El Portador de la Espada Azul.

Bleach no es de mi propiedad, este pertenece a Tite Kubo.

Este Fanfic contendrá violencia, palabrotas y Lemon, si eres menor de edad no deberías leer esto, pero como cada quien hace lo que quiere yo solo te digo

Ya te advertí, yo me limpio las manos.

Diálogos:

-Hola- personaje hablando.

-Hola- personaje pensando o leyendo.

-Hola- ser superior o personaje comunicándose con algo.

-Hola- ser superior pensando.

-*Hola*- espíritu de Zanpakuto hablando.

-*Hola*- espíritu de Zanpakuto pensando.

Capitulo 7: El Tigre blanco vs la Pantera y el toro, y la Gamuza vs la Mariposa.

-M-Muuu~ Mi-Midowi~ duelee~.

-Ya lo sé, Nell no pienses que no lo sé- mi voz salió empujada, como si las silabas se atorasen en mi garganta.

-Kuh Agh ¡Gah!

-Tsk por favor no hagas esos ruidos. Me ponen mal- apretando los dientes, cerré un ojo, con mi cabeza sintiéndose apretada por lo incomodo que estaba.

Oír semejantes ruidos guturales proviniendo de una niña...

-S-Se más amable estas siendo muy brusco.

-No puedo mis manos son grandes y tu trasero pequeño me cuesta mover los dedos correctamente- tragué saliva. Observando con mi ojo entreabierto el diminuto glúteo de la pequeña arrancar que me daba la espalda tendida en la arena.

Batallaba con mis ojos para que no se movieran más abajo.

-Gug ¡Kya~!- no llores por favor, esto me avergüenza más a mí que a ti.

-Resiste solo un poco más, ya casi termino.

-¡Hiii!- un suave chillido escapó de sus apretados labios- ten cuidado por favor me dolerá mucho si eres rápido.

-Y todavía más si soy lento- avisé, clavando con un mazo de diez toneladas el ojo en el centro del glúteo.

Si lo saco rápido, le dolerá menos. Lo siento, Nell; pero es por tu bien. Deseo que lo entiendas.

Acerqué mi mano izquierda al glúteo derecho de la pequeña que estaba debajo de mí y se tapaba su sonrojado semblante con las mangas de su ropa.

La apreté entre mis dedos índice y medio.

-Guuuhh - la sentí temblar, como un gatito con frio.

Descuida, esto termina ahora.

Moví ahora mi diestra a un pequeño bulto de piel que se elevó gracias a mi suave apretón, y con los respectivos primeros dedos de esa extremidad lo sujeté.

Más bien, sujeté lo que estaba enterrado en esa elevación de carne.

Chuck

¡Bingo!

Lo saqué de un tirón.

-¡Guaaaahhhhhhh!- y el alarido de dolor de Nell alcanzó la luna.

-No es para tanto. Es solo un pequeño guijarro- observé con cuidado la cosa que arranqué tan prestamente tras aproximarla al nivel de mi entrecejo.

Un pequeño trozo de roca en forma de espina.

-¡Hiii! ¡Hiii!- sus infantiles llantillos me hicieron verla.

-La próxima vez hazme caso cuando te diga que no me tapes al moverme. Este es tu castigo por no haberlo hecho- en lugar de consolarla, la amonesté, pero con un tono que no fuera demasiado severo ni demasiado manso, mientras arrojaba a un lado el guijarro puntiagudo.

Obviamente, no fue nada versátil para amainar su clamor en absoluto.

Ya hemos estado sumidos por alrededor de tres horas en la persecución del Adjuchas de aspecto felino.

Llamenme loco si quieren, pero juro que los gatos tienen sangre de ninjas. Son tan escurridizos como una sanguijuela y sigilosos como las mismas sombras, igual que los ninjas. En el Rukongai siempre me daban problemas cuando los perseguía para acariciarlos. Ahora hasta en Hueco Mundo es así. Si no es por eso, entonces debe ser que algo en mi aura los ahuyenta cuando me les acerco; pero no lo veo posible, le caigo bien a todos los animales con los que me cruzo (Excepto por las lombrices y grillos que me he comido).

Hace como quince minutos, Nell se puso inquieta por el aburrimiento de la persecución con resultados infructíferos que llevamos. Estuvo moviéndose en mi nuca incontrolablemente como una licuadora mientras yo avanzaba con Sonido.

Como es natural, le pedí que se detuviera porque me molestaba para moverme con comodidad; pero no me hizo caso. En su lugar, se puso a taparme los ojos con las manos.

No la regañé de inmediato, simplemente le pedí que apartara las manos y le di infinitas razones para hacerlo también.

Solo se rió y siguió tapándome.

Pero cuando estaba por hablarle con más fuerza, ocurrió lo que era seguro que ocurriría en vista de que no detuve mi Sonido a pesar de tener la visión obstruida.

Sip, me tropecé con una roca que sobresalía.

Y sip, Nell salió volando.

Afortunadamente cayó en la arena una arena que tenia pequeños trozos de piedra en ella, salidos de nosedonde.

Uno de los guijarros, el que había tenido entre mis dedos hace apenas unos instantes, se enterró en su glúteo.

Ella empezó a llorar mientras me rogaba entre mocos que se lo sacara.

En vez de decirle que lo hiciera ella misma a modo de castigo, la ayudé conociendo que ambos compartíamos la culpa. Ella por inquieta, y yo por no parar en el momento que me tapó.

Lo que conllevó a una incómoda experiencia para ella y para mí en donde Nell tuvo que enseñarme su trasero para que yo extrajera la espina de piedra.

Por cierto, aprendí que Nell no lleva NADA debajo.

Ni siquiera un taparrabos o un calzón improvisado con pieles.

Está expuesta Allí .

Bien. Fueron como diez intentos antes de conseguir desenterrar el guijarro. Diez intentos donde las lamentaciones de Nell inundaron este desierto infinito.

Al onceavo pude hacerlo.

Bueno, como dicen por allí, La onceava es la vencida

-Nadie dice eso- Era un chiste carajo.

Una vez más regañé a Nell y me puse de pie, pues andaba en cuclillas.

No me amonesté a mi porque sentí que ese desagradable momento había sido mi propio castigo.

Observé el horizonte con mis esmeraldas entrecerradas.

Noté que, aun sacando gimoteos y con su ropa ya tapándole correctamente la zona inferior, Nell vino a mi costado.

-Pudo ser peor, Nell. Entiende eso. Vamos, sube a mi espalda- viendo que si no hacia algo seguiría llorando y el Adjuchas se alejaría todavía más de nosotros, decidí sonreírle y hablar con un tono más amable; pero no sirvió ni para calmarla un poquito-Uff ok, Nell- me acerqué a ella acuclillándome de nuevo.

-Huh ¿Hmm?- apartó ligeramente sus manos de sus ojos (Se los tapaba mientras lloraba) y me miró.

-¿Recuerdas lo que dije antes? Las niñas lindas no lloran- le sequé las lágrimas con los pulgares.

-¡Guhhhh! ¡Entonces Nell es una niña fea!- Pfff me estás complicando más el asunto pequeña. Tienes mente de niña, pero colabora conmigo por favor.

-Nunca vuelvas a decir eso. ¡Nell es una niña muy linda, ya te lo dije!- al mismo momento en que le recordaba el juicio que hice de su aspecto en el pasado, la agarré de la cintura y separé sus pies de la arena. Comencé a darle vueltas entonces, en busca de su risa.

Nop, no sirvió nadita de nada.

-Ok, veamos - la bajé e hice contacto visual con las manos en jarra- ¿Qué quieres para dejar de llorar?- el camino de la negociación. John siempre lo usaba con Zack y conmigo cuando lo molestábamos hasta que sobraba su fastidio.

Y siempre salíamos beneficiados.

-¡Quiero que Midowi me bese en los labios!- exclamó, aun con lagrimas pero con una sonrisa anhelante.

-Rechazado- tono cortante, ojos saltones, espasmos musculares en el rostro. Me sacó una petición imposible y sorprendente desde el inicio.

Durante el trayecto en la persecución esta niña me estuvo haciendo mil millones de preguntas sobre las cosas que se hacen en el matrimonio.

Yo, queriendo mantener un poco de su inocencia todavía, le hablé de todo salvo por las cosas que tenían que ver con Ese compromiso marital.

Si, ese que ustedes están pensando.

-Muuuhhhh - cruzándose de brazos, volvió a lagrimear y a gimotear.

Ahora está fingiendo, o eso creo. Llorar sin ganas no es tan fácil.

-Puedes pedirme cualquier cosa menos eso- espeté claramente, evitando encontrar otra petición de la misma calaña.

-¡Solo quiero un beso de Midowi!- inflando los mofletes y señalando sus labios, vociferó.

Face palm

¡Silver, ayúdame!

-A mi ni me preguntes. Negociar con infantes no está en mi zona de capacidades- ¡Me lleva la !

Tendré que recurrir al plan J.

-Eps, ¿J? ¿Qué pasó con todos los demás antes de ese?

Esos no son para menores.

-¿Qué no dijiste antes que podía no tener la edad de una niña?

También dije que su apariencia y forma de ser era la de una.

Me niego firmemente a emplear esos métodos con alguien así.

-Nell- la llamé, cambiando mi gesto a un rostro gentil, certificado para ganarse la confianza de un niño.

-¿Mu?- hizo un ruidillo al poner su mirada sobre la mía.

-¡Cosquillas!

En un lapso de tiempo que le negó cualquier tipo de respuesta, mis manos volaron a su barriga y se sacudieron y retorcieron en la superficie. El tacto rápido con el camisón verde que traía llegó hasta su piel, ya que se puso a reír como loca.

Buscó apartarse, pero no lo permití. Con una mano, detuve su retroceso tomándola de la cintura; con la otra, proseguí sin parar un segundo con mi primera acción.

Decidí detenerme cuando las lágrimas de risa se asomaron por sus comisuras visuales.

La dejé allí, torciendo su cuerpo en carcajadas residuales encima de la arena.

Lo admito, eso fue divertido.

-¿Eres un sádico acaso?- solo fue hacerle cosquillas, no entiendo por qué dices eso.

-En vista de que se te borró la tristeza- hablé, señalando sus carcajadillas y sonrisa, que yo provoqué- ¿Te parece si seguimos?

Mi rango de detección de reiatsu, ahora mismo lo utilizo al máximo y cubre un radio de algunos miles de kilómetros; no obstante, hay un límite que pronto alcanzaré si no atrapamos a ese Hollow.

Debo volver antes de eso o me perderé y seré incapaz de hacerlo después.

Sin dejar que Nell me respondiera, la tomé; la puse bajo mi brazo y reinicié el movimiento.

-¡Midowi, estoy incomoda!- Nell protestó por la manera en que la cargaba.

-Considéralo tu ultimo castigo por hacer que nos atrasáramos en la persecución- contesté tranquilamente, sin perder de vista el rumbo.

-¡Muuu!- con un puchero, soltó un ruidito de ira.

Quéjate todo lo que quieras. Lo dije antes, si no enseño desde ya a mis subordinados a escuchar, será un dolor de cabeza luego.

Aunque seguía en mi rango, ese Hollow gato se aleja más y más.

Me sorprende eso. Estoy usando toda mi velocidad disponible en mi estado suprimido actual; pero resulta que estando con la cabeza clara es mucho más veloz que yo.

Supongo que, en el fondo, sí soy algo soberbio respecto a mi capacidad. Supongo que no soy tan humilde en verdad.

-¿Tendré que usarla si quiero lograrlo?- suspiré, soltando esas preguntas dirigidas a la nada.

-¿Qué?- la pequeña arrancar bajo mi brazo soltó palabras intrigadas.

No me gusta, puedo aguantar si es solo una pequeña parte; pero usándola completa me da picazón.

-No seas chillón. Además, dices eso pero te diviertes mucho con el impulso que te da.

Y como siempre, mi comentarista interno no puede guardarse sus opiniones.

-Ohhhh. Lo siento. ¿El nene está de mal humor?- deberían de darte un premio por sarcasmo- Ojojo, ¿Eso crees?

Estaba siendo sarcástico.

Me llevé la mano del brazo que tenía libre a la cara.

¿Debería o no debería?

-La indecisión te puede costar la vida en el campo de batalla, ¿Sabías?

Pero no estoy en el campo de batalla, ¿Sabías?

-Estas en Hueco Mundo, aquí cualquier lugar es un campo de batalla, ¿Sabías?

Y parece que los Hollows de todo el lugar se esfumaron como humo, ¿Sabías?

Hmp, punto para mí.

Segundos después de mi victoria interna, decidí retirar la mano. Prefiero ahorrar poder Hollow para algo más importante.

Usaré el otro método de reserva.

Me detuve de sopetón entonces.

No quería usar esto porque Nell está conmigo, pero si no lo uso, lo perderemos.

-¿Midowi?- Nell me miró, luciendo extrañeza por mi abrupto freno.

No respondí.

No la miré.

Simplemente cerré mis ojos y me concentré.

Espero que no le afecte.

-¡Shunko!

Mi espalda y brazos.

Mi área lumbar y codos.

Mis piernas y manos.

Un manto electrizante, de blanco impoluto y extremos celestes emergió con furiosa celeridad en cada tira de piel de los mencionados puntos.

Con un aura semejante a un fuego níveo rodeándome, sentí mis músculos adquirir grosor y mi cuerpo afirmarse como una estatua de acero.

Shunko.

Una habilidad oriunda de la antigua era donde los reyes del Alma y Vacío coexistían aún.

En el rango elite de las técnicas de cuerpo a cuerpo, es la mescla absoluta entre el Hakuda y el Kido con un equilibrio prácticamente impecable y una extremada elevación de la fuerza.

Así como un costo físico tan considerable como el aumento proporcionado.

Movimientos rápidos, precisos y certeros son los preferidos en el menú con el Shunko.

-¡Wow!- Nell, en un arranque de asombro, exclamó.

Si, lo sé, me tengo que ver genial en este estado.

Doblé mis rodillas, y sin decir nada, me impulsé con Sonido una vez más hacia adelante.

-¡Gaahhhh!- ¡Tapate los ojos, se te secaran si los tienes abiertos!

¿La velocidad del sonido?

Pffff eso se convierte en anti-velocidad frente a mí ahora.

Hasta este día, salvo por Silver, no he conocido a alguien que pueda rivalizar conmigo en velocidad mientras uso Shunko.

Allí, con mis ojos puestos en el camino invisible que tracé con mi mente, contemplé como todo se distorsionó por mi velocidad.

Todo iba tan rápido que no podía verlo. La arena, las dunas que pasaba, las piedras; esas formaciones blancas que parecen arboles.

Como una nave espacial al activar la hipervelocidad.

En momentos como este, pudo sentir que no hay nadie más rápido que yo.

No excluyo al gato Adjuchas en esa afirmación.

Solo necesito tiempo para alcanzarlo ahora.

El problema es, que solo puedo durar así por media hora.

He practicado el Shunko al grado en que lo domino perfectamente; pero esa perfección viene con un desgaste bestial. Si no lo alcanzo antes de media hora, no me podré mover más por algún tiempo.

Pero ahora mismo estoy usando la versión más imperfecta.

El uso del Shunko está bastante limitado por la vestimenta que usas.

Necesitas que tu ropa deje al descubierto los hombros y la espalda.

Obviamente, la piel que estoy usando cubre ambos como una manta. Por eso, ahora mismo no puedo usar la versión perfeccionada; sino esta.

Con esos pensamientos volando en mi cabeza, continué corriendo por al menos quince minutos más cuando algo sorpresivo acaeció.

En mi radar de reiatsu, una nueva presencia Hollow se presentó.

Bastante débil, como un chispa que cae a la nada y cuya luz va muriendo en el descenso.

Su línea vital estaba al borde de ser cortada.

Inmediatamente noté como el Adjuchas gato estalló en rapidez, acortando en un lapso menor la distancia con aquella presencia.

Nada tan sorprendente como pensar que quien creías que estaba dándolo todo de sí en una acción en realidad tenía más que explotar.

Tan rápido como su avance, llegó su paro.

Pero no pareció que se lo quisiera comer, ya que estando diez segundos bastante cerca de él, su chispa no se esfumó.

Mencionó que tenía un grupo.

¿Será que esa chispa moribunda es uno de los miembros?

La gran mayoría denlos Hollows se reúnen en grupos medianos y grandes, particularmente los débiles, con el fin de cazar presas de mayor tamaño y poder que ellos.

El tan ambicionado deseo de Starrk y Lilynette. Deseo que les concederé, algún día.

Algún día

Espero que Algún día sea pronto la verdad, porque no creo ser capaz de vagar por décadas en este mundo buscando y reuniendo Hollows de apoco.

-Lo mismo digo, no tienes tiempo para eso, créeme.

Sabes, a veces me pregunto qué cosas sabes que pasarán en el futuro.

-¿Sabes lo que es un Neurofono Subdermal?- su pregunta me sacó un ¿Qué? en voz alta, cosa que hizo a Nell verme con fijeza.

¿Qué es eso?

-Exacto, a veces, es mejor la ignorancia que el conocimiento mi pequeño discípulo. Si de buenas a primeras te digo las cosas que se te vienen, créeme que desistirías de tu deber y preferirías ir en busca de tu otra meta, que por cierto; sigo pensando deberías pensar más en ello.

Y yo te sigo diciendo que no entiendo porque no te gusta. Si me vuelvo actor porno seguro que triunfo. ¿Es que acaso no ves lo bueno que estoy?

-Se necesita más que una cara bonita y un cuerpo fuerte. Tus habilidades para complacer a una mujer están al nivel de un puberto.

¿Ah sí? ¿Y qué me dices de lo que pasó con AoiTenshi y la cara de placer que tenía aquella vez? ¿Hmm?

-Placer fingido. En verdad estaba deseando que dejaras de apretarle los pechos con tanta suavidad. Un consejo, ser tan caballero no es bueno; y ser tan bárbaro tampoco lo es.

Y haber, ¿Qué dices del que me pidiera más cada vez que terminábamos una ronda?

-Fue porque la muy ilusa creyó que mejorarías con cada ronda. Se desilusionó mucho cuando comprobó lo contrario.

Y ¿Y qué hay de todos los orgasmos que tuvo?

-Tú aprendiste a dominar el dolor de tu cuerpo con la mente y otras cosas parecidas. ¿Crees que ella no puede hacer lo mismo para controlar sus orgasmos?

Sentí como mi confianza decayó varios kilómetros.

-Lo que ella buscó evitar al no corregirte y aguantarse eso. A modo de consolación, se sintió feliz de que pudieron compartir ese momento aunque quedó más insatisfecha que una mujer japonesa con un estudiante de secundaria.

Kuh ¿Are? ¿Qué tienen que ver con esto?

-¿No te lo enseñé antes? Los hombres japoneses tienen micropenes. Con algo así, ya te imaginas lo insatisfechas que quedarían las mujeres japonesas si llegaran a acostarse con ellos. Un montón de principiantes de equipo pequeño, la pesadilla de una mujer en la cama.

oye, ¿Tú crees que por eso los que dibujan manga hentay suelen poner a los hombres con Paquetes talla grande ?

-Entonces si prestabas atención a esas cosas. Hmp, ahora por fin puedo decir sin problemas que eres un pervertido.

¿Eing? ¿Cuántos hombres no venHentay? ¿Cuántos de los que leen esta historia no han visto hentay en sus vidas? ¿Entonces casi todos los hombres son pervertidos por ver esas cosas?

-Depende. Si les gustan las milf o las que parecen de su edad, son normales. Si les gustan las lolis y los tentáculos, son enfermos y pervertidos. Si les gusta el Yahoi o el Yuri, sus gustos son más o menos normales; a menos que los que lo vean sean del mismo sexo que quienes protagonizan esos hentays. Los que disfruten ver el resto de los tipos de hentay, son o raritos o gente que te puedas encontrar fácilmente en la calle.

Una pregunta, ¿Qué pasa con los tipos que les gustan las chicas monstruo?

-¿Por qué la pregunta? ¿Acaso tienes fetiche de monstruos?

Por curiosidad.

- bueno, esos están entre enfermos y pervertidos. (N/A: no lo escuchen, es un mente cerrada que no sabe valorar la calidad [Dirigido a todos los que hayan visto Monster Musume y les gusta])

Pff deberías aprender a valorar lo bueno.

-¡Ja! ¡Lo sabía, tienes fetiche de monstruo! ¡Enfermo!

Hey, las imágenes que hiciste que AoiTenshi me mostrara cuando me enseñaban eran de calidad. Las chicas centauro y lamias son aparte, pero vamos a ver; las chicas Minotauro, fauno y sátiro estaban buenas, ¡Reconócelo!

-Tsk estos enfermos de hoy en día.

¿Sabes qué?, ¡Olvídalo! Prefiero dejarlo por la paz.

-¿Es tu excusa al saber que tengo razón? Hentay-kun (N/A: traducción: Pervertido-kun)

¡Vete a la mierda!

-Tú por delante para que no me pierda.

Y cuando estaba por decirle algo más al imbécil que tengo por maestro, una típica enseñanza que se le suele dar a los niños volvió a mi mente poco después de que Nell gritara mi nombre.

Mira por donde caminas

Nell intentó avisarme a tiempo con su grito, pero fue muy tarde.

Mi pie chocó con algo mientras usaba Sonido, y a la velocidad con la que me movía, sencillamente sufrí un gran tropezón.

Cometí dos errores en ese corto tiempo.

El primero, no ver por dónde iba.

El segundo, tener la boca abierta cuando mi cuerpo se deslizaba sobre la arena después de tropezar.

Suficiente arena para llenar un pequeño saco fue mi comida del día.

Por lo menos mis problemas de sabor se irán un rato.

Levantándome del suelo, me sacudí el polvo y miré a mi costado.

Nell estaba allí, escupiendo arena con lagrimitas en los ojos.

Así que ella también ¿Eh?

-Kuhh- me sobresalté con una voz dolorida que sonaba a mi otro costado.

Mi detección de reiatsu, como el Shunko, se desactivaron por el tropiezo repentino, pero con eso se encendió otra vez.

La misma chispa agonizante que sentí antes y la del Adjuchas gato.

Parece que Nell y yo llegamos a la meta sin que yo me diese cuenta.

Menuda llegada más particular.

Girando mi cuello, el dueño de esa presencia entró a mi vista.

¡Tremendos cuernos tiene!

Parece que puedes ensartar a dos hombres con solo uno de ellos.

Es grande. Posiblemente unos tres metros aproximadamente. Pezuñas, cuerpo blanco y robusto, una cabellera rubia como la de alicia en el pais de las maravillas...

Con solo su apariencia, y mis conocimientos; puedo decir que es un toro, un toro Adjuchas.

Pero uno muy herido.

Creo que lo único intacto de él son sus cuernos; pero todo lo demás está vuelto mierda.

Le faltaban dos patas delanteras.

La cola.

Tenía una incisión profusa que le circulaba desde la zona lumbar hasta la abdominal, como un corte hecho por una daga después de apuñalar y deslizarse.

Gran parte de su máscara estaba quebrada y lo sobrante agrietado.

El pelo rubio de su cabellera fue quemado a la mitad, probablemente por obra de un Cero.

Un poco debajo de su garganta hay tres laceraciones horizontales, mucho más amables que la que hay en la zona baja de su frente y espalda por lo que más bien son rasguños.

Tiene un par de agujeros en sus muslos. Iguales a su agujero Hollow, pero con una cascada de sangre seca bajándole hasta las pantorrillas.

Sus ojos están cerrados con fuerza y su respiración es agitada. Cien por ciento de acuerdo en que es por el dolor horripilante que lo hacen padecer sus heridas.

Mi diagnostico como médico sin diploma: es sorprendente que siga vivo con todo eso.

Pero no creo que dure mucho más, lo mejor será darle una manita.

Espero que sea más tranquilo que el otro.

Y hablando de ese gato

-¡GRRRAAAAAAAAAAAAA!

Creo fue con él con quien tropecé hace un momento. Lo digo por una marca semejante a una pisada que tiene plasmada en HD en el lomo.

Tal vez no fue un tropiezo del todo y en cambio fue más como un resbalón; pero lo sentí como que me tropezaba.

Será un misterio.

Parece que recién se da cuenta de mi cercanía con este toro Adjuchas, pues saltó a mi espalda con sus garras listas para hacerme ensalada de carne.

Obviamente, no lo dejaré hacerlo.

Simple y fácilmente, me di la vuelta, presurosamente lo tomé de su máscara, escapando hábilmente de los colmillos, y lo arrojé lejos.

Una forma de darme un pequeño espacio de tiempo y usar el Kaido.

Miré al toro medio muerto y llevé mis manos a su costado con velocidad.

De inmediato, lo cubrí con una barrera de Kaido.

Poniéndole medio corazón al asunto, logré cerrar sus heridas más leves en poco tiempo y regenerar sus patas; pero las laceraciones y heridas más graves solo pude aliviarlas lo suficiente para que no supusieran un riesgo.

¿Por qué no pude tratar las últimas hasta borrarlas?

Bueno, los gatos suelen caer de pie en casi todas las ocasiones.

ZAS

Y sus garras, dependiendo del tamaño y filo, pueden causar desde rasguños hasta incisiones mortales.

Ahora, por ejemplo, uno de mis brazos fue arrebatado.

No grité ni nada por el estilo, pero sí que abrí los ojos con pasmo.

¿Cómo fue que bajé la guardia lo bastante para que me costara el brazo?

-No lo hiciste, el desapareció su firma espiritual por un segundo- al hablar Silver, yo observé con cuidado al Hollow gato.

¿Será su habilidad especial como Hollow? Si de eso se trata, posiblemente en que requiera estar concentrado para usarla.

No la usó en nuestra lucha anterior. De allí tal suposición.

El pareció darse cuenta de algo entonces, pues alzó las orejas y afirmó la cola, como una antena de radio.

-¡Tu! ¡Eres el tipo de antes!- ojojojo, que me recuerdes después de varias horas ciertamente es normal.

-¡Hola! Ha pasado mucho tiempo, ¿Cómo van tus heridas?- con algunos gestos exagerados y vos alta, hablé con broma e ironía.

El gruñó, encogiéndose donde estaba en posición de caza.

-Maldito, ¿Acaso me seguiste?- que perspicaz, o no. Es fácil llegar a esa deducción.

-Pues sip. Había algo que quería decirte pero - fue allí cuando rompió la pose de cacería al dar un violentamente un brinco sobre mí, con toda la sed de sangre impregnada en sus ojos y colmillos.

Que poco cortés, ¡Deja que termine de hablar y después trata de matarme!

Me hice a un lado y permití que sus garras pasaran por donde había estado.

Me dieron ganas de gritar ¡Ole! pero no lo hice.

Me lo guardaré para después si ese toro resulta ser hostil.

- te fuiste antes de que pudiera. Ahora, si eres tan amable de tranquilizarte para que podamos hablar con calma- esquivé otro ataque suyo tras acabar mi oración anterior y dar esas palabras.

Un momento ¿Esas no fueron acaso las mismas palabras que le dije cuando hablamos hace horas?

Zas

Evité por los pelos la garra que buscaba desgarrar mi garganta inclinándome un poco hacia atrás; pero manteniendo mis pies inamovibles en la arena.

Pam

-Ya que pareces necesitar un calmante o algo- comenté, después de asentarle un potente rodillazo en el centro de la panza que lo dejó sin aire, y lo hizo caer al suelo a retorcerse.

Como no parecía querer colaborar, me vi en la penosa necesidad de forzarlo.

-Kuh ¡GRRAAAAA-aggg!- su rugido allí en el piso fue amansado por un pisotón que le di en el cráneo, agrietando la máscara ligeramente.

-Silencioso caes mejor ¿Te lo han dicho, Gato-san?

Parece que la forma en que lo llamé causó un efecto desagradable en él, puesto que vociferó tras clavar sus ojos en los míos, aun estando su cabeza bajo mi pie.

-¡Mi nombre es Grimmjow Jaegerjaquez! ¡El futuro Rey de Hueco Mundo después de que conquiste Las Noches! ¡Ni se te ocurra olvidarlo!- su rugido me hizo zumbar mis oídos.

¿Hmm?

¿Las Noches? ¿Rey de Hueco Mundo?

Lo primero me puso dubitativo, pues ya había escuchado las palabras Las Noches de boca de Nell.

Pero se me pasó con la ironía que me invadió al oír lo segundo.

Hmp ¿Cuántos serán los Hollows que han dicho lo mismo que este tipo?

El numero debe ser incalculable.

-Ya veo, un gusto entonces, Grimmjow-san- sonreí, haciendo el ademan de saludo.

Fui contestado con otro bramido irascible.

Si llego a reclutar a este sujeto será un cardillo entre las nalgas si es que este es su temperamento habitual.

-¡Midowi, cuidado!- por primera vez desde que los alcanzamos, oí que Nell habló desde donde estaba.

Chuck

-¡ !- fui tomado por sorpresa cuando un objeto largo y puntiagudo salió de mi abdomen en una efusión de liquido carmesí.

Por la forma y el color del objeto, averigüé que era en menos de dos segundos.

Observando detrás de mí, me encontré con que el toro Adjuchas al que le salve la vida me había corneado con una de sus protuberancias picudas (¡Gusano malagradecido, igual que el gato!).

La piel que traía puesta se dañó y manchó con mi sangre.

¡Dejen de arruinar mis ropas! No voy a conseguir otras tan fácilmente, fijo.

-¡UUUOOOOOOOOOHHHHHHHHHH!- con ese estridente mugido,me levantódel suelo y me puso de cara a la luna.

El efecto que tuvo fue que, con ayuda de la gravedad, me hundí más en su cuerno.

-¡Yylfordt!- Grimmjow-san rugió en sorpresa, acercándose al toro.

-Grimmjow- el toro que me empalaba se notó igual de sobrecogido, y temeroso- ¿E-Estas en tus sentidos otra vez?- preguntó lo obvio.

-¿En mis sentidos? Yylfordt, ¿¡Qué demonios sucedió!? En un momento estaba contigo y con los otros y después estaba tirado en la tierra con ese tipo de allí- señalándome con su cola- ¿Dónde están Shawlong, Edrad, Nakeem y Di Roy?

Parece que no prestó verdadera atención a mi nombre cuando se lo dije, o solo me llama como quiere.

-Ya veo, no lo recuerdas- observé como tragó saliva, luciendo una clara dificultad para hablar- Los chicos ellos - otra vez tragó, más grueso que antes.

-¿Qué? ¡Escupe!- gritó, con aire exasperado.

-Glup ellos fueron devorados- confesó.

Cuando esa información alcanzó mis oídos, supe lo que había pasado; pero con Grimmjow-san se nota que fue diferente.

Sus ojos estaban abiertos como no los había visto desde que nos encontramos.

-¿Qué?- tono bajo, incrédulo- ¿Qué dijiste?- interrogó una vez más.

-Ellos fueron devorados Grimmjow

Esas palabras fueron como un botón. Al ser empleadas, el Adjuchas gato que había preguntado rugió con tanta fuerza, que dudé de si su Hierro llegaba hasta su garganta.

-¿¡Quien lo hizo!?- se acercó más al toro, con sus ojos mortalmente sedientos de sangre- ¿¡Quien fue el maldito que se atrevió!? ¡Lo despedazaré!

Pura furia en cada silaba.

-P-pues

-¡DÍMELO!- le exigió con un rugido cuya intensidad me forzó a cerrar un ojo.

- - el toro lo miró, y exhaló profundamente, tanto que pareció votar todo el aire en su cuerpo- Fuiste fuiste tú, Grimmjow.

Eso claramente lo agarró desprevenido.

-¿eh?- el mismo tono bajo de antes.

-Tu no pudiste soportar el hambre que tenias y te descontrolaste- su voz sonaba algo triste, y miedosa, acompañada de temblores corporales- nos atacaste devoraste a Edrad, Nakeem y Di Roy. Me ibas a devorar a mí, pero Shawlong se interpuso y trató de hacer que reaccionaras, pero su destino fue el mismo- tomó aire- que yo siga vivo fue un milagro sin duda- no lo fue, yo te salvé- cuando estabas por devorarme, te detuviste y miraste a la distancia. Olisqueaste algo y luego te fuiste corriendo a toda velocidad.

Su relato nos provocó reacciones distintas a ambos.

Grimmjow-san estaba con una expresión perpleja y la mirada gacha. Yo por mi parte, estaba pensativo por la ultima parte de su narración.

-Creo que es justo lo que estas pensando, Midori.

Lo sé, Silver.

Grimmjow-san parece tener un extraordinario sentido del olfato.

Pudo ubicar a este Adjuchas llamado Yylfordt desde donde estábamos peleando, a una distancia de tres horas.

Esto es solo una suposición, pero quizás también pueda olfatear el reiatsu.

Silver me dijo que en el pasado habían muchos Hollows que podían hacerlo, quizás Grimmjow-san sea como ellos en eso.

Lo mire como lo mire, y no es por alardear, yo soy la mayor fuente reiatsu en muchos kilómetros, quizás más, incluso conteniéndome.

Es muy probable que deseara devorarme por mi Reiryoku (Los Hollows en frenesí de hambre se ven muy atraídos por fuentes altas de energía espiritual), así que fue a perseguirme.

Si es así, entonces vaya.

Starrk dijo que el poder hacía que él y Lilynette sufrieran la soledad; sin embargo, yo atraje a un Hollow con el mío.

Más ironía no puede haber.

Sumido en mis cavilaciones, por un momento olvidé a la cuarta persona presente aquí, quien recién hace pocos minutos hizo notar su presencia.

Y cuando me acordé, fue demasiado tarde.

-¡Suelta a Midowi!- me alarmé profusamente cuando vi a Nell correr a donde este Adjuchas Yylfordt con lagrimones y flujo nasal deslizándosele por la cara- ¡Suéltalo, suéltalo!

Tal cual como al conocernos, empezó a darle muchos golpeas a Yylfordt en una de sus patas. Con exactamente los mismos resultados.

La piel de Yylfordt limpia de cualquier rasguño y los puños de Nell bañados con su propia sangre.

Que recuerdos. Pero esta vez no me parece tan formidable su actuar, sino más bien súper imprudente.

-¿Eh? ¿Qué te pasamocosa?- el toro blanco que me tenía en su cuerno le dio una patada a Nell, más en plan de apartarla que de lastimarla, ya que no pareció recibir suficiente daño para ser preocupante; pero la arrojó unos pocos metros sobre la arena.

Ella cayó de cara en el blanco pálido que cubría el suelo de Hueco Mundo.

Espero que haya cerrado la boca, no como antes.

-Hey, ¿Quién carajos eres? Tu reiatsu está muy raro- ¿También puede sentir esa anomalía en su cabeza? Grimmjow-san es interesante.

-¿Grimmjow? ¿Qué pasa?- el toro inquirió al gato.

Él lo miró, con unos ojos que claramente recitaban ¿Que no lo ves, torpe?

-Su Reiryoku, tiene una fuga en la cabeza. Pero tiene mucho en su interior- le explicó.

¡Ah! Olvidé decirlo en el momento, pero otra cosa que me extrañó cuando verifiqué el tamaño de las energías Hollow y Shinigami de Nell fue que noté una gran cantidad de energía espiritual en su interior.

-¡Idiota! ¿¡Como se te olvidó mencionar eso al público!?- ay, no grites Silver. Mis oídos están bien, y tu voz suena directamente en mi cerebro ¿No te lo he dicho ya?

-¿Enserio?- Kuh, se siente extraño cuando mueve su cabeza. Su cuerno se mueve en mis órganos.

Yylfordt fijó su vista en Nell.

Y noté en sus ojos un brillo peligroso.

Un brillo hambriento.

Sip, es mi señal para actuar. Mucho tiempo descansando.

Llevé mi mano al punto donde su cuerno se entierra en mi espalda.

CRACK

-¡UUOOOOOHHHHHHHHHHH!

Haciendo lo que pude para sujetarlo con la diferencia de tamaños existente, apreté con algo de fuerza y pulvericé esa zona de la protuberancia.

El grito de dolor de Yylfordt tocó la luna.

Cayendo de pie, lo miré y le sonreí.

-Disculpa la brutalidad, pero fue lo más rápido que pensé para liberarme de tu cuerno- el resto de la puntiaguda extensión continuaba en mi cuerpo, por lo cual me la saqué como si fuese solo un adorno fastidioso.

El agujero de mi pecho por un momento tuvo un vecino en el piso inferior, pero mi regeneración de Hollow hizo su trabajo.

El pasmo de Yylfordt no demoró en aparecerse en su cara.

Bueno, más bien sería raro si no tuviese tal reacción.

Al igual que el pasmo, una postura de combate también emergió en su cuerpo.

No obstante, la voz de Grimmjow-san resonó.

-¡Quédate donde estas, Yylfordt! ¡Este sujeto no es para un debilucho como tú!- el acortó la distancia que lo separaba del toro y se puso entre él y yo- ¡Yo lo mataré, el y yo tenemos un combate pendiente!

¿¡Arch!?

¿De qué está hablando?

-Siéntete orgulloso, ¡El futuro rey de Hueco Mundo te reconoce como un peldaño más en su camino! ¡Eres la última victoria que necesito para enfrentarme al viejo esqueleto!

¿Ahh?

¿Última victoria?

¿Viejo esqueleto?

-¿De me estás hablando?- finalmente, exterioricé mi confusión en esas cuatro palabras.

Pero como ya anticipé en mi mente, me atacó en vez de responderme con palabras.

De un salto, lo esquivé.

Opté por quedarme flotando en el aire y hablar desde allí, con la ligera esperanza de que no sepa hacerlo él.

-¿Podrías parar tus agresiones y escucharme?- me molesta de verdad el que me esté interrumpiendo a cada rato con sus ataques.

-¡Baja aquí y pelea, cobarde!- ¡No caeré en eso! , se lo dije claramente desde donde estaba- ¡Si no quieres bajar, entonces te haré bajar!

Cambió su línea de visión de mi, a mi pequeña compañera arrancar aun tirada en la arena.

¿Acaso está inconsciente? No se ha movido de donde está o se ha incorporado.

Ese golpe no pudo ser más fuerte de lo que pareció, ¿Verdad?

-¡GRAAAAAAAA!- sabiendo sus intenciones, yo ya me había puesto en movimiento antes de que soltara ese alarido.

Con Sonido, llegué a donde Nell; la cargué, la acomodé en mi espalda dentro de mi piel de tal forma que no se caería y subí otra vez.

Grimmjow-san solo alcanzó a cortar la arena.

-Para que intentes herir a un niño sin vacilar. Que monstruo- comenté.

Ni siquiera yo podría hacer eso a menos que no tuviese otra opción.

-¡GRRRAAAAAAAAAAA!- el nuevo rugido vino de la mano con la formación de un Cero.

¡Kuh! ¡Se acabó!

Fiush

PUM

Como un asteroide, descendí con los pies extendidos al Adjuchas gato, lo bastante acelerado como para que no evadiera.

Mis pies se enterraron en su lomo, y su panza se enterró en la arena.

Salió mucha sangre de su boca. Espero no haberme pasado.

-Mucho gusto, mi nombre es Midori Sabitsura- me presenté otra vez desde su lomo- por lo que he oído hasta ahora, te llamas Grimmjow. Si no es molestia, quisiera hablar contigo, Grimmjow-san.

-¡UOOOOHHHHHHHHHHHHH!

-También es un gusto conocerte. Creo que tu nombre era Yylfordt. Ya debiste oír mi nombre. Al igual que con Grimmjow-san, quisiera poder hablar contigo.

Consciente de la envestida del ahora toro de cuerno y medio, le arrojé un golpe con mi puño cerrado a la zona entre sus protuberancias.

Pam

Por su forma de caminar ahora, que parece sin equilibrio, veo que lo mareé.

Perfecto.

Con la misma mano, lo tomé por el cuerno y lo forcé a arrodillarse en la arena.

Tratar con tipos violentos solo es posible si manejas el idioma que ellos. Así fue con Nnoitra.

-Ahora, ya que están tan colaborativos- me reí internamente de mis palabras sarcásticas- Déjenme explicar. Verán

Zas

Abrí los ojos de par en par al sentir mi pecho ser herido por las cuchillas curvas que eran las garras de Grimmjow-san.

No solo mi piel, mis costillas también.

Me alegro de no tener corazón o hubiera sido peligroso.

Pero creo que lastimó mis pulmones.

Tsk, debí tener más cuidado con sus patas y no concentrarme solo en inmovilizar su lomo.

Lo tomé de la máscara con mi mano libre y lo hice colisionar conYylfordt-san.

Su gran espalda parece dura, no creo que fuese una mala opción.

-Quisiera que mostraran un poco de educación- incluso Pesche y Dondochakka eran más educados- ¿Sus madres no les enseñaron a no interrumpir a otros?

El sarcasmo fuerte y con deseo humorístico, así como unas manos en jarra.

-¡GRRRAAAAAAA!- Grimmjow-san se incorporó ágilmente y me rugió, pero ahora pareció más precavido, ya que en lugar de saltar ora vez con deseos homicidas se encogió donde estaba, como concentrándose en su defensa.

-Escucha- hice el gesto de rendición con mis dos manos- no quiero pelear contigo. Solo quiero pedirles algo.

-Grrrrr- tsk, ¿Qué te pasa que no me quieres oír?

No voy a postergar esto más, me seguirá atacando y no me dejará decirlo:

-Dime, ¿Te gustaría pelear contra los Shinigamis?- vi ojos similares entre los de este tipo y Nnoitra. Ojos de adicto a la violencia.

¡Soy el puto Sherlock Holmes! Mi deducción fué 100% correcta.

El levantó las orejas y sus ojos cambiaron a unos de interés.

- ¿Qué dices?- sin bajar la guardia, lanzó esa interrogante.

Mil puntos.

-¿Grimmjow?- el toro Adjuchas, Yylfordt-san miró a Grimmjow-san con aire pasmado.

¿El es así de sordo con todos los enemigos?

¿Acaso es la primera vez que lo ve prestando atención a las palabras de alguien a quien se enfrenta?

Por sus ojos, deduje esas razones. Un 85% seguro de que estoy en lo cierto.

-Habla, ¿Qué dices de los Shinigamis?- ¿Perdón? Si no es molestia, ¿Podrías dejar de sacar ese aire arrogante al hablarme? Si es que el mundo no se acaba si llegas a hacerlo.

-Lo que oyes. ¿Te gustaría la oportunidad de despedazar a los Shinigamis pieza por pieza?- decidí meterme en su juego y decir palabras más feroces.

- - el interés aumentó en sus ojos.

-Grimmjow, podría ser una trampa para que bajes la guardia- ¿Desconfías de mí? ¿Incluso cuando fui yo quien arrancó tu trasero de las manos de la muerte? Si lo hubieras visto ¿Que dirías ahora?

-Cierra el pico, Yylfordt- Pfff, me pregunto ¿Qué tanta simpatía le tiene este sujeto?

-Sí, señor- inesperadamente, actuó sumiso y respetuoso con el. Igual que un súbdito a su rey.

¿Acaso el era el líder de su grupo antes de que se los comiera? Aun si lo fue, ¿Qué hizo para que lo trate con semejantes pompas?

-Bastardo, sigue hablando- me lo dice a mí.

-Me llamo Midori. Y se trata de algo muy simple. En este momento estoy reuniendo Hollows con el fin de obtener un ejército apto para combatir a la Sociedad de Almas. Tienes un nivel considerable y tu compañero también, así que me gustaría pedirles que se me unieran- le sonreí, extendiendo las manos a los lados como todo un orador.

El silencio recayó sobre nosotros en ese instante.

Grimmjow-san abandonó por completo su guardia y solo me miraba con una expresión en blanco.

Yylfordt miraba seriamente entre Grimmjow-san y yo.

Nell a mi espalda comenzaba a despertar de su inconsciencia.

Se frotaba los ojos, como si despertase de una siesta.

Pequeña y tierna, una niña linda y casi inocente.

Digo Casi porque sabe del sexo y ya está hablando de besos.

Entonces pareció despertarse cuando, sin previo aviso, Grimmjow-san soltó una estentórea risotada.

-¿Uhh? ¿Qué es tan gracioso?- intenté fingir una sonrisa ante su acción inesperada. Aunque interiormente sentía que se burlaba de mí, cosa que me desagradó.

-JAJAJAJAJA ¿¡Acaso eres imbécil o algo!?... JAJAJAJAJA - se arrojó a la arena a retorcerse de la risa- ¿¡Unirnos a ti, dices!?... ¡JAJAJAJAJAJA!

-Sí, así es- contesté tranquilamente a su cada vez más obvia burla.

Luego de un rato y de casi orinarse de la risa (N/A: ¿Los Hollows podrán orinar?... Hmmm) se dignó a detener su altisonante carcajeo y me miró, con una desagradable sonrisa en su mandíbula.

-Escúchame bien, escoria. El próximo rey de Hueco Mundo NO se une ni obedece a nadie. Yylfordt tampoco lo hará, ¿Queda claro? Así que puedes irte a que te tomen por culo, bastardo de mierda.

Muy bien lindo gatito, ese lenguaje sucio que usas ya me está empezando a colmar. Mejor modulas tu tono o te corto la lengua- mantén la calma idiota. Has resistido cosas mayores, recuérdalo- ¿Qué quieres que haga? No soporto el lenguaje tan vulgar- tu igual lo usas, no me seas hipócrita ahora- así es, pero no con un grado de emisión tan exuberante.

-Pero eso si - dejé mi conversación interna con mi maestro frente a esa repentina anexión- puedes unirte a mí si te da la gana. Tu velocidad y poder no están nada mal. Me servirás bien cuando vaya contra la escoria que sirve a ese esqueleto de mierda.

Ignorando por esta vez su mala boca, volvió a mencionar un esqueleto.

Y por lo que entendí, ese esqueleto tiene servidumbre.

Hmm ¿Será un Hollow?

Si es así, será interesante probar a buscarlo e intentar unirlo.

Veamos, probaré a preguntarle por él.

-Lo lamento, pero soy igual que tu. Yo no me subordino ni obedezco a nadie- en primer lugar, le expresé mi respuesta a su Amable petición con monotonía- pero quisiera saber ¿Qué dijiste de un esqueleto?- efectué la interrogante demostrando gran interés en mi voz.

-¿Eh? ¿Y por qué te lo diría?- espetó con sorna.

-¿Por capricho? ¿Amabilidad? No sé, ¿Por QUE me responderías esa pregunta?- intercaladamente, metí una segunda pregunta en la que pareció que dije.

Le estaba intentando preguntar qué era lo que quería a cambio de la información.

Negociaciones intercaladas. Es lo que se llama, hacer tratos con estilo.

Creo que lo entendió, puesto que me volvió a sonreír.

-Mi derrota- dijo, para proseguir de inmediato con una añadidura- vénceme en una pelea y te diré.

Sabía que mis ojos y sentidos estaban en lo correcto.

Este gatito tiene un gusto por las peleas. Esa sonrisa sanguinaria me lo dice todo.

Sin embargo

-Otra cosa- no es que tenga un problema, pero de momentos prefiero evitar pagar un precio considerable por información de la que desconozco su valor verdadero.

No lo sé, siento que sería un desperdicio de energía.

-Es eso o te jodes, bastardo- fue su respuesta encogiéndose de hombros.

Un ligero tic en mi ceja nació.

Ok, creo que ya fui lo bastante tolerante.

-Oye, creo habértelo dicho antes, pero mi nombre es Midori Sabitsura.

