HAHA NO HI
Disclaimer: los personajes que aquí aparecen son propiedad de Masashi Kishimoto; son utilizados para celebrar una fecha importante para cualquier persona, ya que como dijo Shikaku alguna vez, sin las mujeres no somos nada.
Feliz dia de las madres
A penas me di cuenta de lo que Ino me acababa de decir, hacía mucho no pensaba en eso y ahora no sé cómo reaccionar; bien podría dejar que pasara desapercibido algo así, pero tampoco es lo que quiero.
Mi madre murió cuando yo tenía tres años, y desde ahí me olvide por completo de todas las actividades que tuvieran relación madre e hija. Ahora tengo a una persona que me ha cobijado como a una hija, ella me ayuda y me orienta en todo lo que puede desde que me mude aquí.
A buena hora el vago de mi marido se había ido a una misión en mi querida aldea, no me dijo que debía hacer o como debería comportarme, bueno a estas alturas dudo que el mismo sepa que día es mañana.
Mientras me hundía en mis propios pensamientos, no me di cuenta de que la noche ya había caído – será mejor que duerma y mañana lo solucione.
…
– ¿no crees que me vea como una tonta? – le pregunte a Ino mientras terminaba de arreglar mi encargo
– Para nada, la vas hacer muy feliz – ella siempre tan optimista, tome mi paquete y salí con rumbo a mi destino
Ahora que me fijo bien, muchas personas en la calle para ser tan temprano – deber ser por el día – veo que voy lo más lento posible, así que apresuro el paso para llegar a mi destino.
Tocó la puerta y espero que me abra mientras muero de nervios, sé que tengo mi propia llave pero me da pena usarla sin Shikamaru. Escucho como corren la llave y siento los nervios en el estomagó, ¡ya abrió!
Antes de que la puerta este totalmente abierta, me inclino y extiendo el ramo de flores que traigo en la mano
– Felicidades en su día, madre – ya está, lo dije
– ¡Temari! – es lo único que dice, pero escucho como empieza a sollozar y levanto la vista para encontrarme con unos ojos negros, iguales a los de mi esposo, llenos de lagrimas
– Lo siento mucho – le dije – no pretendía molestarla – y lo siguiente que me dijo, fue lo más hermoso del mundo
– Gracias hija, muchas gracias – ella tomo el ramo de claveles con una mano y me brazo con la otra.
Ese calor y ese sentimiento fueron indescriptibles para mí, y ni siquiera se lo pude decir, solo atine a corresponderle el abrazo con fuerza y por alguna extraña razón comencé a llorar para decirle en un cálido susurro – Gracias a ti mamá
Pequeño drabble en honor a las mamitas, espero que haya sido de su agrado y gracias por leer.
Nos leemos!