana sean una realidad. Pensar que dos personas están convencidas de que una persona esta antes que nosotros no es verdad, cada quien se interesa y piensa en sí mismo – contesto zafándose del abrazo y se dirigió a una nueva caja para desempacar. Leandro no debatió la respuesta y con una aire de fastidio volvió ala recamara. Sheree lo miró de reojo, pero no lo detuvo. Al contrario su mirada se desvió a un mueble que habían llevado en la tarde, Leandro se lo había regalado para celebrar su primera portada en la revista Vogue, por su puesto que antes había sido contratada por Dolce & Gabbana, Macy's, Elle y en THE FACE. Era un antiguo escritorio traído de una villa en Escocia, tenía grabada la insignia de la familia a la que perteneció y según la investigación de la pelinegra había sido una con gran abolengo. Rompió el plástico protector que tenía el mueble y lo miro maravillada, solo en ese siglo hacían mobiliarios tan sofisticados y preciosos.

Lo miro por todos los ángulos y al probar los cajones descubrió un diario, parecía que tenía muchos años ahí guardado, lo hojeo sin mayor importancia y al ver el nombre de la dueña distinguió "Candice White Andley"

Seguramente era la dueña de la casa – se dijo Sheree y por un momento se sintió extrañamente atraída por el objeto que sostenían sus manos, era una especie de libro con pastas gruesas y las iniciales CWA grabadas con plata, las hojas tenían un grueso que no sabía que existiera.

Continuará...

Espacio para charlar

Entre los archivos que recupere, me encontré con este pequeño fic que esta terminado, decidí publicarlo antes de continuar con Algún día, es hoy.

Espero que les guste.

Ceshire…