-Hmp como si el nombre de un bastardo cobarde fuera digno de ser recordado por mi- la prepotencia que tienes ya me está cansando de verdad.

-¿Cobarde? ¿Por qué soy un cobarde?- solté tales palabras, buscando desesperadamente no cambiar mi semblante inmutable por el de desagrado que está tapando este.

-No te atreves a pelear conmigo por lo que quieres. Para mí, solo eres un cobarde- fue su respuesta. Una tan simple, pero que hasta cierto grado conseguí analizar algo de profundidad.

Así que piensa que no luchar por lo que quieres es de cobardes, ¿Uh?

Está bien. Sin embargo, le contesté:

-No se es cobarde por evitar el conflicto- señalé aquello, pero no pareció importarle, ya que enseguida respondió mirando hacia otro lado con desinterés.

-Lo que tú digas Mierdori.

El tic en mi ceja se mudó a los dedos en mi mano derecha al instante de llegarme esa enunciación torcida y grotesca de mi nombre.

-¿Qué dijiste?- sentí mi sonrisa cada vez más inestable.

-¿Qué? El gran Grimmjow tuvo la simpatía de decir tu nombre una vez, ¿Y no prestas atención?- eso lo dijo con tal descaro tal soberbia.

-¿Qué te pasa, eh? Bastardori- volvió a hacerlo.

Volvió a hacerlo por última vez.

-Escúchame bien, maldito gato pulgoso- mi sonrisa ya es historia gente, ahora la suplanta una verdadera mueca de disgusto- Te tolero la arrogancia, y que no pares de decir sandeces; pero mi nombre ya es aparte. Dilo bien. Soy Midori, MI-DO-RI- decidí deletrear al final en busca de dar una buena acentuada a lo que trataba de expresar.

Di mi nombre como es y no como te da la gana Era lo que intentaba de decirle.

-¡Jajajaja!- se rió, y su sonrisa salvaje contrastó con mi fisonomía mortalmente seria y colmada de desagrado-¡No está mal, no está mal! ¡Me gusta más esa forma de hablar! Muy bien, ahora la apuesta subió a dos. Si me derrotas en una pelea, te diré lo que quieres saber y diré bien tu nombre, ¿Ahora si aceptas?- y dale con eso otra vez. Aunque ahora me siento más tentado yo también y no necesariamente porque quiero que me llame correctamente.

-Se nota a leguas que tú lo único que quieres es pelear conmigo- suspiré- está bien, pero si vamos a hacer esto tendrás que subir esta apuesta a tres- sonreí de medio lado ahora.

Este tipo es de lengua serpentina, pero se nota que comprende rápido.

Pero parece que esta vez fue la excepción.

-¿A tres? ¿De qué me hablas?- sonaba honestamente desconcertado.

-¿Qué fue lo que te pedí antes?- le hice la pregunta, que de hecho era la respuesta- lo que me respondiste que no harías- añadí para aclarar un poco por si se enmarañaba en el trayecto del recuerdo.

- - cerró los ojos un momento, como meditando.

Su silencio provocó una sensación pesada en el aire.

No obstante, apenas me afectó.

Y de imprevisto, gritó:

-¡Muy bien! ¡Subamos esto a tres!- dejó de sonreírme como antes, ahora estaba tan serio como yo- ¡Si quieres que nos unamos y te obedezcamos tendrás que derrotarnos!

Mi sonrisa se volvió la de un gato de Cheshire.

La alegría y el anhelo danzaron hasta en el último rincón de ella.

Todas las apuestas estaban en la mesa, ahora solo quedaba ganarlas.

Pero allí, caí en cuenta al notar una cosa en sus palabras.

- ¿Derrotarnos? - doblé una ceja, cambiando a un semblante dudoso.

Grimmjow-san volvió a sonreír.

-Quieres que ambos nos unamos a ti, ¿No? Tendrás que vencer también a Yylfordt si lo que quieres es eso. Soy el líder aquí, pero no me gusta apostar a los míos. ¡Que se apuesten ellos!

Un lengua sucia con cierta integridad, ¿Hmm?

Está bien por mí.

Llevé mi vista a Yylfordt-san y no parecía reticente a colaborar. De hecho, asintió y habló:

-Acepto también- por su tono, se que lo dijo más que todo por Grimmjow-san que porque quisiera realmente.

Bueno, A caballo regalado no se le ve colmillo

-De acuerdo, entonces vamos a

-Momentito- Grimmjow-san me paró- es injusto que sea solo este lado el que apueste algo. Dime, ¿Qué nos darás si ganamos nosotros?

Ay, que tierno. Se cree que tiene posibilidades de vencerme.

Ingenuo.

Pero no le dije eso.

-La otra cara de la tercera apuesta. Si pierdo, nos unimos a ti y te obedecemos, ¿Qué me dices?

-Hmp así me gusta más. Tres apuestas a una. Impar, pero no creo que me puedas dar algo más útil.

Pueeessss hay más que puedo ofrecer, como lecciones o entrenamiento; pero no me vas a pedir eso seguramente, y yo tampoco lo voy a rebelar no ahora mismo.

-Por cierto, la mocosa de pelo verde también participará- ante la adición al trato de Grimmjow-san, pelé los ojos de par en par- dos contra uno es muy aburrido, y la mocosa tiene un buen poder allí. Dos contra dos está mejor- explicó.

-¿Qué? Ella no pelea. Yo puedo pelear perfectamente contra ustedes por mi cuenta, no te preocupes por el aburrimiento. Créeme que no existirá en esta pelea- busqué razonar, evitando usar la oración Sería solo un estorbo en la pelea después de la primera.

No quiero que Nell se lastime en la pelea o lastimarla yo verbalmente.

-¡JA! ¿Enserio esperas que me trague ese cuento? ¡Su poder está cerca del mío, no hay manera de no pelee!- más que estar cerca, es mayor al tuyo, pero es claro a mis ojos que no lo dices para mantener tu orgullo, ¿No es así?

-¡Midowi!- Nell, quien había estado oyendo en silencio nuestra conversación, gritó- ¡Déjame ayudar!- lanzó tal petición descabellada.

-Denegado- y tuvo su respuesta inmediata y sensata.

-¿¡Por qué!?- lloriqueó, agitando los brazos.

-Simple- observé sus manos, aun heridas- ¿Enserio piensas que puedes hacer algo contra ellos incluso cuando te lastimas así al darles unos insignificantes golpes?

-¡Kuh!- bajó la cabeza, poniendo la vista en sus nudillos enrojecidos por la sangre.

-Hazme caso, Nell. Simplemente quédate allí y no intentes nada. Te lo digo por tu bien- hablé con el tono de un maestro aconsejando a un discípulo intrépido e irreflexivo.

- N-¡No!- tras un corto silencio meditabundo, vociferó- ¡No puedo solo estar sin hacer nada! ¡Si no puedo pelear, entonces cuidaré tu espalda, Midowi!

Que pesada eeeess.

Pero aun así, su convicción sigue asombrándome.

Sin embargo, no voy a desistir.

-Recuerda cual fue la condición para acompañarme, Nell- arrojaré la artillería pesada de una buena vez. No podrá responder a esto- Si te digo que corras; corre. Si te digo que te escondas; escóndete. Si te digo que me abandones para salvarte; no dudes en hacerlo. Ese fue el trato.

- - ¡Ja! Lo sabía, no pudo responder.

-Quédate donde estas, y no intentes ayudarme. Si no me ayudas, me ayudaras mucho más que ayudándome- con un tono menos serio, dije, mientras la aseguraba un poco más para que no callera si dejaba de sujetarse.

- - bajó la cabeza, con un aura azul de depresión apareciendo sobre su cabeza.

Que loco.

-Serán dos contra uno. Ella no participará- observé a Grimmjow-san y declaré.

-Pfff bueno, si no se puede hacer nada- con dejo decepcionado, asintió.

-Gracias por tu comprensión- sonrisa amable- ahora, ¿Qué tal si empezamos esto?- sugerí, dirigiendo mi mano a la empuñadura de AoiTenshi dentro de mi piel.

El y Yylfordt-san tomaron una postura combativa de sopetón, como un reflejo por mi movimiento.

Esperemos que esto no se salga de las manos. No quiero matarlos por error; pero esta vez es una lucha de dos contra uno. Aunque sean Adjuchas, no puedo ir tan fácil.

Nnoitra fue el ejemplo. El pudo darme una pelea más entretenida (Aunque me estaba conteniendo como siempre) aun siendo un Adjuchas por el gran poder que ostentaba. Grimmjow-san es más fuerte que él, y va a tener ayuda. Tengo que tener cuidado o resultaré muy herido.

Después de todo, una persona débil puede vencer a alguien más fuerte si el fuerte lo subestima mucho y se confía por su poder.

Ellos son pecaminosamente más débiles que yo, pero no me confiaré tanto (Aunque sé que ganaré al final)

Desenfundé mi Zanpakuto lentamente y la apunté a ellos.

-Díganme, ¿Quién quiere ser derrotado primero?- lancé esa interrogante con una sonrisa mordaz.

-¿Por que tardaran tantooooo~~~~?- un vozteso salió del más delgado de los Hermanos del desierto, sonando profusamente fastidiado.

-Solo ha sido un rato, Pesche. Calma, ya sabes- con su muletilla por excelencia adornando su oración, Dondochakka le dijo a su hermano.

¿¡Solo eso!?- casi que se echaba a llorar con tal revelación.

Para él, habían estado a la espera del regreso de su hermana y su lider por mucho más que un rato.

Como si el tiempo no corriese, o como si todo durara más. Un lugar donde el sentido de a corto y largo plazo no eran más que cuento.

Así era su hogar, razón por la que existía costumbre a tal distorsión.

Pero nunca se acostumbrarían al aburrimiento que venía de la mano con una extensa espera.

Era casi imposible el acostumbrarse a ello.

Pero en cierta forma, estaban obligados a intentarlo.

-...- en otro punto, en una duna cercana, sentado al lado de un Adjuchas mantis de aspecto extenuado, Ulquiorra contemplaba tranquilo a los hermanos del desierto a pocos metros delante de él.

-Tsk... estos idiotas- Nnoitra musitó, siendo rápidamente fastidiado por la contemplación de Pesche empezando un berrinche de niño de cuatro años.

-...- el murciélago lo vio, y leyendo su mirada, supo de su tedio.

-¿Eh? ¿Que me miras?- aunque comprendía la diferencia entre sus niveles, el adjuchas de un solo ojo lanzó esa interrogante con brusquedad.

Suerte para él que Ulquiorra no prestó atención a eso.

Solo mantuvo sus ojos puestos en su mascara.

-¡Eh! ¡Que mi ojo está aquí!- con su apéndice, específicamente con el dorso, se apuntó a su unica cuenca llena.

Nuevamente, como si para el Vasto Lorde la voz del adjuchas no fuese más que un delirio auditivo sin importancia, permaneció con sus penetrantes orbes bien arraigados en un solo punto: el centro de la cabeza de Nnoitra.

Allí, una ligerisima grieta demostraba su existencia unicamente a ojos capaces.

Tal parece que a Midori se le escaparon ciertos daños menores.

Ulquiorra pensó algo como eso.

Pero su mente otra vez se enfocó en el pensamiento que le producía esa casi imperceptible visión.

-Su mascara se romperá, si se agrieta más.

Claro, el requisito para eso eran muchas más grietas de mayor seriedad que esa, que sería considerada un miserable rasguño.

-Si se cae su máscara a pedazos, ¿Se volverá un Arrancar?

Si nuestro protagonista hubiese estado allí cuando se efectuó esa pregunta interna, y por alguna conspiración multiversal de alguna fuerza cósmica extrasensorial o en un caso más simple, del ser del interior de su segunda y más poderosa arma, le hubiese leído los pensamientos; le habría dicho que no.

Pero como no es así, el narrador (N/A: osea Sho, ¿Quien más?) le responderá, aunque el Vasto lorde no lo pueda oír.

No se volverá un Arrancar.

No lo hará por el simple motivo de que no funciona así.

El Menos en cuestión debe de arrancarse su mascara por decisión propia, no por fuerzas externas.

Es la única linea que divide la gloria de la catástrofe.

El poder y la debilidad.

La voluntad.

Básicamente, aunque Ulquiorra ahora mismo intentase arrancar poco a poco la mascara de Nnoitra con sus propias manos con el fin de responder su duda, solo conseguiría debilitar masivamente al Adjuchas.

Pero ya lo dije antes, Ulquiorra no puede oír lo que dice el narrador.

-¡Agghhhh! ¿¡Que mierdas estás intentando!? ¡Deja mi mascara¡

Nnoitra no pudo reaccionar a tiempo (aunque no habría conseguido nada de todas maneras) cuando el murciélago de ojos verdes se le abalanzó con las garras extendidas a su mascara.

Sus brazos cuchilla fueron de peluche delante de la gran fuerza que el Vasto Lorde ostentaba.

-¡Gaahhhh!- aulló de dolor cuando puso sus manos en donde estaba la grieta, y a partir de allí apretó como un cascanueces.

Alertados por el grito, los mayores de los hermanos del desierto torcieron sus cuellos con dirección a los dos Hollows en la duna.

Se encontraron con una mantis tendida en la arena, luchando inútilmente para sacarse a un murciélago sentado a horcadas sobre su tórax.

No pudiendo ver bien lo que el Vasto Lorde intentaba hacer, sacaron sus propias conclusiones.

O más bien, conclusión, pues pensaron exactamente lo mismo.

-¿¡Es esto una violación!?

En ocasiones, Midori se refería a Ulquiorra como si este fuese del sexo masculino; pero a ellos les parecía que no estaba del todo seguro si era un macho o una hembra.

Ellos no lo estaban. Es decir, el Vasto Lorde no podía hablar y no siempre un Hollow mostraba rasgos que definieran su género, aunque fuese la ya mencionada máxima evolución.

Prueba de ello era "Ese" Vasto Lorde.

Resumiendo: nadie allí sabía si era macho o hembra, y solo lo trataban como lo primero porque Midori lo hacía.

Ahora, una nueva idea aparecía en sus mentes.

¿Y si era una hembra con deseos reproductivos?

Su perspectiva visual les mentía, pero tal mentira creó una bomba de idea.

Algunas veces, muy pocas, acontecía que en un Hollow o dos de sexualidad masculina o femenina "Renacía" temporalmente el primitivo instinto que producía el deseo copulativo.

Pasaba con la misma regularidad que un político diciendo la verdad.

Pero pasaba...

Y ahora... quizás ocurría uno de esos raros eventos.

Y el deseo sexual de un Hollow, una vez regresado, llegaba con la misma intensidad que un huracán.

Solo podía ser comparado con un frenesí de hambre.

Y tenía resultados igual de duros para cualquier desafortunado que estuviese en las cercanías del afectado.

A veces las víctimas de violación morían.

Pero usualmente solo pasaba con los Adjuchas.

Que le sucediera a otra línea evolutiva era raro.

Por eso, no sabían que hacer ahora.

Como Arrancars que eran, podían lidiar en términos de fuerza con un Adjuchas regular si se unían; pero se trataba de un Vasto Lorde, la línea evolutiva más fuerte, lo que, según ellos, estaba bajo los efectos del deseo sexual.

Intentar algo significaba tener un 1% de posibilidades de supervivencia.

Aunado a esa realidad: era Nnoitra la víctima.

¿Qué les importaba a ellos lo que le pasara a él?

Si moría, le dirían a Midori que los emboscaron y que Nnoitra no pudo aguantar con su agotamiento por la encarnizada batalla de hace poco.

Pensaron que de hacerlo, les creería. Si les creyó la mentira que le dijeron sobre ellos cuando se conocieron, seguro se crearía esa (N/A: según ustedes).

Con un voto mental que hicieron ambos y que se expresaron con sus miradas, decidieron esperar a que ocurriera lo que fuese a ocurrir.

-¡No se queden ahí parados! ¡Vengan a ayudarme idiotas!- notando que los dos hermanos del desierto no se movían, gritó bruscamente esa petición de auxilio con un tono desesperado.

No obstante, estos simplemente se limitaron a hacer el gesto de despedida lenta, como diciendo "Adiós imbécil"

Advirtiendo eso, gruñó con fuerza y otra vez se concentró en quitarse al Vasto Lorde de encima.

No lo movió ni medio centímetro.

Finalmente, las garras del Vasto Lorde lograron agrietar masivamente la máscara de Nnoitra.

-¡Graaaaaaaaaa!

Sintiendo su máscara comenzando a desmoronarse en pedazos, rompió sus límites naturales y empujó con apéndices y patas el cuerpo del Murciélago.

Sorpresivamente, el cuerpo de Ulquiorra salió despedido del de la mantis.

-¿Lo hice?- la sorpresa simplemente se desbordó en su interior ante aquello.

Pero cuando estaba por regocijarse y retorcerse en soberbia por tal hazaña, lo detuvieron las acciones del Murciélago al tocar la arena.

Alzó la cabeza y creó una jabalina de energía, pasando sus ojos en todas direcciones.

Alerta.

Esa palabra servía para describir como se veía.

Alerta de un peligro inminente.

Sin embargo, no prestó atención a eso.

Lo que lo detuvo no fue la acción en sí, sino que al percatarse de su actuar a su mente vino lo que estuvo a punto de hacerle.

Recuerdo que lo impulsó a ponerse de pié y acercarse a él, con una de sus apéndices sedienta de muerte.

-¡Mira tú, grandísimo hijo de... ¡Gaghh!

Craso error.

Fue un muy craso error el dejarse llevar por sus emociones.

De no hacerlo y si en cambio hubiese seguido el actuar del Vasto Lorde Murciélago, a lo mejor se salvaba del enorme puño que se incrustó en su brazo derecho, hundiéndoselo contra su tronco.

La figura de la mantis, ahora con una gran abolladura y un brazo cuchilla roto, fue mandado a toda velocidad sobre la superficie de la arena. Su figura rodó como un neumático numerosas veces antes de ser su movimiento amainado por un árbol de cuarzo con el que chocó, resquebrajándolo. El final del trayecto llegó cuando se estrelló con una gran duna de arena.

El polvo que la formaba se elevó por los aires, para luego caer todo encima del Adjuchas.

Esto tomó por sorpresa a los hermanos del desierto, quienes tenían los ojos abiertos a más no poder por tan rápida sucesión de acontecimientos.

Ocurrió en menos de siete segundos.

El más atónito, no obstante, era Ulquiorra, debido a que no fue capaz de seguir los movimientos del atacante, quien ahora se erguía en la duna donde ambos estuvieron, con sus inhalaciones y exhalaciones siendo emitidas con tal fuerza, que eran perfectamente audibles para todos los presentes.

Sin embargo, no parecía ser que se debiera a agotamiento.

En ese lugar, un gorila Hollow con brazos desproporcionadamente más grandes que su cuerpo, observaba el punto donde se había detenido el movimiento de Nnoitra.

Sus pies tenían uñas largas y puntiagudas y llevaba un agujero Hollow en el pecho.

Parecía como si no notara las presencias de Ulquiorra y los hermanos del desierto.

-...- un silencio pesadísimo los engulló a todos, nacido de la imponente figura de más de tres metros del gorila Hollow.

Más su duración fue, de hecho, muy efímera.

-¡GRRRRROOOOOOOAAAAAAAAAAAAA!- un rugido tan grande como las montañas y tan fuerte como una tormenta eléctrica. Sacudió la arena del desierto y estremeció los corazones de los débiles que estaban cercanos al emisor, quien con sus grandes manos se impulsó hacia el Adjuchas mantis religiosa en una carga precipitada.

Verdaderamente parecía que los cuerpos de Pesche y Dondochakka eran víctimas de un sismo de magnitud 8 por la extrema gravedad del tembleque que presentaban.

Ulquiorra, en cambio, mantenía una postura impasible ante las potentísimas ondas sónicas que hicieron vibrar el aire y la tierra.

Pero de imprevisto, hubo un cambio en él.

Sus ojos se movieron hacia Pesche y Dondochakka... Atrás de ellos específicamente.

Una nueva figura, de menor tamaño que él gorila, estaba detrás de ambos.

Era redonda, como una pelota de playa, pero tenía brazos y piernas y su agujero Hollow donde vendría estando normalmente el pectoral izquierdo.

Una máscara como la de un payaso yacía sobre su rostro y una piel completamente blanca hasta las muñecas, donde el color pasaba a ser crema. Sus pies tenían aspecto de botas y sus manos parecían de mujer por lo delgadas que eran.

Un aspecto ciertamente divertido, pero la espeluznante presión espiritual que desbordaba lo opacaba.

Estaba en el mismo nivel que Grimmjow.

Pero ese nivel pareció una simple molécula en comparación al que se apareció de golpe a espaldas de Ulquiorra.

Un nivel casi como el suyo propio. Separados apenas por centímetros de distancia.

Girando levemente la cabeza, observó por encima de su hombro la alta silueta a la que le daba la espalda.

Una criatura de cuerpo humanoide, con una máscara de conejo con las orejas caídas envolviendo toda su cabeza.

Manos grandes, piel blanca, patas de conejo, un agujero Hollow en la parte del abdomen donde usualmente estaba el ombligo y dos luces rojas saliendo de las cuencas donde debían estar sus ojos.

Más que lindo por la máscara de conejo, ciertamente causaba un escalofriante horror.

Y la sed de sangre que salía de él no ayudaba en nada a aminorarlo.

Una sed de sangre centrada en el murciélago que inconmoviblemente mantenía sus esmeraldas sobre sus rubíes, con una segunda jabalina de energía siendo creada en la otra mano.

Aunque parecía que se necesitaría la espada azul para cortar el silencio y tensión que por más de veinte segundo imperó firmemente entre ellos, realmente solo bastó una presurosa y ligera acción.

Con un maniobrar rápido en su mano derecha, el Vasto Lorde arrojó una de las jabalinas verdes al payaso detrás de los Arrancars.

Ambos, por ser victimas todavía de los temblores y parálisis nacidos del terror, no reaccionaron en ninguna de las dos ocasiones. Cuando apareció el ser de aspecto risible en el dorso de sus cuerpos, ni cuando la jabalina cruzó entre ellos, con línea fija al pecho del susodicho.

Este último reaccionó rápidamente y la atrapó sin problemas en una de sus femeninas manos, demostrando tener fuerza acorde a su reiatsu cuando la destruyó con un simple apretón de ésta.

Ulquiorra no se alteró ni un poco ante ese hecho, pues se lo veía venir.

No duró ni un instante con la vista en esa dirección cuando la regresó a la trayectoria que tenía antes: a las luces escarlata del Hollow conejo.

Éste seguía como una estatua de hierro.

Parecía como si conociera las intenciones del Murciélago.

El susodicho, por su parte, tuvo cuidado de mantener sus sentidos en el pináculo de la agudeza al momento de mandar, con su arma restante, una blandida contra el cuello del ser que lo superaba hartamente en estatura por más de cinco metros.

Obviamente, debió de saltar en el proceso.

Como si esta tuviese vida propia, la mano del conejo atrapó la jabalina sin necesidad de que sus ojos se movieran ni un nanómetro.

Esmeraldas y rubíes se seguían enfrentando, a pesar de que sus brazos temblaban por la fuerza que se les era aplicada para, respectivamente, empujar y detener el arma verde.

PAM

Con extrema rapidez, Ulquiorra encajó un puñetazo directamente en el punto bajo la mandíbula de la criatura.

En medio de la competencia de fuerzas empezó a usar sus alas para mantenerse a la altura idónea, por lo que de un solo aleteo de ambas se impulsó contra el gran ser cuyas patas se habían desprendido y alejado de la arena a extrema velocidad como efecto de tamaño gancho.

Ni corto ni perezoso, al estar alineado con su adversario movió su pie para atrás y lo impulso en una patada a su costado.

El impulso del que fue presa el conejo lo hizo salir a velocidad ultrasónica a donde una duna lejana.

Quedando suspendido en el cielo, el murciélago contempló calmadamente su travesía.

Y justo antes de que el Hollow y la duna se tocasen, este, de un giro, se recompuso del lanzamiento por agresión. Sus patas chocaron con la duna y flexionó de forma extrema sus rodillas.

Fiush

PUM

-¡...!- de haber tenido una boca, era casi un hecho que el Vasto Lorde soltaría un litro de sangre.

El salto efectuado por el Hollow conejo contra el murciélago de ojos esmeraldas fue de tal magnitud, que escabulléndose de la vista y la Pesquisa de Ulquiorra, le incrustó su puño a gran profundidad en el abdomen.

El Vasto Lorde fue elevado en el cielo todavía más de lo que ya estaba, más la arremetida de su enemigo no finiquitó allí.

Ulquiorra se alarmó al sentir como dos brazos se enlazaban en su pecho desde atrás.

Los reconoció como los brazos del conejo, que incrustó sus garras en sus hombros.

Había efectuado un salto en el aire para moverse donde el de ojos esmeraldas y atraparlo por atrás.

Sin previo aviso, el conejo, sin separarse mínimamente del murciélago, empezó a dar vueltas en medio del aire como un trompo mientras eran víctimas de la gravedad.

Eso no consiguió marear a Ulquiorra, no obstante, no pudo soltarse por la fuerza del conejo.

BROOM

Al colisionar con la superficie, la nube de arena que se levantó fue titánica.

PAM

-¡Kuh !- no solo la máscara, la nariz debajo de la máscara de la mantis también estaba destrozada.

Decenas de gotas de sangre y fragmentos blancos volaban por cada golpe que el gorila Hollow propinaba en su cabeza.

Cada puño le pesaba a Nnoitra lo mismo que las toneladas de arena de las que lo había sacado de un tirón hace poco.

Si, el dolor que agobiaba su fisonomía era horrendo.

Zas

Pero el Adjuchas no era un borrego indefenso, sino una bestia armada y sedienta de sangre.

Y como tal, no dejaría que le destruyeran la cabeza sin antes lanzar unos cuantos cortes.

Una incisión lineal fue creada en el inicio del hombro del gorila por una de las mortales guadañas que eran las apéndices del Hollow de un ojo.

Zas

Y uno más, dibujado horizontalmente en la garganta del ser de enormes brazos y manos.

Pero ni el primero ni el segundo parecieron valerle un bledo.

PAM

Otro golpe, que no solo rompió la nariz de su rostro real, sino que agrietó el cráneo de Nnoitra.

Allí, en ese instante, su ojo único le mostró una imagen borrosa, provocada por el mareo generado del último puño.

El gorila cargaba un Cero delante de su apertura bucal, un Cero rojo.

Forzándose a reaccionar tras sentir la magnitud de poder que se concentraba en esa pequeña esfera escarlata, Nnoitra arremetió con una furiosa sucesión de cuchilladas al pecho, garganta y mascara del gorila.

Aunque la sangre y pedazos blancos, de la carne y la máscara, volaron en miríadas por todas partes; el Cero continuó formándose.

Estuvo listo después de un momento repleto de otros ataques por parte del Adjuchas de un ojo.

En dicha cuenca llena, una luz brillante fue mandada a ser procesada por el cerebro de Nnoitra, producto del fogonazo que le fue soltado a quemarropa a la cabeza.

-¡GRRRRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!-

Un clamor de infinita agonía que ni siquiera un dramaturgo profesional podría expresar con claridad.

La arena fue pintada temporalmente de rojo por la luminiscencia carmesí salida del ataque por excelencia de la especie Hollow.

Una vez apagada la refulgente luz, se pudo ver su residuo.

La cabeza de Nnoitra colgaba, con sus mandíbulas exageradamente abiertas, al borde de un boquete de profundidad desconocida.

Sus ojos estaban blancos y había profusas quemaduras de segundo grado presentes en su fisonomía.

El gorila Hollow, ante esta imagen, bruscamente liberó un bestial bramido, como gritando a los cielos ¡Lo hice! , y simultáneamente se golpeó el pecho con sus manos gigantes.

Chuck

-¡GAAA!-

A su vez, con los hermanos del desierto, la situación era peor.

Ni Pesche ni Dondochakka podían hacer algo contra las delgadas, pero letales manos del Hollow payaso.

Estas se habían incrustado como dagas en los estómagos de cada uno, y apretaban violentamente sus entrañas.

Su agonía era más que palpable, y sus cuerpos, ya libres del miedo anterior, no podían hacer nada para alejar sus manos.

Tanto ellos como Nnoitra estaban con las energías por el subsuelo como consecuencia de la inganable batalla de la que fueron partícipes contra Grimmjow. Midori no era capaz de restablecer sus energías, solo pudo restaurar su salud.

Fue en vano, considerando la situación en la que estaban ahora.

O no tanto, seguro estarían muertos si no los hubiese curado.

Aunque no conocían las intenciones de esos Hollows, que en realidad no se sentían como Hollows para ellos.

Había algo diferente en su reiatsu.

Algo bastante alejado de un Hollow normal.

Algo antinatural.

Pero no podían identificar el que era ese Algo .

Chuck

-¡Uhh!- tanto el delgado como el grande cayeron de rodillas en la arena, con su sangre derramándose por el agujero que ahora mostraba el interior de su abdomen.

Sus mascaras fueron firmemente asidas de pronto por los escuálidos dedos del payaso, que empezaron a apretarlas con fuerza.

-¡Bawabawa, ya sabes!- Dondochakka gritó, abriendo la boca como si estuviese en un consultorio médico y el doctor le pidiese que diga AHHHH .

De la ancha apertura que logró, el gusano gigante salió, con sus fauces alistadas para devorar la cabeza del payaso.

Zas

-¡IIHHHHHH!- un doloroso chillido emergió del ser, que con un simple y rápido movimiento de la mano derecha del payaso Hollow (Que soltó por un momento a quien mantenía apresado), fue partido en dos desde el medio de su cabeza.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!- cual padre desconsolado por la muerte de su hijo, el Arrancar contempló como las dos mitades, izquierda y derecha, del gusano que había habitado en su estomago por años cayeron a la arena, sacando un ruido sordo.

Tal fue el Shock que no dijo su coletilla.

-¡Agh!- parecía que al payaso no le agradaban los sonidos fuertes, puesto que agarró con pulso la garganta de Dondochakka tan pronto su grito llegó a los dos segundos de duración.

Eso y que los agujeros a los lados de su máscara que fungían como áreas auditivas por un momento se contrajeron, como queriendo cerrarse.

Como si el ser que tenía delante se tratara del mismo Nnoitra, Dondochakka le arrojó una mirada de profundo odio.

Pero no le hizo nada.

Él sabía que cualquier agresión o intento de escape sería fútil, y aun si escapaba de aquella tenaza inmutable en forma de mano frágil ¿Qué tanto duraría antes de ser agarrado de nuevo?

Así, tanto él como su hermano, quien lamentó tanto como Dondochakka el perecimiento de Bawabawa, permanecieron dóciles delante del payaso.

Katchin

Pam

Pam

Katchin

Puñetazos y patadas, cortes y estocadas, Ceros y Balas.

Ataques y ataques que salían de un lado para ser bloqueados en otro.

Las chispas que salían cada vez que la jabalina del murciélago y las garras del conejo se encontraban no paraban de mezclarse con las que lo hacían al encontrarse sus Hierros en los puños que chocaban brutalmente entre ellos.

Fiush

Ulquiorra debió inclinar su cabeza para dejar pasar la cuchillada que intentaron propinar a su máscara las espadas que el conejo tenía por garras.

Este mismo apartó su cuerpo a un costado con el fin de evadir una estocada de la jabalina verde.

Katchin

Ambas generaron chispas otra vez tras una maniobra diestra ejecutada por sus dueños.

ZOOOMMMMM

Entre los ojos del conejo, un Cero color fucsia fue reunido a extrema velocidad.

Los ojos del Vasto Lorde se ensancharon con fuerza por esto.

En un dedo de su mano libre, formó un Cero verde con la misma premura en respuesta veloz.

ZOOOMMMMMM

Verde y fucsia chocaron, y ninguno prevaleció sobre el otro.

BRRROOOOOMMMMMMMM

El intercambio de los fogonazos fue el origen de una gran explosión que levantó toneladas de arena y una humareda gigante.

De uno de los lados, arrastrándose sus pies por el polvo blanco (N/A: eso sonó raro) el Murciélago Hollow era víctima de un vertiginoso retroceso.

La fuerza de la explosión consiguió moverlo bastante. Se detuvo a treinta metros de donde la humareda ascendía.

Fiush

CLANCK

Creando otra jabalina verde, puesto que la anterior se dispersó en la explosión, bloqueó por los pelos una arremetida del Hollow conejo con los filos segadores de vidas que tenía en sus manos.

PAM

Salvar su cabeza de la hercúlea patada del ser le costó unas cuantas grietas en los huesos de su brazo.

Su Hierro podía resistir el que su extremidad fuese partida en dos, pero la onda de impacto residual ya era otra historia.

Eso le llegaría hasta el hueso, su Hierro tampoco tenía la firmeza del de Nnoitra.

Tampoco era capaz de aguantar suficiente para evitar el tambalearse unos pasos al lado contrario de la patada.

Cuando usó su pierna, el Hollow conejo dio un salto mientras mantenía sus garras contra la jabalina, por lo que ahora, tras pisar tierra y con estas alejadas del arma verde, aprovechándose del leve desequilibrio en Ulquiorra; cortó hacia su pecho.

Zas

Pasando el agujero Hollow, tres líneas sangrantes fueron marcadas en la piel del Murciélago.

En ese momento, el de ojos esmeraldas pudo saber a ciencia cierta como de afiladas eran realmente las garras de su oponente.

Para poder cortar a través de su Hierro como si picase mantequilla tenía que hacer algo con ellas inmediatamente.

Sacó una segunda jabalina y sin dilación la arrojó a su cabeza.

Este respondió doblándose para atrás de un modo antinatural.

La respuesta más conveniente para el Vasto Lorde.

Tan pronto enderezó su espalda, se encontró con un Cero verde cubriendo toda su visión.

La primera respuesta que le pasó por la mente, así como la que puso en práctica, fue posicionar sus manos extendidas al frente e intentar con estas cortarle el paso al ataque.

Fue otra acción conveniente.

Chuck

- - no hubo ni grito ni expresión que denotara sorpresa ante la exitosa estratagema de Ulquiorra.

Tan pronto las manos se pusieron firmes para detener el Cero, Ulquiorra arrojó su jabalina restante al centro de este.

Pasó lo mismo que con Midori, solo que esta vez no fue evitado.

La jabalina perforó la máscara del Hollow conejo de lado a lado sin piedad, y los brazos de este, igual que los de un títere cuyas cuerdas fueron cortadas; cayeron, dejando así la vía libre para el Cero.

La luz verde engulló el cuerpo del conejo, igual que una corriente de rio a una piedra.

Los ojos ya muy verdes del Vasto Lorde se iluminaron todavía más con este color en el momento exacto en que el Cero estalló, tres segundos después de tragarse a su enemigo.

Y la presencia de este desapareció como si no se hubiera tratado de algo más que un simple sueño.

Apareciendo otra vez detrás de Ulquiorra.

-¡ !- tan sorprendido como un niño ante una fiesta sorpresa, sus ojos se expandieron como pelotas de tenis.

Zas

Y mucho más después de sentir como su ala y brazo eran separados de su cuerpo.

Fiush

Clanck

Fue un milagro que la sorpresa no menguara su velocidad de reacción, o el nuevo tajo de las garras del Hollow hubiera finiquitado su línea vital, mandando a volar su cabeza.

Creo a tiempo una nueva jabalina en su mano restante y detuvo con esta las mortíferas cuchillas.

El ser que ahora mismo debería de estar muerto por la jabalina de luz aun incrustada en su cabeza, lo observaba inconmoviblemente con las mismas linternas rojas en sus cuencas y la misma sed de sangre.

Añadiendo fuerza a su brazo, consiguió hacer retroceder al conejo dos pasos, aunque sus fuerzas estaban muy igualadas.

La distancia idónea para lo que quería hacer.

Chuck

Tan falto de misericordia como la mayoría de su especie, el Hollow murciélago blanco regeneró su extremidad seccionada a máxima velocidad y la incrustó en el plexo solar del conejo.

Inmediatamente después, un Cero verde quemó las entrañas de la criatura y dibujó un segundo boquete por encima del natural de su especie.

Una vez más, el conejo dejó caer sus garras como si pesasen miles de toneladas, y después le permitió a su cuerpo caerse de espaldas; con la herida chorreante de sangre.

Ulquiorra esfumó la jabalina y se permitió respirar tranquilamente.

Cerró los ojos.

Y un dolor inexpresable con palabras provocado en el centro de su cara le tiñó la vista dentro de sus parpados de rojo puro.

El conejo se había levantado en el mínimo instante que bajó la guardia y se aprovechó de este al máximo.

Su pie se había incrustado en su máscara y la había destrozado como si fuera poco menos que vidrio barato.

Con su rostro al descubierto, y brotando violentamente de su nariz, y de su boca ahora expuesta también, exageradas efusiones de sangre; el murciélago Hollow perforó el viento cual flecha veloz, y creó una zanja no muy profunda en la arena al arrastrarse por esta.

BROOMM

Indiscutiblemente, fue obra de un milagro el que su garganta no se partiera con la poderosa presión que la mano del Hollow conejo impuso sobre ella contra el piso.

Había saltado desde donde pateó a Ulquiorra y cayó sobre él con la rapidez de un cometa, teniendo su diestra por delante para ejecutar la acción ya hecha.

Sin duda, el peso del conejo y la velocidad de su descenso fueron una mala combinación de ingredientes en el platillo profundamente doloroso que saboreaba Ulquiorra.

Aguantándose el agónico sufrir, alzó su zurda con esfuerzo.

La empuñó.

-Luz de Luna- creó una jabalina verde.

Y peló los ojos a tope de extensión.

Bajó los ojos.

Aunque no podía verla, buscaba su boca con ellos.

El había inconscientemente él había hablado.

Quiso pensar el nombre de su habilidad como siempre hacía cada vez que la usaba; pero en cambio, manifestó su pensamiento en voz alta.

Y por lo repentino e inesperado que fue, no pudo oír su voz correctamente.

No perdió el tiempo en intentar hablar otra vez

-¿Esta es mi voz?

Pero no salió nada.

Sus labios no se movieron.

Todo lo que hubo fue su trabajo mental.

ZOOOMMM

Sus parpados, ya abiertos al límite, le dolieron por abrirlos un poco más de lo debido.

La jabalina de luz, que hasta ahora estaba incrustada en la máscara del conejo, se deformó y retorció como un espagueti, deslizándose como una serpiente hasta el punto de la boca de este.

Se abrió, permitiéndole ver a Ulquiorra un par de colmillos rectangulares perfectamente alineados, como si fuesen sido hechos a mano.

El espagueti verde entró a la cavidad bucal del Hollow, y estando completamente dentro, él la cerró.

Se había comido la jabalina del murciélago.

Casi subsiguientemente a este acontecimiento, sus heridas talladas en su anatomía por el susodicho comenzaron a cerrarse.

Y según la Pesquisa de Ulquiorra, su poder aumentó ligeramente.

Antes de que este pensara o hiciera algo con la jabalina en su mano, el conejo Hollow arrojó una propia a su rostro.

Allí, una luz roja refulgió.

No, no era un Cero.

Era distinto.

Cubría toda la mano del ser.

Entonces, después de unos pocos segundos, cuantiosos ríos del mismo color de esa luz se extendieron desde esa mano hasta su hombro.

Su poder crecía con cada una de las pequeñas chispas verdes que llegaban hasta ese destino a través de esas líneas delgadísimas como hilos.

Y a su vez, el poder del Vasto Lorde mermaba.

Chuck

Un vertiginoso movimiento de su mano bastó para encajar profundamente la jabalina verde en ese hombro.

Y a los escasos instantes, pasó lo mismo que con la otra jabalina en la máscara del conejo Hollow.

Su poder volvió a crecer.

La herida creada allí sanó en un instante.

Por un segundo sintió desespero.

La medida en que sus poderes se achicaban y los suyos se volvían mayores era formidable.

Sus poderes serian absorbidos (Porque obviamente eso estaba haciendo) hasta su mitad en menos de medio minuto, y completamente en uno completo, según su intuición.

En otras palabras, ¡Debía sacarse a ese conejo de encima cuanto antes!

¡PAM!

Sacando fuerzas de los más profundos confines de su alma, Ulquiorra largó un gancho de potencia colosal en el pómulo izquierdo del Hollow, consiguiendo que sus garras se despegaran de su piel.

Su cuerpo experimentó la ingravidez ante mamarro puño, pero fue devuelto al terreno de la atracción invisible mediante un segundo golpe, esta vez en su pecho.

Ulquiorra se levantó en un santiamén y con Sonido se posicionó encima del conejo.

La entrega de ese ataque no pareció causar mucho daño, pues el conejo se recompuso del impacto de su espalda y la arena con mucha sencillez, volviendo a abalanzarse sobre el Vasto Lorde, quien también había vuelto a la tierra de ese salto.

Dispuesto a patear uno de sus costados, izó su pierna y la mandó rauda contra él.

Pero el murciélago Hollow consiguió atrapar la pierna perfectamente. Seguido a esto, apretó el agarre en esta y comenzó a dar vueltas sobre su eje.

PUM

Estampó su cuerpo en la arena, sacando un cráter y una erupción del polvo pálido.

No obstante, no salió de allí, a pesar de la falta de visibilidad.

De nuevo, sacó una jabalina, y guiándose por sus instintos para encontrarlo, la osciló igual que a una lanza contra el brazo de su enemigo.

Dentro de ese polvo, más de dos litros de sangre mancharon su impoluta piel.

Pam

Se oyó un golpe dentro.

ZOOOMMMM

Una luz verde y un sonido de poder cargándose.

BROOOOMMMMM

Una explosión.

Zas

Otro corte.

ZOOOMMMM

Otra carga de poder.

BROOOOOOOOOOOMMMMMM

Otra explosión, esta vez una más grande.

Y entonces hubo silencio.

Diez segundos después, la cortina de polvo cayó.

Asombrosamente, cada uno de los dos combatientes estaba de pie.

Cada uno tenía una parte faltante en su cuerpo, y rastros de quemaduras.

Parece que no todos los ataques fueron de Ulquiorra.

El susodicho, sin problema alguno, regeneró la parte que le faltaba; su pierna derecha.

Pero el conejo no regeneró su brazo derecho; quedó con una amputación sangrante.

Su cuerpo no tardó mucho en ser bañado con su propia sangre saliente de la herida.

Fium

Zas

Katchin

Al advertir que no lo regeneraría, Ulquiorra pensó que era su oportunidad de poner fin a esa lucha molesta. Con jabalina de luz en mano, se precipitó dispuesto a dar un golpe terminante.

Pero ese conejo era indudablemente un oponente digno. Aun con un solo brazo consiguió defenderse, con más problemas, de las oscilaciones y puñaladas que le dedicaba.

Zas

Incluso pudo lanzar un contraataque exitoso.

Las garras perforaron uno de sus pectorales bruscamente, y de la misma manera, fueron sacadas.

Él fue aproximado contra el conejo como efecto de aquella acción.

Y una rodilla se hundió en su estomago.

Unos dientes mordieron su cuello y traspasaron su Hierro como si nada.

Y de estos, la luz roja de antes emergió.

Pero esta vez, el Hollow atrapó al Vasto Lorde en un abrazo con su extremidad restante.

Dicho abrazo fue tan firme como una estatua.

Ahora era una escena que, con cierta imaginación, parecía extraña.

Parecía que un conejo mitad hombre mitad vampiro le estaba dando un abrazo al murciélago, chupándole la sangre mientras lo hacía.

Solo que en lugar de sangre, era su energía.

Simultáneamente, con sus dientes, la mano con que lo agarraba en el abrazo también desprendía el brillo rojo.

Y en el brazo, otra vez, así como en los dientes estaban los ríos rojos con chispas verdes.

El brazo amputado de pronto reapareció a la velocidad del rayo.

Chuck

La garra del brazo renacido llegó a las entrañas del Vasto Lorde.

E inmediatamente comenzó a imitar a los colmillos y la otra extremidad.

El murciélago, ni cortó ni perezoso buscó zafarse de su agarre, no obstante, esta vez un nuevo infortunio se le apareció súbitamente, estando este fuera de los acontecimientos que imaginó para esta lucha.

Estaba paralizado.

Paralizado y a merced de un enemigo tan poderoso como él mismo, así como de intenciones dudosas.

Le habría parecido bien tratar de comunicarse con él para saber qué era lo que buscaba (Irónico, ya que esa sed de sangre más bien decía bastante), pero por conocidas razones (Aunque estas estaban descartadas momentáneamente) no lo hizo y simplemente se dedicó a luchar hasta la muerte contra su atacante o hasta que alguno de ambos quedase inconsciente.

De ser el conejo el que se desmayara, lo apresaría como pudiera para interrogarlo después de alguna forma, e iría a auxiliar a sus compañeros que el murciélago ya sabía que no podrían hacer prácticamente nada para resistirse a esos otros dos Hollows en su estado agotado actual.

Al finalizar un transcurso de veinte segundos, el Hollow de ojos esmeraldas pudo sentir la mitad de su energía drenada.

La de su contrincante ya había superado el pequeño gasto de energía realizado por si mismo durante su pelea. Ahora la energía absorbida estaba trascendiendo los límites de su cuerpo y se salía de este en forma de pequeñas partículas verdes.

Y seguía absorbiendo.

Veinte segundos después, la apariencia de Ulquiorra se volvió en una más desagradable a la vista.

Su cuerpo enflaqueció excesivamente. Era igual a alguien que había durado un elevado número de días sin surtir su estomago de alimento.

La ciruela pasa con alas y ojos verdes contempló una vez más los ojos rojos de su adversario.

Estos fulguraban con la fuerza del sol, expeliendo más deseo asesino que antes.

Pero allí, el murciélago Vasto Lorde se fijó en un punto que había pasado por alto hasta ahora.

Su instinto asesino, por un momento, dejó de estar dirigido hacia él.

En ese momento, habían pasado veinte segundos más.

Y la inconsciencia abrazó a Ulquiorra con la suavidad de una almohada.

El conejo Hollow, advirtiendo esto, alzó su cabeza al aire.

-¡CHHHIIIIIIIIIIIIIII!- (N/A: lo siento, no conozco la onomatopeya para el sonido que hacen los conejos)

Cual León feroz (Aunque fuera un conejo), disparó ese ensordecedor chillido a los cuatro vientos.

Y a los cinco segundos, el gorila Hollow y el payaso Hollow, uno cargando a Nnoitra y el otro agarrando todavía a los dos hermanos, aparecieron allí con un Sonido.

El conejo se cargó a Ulquiorra al hombro fácilmente.

Entre los tres, se miraron y los ojos de cada uno brillaron.

Desaparecieron al mismo tiempo, con la rapidez de un parpadeo y el silencio del viento.

¿Nunca les ha pasado que acarician a un gato debajo de la barbilla y este los muerde?

Acaba de pasarme algo parecido, ¿Saben?

Justo hace unos segundos le solté un gancho en la quijada a Grimmjow- san, pero el mordió mi mano con mucha fuerza.

El muy desgraciado me la masticó además.

Mi puño parecía que lo había pasado por una cosechadora, estaba que se me caía la piel y se me dejaba el hueso pelado.

Moraleja: si vas a golpear a un gato de grandes y muy puntiagudos colmillos, no lo hagas debajo de la mandíbula.

Mi regeneración ayudó a restablecer las heridas, pero no olvidaré esa importante enseñanza.

-¡UUUOOOOOOOOHHHHHHHHH!- Yylfordt-san se aproxima a mí desde atrás con una embestida a gran velocidad.

