Skip Beat no me pertenece.

Al final de la Tierra

-Ah, Kuon no sabes cómo me divertí en nuestra cita-

-Eso era lo que tenía planeado, qué bueno que te gustó, Kyoko-

-Gracias-

-De nada amor. ¿Te quedarás hoy conmigo?-

-Supongo que sí-le respondió ruborizada.

Llevaban un año saliendo y aún le daban vergüenza algunas cosas.

-Jajajaja me encanta cuándo te ruborizas-

-¿Y culpa de quién crees qué es?-se quejó la chica.

-¿Mía?-respondió Kuon inocentemente.

-¡Sí, tuya!-

-Pues lo siento mucho. I´m sorry. Mianhe. Gome nasai-

-Chistosito-

Kyoko salió del auto estacionado frente a casa de Kuon y le sacó la lengua juguetonamente.

-¡Hey! ¡Ven aquí, Kyoko!-Kuon salió del auto y la persiguió.

Kyoko corría por aquí y por allá huyendo de él para que no pudiera atraparla y Kuon iba justo detrás de ella, pero Kyoko era muy astuta y cada vez que su lindo novio estaba a punto de capturarla se escabullía y se le escapaba de las manos.

Tan inmersos estaban en sus juegos que no se dieron cuenta y ni les importó, cuando comenzó a llover hasta que ya estaban bien empapados.

-Mejor entremos a cambiarnos Kyoko-

-Sí, no quiero que te enfermes Kuon-

Ambos entraron rápidamente al edificio y subieron al departamento del actor.

Después de una buena ducha, una rica cena y una agradable plática, se prepararon para dormir.

-¡No puede ser!-gritó Kyoko de repente, asustando al rubio.

-¿Qué sucede?-le preguntó angustiado.

-Olvidé lavar mis pijamas y ahora no tengo ninguna limpia-

-¿Solo era eso? Me asustaste, pensé que algo malo te ocurrió-el chico suspiró aliviado.

-Etto…lo siento…-

-Eso se puede solucionar fácilmente, Kyoko-

Kuon fue a su armario, buscó un poco y le extendió una camisa suya.

-Ponte esto-

-Me va a quedar enorme-

-Qué importa, es para dormir y solo yo te voy a ver con ella-

Kyoko sonrió.

-Está bien-

Fue al baño a cambiarse y se la puso, para salir un poco avergonzada por su aspecto.

-¿Qué tal? ¿Cómo me veo?-le preguntó a su novio.

-Arrebatadora-

Kuon la observaba plenamente, no podía despegar los ojos de esas piernas tan largas que sobresalían.

-¿Arrebatadora? Yo creo que me veo graciosa-la chica se rió un poco de sí misma.

-Nada que ver, en vez de graciosa sería adorable-

-Bueno, si tú lo dices-

Al verla de esa manera, logró que el actor no se pudiera resistir.

-Kyoko-

-¿Sí?-

Kuon se acercó a ella.

Kyoko conocía muy bien qué significaba aquélla mirada que le dedicaba.

-¿Quieres ir a un lugar dónde solo yo te puedo llevar?-le preguntó el Emperador de la Noche.

-¿Eh? ¿A cuál?-

-¿Quieres saber?-

-Sí-

-Pero si te lo digo, tienes que aceptar-

-Está bien, dime-la curiosidad iba en aumento.

-Bien. Vamos-le tendió la mano y ella la tomó aún confusa.

-¿Ahora?-

-Sí, vamos al final de la Tierra-

Y dicho esto la cargó, haciendo que le rodeara la cintura con las piernas y dándole un beso, el primero de muchos de esa noche, para así llevarla a la habitación que compartían a menudo.

Porque solo Kuon Hizuri podría lograr llevar a Kyoko al final de la Tierra.

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Frase sacada del dorama Oh my Venus.

Próximamente: Ella debe ser mi tesoro al final del arcoíris