Hiya folks¡ Here's another translation for you, this one is from the author LyricalKris. Thanks for give your permission hun :)

Enjoy it!

¡Hola gente! Aquí tengo otra traducción para ustedes, esta es de la autora LyricalKris. Gracias por dar tu permiso cariño :)

¡Disfrútenla!


Para no perder la costumbre, los personajes son de Stephanie Meyer y la autora es LyricalKris, yo solo traduzco.


Como siempre, me acompaña mi fiel amiga y beta Erica Castelo. Gracias nena!


Summary: Así es que estás parada en la línea para el café, haciendo lo tuyo, cuando un policía sexy con tatuajes de nerd entra a tu vida. En poco tiempo, tienes un sexy y friki novio policía que estremece tu mundo. Los policías no pueden ser vistos en las redes sociales, ¿lo sabías? Bella no, y eso iba a ser un gran desafío considerando que se ganaba la vida como vlogger documentando su supuesta vida como friki.


Es muy temprano.

Bella preferiría pensar en el tiempo entre las cuatro y las cinco treinta de la mañana como una paradoja. Por lo general se negaba a reconocer que existían a menos que todavía no se hubiese ido a dormir. Definitivamente no eran números que le gustaría ver en su alarma. Jamás.

Ciñó su suéter a su alrededor, protegiéndose contra el frío de la mañana al trastabillar adormilada por la calle. Metió la mano en su bolsillo y sacó su teléfono. Le tomó un minuto concentrarse. Solo tenía que despertar lo suficiente para hacer un rápido avance. Revisando su imagen en la pantalla, ajustó sus gafas, quitó el cabello de sus ojos, y presionó el botón de grabar.

"¿Ven esto?" Bella apuntó la cámara del teléfono hacia el cielo antes de volverlo de nuevo hacia su rostro. "Está lo bastante oscuro para que todavía se le considere parte de la noche. ¿Por qué, Bella? ¿Por qué estás despierta, lista—y uso ese término muy vagamente—para enfrentar un día completo antes de que el sol siquiera se haya molestado en poner su trasero en el cielo? Porque soy una nerd.

"No solo soy una nerd, soy una meganerd. La nerd en mí está en conflicto con mi ferviente deseo de estar acurrucada como un gato en mi cómoda cama con mi, jodidamente increíble, colchón de memory foam (1), bajo mi edredón del Mapa del Merodeador (2) con mi peludo y caliente cachorro todo tierno acurrucado junto a mí." Suspiró, mirando a la cámara con una expresión de profunda aflicción. "El que sea una nerd significa que estoy mucho más familiarizada, aunque nunca en buenos términos, de lo que jamás quise estarlo entre las cuatro y cinco de la mañana. ¿Qué tiene que ver tu disfrute y fascinación con la cultura nerd con qué tan temprano te levantes? ¿No es más probable que como nerd te quedes dormido hasta tarde porque estuviste despierto hasta altas horas de la noche en los estrenos de medianoche o que por gusto te quedaste viendo un maratón de Los expedientes secretos X?"

"No. Por una simple palabra: convenciones. De nuevo es temporada de convenciones. Estoy súper emocionada," dijo con cara de póker. "No. De veritas. Lo estoy." Se detuvo en la acera, bostezando. "A estas alturas ya saben qué se necesita para activar el Bella-bot." Giró su teléfono de manera que quedara frente a la tienda en la que estaba afuera, haciendo un sonido de fanfarria con un '¡Tarán!' Giró el teléfono una vez más hacia ella. "Es el momento de pagar el diezmo a los dioses de Starbucks. Volveré cuando un vigorizante café me haga humana de nuevo."

Apagó el video, metió el teléfono en su bolsillo, y permitió que su mente volviera al piloto automático. Había gastado su porción de capacidad mental hasta la hora más razonable de las ocho de la mañana; y eso por decir algo.

Jodidas convenciones. Y a la mierda la gente que todavía cree que los nerds viven en el sótano de su mamá, despiertan a la una de la tarde, y se tambalean al sofá para jugar videojuegos. Esto era la antítesis del holgazán.