Yo, que ya había sido empalado en uno de sus cuernos una vez, no tenía intención de que se repitiera.

Me di la vuelta y alcé la pierna de forma acentuada, como si quisiera patear algo por encima de mi cabeza sin saltar.

PAM

Estando Yylfordt-san a la distancia, bajé mi pierna como un hacha y le incrusté mi talón en la máscara.

Esta se agrietó, pero no se rompió.

Sin embargo, no sabría decir lo mismo de la mandíbula de Yylfordt-san, que chocó con extrema potencia en el suelo.

La arena se levantó exorbitantemente, haciendo que por instinto cerrara los ojos.

Aun así, oigo claramente el movimiento de Grimmjow-san, quien saltó sobre mí por detrás.

Zas

Con AoiTenshi, dibujé una herida verticalmente recta en el inicio de una de sus patas tras girar 108°.

Lo tomé de dicha pata y lo arrojé sobre Yylfordt-san, seguramente causándole más daño a este último.

Nell, a mi espalda, no se entera de nada de lo que pasa dentro de esta humareda.

Sabía que sería un estorbo en la batalla. Debo cuidarla tanto como debo cuidarme a mí de los ataques traperos, y eso es molesto. Un indeseado trabajo extra.

Fiush

Ya que la falta de visión es una molestia (Pequeña, pero una molestia igualmente) extendí mi mano libre y con una sola abanicada de esta creé una ráfaga de viento que la empujó lejos; esto me permitió recuperar la visión de los alrededores.

Tanto Grimmjow-san como Yylfordt-san están llenos de cortes y magulladuras, claramente de mi espada y puñetazos; así como patadas.

Apilados el uno sobre el otro, están manchándose con sangre ajena.

Aunque seguramente deben estar manchados de mucha más sangre que esa, y no en el sentido literal que usé para hablar de que la sangre del otro los está manchando al estar en esa posición.

Bueno, no importa.

Lo reconozco, esta pelea por el liderazgo es mucho más entretenida de lo que había anticipado.

Aunque les estoy pateando el trasero a los dos con facilidad, me estoy divirtiendo.

Creo que Grimmjow-san era mejor luchando cuando estaba bajo los efectos del frenesí de hambre, tenía más instinto; pero ahora, es demasiado directo.

Cuando sea mi subordinado me encargaré personalmente de arreglar eso, por ahora, lo explotaré al máximo para acabar esta pelea rápido.

Tengo un mal presentimiento sobre el estado de los demás, ya que acabo de sentir tres presencias de gran magnitud acercarse a ellos (Una incluso estaba cerca del nivel de Murciélago-san). Sentí debilitarse las firmas espirituales de mis subordinados rápidamente y poco después salir todos de mi radio de detección con asombrosa rapidez.

Lamentablemente, si me apresuro, corro el riesgo de matar por error a estos dos.

Uff, la gran desventaja de ser demasiado fuerte. Es muy complicado pisar a una hormiga y tener cuidado de no matarla.

Esta es exactamente esa clase de situación.

Si yo fuera a tope de potencia, estos tipos no habrían durado ni un segundo, hablando con seriedad.

Nadie lo habría hecho.

Pero me contengo y salen vivos.

Espero que los Shinigamis no sean tan débiles, honestamente. Si voy a matarlos, por lo menos quiero que me den pelea.

-¡GRRAAAA!- oh, el gatito se paró.

Grimmjow-san se alejó de Yylfordt-san y se precipitó como un misil hacia mí.

Saltó, y creo que puso los ojos en mi hombro.

Oh oh, está abriendo los dientes.

Aun teniendo en mente lo que le pasó a mi mano, tomo las medidas necesarias para que mi hombro no se convierta en una mezcolanza de heridas.

Pam

Sedantes y tranquilizantes para elefantes, anestésicos, droga y un buen manoseo de la entrepierna te ayudan a dormir tranquilo por las noches, y la mayoría de los que mencioné también son buenos para dormir de día.

No obstante, puedo decir sin temor a equivocarme que un derechazo bien dado bajo la mandíbula es mucho mejor.

Es gratis, no tiene todos esos componentes químicos, no te vuelve adicto y no te quita nutrientes.

Fue una buena decisión darle uno a Grimmjow-san.

Su cuerpo cayó como costal de cemento en el suelo, pareciendo bien dormidito.

Es mucho más simpático así, en silencio y tranquilo.

Pero seguro que no durará mucho. Debo encargarme de Yylfordt-san ahora.

Todavía no se para del suelo.

Mejor, me facilitará las cosas.

-Una palabra de advertencia: vigila la fuerza que usaras- no tienes que decírmelo Silver, tendré cuidado.

-Aquí voy- lo tomé por los cuernos y lo forcé a ponerse en sus cuatro patas- ¡A girar!

Siguiendo mis palabras, aun con los cuernos de Yylfordt bien agarrados, empecé a dar vueltas como un carrusel, alejándole las pesuñas de la arena.

-¡Y A VOLAAARRRRR!- fufú, ¿Quién dijo que los toros no podían?

Lo suelto hacia arriba y el asciende a toda velocidad como un cohete.

Ahora, la segunda fase del plan.

Preparo mi pierna derecha.

El ascenso de Yylfordt-san se detuvo ya, ahora empieza a caer.

Nos separa una distancia de cincuenta metros.

Cuatro segundos después, nos separan quince metros.

Pero no fue hasta que nos separaron cinco metros que yo hice algo.

PUM

Crack

Lancé mi pierna en una patada de baja potencia, pero lo bastante fuerte no solo para cuartear completamente la mitad que agredí de su máscara; sino además para mandarlo como un rayo hacia la dirección contraria a la del pie que fungió de impulsor.

Si sucede algo en cuanto a la fuga o la perdida de reiatsu, conozco un truco para solucionarlo. Ahora mismo, me concentro en mi otro contrincante.

Apenas está despertando. Con un poco de dificultad, eso sí.

Sus patas tambalean cada vez que intenta apoyarse en una de ellas, y vuelve a caer.

Supongo que los cortes que le di en sus articulaciones surten un buen efecto.

Caminé a donde estaba él y me planté tranquilo a un metro de su cara.

-Ey, Grimmjow-san, te propongo algo. ¿Y si admites de una vez que soy más fuerte que ustedes dos juntos, se rinden y se unen a mi? Así ya no será necesario que los siga humillando- aunque la sonrisa que puse al darle se Consejo era amable, detrás de esta había malicia absoluta.

Es tan divertido encararle a un tipo orgulloso que tiene el culo rojo por todas las patadas que le estoy dando.

Jijijijiji, su expresión encolerizada es tan vigorizante.

-¡Maldito!- esas garras son peligrosas.

Estuvo a punto de alcanzar mi cuello, pero retrocedí un paso justo a tiempo para dejar que simplemente raspara mi yugular.

Nada serio.

ZOOOMMMM

Hmp, predecible.

Cargar un Cero justo después de que el ataque cuerpo a cuerpo falle me parece demasiado ordinario.

Con aburrimiento, le di una patada a la esfera azul que se había reunido delante de sus mandíbulas extendidas.

Como pateé hacia arriba, el Cero se elevó muy alto, iluminando débilmente el cielo al explotar.

Katchin

Tráeme algo nuevo. Lanzar un ataque a dos manos después de que tu enemigo desvía el anterior porque crees que perdió la concentración en ti por un momento es más cliché todavía.

-¡UUOOOOOOHHHHHHHH!- esto está mejor.

Yylfordt-san, quien al parecer ya se recuperó de mi ataque anterior carga hacia mí cuando estoy dándole la espalda, igual que antes.

Hmm, su reiatsu está disminuyendo. Hay una gran fuga por la ruptura de la máscara. Pronto estará fuera de juego.

Ya que estoy usando mi espada para bloquear las garras de Grimmjow-san, empleo mi mano libre para atrapar el cuerno de Yylfordt-san.

Como si se enfrentara a una pared de acero, su avance se detuvo casi al instante.

Apreté.

Crack

-¡UUUOOOOOOHHHHHHH!

Su cuerno se destruyó también.

Dio varios pasos atrás, observando con las pestañas bien abiertas los restos de su última protuberancia.

ZOOOMMMMM

Pfff, ¿Otra vez?

Con una sonrisa entre relajada e irónica ante ese conocido ruido, le di la vuelta a mi mirada.

Mientras lo hacía, no pude evitar pensar que intentar cortarme la nuca mientras observaba a Yylfordt-san hubiese sido más interesante.

Pero me tuve que tragar ese pensamiento cuando acabé de volver mi vista a Grimmjow-san.

Ciertamente, parecía un Cero común y corriente el que tenía allí, pero basándome en que de la lengua visible de Grimmjow-san salía sangre de marcas de mordidas, supe que era todo lo contrario.

Lo más rápido que pude, llevé mi mano libre a ese Cero, buscando aplastarlo.

Pero fue demasiado tarde.

ZOOOOOMMMMMMM

El Cero estalló en mi cara.

No.

El Gran Rey Cero estalló en mi cara.

-¡MIDOWIIIIIII!- dentro de esa potentísima ráfaga azul, escuché el grito desesperado de Nell.

Ufufufufu, no te preocupes pequeña.

Esto son solo heridas que no me mataran en realidad.

PAM

Aun con esta corriente de poder golpeando mi cara y parte de mi torso, hice que mi puño perforara el aire y chocara de lleno con la máscara de Grimmjow-san.

El Gran Rey Cero, como era de esperarse, se esfumó con esa simple ejecución.

No importa que tanto poder tenga, este es un ataque que si el que lo realiza se desconcentra, se disipará.

-Buena jugada, gatito- sintiendo un pequeño ardor en mi cara, le dije eso con una sonrisa colmilluda.

El me gruñó después de que se recuperó del golpe.

-Si yo fuera tu no haría eso, Yylfordt-san- le dije sin verlo a quien cargaba otro Cero, esta vez común, a mis espaldas- si lastimas a esta niña, me molestaré mucho, ¿Sabes?- señalando a Nell con el pulgar.

-¡Dispárame!- ¿Nani?

-¿Nani?- Nell, ¿¡Que estás diciendo!?

-¿ ?- ahora sí lo miro, y Yylfordt-san claramente está anonadado por la repentina exigencia de Nell.

-¡Dispárame con ese Cero!- repitió su exigencia, ahora en versión extendida.

-¡Ni se te ocurra hacerlo!- lo señalé- lo haces y te mato.

-Lo matas y yo te parto el orto.

-¿Lo haces y te rompo la mandíbula entonces?- ante la advertencia de mi maestro, corregí la mía propia.

-Mejor- el asintió.

-¿¡ !?- Yylfordt-san intercambiaba su vista entre Nell y yo, más confundido que antes.

-¡Solo dispara grandísimo imbécil!- Grimmjow-san, ¿A ti quien te preguntó?

- ¡UOOOOOOHHHHHHHHHHHH!- tras un segundo de silencio, Yylfordt-san tomó las palabras de Grimmjow-san y disparó el Cero contra nosotros.

-¡Mierda!- me di la vuelta cuanto antes y preparé mi mano para interceptarlo.

-¡Déjamelo a mí, Midowi! ¡Me encargaré!- Nell escaló mi nuca y se puso pecho tierra en mi cabeza.

-¡Olvídalo!- luego la regañaré por ser tan arriesgada y no hacerme caso, por ahora, debo detener ese fogonazo amarillo- ¡Vuelve a mi espalda!- intenté sujetarla de sus harapos para devolverla a dicho sitio, pero no conté con lo que haría.

Movió dos de sus dedos hasta mi rostro y...

¡Mis ojitos!

¡Esta diablilla me picó los ojos con sus dedos!

La mano que deseaba usar para atrapar ese Cero fue llevada a mis pobres órganos visuales, frotándolos.

¡Los picó muy fuerte, joder!

Entonces, con la vista cerrada, sentí como Nell se paraba en mi cabezapara subsiguientemente dejar de sentir sus pies.

¿Acaso ?

Aunque me seguían doliendo, abrí los ojos con desespero por el peligro que corría, solo para que se me quedase plasmada con fuego la imagen de la pequeña Arrancar que me había acompañado durante horas en esta misión (No apta para niños) encontrándose en el aire con el Cero amarillo.

Ella saltó hacia él.

Y estaba a punto de saltar hacia ella para evitar lo peor, pero algo tan portentoso que me abrió la boca hasta tocar el piso tuvo lugar.

Tan pronto se encontraron, Nell no fue abrasada por ese Cero hasta ser reducida a cenizas, en cambio, la ráfaga amarilla se encogió en un pis pas delante de la cabeza de Nell.

Y al instante

ZOOOOMMMMMMM

La misma ráfaga amarilla voló desde el mismo lugar donde desapareció hasta el sitio donde nació: Yylfordt-san.

-¡ !- antes de que esa ráfaga lo tocara, pude contemplar sus ojos llenos de incredulidad.

BROOOMMMMM

El Cero explotó justo en la cara donde aquellos ojos se encontraban.

-Fu- Nell cayó en la arena de rodillas, con la mirada fija en esta.

Aunque pasaron alrededor de diez segundos luego de esos eventos, no pude articular ni pio por la sorpresa residual.

Eso me tomó con la guardia por el suelo.

-¡GRAAAAAAAA!- pero el rugido de Grimmjow-san, y su repentina carga contra Nell me forzaron a reaccionar.

Con Sonido, aparecí entre ambos y le estampé mi rodilla a Grimmjow-san entre los ojos.

Retrocedió expeditamente y arrastró sus garras por la arena, arando líneas en esta como las de los cultivos.

Por sobre mi hombro, le eché un vistazo a Nell.

Ella también me veía, con una pequeña sonrisa.

Esa sonrisa claramente se reía de mí.

Supongo que en el fondo sabía que yo pensaba que era una inútil.

Hmp, ok. Subió de ser una inútil a ser, No tan inútil .

-Luego preguntaré que fue eso, por ahora, regresa a mi espalda- señalé dicho punto.

Gracias por hacerme caso esta vez.

Llegó a mis lumbares de un salto y de allí trepó hasta sujetarse de mis hombros.

Ahora que lo pienso, realmente es buena para escalar, ¿El alpinismo le quedaría bien, o una piel vieja y sucia es demasiado fácil?

Yo creo que sí.

-Grimmjow-san, ríndete, ni tu ni Yylfordt-san pueden ganarme, entiende eso- el toro Adjuchas que es compañero de Grimmjow-san salió de la nube de humo que ese Cero creó y se empezó a acercar.

Aun puede envestirme y taclearme, pero sin sus cuernos su peligro disminuye un montón.

-Pff ¿Rendirme? ¿Qué no puedo ganarte dices? ¡No hables como si fueses mejor que yo!- bueno, hablando de fuerza; inteligencia, energía espiritual, reflejos, ataque, defensa, capacidad de pensamiento rápido y peligrosidad; yo diría que soy muy superior a ti.

En lo único que me ganas es en velocidad y sed de sangre, así que sí. Soy mejor que tu.

-¡Esta batalla apenas empieza! ¡No te creas superior por unos cuantos golpes!- ¿Perdón? ¿Unos cuantos golpes dices? Tú ya pareces un tigre de todos los cortes que tienes y Yylfordt-san no está muy diferente.

-¡Es verdad!- el susodicho exclama.

FIUUUSSHHHHHH

Una corriente de viento sopla con poder tan pronto como el reiatsu de los dos empieza surgir con violencia de sus cuerpos.

Hmmmm hay mucho sentimiento hostil proviniendo de ambos ahora. Podría decir que es suficiente para asegurar que ninguno piensa en hacer que nos unamos a ellos ya.

Principalmente yo.

Bueno, supongo que los molesté lo suficiente para eso.

Durante la pelea, en más de una ocasión lancé burlas obvias hacia ambos, atacando su orgullo.

Deben estar demasiado resentidos para pensar siquiera en que me una a ellos.

No sé qué será de Nell, pero a mi seguro que me quieren cortar la garganta.

Ni modo.

-Oye Nell, mejor agárrate fuerte, estos dos van a ir con todo- repentinamente, expuse esa orden.

-Sí. No te preocupes, Midowi, te ayudaré- la miré cuando acabó sus palabras.

-No- esto ya no es para tomárselo a la ligera. Si vienen a mí con deseos de matar no puedo dejar que se arriesgue, puede acabar en el fuego cruzado por intentar hacer algo.

-¿¡Qué!? ¡Midowi, quiero ayu-!

-¡Te dije que no!- hasta ahora, te he tolerado que me lleves la contraria aun cuando prometiste no hacerlo; pero ya no daré más el brazo a torcer.

-Guh - ella se estremeció por mi grito.

-Quédate quietecita donde estas y deja que yo me encargue- entonces sonreí- ya te lo dije antes, estaría muy mal dejar que mi futura esposa se arriesgue por mi sabiendo que no me pasará nada

Y su estremecimiento cambió a sonrojo igual que antes.

Que fáciles son los niños.

-¡GRAAAAAAAAAAAAAAA!

-¡UOOOOOHHHHHHHHHH!

-¡Midowi cuidado!- ya lo sé, Nell, no te alteres.

A sabiendas de que ambos saltaron hacia mí, precipité una de mis manos hacia el cielo.

Chasqueé los dedos de esa mano.

Y una barrera de Kido cubrió los cuerpos de nosotros dos.

Los de Yylfordt-san y las garras de Grimmjow-san se encontraron con la pared azul que detuvo el paso de ambos.

Ni un miserable rasguño a su superficie.

-Esta pelea no ha estado nada mal, pero si no les importa, la terminaré ya. Tengo un asunto importante que atender y no puedo porque estoy con ustedes.

Debo ir a verificar que les sucedió a mis otros subordinados, me preocupa que haya sido algo negativo aunque tengo la certeza de que sí lo fue.

Es una pena, esta pelea no ha durado nada. Yo pensaba que pelear contra los dos sería un mayor desafío que tardaría un poco más; pero Yylfordt-san es muy débil y Grimmjow-san, por lo que se ve, es más interesante cuando no está en sus cabales.

Que decepción.

Se siente como si de pronto me encontrara con una linda vampiresa rubia para después enterarme que es solo un niño vampiro al que le gusta travestirse.

-¿De dónde sacaste eso?- mi maestro me preguntó.

-Tú dímelo, el escritor ha visto cosas muy raras en el anime- me encogí de hombros mentalmente a la vez que sacaba esa contestación.

-¿¡Que es esta pared de mierda!?- ya saben quién gritó eso, así que no lo diré no lo diré

Después de que Grimmjow-san arrojara esa vociferación con voz iracunda, disparó un Cero contra mi barrera.

Olvídate, no podrán pasarla.

-Cero- enterré la hoja de mi Zanpakuto en la arena por completo y proferí en voz baja.

BROOOOOOMMMMMMMMM

Yo había hecho que la barrera de Kido llegara hasta un centímetro debajo de la tierra, e hice un suelo debajo de nosotros dos con ella.

Lo hice para esto.

Formar un Cero en la punta de mi Zanpakuto cuya hoja atravesó la barrera en el suelo y dispararlo debajo de la tierra.

Al ser el orificio creado por mi Zanpakuto llenado por la hoja, el Cero no entraría aquí. Es un método seguro.

En el momento contiguo a la activación de ese Cero, toda la arena alrededor de la barrera de Kido se levantó tal como el agua de un geiser.

Grimmjow-san y Yylfordt-san salieron volando gracias a la explosión subterránea.

Inmediatamente deshice la barrera de Kido y di un buen salto a donde Yylfordt-san.

Lo alcancé en un segundo y lo atrapé agarrando su máscara.

-¡Ahí te lo mando, Grimmjow-san!- como rezaron mis palabras, lancé a Yylfordt-san a Grimmjow-san.

¡Tiro perfecto! Los dos colisionaron en el aire y cayeron a tierra.

Tan pronto mis pies volvieron a hacer contacto con la arena, me impulsé contra ellos con Sonido.

Grimmjow-san, como cualquier gato, había caído de pie (Aunque antes no lo había hecho, curioso) y al parecer resistió el golpe del pesado cuerpo de Yylfordt-san, porque cargó un Cero sin mostrar signos de problemas, por lo que puedo ver desde la distancia donde estoy.

Pero no lo disparó, sino que inició un avance veloz en mi dirección.

¿No me digas que ?

El Cero se expandió y rodeó a su creador, dándole forma de cometa.

Haciendo eso aunque consume mucha energía y estando tú en ese estado… oculta mejor tu desesperación señor Futuro rey de Hueco Mundo .

Bueno, esta vez no dejaré que me rompas la mano.

Guardé mi Zanpakuto, a sabiendas de que no me haría falta de ahora hasta lo que quedase de la pelea. Abrí mi extremidad libre y con la rapidez de la luz formé un Cero.

Cerré mi mano y el Cero estalló en esta.

Pero en vez de disiparse en la explosión, se expandió hasta rodear mi mano tal cual como el de él con su cuerpo.

Parece difícil, pero lo que hace Grimmjow-san es fácil de imitar con solo una cantidad mínima de empeño.

-¡Terminemos esto, Grimmjow-san!- sonreí mandando mi puño al frente cuando estuvimos cerca.

-¡MUEREEEE!- rugió el gran gato que me atacó.

La colisión entre nuestros ataques, aparte de sacudir la arena y el viento, también sacudió nuestros propios cuerpos.

Lo sé.

Lo sé porque en este momento, donde intercambiamos nuestros ataques, puedo sentir que Grimmjow-san y yo nos conectamos por un breve segundo.

Solo un breve segundo.

Solo un breve segundo porque eso fue lo que me costó superarlo e incrustar mi puño en su máscara.

Afortunadamente para él y para mí, reduje la fuerza del golpe en el último segundo.

Sobrevivirá, pero va a quedar inconsciente por un rato.

Yylfordt-san, quien estaba reaccionando después de estrellarse con Grimmjow-san y caer desde esa altura, nuevamente fue mandado a dormir tras fungir como freno de Grimmjow-san, quien chocó de nuevo con él a insana velocidad.

-Gané- murmuré aquello, contemplando como ambos detenían sus retrocesos en una gran duna con la que chocaron, y no pudieron destruir.

Eso está bien, no quiero que se vayan demasiado lejos.

Empleé Sonido para moverme hasta varios metros detrás de los dos Adjuchas en movimiento. Acto seguido me puse firme y extendí mis brazos a los lados con las manos abiertas, igual que un luchador de sumo.

Con un pequeño retroceso gracias al peso de los dos, caché al toro y al gato que se habían creído capaces de derrotarme.

Ilusos.

Pero que lastima, no los aplasté tanto como a Nnoitra. Me hubiera gustado.

Bueno, estos tipos no son tan resistentes como él.

Aunque sin duda causan más daños con sus ataques.

-¿Debería encerrarlos en una barrera o usar Hainawa?- me llevé los dedos a la barbilla para frotarla al pensar en voz alta tras colocar a los dos Adjuchas en el suelo.

Aunque Grimmjow-san hiciera el trato, sinceramente no me sonó demasiado sincero con su promesa.

A lo mejor pensaba que era imposible para ellos dos perder y por eso lo dijo; pero quizás, en caso de que se diese el resultado adverso (Que se dio), falte a su palabra después de despertar.

-Aconsejo que uses la barrera. Te gasta menos energía y puedes hacerlo igual de efectivo- que buena idea.

-Entonces - los señalé extendiendo mi palma hacia ellos, con la mente puesta en concebir una barrera de Kido lo bastante fuerte para no sufrir muchos daños de cualquier ataque de los dos.

Esto es para evitar cualquier agresión repentina a Nell o a mí si se da la posibilidad que apliqué hace un segundo.

Y si llega a darse como antes, me veré en la penosa necesidad de

-¡GAAAAAAA!- un grito de agonía extrema emergió de mi garganta.

Pero el punto de origen del dolor era en mi mano derecha, la misma con la que había señalado a Grimmjow-san y Yylfordt-san.

-¡Midowi!- aunque difícilmente por el dolor enorme, observé que el rostro de Nell había perdido todo su color, quedando como la nieve.

Sus ojos estaban fijos en un punto que no era mi cara.

Siguiendo su línea visual, me encontré con que veía mi mano derecha.

O lo que debería de ser mi mano derecha, pues en ese punto donde el dolor se originaba, solo había una muñeca con un muñón sangrante y con aspecto de no haber sido cortada mi mano; sino que se rompió en pedazos.

Eso porque además de las grietas en mi muñeca, mi mano estaba hecha pedazos en la arena, como si se hubiese desmoronado cual vasija de vidrio, coloreando el blanco de esta con mí sangre.

-¡MIDORI!

Pegué un leve brinco en mi posición como reacción al repentino alzamiento de voz de Silver.

-¿¡Eh!? ¿¡Que sucede!?- no creí que algún enemigo apareciese de sopetón, tengo el radar de reiatsu en pleno funcionamiento, aunque por un momento se cayó debido al dolor y el asombro de ver mi mano así; sin embargo, no percibo una presencia ajena a las cuatro aquí presentes.

-¡Es terrible! ¡Se trata de AoiTenshi!- vociferó en mi cabeza.

-¿Nani? ¿¡AoiTenshi!? ¿Qué pasa con-?-

-Saca tu Zanpakuto y lo entenderás- me cortó las palabras con las suyas.

-¿Eh?- no solo en mi mente, ese pensamiento colmado hasta los bordes de duda extrema se verbalizó entre mis labios- e-está bien- volví a pensar y eché mano (con la izquierda) a mi espada, llamando la atención de Nell.

-¿Midowi? ¿Qué sucede?- ella inclinó la cabeza, aun teniendo ese pálido color que denotaba espanto por lo que había visto.

No le contesté. No pude. Me quedé completamente mudo en el momento que la desenvainé.

Ya entiendo por qué Silver se sobresaltó de esa manera.

Me entraron ganas de pegar un tremendo grito tal como el que él dio, pero pude contenerlo al pensar en que asustaría a Nell más de lo que ya estaba.

Allí, el filo de mi querida compañera se estaba resquebrajando.

Horrible.

Lo que mis ojos contemplan es lo más horrible que alguna vez he visto.

Yo pensaba que solo era un cuento que Silver me contó para asustarme hace años cuando apenas había empezado el entrenamiento Shinigami.

Es decir, pensé que las posibilidades de que esto pasara eran menores a 2%.

Quien lo iba a pensar bueno, nunca fue solo un toca narices profesional.

-La ruptura del vínculo con el alma.

-La ruptura del vínculo con el alma.

Algo que solo ocurre una vez que tu espíritu de Zanpakuto decide romper todo vinculo contigo.

Es extremadamente raro puesto que normalmente los espíritus de Zanpakuto son extremadamente fieles a sus amos, y casi siempre tienen una buena relación con él.

El efecto es instantáneo y muy visible. La Zanpakuto, el símbolo del vinculo entre tu espíritu de Zanpakuto y tu, es la primera en sufrir las consecuencias, como observarán.

Al ser tanto mi cuerpo como mi alma uno solo, mi cuerpo también sufrirá el mismo destino que ella eventualmente.

Así es, me desmoronaré como un edificio y me haré pedazos.

Ya lo estoy haciendo, de hecho, mi mano fue lo primero en irse.

¿Por qué algo como esto tenía que pasar ahora? No es un buen momento, ¿No podía suceder más tarde? Cuando no estuviese ocupado.

Las historias de Silver cuentan, que esta es la forma de muerte más dolorosa posible.

Más doloroso que caer en agua hirviente.

Más doloroso que tu novia te bote por tu peor enemigo.

Más doloroso que una visita de tus suegros cuando tenías planes de Snu-Snu con tu pareja ese día.

Más doloroso que el Síndrome de bolas azules .

Solo con esos cuatro ejemplos, ya se lo deben de imaginar, ¿No?

Como sea, el hecho es que duele una pesadilla. El que sintiese el dolor necesario para hacerme gritar así a pesar de que puedo controlarlo es prueba de ello.

Afortunadamente, como todo gran mal de este mundo (N/A: salvo por el hentay Yaoi, el sida, el cáncer y el reggaetón) ya tiene una cura tan o más potente que sus efectos.

Así es, antes esto no tenía solución y era considerado sinónimo de muerte y dolor inevitables.

Pero es distinto ahora que la cura si existe.

Esta es simple: ir a tu mundo interior a hacerle una visita de larga duración a tu espíritu de Zanpakuto, hablar largo y tendido con él o ella sobre el por qué estaba destruyendo el vinculo, y tratar de resolver el problema.

Vaya.

Me lo imaginé miles de veces, pero nunca pensé que sería de esta forma

-Midori - la voz de Silver sonó en mi cerebro, pero se detuvo y dejó lo que iba a decir a mi imaginación.

-Estoy bien, Silver. Este día llegaría tarde o temprano. Me preparé mentalmente.

-¿Y te preparaste bien?- inquirió.

-¡Pfff! ¡Por supuesto que no! ¿¡Como le voy a hacer para verla a la cara después de semejante encuentro en aquella ocasión!? ¡Estoy que me orino de los nervios!

-Sí, no es de extrañar. Incluso yo me pongo un poco incomodo cada vez que me acuerdo de las tremendas depravaciones de aquel día. Ustedes dos son unos pervertidos completos.

-Te digo que no soy un pervertido.

-Aceptalo de una buena vez, Midori.

No aceptaré nada que no sea cierto, Silver, lo sabes.

-Aceptaste la mentira de esos Arrancars antes.

No la acepté, solo pospuse el pedirles que me dijeran la verdad, pero lo haré eventualmente.

-Espero que sí. Si dejas que tus subordinados te mientan aunque sepas que lo están haciendo, tarde o temprano se acostumbrarán a ello y lo harán más seguido.

Eso ya lo sé, no hace falta decirlo.

Bueno, yo voy entrando.

Veremos qué le pasa a esa señorita.

-Te estaré observando, puedes pedirme un consejo en cualquier momento. Te ayudaré si es necesario.

Gracias, me alivia saber que no estaré solo.

Vamos a ello.

Sentí mi cuerpo cayendo.

La gravedad se hacía presente en los más inalcanzables rincones de mi anatomía, solo para hacerme caer. O eso sentía yo.

Abrí mis parpados, y lo primero que vi fue el cielo azul.

Han sido diez años desde que pisé este sitio.

Aunque caía desde alguna parte del cielo de mi mundo interior, me frené en medio del aire y observé en todas direcciones.

-Fiiiuhh~- silbé- este lugar parece una fotografía de hace una década; todo está igual.

Descartando las grietas que se ven en algunas partes del aire o el horizonte y el que de estas salga luz, nada ha cambiado o se ve fuera de lo normal por aquí.

Ahora bien. ¿Dónde estará esta señorita?

Mi detección de reiatsu está al máximo, pero no la puedo sentir. Y eso que compartimos la misma firma espiritual.

Llevé mis ojos al extremo inferior de mis parpados.

¿Estará abajo?

Entonces los moví a un costado.

¿A la derecha?

A otro costado.

¿A la izquierda?

Hacia el extremo superior.

¿Arriba?

No, no, no. A ella no le gusta volar. Se suele quedar cerca del agua.

Entonces solo quedan las primeras tres opciones.

Tendré que buscarla un poco supongo.

Me preparé para avanzar en el vuelo y empezar un rastreo aéreo, pero mis intenciones fueron frenadas por un inesperado grito bramido más bien.

-*¡CUANDO VA A VENIR ESTE HIJO DE PUTA!*- parecía que el aire gritaba, porque esa injuria hacia la madre que nunca conocí llegaba de todos los ángulos sin un emisor perceptible.

SHUUUSS

Mi pasmo no fue corto al advertir con la vista una gran ola formándose a mi derecha.

-O_O- eso debería ser imposible. Aun con toda esta agua, está demasiado baja como para que una ola de ese tamaño pueda formarse.

Incluso llegó a donde yo estaba, y debemos tomar en cuenta que estoy a más de doscientos metros encima del agua.

Me mojó un poco.

Pero se sintió bien, llevo años sin tocar agua.

Es refrescante.

Pero no me voy a desviar del tema.

Esto no tiene ningún sentido a menos queee

Cuando una realización hizo Click en mi cerebro, me dejé caer en el agua.

-¡Bala de cañón!- ¿Para qué desaprovechar la oportunidad?

Abrasé mis rodillas con mi único brazo y me encogí risueño, olvidándome por un momento del dolor al final de mi muñeca derecha.

SPLASH

Haaaaa nada como un buen chapuzón en agua fría para desestresar los músculos.

Cuando noté que mi trasero y la tierra debajo del agua no habían colisionado, instantáneamente supe que esa realización anterior era verídica.

El nivel del agua subió.

Y al abrir mis ojos para ver qué tanto, casi se me salen de las cuencas.

Subió demasiado.

Veo hacia abajo y solo veo oscuridad.

La profundidad debe de ser tremenda.

Es suficiente para engullir rascacielos enteros, de verdad.

Pero esa profundidad no me asusta.

Los únicos seres que estamos aquí somos AoiTenshi, Ese tipo" y yo.

Y Ese tipo" está aprisionado en la zona más profunda y lejana de mi interior, no tengo que preocuparme por él.

-¡AoiTenshi! ¿¡Donde estas!?- aquí tampoco tenía mi mano derecha, así que solo empleé mi izquierda a modo de altavoz, y vociferé esa duda.

No recibí respuesta.

No debe estar cerca.

Por cierto, desde el día en que obtuve mi Bankai puedo respirar debajo de esta agua, así como hablar. Es por eso que pude dar ese grito tan claramente.

BROOOMMMMMM

¡KUH!

¿Qué pasa?

Toda el agua se está moviendo.

¡WOW! Más de esas grietas brillantes están apareciendo en la zona oscura.

¡Y lo hacen muy rápido!

Debo moverme y encontrar a esa mujer, ¡YA!

-¡SHUNKO!- activé mi habilidad.

Realmente nunca he ido a un lugar con agua muy profunda. Esta es la primera vez, de hecho.

O sea, no tengo mucha práctica en el nado.

Haré lo que pueda, pero no creo poder desplazarme muy rápido, así que activé un Shunko incompleto para compensar y ahorrar fuerzas... por si las moscas.

Ahora bien.

No tengo ni la menor idea de donde esté AoiTenshi, por lo que esto podría tardar.

Sin embargo, al ser este mi mundo interior. Tal vez pueda usar Eso .

Antes lo descarté porque nunca he podido hacerlo correctamente; pero ahora la situación se vuelto diferente. Debo solucionar este problema urgentemente.

Crucé las piernas como si me sentara en el suelo y puse los dedos de mi zurda en la rodilla del mismo lado. Más o menos como en una meditación.

Así mismo, cerré mis ojos.

El volverme uno con mi mundo interior.

Es un método que originalmente se pensó para que los Shinigamis expulsaran Hollows de sus cuerpos en caso de que estos tratasen de poseerlos.

Con él, puedes detectar a todas las entidades que estén en tu interior, sin importar que tan bien se escondan.

Silver pasó años intentando hacerme aprenderlo, pero extrañamente nunca conseguí dominarlo.

Solo lo he conseguido algunas veces, y es cuando estoy bajo inusitada presión.

Este es un buen momento entonces, ya estoy comenzando a sentir dolor por esta ruptura del vínculo con el alma.

Veamos.

Primero debía relajar mi mente.

Lo intenté, pero es bien difícil.

El segundo paso es relajar el cuerpo.

Eso fue más fácil.

Lo tercero y último, poner el reiatsu en el punto medio entre controlado y descontrolado.

Si, esta siempre ha sido la más difícil, y la que siempre me detiene.

Existe una finísima línea entre el control y el descontrol del reiatsu. Colocarse en ella no es fácil en absoluto.

Requiere mucha precisión.

Es lo mismo que arrojar un dardo a un blanco. Debes calcular bien la fuerza a usar para dar en el blanco.

De lo contrario, tu reiatsu se descontrolará completamente por un momento de una forma en que puede hacerle daño a tu cuerpo y alma.

Debo tener cuidado al disparar.

Respiro profundamente.

Exhalo.

Concéntrate.

Prepárate.

.

.

.

.

¡AHORA!

FIUUUUSHHHHHHHHHHHHHHH

¡SI!

Dejé que mi reiatsu fluyera cual corriente furiosa, pero una corriente furiosa que circulaba entre angostos caminos de concreto.

El punto medio entre control descontrol. El descontrol controlado.

Lo sé, lo sé lo que acabo de decir no suena lógico y contradictorio. Pero acabo de dar un ejemplo, como habrán notado. Sí es posible.

Ahora abrí los ojos.

Y por un momento breve, sentí, igual que pocas veces en el pasado, lo que era estar en todos los lugares de mi mundo interior.

El cómo funciona esto no es nada fácil de explicar, pero creo que puedo intentarlo.

Este lugar, así como todos los mundos interiores, sigue unas ciertas normas importantes.

Una de ellas es el control de energía espiritual normal en el cuerpo.

Si la energía espiritual permanece controlada y fluye con tranquilidad, este lugar permanecerá estable. Si se descontrola, este lugar presentará ciertos cambios, algunos más graves que otros.

Pero sigue un patrón.

Esos cambios son para que el mundo interior se adapte y permanezca intacto.

Entonces, ¿Qué pasa con el descontrol controlado?

Es una irregularidad, una irregularidad sin medios para combatirla por parte del mundo interior.

El mundo interior sufre entonces una serie de de Hmmm ¡Rasgaduras! Esa es la palabra más adecuada.

Como si estiraras y contrajeras una bolsa repetidamente. Algo más o menos así ocurre y el lugar se rasga en ciertas partes, lo que conlleva a ciertos efectos aleatorios en la persona dueña de ese mundo interior.

El más común en ellos, pues ocurre un 99% por ciento de las veces, es el sentir cualquier presencia que esté en el mundo interior, incluyendo la del propio usuario.

Más o menos eso pasa espero que se entienda.

No es algo que se pueda hacer muy seguido, pues tendría consecuencias fatales para el que lo haga.

Según Silver, solo puede usarse una vez al mes.

Un tiempo largo considerando para lo que es necesario y el riesgo de que ocurra.

Pero bueno, es por cuestiones de seguridad.

Si el mundo interior llegase a rasgarse en profusión, cosas como descontroles repentinos en el flujo de energía espiritual y rasgaduras en la propia alma tendrían escena.

A la larga o a la corta, eso podría matarme. No hay cura para un alma rasgada después de todo.

Volviendo al tema, hice una revisión de un segundo de todo lo que había por aquí.

Claramente, hallé la ubicación exacta de mi espíritu de Zanpakuto antes de la finalización de esta.

Conociendo el camino ahora, giré mi cuerpo en el agua y con premura impulsé mi cuerpo con una pataleada, o como se diga.

En el camino recto que atravesé, no pude sino ponerme nervioso, puesto que encontré gran cantidad de remolinos en el camino que me dificultaban el avance.

Como en una selva, donde a más entrada más espesa se hacía; los remolinos se volvían más grandes y adquirían mayor succión a más cercanía con mi objetivo.

Probablemente ya haya sentido mi presencia a través del agua.

Pero por el tremendo grito que oí hace no mucho, pensé que lo que quería era que me dirigiera donde ella.

Se me ocurren dos razones:

La primera: esto no está bajo su control y es una reacción de mi mundo interior a su furia (Por extraño que parezca, mi mundo interior no solo reacciona a mí, sino también a ella. No sé el porqué).

La segunda: sí lo controla y simplemente quiere desquitarse conmigo porque nunca vine a verla después de Aquello haciéndome daño con estos remolinos.

Conociéndola segurísimo que es la segunda.

Y si quisiese, yo no podría llegar a su lugar de ninguna forma.

Pero veo muchas aperturas mínimas por donde puedo escurrirme y recibir solo daños leves en mi cuerpo.

Intuyo, o más bien, predigo, que esta visita la voy a recordar como una mala experiencia.

Enserio.

-Ok- me troné el cuello y agité mis hombros y piernas.

Hora de apretar el trasero y los dientes lo que se vienen son vistas rojas por el dolor.

Cerré mis puños y encaminé mi percepción en aquellas diminutas vías a mi objetivo.

-¡Allá voy!-

¡CHINGADA MADRE!

¡ESA MALDITA ZORRA DE CUARTA ME LAS PAGARÁ POR ESTO!

Después de lo que debió ser media hora de infierno, conseguí atravesar esos condenados remolinos y llegar a un lugar donde el agua estaba a nivel bajo. El suficiente para alcanzar mis muslos, pero era bajo en comparación a afuera.

Como yo lo veo, esos remolinos parecen una frontera o un muro. Literalmente son la división entre la paz y el salvajismo.

Pfff ¿Y por qué estoy narrando esto?

Cada segundo que paso en ello, es un segundo en que esa perra de AoiTenshi no me está suplicando clemencia por el tremendo martirio que la voy a hacer pasar cuando la encuentre.

Diez mil nalgadas bien dadas en el trasero seguro le enseñaran.

Soy un ser tolerante hasta cierto punto, y ella lo rebasó hace rato.

Ahora mismo no solo el brazo que estaba en destrucción, sino también mi pierna izquierda y una de mis orejas se fueron al demonio con ese Bonito trayecto de hace poco.

Calculé mal los daños ¡LOS CALCULÉ DEMASIADO MAL!

Y lo peor es que no pude sacar ni mi Shikai o Bankai. Cuando lo intenté en momentos precedentes, mi nariz chocó con que están bloqueados por ahora.

Todo lo que falta es que ella opte por atacarme. Si lo hace será complicado ganar, ella y yo estamos muy pares.

Como pude, me levanté del piso y me paré con una sola pierna, pues estaba acostado pecho tierra.

El agua es refrescante, pero esto es un fastidio.

Por lo menos me estoy regenerando, pero tendré que saltar en un solo pie por un rato. Tengo que ahorrar energías por si las moscas, y regenerarme lentamente consume menos que la regeneración rápida.

Comencé a avanzar dando saltos como si jugase a la rayuela, solo que sin las rayas en el piso y la diversión.

Veamos, si sigo hacia adelante sin cambiar mi dirección encontraré a AoiTenshi, pero ella está molesta; no sería buena idea ir de frente por el riesgo de agresión. Debo encontrar una forma de inmovilizarla sin que pueda evitarlo, pero el sigilo aquí no sirve contra ella.

Necesito un plan.

-Nop, no lo necesitas.

¡Silver! ¿Qué sucedió que no te habías comunicado conmigo antes? Necesitaba alguna sugerencia hace rato.

-Estaba ocupado viendo como tenias que parir para pasar esos remolinos. Créeme que fue divertido.

Qué vergüenza el creerme que en verdad ayudaría si lo necesitaba

¡Cabron infeliz! Eres un sádico asqueroso.

-Un sádico es aquel que obtiene placer de causar sufrimiento a otros. Yo obtengo placer de causarte sufrimiento a ti y a nadie más. No creo ser un sádico, simplemente me gusta verte joderte para conseguir algo.

Es la misma mierda ¡LA MISMA!

-No, no lo es.

¡Si lo es!

-No lo es te digo-

¡Si lo es te digo a ti!

-Bueno, cambiando de tema- esas palabras para mí, significan que me das la razón, ¡JA!- La señorita a la que no parabas de calumniar en tu corazón hace poco está adelante, sabe que llegaste aquí y está en medio de una rabieta por saber que no te hizo más daño.

Vaya, que noticias tan perturbadoras.

Parece que si quería hacerme todo el daño posible.

Creo que, si lo pienso un poco, no es algo sorpresivo. Somos tan parecidos, y probablemente yo haría lo mismo.

Bueno no lo mismo. Un poco menos pero le dolería mucho.

-Si vas de frente no creo que te pase nada, está muy ocupada calumniándote para centrarse en ello. Simplemente mide lo que vayas a decir. Con calma y tacto para que no intente mandarte un Tsunami.

Pfff ¿Calma y tacto? Silver, yo soy tan tranquilo como un monje Shaolin y tengo el cuidado de un cirujano experimentado. Puedo hacerlo.

-Hmp, sobre todo eso- ese sarcasmo que detecto no me gusta, Silver- Solo no lo arruines. Recuerda lo que John te enseñó en Aquel entrenamiento: El corazón de una mujer es tempestuoso, cuídate mucho cuando trates con él

Al hacer énfasis en Aquel descompuse mi cara en una expresión incomoda.

Se refiere al entrenamiento ese al que John nos sometió a Zack y a mí contra nuestra voluntad.

Que recuerdos me llegan.

En su momento no le vi utilidad, pero hace años comprobé que había sido muy práctico.

Muy, muy práctico.

-Ya deja de pensar en cochinadas y camina. Tu pierna ya está bien.

Tranqui, Silver. Déjame disfrutar mis buenos recuerdos.

Tal y como dijo el voyeur este, mi pierna se regeneró por completo, permitiéndome volver a retomar un andar común.

Qué bueno, no es fácil andar saltando con toda esta agua.

Mi oreja también volvió, que bien.

Por al menos quince minutos permanecí hiendo hacia adelante con resultados infructíferos en mi búsqueda. Pero al minuto dieciséis, a mi visión entró algo.

Un punto a la lejanía del que podía sentir emanar mi propia firma espiritual.

Es ella.

Afirmé eso en mi mente al parpadeo de que una sonrisa vengativa se dibujara en mi semblante.

Mi brazo está totalmente destruido ya. Me causa un tremendo dolor.

Dolor iniciado por esta señorita.

Ella y yo somos prácticamente idénticos, debería comprender mis sentimientos mejor que nadie y aun así.

Podría aguantar que me escupiera insultos y me dijera hasta de que me voy a morir.

Podría aguantar que me diera una patada en la entrepierna sin contenerse.

Y podría aguantar que me dijera todo tipo de cosas desagradables que toquen mis puntos sensibles.

Pero esto esto es pasarse tres universos.

Sin consideración o remordimiento, caminé con paso firme y manos empuñadas a donde mi espíritu de Zanpakuto.

El agua estaba algo agitada en su circunferencia, pero le resté importancia y avancé a través de esta sin mayores problemas.

Esto no es nada al lado de esos remolinos.

Al fin, me paré a un metro a espaldas de ella.

Y estando allí, noté que se encontraba soltando murmullos inaudibles a más distancia con un tono que parecía estar libre de todo sentimiento.

-*Jodido cobarde. ¿Qué hace que no muestra su purulento trasero aquí?*

¿Eing?

¿Acaso no me ha notado?

Raro considerando que puede sentir a quien entre aquí solo por el agua.

¿Estará tan concentrada en otra cosa que no puede?

Solo se me ocurre eso.

-*Menudo puerco embustero es. Viene aquí un día cualquiera, me dice palabras bonitas como Te deseo y Necesito estar dentro de ti con un rostro de niño tímido, y cuando decido aceptar, ¡PUM! Se larga por décadas y ni me envía un mensaje con el otro idiota.*

Hmm, creo que por Otro idiota habla de Silver.

Es el único que sé que le enviaría un mensaje de mi parte. Es decir, es el único habitante sociable de mi interior aparte de ella.

No contuve un fruncimiento de cejas y labios por oír que ella fue la que aceptó acostarse conmigo, si mal no recuerdo, fue ella la que dijo Te deseo y Te necesito dentro de mi con una cara provocativa, además de que yo fui quien dio un sí sin dudar.

-*Ojala y se aparezca pronto. La próxima vez que lo vea, le romperé el pene con mis propias manos y le meteré una lanza de hielo por el orto.*

Glup

Ok, esa amenaza si me asustó.

Incluso más de lo que ya estoy viéndola con la mirada gacha y un aura oscura rodeándola.

Me dan ganas de retroceder, pero debo ser firme. Si no arreglo esto, me muero.

Además sí que tengo que disculparme.

-*¿Cómo se atreve ese merluzo a tratarme como una puta gratis y dejarme aquí, con la única compañía de ese animal salvaje y las visitas ocasionales del imbécil de Silver? John, debiste educarlo mejor sobre los sentimientos de una dama.*

Me dieron ganas de decirle algo, pero sinceramente, no puedo sino aguantarme. Tiene mucha razón en estar tan furiosa, aunque en realidad no la vi como lo que dijo. La dejé en manos de esos dos todo este tiempo.

Sin embargo, hace poco Silver mencionó que John SÍ me enseñó acerca de eso último que mencionó. No me gustó eso que dijo y momentito.

¿Qué dijo de Sil ?

-*¿Cómo se atreve a llamarse a si mismo hombre? Si ni siquiera puede venir a hablar con la mujer con la que se acostó por primera vez solo por vergüenza, no es más que un maldito cobarde.*

¡Hey! Cobarde me suena feo, inseguro y temeroso está mejor.

Además, ¿No que ella tampoco podía verme por la vergüenza?

-*Enserio. ¿Qué clase de hombre se pone a esperar que una mujer lo llame para hablar solo porque está muy avergonzado para ir por su cuenta? Yo también estaba abochornada; pero si es un hombre, debería de dar el primer paso.*

Kuh.

No me culpes. Siempre creí que, con el tiempo, tú serías quien me llamara para hablar de lo que pasó (Y en el mejor de los casos repetir); pero nunca lo hiciste. Yo tenía vergüenza, sí. ¿Actué como un miedoso? Sin duda, pero no puedo hacer nada al respecto ya.

Tsk, ¿A quién quiero engañar?

En efecto, soy un gusano cobarde.

¿Me merezco sus insultos? sin duda.

¿Me merezco sus agresiones? sin duda.

¿Me merezco que haya roto el nexo entre nosotros? sin duda.

Enserio hago parecer que la traté como si no me importara en lo más mínimo, y eso me hace apretar los puños y dientes en desprecio por mí mismo, mientras agacho la mirada por vergüenza propia.

-*Y ahora encima, el muy puerco anda de asaltacunas con esa mocosa de pelo verde.*

¿Arch?

-*Es un desgraciado. Me tiene a mí, una belleza con una magnifica figura y anda prometiendo matrimonios a una niña más plana que un papel.*

¡Oye, un segundito! ¡Tú ya deberías de saber que solo era una mentirilla blanca que inicié para responder a una pregunta! ¡No tengo pensado casarme con ella o entablar alguna clase de relación de esa índole! (N/A: veamos si sigues diciendo eso en un rato, ingenuo) ¿¡Por qué sacas algo así!?

-*Es un condenado enfermo. Solo falta que se vaya también con la enana rubia que estaba con el arrancar alto ese. Si lo hace, Silver podrá llamarlo pederasta sin temor a equivocarse. Ashh, ese animal se acostaría con otro animal siempre y cuando tenga un agujero por donde meterlo.*

¿¡WHAT!?

¡Para el carro! ¡Solo páralo por un momentito de tamaño foca! ¡Tus calumnias ya se están pasando de tono! ¡Tengo decencia y tú lo sabes! ¡Solo estas furiosa y dices cualquier cosa para insultarme!

-*Algún día, seguramente acabará en una cama con otro hombre. Siendo él el pasivo.*

¡Ahora sí!

PLAF

No me contuve. Con el rostro rojo de la ira por esa infausta afirmación, le solté una tremenda y altisonante nalgada en el glúteo derecho.

-*¡Kya!*- sacó un lindo grito por esa boca sucia, a la vez que pegaba un brinco por la sorpresa y el dolor del golpe.

Por ese brinquillo, cayó de cara al agua y se mantuvo sumergida por un momento, sacando la cabeza después y viendo para todos lados, como si no supiera donde estaba.

-Aquí- le dije con voz tosca y la frente muy arrugada.

Se volteó tan pronto oyó mi voz señalando mi posición y me observó con los ojos bien abiertos.

No perdió el tiempo en ponerse de pie y acomodar su sombrero, que casi se le caía, con ambas manos.

-*F-Fufufufufu V-Valla, pero si es Midori*- no desaproveché la ligera pausa que hizo y le lancé palabras con tanta amabilidad y tacto como pude, siguiendo el consejo de Silver.

-¡Nada de Fufufufufu, Valla, pero si es Midori ! ¡Esa actuación barata de Ojou-sama dejó de funcionar hace años! ¡Se bien que tú tienes de señorita lo que yo de enano!- Pfff A ver, ¿Enserio creen que lo voy a hacer?

Le solté esa exclamación con fuerza desmedida en mi tono, haciendo una mala imitación de su voz al principio de mi oración.

-¡Escúchame bien, maldita zorra! ¡Te tolero los insultos y que afirmes que soy un enfermo! ¡Pero NUNCA el que digas que me acostaré con un hombre algún día! ¡Antes me lo corto y me suicido!- le encaré esa realidad irrefutable.

El solo pensar lo contrario me da asco.

Y cuando vi que trataba de abrir la boca para articular algo, decidí adelantarme con más ahínco que antes.

-¡Y aparte de eso! ¡ Tiene que dar el primer paso y venir a verme el mismo porque es un hombre" no es más que una pendejada nacida de las ideologías de género! ¡No te excuses en una estupidez como esa para no decir que tenías tanto miedo como yo! ¡Silver me lo contó todo! Por si no lo sabías.

De todas las cosas que dijo antes, esa es la única en la cual soy firme en no consentir.

-Tch - tras provocar con su lengua ese ruidillo, desvió la mirada con un gesto amargo- ese chivato.

Parece que no lo sabía, ¿Eh?

Ella me miró, dejando atrás todo rastro del semblante de señorita que suele mostrar a la primera.

Ahora sin duda, parecía el rostro de una mujer casada y malhumorada.

Inhalé una gran bocanada de aire y volví a exclamar.

-¡Por ultimo!- alcé un dedo, con el cual la señalé posteriormente- ¡Nunca vuelvas a decir que soy un pedófilo!

Mi reclamo final y el arrebato de ira con el cual lo expresé fueron bastante claros.

Lo mencioné antes, soy sensible con ciertos insultos.

Pedófilo es una de las peores formas en que pueden llamarme. Soy decente.

Suspiré.

Me siento un poco mejor.

Decidí callarme allí, puesto que no había nada más con lo que pudiera defenderme.

Ella me veía fijamente.

-Bueno, ¿Te vas a quedar viéndome como si vieses un cuadro de picazo o dirás alg-?

PAM

-*No toques mi trasero sin permiso otra vez, ¡Hmp!*

Esta perra.

Me dio una patada en el estómago que me hiso ponerme de rodillas y ahora me dice eso.

Si cuando ocurrió ese encuentro hace diez años ella me dijo que podía tocar su trasero cuando quisiera.

-*Deberías avergonzarte, ¿Sabes?*

-¿Qu-?

POW

-*No hables sin mi permiso*

Como yo me estaba levantando mientras hablaba, volvió a patearme, esta vez en la cara, haciendo que cayera de espaldas nuevamente.

-*No te presentas en diez años tras arrebatarme mi pureza, no te comunicas de ninguna forma conmigo, te apareces tocando mi cuerpo sin autorización y encima te andas quejando de las verdades que digo sobre ti. Mi padre tenía razón, nunca debí elegirte*- caminando hasta plantarse en mis narices, soltó media estupidez y con la última oración se tapó la boca y me miró como si viese estiércol.

-¿De qué hablas? Nunca tuviste padre.

-*Pero tú sí, y estoy segura de que me hubiera dicho que no me fuera con un desperdicio como tú de haber sido yo su hija*- ¿Qué cosas dice esta mujer?

-Lo que dices no tiene ni pies ni cabeza- señalé.

-*Son invisibles a los ojos de un idiota sin corazón*- levantó su pié, parece que busca pisotearme el rostro.

-¿Sin corazón? ¡Mira tú grandísima cer-!

PAM

-*No me grites, bastardo*

Rodé en reversa por lo menos diez metros luego de que su suela marcara mi fisonomía.

Creo que se me torció ligeramente la nariz y tengo un sabor a hierro en la boca.

Un aura intimidante y hostil se me acercaba lentamente.

La atmósfera se sentía muy pesada y opresiva.

Sus pasos en mis oídos sonaban como claros golpes de tambor... aunque en realidad solo era el ruido del agua siendo pisada

Cuando por fin llegó a mí, su aura alcanzó niveles inhóspitos.

Levantó su pié nuevamente y lo apuntó a mi estómago, que al estar yo boca arriba se mostraba indefenso y al descubierto.

Su suela descendió una vez más al tiempo que exclamaba.

-*¡Arrepiéntete de tus ofen-!*

PAM

Soy un hombre paciente.

Soy gentil.

Soy de lo más buena onda cuando estoy de buen humor.

Pero estando de mal humor... están mejor bien lejos de mí.

Durante la última frase de esta perra, rodé a un lado evitando ser pisado, y en nada, me erguí apretando mi zurda y haciendo que despegue hacia el cielo en una arremetida vertiginosa.

-*¡OOOWWWWW!*- mi puño se encargó de cortar lo último de su frase al incrustarse en su quijada y mandarla a caer de trasero a unos metros de distancia- *¡Mi-Midori! ¡Acabas de golpear a una mujer! ¿¡Acaso John no te dijo que un caballero nunca debía de hacer eso!?*- ella dijo tocándose la mandíbula con los dedos y pequeñas lagrimas en sus comisuras visuales.

¿Y tienes el descaro de quejarte?

Sus palabras masacraron el ambiente tenso y peligroso para mi persona.

-No metas a John en esto, perra- mascullé, casi escupiendo y frotándome los nudillos del puño que había usado. Tiene la cara dura- Y no me vengas con esas monsergas, odio que las mujeres abusen de nosotros los hombres pero que se echen para atrás cuando tratamos de defendernos, y más aún, que tengan el descaro de usar esas ideas nacidas del sexismo para escudarse.

Gracias por contarme esas cosas, Silver, si alguien no hace algo pronto, las mujeres seguirán abusando de sus privilegios y de los pobres hombres que intentan hacerlas felices.

-*¡N-No es cier ¡*

-Ojojo, ¡Si que es cierto! Es lo que más me enferma de las mujeres. Golpearnos, insultarnos y exigir igualdad y respeto, pero valiéndose de los privilegios que se les dan para salvarse de las consecuencias- dije con la mirada más afilada que una espada-No pienso dejar que abuses de mí como se te dé la gana.

El aire cómico perdió su lugar, siendo este recuperado por el ambiente pesado de antes.

La diferencia era que esta vez el emisor soy yo.

-*¿Que vas a hacer?*- ella también regresó a expeler un aura amenazante, con los mismos ojos que tengo yo ahora.

-Pensaba hablar contigo y disculparme apropiadamente por no venir a verte en tanto tiempo cuando llegué, pero, ¿Sabes? Cambié de opinión. ¡Te voy a hacer pasar un infierno por todo el dolor que tuve que aguantar para llegar hasta aquí!

-*¡Ven a intentarlo, maldito pedófilo!*

-¡Te arrancaré esa lengua, bruja ordinaria!

Ambos adoptamos posiciones de combate.

Pero sin que ninguno se lo esperara.

-Ay, una pelea de enamorados, que lindo~.

-¡Silver!/*¡Silver!*- tanto AoiTenshi como yo gritamos a la repentina aparición de la voz de mi maestro.

Y de golpe, para mayor sorpresa de ambos que incluso rompimos nuestras posturas belicosas, apareció con todo y cuerpo cerca de nosotros.

-Hola- nos saludó con la mano y una sonrisa.

Me acerqué a él por reflejo, caminando rápidamente.

-Silver, ¿Qué haces aquí?- inquirí, muy intrigado.

-Vine a ayudar con la escena. El autor anda corto de inspiración y se lo está currando para escribir esto ahora mismo- el suspiró, sonando llena de pesadez su exhalación- Ese flojo. De haber planificado mejor esta parte no estaría pasando esto; pero no, tenía que irse a ver anime- su voz rebozaba de ironía- Como sea, me ha enviado a asegurarme de que esta escena prosiga hasta alcanzar el fin que desea.

-*¿El autor?*- AoiTenshi se acercó también, olvidando completamente su hostilidad por la presencia de Silver- *¿Qué es lo que quiere que pase aquí exactamente?*

Él la miró, y después a mí.

-Ese tipo ya está cansado de esperar y andarse con rodeos para alargar la cosa y darle profundidad a las escenas y diálogos. Lleva años haciéndolo y no ha llegado a la parte que busca aún- cerró los ojos por un momento- su petición fue clara: Que lleguen a Eso

Eso

Con Eso , ¿No se estará refiriendo a ?

AoiTenshi, como si hubiésemos compartido el mismo pensamiento, nos miramos con desagrado.

-Es tal y como piensan. El autor quiere escribir el Lemon y el romance de una buena vez. Por eso y por la falta de inspiración este capitulo y las peleas le salieron forzadas. Quiere sacarse ese peso de encima y ponerle el toque romántico que corresponde a esta historia- nos explicó Silver, risueño.

-*Ni de broma lo haré*.

-No pienso dejar que ella me toque.

Nos dimos la espalda el uno al otro.

-*No hasta que me pida disculpas de rodillas.*

-No hasta que ella deshaga la ruptura de vínculo y me bese los pies como disculpa por todo lo que pasé para estar aquí- eso lo dije contemplando detenidamente mi hombro, frunciendo el entrecejo y los labios por el dolor que no hacía sino aumentar.

-Hmp es curioso que digan eso cuando la última vez no dudaron en hacerlo como unos animales.

-¡Cierra la boca, sucio voyeur!/*¡Cierra la boca, sucio voyeur!*- gritamos al unísono.

-Pff Jajajajajaja- se carcajeó, sujetándose el estomago- bueno, bueno. El autor me dijo que esto pasaría seguro, así que me dio instrucciones claras sobre cómo manejar la situación.

- - con mudez total, lo observamos con fijeza y expectación.

- Has lo que debas hacer, siempre y cuando funcione eso dijo.

Ante la sonrisa siniestra que dibujó, mis venas se congelaron.

Creo que AoiTenshi también está asustada. Tiembla como si convulsionase.

-¡En otras palabras!- dio un salto y se quedó flotando en el aire, sentado con las piernas entrecruzadas- ¡Felicidades! ¡Se acaban de ganar una consulta gratuita con el carismático terapeuta de parejas, el Dr. Silver!- dando un solo aplauso con sus manos, alegre y fogoso como un niño entusiasmado por la llegada de la navidad- ahora, ¿Iniciamos esta sesión, chicos?- nos preguntó.

Sin pensármelo ni dos segundos, me giré hacia él y me paré firme.

Ella hizo exactamente lo mismo.

Cual soldados rasos ante un comandante, estábamos tensos a más no poder.

No porque quisiéramos, lo hicimos porque ambos sabemos que de lo contrario nos obligará a hacerlo, lo más probable es que con intimidación

-¡Me gusta su entusiasmo!- se palmeó las rodillas- ahora, seré breve: ustedes dos son unos completos idiotas.

Hmmp, eso lo esperaba.

Seguramente va a empezar a decir cosas como, "No deben pelearse por algo tan minúsculo, no es como si tu hubieras quedado embarazada y tu hubieras huido de la responsabilidad" o "Ninguno de los dos tiene derecho a molestarse con el otro, ambos estaban igual de aterrados, y tu, AoiTenshi, pudiste tratar de comunicarte con Midori también. No es solo culpa de él. Dejen esta discusión estúpida de una vez y resuelvan las cosas como adultos".

Deberían de haber visto mi cara cuando no dijo nada de eso, sino más bien:

-¿Pelearse por algo tan ridículo como falta de comunicación o agresiones menores cuando han pensado y dicho cosas peores del otro en estos diez años? Pfff... Por favor.

-¡...!

-*¡...!*

¿Qué dijo?

-¡Oh!, es cierto, no saben nada- sonrió de manera más siniestra que antes.

Miró a AoiTenshi sin perder dicha sonrisa.

-Hey, Aoi, ¿Sabías que una vez Midori me dijo que si llegaban a volver a tener sexo, procuraría besarte lo menos posible porque la boca te sabe a cloaca tapada?

¿¡QUE ESTAS DICIENDOOOOOOOOOOO!?

-*¿¡Naniiii!?*- su reacción no fue para menos. Llegó sin demora y muy violenta.

Exclamando a los cuatro vientos, me miró con ojos más abiertos que el más extremo ejemplo.

-*¡Me dijiste que te gustaba el sabor de mi lengua!*- me reclamó con lagrimitas en sus comisuras oculares.

Palidecí.

Miré a Silver con ira.

Y grité.

-¡Dijiste que nunca le contarías!

-*¿¡Entonces es ciertoooooo!?*- apretó mucho los dientes.

-N-No me mires así. Solo te mentí porque no quería herirte.

-¿Enserio? Pensé que habías dicho que lo hiciste para que no se negara a repetir la próxima vez que se encontraran- ¡Kuhh! ¡Cierra la boca rayos! ¡AoiTenshi me mira peor que antes ahora!

-Ha, pero AoiTenshi tampoco es que pueda estar molesta por eso, después de todo, hace cinco años ella me dijo que nunca más volvería a probar tu pene por el horrible sabor que tenía.

Rodé mis orbes a su rostro, estando estos abiertos como pelotas de tenis.

-*¿¡Eh!? ¡Dijiste que lo mantendrías en secreto! ¡Lo prometiste!*

-No prometí nada, simplemente dije que no lo diría bajo cualquier circunstancia. Esta circunstancia en la que te encuentras por la ruptura del vinculo no es una "Cualquiera" ¿Sabes?

-*¡Tuuuuuu!*

-U-Un momento. AoiTenshi, ¿De verdad dijiste eso?

Le pregunté, sin relajar en lo más mínimo mis párpados.

Si cuando me hizo aquella felación había dicho que estaba delicioso.

-*Je... Jeje... Je*- evitó mi mirada con nervios y la cara sudorosa.

-¡Así que es cierto!

-Ay, pero no te enojes, Midori- mi maestro pasó el brazo por detrás de mi cabeza, hablando con tranquilidad- Aoi mintió, pero lo hizo con buenas intenciones. Ese día también me dijo que te mintió para proteger el diminuto y frágil orgullo que tenías por tus partes. No quería que te pusieras depresivo si te decía la verdad.

-*¡O-Oye! ¡Deja de contarle eso!*- miré a la persona que había sido responsable de que en ese momento uno de mis agradables recuerdos de aquélla vez existiese, pero que resultó ser solo un teatro por compasión.

-Entonces es verdad- susurré con voz apagada.

Fue allí que me di cuenta de algo.

-Un momento- enfoqué a mi maestro- ¿No me habías dicho que no la habías vuelto a ver desde aquel día? ¿Cómo es eso de que hablaron hace cinco años?

Además de eso, recordé que en un momento, antes de que mi altercado verbal con AoiTenshi iniciara, ella había dicho que Silver la visitaba ocasionalmente.

Lo reflexione por un momento entonces, pero ella habló e interrumpió mi mente.

-Oh, ¿Eso?- hizo el signo de paz a la par que sonreía- Lo siento, te mentí.

-¿¡Ahhhhhh!? ¿¡Mentiste!? ¿¡Con algo tan importante!?

-Yep- con tranquilidad, se llevó las manos detrás de la cabeza, como si no le importara- ¿Que te digo? Esperaba que esta situación llegase a ocurrir y sabía que si te decía la verdad me preguntarías por ella. Quise guardarme toda la información para este momento. Fue una acción para aumentar el grado de rabia que tendrías ahora mismo.

-¡Eres un capullo de mierda!- rugí, deseando tener la fuerza para darle un paliza al imbécil que tengo por maestro.

Este maldito hace lo que quiere, de verdad.

-*Un momento, ¡Yo no sabía que le dijiste eso! ¿¡Cómo fue que no lo supe!?*- sus palabras me llamaron la curiosidad. Como lo de que no la había visitado, supuse que eso de que se había cerrado también lo fue, pero dijo eso.

-¡Ja! ¿¡Acaso crees que no puedo engañar tu conexión con Midori!? ¿¡Olvidas quien soy!?- este idiota, inflando el pecho como un pavorreal, es tan repudiable.

-¿La engañaste? ¿¡Cuantas veces lo hiciste, Silver!?- le pregunté, exaltándome por esa revelación. No sería raro que lo hubiera hecho en más de una ocasión.

El hijo de perra que recibió la pregunta no me devolvió ninguna respuesta verbal. Pasó de mi hombro, al hombro de AoiTenshi.

Susurró allí, con una voz lo bastante diminuta para escapar de mi rango de audibilidad, palabras que en unos segundos convirtieron las facciones finas de mi espíritu de Zanpakuto en lo más parecido a las grotescas y furibundas de un ogro.

¿Qué fue lo que le dijo?

-*¿¡COMO UNA HERMANA!?*

-¡...!- ¡Enserio! ¿¡Que fue lo que le dijo!?

Su presión espiritual sale como un orgasmo luego de décadas de castidad.

Creo que eso me lo confirma: la engañó en más de una ocasión.

-Uyuyuy, se enojó ~- ¡Por tu culpa, infeliz!

Y regresó a mi hombro el muy maldito. Enserio, desearía tener la fuerza para apalearlo.

Como con AoiTenshi, me susurró algo.

-¿Sabías que AoiTenshi una vez me dijo que la canción de cumpleaños que le hiciste a John era lo más ridículo que habías hecho en tu vida?

-...-

¿La canción?

¿Esa magnífica canción de cumpleaños que le canté a John un año después de conocerlo?

¿La canción por la que John incluso me abrazó mientras lloraba?

¿Esta perra se atrevió a ridiculizar mi obra de arte?

Al mismo tiempo que pensaba, apretaba el puño.

A la vez que apretaba el puño, presionaba mis dientes.

A la par que presionaba mis dientes, mi propia presión espiritual dio un paso al frente en esta escena, alcanzando en segundos la de AoiTenshi.

Le devolví la mirada de muerte que me daba.

-¿¡TU QUE VAS A SABER DE MUSICA!? (N/A: Si los motivos para que se enfurecieran fueron demasiado ridículos, lo lamento. Como dijo Sliver, me estoy esforzando para escribir esta escena).

-Ay no, creo que dije algo que no debía- este desgraciado ocultó una sonrisa burlona detrás de su mano.

Pero a la mierda con él.

Ahora mismo, tanto mis células como mis fibras musculares, mi mente y mis emociones, mi alma y sentidos estaban centradas en una única cosa.

Desquitarse por semejante ofensa.

NADIE habla mal de algo que hizo feliz a John en mi presencia... Especialmente cuando ese algo vino de mí.

-¿¡COMO TE ATREVES!?

Como un toro encolerizado, la embestí con todas mis fuerzas, tan rápido que no pudo reaccionar del todo.

Lo único que pudo hacer fue tratar de pararme con sus manos, pero aun así, mi hombro fue demasiado para ella y sufrió un grave retroceso.

- Bueno, eso fue todo por mi parte- levantándose en el aire, Silver dijo. De pronto, puso sus manos alrededor de su boca a modo de altavoz- ¡Autor, prepara las palomitas y el micrófono, la primera parte del plan fue un éxito!- finiquitando ese grito al cielo, desapareció de aquí.

Otra vez, AoiTenshi y yo quedamos solos.

(N/A: he estado esperando por años a decir esto y por fin ha llegado el momento. Señoras y señores que leen esto, prepárense en donde estén, tomen palomitas, enciendan la música para ambientar, porqueeee [Redoble de tambor] ¡ALERTA LEMON!)

(Pov General)

Tan pronto vio que quien había tacleado con un ímpetu bestial se recuperó y frenó su retroceso a pocos metros de una de las grandes paredes remolinescas que circundaban ese territorio pacifico, el semejante a un gato de ojos verdes separó las piernas y puso su brazo en vigilia, gestionando sus sentidos audiovisuales entre lo que su campo visual tocaba y lo que se pudiera escabullir entre lo que fuera a suceder a continuación. Se mordió el labio tras darse cuenta de las monumentales aperturas en su guardia cortesía de su actual estado discapacitado.

Maldijo por lo bajo a aquella mujer por provocarle semejante desventaja.

Esta misma seguía con sus brazos en una fuerte posición defensiva, levantó la vista hasta chocar sus ojos con los del hombre que se mostraba en preparación y disposición impertérrita a arremeter una vez más.

Forzó a su cuerpo a moverse como una bala cuando sus intenciones pasaron a la acción en nueva ocasión, solo que esta vez con la intención de plantar una furiosa patada en donde habría sido su vientre.

Gritando con un ímpetu discordante con su aspecto, AoiTenshi se movió en lo que dura un flash hasta el costado derecho de Midori.

Pow

Y era un hecho el que le habría pulverizado una costilla si no hubiese bloqueado su pié a tiempo con su rodilla.

-¡Te estás poniendo lenta! ¿¡Engordaste!?- gritó su portador, redirigiendo aquella patada a un costado con un rápido desvió de su pierna.

Ella no dijo nada. En ausencia de las palabras, su puño derecho habló por ella.

Midori evadió fácilmente el puño que iba raudo y sin desvíos a su nariz moviendo un poco su cabeza y le devolvió el movimiento a ella con la mira en su boca, zafándose del impacto igualmente.

Se alejaron del otro de un brinco y recuperaron sus posturas conflictivas.

Pero estando a poco de una precipitación novedosa sobre el contrario, un sonido llamativo resonó en el lugar.

DING DING DING DING

El sonido de una campaña de lucha.

-¡Perdón por hacerlos esperar apreciado público! ¡Aquí está su querido comentarista, el rey del Vacío, o sea Yo, hablándoles desde el interior de la espada azul! ¡El autor me ha encomendado el importante deber de animar esta lucha, y seguir colaborando para que llegue a la tan anhelada "Zukulencia", así queeee!

Se escuchó un redoble de tambores al final de la voz de Silver, la cual tenía su origen en cada punto y subpunto cardinal, sonando amplificada por altavoces.

Aquellos que combatían tenían el laberinto del Tártaro pintado en la cara.

-¡En esta esquina, con un miembro de ni más ni menos que 25 centímetros de largo! ¡Un masajista sensual profesional! ¡Un stripper sin igual en toda la creación! ¡Con un carisma y sex appel capaz de enamorar niñas y humedecer viejas...¡ ¡El gran pervertido! ¡El fanático del paizuri y las chicas monstruo! ¡El único e inigualable, Midori Sabitsura!

Aplausos y silbidos inundaron el aire, saliendo de debajo de las piedras, pero si un emisor aparente.

El presentado tenía un sonrojo que era un rival digno de los tomates maduros y un rostro más descompuesto que un televisor de cien años.

No era el único. En un grado menos visible, su contrincante poseía un rubor fuertemente afianzado a su cara, provocado, más que por las palabras del rey del Vacio, por ciertas escenas que corrieron por su cabeza desde la primera descripción.

Pero estas terminaron (Contra los deseos de AoiTenshi) por el regreso de la verbalización enérgica del comentarista.

-¡Y del otro lado, tenemos a la mujer que no puede controlar sus depravadas imaginaciones en ningún momento del día, semana, mes o año¡ ¡Agraciada con pechos copa D, aptos para una buena paja rusa, una cintura de avispa que siempre está tentando a Midori a montarla por 72 horas seguidas y un trasero redondo como un balón que de solo verlo dan ganas de nalguearla¡ ¡La mujer que puede hacer que te vengas con tan solo cinco cabalgadas! ¡Maestra del antiguo arte de estimular con la boca y los pechos las zonas erógenas! ¡Provocadora de erecciones por excelencia y dueña de una vagina que se calienta y empapa de nada¡ ¡La depravada sexual más grande de todos los tiempos, AoiTenshi!

-*¡Hijo de las mil y un putas!*- ahora sí, el sonrojo de AoiTenshi se volvió digno de un cuadro de diez billones. Ni las cerezas, manzanas o tomates vieron alguna vez un rojo como el que exhibía su cara ahora.

A diferencia del hombre con el que su existencia estaba aneja, ella expresó a viva voz su disgusto, vergüenza e ira contra el ser que soltó esa cantidad de vulgaridades a pesar de proclamarse como una divinidad.

Los aplausos y silbidos fantasmas no se hicieron esperar, resonando en los oídos de los peleadores.

-Una pelea encarnizada entre dos individuos que, aparte de ser una misma alma y de compartir gran parte de sus personalidades, también han intercambiado fluidos en medio de un fogoso y nada reservado encuentro carnal en años pasados. Sexo, sexo y más sexo es en todo lo que pensaban en aquel momento, pero ahora cosas como: destrozar, golpear y ensangrentar, han tomado su lugar, llevándolos a esta situación. ¿Será posible que en medio de la batalla algún milagro ocurra y ese deseo sexual, ahora reprimido por esas intenciones negativas, vuelva a surgir y ambos acaben uno sobre el otro, fornicando cual conejos? ¡Veamos y descubrámoslo!

-¡En tus putos sueños pasará!/*¡En tus putos sueños pasará!*

Ya el ojiverde de muchas cicatrices acabó de perder los estribos y se unió a la exclamación furibunda de su alma hacia el cielo, como si el que los estaba avergonzando se encontrase allí. Tras ello, de inmediato sus esmeraldas chocaron una vez más, afilándose como navajas y vomitando intenciones nada bonitas hacia el otro.

-Y sus caras se miran fijamente, con los ojos de un águila arpía a su presa. Uno desviando sus pupilas disimuladamente a los pechos desnudos debajo de la ropa húmeda de su contrincante, mientras que esta lo observa fijamente al punto medio entre sus cejas, buscando no mirarlo directamente a los ojos para no ruborizarse, ya que la excita ver sus ojos serios.

-*¿¡Qu...!?*- el rubor llegó a su rostro de todas maneras al momento de llegar esas declaraciones del comentarista a sus oídos.

Lo peor es que era cierto.

-...- El chico de ojos color hoja la contempló con una cara de poker más aturdida que una sesentona religiosa en concierto de Heavy Metal.

-*¡N-N-No me mires así!*- reaccionando a la susodicha expresión facial, ella violentamente extendió una mano al hombre, disparando un corriente de agua a alta velocidad con su pecho como objetivo.

Este la evitó apartándose de un pequeño bote, no perdiendo de vista sus movimientos en caso de que cambiara de dirección el disparo de agua.

-Y la mira, luchando con todas sus fuerzas para mantener a raya el sonrojo que amenaza con salirle, pues se excitó al ver el movimiento de los pechos de AoiTenshi cuando le disparó ese chorro de agua.

-¡Pero mantén la maldita boca cerrada coño!- un estresado rechinido dental prosiguió tras aquel colérico reclamo, que vino en conjunto con dejo de furia satírica.

-Echo no che puede. Choy el comentarista, tengo que narrar. Por echo no che puede, y chi no che puede, no che puede- se lo dijo con sátira y mofa para sazonar un poco más la rabia de su elegido- y no te molestes. Si te molestas, dices que es verdad lo que digo.

-Tsk- chasqueo la lengua con fuerza.

-*¿Umm?*

-¿¡...!?- a poco estuvo de que los ojos se le cayeran tras advertir que AoiTenshi lo observaba, abochornada y con los labios curvados en ascenso.

Mal entendió las cosas.

Creyó que ese sonrojo era un residuo del de hace un momento y que aquella sonrisa era de burla.

Agriando todavía más el rictus, se impulsó a ella con Sonido.

PAM

El antebrazo de AoiTenshi apenas detuvo la patada que su estómago estuvo a centímetros de recibir.

Se dio cuenta del ataque subsiguiente que fue disparado a su cara, consiguiendo mover su cabeza en el momento adecuado para evitarlo.

Midori entrecerró los ojos cuando su espíritu de Zanpakuto acostó su cabeza en su brazo que todavía no había apartado tras el ataque fallido. Apretó su extremidad entre su mejilla y su hombro con la bastante fuerza para atraparlo.

Le restregó una sonrisa socarrona en la cara, metiendo nervios en su cabeza e intriga sobre lo que estuviese elaborándose para él en esa maliciosa fábrica que había en su cabeza.

Así como también

-En ese momento, Midori sintió el deseo salvaje de probar aquellos delicados y rosados labios, sin importarle cualquier tipo de mal aliento que pudiera haber dentro de la cámara de paredes carnosas que es su boca.

-¡Oye, no lo deseé tanto!- gritó a las alturas, pero dándose cuenta de su error un segundo después, apretó y chupó sus labios dentro de su cavidad bucal, con los parpados desplegados cual velas de galeón.

La persona que mantenía cautivo su brazo solitario llevaba pintarrajeado el rostro con otro gran sonrojo. Sus ojos brillosos reflejaban la cabeza de pelos enmarañados del hombre.

Al parecer se emocionó un poco por esa confirmación de que si lo había deseado.

Midori lo entendió sin tardanza alguna.

-Tsk, está bien, mi error. Disculpen, su comentarista exageró un poco para intentar darle más sabor al asunto. En realidad, Midori por un momento deseó besarla al ver lo precioso de aquellas suaves carnosidades, sin embargo, descartó ese deseo inmediatamente al recordar la putrefacta peste que existía dentro de la boca de la dueña de estos.

POW

Fue como si destaparas un refresco de golpe luego de agitarlo por los aires hasta cansarte. La linda expresión y ojos ensoñadores de la mujer de pelo negro fueron sustituidos por una cara y ojos que no tenían nada que envidiar a los de un asesino psicópata en lo que a sed de sangre respecta; ni a Kratos de God of War en lo que a ira habla.

Una clara ejemplificación de la palabra Voluble antecedida por él adverbio Muy .

La fuerza de su rabia se convirtió en la fuerza de su rodilla cuando esta se acomodó en el plexo solar de Midori, dejándole en Empty los pulmones y postrándolo ante ella luego de que dejó libre su brazo.

-*¿Conque "Putrefacta peste", no?*- masculló tomándolo de los cabellos y asestándole otro rodillazo más fuerte que el anterior en el puente de su nariz.

Sus cabellos quedaron firmemente encarcelados entre los dedos de la mujer, pero su cuerpo, con una vía de gotas de sangre fugitiva laborando como estela, su cuerpo se transformó en una lanza que perforó todo el camino hasta las mortales paredes giratorias.

Sus pies dejaron un camino de ondulaciones cuando consiguió llevar estos al suelo para aminorar su retroceso y, finalmente, pararlo a escasos metros de lo que él sabía, hubiera sido una carnicería.

-*Déjame decirte algo*- soltó los cabellos arrancados, quedando estos en la superficie del agua- *Si mi aliento huele putrefacto, tu cabello apesta a mierda de perro*- acertando un escupitajo en los cabellos flotantes.

Grandes ondas nacieron del gran salto que el espíritu de Zanpakuto usó para descender sobre el mitad Hollow con sus píes apuntando a su cabeza.

Este ni siquiera había tenido tiempo para pensar cuando, impulsado por sus alarmas internas de peligro, se apartó con un salto propio, alejándose de los posiblemente graves daños.

El ruido del impacto entre los pies y el agua fue tal como el rugido de un trueno. La potencia que esa patada contenía levantó cántaros de gotas de agua y sacudió como un maremoto la que se conservó cerca del suelo.

Si que hubiera quedado mal con eso.

-*¡No puedes escapar de mi, capullo de mierda!*- quien era referido con ese insulto ironizó una y otra vez el que esa mujer tuviera el descaro de aparentar ser una dama con esa lengua tan ordinaria, y se burló con todas sus fuerzas de sí mismo por haberlo creído por tantos años.

-Al mismo tiempo que pensaba en su siguiente movimiento, Midori no pudo contener los latidos de su corazón, pues en el fondo de este; le fascinaba el lado tan hosco y marimacho de su actual contrincante. Siendo una de las cosas que lo llevaron a amarla, y una de las que más duro lo ponen.

Un sonrojo bilateral resurgió en el campo de batalla, uno por vergüenza y otro por timidez.

A ella le gustaba oír que Midori se excitaba con su cuerpo, pero más aun cuando lo hacía por su personalidad, especialmente por una parte tan grande y poco hermosa como lo era esa. Quiero decir, ¿Quien no se pondría feliz porque le digan que aman incluso sus lados desagradables?

AoiTenshi se quedó a la mitad de un nuevo impulso contra el ojiverde, algo que este notó al ver que su guardia estaba baja como un nomo.

Internamente, dio las gracias a Silver por brindarle esa oportunidad de la que se aprovechó sin duda o demora, cortando la distancia entre la mujer y él en un santiamén, y disparando su puño en un camino recto a su torso.

Solo por un grito de sus reflejos y su instinto pudo salir de su estado de timidez y cavilaciones intensas para dejar pasar por centímetros el impacto con los nudillos del hombre.

Se forzó a despejar su mente y a saltar en retroceso, estaba en una pelea y no debía distraerse, aunque en verdad quisiera hacerlo por lo agradable de sus imaginaciones.

-¡Y lo esquivó por los pelos, señoras y señores!- se escucharon multitudes enteras de alaridos enérgicos, como todo público emocionado. Sería mejor si se pudiese ver algún emisor- y ahora, mientras que AoiTenshi intenta separar de su cabeza las muchas escenas pervertidas nacidas de su alegría y excitación tras escuchar que su amado adora hasta el punto de la erección la parte más fea de ella, nuestro querido Midori se lamenta internamente de que no pudiera alcanzar su objetivo, puesto que además de golpear su pecho, quería sentir el busto de ella alrededor de su mano.

-¡Deja de mentir! ¡No fue por eso!- en una fuerte rabia, una exigencia voló de una boca que apretó los dientes con extrema fuerza después de su despegue.

-Upps, mi error- se rió tenuemente, disculpándose a su manera por su "Equivocación"- Lo que de verdad quería era apretar su pecho. Planeaba abrir su mano en el momento adecuado y jugar momentáneamente con su pecho derecho, y ahora está frustrado porque las cosas no pasaron como quería ¿Mejor, Midori?

-¡Umu! ¡Mucho mejor! Me gusta más cuando dices la verdad- de brazos cruzados, asintió repetidas veces con una sonrisa satisfecha.

Y allí, un instante después de estar finiquitada su oración, reflexionó un segundo lo que dijo e inició otra con desespero y agitando los brazos hacia la mujer que una vez mas estaba súper ruborizada... y feliz.

-¡Espera un momento, no quise decir eso!

-*...ji*- un pequeño rudillo se escabulló entre sus dientes, tapándose la boca con una mano.

Claro que él lo escuchó, y apretó mucho la mandíbula, tan apenado que la misma definición de la pena no bastaba.

Y curiosamente, a él no le importaba en absoluto andar semidesnudo, pero que AoiTenshi descubriera sus planes lujuriosos para con ella lo afectó con fuerza... No, pensándolo mejor tiene sentido.

-Mientras uno se excusa inútilmente, la otra piensa en las palabras "Si me lo pides amablemente, no me importaría dejarte tocármelos", sin parar de sentir como su corazón le salta en el pecho.

La aludida se estremeció donde estaba, tapando ahora toda su cara con la mano.

-¡Es tu culpa, Silver! ¡Por andar diciendo cosas como esas, mi mente se está poniendo rara ahora mismo!- enfurecido, el ojos de árbol apuntó hacia la gran extensión azul que era el cielo de su interior.

-Y para decir que no acepta el que esos sean sus verdaderos sentimientos y que su mente siempre ha sido rara, Midori le echa la culpa a su querido comentarista.

Ahora el sonido que vino de la nada fueron puramente un montón de abucheos, con un objetivo claramente fijado.

-¡Te deseo los peores males y sufrimientos de la existencia, hijo de perra!- sus ojos casi que se ponían rojos por la furia, mientras que su cara si lo hizo.

-¿Quieres que me ponga a ver boku no pico mientras escucho música de Justin Bieber? Señor, es usted diabólico. (N/A: si hay fans de Justin les agradezco que no se ofendan, solo es para humor)

-... Ok, lo cierto es que no le deseo eso a nadie. Mejor te deseo que te pasen los segundos peores males y sufrimientos de la existencia- el pobre ojiverde se había quedado pálido y con sudor escurriéndole hasta de entre las nalgas tras oír eso de su maestro.

Había que ser un monstruo sin corazón ni alma para desear esa combinación a alguien más.

-¡Pero bueno! ¡Dejémonos de deseos horrendos y prosigamos con esta pelea que está alcanzando temperaturas nunca antes vistas!- exclamó fogoso el rey del Vacío, pero su voz se enfrió hasta un nivel que parecía un murmullo, uno más rebosante de picardía que la presentadora de 12 Corazones - y con temperaturas nunca antes vistas, me refiero a que la vagina de AoiTenshi está ardiendo más que una fogata y escurriendo más que un trapeador al imaginarse a Midori masajeando sus tetas y chupeteando sus pezones.

-*Kuh... Y-Ya basta~*- un tono extraño fue usado para emitir esas palabras.

Impulsado por las palabras de su maestro y dicho sonido, la curiosidad de Midori lo impulsó a apuntar a la entrepierna de su espíritu de Zanpakuto.

Allí se percató de algo.

Había una cantidad abundante de líquido recorriendo las piernas de ella.

-A-AoiTenshi, Eso que está en tus piernas... es agua ¿Verdad?- inseguro de si debía preguntar, dio un salto de fe apuntando con su dedo tembloroso, rogando a cualquier ser del universo que la respuesta fuera Si, lo es .

-¡Oh no! ¡Midori hizo un strike!- el grito de Silver sacó un "Uhhhh" en el publico invisible

-¿Are?- con un gesto que gritaba su desconcierto, sintió una extraña sensación de peligro provenir de AoiTenshi, cuyo cuerpo no calmaba sus tembleques ni un poco.

Sus alarmas estallaron cuando vio que una parte de la pared de agua a su espalda se separó en una gigantesca esfera de líquido.

-"¡Kyyaaaaaaaaaaaaaaaaa!"

La esfera disparó una corriente de agua ultra rápida en su dirección. Fue tan rápida, que no pudo reaccionar a tiempo.

Su cuerpo fue golpeado con harta potencia por el salvaje chorro acuático e impulsado a la velocidad de un torpedo contra el gran muro detrás de él.

La atravesó y siguió retrocediendo dentro del líquido arremolinado por pocos segundos antes de poner todo su empeño en detenerse, tras haber sido cortado una centena de veces en sitios al azar de su anatomía.

Se sintió aliviado cuando no solo consiguió su objetivo, sino que además el mismo impulso que lo metió en esa pared de nuevo fue también el que lo sacó de allí pocos segundos después y lo dejó flotando lejos de esta, aunque perdió muchísima sangre en ese pequeño espacio temporal.

Viendo sus heridas y sangre regenerarse sin descansar, decidió darle empleo a su mente también e idear una estratagema que le incrementase el porcentaje de éxito en esa pelea y operación donde su pescuezo estaba en juego.

Los comentarios de Silver lo volvieron un lío tanto física como mentalmente.

Estaba excitado tras oír los pensamientos que AoiTenshi tenía e imaginarse haciéndole "Ciertas" cosas fruto de los últimos.

Su mente era un despelote de proporciones cosmológicas. Ahora pensamiento que le venía, pensamiento en el que aparecía AoiTenshi, tirada en el suelo; sonrojada, desnuda, con las piernas y los brazos abiertos, una sonrisa tímida y diciendo la mítica frase "Por favor, se gentil".

Resopló, y al estar bajo el agua, eso provocó unas cuantas burbujas.

Las observó un momento, persiguiendo la tranquilidad en el enfoque de algo más agradable de ver que su alocada mente.

Pero chasqueó la lengua y se frotó la cabeza como si allí tuviese piojos que no se le querían despegar por nada del mundo.

Su mano se puso algo roja, pero él siguió frotándose violentamente.

Estaba tratando de relajarse haciendo eso, pero se acordaba de su situación mental y física y la poca tranquilidad que conseguía se le escurría de las manos.

Estaba molesto.

Muy molesto consigo mismo.

-¿Cómo puedo ser tan blando? Si hace no mucho estaba deseando romperle la cara a golpes, ¿Cómo es posible que ahora quiera hacerle el amor?- expresó lo que le molestaba con los ojos cerrados.

Y cuando los abrió, su cara estresada se convirtió en algo que era una mezcla entre pasmado, nervioso y avergonzado. Una expresión digna de ser fotografiada y puesta en los libros de psiquiatría.

Su cerebro se congeló a nivel polar en el instante que sus ojos chocaron con la cara de AoiTenshi, quien flotaba boca abajo encima de él.

Ella se había adentrado en el agua para buscarlo poco después de que lo sacara del sitio donde combatían.

Una vez lo encontrara, planeaba llevarlo rápidamente dentro de la zona calmada y seguir con su pelea (No quería que las heridas provocadas por los torbellinos se curaran por completo, eso le daría ventaja), y lo encontró flotando boca arriba y rascándose la cabeza con salvajismo.

Nadó hasta él sigilosamente queriendo tomarlo de la cara y arrojarlo con fuerza desde ese punto a la zona tranquila; sin embargo, su accionar fue frenado con esas palabras que había dicho el pelinegro de muchas cicatrices.

Aunque no dio nombres, era 100% claro de quien hablaba.

Tal como Midori, su cerebro se detuvo también. Su fisonomía decía que estaba cohibida.

Ahora, los dos estaban mudos y chocaban caras y ojos de forma inamovible.

Lo más que ocurría eran sus parpadeos.

Pero no pasó demasiado antes de que la reacción ya ocurrida varias veces antes visitara una vez más la cara del espíritu de Zanpakuto.

Un rojo digno de la sangre misma pintó desde su barbilla hasta su frente y orejas.

Pero solo fue de parte de ella, Midori todavía continuaba con esa mezcla de emociones pintada en el semblante.

Siguiendo su reacción previa, un nuevo tipo de acción surgió en la cara de la mujer por primera ocasión en toda la pelea: su boca se abrió y se cerró consecutivamente sin articular el más microscópico murmullo.

Mientras que Midori...

-...- nada.

De pronto, la ojiverde comenzó a temblar, como un gato en el frío.

-...- todavía nada.

Y sus piernas empezaron a frotarse entre sí.

-*M-Midori...*- habló por fin, pero fue presionar el botón en el momento equivocado.

Pam

Resulta que Midori estaba muy golpeado mentalmente, y su cerebro trataba con todos sus recursos disponibles el procesar la situación tan humillante que había protagonizado, descuidando así ciertas cosas importantes, como por ejemplo: la resistencia a sorpresas.

Misma que ahora se hallaba besando los suelos.

No estaba prestando atención a AoiTenshi, se olvidó de su presencia por algo de tiempo, razón por la que su llamado repentino lo sorprendí, y mucho.

Y pasa y resulta que cuando Midori se sorprende mucho... sus primeras reacciones muy usualmente suelen ser violentas.

En este caso, le tocó a su puño entrar en contacto con la nariz de la temblorosa mujer, hundiéndose en su cara y fracturándole el tabique en un gancho de fuerza multicontinental.

La pobre salió despedida hacia arriba a velocidad ultrasónica con una estela de sangre nasal.

-... ¿Eh?- lastimosamente para el pobre ojiverde, volvió en sí muy tarde.

-¡Y esa mi gente es la segunda forma con la que con más seguridad puedes asegurar que una mujer se aleje de ti y no te moleste nunca más sin importar de quien se trate!... Esperen un momento, el autor me está diciendo algo... Hmmm, tiene sentido. ¡Me corrijo preciados espectadores! ¡De esta forma se puede alejar cualquier mujer que no sea una Stalker psicópata o una Yandere...!. (Que en mi opinión son casi lo mismo) y conseguir un boleto de viaje directo a la cárcel, o solo hasta un juicio en el mejor de los casos.