Una vez que llegó a su primera de las que prometían ser muchas filas en el día, Bella se quitó su pesada mochila, colocándola en el suelo. La abrió y rebuscó, asegurándose de tener todo lo que necesitaba—laptop, mercancía para firmar, cargadores, cargadores portátiles, Kindle, el amplificador de señal para su teléfono, punto de acceso para móviles—por enésima vez.

Como una nerd profesional, estaba preparada para cualquier cosa que pudiera surgir en un día de convención. Esta vez no había cosplay (3), así que al menos no tenía que pensar en eso.

Ahora, su único objetivo era café. No una bebida foo-foo la-la que tuviera una gota de expreso dentro que la hiciera pasar por café en Starbucks. Café. Un venti con dos chorros de avellana.

"Verdadero café," Bella murmuró bajo su aliento y asintió. Ella podía añadir la crema y el azúcar.

"¿Dijiste algo?"

Bella se sobresaltó, asustada por la voz incorpórea más cerca de ella de lo que la conversación ambiental permitía. Estiró su cuello.

Oh. No. No era una voz incorpórea. La voz sí que tenía cuerpo. Era un lindo cuerpo. Al menos, era un buen pecho. El pecho de un hombre. Muscular. El tipo de curvas que se sentían bien bajo sus manos. Levantó la vista.

"Wow," dijo.

¿Qué? Era temprano. Y sus ojos eran verdes. Color jade y encendidos. Al quedarse mirándolo, los labios de él se elevaron en una esquina, atrayendo su atención ahí. Labios llenos. Un poco agrietados, pero-

Se aclaró la garganta. Bella parpadeó y volvió a levantar la vista a sus ojos. "¿Qué?" Dijo ella. Su cerebro todavía no estaba funcionando.

Cierto. Quedarse mirando no era un comportamiento socialmente aceptable. Lo sabía.

Vete a la mierda. Cualquier cosa además de asesinato y acoso sexual es comportamiento socialmente aceptable a las cinco de la mañana, cuando ya he estado levantada por una hora.

Una vez más se quedó mirando al señor Ojos Lindos. "¿Qué?"

Se rio entre dientes. "Necesitas café."

Ella miró alrededor, revisando de nuevo que no se hubiera desviado a alguna parte donde no se supone que estuviera. "Escuché que vendían eso aquí."

"Creo que escuchaste bien."

Cuando el tipo habló, se rasco el cuello, tirando del cuello de su camisa.

Bella jadeó. "No lo puedo creer. ¿Ese es un tatuaje de Star Wars?"

Ella se quedó inmóvil, mortificada. Había muchas cosas inapropiadas en esa simple oración. En primer lugar, ella sabía malditamente bien que la mayoría, sino es que toda la gente, en Starbucks a esas horas de la que todavía no era una mañana probablemente iban a la convención. Claro que era un tatuaje de Star Wars. No es como si no fuera a encontrarse con tatuajes friki por ahí.

En segundo lugar, y mucho peor, era el hecho de que Bella había bajado el cuello de la camisa de este completo extraño para descubrir su tatuaje. Su cerebro confundido por el sueño había sido dos segundos demasiado lento para recordarle que no era un comportamiento aceptable.

"Lo siento," dijo, riéndose nerviosa al retirar su mano como si se hubiera quemado. Luego gimió, al darse cuenta por primera vez que la camisa del tipo era azul marino y adornada con botones y marcas conocidas. Era un policía. "Lo siento, señor. Quiero decir, oficial. Quiero decir, señor." Dio golpecitos con su dedo en la placa de identificación. "Oficial Cullen." Al darse cuenta que seguía golpeando la placa, metió sus manos debajo de sus brazos y lo miró con los ojos entrecerrados. "Así es como la gente consigue que los metan en la cárcel por asaltar a un oficial, ¿cierto?"

Él levantó ambas cejas, sus labios moviéndose inquietos, pero no respondió. Bella, con las mejillas encendidas, se obligó a darse la vuelta hacia el frente. "Está bien. Ya me callo."