-¡Silver! ¡Rápido, dime que pasó!- nervios vinieron junto con el final de la primera oración del comentarista, y estallaron en esa vociferación desesperada cuando finalmente le llegó una idea de lo ocurrido al ver detenidamente la estela roja que inmediatamente supo que era sangre y fijarse en la posición en la que estaba su puño; además de que en este también había algo del liquido rojo.

-¿Y el por favor?- río el cabrón por excelencia.

-¡Ya basta de idioteces! ¡Dime que pasó!- rugió, más que arto de las bromas de mal gusto de su maestro.

-Pfff... pero no te sulfures... tranqui, no fue tan grave. Lo único que hiciste fue partirle la nariz de un golpe a la mujer que estaba a punto de decir que también quería acostarse contigo y mandarla a volar.

-No, ¡Eso justamente es muy grave! ¡Necesito disculparme y decirle que no fue mi intención de inmediato!

-A ver, a ver. ¿Tan rápido se te pasó la furia? pensé que te duraría un poco más. Si que eres voluble, criatura.

-¿Y qué creías exactamente? Han pasado tantas cosas en tan poco tiempo que mi furia se apagó. Ahora solo estoy... estoy... Tsk, ni siquiera sé como estoy, ¡Mi cabeza es un desastre!

-Que aburridooooooo~ me hubiera gustado ver el plan del autor realizado- se quejó con pereza.

-Mejor me voy moviendo. No tengo tiempo que perder contigo, ¡Esto no es bueno!- y se impulsó en el agua cual pez vela.

-Uhhhhh... Que desgracia, autor. Ya no podrán pasar las cosas que querías que pasaran. ¡Yo quería ver una escena en que se abalanzaran el uno sobre el otro a fornicar como conejos mientras se masacran a golpes en un torbellino de violencia sexual!- se lamento el ser porque sus deseos no podrían ser satisfechos... Según él.

(N/A: mantén la calma Silver, esto está entre mis planes [Un tipo acostado en una cama dijo tranquilamente y con una sonrisa, presionando letras en el teclado de la pantalla de una tablet])

-¿Que dices?- curioso y olvidando rápidamente sus lamentos, inquirió.

(N/A: [El autor sonrió mostrando los dientes] no me subestimes, Silver).

La superficie del agua fue perforada y agitada por un cuerpo en despegue, cuya figura borrosa por su velocidad de subida no tardó en hacerse un sitio en el azul del cielo.

Su nariz, rota y doblada de una forma que parecía un error genético, ya había parado de sangrar; pero el rojo que había adquirido luego del puñetazo no se adormeció un pelo.

AoiTenshi no sabía nada de su situación actual en la que subía más y más sin detenerse, ni que cuando empezara a caer, el daño en su cuerpo al chocar con el agua sería de proporciones bíblicas, pues su conciencia se había derrumbado cual palacio de naipes un segundo después de hundírsele los nudillos del pelinegro ojiverde en el rostro.

No sentía nada ahora, afortunadamente, ya que escapaba del dolor en su cara, pero era un interesante misterio el que surgía al preguntarse qué pasaría en cuanto su lucidez se rearmara.

Poco después de que la superficie se apaciguase, una vez más se volvió una jungla de movimientos acuosos luego de ser atravesada por segunda vez, ahora por un cuerpo que iba todavía más rápido que el anterior.

Un aura celeste con blanco abrazaba su silueta como si fuesen llamas quemándola.

La piel que usaba, dañada por la lucha y muy mojada se agitaba ligeramente y soltaba gotas a su paso.

Sus pupilas se hallaban fijas en un solo punto en la lejanía, en la extrema lejanía, aunque no era un problema para sus agudos sentidos.

Se percató que la velocidad de AoiTenshi disminuía rápidamente y que su descenso estaba a la vuelta de la esquina, hecho que le dio un motivo para patear el aire súper rápido, alejándose aun más de la rapidez de AoiTenshi y acercándose a su cuerpo en soplidos de tiempo.

Finalmente, estuvo cara a cara con ella. Midori se sintió mal viendo el estado de su nariz. Sus ansias de golpearla se habían disuelto hace poco en conjunto con el deseo de acostarse con ella; la confusión los había bloqueado y la culpa los aplastó. Solo quería ver que estuviera bien y pedirle disculpas.

La atrapó con su brazo único y pateó la nada sobre él para empezar a descender.

Su caída fue veloz como la de un meteorito, y causó el mismo efecto.

Tan pronto se sumergió, emergieron gigantescas cantidades de agua y aquella parte del mar infinito se alborotó como si hubiera una tormenta

Pero debajo de la superficie solo había silencio.

Un silencio tranquilo que solo Midori podía sentir incómodo.

Se preguntaba cuál sería su reacción una vez retomara el norte.

¿Estaría furiosa con él? Muy probable.

¿Estaría confundida primeramente? Más que asegurado.

Pero no podía pensar en ninguna otra reacción muy probable que no fueran esas dos, su espíritu de Zanpakuto era impredecible; hasta para él, quien la conocía tanto.

Descendieron un poco lejos de la zona de agua baja, pero podrían llegar en poco tiempo si Midori nadaba con su Shunko.

Simplemente lo hizo por precaución, no porque tuviera miedo de que su espíritu de Zanpakuto al despertar se enojara y tratara de agredirlo debajo del agua, sitio donde fácilmente podía apalearlo.

Dejó que se hundieran sus cuerpos y en poco tiempo llegó donde los remolinos, pero ahora no tenía ningún deseo de jugar limpio. Antes los había cruzado con su propia fuerza porque no creía que fuese tan grave, pero ahora la experiencia le hacía compañía.

Jugaría con sus reglas ahora.

No dudó ni un poco cuando extendió el brazo al frente tras haber soltado a AoiTenshi e impedido que se hundiera colocando su rodilla en el camino.

Utilizando el Hado n°88 mandó al garete aquellos infames remolinos que tantos problemas le causaron.

Bajando el brazo, recuperó el cuerpo de AoiTenshi y avanzó por el ahora despejado camino, sonriendo satisfecho por haber destruido a sus antiguos agresores; aunque sabía no estaban vivos ni eran conscientes del estado en que lo dejaron.

Se revolvió el cabello cuando salió del agua, que aún con los remolinos destruidos se mantuvo a raya del espacio de bajo nivel, para quitarse el líquido y puso a AoiTenshi en su hombro, ya que había estado cargándola bajo su axila.

Caminó hasta el centro del lugar y la recostó con suavidad en el piso.

-...- sentándose a su lado se puso a aguardar su despertar.

Y mientras estaba en ello, pensaba que debía decirle.

-Yo te puedo ayudar con eso. Solo tienes que decirle lo siguiente: "Aoi, lamento mucho lo que pasó. No fue mi intención dejar tu hermosa nariz así, ¡En compensación, puedes usar mi cuerpo como desees!" Dile eso y todo será coser y cantar.

-¿Que fue de todo ese rollo del comentarista? ¿No deberías decir algo extraño sobre mi situación actual?- ni siquiera se molestó en responderle la broma, más bien preguntó por ese detalle.

-La batalla está en pausa, y el comentarista también- fue su simple contestación.

-Bendita sea mi suerte. Es un auténtico gozo el no tener que oír tus tonterías- sonrió entre dientes, pero su gesto se alarmó al oír unos ruidillos saliendo de AoiTenshi.

-Ojojo, ya está despertando. Voy por el micrófono.

Ignoró la voz de su maestro y se acercó un poco más a su espíritu de Zanpakuto.

Sus ojos temblaban, señal de una pronta apertura.

El hombre se preparó mentalmente para lo que sea que pasara luego.

-*Hmmm...*- no abrió los ojos, pero claramente despertó, pues llevó una de sus manos a su nariz.

Él quiso volver a aproximarse, pero se vio interrumpido y forzado a retroceder porque ella se incorporó.

Desde donde estaba, notó que paulatinamente abrió sus ventanas visuales.

Lo supo por el reflejo del agua, en el que estaba plasmada su cara.

Su vista estaba inamovible en dicho reflejo.

En los primeros segundos, sus ojos no mostraron ningún sentimiento.

-*...*- pero a partir del momento en que abrió los ojos como platos, la cosa fue por mal camino.

Ella se estaba ubicando ya que al despertar fue previsible su estado: estaba confundida.

Y cuando la confusión pasó, se dio cuenta de su nariz, entonces fue que abrió los ojos así.

Siguiendo a eso, su mirada se afiló cuando recordó lo que había pasado.

Y finalmente, se ensombreció momentos después cuando al fin se dio cuenta de que el culpable de la destrucción de su belleza facial estaba justo a su lado.

Este sudó frío al sentir esos ojos sobre si.

Unos ojos que no decían otra cosa que no fuera "Estás muerto".

Sorprendentemente el consejo de Silver llegó a cruzar sus pensamientos, pero enseguida se insultó a sí mismo por siquiera pensar en esa opción.

Profundamente alarmado por un posible intento de homicidio, movió sus piezas en el tablero.

-AoiTenshi, yo lo...- el "Siento" no pudo darse.

PAM

-¡Gahhhh!- si tuviera que dar una medida exacta, sin duda diría que Midori vómito un litro entero de sangre por ese impacto en su estómago.

Mucho más rápida que una bala y más veloz que los ojos del ojiverde, el puño de la mujer se enterró hasta la muñeca en esta zona.

El impulso fue brutal.

Literalmente, Midori abrió el agua por la fuerza de su retroceso.

Trató de detenerse, pero para su estupefacción AoiTenshi lo esperaba detrás de él.

Se preguntó cómo había llegado tan rápido.

POW

Ahora, en su columna la huella del pié de la mujer fue cincelada a un nivel que parecía que su espalda fuese cemento sin secar.

Pero Midori no se movió.

Consiguió plantar sus pies con fuerza en la tierra en el momento exacto para no salir impulsado de nuevo.

Tenía la corazonada de que luego volvería a ser golpeado, y otra vez; y otra vez.

Su espalda no sufrió tantos daños como su abdomen. El pelinegro de muchas cicatrices fortaleció el hierro de esa zona en el último momento con su presión espiritual.

No fue suficiente para bloquear todo el daño, pero no quedaría paralítico. Por lo menos.

-A-AoiTenshi, escúchame- le pidió, pero su suplica cayó en oídos sordos.

-*¿Escucharte?*- con los mismos ojos de asesino, lo agarró del cráneo y lo levantó sobre su cabeza tan rápido que no le dio tiempo ni para pensar en reaccionar.

SPLASH

Cientos de miles de gotas inundaron el aire luego de que su cabeza golpeara el agua.

La tierra se abrió al hundirse toda la cabeza del mitad Hollow en esta.

No duró con el papel de avestruz por mucho rato, su espíritu de Zanpakuto volvió a subirlo y lo hizo darle la cara.

-*Está bien, pero primero te mataré. Una vez que estés muerto, oiré lo que tengas que decir*- y le encajó un gancho en la mandíbula que lo mandó hacia arriba mucho más rápido de lo que ella había sido enviada.

El hecho de que en ese lugar el agua estuviera baja facilitó su ascenso, sin embargo, antes de superar la superficie, una gigantesca mano salió de una de las paredes de agua, detuvo su movimiento y lo catapultó en dirección descendente.

AoiTenshi lo esperó, con una gran espada de agua formada en su mano.

-¡...!- tuvo cerrados los ojos desde el gancho, y no fue justo cuando estaba a diez metros de AoiTenshi que los abrió.

Casi le da algo por el susto de ver esa espada siendo preparada para ser blandida.

Guiado por la experiencia de todos sus entrenamientos, creó una barrera de Kido lo más rápido que le fue posible para interceptar el filo de la espada.

Se aterrorizó cuando esta se agrietó. Aún así, actuó rápido y lo desvío como pudo.

Sus pies y la tierra se encontraron, y el tuvo que ponerse en cuclillas para evadir una segunda espada que trató de decapitarlo.

-*Deja de moverte, ¡Toma la responsabilidad por arruinar mi nariz!*- clamó, sonando indignada.

-¡Calma las aguas! ¡Eso no fue mi intención! ¡Lo siento!

Entonces rodó, salvándose de ser partido en dos por la espada de la mano derecha, que cayó sobre él como una guillotina sedienta de cabezas.

Zas

Clanck

Una segunda barrera detuvo una segunda caída.

-*Tus disculpas no servirán, ¡Solo tu sangre expiará tu pecado!*

Zas

Clanck

-Pfff... Por favor, ¡No es para tanto!

AoiTenshi se detuvo.

Tembló como si la atravesara una descarga y sus ojos verdes brillaron en azul.

-*¿Que no... es... para tanto?*- al hombre se le empapó la cara en sudor cuando el agua alrededor de ella se arremolinó. Muchas más manos salieron de las paredes- *Me rompes la nariz... ¿Y dices que no es para tanto?*- sus pupilas se dilataron, llena hasta reventar de sed de sangre.

Ahora no solo de las paredes, también salieron manos de menor volumen del agua en la que estaban ambos.

-¡...!- cual canguro, saltó con toda la fuerza de su alma, dejándose la piel en esquivar las manos que se dispararon contra él.

La mujer lo siguió con la mirada, enviando mano tras mano en una sucesión infinita.

Era claro quien estaba siendo acorralado ahora mismo.

-¡Esta sí es una pelea, señoras y señores! ¡La mejor pelea de enamorados de la...!- volviendo a la narración, Silver dijo, pero antes de completar la segunda oración su voz fue cortada violentamente por un chasquido de dedos de AoiTenshi.

El agua fuera de la zona de agua baja dejó de respetar los límites y la invadió.

A Midori se le heló el alma y el corazón por el miedo al verse rodeado de liquido.

Pero el pánico estuvo poco tiempo en su ser, pues el dolor lo reemplazó segundos después de aparecer.

Una cantidad insana de golpes le llegaron de todos los ángulos imaginables.

Todos cargados con la fuerza de un auto con el acelerador pisado a fondo.

Ahora que el agua estaba rodeándolo, las manos podían aparecer a centímetros de él, y a pesar de la cercanía, los golpes no tenían ni un poco de disminución de daño por la rapidez y fuerza con que se movían en esa pequeña distancia

Los huesos de Midori fueron hechos trizas en nada.

Sus órganos se destrozaron.

Su mente fue sacada y llevada una y otra vez a la conciencia por el dolor.

Todo en menos de cinco segundos.

-Como siga así un poco mas... estiro la pata- alcanzó a pensar, sintiendo una sopa de hierro en la boca y rupturas en muchos puntos de su anatomía-Silver... necesito un consejo aquí, o mejor aún; ven a ayudarme... por favor.

Desesperado por salir con vida, pidió ayuda a su maestro, pero este no contestó.

Lo llamó una vez más, algo más desesperado, pero el resultado fue el mismo.

-Maldición... no me digas que AoiTenshi consiguió cortar tu línea con este sitio- pensó que tal vez lo hizo a través del agua, cosa muy posible ya que ella podía hacer que esta fungiera como interferencia para señales telepáticas.

De ser así, le extrañó que no lo hubiera hecho con anterioridad cuando estaba siendo avergonzada por Silver.

Ni siquiera él tenía tanto control de su mundo interior. Estaba claro quién era la verdadera ama y señora de ese lugar, aunque este le perteneciese a Midori.

Y ahora, esa ama y señora estaba desatando toda su furia sobre él.

Midori no pudo evitar preguntarse el porqué de que esa mujer se tomara tan enserio su aspecto.

Ella siempre había sido así, nunca supo a que se debía, y culpa de él no era; no tenía complejo alguno ante su apariencia.

De hecho, ella siempre fue un espíritu de Zanpakuto anormal. Tomando en cuenta lo que le enseñó Silver sobre los espíritus de Zanpakuto, sin duda lo era.

Es decir, en el pasado se había acostado con ella, ¿Que espíritu de Zanpakuto hace eso con su portador?

A parte, no cambiaba de aspecto por casi nada. Ni siquiera si todo su ser cambiaba lo haría ella.

-Tsk...- los golpes seguían mientras él pensaba cosas sin importancia.

¿Acaso su mente se había resignado sin decírselo, y le estaba sacando esos pensamientos para distraerlo hasta su final?

De ser así, no lo aceptaría.

Saldría de esa situación a como dé lugar.

El problema era como.

Por segunda vez, el consejo de Silver le llegó a la mente.

Lo desechó de nuevo.

Es que era ridículo.

Si gritaba desde allí esas palabras, seguramente AoiTenshi lo oiría, no obstante solo se ganaría una muerte peor, sin duda.

Se imaginó a el mismo diciendo "Puedes usar mi cuerpo como desees" y después a AoiTenshi sonreír con malicia. Acto seguido le dijo, "¿Como deseé? Muy bien, si eso es lo que quieres..." para luego exprimirlo con esas manos como si el fuese una toalla mojada.

No era buena idea, de verdad no era buena.

Pero se río internamente por una imagen de él diciendo esas palabras.

Era una lástima que ella tratara de matarlo, realmente le hubiera gustado que de decir esas palabras la cosa hubiera tomado un camino... interesante.

Pero esa era la realidad. Ella ahora mismo era solo una masa de ira y deseos de matar, una bestia sedienta de sangre con un hermoso aspecto.

Cualquier posibilidad de llegar a eso ahora era un rotundo cero.

Ya no había deseos sexuales en ese cuerpo, solo sed de muerte.

Sin duda.

Y ya no había forma en que pudiera revivir dichos deseos.

No la había.

.

.

.

.

No la había... ¿Verdad?

"La lujuria nunca muere"

-Kuh... esta voz.

"Sin importar cuánto rencor u odio tenga alguien, sus deseos sexuales estarán en su interior hasta que deje de respirar"

Ante sus ojos y oídos, una serie de imágenes y palabras estaban apareciendo.

Los sonidos eran distintos, pero las imágenes tenían algo en común.

Él estaba en ellas.

Imágenes en las que él aparecía, cada una con una edad diferente para su persona, pero todas compartían su presencia.

No pasó mucho antes de que los reconociese como recuerdos de su vida.

¿Era esto lo que se conocía como ver la vida pasar delante de los ojos?

Estaba al borde de la muerte ahora por todo el daño que su cuerpo estaba recibiendo, tendría sentido.

Muchas imágenes, sin embargo de todas ellas, una le llamó más la atención.

Lo hizo demasiado.

Como si seleccionara un video, ese recuerdo comenzó a ser rememorado ante sus ojos.

Un recuerdo que en ese momento consideró desagradable, pero que ahora quizás le daría la clave para salir vivo de allí.

(Flashback: 102 años atrás)

-Muy bien, jovencitos. Comencemos con la clase. Hoy les enseñaré mi método número uno para lidiar con una situación en la que una mujer intente asesinarlos. Ya les enseñé los otros veinte métodos, pero este es uno que sirve para situaciones críticas. Presten mucha atención.

Un hombre calvo, con aspecto de estar en la mediana edad, con unos harapos sucios como vestiduras y una cinta blanca con un dibujo del símbolo masculino atada a su cabeza profirió, sentado en el suelo de una casa de aspecto viejo con los brazos y las piernas cruzadas.

A su espalda, un gran trozo de tela cuadrado del mismo color que la cinta de su cabeza, y con el mismo dibujo además.

Delante de su nariz, dos niños, uno pelirrojo y otro pelinegro. Ambos sentados igual que él, con ropas tan desgastadas y sucias como las suyas y usando la misma cinta en la cabeza.

Ambos se percibían notoriamente aburridos, pues su cara claramente decía que no querían estar allí.

-Desde ya les aviso que esta lección será una de las más arriesgadas que les daré. Un paso en falso y el método no servirá. Será mejor que presten atención, ¿Tienen alguna pregunta?- miró al pelirrojo, quien levantó la mano tras sus palabras- Dime, Zack.

-¿Cuánto durará esto?- inquirió, deseando con todas sus energías que no mucho tiempo.

-Lo que tenga que durar- respondió en tono llano, consiguiendo un gruñido por lo bajo del chico quien bajó la mano.

-John- fue el turno el pelinegro de alzar la mano.

-¿Qué pasa, chico?- lo miró, deseando porque fuese una pregunta de las que quería oír.

-¿Por qué tenemos que venir a esto? John, Zack y yo ya te dijimos un millón de veces que no nos interesan estas… clases- realmente dudó sobre si debía decir que eso era una clase o no.

-Y yo ya les he dicho un millón de veces que necesitan saber estas cosas. Ahora mismo no lo ven porque son unos chamacos, pero cuando sean hombres hechos y derechos como yo- dándose palmadas al pecho- se van a sentir agradecidos de que les enseñé esto. Se acordarán de mis palabras, créanme- dijo muy seguro.

-Lo dudo- Zack, con cara plana y desviando la mirada.

-Tus consejos son los que daría un hombre de mala reputación, John. No creo volverme un hombre así cuando crezca- Midori, honesto y directo.

-Primero: ¿Como que de mala reputación? Estos son secretos para formar a los grandes mujeriegos- alzando su puño a la altura del pecho con tono de orgullo al decir la última oración. No supo nunca que Midori pensó justo después de esas palabras, "¿Que los mujeriegos no son justamente hombres de mala reputación?"- segundo: ¿Que sabes de lo que serás de grande, chico? El futuro es un lugar misterioso con cientos de miles de caminos, intersecciones y callejones sin salida. Nunca puedes predecir en que te convertirás- expresó con aire de monje sabio.

Midori no pudo argumentar nada ante esas palabras.

-Pues seguro que nos convertimos en hombres de mala reputación si seguimos sus enseñanzas- comentó Zack por lo bajo, aunque John medio escuchó su voz.

-¿Dijiste algo, Zack?- su pregunta hizo pegar un brinquillo al pelirrojo.

-Nada- mintió, esperando engañarlo.

-...- John entre cerró los ojos con escrutinio, poniéndolo más nervioso- Ok- y cambió esa expresión por una radiante y despreocupaba sonrisa de una forma que haría a Pinkie Pie llorar de orgullo.

Zack suspiró en su mente.

-Si eso es todo lo que tienen que decir, empecemos- y sacó una libreta de gran tamaño y un lápiz de dentro de su ropa.

-¿Donde conseguiste eso?- pregunto el ojiverde, extrañado por no haber visto nunca esas dos cosas en las otras lecciones.

-Se las robé a mi vecino. El tipo se había robado uno de los consoladores que suelo usar cuando voy a una cita. Esto nos pone a mano- y empezó a mover el lápiz en una de las páginas.

Ellos ni se inmutaron al saber tal información. En ese lugar residía la ley del ojo por ojo junto con muchas otras de los barrios bajos y comunidades de elevadísima pobreza. Era normal que se llevaran a cabo venganzas con regularidad... aunque muchas veces estas dejaban uno o más cadáveres.

-Ahora bien- les mostró lo que había hecho en la página. Una línea recta vertical al lado de un circulo- Este es un hombre- señalando la línea con el lápiz- y esta una mujer- señalando el circulo- imaginemos una situación hipotética en la que el hombre hiciera enfurecer a la mujer por tal motivo. Pudo ser que rompiera algún objeto muy preciado para la mujer, que actuara de una forma que ella detestada, que la avergonzara frente a un montón de gente, o le fue infiel con otra y ella se enteró. En todas, vamos a imaginar que la mujer se enfureció hasta el punto de querer su sangre.

Dibujó unas líneas onduladas sobre el círculo, simbolizando el enojo.

-Primero que todo, díganme, ¿Que harían ustedes en esa situación?- les preguntó sonriente, esperando que sus dos "Pupilos" dijeran algo brillante en base a todo lo que les había enseñado ya.

Estos se miraron entre sí, asintieron como si hubieran compartido un pensamiento, y le dijeron al hombre.

-Ponernos de rodillas ante ella y pedirle disculpas- dijeron al unísono como si cantaran un villancico, seguros de su respuesta.

John se dio un Face Palm, negando con la cabeza y con una mueca de decepción.

-Incorrecto- les dijo, sintiendo ganas de llorar por esa respuesta tan miserable- Eso que me acaban de decir es lo ULTIMO que deben hacer en esa situación.

Se observaron mutuamente de nuevo y tras un momento lo volvieron a ver, visiblemente intrigados.

-¿Que no es culpa del hombre en ese caso? Debería disculparse si es así- Midori.

-Sí, nos dijiste antes que el orgullo es una cosa que mata la relación. Si el hombre tiene la culpa debería disculparse sin dudar. Seguro que si se disculpa y le agrega algunas palabras bonitas la convencerá- Zack añadió eso, seguro de que ese era un buen proceder.

-Sí, eso sería efectivo en una situación menos fuerte, pero resulta y pasa que esta vez la mujer desea matarlos. Créanme, eso no se resuelve con unas disculpas, se los digo por experiencia- a la par que hablaba, sudaba frío por el recuerdo de ciertas cosas que le ocurrieron años atrás.

-...-

-...-

Ninguno supo que decir ahora.

John los vio así y habló otra vez.

-Escúchenme. Aunque no lo crean, existe una manera de lidiar con esa situación, salir con vida y conseguir su perdón.

Lo miraron, empezando a sentir interés por lo que les diría a continuación.

-Es el método que les enseñaré hoy- pasó de página en la libreta y comenzó a escribir algo.

Zack arqueó la ceja y Midori acercó un poco su cabeza por reflejo.

-Este método se llama...- y les mostró lo que había escrito en la hoja.

Las palabras: montar la ola, someter la ola y domar la ola estaban escritas allí consecutivamente.

-¿...?-

-¿...?-

Naturalmente sus mentes se perdieron allí.

-¿Qué significa?- preguntó el ojiverde sin apartar la vista de las palabras.

-Lo que dicen- volvió a ponerse a escribir algo en la misma hoja.

Se las mostró de nuevo y había vuelto a escribir la palabra "Ola" pero ahora estaba el signo Igual a" en su derecha y siguiéndolo estaba la palabra "Mujer"

En otras palabras, John les estaba tratando de decir que "Ola" significaba "Mujer".

-¿Lo comprenden ahora?- inquirió, a lo que ellos asintieron, aunque pudo percibir algo de confusión en su mirar- ¿Que sucede? ¿Por qué están confundidos?

Bueno, ellos se esperaban que lo supiera. Los conocía bien.

-Pues...- Midori.

-¿Como se supone que hagamos eso?- Zack hizo la pregunta al ver que su mejor amigo no hablaba.

-Eso es muy simple- extendió los brazos a los lados, aun sujetando la libreta y el lápiz, y dijo sonriente- simplemente deben tener sexo con ella.

-Ok, ojos de árbol, nos largamos. Ya se le fue la olla a John- Zack se levantó y se apresuró a la puerta.

-¡Espérame!- corrió a su lado.

-¡Hey, esperen! Déjenme explicarles.

-No hay nada que explicar, John. Sin duda, la edad te hace divagar- mirándolo con lastima, el pelirrojo dijo.

-¡Hey, que no estoy tan viejo!- con una expresión cómicamente enojada, John refutó esa declaración con energía- y tengo una explicación lógica para lo que dije. Solo escúchenla.

-Ok, entonces dínosla- se cruzó de brazos, viéndolo con escepticismo.

-John, sabes que te queremos. Pero lo que nos acabas de decir no tiene pies ni cabeza. Si esa mujer nos quiere matar, entonces dudo que quiera llegar a eso- Midori expresó sus pensamientos y los de Zack además.

-¿Y cuando dije yo que ella tenía que quererlo?- de pronto, lanzó una pregunta que los paralizó a ambos.

-John... ¿No estarás insinuando...?- el pelirrojo descruzó los brazos, viéndose nervioso y con sudor bajándole por la frente.

-...- el pelinegro estaba igual.

John les dio una sonrisa ligeramente traviesa.

-Llamémoslo... sexo sin consentimiento mutuo.

-¡Corre, nos quiere convertir en violadores!- el pobre niño pelirrojo salió disparado de la casa a una velocidad que haría parecer al correcaminos como un caracol.

Midori se había sorprendido tanto que se paralizó un momento, y cuando por fin volvió en sí, ya era tarde para escapar.

John había saltado a sus pies y lo tenía atrapado de los talones.

No podría escapar.

-¡No, suéltame John! ¡No me quiero convertir en un violador! ¡Todavía soy un niño descentre!- aun en ese estado de cautividad, el chico que había robado a más de una persona desde que nació, buscó huir desesperadamente.

-¡Tranquilízate, chico! ¡Te lo explicaré!- intentó convencerlo, sorprendido porque el niño pelinegro lo estaba haciendo esforzarse un poco para no soltarlo.

-¡No me puedes explicar esto! ¡No quiero hacerle daño a una mujer, aunque me quiera matar!

-¡No le harás daño a nadie, tranquilo!- se puso de rodillas y lo acercó a él, abrazándolo contra su pecho- ¡Este tipo de violación no es como las demás! ¡Con esta, la mujer siempre querrá hacerlo contigo, aunque no te ame! ¡Eso hace que deje de ser violación!

-¡Pero no hay forma en que una mujer que desea matarte quiera ponerse a hacerlo contigo si la violas! ¡Solo intentará matarte más!- vociferó, sin rendirse en su búsqueda de zafarse del agarre de John.

-¡Si la hay, chico! ¡Es posible!- John insistió y lo abrazó un poco más fuerte.

-¡No lo es! ¡Suéltame!

-¡Que si lo es! ¡Solo escúchame!

-¡No hay forma, John! ¡Es imposible!

-No lo es, chico- y lo hizo mirarlo a los ojos.

Midori se quedó paralizado cuando vislumbró en estos una llamas de pasión tan ardientes que harían llorar de emoción a Guy-sensei.

-No es imposible, porque...- tomo aire, hasta que sus pulmones se hincharon al límite- ¡La lujuria nunca muere!

Lo grito con tanta energía que Midori sintió dolor en los oídos.

-¡Sin importar cuánto rencor u odio tenga alguien, sus deseos sexuales estarán en su interior hasta que deje de respirar! ¡Es una ley universal que no podemos eludir!- tomó aire de nuevo- aunque todo lo que esté allí sea una mísera chispa que puede apagarse de un soplido, aunque sea tan pequeña que sea imperceptible; la lujuria y el deseo sexual siempre estarán en el fondo de nuestro ser- lo miró a los ojos- y como cualquier otra sensación o sentimiento que tenemos, se volverá un gigantesco y ardiente incendio con el estimulo apropiado- soltó lentamente al niño, el cual no aprovechó para salir corriendo, pues lo que John le dijo le llamó la atención.

-¿El estimulo apropiado?- preguntó con los ojos abiertos de la gran curiosidad.

John sonrió mostrando los dientes.

-Chico, cuando veas a Zack dile lo que te voy a enseñar. Esto era lo que quería darles hoy en la clase. Una técnica especial que inventé hace años y que me ha salvado la vida en decenas de ocasiones.

-...- Midori asintió.

-Consta de varios pasos, pero si los haces bien, créeme que los resultados serán espectaculares. Presta atención.

Midori asintió una vez más.

No le gustaban las clases de John, pero esta vez sentía algo de intriga.

Eso sí, si resultaba ser algo que a sus oídos sonara como de muy mal gusto o como una broma, se iría inmediatamente de allí.

(Fin Flashback)

Después de eso, le enseñó unos pasos que, sin lugar a dudas sonaron a un mal chiste, pero que sorprendentemente no lo hicieron huir por la seguridad con la que John los pronunció todos.

Ahora mismo, no tenía idea de si funcionaría, pero estaba seguro de algo.

Ahora mismo era el momento de poner a prueba esa lección.

Aunque diminuta, era su única esperanza de salir de allí vivo.

Con su máxima fortaleza mental, se rehusó tercamente a morir y movió como pudo la mano de su internamente destruido brazo hacia la empuñadura de la única espada que podía usar en este momento: la espada azul.

Apretó el agarre con todas sus fuerzas, colocando su energía en la regeneración Hollow para poder mover el brazo en un corte.

Lo consiguió con un esfuerzo monstruoso. Su brazo se regeneraba y dañaba constantemente por los interminables golpes, pero pudo por lo menos liberar la espada azul de su funda.

Su piel ya estaba destrozada de nuevo, lo que le hizo más fácil el movimiento al no tener nada que tapara su extremidad.

-¡Ahhhhhhhhhhhhhh!

Rompiendo su garganta solo para sobreponerse al dolor de su cuerpo por un instante, efectuó una blandida horizontal de 360° con la poderosa arma.

Solo eso bastó para crear una fuerza descomunal tan atroz, que toda el agua a su alrededor se separó por un momento.

Claro que ese momento fue 100% explotado.

Le dio a la espada un mayor agarre que antes y por segunda vez lanzó un grito de guerra que iba de la mano con un corte circular aun más fuerte que el anterior.

La fuerza del corte fue colosal.

El agua que lo rodeaba se alejó más de dos mil metros de él, dejándolo flotando en medio de un gigantesco círculo vacío en algún lugar de un mar infinito.

Hasta el agua que estaba arriba de él se alejó.

Y eso que se encontraba altamente lastimado, usaba un solo brazo y solo empleaba el 40% por ciento de su poder total.

-¡Lamento el silencio damas y caballeros! ¡Parece ser que hubo una interferencia con la señal, pero no se preocupen, uno de nuestros combatientes ya la ha disipado temporalmente con el arma más poderosa de todas las inventadas hasta la fecha!

Oír la voz de su maestro lo tranquilizó un poco, pues eso le decía que finalmente había salido de ese infierno de dolor.

Pero era muy pronto para calmarse.

Concentro sus energías en su regeneración Hollow, reparando todos sus huesos y tejidos musculares.

Al mismo tiempo que su cuerpo se reparaba, el agua volvió a moverse hacia él en un avance violento.

Pero no se preocupó.

Solo apretó su arma con más fuerza que antes.

-¡Perfora el mismo universo!- gritó, arrojando una fuerte estocada al agua delante suyo.

Esta se volvió abrir todavía más que antes.

Activando su Shunko y moviéndose con Sonido, hizo trizas la velocidad ultrasónica en el impulso que dio hacia aquella apertura.

En el fondo de esta, una figura se podía percibir.

Sus ojos verdes observaban a Midori con aquella sed de sangre que se rehusaba a disminuir.

Ella se había movido hasta ese lugar desde donde había estado antes a modo de precaución, ya que esperaba el uso de la espada azul por parte del pelinegro.

Viéndolo a la distancia óptima, creo una gigantesca mano de agua, no, gigantesca era poca descripción; era una mano titánica.

Su tamaño era exactamente el mismo que el del ancho del espacio circular formado en el mar por la espada azul.

Pero su velocidad y tamaño no concordaban.

Se movió a una velocidad divina en una palmada directa contra Midori.

Pero el solamente la cortó como si no fuera nada con esa espada.

Sin embargo, la mano era solo una tapadera.

En el momento en que el agua que la formaba dejó de obstruir su camino, lo primero que pasó fue que AoiTenshi apareció a un metro de él con su puño rodeado de agua.

En ese pequeño lapso, unas palabras aparecieron en la mente del ojiverde.

"Encarar la ola"

"Es lo más fácil, para hacerlo, primero tienes que aproximarte a la mujer y desarmarla"

"¿Como desarmarla?"

"Arrebatarle sus armas, romper su postura, dejarla en un estado indefenso del que te puedas aprovechar. Esto es, en esencia, alisar el camino para la fase dos y tres. No es difícil, te mostraré un método seguro para dejarla con la guardia tan baja, que el camino a la fase dos estará asegurado"

Recordando lo enseñado por su figura paterna, el ojiverde dejó caer la espada azul y empuñó su mano, dejando firmes los dedos índice y medio.

"Esta técnica se llama: el dedo eléctrico"

Eludió el golpe moviéndose hacia abajo y se puso cara a cara con la zona pélvica de su Zanpakuto.

-*¿...?*- anonadada porque soltó la espada azul, su cerebro no llegó a reaccionar para evitar lo que hizo inmediatamente después de pasar por debajo de su puño.

Midori explotó el que su espíritu de Zanpakuto no tuviera nada debajo de esa ropa aparte de su cuerpo y que esa parte en específico seguía algo húmeda por lo de antes.

Más rápido que el viento, los dedos se movieron.

(N/A: Por fin, ha llegado por fin este día. Luego de tantos años, por fin les puedo decir lo siguiente prepárense donde estén, mujeres y hombres que leen esto. Sea en sus cuartos, sus salas, sus baños, aceras o la casa de su vecino, pues (Redoble de tambor) ¡ALERTA LEMON!)

-*¡... ¿Q-Q-Q-Que haces?!*

-...-

-¡Uoooooohhhhhhhhhhhhh! ¡Midori penetró a AoiTenshi con sus dedoooooossssssssss!

El público fantasma, callado desde hace un rato, volvió a rugir con extrema pasión.

AoiTenshi estaba muy ruborizada, su mente se quedó en shock un instante antes de darse cuenta de lo que hacía el que estaba tratando de matar.

-*T-Tu... ¡Muere!*- rugió cubriéndose la mano de agua y dando forma a una espada.

Sin embargo, no pudo ser blandida.

-¡Wowwowowowowoooo! ¡Esta temblando, el brazo entero de Midori está temblando con mucha fuerza!

Así era. Igual que un vibrador, la extremidad del hombre comenzó un fuerte tembleque como si tuviera frío. Al mismo tiempo, empezó a entrar y salir de la húmeda entrada a súper velocidad.

-*Hyaaaaaaa~~~~*- y lo estaba haciendo tan bien que la dueña de esta no pudo mantener encerrado un fuerte y placentero gemido.

-¡Es increíble, amado publico! ¡Esta batalla por fin ha tomado el rumbo sexual!

Escuchando la voz de su maestro resonar, la voz de John se contrapuso en sus pensamientos.

"Debes usar cualquier recurso que tengas a la mano para dejarla indefensa"

-¡Silver!- clamó a viva voz el nombre que puso a su maestro.

-¿Nani?

-¡Necesito que hables! ¡Di un montón de cosas pervertidas como antes! ¡Necesito que me ayudes a excitarla y relajarla lo más que se pueda! ¡Por favor!- Suplicó, colocando aún más empeño en la masturbación al ver que ella se esforzaba por mantenerse firme en su intento de homicidio.

-...Pero solo porque lo pides por favor- tosió levemente, hizo un sonido como si tomara aire y volvió a articular- ¡Y la sigue masturbando, moviendo rápida y a la vez cuidadosamente sus manos por el interior de su amada! ¡Buscando entregarle todo el placer que pueda sin lastimar ni un solo rincón del cuerpo en el que no puede evitar pensar aunque sea por un día! ¡Ese cuerpo, ese rostro, esa actitud en la que siempre está pensando de 24/7/365! ¡El cuerpo del ser que ama incondicionalmente, aunque sea una parte de él!

-*Kuhhh... ni creas... que eso bastará... para detener... meeeeee~~~~~~*- gimió, y a su vez, levantó la cuchilla de agua lo más alto que pudo, decidida a bajarla sobre la cabeza de quien estaba con dos dedos en su interior ahora mismo.

A pesar de ello, Midori notó que las palabras de Silver aliviaron su furia mínimamente.

Ella era tan voluble como él, y exactamente igual de terca también. No sería tan difícil, pero tampoco tan fácil.

Apunto de bajar el filo de agua, ella cometió el error de concentrarse en matar a Midori y no en resistir el placer que este le facilitaba.

Él lo vio, y tomó la oportunidad.

-*¿Q-Que estasuuuuuuuuhhhhhhhgggggg...?- sus palabras perdieron entendimiento una vez que Midori, sin dejar de estimular su zona inferior, le comió la boca a la mujer con el tremendo beso de lengua que le dio.

"¿Entiendes? Ese es el mejor amigo del dedo taladro y que solo es llamado cuando se necesita causar el máximo de excitación. Con este súper beso, a la mujer se le nublara la mente y sus intentos de homicidio se verán lo bastante ralentizados como para tomar la delantera con el dedo eléctrico."

Su lengua golpeaba, acariciaba, rodeaba y aplastaba la lengua del espíritu de Zanpakuto contra las paredes bucales en una danza impetuosa. Sin ningún tipo de compasión por la pobre lengua que apenas le podía seguir los pasos en los primeros momentos.

En el pasado, usó ese súper beso contra ella durante ese encuentro sexual que tuvieron, pero era la primera vez que en verdad la ponía en práctica y no duró mucho.

Pero tiempo después de eso se puso a entrenar su lengua hasta el punto en que fácilmente podía dar un golpe con esta. Uno no muy fuerte, pero haría retroceder a alguien débil. (N/A: si les parece raro, recuerden a Tao Pai Pai contra el general Blue, eso estuvo interesante).

Y ahora, usaba esa lengua entrenada para hacer retroceder la que lo había vencido antes en ese beso.

"Con este beso, tu lengua debe ponerse salvaje. Como si estuviera bien borracha. Solo así podrás ganar. El nombre de este beso se debe a esa condición: la lengua borracha"

Un nombre raro, pero un movimiento súper efectivo.

-¡Alucinante! ¡No solo es al nivel de la entrepierna y los dedos! ¡Ahora esto se volvió una batalla lingüística! (N/A: ¿Se entiende el chiste?) ¡Ojojo, Midori tiene la delantera, pero AoiTenshi no se queda atrás y le da un golpe a su lengua, sin embargo esta se recupera y la envuelve en un fuerte apretón húmedo y empieza a frotarla, AoiTenshi se resiste y consigue liberarse de su captor para arremeter con una serie de giros sobre la lengua de Midori, no obstante, ambos son igual de tercos y el lucha para abrazarla también! ¡Wow, ambos están apretándose, la saliva escurre de sus bocas y los dos están ruborizados a morir, el calor de sus cuerpos aumenta con ese apasionado beso y el aire de sus pulmones en huida va debilitando poco a poco los embates del otro, además de que AoiTenshi está siendo asaltada en dos puertas diferentes! Es un combate muy cerrado estimado público, pero sin duda, Midori será el ganador.

Eso último fue un buen impulso para AoiTenshi cuando llegó a sus oídos. No soportando la idea de perder contra Midori en nada ahora mismo, luchó cual lobo herido y acorralado. Aun así, el final fue tal y como dijo Silver.

Extrañamente, el agua no se movía de donde estaba ahora como la que rodeaba la zona de agua baja antes, como si una línea invisible le obstruyera el paso. Tal vez AoiTenshi tenía algo que ver, pero no se daba cuenta en ese momento de nada.

Estaba acalorada.

Húmeda.

Con la mente demasiado nublada para pensar en algo.

Y todavía tenía esos dedos y su espectacular movimiento haciendo estragos en su interior.

Aunque tomaba aire, este se escapaba inmediatamente con las fuertes exhalaciones que daba y sus gemidos casi de orgasmo.

Ya no tenía la espada de agua, y sin duda estaba fuera de combate por ahora en la batalla del beso.

Ni siquiera sabía cómo podía seguir teniendo la lucidez suficiente para continuar volando.

Otro podría pensar que ya estaba bien, pero Midori sabía que aun faltaba un largo trecho para que aquello acabara.

-¡Casi no puedo creerlo! ¡AoiTenshi está fuera de combate por una masturbación y un beso de lengua! ¡Midori tuvo que poner un empeño increíble en ello!

-*Y-Y-Yo... todavía no estoy vencida*- con un suspiro de voz, ella mostró que estaba renuente a perder aún.

-¡Como era de esperar de ella, se rehúsa a rendirse ante nada incluso en ese estado!

Tal y como pensaba.

No había forma de que esto hubiese acabado.

El espíritu de Zanpakuto había dejado caer su cabeza para atrás, pero la enderezó para hablarle a Midori entre gemidos y con unos ojos todavía homicidas.

-*Te mataré*-

Toda el agua volvió a rodearlos y su cabeza otra vez calló a su espalda.

"Es muy raro cuando una mujer cae ante la primera parte, por eso siempre debes estar preparado para la fase dos: someter la ola"

"¿Qué significa eso de someter la ola?"

"Pues hablando objetivamente, es la parte más difícil de las tres y la que más conocimiento requiere. Luego de desarmarla y dejarla indefensa, tienes que controlarla llevando su lujuria tan alto que su calor corporal haga que el agua entre en estado de ebullición... figurativamente claro está"

"¿Cómo?"

"Haciéndole el amor con tanta maestría que su mente se ponga roja"

"¿Roja?"

"El color de la pasión"

Esta parte marcaba el inicio de la verdadera batalla. Un mal movimiento y todo se pondría feo.

Alejó a AoiTenshi un poco y volvió a agacharse hasta su área pélvica.

Sacó sus empapados dedos de aquella cavidad carnosa y suave, utilizándolos para levantar la tela blanca que cubría esa parte, permitiéndoles a sus ojos verla claramente.

Húmeda y hermosa, ese fue su primer pensamiento.

-*Kuh...*- se alarmó cuando hizo un ruido con su lengua.

No debía postergar sus acciones, en cualquier momento reaccionaría y trataría de tomar su cabeza.

Ella ya estaba enderezando su cráneo una vez más al ser finalmente libre de la vibración y la masturbación, y no tardo en caer en cuenta de una sensación en su zona lumbar.

Bajó la cabeza y vio la boca de Midori peligrosamente cerca de sus paredes vaginales y su brazo rodeando su cintura.

Tuvo una reacción inmediata como un reflejo, izando su puño para destruir los huesos craneales del hombre.

Pero tal como antes, fue tarde.

-Chu...- el hombre puso sus labios sobre el gimen y lo succionó como un vampiro a la sangre.

-*Iyyyaaaannnnnn~~*- Midori se salvó por seguir la lección de Silver.

"El movimiento llamado "La aspiradora loca" requiere demasiada práctica para ejecutarse. Una vez que pones tus labios sobre el gimen de la mujer no solo debes chupar, también tienes que usar un movimiento de lengua especial que es muy difícil de ejecutar si estás haciendo otra cosa a la vez; pero si lo ejecutas correctamente, puedes crear un placer instantáneo de proporciones continentales. Cualquier movimiento que haga, cualquiera, se verá detenido por el inmenso placer*

Había sido un terminante éxito.

Midori chupaba y lamia en círculos como las manecillas de un reloj, arremetía con su lengua como una lanza y la movía de arriba abajo y de izquierda a derecha como una espada siendo meneada.

Los fluidos salían de AoiTenshi como el agua de un grifo semiabierto, como un muy regulado flujo de agua y gotas pequeñas.

La cara de Midori estaba empapada y viscosa, pero él seguía estimulando aquel pequeño punto G diligentemente y sin importarle.

-*S-Su-Suel... tame*- exigió ella con dificultas por el placer que abarcaba los más inalcanzables puntos de su conciencia.

Entendió que le costaría mucho matarlo si no lo separaba primero, por lo que puso su fuerza de voluntad en apartarlo de ella, empujándolo con sus pies y halándolo del cabello.

No funcionó.

Por cada aumento de fuerza en sus pies, el brazo de Midori abrazaba más su área lumbar.

Por cada pelo arrancado de su cuero cabelludo, aumentaba la intensidad de su succión y lamidas.

Era una batalla de verdad.

Pero en un momento dado, AoiTenshi consiguió separarlo momentáneamente de ella con un gran esfuerzo.

Ya no sintiendo esa monstruosa boca en sus zonas bajas, estaba por atacar a Midori con el agua otra vez; sin embargo el hizo una jugada antes.

Se apresuró a ella con un nado rápido y le mordió un pezón suavemente a través de la ropa.

-*Tsk...*- la frenó un segundo, pero después se alistó para atacarlo con un tajo cruzado de las cuchillas de agua.

"Ella claramente luchará contra ti con todo lo que tiene para detenerte, por eso siempre permanece alerta de tus movimientos y los de ella. Siempre piensa que harás a continuación y en lo que ella hará en contra, de esa manera puedes crear estrategias para usar sus contraataques en su contra"

Nadó a la izquierda y en un descuido de ella se posicionó a su espalda.

Puso firmes todos los dedos de su mano, y meneó esta en cuantiosas ocasiones sobre el dorso del vestido de AoiTenshi, como una espada.

Toda la parte trasera del vestido se cayó, dejando desnuda su espalda, trasero y el dorso de sus piernas y brazos.

-*¡...!*- notando esto, ella se sonrojó grandemente.

"Usa sus distracciones, sus puntos débiles. Se más rápido, más valiente y más creativo que ella, eso es lo que en verdad te asegurará la victoria en esta parte. Las técnicas que te enseño son de gran ayuda también, pero esto es lo más importante."

Llevó su mano dentro de la ropa rota y la puso sobre el pecho derecho de la mujer.

Le estaba manoseando directamente uno de sus pechos desde su espalda.

Ella, un poco acostumbrada ya, esperó que un placer enorme la embargara con los dientes apretados.

Increíblemente, pudo mantenerse lo bastante lúcida cuando este hizo su aparición como para lanzar un intento fogoso de quitar la mano de Midori.

Este se encontraba en una desventaja abrumadora actualmente. Quiso llevar a cabo una de las técnicas sexuales que John le enseñó, una destinada a los pechos; pero solo podía lograr la mitad de su efecto al tener un solo brazo.

Estaba en problemas.

-*Suéltame o te mato*- consiguió hablar bien aún con el sensacional sentir en su pecho.

-Me mataras si te suelto- contestó ironizando esa verdad, abrazándola de la cintura con las piernas y estimulando todavía más el pecho.

Ella se retorció como la cola cortada de un reptil, sin importarle que al hacerlo se lastimara un poco su seno.

Midori seguía aferrada a ella como un perezoso a un árbol. No planeaba dar su brazo a torcer.

Ni siquiera cuando volvió a sentir esos golpes como autos en su espalda.

-*¡SUELTAMEEEEEE!*- ella tampoco estaba para juegos. Esos puños de agua destruyeron la espalda del hombre de muchas cicatrices; y él la regeneraba, pero no duraría mucho así.

Buscó desesperadamente alguna de las lecciones de John en ese entonces que pudiera salvarlo, y aunque tardo un poco, recordó algo.

"La técnica de nombre "Panadero" está hecha para los pechos también, pero solo para uno a diferencia del "Panadero doble". Es mucho más difícil que el panadero doble, pero más efectiva también. Si la usas, no importa incluso si perdiste un brazo, el efecto será devastador para la mujer"

Ahora eso que decía del brazo sonaba como una profecía, y se veía como una luz de esperanza para él.

-*¡Kyyyyyyyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa~~~~~~~~!*- como por arte de magia, los ataques a su espalda desaparecieron y pudo respirar tranquilo.

Movía aquel pecho de lado a lado con su solitaria mano, lo apretaba, estiraba y presionaba el pezón, lo pellizcaba y le hacía cosquillas. Sus cinco dedos se movían individualmente de una manera magistral, casi como tentáculos.

Aunque seguía forcejeando, AoiTenshi paulatinamente se vio sobrepasada por el placer y sus músculos perdieron tensión.

Midori esperó pacientemente a que se presentara una oportunidad, y en el momento que vio la ventana abierta saltó por ella.

Nadó delante de ella y procedió a arrancarle lo que le quedaba de ropa a su espíritu de Zanpakuto, dejándola desnuda tan desnuda como un bebe.

Se permitió unos segundos para deslizar sus ojos por aquel exquisito cuerpo caucásico.

Solo unos segundos. Inmediatamente siguió con su siguiente accionar.

-Preferiría no llegar tan rápido a esto. Pero si no lo hago me puedes matar- uno de los consejos de John, fue que debía evitar a toda costa llegar a esta parte si no había durado por lo menos media hora estimulándola, no obstante, su instinto gritaba desde lo más hondo de su garganta que si no lo hacía correría peligro.

-Debo ser valiente e intentarlo- respiró profundo, para que con su mano y una rodilla separara las piernas de AoiTenshi.

Su pene estaba erecto hace rato, y ya empezaba a molestarle.

"Cuando vayas a iniciar la penetración debes tener mucho cuidado al asegurarte que la mujer esté con la guardia lo bastante baja para que no te ataque"

Lo confirmó: estaba con baba escurriéndole y su mirada no tenía brújula, pero aun murmuraba la palabra "Matar".

No estaba completo el trabajo, solo estaba cerca de estarlo.

Tomó su pene y lo introdujo poco a poco en la intimidad de la ojiverde.

Primero sintió la suavidad y humedad en su glande, sacándole un gruñido. Una vez tuvo la mitad de su pene dentro, el calor del lugar fue perfectamente percibido por el miembro y los pelos de su cuerpo se erizaron ante el grato sentir. Cuando el viaje finalizó, no solo su pene, también su cuerpo al completo fue abrazado por todas aquellas sensaciones a la vez.

Eso le trajo a la mente el recuerdo de la última vez que estuvo así.

Se sintió exactamente igual ahora.

-*Hmmm~~~*- cuando AoiTenshi gimió con la boca cerrada y pareció comenzar a volver en sí, fue la señal para Midori de seguir con la parte más esencial del acto.

"Cuando estés dentro de una mujer debes siempre recordar que tu pene por sí solo no puede complacerla. Tus manos, tu boca, tus pies, tu nariz, tu lengua, tus labios, y si puedes, tu aliento. Lo que quiero decir es que simplemente explotes, deja que toda tu imaginación caiga sobre ella y la haga llegar al mejor orgasmo de su vida.

Con su mano en su pecho, su boca asida a su cuello en un agarre firme pero no lo bastante fuerte para dejar grandes marcas y las piernas entrelazadas con las suyas, no dudó en comenzar a entrar y salir con prisa moderada de ella.

-*Kuh*- finalmente encontró la brújula, pero su cuerpo ya estaba siendo fuertemente estimulado otra vez en su pecho, vagina y por primera vez en todo el rato, en su cuello.

Un gran pene la perforaba, llegando a una distancia que los dedos de Midori no alcanzarían. Aún así no le daba el mismo placer que estos.

Una mano fuerte y áspera por el entrenamiento apretaba cariñosamente su busto y acariciaba gentilmente sus pezones, produciéndole pequeñas descargas de placer que le llegaban a la espalda por su intensidad.

Una boca húmeda, de labios suaves, aliento cálido y una lengua viscosa y resbaladiza jugaba con su cuello como le daba la gana.

Las ansias de matar que tenia al principio estaban decayendo a una velocidad alarmante. Ya hasta su memoria comenzaba a desechar el recuerdo de por qué se enojó.

¿Por qué había roto el vínculo con Midori? Lo olvido.

¿Que la había enojado antes para pelear con él? Lo olvidó también.

¿Que la había hecho enojar hasta el punto de desear matarlo? Que había roto su nariz.

Como se dijo antes, no lo había olvidado del todo.

No podía olvidarlo. Eso la había enojado mucho.

Había apreciado tanto esa nariz, durante los últimos diez años.

La acariciaba, la limpiaba regularmente tanto interna como externamente, se aseguraba de depilarla con regularidad.

Era su tesoro.

Recordó cuando fue golpeada en ella y luego cuando la vio rota en su reflejo.

Golpeada y rota por el mismo que la hizo atesorarla.

"Honestamente me encanta tu nariz"

(Flashback: 10 años atrás)

-*¿Enserio? A mí no me gusta nada*- ella se tocó esa porción de su cabeza con una mueca de disgusto.

-¿Por qué?- parpadeó extrañado.

-*Es pequeña*- hizo un puchero sin parar de toquetearla.

Esta conversación tuvo lugar minutos después de que Midori y AoiTenshi acabaran su encuentro sexual.

Desnudos y todavía con la temperatura elevada por este, ambos se miraban y hablaban tranquilos, acostados debajo del agua.

En ese entonces, Midori no tenía tantas cicatrices como en el tiempo actual, pero sí que tenía varias.

Había sido algo muy fogoso y extremo lo que hicieron, era incuestionable. Incluso varias partes de sus cuerpos les dolían todavía.

¿Qué tanto? Demasiado, pero no se quejaban.

Valió la pena.

-¿Importa que sea pequeña?- enarcó una ceja.

Poco antes de este momento, AoiTenshi le preguntó a Midori cual era la parte que más le gustaba de ella.

Fue a modo de matar el tiempo. Midori todavía tenía algunos minutos más de libertad antes de ir a entrenar así que decidieron gastarlo en cualquier cosa.

-*¡Claro que importa! Es muy pequeña. Es rara*- y se tapó su principal entrada de aire con vergüenza.

Pero de un momento a otro, Midori se la destapó con sus propias manos.

-No escondas tu nariz. Eso si es horrible- le dijo con un semblante serio, pero lo cambió por uno gentil- tu nariz es hermosa.

-*No lo...*- tapó sus labios con un dedo.

-Esos labios son los que no me gustan ahora mismo. Soltando mentiras como esas, Aoi-chan, tus labios son más bonitos cuando hablan bien de ti y cuando te ríes como una Ojou-sama, no cuando dicen que alguna parte de ti es fea y cuando haces pucheros quejándote por eso. Esos labios que hablan mal de ti destruyen tu hermosura, solo cuando honestamente dicen cosas buenas de ti te hacen ver hermosa, igual que tu nariz. De hecho, creo que tu nariz te hace hermosa.

Avergonzada por sus oraciones, apartó la vista de él, sonriendo tenuemente.

-*No soy tan hermosa*- jugando con su pelo.

-Lo eres- articulando con voz tenue, la abrazó con suma gentileza, como si fuese de cristal- eres muy hermosa. La mujer más hermosa que he conocido.

-*Hmp... solo lo dices porque soy una versión femenina de ti*- infló los mofletes al espetar.

-No en realidad. Me considero bastante feo delante de ti. Comparado contigo, soy un horrible y gordo gusa- ahora fueron sus labios los interrumpidos.

-*Tu boca también es horrible cuando habla mal de ti, cállala. Tu eres hermoso, no lo dudes*- fue su turno de poner una cara seria y de intercambiarla por una dulce.

-Pero yo...- sus labios fueron presionados por ese dedo.

-*Sin peros, no quiero que lo siguiente que salga de tu boca sea que eres feo. Quiero que me digas que eres hermoso*- y retiró su dedo- *Anda, di "Soy hermoso"*.

-... Soy... ¿Hermoso?- dijo, o más bien preguntó.

-*Muy desconfiado, ¡Otra vez!*- ordenó con voz de mando.

-Soy... hermoso- con un poco más de confianza, pero no al cien.

-*Todavía no es suficiente. Dilo alto y claro*- le sonrió de lado.

-...- el imitó su sonrisa- ¡Soy hermoso!

-*¡Eso si me gustó! ¡Dilo otra vez!*

-No- su respuesta la descolocó.

-*¿Qué?*- Midori le sonrió.

-Si quieres que lo diga, tú debes decir que tu nariz es hermosa- señalando el aludido lugar.

-*... ¿Mi nariz es hermosa?*- sin creerlo ella misma.

-¿Que fue eso? ¡Con confianza!- la alentó tal como ella a él.

-Mi nariz es... ¡Hermosa!- todavía no.

-Falta, ¡Desde el fondo de tu corazón!- una gran sonrisa se apoderó de su rostro, y después una pequeña de confianza de AoiTenshi.

-*¡Mi nariz es hermosa!*

-¡Muy hermosa!

-*¡Mi nariz es muy hermosa!*

-Y es lo que te hace más hermosa, Aoi-chan, ¡Eres hermosa!

-*¡Soy hermosa! Midori también lo es*- ella le sonrió con una sonrisa tan grande como la de él.

-¡Soy hermoso!

Entonces, ambos tomaron aire y gritaron:

-¡Los dos somos hermosos!/*¡Los dos somos hermosos!*

Y se empezaron a carcajear.

Y entonces, llego el fin del descanso de Midori.

-*Esfuérzate mucho, ¡Pero no te excedas!*- ambos, otra vez con ropa, estaban abrasados fuertemente.

-No te preocupes. Recuerda tu nariz y tu son muy hermosas, y me encantan- besando ese lugar le recordó.

-*Jeje~*- se ruborizó- *¿Cuando vendrás a visitarme otra vez?*- inquirió olvidando momentáneamente que ella también podía visitarlo a él cuando quisiera.

-Vendré corriendo... no, vendré volando tan pronto el idiota que tengo por maestro me suelte otro rato.

Los dos se rieron por la forma en que se refirió a Silver.

Si, eran parecidos en muchos aspectos y distintos en otros, pero ambos concordaban en su opinión sobre el rey del Vacío.

-Me tengo que ir, nos vemos- empezó a desaparecer del lugar poco a poco luego de darse un beso con ella.

-*No tardes en volver*- dijo un segundo antes de que su amado desapareciese del sitio.

Estuvo parada allí por algún tiempo viendo la nada, pero entonces, se tocó la nariz con una linda y ruborizada expresión de felicidad.

-*Soy hermosa, y mi nariz es muy hermosa. Mi nariz me hace hermosa para Midori*- recordando el beso que le dio en ella, se ruborizó todavía más.

(Fin Flashback)

Desde ese día, comenzó a atesorar su nariz por encima de cualquiera de sus otros atributos.

La valoró como la fuente de su hermosura, tal y como Midori dijo que opinaba.

Todo por las palabras de Midori.

El hombre que amaba.

Hombre que amó lo que ella consideraba feo en su cuerpo.

Hombre que tras decir que volvería para verla, no regresó nunca más hasta hace poco por la cobardía que lo invadió unos días después de que tuvieron ese encuentro al recordar todo lo que había pasado y no tener idea de cómo verla a la cara.

Ella también fue cobarde, pero pensó al menos que él podría sobreponerse al miedo por el amor que le tenía. También pensó que por lo mismo ella algún día iría a verlo.

Ambos habían sido igual de cobardes y se habían demostrado que tan grande era su amor mutuo al no superar esa cobardía.

Parece que no era tan grande después de todo.

No tenía verdaderas razones para estar molesta por eso, después de todo. Eran igual de culpables ellos dos.

De no haber ocurrido lo de la nariz, hubiera cancelado la ruptura de vínculo.

Pero ocurrió.

Su nariz fue rota por el mismo que la hizo amarla.

Eso lo podría haber dejado pasar si se ponía de rodillas y le pedía perdón, pero no lo hizo.

En lugar de eso, actuó como si no fuera algo demasiado importante.

Le dijo indirectamente que había olvidado ese momento tan especial que compartieron.

Eso no se lo podía perdonar.

La hizo tan feliz en ese momento, y lo olvido como si fuera algo más del montón.

Y ahora, el muy desgraciado violaba su cuerpo en un claro intento desesperado de dominarla con placer.

Eso era lo último.

Lo último que necesitaba para estar segura al destruirlo.

Aun con el placer desbordándola, apretó puños y dientes y sobrepuso su voluntad a la lujuria.

-*¡Gahhhhhhhh!*- le propinó un golpe de tal magnitud a Midori en la espalda, que sintió su columna quebrarse como si de cristal se tratara.

Y aún con eso, siguió penetrándola, sin separarse.

Ella se enderezó en el agua ya que estaba semi recostada allí, para subsiguientemente hacer que los golpes nivel auto llegaran al mismo lugar que acababa de agredir.

Y no se soltó.

-*¡Ahhhhhhhhhh!*- a la vez que hacía que la espalda del hombre fuese destruida, ella empezó a nadar mucho más rápido que un torpedo por todo el lugar. Se agitaba y agitaba, iba de arriba hacia abajo y algunas veces arrastraba a Midori en la tierra al bajar al fondo.

Está de más decir el horrible estado en que estaba la espalda y otras partes del pobre, quien aun con todo eso no se separaba por nada del mundo.

También es sorprendente el que a pesar de todo, en ningún momento apretó de más el pecho de AoiTenshi o mordió muy fuerte su cuello. Parece imposible, pero continuamente siguió apretando, mordiendo y lamiendo de manera que no la hiriera nada.

-*Ya ríndete y déjate matar. No importa cuánto placer me des, no podrás hacer que cambie*- la excitación ya no invadía su voz, solo desagrado y seriedad.

-Kuh...- haciendo un sonido desesperado con su lengua, no se rindió, dando todo lo que tenía en la estimulación.

Pero no duró mucho más tiempo en ello.

-*Te dije, ¡QUE ME SUELTES!*- se dispuso a usar toda su fuerza para derribar el agarre del hombre.

Pero solo requirió de la mitad de ella esta vez.

¿La razón?

Estaba cansado y medio muerto por el brutal numero y daño de las heridas, si, pero no fue por eso.

Pasa, que justo cuando AoiTenshi hizo ese esfuerzo por liberarse, la ruptura de vínculo volvió a hacer de las suyas... Y tanto el brazo restante como la pierna derecha de Midori se destruyeron en muchos pedazos.

La cantidad de sangre salida de las heridas fue peligrosa, y Midori soltó la única pierna que le quedaba de la de AoiTenshi por el inconmensurable dolor que lo asaltó y que hasta lo hizo convulsionar mientras se hundía.

AoiTenshi lo miró así y sonrió, ignorando el pequeño dolor en su corazón.

No valía la pena preocuparse por un dolor salido de sentimientos por alguien falso.

Se quedó allí, viéndolo hundirse en las profundidades de su mundo interior lentamente.

(N/A: Pausa Lemon)

(N/A2: atención, los eventos que van a leer a continuación pueden parecer muy Deus ex machine, así que me disculpo de antemano; pero pueden estar seguros de que esto es parte de esta historia y se mencionará después).

Él tenía frío.

Mucho frío.

Tanto que sentía su sangre congelada.

Le dolía cada célula de su cuerpo, cada músculo. Había perdido mucha sangre durante los golpes del agua, así como tres de sus cuatro extremidades.

No sabía qué pasaba. De la nada, estaba acostado en una especie de vacío negro cuando hace un momento se estaba hundiendo en su mundo interior, muriendo paulatinamente.

Intentó llamar a Silver, pero no le respondió.

Quizás había caído en algún lugar muy lejano a lo que Silver podía alcanzar.

¿Había muerto?

No lo creía. Si un alma moría reencarnaría inmediatamente en un alma del mundo humano que estuviera naciendo.

Entonces, ¿Donde estaba?

-En nuestros dominios, criatura- se sobresaltó al golpear sus tímpanos una voz atronadora.

-¿What?- sorprendido, rodó su cuello a todas las direcciones que pudo.

-¿Se supone que este chiquillo es su discípulo? Que decepción, esperaba más.

-Yojojojojojo, no deberías menospreciarlo por su aspecto. Hiciste lo mismo con su maestro y quedaste en evidencia.

-Tch...

-Se más amable con él, se ve que es un joven con mucho potencial.

-Eso sí, necesita alguien que le enseñe a explotarlo. Honestamente creí que John adiestraría hombres hechos y derechos, pero este chico no serviría para mis libros.

-Por cierto, ¿Cuando me vas a pasar una de tus novelas? Quiero saber qué pasará con el protagonista.

-Créeme, nada nuevo.

¿Eh? ¿Qué? ¿De quienes eran esas cuatro voces? ¿De qué hablaban?

-Yojojojo, pero donde quedaron nuestros modales chicos. El jovencito está completamente confundido por nuestras identidades, debemos presentarnos.

-Háganlo ustedes, no me presentaré con alguien que ni siquiera puede provocar un orgasmo en su novia cuando está iracunda, y tratando de asesinarlo. Con lo fácil que es

-Jejeje, no seas tan amargado, ¿De nuevo te rechazaron?

-Tsk...

-No importa. Jovencito, por favor pasa de ese amargado. No te daremos nuestros nombres porque seguramente no volveremos a hablar nunca, pero por lo menos debemos decirte quienes somos. Tú puedes llamarnos: los cinco reyes pervertidos. Y este lugar es nuestro recinto, al que solamente los elegidos que han descifrado todos los secretos de la perversión y seducción pueden acceder, pero tú eres una excepción. Siéntete afortunado.

-Ahora mismo, solo somos cuatro. El quinto, que es nuestro líder, se fue de juerga hace un mes y todavía está borracho e indispuesto.

-Probablemente su jefe le haya prohibido salir a beber por el resto de su vida... otra vez.

-Ya te digo. Me sorprende que siga vivo con ese estilo de vida tan chévere que tiene.

-Es duro de matar. No importa. Ahora bien, escucha, Midori.

Se sorprendió porque conocían su nombre sin haberse presentado él.

-Que no te extrañe, cuando tu maestro vino a este lugar hace años nos habló de ti y de tu amigo. Aunque no tenías nombre en ese entonces, te hemos estado observando desde que el rey del Vacío hizo su jugada contigo.

-¿Conocen a Silver?- les preguntó, recibiendo una respuesta inmediata de la voz que parecía sentir desagrado por él.

-Ya, él y su hermano no tienen la mejor reputación. Ambos son idiotas a su manera. Aunque el rey del Vacío es mejor tipo.

-¿Ustedes son dioses como ellos?

-No, solo somos... observadores, por así decirlo, pero se podría decir que también somos entidades cósmicas... o algo así.

-¿Y de que maestro hablan? No se refieren a Silver, ¿No?

-Él ni siquiera sabe de nosotros. Hablamos de tu maestro en el antiguo arte de la seducción: John.

-¿¡Eh!?- su grito mostró que no se esperaba eso.

-¿No te esperabas que John tuviera algún tipo de relación con seres como nosotros? Pues sí que parece un hombre normal, pero es una de las pocas personas que ha descifrado los secretos de la perversión y seducción al máximo.

-Es verdad, ese hombre si estuviera en tu lugar, seguro conseguía fácil y rápido lo que tú no pudiste hace poco con tu noviecita.

-Que lo dejes en paz, el chico está al borde de la muerte en este momento por lo que pasó, ten más suavidad.

-¡Es cierto! Se está muriendo y nosotros aquí hablando de estas cosas. Escucha, Midori, cuando John vino a este lugar nos pidió de favor que si algún día tú o Zack tuvieran un problema de lo más gordo con mujeres, les diésemos una mano. Pero solo lo haremos una vez, no nos gusta interferir con personas que no se lo han ganado.

-Te vamos a dar el poder que necesitas para derrotar a esa chica y salvarte la vida.

-Pero para eso, tú tienes que hacer algo.

-¿De qué se trata?- antes esta nueva luz de esperanza, Midori solo se arriesgo a preguntar sin ponerse a pensar si esto era algún tipo de trampa o alucinación.

-Necesitas dejar salir al pervertido que reside en tu interior, apresado por autoengaños dichos por ti mismo de que no eres un pervertido.

-Pero si no soy un pervertido- en su mente, no pudo no acordarse de su maestro y sus bromas de mal gusto, colocando una mueca desagradable.

-No puedes mentirnos, niño. Estamos en el pináculo de la perversión, podemos saber quien es un pervertido y quien no solo con verlo.

-Y tu perversión es especialmente fuerte. Se desperdicia en ti, la verdad.

-Si quieres que te demos poder, debes aceptar que eres un pervertido y decirlo.

-No aceptaremos declaraciones vanas, solo palabras salidas desde el fondo de tu escroto.

¿Dijo escroto?

Bueno, era cierto que le gustaba el sexo, pero eso no lo hacía un pervertido.

No entendía que parte de él era la de un pervertido.

-Como no tienes mucho tiempo, te vamos a ayudar un poco, en vista de que no lo quieres aceptar.

-Iniciando por tus gustos: eres un amante del Yuri, de los tentáculos, del Ahegao, chicas monstruo, milf, maids, chicas gato, súcubos, NTR, sadomasoquismo, violaciones, masturbación, incesto y lolis de mil años.

-Kuh...

-Y así no quiere que le digan pedófilo. Se lo tiene tan guardado que ni el rey del Vacío ni su espíritu de Zanpakuto lo saben.

-Te gusta masturbarte, el tiempo que equivale a la mitad del año te lo pasas pensando en sexo y en posiciones sexuales de lo más peculiares, y no te molesta la idea de ir desnudo en público, ni siquiera con una erección.

-Sin mencionar que tu primera vez fue una autentica locura digna de la mente de alguien muy fumado y enfermo mentalmente. Ja, si hasta nosotros nos quedamos sin habla.

Se le cayó la boca al pelinegro.

No solo Silver, ¿Tambien estos tipos habían visto su primera vez?

¿Es que ya no existía la privacidad o qué?

-Volviendo con lo que te gusta, tienes una obsesión secreta con el paizuri, los pechos grandes, los traseros redondos y sueñas con que una chica pulpo envuelva tu pene en sus tentáculos a la vez que te hace sexo oral.

-Personalmente, opino que eres un pervertido nato.

-Y yo.

-Yo también.

-Yo igual.

Muy bien, una cosa era que dijeran que era un pervertido por broma, pero otra muy distinta era que lo declararan.

En otra situación se enojaría y reclamaría, pero ahora mismo debía cooperar por la oportunidad de derrotar a AoiTenshi.

Y también estaba el que no dijeron nada que no fuera verdad.

-Bueno, ¿Ya terminaron?

-¿Qué?

-Quiero saber si ya terminaron de decir todo eso y me pueden dar el poder que dijeron.

-Aun no, debes decir que eres un pervertido desde el fondo de tu escroto.

-Oigan, si es algún protocolo ¿No pueden saltárselo? Si me queda poco tiempo como dicen, no puedo estar perdiendo mi tiempo en esto.

-No es ningún protocolo, este poder solo sirve por completo con aquellos que son verdaderamente conscientes de su perversión.

-Es muy importante que lo aceptes.

-¿Y no existe ningún truco o algo que me deje usarlo sin ese requisito?

-Bueno, si existe uno pero...

-¿Cual es?- sus oídos se movieron y puso un rostro expectante por lo que dijo la voz.

-Pues, existe el método de darte la mitad de este poder y que solo te funcione una vez, además de que tenga un límite de tiempo. Eso bastaría para que pudieras usarlo sin necesidad de aceptar tu perversión.

-Ok, lo tomo.

-Espera un momentito, ¿Estás seguro? Quizás nunca nos volvamos a encontrar, así que podrías no volver a experimentar este poder si lo haces de esa forma.

-No me importa.

-...-

-Bueno, tú lo decidiste. Si te acabas encariñando con ese poder y te arrepientes por no poder volver a poseerlo no será nuestra culpa. Te avisamos, ¿Queda claro?

-Como el agua. No se preocupen. Por favor denme ese poder- pidió, algo desesperado.

Moriría en cualquier momento si estos tipos no hacían lo que fueran a hacer, aunque realmente no estaba seguro de la garantía de que eso lo salvara. Si tenía esperanza en esto era puramente porque no tenía idea de qué más hacer.

-Hmp, que impaciente. Está bien, nosotros, los cuatro de los cinco reyes pervertidos te otorgaremos el poder que necesitas para enfrentar y a tu novia.

-Solo la mitad y de un uso, pero será suficiente para dar la talla.

-Usa este poder sabiamente en tu pelea. No te dejes segar por él y bajes la guardia, esa chica aun podrá matarte de hacerlo.

-Se te agradece que no mueras usando este poder, nos avergonzaras.

Una esfera de energía rosada apareció de la nada encima de Midori, sorprendiéndolo. Con parsimonia, esta se acercó a su cuerpo y se adentró en su pecho con igual lentitud.

En ese instante, el pelinegro ojiverde dejó de sufrir dolor por sus heridas y sintió sus energías perdidas retornar.

Una luz de color rosa lo envolvió completamente.

-Hasta nunca (Quizás). Si ves a John mándale saludos de nuestra parte.

-Recuerda: tienes un límite de tiempo de uso. Derrótala antes de que se acabe.

Fue la última vez que oyó la voz de alguno de esos cuatro.

BURUBURUBURUBURUBURUBURUBURUBURUBURUBURUBURUBURUBURUBURU

AoiTenshi se quedó perpleja, nerviosa, sin saber que hacer o pensar.

Desde hace unos diez segundos, el mundo interior de Midori había estado temblando con una fuerza que solo podía ser descrita como la de un terremoto de magnitud 9.

El agua bailaba incansable y se formaban tsunamis de dimensiones sobrenaturales, cuya extensión cubría el cielo y liberaban cientos de miles de litros de agua en gotas cuando ocasionalmente chocaban entre sí.

Por primera vez desde que supo de sí misma, el cielo del mundo interior estaba completamente nublado, pero no soltaba una sola gota de agua.

¿Qué pasaba?

¿Que había provocado esto?

¿Era por la ruptura de vínculo?

La ultima duda le podría dar una respuesta, pero no estaba segura de si podía confiar en la fiabilidad de esta, después de todo aún podía sentir la chispa vital de Midori, por lo que no se debía a que había muerto, y si fuera así, ella hubiera desaparecido junto con él.

Estaba parada en la superficie del agua, asegurándose de que ninguna ola se acercara a su persona mientras observaba todo el panorama, con un poco de sudor nervioso bajando por su frente y mejillas.

Hace poco había intentado hablar con Silver y preguntar si sabía algo de lo que ocurría ahora mismo, pero no consiguió respuesta alguna.

Él ya ni siquiera hacía de comentarista.

Que Silver no hablara en esta situación le daba muy mala espina.

Al ver que no hallaría nada que pudiera contestar sus dudas, se sumergió en el mar.

En cualquier momento, la poca vida que le quedaba a Midori se apagaría. Ella no esperaría ese momento en esa superficie salvaje como una jungla. Si iba a morir, lo haría debajo de la tranquila y silenciosa agua.

Cerró los ojos y dejó que su cuerpo se hundiera.

Cuando muriera, si lo hacía así, sería como si se hubiera dormido. Un sueño del que no despertaría.

Aun así, no pudo dormirse.

Su corazón palpitaba con fuerza.

Su cuerpo le ardía.

Sudaba, incluso debajo del agua.

Sus piernas temblaban.

Y... ¿Su entrepierna le picaba y se humedecía?

Un momento, ¿Que estaba pasando ahora?

Abrió los ojos al sentir como la temperatura del agua crecía y se tornaba de color... ¿Rosa?

-*¿Eh?*- parpadeó, confundida por este evento tan excéntrico.

Y si hubiera acabado allí, la suerte estaría del lado de AoiTenshi.

Pero no lo estaba.

Su espalda, piernas, abdomen, brazos, pechos, trasero y zona íntima de golpe experimentaron pequeñas y placenteras descargas eléctricas.

-*Nyan~*- se sentía tan bien que inconscientemente liberó un maullido, varias veces consecutivas.

Unos cuantos gemidos normales también.

Ahora estaba sudando un poco más.

-*¿Que está...? Ah~... ¿Qué está pasando~?*- ni siquiera todo lo que le había hecho Midori se sintió tan bien como esas descargas eléctricas.

-¿Enserio te excitaste así con eso? Este poder está más allá de mis expectativas, eso fijo.

Se estremeció.

La voz de Midori sonaba tranquila a sus espaldas.

Cayó en cuenta de que había dejado de prestar atención a su presencia debido al placer que la atacó.

No notó que se había movido en algún momento... o que su presión espiritual se desvaneció.

Pero sabía que estaba detrás de ella porque indudablemente le había hablado desde allí.

Aun así, no comprendió por qué su presión espiritual no se sentía.

-Admito que es algo extraño, pero no está nada mal.

El que volviera a oírlo hablar sin poder sentirlo le creó enormes escalofríos.

Optó por darse la vuelta, usando cada milímetro de su cerebro para entender que ocurría.

Y cada milímetro de su cerebro se paralizó cuando lo vio, y el nuevo aspecto que tenía.

Su cuerpo prácticamente estaba igual, sus músculos y cicatrices no cambiaron nada. El cambio que AoiTenshi fijó en su atención fue el aura rosada que lo envolvía, y que una energía del mismo color salía de donde antes estuvieron sus brazos y pierna diestra, que por cierto, estaba tomando la forma de estos.

Su cabello se levantaba y mecía con lentitud, como si fueran algas pequeñas.

Dentro de sus iris verdes, pequeñas llamas de color rosa habían suplantado las pupilas.

Finalmente, su pene, acobijado también por esa aura, estaba como un diamante y apuntaba a lo alto.

-*M-M- ¿Midori?*

-En vivo y en directo, muñeca- le sonrió entre dientes- ¿Sorprendida de verme vivito y coleando?

-*¿C-Como es que tú...?*

-Es una historia para contar nunca jamás, no me lo creerías, Baby- la interrumpió, diciendo eso sin dejar de lado su sonrisa-además, lo único que importa es el aquí y ahora, y aquí y ahora vamos a seguir donde lo dejamos.

Ella afiló la mirada un momento después de salir tales palabras, y como pudo se alejó de él con el blanco fijado en atacarlo, teniendo gran dificultad para moverse correctamente con las descargas eléctricas que la seguían humedeciendo allí abajo sin parar.

-Nonono, te estás poniendo lenta- cuando la voz de Midori resonó detrás de ella, abrió sus ojos a tope al no creerse la velocidad que tenía.

Ni siquiera vio cuando se movió delante de ella. Fue como si por un instante detuviera el tiempo

(N/A: fin pausa Lemon)

Emitió un sonoro gemido cuando este, desde su espalda, le atrapo los pechos y comenzó a masajeárselos.

-Ufufufu, esto está mejor. No es fácil disfrutar unas buenas tetas con un solo brazo- comentó, oyéndose alegre.

-*M-Maldito... suéltame*- forcejeó para quitárselo de encima, pero se encontró con que Midori era como una pared de acero inamovible.

Sus brazos, aunque luchaban ferozmente para apartar las manos del ojiverde, se encontraban rápidamente con que eran ineficientes contra la fuerza de estas.

Y aun con esa firmeza como una montaña, masajeaban y estimulaban sus senos con una suavidad y maestría que harían que Kimihito de monster musume palideciera. (N/A: porque ese tipo es un completo princeso, pero en el manga tiene una maestría indiscutible para masajear senos. Menudo desperdicio de habilidades)

Su vagina chorreante le picaba cada vez más, y los gemidos de su garganta se ensalzaron cuando le comenzó a lamer el cuello.

-Sorprendente, mis habilidades anteriores no pueden compararse con estas. Me pregunto si...- cuando paró sus lamidas para hablar, la ojiverde se puso alerta y aumentó sus esfuerzos cuando unos pequeños hilos de la energía rosa brotaron de las manos hechas de esta, acercándose a sus pezones.

-*¿Q-Que intentas... ¡Kyaaaaaaaaa~~~~!?*- le escurrió la saliva y de sus ojos brotaron lágrimas un segundo después de que dichos hilos se metieran en sus pezones, llegando al interior de sus pechos.

Allí dentro, soltaron una combinación de calor y electricidad con suficiente intensidad para no herir a AoiTenshi; pero su mente fue mandada al espacio exterior por el fuerte estímulo a uno de los lugares más sensibles del cuerpo de toda mujer.

-Jejeje con esto puedo liberar un poco mi imaginación. Muy bien, hay algo que me gustaría hacer- abriendo la boca y sacando la lengua por segunda vez, esta se rodeó de color rosa y se alargó más que una anaconda.

-*Ah~... Ah~... ¡Ahhhh~~~!... ¡Ahhhhhhh~!*- una multitud de chillidos inundó los alrededores después de que la lengua rosada penetrara la resbalosa y ardiente entrada baja de la pelinegra, retorciéndose y girando en su interior como una lombriz atrapada por unos dedos.

Pechos, pezones y vagina, una combinación de estímulos que estaban sobrepasando toda la fuerza de voluntad de la mujer, quien hacía lo posible para recordar su motivación para matar al hombre que tan amablemente la estaba calentando más y más con sus caricias y lengua.

Pero fue en vano. Esta vez no había nada que pudiera hacer. La única posibilidad que tendría llegaría si Midori la soltaba, y dudaba que lo fuera a hacer.

Pero entre todo ese torbellino de placer incalculable, se acordó de algo fundamental.

Estaban bajo el agua.

Con toda la mente que pudo reunir, manipuló el agua para destruir el cuerpo de Midori.

Los golpes con la fuerza de un auto ahora eran cosa del pasado, estos de ahora tenían la fuerza de un tren de carga.

Los golpes invisibles en el agua atacaron al pelinegro desde todos los ángulos posibles, pero en esta ocasión, para la estupefacción de AoiTenshi, él ni pareció notarlos.

-Oye, eso no está mal para un masaje de espalda*- corrección, si que los notaba, pero no le dolían en absoluto, es más, los estaba gozando.

-*Kuh... ¡AHHHHHGGGGGGGGGG!*- su poder estalló una vez acrecentó la potencia de aquel aluvión de puñetazos, sin embargo, no hubo una diferencia digna de mención-*¡Suéltame bastardo!*- rugió desesperada.

-Ok- y como si no importara, sacó los hilos de sus pezones, retrajo la lengua de energía rosada y dejó libres sus pechos.

-*¿¡...!?*- aunque no dudó en alejarse de él, no comprendió el que la soltara tan fácil.

Él, adivinando sus pensamientos, le dijo ubicando los brazos detrás de su cabeza.

-No le des muchas vueltas. Ahora mismo siento que puedo volver a atraparte cuando se me dé la gana. Simplemente quiero hacer esto más divertido- su sonrisa confiada le hinchó una vena a la mujer.

¿Acaso ahora solo estaba jugando con ella?

El se mostraba tranquilo y seguro de que podría lidiar con ella como si comiera pan. Estaba irritada e indignada por ser menospreciada.

Formando una espada de hielo por mano, se precipitó con furia ebria contra el hombre, quien estaba con las manos en la nuca sin inmutarse.

-Muy bieeennnnn~~~ ven a mí- condujo su diestra a donde su hombría, apretando como si lo estrangulara.

Este se cubrió de color rosa en nada, y al segundo, se alargó aquella energía hasta parecer un sable de luz.

KATCHIN

La mujer ensanchó sus esmeraldas y sintió su mente cortarse. Ese sable de energía rosa, nacido del miembro de Midori, interceptó su corte cruzado y permaneció tan firme como un edificio.

-¡Admira la asombrosa fuerza de mi pene!- soltó, con el drama de Shakespeare en su pronunciación.

El miembro desvió todos los embates que le fueron arrojados a su dueño, contraatacando algunos e incluso consiguiendo que AoiTenshi retrocediera.

Clanck Clanck Clanck Katchin Clanck Clanck Clanck Clanck Katchin

Ni generando más extremidades con espadas gélidas pudo marcar alguna diferencia. Ese pene se movía como si tuviera vida y bailaba como una mosca.

Zas

Un rasguño pronto se vio dibujado cerca del ojo derecho de ella, mientras que todo Midori seguía pulcro.

El plexo solar de la mujer fue hundido por un rodillazo lanzado por el ojiverde, aprovechando una minúscula ruptura de su guardia por un embate especialmente fuerte de su Sable .

Retrocedió como un misil, pero Midori la atrapó de la mano y le dio una estocada en medio de sus pechos, que contrario a lo que pasó con su mejilla; no hubo sangre. El pecho fue golpeado como con un mazo, consiguiendo que su dueña tosiera mucho, pero todo lo que salió fue saliva.

-Bieeennnnnn~- dobló su cuerpo e hizo que su pene bajara con su barbilla- ¡A volaaarrr~~!

POW

Se enderezó y su Tercera pierna igual. La última subió, dibujando un semicírculo a su paso, y su Corona colisionó con la quijada de la belleza de ropas blancas, encaminándola en línea fija a la superficie, ridiculizando la rapidez ultrasónica.

Rebasó el agua, besándose con una de las grandes nubes en cuestión de tres parpadeos y pasándola en la mitad de uno.

Había subido por diez segundos ininterrumpidos, comenzando a decrecer su encumbramiento al quinto, y paralizándose en el cielo un milisegundo antes del onceavo.

Adolorida de la mandíbula, abrió los ojos que cerró por el golpe. Al instante, se percató de la ingravidez y sacó unas alas acuáticas de vista ornitóloga de su espalda.

Se frotó la zona herida, afligida de cara.

Ese pene sí que pegaba fuerte.

-Tardaste mucho en llegar, ¿No?- Midori comentó risueño.

-*¿¡…!?*- casi llora cuando la mandíbula se le cayó de la impresión. Su sentido de la lógica se fue a la mierda con lo que vio.

El pelinegro estaba suspendido en el aire tal como ella, con las manos puestas sobre la cintura en jarra, y doblando su cabeza para abajo. Lo justo para verla.

Y saliendo de los costados de su pene, unas enormes alas blancas lo mantenían en el aire.

Un segundo... ¿Khe verga? (N/A: inserte el meme XD)

¿¡Unas alas le estaban saliendo del pene!?

¿¡Qué puñetas estaba pasando!?

Preguntas como esa se formularon una tras otra en la corteza cerebral de AoiTenshi, cada una con menos respuestas que la anterior.

-Debo decirlo, no me esperaba que estas alas fuesen tan rápidas- palmeándose el ganso con una resplandeciente sonrisa- te felicito, Junior, hoy por hoy eres el pene más badass de todos- y soltó una frase tan extraña que sería digna de mención en la posteridad.

Pero más extraño aún, fue que el glande de aquel pene con alas se... ¿Sonrojo?

Un tic en el ojo de AoiTenshi no tardó en presentarse por semejante ofensa al sentido común.

-*Tu... dime, ¿¡Que carajos está pasando!?*- interrogó a nada de arrancarse el pelo.

Bueno, extraño realmente no es. Primero salía con una transformación extraña y una actitud distinta, como la de un hombre pillo y alegre, después podía usar su pene a modo de espada, luego al mismo le salían alas, y como la miel en los hot cakes, ahora se sonrojaba.

Todo eso en un tiempo escasísimo.

Lo que pueden hacer las enormes anormalidades en alguien cuando ocurren de repente.

-Esa boquita, cielo. Bueno, no importa, Junior se encargará de lavarte esa lengua personalmente, ¿Cierto, chico?- le preguntó a su miembro, cuyo glande se movió hacia arriba y hacia abajo, como una cabeza asintiendo, evento que aturdió todavía más el hemisferio izquierdo de la pobre mujer- y con respecto a tu pregunta... Mejor que no te lo diga, enserio, no me lo vas a creer- volvió a responder lo mismo, cerrando los ojos y rascándose la nuca.

Splash

AoiTenshi vio que había cerrado los ojos como una oportunidad. Le apuntó con sus manos y disparó una cantidad exorbitante de agua a su cabeza, no consiguiendo nada más que empaparlo.

-Eso se sintió muy bien, ¡Otra vez!- pasándose la mano por el cabello y la cara, le pidió como un niño pequeño.

-*¡Hijo de puta!*- dos esferas de agua se reunieron en sus manos y de estas, cual metralleta, salieron disparadas cientos de balas de agua.

Todas chocaron con Midori, quien fue completamente inmune a estas.

-Hmmm... a esas cosas les falta fuerza. Son muy débiles- y tras dar esa opinión con sus dedos en su barbilla, apareció detrás de AoiTenshi.

Plaf

-*¡...!*- ella solo se dio cuenta en el instante que recibió una nalgada en todo su glúteo izquierdo.

-¡Excelentes trasero, Baby!- aulló como un lobo, y comenzó a aplaudir como lo haría una foca.

La mujer se sobó con las dos manos su pobre posadera, con lagrimitas en los ojos.

Eso le dolió bastante.

Su pompa estaba con una marca de mano al rojo vivo en todo su centro.

-Ups... creo que me excedí- ante la mirada de ira de su espíritu de Zanpakuto, se tapó la mano con los dedos y puso un gesto de culpa fingida- no te preocupes, lo soluciono inmediatamente.

La espalda de AoiTenshi se erizó cuando algo cálido y húmedo se desplazó por su zona lastimada.

Girándose, se topó con un Midori agachado a la altura de su trasero, lamiendo el lugar que había nalgueado.

-... tienes una fantástica retaguardia, Aoi-chan~- mostrando su pulgar en señal de aprobación con una sonrisa luego de ver que esta se dio cuenta de él.

Pam

Teniéndolo tan cerca, su mente trabajó rápido y envió una orden a una de sus piernas de que le diera una patada.

Le encajó su tobillo en la mandíbula, pero no movió su cabeza ni un poco.

-Muuuuu~ Que grosera, AoiTenshi, yo tratando de aliviar el dolor en tu trasero y tu pateándome- puso un semblante como si le hubieran herido el corazón- pensaba que me amabas.

-*¡Hiiii!*- se alejó unos diez metros de él con un rechinido dental, le apuntó con las manos y le soltó una andanada de balas de agua, solo que más grandes. En realidad, ahora parecían balas de cañón de agua.

Recibiéndolas de lleno, Midori se cruzó de brazos negando con uno de sus dedos, mostrando decepción. Como si imitara al dedo, su pene se puso firme, tal cual un cristal saliendo de la tierra, y también bailó de costado a costado, negando como el mismo dedo.

-Ese ataque es llamativo, pero muy débil- finalizando esa oración, su pene volvió a su vieja posición, apuntándole a la mujer- permíteme mostrarte un ataque de verdad, cariño~~.

Llevó sus manos hacia adelante, las empuñó y se inclinó en esa dirección también. Era como si condujera una motocicleta.

Separó las piernas entonces y apuntó a la ojiverde pelinegra con los ojos.

Ella canceló su ataque por lo que el ojos de árbol dijo, preparándose para lo que fuera a hacer.

Viéndola así de alerta, este sonrió sutilmente y exclamó:

-¡Aquí te va!- al tiempo que hablaba, empujó, como si quisiera penetrar el aire con su pene.

Y cuando esta ya no pudo ser empujada más...

PIU

¿De la apertura del pene salió un disparo láser de color rosa?

-*...*- AoiTenshi lo evitó fácilmente haciéndose a un lado, pero su mente quedó conmocionada con semejante vista.

BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM

Y fue devuelta a la realidad segundos después.

Luego de pasar de largo el ataque, desapareció en la distancia.

Y entonces todo el cielo brilló.

El mar brilló.

Mucho brillo.

Un brillo enceguecedor de color rosa.

El viento y el agua se agitaron como perros salvajes y golpeaban los oídos con sus ladridos y aullidos.

Olas gigantes y nubes borrándose, muchas vibraciones en el aire, chispas rosadas en el horizonte, calor y sudor; mucho calor y sudor y fuertes escalofríos.

Una explosión rosada en el horizonte de tal magnitud que haría parecer pequeña a la ocasionada por una bomba de hidrógeno.

Aderezada con un estruendo destructor de tímpanos que incluso hizo temblar un poquito a Midori.

Viendo aquel fenómeno, la ya caucásica AoiTenshi se convirtió en nieve y liberó litros de sudor glacial, imaginando como hubiera quedado ella de haber sido alcanzada por eso.

-Vaya, eso no me lo esperaba- con una mano a modo de visera, Midori dijo con sorpresa. Ni siquiera él esperó tanto poder- creo que me excedí con la energía. No te preocupes, Aoi-chan, el siguiente no será tan fuerte.

-*¿Dijo siguiente?*- saltándole el corazón, se sumergió en el horror cuando lo vio adoptando la misma posición de antes-* ¿¡Puede lanzar más de esos!?*

Nise dio tiempo de pensarlo cuando ya estaba volando a toda velocidad en la dirección contraria a Midori, deseando escapar de él con toda su voluntad.

-No escaparaaaass~~- canturreó el susodicho volando justo detrás de él.