Escuchó movimiento y juraba que podía sentir el calor de un cuerpo cerca del suyo. "Es, de hecho, un tatuaje de Star Wars," le dijo, su voz, sonando suave cerca de su oído, enviando un delicioso escalofrío por su espalda.

Bella se dio la vuelta y una vez más se quedó embobada. Buen señor, sí que tiene un lindo rostro. Sus ojos se veían más oscuros ahora, danzando provocadores, mucho más despiertos que ella. Su sonrisa con un toque de picardía. Ella se lamió los labios.

"¿Siguiente?"

Recordando de pronto que no eran las únicas dos personas en el planeta, Bella avanzó dando trompicones. Trató de recordar qué demonios estaba haciendo. Cristo, necesitaba café.

Oh, cierto. Café.

"Un café venti. Con dos chorros de avellana," dijo de memoria.

"¿Con espacio para crema?"

"No." Siempre dejaban demasiado espacio para crema si los dejaba. Bella necesitaba todo el café que pudiera conseguir.

La barista escaneó su aplicación para pagar, y Bella se hizo a un lado. "Mierda," dijo bajo su aliento, al darse cuenta que no había estado tan preparada después de todo. Notó que el oficial con la mirada arrolladora la observaba confundido cuando se acercó a dar su orden. "Necesito darle más propina que lo que me permite la aplicación," explicó aunque nadie había preguntado. Finalmente logró agarrar su cartera. "Se merecen muchos dólares por tener que tolerar las neuróticas órdenes de café de la gente tan temprano por la mañana. Las personas son unos bastardos."

Le arqueó una ceja, sus ojos en ella incluso al dar su orden a la barista. "Un trenta de té passion con tres chorros de jarabe clásico, substituyendo jugo de manzana en vez de agua."

Las mejillas de Bella se encendieron. Presionó sus labios—no sabría qué decir después de meter la pata hasta el fondo incluso si estuviera bien despierta—metió un billete de cinco dólares en el tarro de las propinas de la barista, agarró el café que le ofrecía, y se apresuró a hacerse un lado. Trató de concentrarse en preparar su café, lamentándose una vez más sobre por qué demonios tuvo que levantarse tan temprano. ¿Por qué no podían vender los asientos de la convención como los boletos de un concierto? Preferiría pagar una exorbitante tarifa por un mejor asiento que sufrir humillaciones como esta porque tenía que levantarse al maldito amanecer.

Una figura se recargó contra la pared, frente a Bella. Era el policía, esperando su horrible orden.

Sí, no le importó lo ardiente que estaba. Con esa orden le hubieran dado ganas de golpearlo en la cara si fuera barista. Sin embargo, era por eso que les daba tan buena propina. La chica lo había aceptado como una campeona.

El policía también la estaba mirando. Podía sentir sus ojos sobre ella y no pudo evitar levantar la vista. Su sonrisa ahora era torcida, y eso le dio un placentero hormigueo. "Tengo otros, ¿sabes?"

Ella inclinó su cabeza hacia un lado, subiendo sus gafas en su nariz. "¿Qué?"

"Tatuajes." Se apartó de la pared, cerrando la poca distancia entre ellos con el pretexto de hacer más espacio para otro hombre. "Tengo otros."

Bella revolvió su café, tratando de procesar. Le lanzó una mirada furtiva al policía. "Para tu información, si te pregunto dónde están los otros, y me arrestas por acoso, eso sería inducción."

Él se echó a reír. "No se te pasa nada."

"Soy así de inteligente," dijo, volviendo a poner la tapa de su café.

Agachó su cabeza, una vez más hablándole al oído de manera que sintió su voz como vibraciones contra su piel. "Te lo diría, pero están en el tipo de lugares que solo se ven en una tercera cita." Se echó hacia atrás, sus ojos en los de ella.

Su corazón le dio un vuelco. Requirió de una considerable cantidad de fuerza de voluntad controlar sus rasgos. "La teoría popular sugiere que para asegurar una tercera cita, primero tienes que asegurar una primera."

¿Primera, primera? Qué demonios, Bella.

Él se volvió brevemente hacia el mostrador para recoger su bebida con la barista y se dio la vuelta otra vez, sonriéndole a Bella. "¿Estás libre esta noche?"