Las alas en su entrepierna eran demasiado rápidas.

AoiTenshi se avergonzó por estar nerviosa de algo que se veía tan ridículo.

-Toma esto encanto~~- el miembro del que se originaban las alas estaba apuntándole.

Piu piu piu piu piu piu piu piu piu piu piu

Uno tras otro, le fueron proyectados un montón de disparos láser.

-*¡ !*

De alguna manera consiguió zafarse de todos ellos por los pelos, dejando que estos fueran libremente al agua.

Muchas explosiones levantaron innumerables gotas de líquido transparente, todas de menor tamaño que la primera.

Pero AoiTenshi estaba muy alto para saber eso, así que se encontraba bailando con los nervios.

Lo más raro era que el pene parecía moverse para seguir los movimientos de ella. Si AoiTenshi se movía a la derecha, el pene también lo hacía; si era hacia la izquierda, iría a la izquierda, hacia atrás o hacia adelante. La seguía sin problema como si la tuviera fijada en una mira.

Al rato, terminó de disparar.

-Buenas respuestas, ¡Ahora trata de esquivar esto!

Al espíritu de Zanpakuto no le gustó en absoluto ver qué energía rosada se acumulaba en la punta del glande.

Cuando se formó una esfera del tamaño de un balón de fútbol en esta, el ojiverde de muchas cicatrices exclamó:

-¡Metralleta P!

RATATATATATATATATATATATATATATATATA

Siguiendo el nombre, una corriente de disparos láser emergió con una explosión de rapidez de esa esfera hacia la mujer, como una metralleta.

Casi se le salen los ojos a la pobre Aoi.

Movió su cuerpo como una serpiente perforando el viento, maniobrando en zigzag para eludir los disparos.

Sin excepción, todos los que cayeron en el agua causaron explosiones mucho más pequeñas que las segundas.

Pero otra vez, ella no lo sabía y por eso los esquivaba como si el solo rose la fuera a desintegrar.

Pero hubo un momento en que la velocidad de los disparos aumentó, así como el número.

Y no pudo seguir esquivándolos todos por más tiempo.

AoiTenshi se aterró cuando se dio cuenta muy tarde de un disparo que venía escondido detrás de otro.

Cuando estuvo a tan solo un metro supo que no podría esquivarlo.

Cerró los ojos y apretó sus dientes con todas sus fuerzas, preparándose para el daño inminente.

-*¡Kyaaaa~~~!*

Pero no fue precisamente dolor lo que sintió cuándo hubo un estallido en su espalda.

Su cuerpo se estremeció entre fluidos vaginales, gemidos y saliva solo con eso, y dicho estremecimiento perduró y aumentó por un extenso rato gracias al resto de los disparos que la alcanzaron después.

Observándola ahogarse en lujuria, Midori comenzó a hablar de nuevo.

-Me alegra que te guste mi ataque- se acercó a ella sin detener su ráfaga- aunque no estoy seguro de llamarlo ataque ya que no causa daño si no...

Se detuvo para oírla gemir peligrosamente cerca de desgarrarse su laringe.

-placer- y pensó en la explosión gigantesca- me alegra no haberle dado con ese disparo. De haberlo hecho quizás le hubiera dado un ataque cardiaco por toda la adrenalina. Fue una buena decisión regular mucho el poder de los disparos- asintiendo con los ojos cerrados a su decisión adecuada.

Pasado un rato, el ojiverde se dijo a si mismo que ya era suficiente de la "Metralleta P" y la desactivó.

AoiTenshi cayó en picada al mar, con los ojos en blanco y su cuerpo sufriendo un orgasmo monumental.

No obstante, Midori evitó que se hiciera daño con el agua atrapándola y cargándola estilo princesa a pocos metros de impactar con el mar.

-De verdad que me has causado muchos problemas hoy. Espero que esto haya sido suficiente para llegar a la fase tres- respiró y dejó escapar un suspiro exagerado, expresando lo cansado mentalmente que estaba.

Ya empezaba a sentir que el efecto de la transformación comenzaba a finalizar.

Era bueno seguir rápido.

"Domar la ola"

"¿De qué se trata eso?"

"En llegar a un acuerdo con la mujer"

Era lo último que faltaba para completar las tres fases del método que le había enseñado John.

No sabía si ella ya se había estimulado hasta el punto de ver rojo, pero creía que ya era posible entrar a esa fase.

"En esta parte debes utilizar el chantaje"

"¿Chantaje?"

"Ten sexo con la mujer, y mientras la estas complaciendo, usa el placer que le das para negociar su tranquilidad y que no te mate. Si acepta, le seguirás dando placer muchas otras veces; si se niega, nunca más volverá a ver tu pene. Solo eso"

Desapareció las alas y se sumergió con ella hasta el fondo otra vez, nadándole las palabras de John en la cabeza.

Cuando sus pies tocaron la tierra, la puso en el suelo con delicadeza.

-Hagamos esto- tomó aire, pensando en lo que diría.

Extendió sus manos a la aun temblorosa y jadeante mujer, haciendo que los dedos de energía rosa se extendieran, acercándose a su cuerpo entre ondulaciones.

Igual que unos tentáculos, se envolvieron en sus muñecas y las unieron. Rodearon la cintura de Aoi y la hicieron levantarse, dejando que colgara en el aire como una piñata. Se deslizaron por sus piernas para envolverlas y evitar que se movieran, y abrazaron sus pechos y pezones.

Uno de los dedos se extendió hasta su vagina y se abrió paso a través de esta, sacándole una mezcla entre gemido y quejido, pero sin dolor.

-Siempre he querido hacerle esto- se relamió, risueño y observando lo que sus dedos le hacían a los pechos de la chica y el interior de su cuerpo.

Lo único que no se atrevía a tocar era el ano. El sexo anal le daba asco.

-*Hmmm~*- ella aun no reaccionaba del todo, pero liberaba suspiros de vez en cuando.

Midori se puso frente a frente con ella.

Esperó calladamente el momento de su despertar, deleitándose mientras tanto con sus sonidos guturales.

No duró mucho antes de que ocurriera lo que debía de ocurrir. AoiTenshi comenzó a retorcerse alborotadoramente una vez recuperó el sentido y se dio cuenta de cómo estaba.

-*Quítame... estas cosas*- pidió, aunque no parecía querer que la escuchara en realidad.

-Me alegra ver que despertaras- aumentó el ritmo de penetración y masaje de pechos- ¿Te importa si hablamos?- inquirió.

-*Kuhhh~... no tenemos nada de qué hablar... te mataré~*

-"Te mataré, te mataré" otra vez con ese "Te mataré", ya deja esa estupidez, necesito hablar contigo de inmediato.

-*¡Graaa!*- trató de darle un cabezazo, pero lo evitó inclinando la cabeza para atrás.

-Ya basta.

-*Kyaa~~*

- Se nota que todavía no estás lista para la fase tres- luego de ensanchar todavía más la potencia en la estimulación, profirió con acides- ya basta de juegos, acabaré con esto ahora.

Retiró los dedos en un instante, y en el mismo corto tiempo se puso detrás de ella.

Solo dos de sus dedos fueron super estirados esta vez para sujetarle las piernas y hacer que se parara en una posición que le permitiera ver su intimidad. El resto de sus dedos se movilizaron junto a su mano para tomar las de ella, entrelazándose los dedos de ambos.

Como cayó a la tierra al ser soltada bruscamente, la hizo levantarse jalando sus brazos hacia arriba.

Su pene nuevamente se movió como si tuviera vida propia.

Ni corto ni perezoso, arremetió contra aquella húmeda y ya muy roja vagina por toda la estipulación que había tenido ese día.

Y la invasión fue tan repentina y vehemente que se frenó toda reacción de su dueña por un momento.

Permaneció con la boca abierta y los ojos temblorosos, mientras sentía como su interior era asediado una y otra vez.

Una gran parte de ella quería escapar de su agarre, pero otra igual de grande quería permanecer cautiva.

Esta penetración era sumamente distinta a la que sintió con anterioridad ese día y a la que experimento hace una década.

El calor era mayor.

Sentía que la electrocutaba por dentro.

Hacía que su cuerpo se debilitara y volviese pesado, tal como si le robara la energía.

Y le daba un placer que solo podía ser descrito como mágico y sin fronteras.

Su mente divagaba con cada ingreso. Se iba por las ramas y perdía el norte a cada segundo. Entraba en paisajes blancos y tocaba las nubes.

Su mente estaba en todas partes menos en la realidad.

Algo así era el efecto del sexo con Midori en ese momento.

Pero ese placer mágico, esas pérdidas de la realidad constantes tuvieron un final inesperado y completamente indeseable.

Midori, tras dos minutos enteros de arremeter con su pene en la entrada de su espíritu de Zanpakuto, se frenó y salió.

La verdad el tampoco quería hacer eso, pero necesitaba mantener los pies firmes en la tierra.

-¿Ya podemos hablar?

-*Suel... tame*- le pidió, entrecortada por estar gimiendo.

-Parece que no- y la hizo gritar cuando entró de nuevo en su ser.

Su vista se oscurecía de a poco.

Su boca y ojos dejaban que sus respectivos líquidos fluyeran libremente en gotas que se mezclaban inmediatamente con el agua.

Sus sentidos poco a poco se estaban aglomerando en un solo punto, centrándose en percibir al máximo el momento.

Tras otros dos minutos, Midori volvió a salir.

-¿Ya podemos hablar?

-*Su... el... ta... me*- pero su voluntad era firme... aún.

La entrada del espíritu recibió de nuevo al pene gozosamente, dejando que se moviera en su interior e hiciera lo que quisiera en él.

Sus ojos ahora solo podían ver el pene de Midori avanzando y acariciándose con sus paredes vaginales.

Sus oídos solo escuchaban el sonido de sus intimidades chocando.

Su nariz solo podía notar el olor del sexo. El olor de los fluidos y el del sudor de sus cuerpos, que se estaban mezclando con el agua que los rodeaba tal cual como la saliva.

Su gusto saboreaba todo dentro de su boca, deseando experimentar el sabor del pene de Midori en vez del simple de su baba.

Y su tacto ignoraba el resto de su cuerpo para centrarse en el interior de su zona más sensible.

Todos sus sentidos se habían aliado para darle el mayor placer que se pudiera.

Pero la alianza se quebró cuando por tercera vez, ahora luego de cinco minutos, Midori dejó el interior del cuerpo de AoiTenshi tranquilo.

-¿Ahora si quieres hablar?

-*...*- no hubo respuesta de sus labios.

-... ¿Aoitenshi?- curioso porque no le respondiera, la llamó.

-*...*- silencio aún.

-... ¿Hola?- pensando que se había desmayado (Hace poco dejó de gemir) quiso moverla para verle la cara.

-*...vor*- sus intenciones vieron luz roja con ese débil murmullo.

-¿Ah?- inclinó la cabeza-¿Dijiste algo?

-*Por... favor*- habló más fuerte esta vez, fijando al ojiverde en su visión por sobre su hombre.

El hombre mitad Hollow no supo ni que pensar cuando se encontró con unos corazones en los ojos de AoiTenshi.

Corazones rojos.

"Hasta que vea rojo"

-¿Se refería a esto acaso?- por si las moscas parpadeó muchas veces para confirmar que sus sentidos no lo estaba trolleando.

-*Por... favor... Midori*- musitando su nombre, meneó lenta y provocativamente el trasero-*Mete tu pene de nuevo... te lo suplico*

"Tu oportunidad llegará cuando te ruegue porque estés dentro de ella una vez más, allí debes empezar con la negociación"

¿Eso significaba que su voluntad por fin cedió?

-No- respondió seco como un desierto.

-*¿Q...Qué?*- apenas alcanzó a decir eso luego de que se congelara como un iceberg.

-Lo que oíste, no- repitió, retirando los dedos de sus piernas y soltando sus manos.

Pero enseguida sintió como estas eran tomadas nuevamente por AoiTenshi y unidas entre las suyas.

-*¡Por favor, haré lo que quieras, pero vuelve a meter tu pene en mi!*- si hasta se le puso de rodillas, hablando alterada y desesperada.

En efecto, su voluntad ya había cedido.

-¿Hmm? ¿Lo que quiera? Eso suena interesante, peroooo... ¿No me estas mintiendo? Dime, ¿Qué harías por mí?- quiso hacer una prueba.

-*Haré lo que sea... puedes pedirme cualquier cosa*- reafirmó su decisión de cumplir cualquiera de sus deseos por un poco más de sexo.

-Hmmm- se frotó la barbilla, a gusto con esa respuesta- en ese caso, tengo dos deseos que necesito que me cumplas.

-*¡Cualquier cosa que me pidas!*- dijo, esperanzada y con esos corazones creciendo un poco dentro de sus iris.

Eso último puso nervioso a Midori, sin embargo, habló aparentando tranquilidad:

-Pues para empezar, quiero que deshagas la ruptura del vínculo, inmediatamente- se aseguró de expresar cuán rápido quería que ese deseo se cumpliera.

Cuando entró en esa forma en la que estaba, por algún motivo la ruptura del vínculo entró en un estado de pausa por la parte donde ya iba, dejando de avanzar esta y evitando que Midori sufriera más dolor del que ya lo destruía por dentro.

Eso le alegró, pues significaba que podría luchar más tranquilo, pero también que debía asegurarse de poner ese vínculo seguro antes de salir de ese estado.

El problema era, que no tenía idea de cómo evitaría que lo volviera a romper.

No podía pedirle eso. Si lo hacía, no tendría con que chantajearla.

Ese estado en el que estaba solo lo podría emplear esa vez, así que no tendría sentido decirle algo como "Si vuelves a hacer esto, no usare este estado nunca más para complacerte". Ya fuera que lo prometiera o no lo hiciera, no lo usaría por segunda ocasión de todas formas.

En verdad se estaba arrepintiendo ahora de aceptar esa opción a medias y de un solo uso. Esos tipos tenían razón.

Pero esa fue su decisión, tendría que afrontar las consecuencias que acarreaba.

-*¿La ruptura de vinculo? ¡Enseguida!*- se apresuró en alzar la mano y chasquear los dedos.

Y nada más.

-¿...?- el ojiverde se preguntó si en verdad eso había sido todo lo que ella debía hacer para cancelar algo de tamaña magnitud.

Enarcó una ceja tras unos momentos, no sintiendo ningún cambio en su estado actual.

-¿Lo hiciste?- dudó, consiguiendo un asentimiento de cabeza y verbal.

Pero aunque dijo eso, el en verdad todavía sentía el mismo enorme dolor en su interior.

Esta cavilando profundamente sobre el asunto cuando fuertes vibraciones inundaron toda el agua.

Extrañado por ello, pasó sus ojos por su contorno.

El agua temblaba con mucha intensidad, tanta que podía notarlo incluso debajo de ella a simple vista.

-*Ya está pasando*- las palabras repentinas de AoiTenshi giraron su cuello a ella.

-¿Are?- allí notó una cosa bastante digna de ver.

Toda esa infinitud de agua que se había elevado en su mundo interior hasta el punto de convertirse de un piso de tierra sin final con agua baja sobre él, a un extenso y asombroso océano de gran profundidad, lentamente estaba descendiendo en un gran desfile de vibraciones que distorsionaban la vista debajo de su superficie.

El hombre de muchas cicatrices no lo sabía, pero las rupturas que había en el cielo también se estaban borrando.

Midori se quedó con la vista en la superficie en descenso, maravillado y cohibido por una visión que a su parecer era de gran belleza.

AoiTenshi lo miraba, ansiosa por escuchar el segundo deseo y continuar con lo que el pelinegro interrumpió con objeto de usarlo como chantaje.

Pero este no volvió a hablar, ni siquiera momentos después de que el agua regresara al mismo nivel en que había estado hace diez años.

Aun había muchas olas, no obstante, estas eran pequeñas y sus choques no eran tan fuertes. Tenían el agua por las rodillas y las olas que se formaban cerca de ellos apenas tocaban su cintura.

En silencio, permaneció erguido allí, inamovible como una estatua de piedra. Se observaba las manos y los brazos al maniobrar los ojos como si estuviese viendo un partido de fútbol y los jugadores no paraban de intercambiarse el balón.

Su alivio no tardó en mostrarse en su sonrisa una vez sintió que el dolor de los lugares donde debían haber iniciado sus extremidades se moría lentamente. Llegado al punto de su desaparición, los reemplazos de energía rosada lo siguieron por órdenes suyas, quedando apoyado solo en su pierna izquierda.

Pasaron alrededor de diez segundos cuando lo que ahora eran solo muñones iniciaron un tembleque.

Y un instante después, las extremidades con las que cada cual era familia crecieron en un parpadeo.

La sonrisa en la fisonomía de Midori solo pudo aumentar ante esto, luciendo grotesca ahora, como la de un loco.

Nerviosismo acumulado que se desvanecía en un instante, felicidad enfermiza que entraba abruptamente pateando la puerta.

Era esa una explicación aceptable para ello, ¿Verdad?

Solo si la felicidad fuese más grande que un edificio.

-Muy bien, ahora...- los dos pares de esmeraldas se encontraron- mi segundo deseo.

-*¡Hai!*- respondió casi como un militar a un superior, ansiosa.

El gato de ojos verdes no pudo no imaginársela con un collar, orejas y una cola esponjosa agitándose rápido de lado a lado.

Sacudió la cabeza bruscamente, deshaciéndose de esa imagen.

No sentía que estuviera bien imaginársela como un perro obediente a la espera de la orden de su amo.

Aunque sí que lo pondría cachondo el imaginársela como un gato.

El solo pensar en ella diciéndole "Nyan~" ruborizada lo ponía más duro.

-*¿Midori?*- AoiTenshi lo llamó, extrañada porque se quedó allí viéndola con ojos extraviados.

-Se dice "Midori-nyan~" gata despistada- aún soñando despierto, Midori la tomó por sorpresa con semejante respuesta totalmente fuera de lugar, de la que el mismo se percató inmediatamente después- ¡E-Espera, olvida eso que dije! ¡Fue una equivocación!- agitó los brazos en todas direcciones con mucha energía al dar esa petición.

Su mente saltaba entre nubes, y cuando un estimulo de la vida real lo interrumpió, lo trató como si perteneciera a esa fantasía.

AoiTenshi tenía los ojos expandidos a plenitud, reflejándose los movimientos del ojiverde en ellos al igual que su expresión nerviosa y avergonzada.

-*¿Quieres... que te llame de esa manera? ¿Ese es tu segundo deseo?*- fue su turno de tomar a Midori por sorpresa, arreglándoselas para inquirir a pesar de hallarse entre confundida y sorprendida.

-Guh...- el interrogado tragó saliva, queriendo que esta se llevase los nervios por el medio.

No sabía que decirle.

Si bien su segundo deseo era muy parecido a eso, no era lo mismo.

Se disponía a poner a trabajar sus cuerdas vocales, lengua y boca para producir una respuesta aclaratoria, rebuscando las palabras en su mente y construyendo una oración con toda la prisa que podía meter a su cerebro.

Dicha construcción se vio permanentemente truncada cuando, en un lapso del tamaño del ojo de una hormiga, la transformación del ojiverde se desapareció como lo haría el vapor de una taza de café: disolviéndose en el aire.

El aura rosa se esfumó en partículas que no duraron nada a la vista, apagándose en un instante como chispas de metal chocando. Su cabellera volvió a como era antes, un estilo normal y despeinado que le quedaba bien, sin mechones de pelo anti gravedad. El pene que hace rato parecía estar vivo y disparaba rayos láser productores de un gran placer al momento del estallido ya ni siquiera podía mantenerse firme. Aun no estaba completamente flácido, pero tampoco estaba tan duro. Era grande y gordo, y estaba decaído. (N/A: vaya, que descripción). Sus ojos también volvieron a como solían ser.

El agua había retomado su tonalidad normal y el cielo dejó de estar nublado.

El oleaje frenético también cesó.

Y la preocupación de Midori se expandió aún más en su corazón como una explosión.

(N/A:Pausa Lemon)

AoiTenshi lo miró con detenimiento.

Aunque los corazones en sus ojos no habían desaparecido, su rojo se vio disminuido cuando advirtió las amplias cataratas de sudor que Midori había empezado a producir.

Estaba intrigada por su claro nerviosismo.

¡Ay! ¡Mierda, mierda! ¡Doble mierda!

¿Por qué? ¿¡Por que se tuvo que acabar el tiempo ahora!?

La cosa estaba fluyendo tan bien, ¿Por qué me pasa esto?

Uff... ufff... mantener la calma es esencial.

Cabeza fría, Midori, puedes encontrar una solución que te salve el pellejo.

Ella todavía no te descubre, tú no le has dicho absolutamente nada y no se lo vas a decir.

La ruptura de vínculo fue cancelada y tú puedes volver a pelear con ambos brazos.

Si es necesario, ahora puedes "Trabajar" en ella con ambos brazos.

Tus poderes de estimulación sexual desaparecieron, si.

No puedes convertir tus manos en tentáculos que lancen descargas de placer otra vez, si.

Tu pene ya no dispara rayos láser empapa bragas, ¿Por qué me estoy lamentando por eso?

No lo sé, es que me gustaba poder hacer eso. Y esas alas estaban de puta madre si me lo preguntas.

Eran alas salidas de un pene, ¿Qué tiene eso de increíble a parte de lo grotesco que es?

No es grotesco, solo debes abrir un poco tu mente para que entiendas su genialidad.

¿Y por qué estoy discutiendo conmigo mismo sobre un pene alado?

¿Será por la ausencia de la voz de Silver en mi cerebro? Ya me había acostumbrado tanto que ahora se siente raro no hablar con alguien más mentalmente sobre cualquier cosa.

¿Donde se metió este tipo, por cierto?

Ahora mismo necesito un consejo de su parte. Luego de que AoiTenshi y yo saliésemos a la superficie no volvió a comentar nada, así que es raro.

¿Que estará haciendo ahora?

-*Midori*- un estremecimiento me recorrió de píes a cabeza cuando AoiTenshi regresó mi mente con ella- *¿Ocurre algo?*

Pasé la saliva por mi garganta tan tensa como cuerdas de guitarra, disimulando mis nervios como podía.

-N-Nada- ok, no tanto.

Parpadeó múltiples veces.

-*¿Qué pasa?*- el que su nueva pregunta sugiriera que sabía que algo sucedía me congeló el pecho.

La balanza se está poniendo en contra mía.

Y sus corazones de nuevo habían perdido color.

Si yo tuviera que decir por qué, es que claramente su Lujuriometro (Medidor de lujuria) está bajando.

¡Debo inventarle algo cuanto antes!

-No... es que...- evité su mirada, queriendo que mi mentira se mantuviera fuera de sus ojos.

Teníamos el mismo nivel de observación, y ambos podíamos detectar una mentira si mirábamos a alguien directo a los ojos, incluyéndonos a nosotros.

Si me mira directamente pupila con pupila, estoy muerto.

-Solo estoy un poco cansado... esa forma que tomé hace unos momentos me quitó muchas energía- le dije una mentira a medias en toda la cara, suspirando con pesadumbre.

Lo cierto es que estoy muerto del cansancio. Después de todos los golpes y el daño que mi cuerpo sufrió, no es para menos. Esa transformación me revitalizó mientras duró, pero ahora mi cuerpo no se cae simplemente porque mi mente le ordena que se quede firme hasta que esto se solucione.

Ella probablemente se lo creyó, pues tras no hablar unos segundos, me respondió con un:

-*Entiendo*- y dijo que si con la cabeza.

Y esta vez, el brillo de los corazones se mantuvo.

Buena señal, ¡Es una buena señal!

-*¿Y qué le pasó a tu transformación?*

¿Soy yo, o se escuchó un grito aterrorizado?

¿Habrá sido mi subconsciente?

Casi estuve por gritar en la realidad, pero cuando el grito estaba escalándome la garganta me lo tragué junto a la saliva que se había amontonado en mi boca.

A lo mejor el miedo fue demasiado grande como para aguantármelo y mi subconsciente gritó por mí.

Quizás.

Pero ese grito me ayudó a relajarme un poquito.

No sé cómo me quedé firme en todo el tiempo que pasó primero, luego de que me preguntara aquello, pero me aseguré de usarlo a mi favor para aparentar mi calma al decirle:

-Veras, esa era una transformación con un límite de tiempo. El tiempo de uso se acabó, así que la transformación se canceló y tengo que esperar un poco para volver a usarla- otra mentira a medias, aunque la mayor parte de esta fue verdad, así que no podría decir que fue a medias.

-*¿Como cuánto tiempo?*- esto parece una prueba de creatividad más que cualquier otra cosa. Ella no para de meterme preguntas que hacen que mi capacidad de inventar respuestas brille.

El brillo de sus corazones tampoco decayó, lo que me mantuvo con confianza y una relativa tranquilidad al proferir:

-No lo sé, el tiempo varía. Puede ser de unos pocos minutos a varias horas- ella bajó la cabeza ante la nueva mentira. Supuse que estaba decepcionada.

-*Entiendo*- suspiró-*Midori*

-¡...!

Como sus ojos fueron tapados por su cabello no pude verlos cuando decayó su cabeza, así que imaginen que cara puse cuando al subirla los corazones de sus ojos estaban al borde de desaparecer.

-*¿No te he dicho antes... que tu anular izquierdo tiembla cuando mientes?*- su rostro inexpresivo le sacó mucho sudor al mío.

Tragué con dificultad.

Ella lo sabía.

Quizás desde la primera mentira.

De ser así, ¿Acaso manipuló sus ojos para que esos corazones no perdieran su color luego de mis respuestas? En caso de haberlo hecho, ¿Como lo consiguió? ¡Quiero aprender a hacerlo también! Estaría genial si pudiera dejarme un ojo verde y el otro ponérmelo azul. Con algo así, y mi aspecto físico, me volveré la sensación.

Mi mente se está alejando del tema, debo mantenerla firme en su sitio.

Bajar la guardia en lo que sea mientras dure puede ser tu fin.

-¿D-De que me hablas, yo no estoy mintiendo?- puse los ojos en todo punto existente menos en los suyos.

-*Eso solo me dice que estás mintiendo, ¿En qué momento te acusé de mentirme?*- quise golpearme a mí mismo por tamaño desliz.

Y lo peor es que no bajé la guardia. Me venció por no analizar correctamente lo que me dijo.

Esto me pasa por hablar sin antes tranquilizarme por completo.

-E-Es un mal...- ella me interrumpió colocando una señal de "Alto" con su mano.

-*¿Malentendido? Ahórratelo. Dime, ¿Que es lo que me estas ocultando?*- esta mujer me ha superado por completo ahora mismo.

Me siento orgulloso, es como si lo hiciera yo.

O sea que soy tan genial que me gano a mi mismo... Espera, ¿Qué?

-Y mientas se llenaba de sí mismo al ser acorralado por su propia alma, Midori buscaba des estresarse por encontrarse en un callejón sin salida, al no tener otra idea que impidiese el que su espíritu de Zanpakuto se enterara de que ya nunca más podría volver a entrar en esa transformación tan extraña, cuyo origen me explicó el autor.

-*¡...!*

-¡...!- ¡HIJO DE LA REPUTISIMA MIERDA! ¡ME CAGO EN TI Y EN TODO LO QUE ERES! ¡Ahora si te deseo los peores males de la existencia, chivato hijo de las mil y un putas!

-Mehhh, ya no me importa. Luego de ver esa locura de transformación en la que entraste, mi mente está preparada para todo, ¡Jajajajajajajajaja!

Grrrr...

-Hey, bájale dos a la violencia. Se lo ibas a tener que decir de todas maneras, no tenías escapatoria. Más bien dame las gracias porque te hice el trabajo- Grrrrrr...-y además, ¿Qué haces hablando conmigo? ¿Que no ves que AoiTenshi se quedó de piedra? Deberías prepararte mental y físicamente para lo que sea que pase.

Detuve mis gruñidos de lobo enojado cuando esas palabras de Silver acabaron de entrar por mis oídos.

Era cierto. AoiTenshi estaba estática, en silencio total y con la mirada ensombrecida.

El poco rojo que quedaba en ese corazón acabó de esfumarse junto con el mismo, dejando solo unos ojos como los de un muerto.

No salía ningún tipo de aura amenazante de su figura, pero me sentí temeroso de acercarme.

-Ponle un par, ¡Avanza!- aunque fui alentado por Silver, algo en verdad me gritaba que no era buena idea acercarse-Pfff... marica.

Me saltó una vena en la sien.

Esa fue... Otra de las formas en las que no me gustaba para nada con que se refiriesen a mi persona.

-¡Repite eso, granuja!- furibundo, no me contuve al reclamarle.

-M-A-R-I-C-A, ¿¡Que diceeee!? ¡Midori Sabitsura es un gatito asustadizo!

-¿¡Gatito asustadizo!? ¡Retráctate en este instante! ¡Soy un gran tigre, rudo y fuerte!- apuntándome en el pecho con mi pulgar derecho y apretando la mandíbula, objeté su afirmación que nada tenía que ver con la realidad.

-¡Ja! ¿¡Que nada tiene que ver!? ¡Los tigres no tienen miedo de sus hembras! Calzonazos- la vena en mi cabeza creció.

-¡Muy bien! ¡Observa como este "Calzonazos" afronta sus problemas!- con un pecho inflado y frente en alto, avancé decidido a la estatua viva que ahora misma era mi espíritu de Zanpakuto.

Como estaba bastante cerca, en realidad sólo tuve que avanzar un paso para quedar a otro de ella.

No me culpen, ver a una mujer que tiene esa cara de pez sin vida y que está quieta y muda como una tumba puede aterrorizar hasta el más valiente de los hombres... ¿Verdad?

-¿Ya ves, Silver? ¡Un gato asustadizo no haría eso! ¡JA!- me jacté de mi valor, con los brazos puestos en jarra.

-Sí, ya veo. Bueno, disfruta lo que te va a caer encima- oí una risa siniestra que me heló la sangre- muy bien, ¡Autor, ya di el último empujón, el muy idiota cayó redondito en la trampa tal como dijiste! ¡Me debes unas palomitas con mantequilla y sal!

¿Que caí en la trampa?

¿A que se refie-?

Un par de manos tomándome de los hombros dio un tajo limpio a mi línea de pensamiento.

Con un agarre firme que no me dejó retroceder por la impresión, la persona que tenía delante de mí, AoiTenshi, puso sus ojos encima de mí.

Al ver semejante mirada de loca aunada a esos ojos horripilantes, que no expresaban más que un vacío inllenable y desesperación por la pérdida de algo muy precioso, tuve que apretar bien las nalgas al sentir que algo se me iba a salir.

Pero este es solo mi cuerpo interior, no es el real, ¿Acaso también pueda excretar por él?

-*Midori*- mis dudas sobre si podía o no podía defecarme encima con este cuerpo no pudieron seguir aumentando por la pronunciación de mi nombre por la lengua de mi Zanpakuto- *Dime que no es verdad*- su tono suplicante me incomodó.

Sus ojos, sus manos temblorosas y el que estuviera a punto de llorar por la frustración me sacaron un nudo en la garganta.

Se veía tan débil... tan patética.

Como un perro callejero desnutrido y enfermo, consiguió que se me apretara el corazón por la lástima.

Quise decirle que si era una broma, pero era una mentira inútil que descubriría inmediatamente.

Y aunque no fuera inútil y no la descubriera, tampoco le mentiría.

No tengo corazón para mentir a alguien que se encuentra tan desesperado.

Imitando el silencio que tenía ella, aparté suavemente sus manos de mis hombros, y manteniendo una expresión de piedad, hablé.

-No lo es, lo lamento- bajé la cabeza en la última palabra.

-*Uhh*- ahora sí, las lágrimas se mostraron.

Enserio, esto me incomoda y mucho.

Para que se ponga a llorar por haber experimentado un placer sexual increíble y pensar que ya no podrá volver a hacerlo nunca más…

Menudo cambio de ambiente más extremo el que creas, autor.

Hace un rato era una loca sedienta de sangre que no paraba de perseguir mi cuello, y ahora es una pobre mujer frustrada sexualmente.

Hablando de giros drásticos.

Pasaron unos momentos en los que AoiTenshi no dejó de sollozar con los ojos tapados por sus manos ni por un segundo.

En unas dos ocasiones me debatí si debía intentar consolarla o no.

En ambas di una negativa. No tengo idea de cómo consolar a una mujer que llora porque nunca más volverá a sentirse satisfecha en el sexo.

John me preparó para muchas cosas de temática sexual, ¿Por qué de todo lo que me enseñó no soltó ni pío de esto?

Otros diez minutos se fueron volando en un mar de lágrimas de AoiTenshi, que se anexaron al agua una tras otra deslizándose por sus manos.

No pude soportarlo más.

Mi mente pensó en las mil y un ideas para palabras de consolación, pero mi filtro de estupideces solo aceptó algunas que más bien parecían improvisaciones baratas.

Al final, de esas pocas, mi juicio, inteligencia y sentido común sacaron a la luz la eficacia de una sola de ellas.

O más que eficacia, era la única que realmente podría adaptarse a la situación.

Munyu~

-*¡...!*- en el segundo venidero después de que mis manos apretarán y masajearan sus pechos, sus sollozos pararon.

Munyu~ munyu~

Y seguí apretando.

AoiTenshi retiró sus manos de espacio y con un poco de temblor, clavándose los gemelos de mis ojos en donde estaban mis manos.

La vista que me dio a la cara luego fue lo más desagradable que he experimentado en todo el día.

Era como si mirara excremento.

-*Tu... ¿Es que has olvidado lo que es leer el ambiente? ¿¡Ves como estoy y aprovechas la cercanía para tocarme de todas maneras como si te importara un bledo!?*- seguía lagrimosa, y ahora se le sumaba un sonrojo, pero creo que no era uno de pena.

-De hecho...- me cayó una gota por la nuca, mientras que en el frente de mi cráneo una sonrisa forzada dibuja mi semblante- este es... mi intento de consolarte- me expliqué, honestamente renuente a seguir con esto, pero con un poco de esperanza de que funcionara.

-*¿Con... solarme?*- un espasmo muscular en su ceja, y en la comisura de su boca-*¿Consolarme dices? ¡Para que puedas consolarme haciendo esto necesitas por lo menos la mitad del placer que me dabas hace poco!*- quitó mis manos con brusquedad, pareciendo importarle un rábano si se lastimaba los pechos.

Y eso que estaba usando una de las mejores técnicas que John me enseñó para complacer a las mujeres con sus senos.

-*¡Anda y recupera ese poder! Lo conseguiste de alguna forma, ¿No? ¡Ve a buscarlo y no vuelvas hasta que lo tengas en tus manos!*- como un toro enardecido, me empujó y gritó.

Mi orgullo se sintió herido.

-O-Oye, solo estoy tratando de...- cuando iba a decir "Ayudarte" me volvió a empujar.

-*¡Cállate la puta boca!*- ay, no me hagas esto, las lágrimas están volviendo-*¡Eres un demonio horrible y sin corazón! Primero me abandonas por años, después cuando vienes rompes mi preciada nariz y ni te disculpas, después me violas, luego me ilusionas dándome el mejor sexo de mi vida solo para hacer que me entere de que no volveré a experimentarlo nunca más... y ahora, como cereza del helado, ¿¡Quieres consolarme con un masaje de pechos de un nivel que ahora me parece el de un virgen!?*- ¡Auch! Eso si me golpeó duro-*¿¡Te crees que soy una puta que se sentirá satisfecha por algo tan mísero y aburrido como esto!?*

No, si en el fondo yo ya sabía que esto pasaría. No había forma posible en el universo de que algo como esto pudiera complacerla luego de experimentar un masaje de pechos de un nivel como el que tenía con esa forma.

Si yo me pusiera en su lugar, estaría tan o más ofendido que ella.

¡Pero estaba tratando de animarte porque no me gusta verte triste! ¡Lo hice por eso a pesar de que conocía las pocas probabilidades! ¡Por lo menos dame puntos por ello!

Y por cierto, hubo algo en sus oraciones que me hizo "Click" en la atención.

¿Dijo que ni me disculpé por romperle la nariz? ¿De qué está hablando esta mujer? Claro que me disculpé, pero ella me respondió diciendo que solo mi sangre me disculparía.

Le pensaba responder al menos eso. Para empezar, eso que pasó con la nariz casi me mata después por la forma en que reaccionó.

-*Y lo peor de todo...*- no obstante, mis intenciones se vieron con los pies parados al adelantarse su voz a la mía-*es que terminé cancelando la ruptura de vinculo entre nosotros porque fui lo bastante débil para caer presa del placer y cooperar contigo, ¡Qué vergüenza!*- en la mayor parte de esas palabras su tono sonó decaído, pero en la frase final vociferó con mucha pena.

Bueno, eso fue culpa tuya, aunque te felicito, resististe muy bien al principio.

-*Ohhh, pero Ufufufufu... no todo está perdido*- sabes, me gustaría que dejases de ponerme de los nervios. Esa sonrisa de repelús es digna de un espectro de la oscuridad-*Solo tengo que volver a activar la ruptura de vinculo y podré acabar contigo, así de paso cobro venganza por todas esas ofensas*- ella musitó algo realmente peligroso lo bastante fuerte para que lo captara.

Después de todos los problemas que pasé para que lo cancelaras, ¿¡Crees que me voy a quedar de brazos cruzados mientras lo vuelves a activar!?

-¡Sueña con que te dejaré!- a la vez que gritaba, quise dar otro paso hacia ella, solo para sentir como algo helado perforaba mi pecho.

Desvié la mirada en esa dirección y una jabalina de hielo me estaba atravesando de lado a lado el pectoral izquierdo.

Pero cuando lo estaba procesando, mis dos brazos y piernas fueron empalados en múltiples partes por un cuantioso número de estas jabalinas.

Mi abdomen no se salvó. Tres jabalinas más lo perforaron desde la espalda baja hasta el frente.

Aunque las jabalinas seguían allí, suficiente sangre para pintar de rojo a un gato se mezcló con el agua desde los bordes de las heridas, tiñéndola de carmesí.

Estaba por empezar a quitármelas con prisa, pero el que estas empezaran a levitar hacia arriba, me levantaran y me alejaran de AoiTenshi por unos veinte metros paró mi actuar en seco.

¡Esto es muy incómodo!

Aquí estoy, siendo levantado en el aire por un montón de jabalinas de hielo que convierten mi cuerpo en un colador, y me enfrían las entrañas como extra.

¿Que sigue? ¿Más puntas de hielo de menor grosor saldrán de ellas y me atravesaran todavía más el cuerpo?

Chuck chuck chuk chuk chuk chuk chuk chuk chuk chuk chuk chuk chuk chuk chuk chuk

No debí pensarlo siquiera.

¡Autor, te odio!

Ahora enserio quedé como un colador. Voy a un concurso de disfraces con esto y se van a creer que soy un erizo de hielo... ignorando la sangre claro.

-*¡Tu quédate quietecito allí! ¡Hoy has cometido el imperdonable pecado de jugar con el corazón de una mujer solo para destrozárselo! ¡Ten la decencia de expiarlo por lo menos!*

Menudo argumento más cliché y aburrido. Para empezar, ¿¡Que querías que hiciera!? Me estabas intentando asesinar de una forma horrible y yo tuve que defenderme como pude al estar en una clara desventaja. No tenía planeado lo que pasó con esa transformación, simplemente la conseguí y desapareció en el peor momento posible. De ser mi decisión, sin duda hubiera seguido teniendo sexo contigo hasta que te desmallaras, al menos así podría haber pensado con más calma lo que debía hacer luego de que te enterarás que solo podía usarla una vez.

Quería decirle todas esas cosas, pero una de las lanzas de hielo de menor tamaño que salieron de las originales me atravesó la mandíbula inferior y la lengua, impidiéndome pronunciar nada.

Lo interesante es que se quedó quieta luego de perforar mi lengua, quedando de un tamaño sumamente inferior al resto de las otras que habría agujeros en mi cuerpo y se estiraban unos dos metros fuera de este. Tuve la corazonada de que evitó extenderla más para que no llegara a mi cerebro y lo atravesara también, cosa que me mataría al instante.

Debe querer evitar que muera de otra forma que no sea la ruptura del alma.

Si que quiere verme sufrir.

Viéndome en esta molesta situación, Aoi asintió, lo más probable es que para sí misma y alzó los brazos sobre su cabeza.

Extendiendo sus diez dedos manuales, el reiatsu comenzó a fluir de su cuerpo como miles de llamas enardecidas, volando hacia todos lados.

Las ropas que yo había destruido de un momento a otro volvieron a surgir en su cuerpo, eliminando su desnudez.

Sus manos comenzaron a brillar en ese momento en azul.

Y mi intuición e instinto me advirtieron de un peligro inminente.

Entonces, así debe ser como se inicia la ruptura de vínculo entre el espíritu y el portador de la Zanpakuto.

Espero que tome tiempo, así puedo interrumpirlo si me libero de aquí.

Y recordé que mientras yo pensaba, el tiempo seguía avanzando. No lo podía malgastar.

-¡Shunko!- de buenas a primeras, fortalecí mi cuerpo con esta técnica especial que, a cambio, lo desgasta poco a poco mientras se use.

Esta vez sí lo usé en forma perfecta, saliendo solo de mi espalda y hombro ese manto de energía blanca.

Ahora, a sacarse estas cosas frías.

Bueno, más que sacármelas, las reduje a nada más que un montón de hielo molido con dos movimientos de mis brazos.

Me dieron ganas de comer helado.

Entonces recordé que no tenía idea de a que sabía el helado y se me pasó.

En lo que dura el concierto matutino de un gallo, me retiré todas esas cosas con un solo intento, haciendo brillar mi supresión del dolor.

Desearía poder hacer brillar mi producción de sangre así también.

Creo que me estoy mareando.

La sangre que había regenerado con mi lado Hollow se escapó de mi cuerpo en nada.

No me siento bien, creo que en verdad me queda muy poca sangre.

Tuve que poner mucha energía en mi regeneración de Hollow para que trabajara más rápido en cerrar las heridas.

Tendré que luchar evitando posibles heridas sangrantes o cualquier cosa que haga que la sangre salte de mi interior.

Solo debo hacerlo hasta que sea regenerada suficiente sangre para no preocuparme tanto... eso me dije a mi mismo para ignorar los nervios de la difícil lucha que enfrentaría a continuación.

Aunque esta mujer tenga los brazos ocupados, ella aún puede controlar con la mente el agua. Seguro que hará todo lo posible para defenderse.

Así mismo, yo debo de hacer todo lo que esté en mis manos para llegar a ella, ¿No les parece?

Agachando mi cuerpo, adopté la postura de caza de un felino, levantando una explosión de agua cuando pateé el suelo para iniciar mi avance.

Dicho tiempo de precipitación no duró demasiado, pues enseguida aparecí a un metro de esta mujer.

Retraje el puño, más que dispuesto a cincelarle una marca a imagen y semejanza exacta de mis nudillos en el rostro.

PUM

O eso planeaba. Tuve que desviar ese puño a mi costado contrario, pues otro gran puño hecho de agua venía de esa dirección para pulverizar todos los huesos de mi ser.

El contacto entre ambos liberó una onda expansiva que meció mis cabellos y entrecerró mis párpados.

A continuación, pasaron de entreabiertos a altamente abiertos cuando me fijé en que su forma no se distorsionó para nada, aunque tuviese el Shunko en su estado completo.

Este puño de agua tiene que ser...

PAM

Solo porque mi oído identificó una cosa acercándose por el lado del puño que seguía en contacto con el de agua, pasé mi mano libre por debajo del trícep del mismo, cumpliendo el papel de freno de otro gran puño.

Ahora, creo que tengo que mencionar que cada una sale de la izquierda y derecha de AoiTenshi.

Esta es la primera parte.

¿De qué? Se preguntaran.

Pueesss...

FIUUUUSSSSSSHHHHHHHHH

De esto.

Resonando a través del aire, el sonido de una gran corriente se dejó oír.

Un enorme bulto acuoso se empezó a reunir en la retaguardia del espíritu de mi Zanpakuto, inflándose grande como una burbuja azul.

Su crecimiento continuó en subida, estando a la par que tres elefantes apilados uno sobre otro.

De repente, las manos de agua se retrajeron presurosamente a su lugar de origen, solo para aparecer a los segundos en los costados del gran bulto, acompañadas además de dos hermanas gemelas iguales a estas.

Parsimoniosamente, el bulto con manos cuatrillizas se moldeó hasta adoptar una figura curvilínea y humanoide.

La figura de una AoiTenshi gigante con cuatro brazos.

La habilidad, Avatar marino, se había completado en mis narices.

Aunque tampoco era como si pudiera hacer algo para pararlo. Si saltaba contra él para cancelar su formación, las manos se habrían mandado como un relámpago a pararme, y ahora que había un cuarteto de ellas, no vi muchas posibilidades.

Esta AoiTenshi no va a escatimar en recursos, ¿Verdad?

Ahora con esa versión gigante de ella a su espalda, tendría que dejarme el pelo y la piel para acercarme siquiera, y para golpearla tendría que empeñar mi alma.

Sumándole a eso que estoy cansado y con escasez de sangre...

Tsk, lo peor de todo es que no puedo desactivar el limitador de mi poder.

Hacerlo, significará que mi presión espiritual fluirá libre y sin fronteras tanto aquí como en el exterior. Allá afuera todavía están Nell, Grimmjow-san y Yylfordt-san, y mi presión espiritual completa podría matarlos a los tres en un instante. No podría regularla a tiempo para salvarlos.

Aunque los resultados de esta batalla dudo mucho que varíen si lo hago o no. Cuando yo suprimo mis poderes, los poderes de AoiTenshi son suprimidos también, por lo que si los dejo en libertad; ella estará al tope de sus fuerzas como yo y esto solo se prolongará.

Usaré mi cerebro para tener ventaja.

Y además...

Extendí la mano al cielo.

En menos de cinco segundos, una empuñadura fue apretada entre mis dedos.

La espada azul estaba conmigo otra vez.

Una cosa tan útil la que le agregó Silver, el poder llamarla con la mente y que esta respondiera acercándose más rápido que la velocidad del sonido.

Usaré el poder de la espada azul para atacar a este avatar, pero debo medir cuanto poder uso para que no alcance a Aoi.

Un golpe de mis nudillos es una cosa, pero una blandida de esta espada la destruiría al instante. Si ella muere, yo me muero con ella.

Esta es una operación que debe llevarse con la delicadeza de un cirujano.

Apretando mi mano libre, mis piernas adquirieron la resolución para no flaquear en esta batalla.

AoiTenshi y esa enorme figura de agua quedaron fijados como blancos en mi mira.

Y me aseguraré de mandarlos a tierra a los dos.

Je ¿Se supone que esta es toda la resolución de mis piernas a no postrarse en batalla? Que lamentable.

Bueno, ella y mis brazos hicieron su trabajo.

Aunque ninguno de ambos tenía fuerza para moverme.

La falta de sangre y mis costillas rotas tampoco me lo ponen fácil. Ahora mismo, incluso respirar se me complica.

El cuerpo me duele tanto que no puedo suprimirlo del todo. Debo tener casi todos los huesos hechos una ensalada de fragmentos fracturados.

El único consuelo que tengo es que obtuve el resultado que deseaba.

Tirada boca arriba, flotando en el agua delante de mí, AoiTenshi estaba inmóvil, llena de moretones hasta las pestañas y con un aspecto de no poder moverse más.

La espada azul que había estado luchando yacía enterrada en la tierra unos veinte metros a mi derecha.