Era perfectamente posible que no lo estuviera—la convención pocas veces terminaba cuando las puertas se cerraban por el día—pero a esas alturas no le importó. "Creo que puedo arreglar eso." Se agachó, abriendo el bolsillo delantero de su mochila y sacando un juego de marcadores permanentes.

El policía se rio entre dientes. "Estás preparada."

Ella inclinó su cabeza de manera que pudiera mirarlo por detrás de sus gafas. "Son para autógrafos. Sabes que hay gente famosa por allá, ¿cierto?" Hizo un gesto en dirección imprecisa hacia el centro de convenciones.

Él se acercó, las puntas de sus dedos rozando su costado mientras hablaba. "¿Puedes darme tu autógrafo?"

Mierda, sus pezones estaban duros. Tuvo que tragarse un lloriqueo. Con sus ojos todavía en él, extendió su mano y agarró su bebida, agradecida de que estuviera helada al tocarla. Desvió su mirada el tiempo suficiente para garabatear Jedi Bella Swan en su vaso, y luego su número.

"Que la fuerza esté contigo," le dijo, regresándole su vaso.

Y luego salió corriendo de una maldita vez de ahí.

Una vez afuera, cuando el aire helado enfrió su piel sobrecalentada y pudo pensar tan claramente como fue posible a las cinco y quince de la mañana, sacó su teléfono de su bolsillo. Tenía un mensaje de texto de un número que no reconoció.

Padawan Oficial Edward Cullen, por cierto. Un gusto conocerte, Bella Swan.

Bella dio un gritito y rápidamente miró alrededor para ver si alguien la había escuchado. Encendió su cámara y presionó grabar. "Chicos, encontré algo mucho mejor que el café para despertarte por las mañanas."


(1) La espuma viscoelástica, también conocida como memory foam, es una espuma de poliuretano. Es básicamente igual que un hule espuma, solamente que algunos productos químicos que se utilizan en su fabricación son un poco diferentes y logran la propiedad de «memoria» que tiene este material.

(2) El Mapa del Merodeador es un documento mágico que revela todos los lugares del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. No sólo se muestran todas las aulas, pasillos, y todos los rincones del castillo, sino que también muestra cada centímetro del terreno (excepto la Sala de los Menesteres), así como todos los pasajes secretos que se esconden dentro de sus muros y la ubicación de cada persona en el terreno, representada por un punto. También es capaz de identificar con precisión a cada persona, y no se deja engañar por animagos, pociones multijugos, o capas de invisibilidad, incluso los fantasmas de Hogwarts no están exentos de esto.

(3) El cosplay ( Kosupure ) es juego de disfraces. Esta palabra viene del costume play en inglés. Este juego consiste en disfrazarse de algún personaje ( real o inspirado ) de un manga, anime, película, video juego o incluso cantantes y grupos musicales e intentar interpretarlo lo mejor posible.


¡Hola! Pues este es la nueva traducción que estaré compartiendo con ustedes. Como verán, Bella es una vlogger, la mayoría sabe que es un vlogger, si alguna de ustedes no, está es una definición:

Con la llegada de plataformas de video, especialmente YouTube, comenzaron a surgir vloggers, es decir personas con un video blog, que en lugar de escribir dicen a la cámara sus ideas y opiniones sobre cualquier tema.

En la actualidad muchos vloggers se han convertido en celebridades y su público está compuesto en su mayoría por adolescentes que cada semana esperan el par de videos que publican en YouTube. De hecho, un sinónimo para vlogger es youtuber.

Entonces, Bella es una vlogger que documenta su vida como nerd, y al parecer a encontrado la horma de su zapato con el Padawan Oficial Edward Cullen :P al parecer tienen muchas cosas en común, ya veremos si resulta. Espero que les haya gustado y sobre todo, espero que me digan qué les pareció. Recuerden que son sus reviews los que nos alientan a seguir con compartiendo estas lindas historias con ustedes y son el incentivo para que más autoras se animen a dar permiso. Así que, usen el cuadrito de abajo, y no olviden seguir la historia, tal parece que FF dejó de ser una diva y ya está dando las alertas.