Muchas partes de la zona circundante, incluyendo el lugar donde estoy, muestran amplias aglomeraciones de sangre.

Sangre de nosotros dos.

Aunque nuestras heridas están cerradas ya, perdimos mucho fluido vital, pero yo lo estoy regenerando.

Mi cabeza está como un carrusel. En realidad, creo que por la fatiga mental ya estoy empezando a ver doble.

AoiTenshi está consciente, pero solo puede hablar un poco.

Es muy bueno para mí. No podrá volver a iniciar otra ruptura del vínculo por algún rato. Debo aprovechar y pensar una forma de hacer que Por un rato se vuelva Nunca más . Además, no creo que pueda controlar el agua y atacarme, debe estar tan fatigada mentalmente como yo.

-AoiTenshi quiero que hablemos- estoy tan mal que ni puedo hablar fluido, rayos.

-*Muérete*- Pfff, me lo vi venir, pero no me gusta.

-Por amor a todo lo decente y bueno ¿¡Por qué insistes tanto!? Si es por la nariz hace rato que te la curaste.

Lo hizo durante la pelea. Era algo que siempre pudo resolver fácilmente, nunca fue algo para molestarse mucho, ¿Por qué no se quiere calmar con eso de una buena vez?

-* *- guardó silencio, y desvió la cabeza, cortando nuestro contacto visual.

-Respóndeme- apenas me las arreglé para pedir. No, de hecho apenas me las arreglo para mantener los ojos abiertos.

-*Da igual ni siquiera lo recuerdas. No vale la pena decírtelo*- murmuró, con tono árido.

Mostré mi disgusto con una mueca.

-¿De qué estás ?

-*¡Olvídalo!*- no logro comprenderlo, ¿¡Como es que ella puede hablar mejor que yo estando en ese estado donde solo puede moverse de su cuello para arriba!?

A mí me costó gritar hace un momento, pero ella no parece cansada.

¿Será que en realidad no estoy juzgando bien su estado actual?

Bueno, lo comenté antes, mis ojos están teniendo problemas.

De ser así, ahora no puedo asegurar si puede manipular el agua o no.

-Oye, si me explicas con calma que te pasa tal vez podamos solucionarlo- ya estoy cansado de esto. Seré suave, quizás así pueda liberarme de esta situación tan estresante.

-*Ya te lo dije, olvídalo no vale la pena si no lo recuerdas*- continuó en su estado de reluctancia.

-¿Cómo lo sabes? ¿Cómo sabes que no lo recuerdo?- aunque dije eso, en verdad no tengo ni idea de que tengo que recordar ni si lo recuerdo.

Volvió su cara a mí en un giro brusco, y mis ojos se sobresaltaron al enfocarse estos en pequeñas gotas cristalinas brotando con gracilidad en los bordes de los suyos propios.

Es la segunda vez el día de hoy que la veo llorar, aunque no puedo evitar sentir algo de ternura esta vez por el lindo semblante enfadado que está usando, a comparación de todos los otros antes de él.

-*¡Si lo recordaras no lo habrías hecho! ¡No habrías destruido mi nariz!*- sus lagrimas engordaron.

Hmm ese recuerdo ese recuerdo tiene algo que ver con su nariz.

Debo usar eso como piedra angular para regresar sobre mis pasos.

Ahora vamos a ver. Cuando rompí accidentalmente su nariz antes, ella me dijo que había destruido su belleza.

Asocia su nariz con su belleza.

Lo comprendo. Sin esa hermosa nariz, su cara deja de ser tan bella.

Pero su reacción claramente narra un significado más profundo y un sentimiento oculto en ello más que solo molestia por eso.

Muchas mujeres seguro que se molestan si les arruinan el aspecto, especialmente si este es uno que han pulido y mantenido con bastante ahínco. Algunas, más que otras.

Pero hasta donde sé, eso no es anormal.

Lo anormal viene cuando esa molestia se convierte en una furia asesina, como ocurrió con AoiTenshi.

Eso es otra buena pista.

Quizás, estuvo cuidando mucho su nariz.

Quizás, aprendió a valorarla.

Me parece curioso. En el pasado, luego de nuestro primer sexo, ella y yo tuvimos una conversación para matar el rato hasta que mi descanso terminara completamente.

Ella me dijo que no le gustaba su nariz, pero yo le insistí en que realmente era lo que más hermosura le daba a su rostro.

Comprendo.

Recordé esa ocasión, y fue como si un baño de agua fresca hidratara mi corteza cerebral.

Ella estaba furiosa por la ruptura de su nariz, decía que yo no recordaba algo, en ese evento pasado yo le dije que, para mí, era su nariz la que la hacía hermosa.

Cabe la posibilidad de que ella se tomara mi alago a su nariz muy enserio muy, muy enserio.

Pero si fuese así, todavía no le encontraría sentido.

No es algo que debería enfurecerla hasta ese punto. Si se lo tomó muy apecho porque pensó que había olvidado mis palabras pasadas, seguiría sin ser excusa para su actuar.

Es sencillamente irracional el pensar que actuó así por ello.

Que su nariz esté rota, como ya dije antes, se arregla fácil y

¿Pero qué?

Ella también dijo que no me había disculpado luego de romperle la nariz cuando el hecho es que sí lo hice y ella me oyó y hasta respondió.

Otra incógnita más.

Quizás una explicación sería que está algo loca.

Yo tampoco estoy del todo cuerdo, así que probablemente mi locura se refleje en ella por ser parte de mi alma, solo que de una forma más fuerte.

Es una posibilidad.

Silver me dijo que ocurrió en el pasado con unas pocas personas en la sociedad de almas que perdieron unos cuantos tornillos.

Pero eso fue porque su locura llegó a niveles extremos, y lo mío más bien es muy leve.

Posibilidad descartada por ahora.

Honestamente, no se me ocurren muchas opciones factibles.

Bueno, por lo menos creo tener el motivo de su enojo.

Debo hacer algo al respecto en consecuencia.

Le puse toda mi atención.

Seguía lagrimeando un poco y evitando mis ojos con molestia.

-AoiTenshi - tomé aire, comenzando a pensar lo que le diría.

-*Cállate, no me hables*- cortante como una espada, pero eso no me detuvo.

-Lo que dices que no recuerdo ¿Es por casualidad la vez que alagué tu nariz luego de nuestra primera vez?- inquirí con voz suave, esperando a ver qué cara pondría.

-*¿¡ !?*- esa es una cara muy buena.

-Aquella vez, yo te dije que para mi tu nariz te daba tu hermosura, ¿No es verdad?- pregunté de nuevo.

Ok, escuchándome ahora mismo, creo que debí decirle otra cosa. Lo que dije creo que no fue lo mejor. Quizás debí decir que cada parte de su rostro lo hacía hermoso. Eso sonaría muy cliché, pero a lo mejor me habría evitado esta gigantesca aguja en el trasero.

-*Tu ¿Lo recuerdas?*- me preguntó.

-Bueno, no lo olvidé del todo- me froté la nuca, con el brazo pesándome un disparate- aunque no pude acordarme hasta hace unos segundos. Pero ya lo tengo en la cabeza- sonreí, apenado por eso.

Yyyyyy, contrario a la reacción que quería, obtuve la que esperaba por pura lógica al considerar su reciente actitud.

Así es, su cara se plagó de venas brotadas y gordas, apretó los dientes como si tratara de masticar una piedra y sus ojos adoptaron la forma de los de un asesino.

-*Pero si lo olvidaste entonces*- sí, a eso me refiero.

-No te enojes tanto. Estaba en mi cabeza aun, pero no me había acordado. Han sido diez años desde entonces y con todo lo que ha pasado hoy no he tenido tiempo de ponerme a pensar a fondo. Dime, ¿Tú recuerdas todo lo que hiciste diez años atrás?

-*¡ !*- eso fue un punto a mi favor, ¡Ja!

-¿Ya ves? Además, lo que pasó fue ni más ni menos que un accidente. Podías repararlo con facilidad y hasta me disculpé. Solo me has atacado y dicho cosas arbitrariamente sin pensar.

Le dije en resumidas palabras lo que mi corazón le había querido decir hace rato.

Parecía que le callé la boca parecía.

-* ¡T-Tú no te disculpaste!*- Hmp, como una niña, en lugar de tratar de dar un argumento aceptable que refutara mis palabras, dijo otra cosa que era más una excusa inútil que una respuesta decente tras estar algo de tiempo en silencio, con nada más que movimientos insonoros y espasmódicos de boca, como si intentara hablar; pero no supiera que decir.

Una excusa inútil que alguien usaría para alargar una pelea que ya ha perdido, en mi opinión.

Arto de que su actitud quiera avivar un fuego que yo he tratado de extinguir desesperadamente desde hace rato, le grité:

-¡Usa una excusa mejor! ¡Yo me disculpé y lo sabes!- mis palabras son irrefutables digas lo que digas.

Entonces, su cara pasó a volverse una de incertidumbre.

-*¿Qué?*- ¿Ahh? ¿Se intenta hacer la tonta?

-Ponte seria, niña caprichosa, no intentes engañarme. No lo conseguirás- a estas alturas, si me lo creyera sería un atolondrado con A mayúscula y no lo soy.

-*Tu ¿Cuándo te disculpaste?*- ¿Va a seguir con eso?

-Tsk acabo de decirte qu-

-Midori- la voz de Silver cortó limpiamente mi oración por haber sonado sin aviso previo o señal alguna, pero eso es lo de siempre.

-¿Nani?- miré el cielo, pues esta vez su voz vino precisamente de allí- ¿Silver? ¿Acaso no estabas con el autor?- le pregunté, extrañado y con mi intuición susurrándome algo que no logré descifrar.

-Sí, hasta hace un momento. Pero me dijo que debía venir contigo de inmediato y darte un mensaje breve.

-¿Un mensaje del autor?- ¿Qué será? si esa persona hace eso, es porque debe ser algo de peso, y sabiendo lo impredecible que es creo que las palabras de mi intuición se están esclareciendo.

-Y cito Ella no está fingiendo fue lo que dijo.

-¡ !- pues sí que es un mensaje breve, pero como era de esperarse, tuvo un gran impacto en mí.

Volví la cara a AoiTenshi y me la encontré hecha un manojo de dudas.

Su confusión casi podía olerse.

-Eso fue todo, ¡Bye-Bye!- ¡Oye, un momento !

Su voz se fue tal como llegó.

Mierda.

Ahora sí que mi intuición habla claramente.

Ten cuidado es lo que me quería expresar.

¿Cuidado de qué?

Ni pajolera idea, pero cuando mi intuición me da una advertencia, lo mejor es escuchar. Lastimeramente, no suele estar herrada.

Y lo peor es que no solo mi intuición habla, mi instinto y el instinto de mi parte Hollow la respaldan.

Cuando esos tres se ponen de acuerdo, quiere decir que una cosa gorda ocurrirá en un futuro muy cercano.

-*Midori*- AoiTenshi profirió mi nombre, cabizbaja y con las manos sobre su cabeza.

-¿Q-Que ocurre?- me puse alerta, o lo que pude. Francamente, si estoy alerta o no, ya no importa. Como estoy ahora, si sucede algo grande mis posibilidades de sobrevivir están debajo del 1%.

-*No no puedo recordar que te disculparas conmigo*- subió la vista.

Sus ojos no decían otra cosa que no fuera Conmoción .

-Pero si incluso me respondiste luego de que me disculpé- ahora con el mensaje del autor en mi mente, opté por no ponerme a llamarla mentirosa y solamente seguirle el juego.

Quiero averiguar qué está pasando aquí.

-*¿L-Lo hice?*

Corrección, TENGO que averiguarlo.

-Lo hiciste. Me respondiste, Tus disculpas no servirán, ¡Solo tu sangre expiará tu pecado!"

-* *- su cabeza cayó, a la vez que un aura pensativa tomaba altura a su alrededor.

Y pasó de pensativa a sorprendida, y de sorprendida a complicada.

-*No lo recuerdo*- apretó sus dedos en su cabello- *¿Cuándo pasó eso?*- no, no me lo preguntó a mí. Sentí que era una pregunta sin destinatario aparente.

-¿ ?- ¿Qué está diciendo?

Su expresión facial no me decía mentiras.

Sus ojos eran ilegibles. Temblaban y se retorcían las emociones en sus pupilas.

Tan perdida estaba que con suerte sabía dónde estaba ahora mismo, eso es lo que puedo concluir.

-¡ !- ¿Qué fue eso?

Sentí como si algo pinchara mi cabeza como una aguja.

-*Midori *- AoiTenshi volvió a llamarme. Los pelos de mi nuca se erizaron cuando un azabache como la sangre de un demonio suplantó el verde de sus irises.

Al mismo tiempo, líneas ramificadas como venas negras se alargaron bajo sus parpados.

Y de los ya mencionados ojos, relámpagos negros chisporrotearon, frotando el aire por segundos antes de apagarse, encenderse de nuevo y repetir.

-*No lo recuerdo*- ¿Qué pasa? Estas hablando como si te doliera mucho el solo exhalar.

No puede ser que ahora si actúe de acuerdo con su deshecho estado presente.

-*Midori *- extendió su mano a mí, con las chispas azabache progresando en cantidad.

Creo que intentó decir algo más, pero su voz no salió como una palabra.

-*¡AAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!*- un clamor como de alma atormentada en el infierno casi me destruye los tímpanos por la cercanía entre su emisor y yo.

El color negro traspasó sus irises e invadió la esclerótica, convirtiendo sus dos orbes en lo más parecido a la vista de un abismo sin fondo.

Las líneas se extendieron hasta formar caminos en toda su cara.

Los relámpagos pasaron de salir únicamente de los ojos, a ser producidos en su boca también. Las paredes carnosas que formaban las mejillas se rasgaron como si un cuchillo las cortase, pero en realidad lo hicieron ellas mismas, por lo que puedo ver.

Partiendo de las comisuras de los labios hasta centímetro y medio después de estas, la piel se abrió como tela rota, permitiendo que su abertura palatina se abriera fuera de los límites de lo lógico como en una película de horror, y dejando que generosas cascadas de sangre negra se derramaran.

El interior de su boca se volvió oscuro, ya ni siquiera podía ver sus dientes o lengua, o el resto de la carne dentro de su cavidad bucal.

Un tono sombrío se ciñó al agua en la que flotaba y cercanías, y no precisamente por la sangre salida de su paladar abierto de una manera de lo más tétrica.

El agua que tenía cerca simplemente se hizo oscura de golpe.

No.

Una cosa horrenda hizo que pareciera ensombrecerse.

Una vista de algo inmaterial que, normalmente, solo puede sentirse, y verse únicamente cuando su poseedor desee que lo vean.

Un aura penumbrosa, mostrándose amplia y de oscilación apasionada, como una llama.

Había hecho que el agua pareciera oscurecerse, pero en realidad, solo era que estaba allí, extendiéndose.

Me tocaba las rodillas dentro del agua, por lo que podía sentirla.

Se me caía el pelo del miedo que me tapó como una manta. Un frio del averno, sazonado con un sentimiento de muerte inminente y con el condimento final de una maldad tan espantosa como las más horridas pesadillas, le facilitaron a mi boca un sabor putrefacto, árido e inaguantable. Era como si miles de moscas se posaran en mi boca y desfilaran en mi lengua.

Cuando ese gusto repulsivo llegó a mi estomago, me dieron ganas de vomitar sangre.

Mi columna se congeló en el centro de un glaciar gigante.

Mis pies dejaron de ser sentidos por mi cerebro.

Mis manos me temblaban y las sentía sudorosas.

Dentro de mi cuello, tragaba saliva una y otra vez en busca de un alivio para el frio en mi garganta.

Mi corazón, mi mente, mi cuerpo y mi alma. Todos estaban pávidos de la masa de perversidad que lentamente se erguía delante de mí, separándose del agua entre movimientos temblorosos.

De repente, su cuerpo experimentó un nuevo cambio, y creo que fue igual o más notorio que el de su boca.

Su cabello, largo como una cascada negra, se acortó por encima de la mitad.

La extensión hasta su espalda fue abruptamente limitada al nivel de su nuca.

Los mechones cortados se desintegraron en corpúsculos brunos antes de tocar el agua, así como si estuvieran hechos de alguna clase de energía.

Su vestido blanco virgen comenzó a ennegrecerse lentamente desde puntos azares, convirtiéndolo en un ropaje del color de la noche en un muy reducido lapso.

También las zapatillas que usaba se fueron, pero estas se destruyeron como si fuesen desgarradas por lobos enardecidos en vez de dispersarse como las hebras cortadas de pelo.

Asociando esos cambios a la cara demoniaca que había reemplazado sus facciones angelicales, se veía, en efecto, como alguien totalmente diferente a la persona que estaba acostumbrado a ver como mi espíritu de Zanpakuto.

El ser Desconocido que tenía delante de mis ojos, remontó el aire levitando unos metros sobre el agua.

Sus abismos infinitos me golpearon, haciéndome querer retroceder varios pasos, y frustrarme al recordar el motivo que no me lo permitía.

Había detenido su alarido luego de que el aura oscura se presentara, pero tras un momento de verme en absoluto silencio, lo retomó.

-*¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!*- con extra de fuerza además.

Hasta su voz cambió ahora. Estaba distorsionada, como si una voz ajena a la suya hiciera dueto con esta en una canción de pesadilla constituida de una sola palabra.

Una obra cuyo título solo podía ser uno tan sórdido como Infierno en la tierra".

Hasta a mi me dolió a nivel corporal con ese último alarido.

Mis oídos querían llorar por el dolor en los tímpanos, tuve que apretar los dientes para aguantarlo.

Aunque me los tapara, sentí que no sería de mayor utilidad que esa acción.

Este grito siento que no solo llega a mis órganos auditivos, sino también a mi cerebro directamente.

Por varios segundos, el alarido continuó sobrecogiéndome sin limitación alguna, por lo que sentí un alivio descomedido cuando cesó.

No obstante, un mal de menor molestia pero mayor peligrosidad lo reemplazó.

Ella levantó su mano sobre su cabeza, rodeándola de agua, moldeándola en una espada de líquido como antes.

Inmediatamente, la solidifico para transfigurarla en una de hielo.

Y yo aquí, sin fuerzas para esquivar ya.

Llegó mi hora.

La muerte y yo por fin nos vamos a conocer.

Espero y sea una chica linda.

Cerré mis ojos con resignación, sonriente y esperando mi inminente final como un borrego siendo conducido a un matadero.

El sonido del viento siendo cortado tocó mis oídos.

Eso fue lo último que escuché, antes de perder la sensibilidad de todo por debajo de mi cuello.

.

.

.

.

.

.

Nahhhhh es broma, ¿Se la creyeron?

Clanck

Determinando la trayectoria por la que se acercaba, abrí los ojos, y extendiendo hasta los límites mis mandíbulas, torcí el cuello en aquella dirección y mordí con todas mis fuerzas esa espada.

Fue tan fuerte el cierre de mis mandíbulas que el arma se destruyó.

¡Voy a pelear hasta mi último aliento carajo!

Forzando a mi mente a rebasar sus límites y suprimir todo el dolor que hasta hace un momento no podía, me puse de pie haciendo oídos sordos al cansancio.

Un hombre puede ser destrozado físicamente hasta el punto en que sus huesos queden hechos polvos y sus órganos estallen. Puede ser desfigurado a golpes y quedar tal cual como Cuasimodo o peor. Puede ser agotado hasta el punto que se le dificulte mantener los ojos abiertos. No obstante, si su voluntad permanece impoluta en todo momento, se levantará una y mil veces hasta que exhale su último aire.

Silver me enseñó eso hace mucho.

Mi voluntad no va a morir por unos cuantos golpecitos.

-¡GRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!- mi garganta se rasgó, pude sentirlo, pero la llama ardiente de mi fuerza de voluntad menguó eso, para hacerme gritar aun más duro.

Apreté mi diestra y precipité mi puño contra AoiTenshi de un salto.

Ella se hizo para atrás y evitó mi ataque.

POW

-¡BUAG!- si no vomité también mi estomago fue por un milagro.

Me golpeó tan fuerte en la región de ese órgano que casi sentí que saldría, pero lo único que subió por mi garganta fue sangre y vomito que cayó en AoiTenshi.

Ojala y se hubiera quedado allí.

Mis partes superior e inferior se desprendieron la una de la otra por la fuerza de ese puñetazo.

Me había partido a la mitad de un solo golpe.

Mis dos mitades cayeron en el agua, botando tanta sangre que el agua se puso carmesí en un radio de dos metros. De los órganos que contenía, solo algunos quedaron en nuestro interior, la mayoría cayó al agua.

Bueno, dicen que los inútiles en las batallas no son los débiles sino los que carecen de determinación, sin embargo, solo con determinación no se ganan batallas.

Me acaba de quedar claro con eso.

En un instante, opacó mi determinación y me mostró la diferencia entre nuestros niveles.

Está al mismo nivel en que yo estoy cuando uso mi cien, y eso que no he quitado el limitador de reiatsu.

O sea, que ahora ella también debe de estar limitada a su cuarenta por ciento como yo.

Eso basta para dejarme en claro que me es imposible ganarle.

Chuck

Chuck

-Kuh - quieres rematarme, ¿Eh? Necesitaras más que eso, incluso en este estado puedo vivir un rato.

Liberó dos grandes líneas de agua y les dio forma de tentáculos puntiagudos. Los usó para perforar mi parte superior y mi parte inferior.

En la de arriba, atravesó mi hombro izquierdo, y en la de abajo, atravesó mi ejem.

Fue una vista dolorosa, muy dolorosa.

Entonces levantó mi parte inferior y la llevó a su altura.

¡Santo cielo! ¡Se la está empezando a comer!

Mucho liquido vital escurrió de su Aperitivo , uniéndose al que ya estaba en el agua.

Eso si es cruel a la vista.

Más aun para mí. Eso era mío.

Y no pienso acabar igual.

Cerré las zonas de la amputación y perforación con regeneración Hollow, dejando dentro de mí apenas medio litro de sangre.

Solo puedo sobrevivir temporalmente con eso por la tremenda durabilidad que poseo.

Cerré mis heridas en el momento exacto en que dio por terminada aquella espeluznante comida, y fue el turno de mi parte superior de ser puesta a la misma altitud que su cara.

Pero a diferencia de mis pobres piernas, cadera y mitad baja de mi abdomen, yo me puedo defender.

Zas

Zas

Solo medio segundo bastó para que la espada azul viajara a mi mano, y lo que quedó de dicha unidad de tiempo lo empleé para cortarle media cabeza (Ahora estamos un poco a mano) y el apéndice de agua que me perforaba.

Caí de espaldas en los líquidos poco profundos, regenerando mi cadera y piernas en poco tiempo con un extremo empeño.

Rodé para atrás, poniéndome de pie al pararme tras un metro de giros.

ZAS

Y oscilé mi arma de arriba hacia abajo, disparando una onda de energía con forma de media luna que se llevó de por medio la figura del monstruo que buscaba matarme.

Lo alejó de mí por lo menos unos quinientos metros.

No es que haya puesto mucha fuerza.

De hecho, eso se llevó la poca fuerza que mi voluntad me dio.

La espada azul se le resbaló a mis dedos por su peso, y mi cuerpo se derrumbó de cara al agua, como si yo me hubiera vuelto un pañuelo.

Ahora es definitivo, ya no puedo seguir moviéndome.

Pero no iba a permitir que mi muerte fuera siendo devorado por mi espíritu de Zanpakuto, no señor.

Aunque si lo intenta otra vez, ya no podré oponerme.

Bueno, me iré con la satisfacción de haber frustrado su primer intento.

Uff

Oye, autor, ¿No me puedes dar otro power up que me saque de este pozo? (N/A: ¿¡Estás loco!? Hace no mucho te di un power up de lo más chiflado, ¿Lo olvidas? Arréglatelas tu mismo. No puedo estar colocando power ups tan seguido, arruinan mi historia).

Pff tacaño.

¿Y tú, Silver?

¿Silver?

¡Oe, Silver!

-¿Huh? Ah, Lo siento, Midori. Estaba ocupado revisando el futuro a ver si habrán nuevas oportunidades para acabar con mi hermano luego de que mueras.

¿Q-Q-Que? ¡Un momento! ¡Tú querido discípulo que entrenaste por cien años está a punto de morir y, ¿Tú andas buscando oportunidades futuras?! Solo falta que me digas que también buscas a otra persona para nombrarla elegido de tu profecía.

Casi me dio un derrame por la ira que sentí cuando este bastardo comenzó a silbar.

¿¡Sabes que!? ¡Al diablo! ¡Solo ven a ayudarme!

-No puedo hacer eso- ¿¡Que!?- Midori, sabes que cuando te pongo una prueba debes superarla tu mismo. Si te ayudo más de lo necesario, esto no tendrá sentido de ser.

¿Eing?

¿P-Prueba?

-Ufff Midori, entiendo que me veas como un cabron que se burla de ti y te hace bromas a diestra y siniestra, pero debes recordar que soy tu maestro también- ¿Qué me estás diciendo?- ¿Enserio crees que tejí todo este asunto entre AoiTenshi y tú sin un motivo más importante que bondad hacia el amor que se tienen o por querer fastidiarte? Esto que está pasando ahora, es una prueba que planifiqué con ayuda del autor (N/A: como que me he pasado con la ruptura de la cuarta pared en este capitulo meehh. Deadpool lo hace y es genial.) para ti. Además de sus ansias de escribir cochinadas, ese tipo se preocupa por el desarrollo de su historia y sus personajes. Igual que yo, quiere que pases este examen por tu cuenta.

¿Examen? ¿De qué hablas?

-Midori- suspiró- ¿Acaso piensas que la pelea que tuvimos tú y yo antes que vinieras a Hueco Mundo fue el último examen que te pondría? Hasta que derrotes a mi hermano, te seguiré probando una y otra vez. Si luego de un examen un alumno deja de estudiar, ¿Qué caso tiene? El truco es seguir probándolo una y otra vez, de esa forma nunca aflojará.

Pero no he flaqueado hasta ahora.

-Pero podrías hacerlo. No quiero arriesgarme. Eres mi importante alumno al que le he dedicado cien años para que mejore, me rehúso a dejar que tus músculos se relajen y su mente se duerma. Como tu maestro, y como tu amigo, me aseguraré de que sigas avanzando sin importar que.

Sonreí.

Silver gracias.

¡Es verdad! ¡Necesito dificultades si quiero mejorar!

-¡Así me gusta! ¡Ahora levanta ese trasero y ábrete paso hasta la victoria con tus propias manos! No pienso decir que mi discípulo es un niño llorón que necesita que lo salve cada vez que está en problemas.

Je y yo que te andaba maldiciendo en mi interior por estar buscando algún suplente si me muero. Jeje, que ridículo, ¿No? seguro que eso lo dijiste en broma para fastidiarme, ¿Cierto?

- si- ¿¡Por qué tardaste en responder!?

-*¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!*- tsk, genial.

Esa cosa está acercándose a mí.

¿Qué estaba haciendo que no vino antes? Seguro que podía.

No, eso no importa.

Ahora todo lo que importa, es que mi voluntad está a tope por las palabras de mi maestro.

Que puedo decir, a mi no me gusta fallar las pruebas que se me ponen.

Si tan solo pudiera moverme…

-¡ !- ¡Eso es!

¡Acabo de tener una gran idea!

Cerré mis ventanas y me concentré. En mi mente, la imagen de mi cuerpo se formuló.

Pero no imaginé mi apariencia exterior, sino una versión de mi cuerpo donde podía observar mi reishi fluyendo dentro de él.

Es una estrategia perfecta.

Así podré moverme sin importar cuán agotado esté.

Después de unos segundos, mis manos y piernas se movieron y contrajeron para hacer que mi torso se elevara sobre el agua.

Mi cuello se enderezó.

Mi espalda igual.

Una de mis manos se levantó y se abrió, y una empuñadura llegó a la palma.

Vi a mi enemigo, se precipitaba contra mí con velocidad suficiente para llegar en unos diez segundos.

Su cabeza se había regenerado, cosa que esperaba.

Adopté una postura, con mi espada lista, una mano empuñada y mis dos pies afirmados sobre el suelo.

-*¡AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!*- entre alaridos del averno, paró su avance con un metro distanciándonos.

Sus dos brazos estaban rodeados de espadas de agua, que por su aspecto, estaba altamente comprimida, tal vez lo suficiente para resistir unos cuantos embates de la espada azul.

Menudo hallazgo. Otra prueba del gran poder que tiene.

-*¡AAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!*- un nuevo alarido que marcó el momento exacto en que cortó el aire hacia mí.

Salté, aterrizando a espaldas de ella.

Me vio sobre su hombro, se giró y volvió a atacarme, esta vez varias veces con ambas espadas.

Me las arreglé para evadir sus rápidos cortes, ya fuera por mucho o por poco, agachándome, saltando un poco o haciéndome a un lado.

Uno de ellos pasó bastante cerca de mi cuello. Por suerte, era uno horizontal así que bastó con dar un paso hacia atrás.

Cometí el error de no evitar acostumbrarme a sus ataques, puesto que en un momento dado me arrojó una estocada, lo que no había sido parte de los anteriores y me tomó desprevenido.

Conseguí reducir los daños a tan solo un rasguño en mi mejilla, dando una vuelta sobre mi propio eje centímetros antes de que el agua alcanzara mi cara.

Pow

Le di la espalda por un instante, pero rápidamente volví a ponerme cara a cara con ella y mi rodilla se estampó con mucha fuerza en su abdomen, apenas encorvándola un poquito.

Di un segundo giro de trompo y mi puño colisionó en su cara, moviéndosela levemente.

Pam

Con el mismo puño, ataque su pecho y cuando vi que la hice retroceder unos centímetros, le asenté una patada después de saltar a su rostro.

De nuevo, mis pies y el suelo bajo el agua detrás de ella se encontraron y le apunté con mi espada azul, tomándola tanto con diestra como con zurda.

ZAS

CLANCK

No me equivoqué al juzgar el agua, de verdad pudo resistir ese corte vertical descendente.

-*¡AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!*- apartó mi arma de encima de las suyas con un movimiento violento de estas, y me disparó un aluvión de estocadas que si no las evadía; las bloqueaba.

En una especialmente fuerte, retrocedí veinte metros luego de interceptarla, dejando un camino de ondulaciones en el agua al no haberse salido mis pies de esta, aunque sí que se separaron de la tierra.

Una vez volvieron a juntarse con esta, hice que mis entumecidos brazos se relajaran un poco.

Puedo moverlos sin problemas aun así, pero es muy molesto.

Esos ataques no son ni la mitad de fuertes que el que me separó en dos, pero sí que causaban grandes efectos.

Me alegré de que no estuviera usando su máximo poder conmigo, ¡Sigue así, por favor! moriré si te pones sería.

Mientras haya vida, hay esperanza, dice el dicho. Yo digo, mientras haya vida, hay tiempo para pensar en una estrategia que me permita mantenerla.

Pero ya sea si ella me ataca con todo o yo me debilito antes, esta pelea no terminará en mi victoria si continúa por mucho más.

Debo terminar la pelea dentro de los próximos diez minutos, o estaré acabado.

-*¡AAHHHHHHHHHH!*- aquí viene otra vez.

Corto nuestra distancia levitando y bajó una de sus espadas sobre mi cabeza cual guillotina.

Bloqueé con mi estilo a dos manos y desvié el corte, pero enseguida atacó con su segunda arma y el choque que tuvo con la mía cuando quise detenerla disparó miles de chispas que casi me segaron.

Tras desviar esa cuchilla di unos pasos en retroceso, escapando de una segunda blandida con la primera espada.

La segunda siguió los pasos de la primera y fue oscilada hacia mí, sin otro resultado mayor que enterrarse en el agua y la tierra gracias que pegué un suave brinco para atrás.

Katchin

De nuevo el aire silbó al ser cortado por una de las hojas de agua, pero mi espada paró el silbido en seco al ir a su encuentro una vez más.

Pam

Saltando, mi rodilla chocó con su mandíbula. Estaba dispuesto a oscilar la espada azul inmediatamente después, no obstante, ella reaccionó a tiempo tecleándome en el estomago.

Apreté los dientes y me tragué la sangre que subía por mi garganta. Aterricé de pie y me paré firme, pues ella se había empujado en mi dirección con sus espadas en alto.

CLANCK

Casi quedo en cuclillas al bloquear la blandida doble con la espada azul.

-¡AAAAAHHHHHHHH!- mi grito beligerante fue casi como un disparo de adrenalina. Llené de energía la hoja de la espada azul y la hice cortar a través de las espadas de agua.

ZAS

No solo los brazos debajo de las armas acuosas, la cabeza desde el cuello de mi espíritu de Zanpakuto también salió volando. Cada cual en trayectos distintos.

-¡Toma esto!- sin vacilación alguna, perforé el pecho de AoiTenshi con la espada azul, saliendo el filo por su espalda.

Cargué la hoja de nuevo, pero ahora no corté nada, sino que dispersé la energía en una gran explosión azul nacida desde en medio de la hoja.

BRRRRRROOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMM

Solo porque yo soy quien la sostiene, no me afectó a mí, pero AoiTenshi es harina de otro costal.

El noventa por ciento de su cuerpo desapareció, quedando solo algo de su torso y un hombro semi unido a este, los cuales cayeron en el agua y se hundieron.

Ni me molesté en preocuparme, un ataque como ese no la matará en su estado actual.

Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck

¡Joder!

Eso fue más rápido de lo que me pude haber imaginado.

Ocho tentáculos de agua salieron de esta de golpe y perforaron mis piernas, brazos y torso.

La figura de la criatura en que se había convertido AoiTenshi se reformó perfectamente delante mío.

Aunque su expresión no había cambiado nada, su aura me dijo que estaba enojada.

Yo también lo estaría si me destruyeran el cuerpo así.

Del agua a su costado, una lanza de hielo emergió a la superficie lentamente siendo sujetada por ella de inmediato.

Tocó mi cuello con la punta, picándolo con sutileza.

A pesar de eso, creo que me hirió.

Me da que va a degollarme y después me comerá como lo intentó antes.

Bueno, es solo un presentimiento.

Quiero decir, se siente como un deseo voraz saliendo de ella.

Cuando era niño también sentí algo así. No podría olvidar esa ocasión. De no ser porque John me salvó, yo habría muerto en ese momento.

Me alegra poder decir, que esta criatura cometió un gran error al acercarse mucho a mí.

Tengo una táctica que seguro me liberará gracias a ese desliz.

Reuní reishi en mi mano libre y la abrí.

Una esfera de color negro se formó allí

Con una sonrisa, vociferé:

-¡Hado n°90! ¡Kurohitsugi!- la esfera saltó, quedó suspendida arriba nuestro y se expandió hasta cubrirnos, tomando la forma de un rectángulo negro.

Apreté los dientes y cerré mis ojos.

Esto será arriesgado, pero me dará una oportunidad.

Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck Chuck

No se puede ver desde aquí, pero unas espadas de energía espiritual perforaron este lugar desde afuera y llegaron a nosotros dos.

Mi torso, extremidades y casi mi cuello, fueron atravesados o cortados en muchos puntos.

Ella igual. Su sangre negra hizo que el agua combinara con esta caja azabache.

A los segundos, pude ver el exterior de nuevo, y distinguir mejor mis heridas.

Estoy hecho un coladero, y uno con muchos arañazos además.

Con ella lo mismo. Incluso se quedó paralizada. No es para menos, el daño que esto ocasiona es horrible.

E imaginen que solo está al 30%. De haberlo utilizado a su máximo poder en mi estado actual, seguro veo la luz.

Los tentáculos que me atravesaban cayeron, no obstante, no me regeneré inmediatamente.

Estas heridas las necesito para lo que voy a hacer.

Le apunté a ella con mis dos manos, posicionándolas a un centímetro de su abdomen.

No demoré en reunir energía Hollow en cada una.

-¡Gran Rey Cero!- el Cero supremo que solo se puede usar con un sacrificio de sangre. Se lo disparé a quemarropa sin escatimar en poder.

No debería matarla con esto, pero sí que la voy a herir.

Esta vez hay mucha sangre para ofrecer en este ataque.

Mis ojos estaban llenos de azul, por lo que no podía ver mis alrededores, pero mis pies me decían lo agitada que estaba el agua.

No es de esperarse.

-¡AAAAHHHHHHHHHHHHHHH!

Usé hasta la última gota de sangre que salió de mí para dar poder a ese Cero.

Use la regeneración cuando había estado perdiendo sangre por mucho tiempo.

Muchas gracias, lado Hollow. Me habría muerto hace mucho de no ser por esa regeneración tan rápida de sangre, extremidades y otros lugares de mi cuerpo.

Dispersé el ataque, sudando y jadeando mucho.

Como esperaba, no la maté con eso.

Toda su ropa fue reducida a un recuerdo y quedó con uno que otro rasguño. Sin embargo, aparte de eso estaba en una pieza.

Me esperaba lastimarla más que eso.

-Kuh.

Apreté la mandíbula.

Borrando su cara que espantaría hasta los fantasmas, su cuerpo desnudo me está despertando los instintos básicos.

Tsk mira que excitarme en una situación así.

Por cierto, ahora que me acuerdo, esa enseñanza de John fracasó, ¿Verdad?

Llegué a los tres niveles, pero no conseguí el resultado deseado.

No, si lo conseguí, pero la pérdida de aquella transformación arruinó la negociación.

Hmp me pregunto si a John alguna vez le falló.

¿Por qué me pongo a pensar en eso ahora?

-*¡AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!*- tengo a un monstruo loco amenazando mi trasero ahora mismo, si me descuido, el público puede despedirse de Midori Sabitsura.

Tsk desearía ser de esos personajes que siempre sobreviven por ser los protagonistas. Así estaría más tranquilo.

El autor está decidido a hacer buenas historias, necesita relajarse un poco.

Y eso que yo no soy el personaje al que más atención le presta.

Quejándome para mis adentros, levanté la espada azul y la bajé, disparando un arco azul que partió en dos a AoiTenshi.

Gruñí cuando ambas partes cercenadas se convirtieron en agua y se reunieron en una sola.

¿Cómo le hago para derrotar a esta cosa? Si la corto en dos o más partes, regenera o se une. Es mucho más fuerte que yo y ni con la espada azul puedo hacer demasiado contra ella.

Necesito una idea, algo que me dé la oportunidad de aplastarla y sacarla de ese estado en que está, aunque ni siquiera entiendo por qué entró en él en primer lugar.

¿Un milagro?

Difícil.

¿Una apertura?

No le haré mucho daño.

¿Una de sus debilidades?

Electricidad, pero sabe cómo manejar eso.

Mierda. Estoy arrinconado y perdido aquí.

La lujuria nunca muere

Pffffff ¿De nuevo eso? Fuera de mi cabeza. Eso ya pasó, es historia. No volverá a funcionar. Necesito algo más actualizado, cerebro, dame una buena idea.

La lujuria nunca muere

¡Que no! Esa cosa ni siquiera sé si tenga lujuria. Todo lo que hay allí es oscuridad pura. Ninguno de los consejos de John sobre mujeres me ayudará con ese monstruo.

Ninguno de los movimientos que me enseñó, ni siquiera el definitivo podría conseguir algo aquí.

Un momento, ¿Qué hay de ese movimiento definitivo?

¿Y qué pasa si ninguno de los movimientos esos me lleva a la fase tres?

Pues te veras obligado a escoger entre dos cosas: La primera, te largas de donde sea que vivas a un lugar muy lejano y te cambias de nombre, o dos, utilizas el Movimiento final

¿El Movimiento final ?

Así es. Un movimiento que solo puedes usar una vez al mes, pero que te da resultados un millón de veces mejor que todos los demás

¿Enserio? ¿Cómo se hace?

Bueno se podría decir que es un súper combo

¿Súper combo?

Una combinación de los más versátiles y potentes movimientos que te he mostrado hoy. Todos realizados en un orden que no puede ser alterado o no funcionará

A lo que he llegado.

Otra vez, sin opciones y pensando en la esperanza más ridícula.

¡Yo te culpo, Autor, y a tu pésima capacidad de llevar bien las escenas!

Pero antes de usarlo, se debe Preparar el terreno con Esa otra habilidad

Me dio un espasmo en la ceja y la boca.

Verdaderamente, ¿Cómo estoy siquiera dejando que esos recuerdos continúen?

¿Qué significa?

Significa, debilitarla

-*¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!*- ¡Al cuerno! La última vez funcionó usar los consejos de John, quizás se repita ahora.

El ser con cara de monstruo salido de los testículos del diablo y un cuerpo que parecía haber sido moldeado por los mismos ángeles se lanzó hacia mí, con sus manos cubriéndose en líquido una vez más.

Lo esquivé con Sonido y me paré detrás de ella.

Se dispuso a darse la vuelta para reintentar matarme, no obstante, fui más veloz.

(N/A: atención, lo que está a punto de pasar es producto de la cabeza de un individuo que ha visto varios animes con contenido Ecchi y que posee una imaginación algunas veces muy subida de tono. Si alguno de ustedes desea no leer lo que pasará a continuación, es libre de saltarse esta parte hasta el siguiente N/A, que es donde se marcará su fin).

PLAF

Di un aplauso a un centímetro delante de su cara con toda la fuerza que mi 40% podía permitirme usar. Seguido a eso, di dos toques a su frente: el primero fue suave, con el dedo índice y el segundo algo más fuerte con el dedo medio.

Y ella se paralizó.

Sonreí cuando transcurrieron unos diez segundos luego de que lo hiciera.

Funcionó.

El ser que ahora mismo era AoiTenshi estaba sorprendido, extrañado y confundido a la vez.

No tenía idea de que pasaba.

No tenía idea de donde estaba.

No tenía idea de por qué estaba allí.

El espacio exterior.

Cientos de miles de billones de estrellas formaban el horizonte. De hecho, formaban todo lo que se podía ver en cada punto cardinal, si era que dichos puntos existían allí.

Una que otra galaxia en la lejanía y asteroides flotando en la nada.

Silencio total.

Ni una sola alma más que ella.

Miró a todos lados, queriendo encontrar algo, pero solo encontró más de lo antes mencionado.

Quiso moverse, pero estaba suspendida allí. Inmovilizada totalmente.

-Bienvenida.

Una voz captó toda su atención casi tan rápido como sonó.

De la nada, una gigantesca figura se mostró delante de ella.

Una figura que removió algo en su interior.

Allí, con un pelo que flotaba como algas en el mar, un miembro alado, un aura rosada y una chispa rosada en el centro de sus irises verdes, una imagen de Midori en la transformación que había poseído se le presentó en forma gigante.

La primera acción que quiso llevar a cabo fue un ataque, pero otra vez, no podía moverse en absoluto.

-Existe una creencia en el mundo humano. Según esta, cuando una persona muere es guiada por seis diferentes reinos según las acciones que cometieron en sus vidas pasadas- habló con tono sosegado, como un monje- son, el dominio del infierno, el dominio del fantasma hambriento, el dominio animal, el dominio guerrero, el dominio humano y el domino celestial.

A la vez que hablaba, diversas imágenes aparecieron ante sus ojos con la mención de cada uno de los llamados Dominios .

-Estos son caminos que se deben seguir para alcanzar el perdón de los pecados- le apuntó con su pene- ahora, es tu turno.

Aproximó sus manos a ella.

-Bienvenida seas ¡A los seis caminos del infierno!- la estatua le sonrió.

-*…*- y el monstruo que había causado terror en el peliverde por un rato y casi lo había asesinado brutalmente, sintió un escalofrío gigantesco al tiempo que las palmas la cubrían.

Abrió los ojos, y sintió calor.

Mucho calor.

Y humedad.

Como si se estuviera bañando en agua hirviente.

-Jijijiji- una risilla cargada de travesura.

-*¡ !*- al abrir los ojos para saber quien la había emitido, se encontró con que no parecía, sino que, en efecto, estaba dentro de agua hirviente en lo que percibió como un caldero.

-Que mojada estás.

-Que caliente estás.

Se paralizó cuando unas manos cálidas y firmes envolvieron sus pechos desde su espalda, y comenzaron a masajearlos sin contenerse.

Mirando sobre su hombro, se encontró cara a cara con un Midori en la misma transformación de antes, tocándola con una sonrisa de lo más depravada.

Curiosamente, tenía un par de cuernitos saliendo de su frente.

-Este es el dominio del infierno ¡Prepárate para sentir un infierno de placer!- mordiendo su cuello y frotándola con más ferocidad, le dijo.

-*¡AHHHHH!*- su alarido vino, pero a diferencia de los anteriores, este no sonaba tan horripilante.

Unas fuertes y placenteras descargas le llegaban al resto del cuerpo desde sus pechos y cuello.

Las misma descargas que Midori le había suministrado cuando entró en esa transformación de antes.

Además, el calor del agua afectaba mucho su región pélvica. Ese calor abrazador, aunque doloroso, a Esa parte de ella parecía gustarle tanto como un helado a un niño.

Por un momento, en sus cuencas oscuras se mostró un diminuto brillo verde, no obstante; desapareció de inmediato.

Algo en su corazón despertó por aquel placer que fue un disparo de nostalgia. Fue solo por un leve instante, pero despertó.

-*¡AAAAHHHHHH!*- volvió a gritar una vez que aquellas manos trabajaron con más intensidad.

Abrió los ojos.

El calor se había ido, y las manos en sus pechos también.

Ya no estaba húmeda.

Pero algo le hacía cosquillas en misceláneos sitios de su fisiología.

Y le picaba.

Y ¿Le gustaba?

Pequeñas descargas en sus muslos, su abdomen, sus pechos, su cuello y su entrepierna.

Ojeó su contorno y se dio cuenta de que estaba en un lugar plano y árido, como un terreno estéril.

Solo un terreno que se extendía hasta donde daba la vista y un cielo nublado.

Entonces, prestó atención a su cuerpo.

Lo que le hacía cosquillas se reveló a sus ojos de inmediato.

-Ojojojo, que esponjosa es.

-Y que lo digas, este lugar es muy cálido.

-Ja, deberían probar estos abdominales, así sabrán lo que es bueno.

Por lo menos una docena de Midoris en miniatura (Apenas un poco más grandes que un soldadito de cera) estaban correteando en su cuerpo.

Quiso apartarlos, pero otra vez no podía moverse.

Tuvo que resignarse a soportar el que aquellas criaturas jugaran y toquetearan su cuerpo sin parar, sacándole uno que otro grito, mucho menos fuertes que todos los que soltó antes.

Pequeñas descargas eléctricas cuando uno mordía y chupaba sus pezones.

Escalofríos cuando otro saltaba y se restregaba contra sus abdominales.

Espasmos al hacerle otro, más cosquillas en los muslos.

Y sonrojos porque uno estaba en cierto lugar muy sensible de toda mujer, realizando y reciclando una y mil veces un mete y saca muy presuroso de su torso para arriba.

-*¡AAAHHHhhhhhhh Kuhhh!*- otra vez, el brillo verde parpadeó, solo que ahora duró más tiempo antes de apagarse.

Su corazón palpitó más agresivo.

Algo grande estaba despertando en su ser.

-Bienvenida al dominio de los fantasmas hambrientos ¡Por favor, aliméntanos con tu cuerpo!- todos los mini-Midoris le dijeron con alegría y algo de picardía.

-*¡Ahhhhhh!*- chilló, diluyéndosele en gran medida aquella fusión de voces dantesca.

Abrió los ojos.

Esta vez, no sentía nada.

Lo primero que vio, fue un cielo de color morado.

Pronto descubrió que no solo el cielo. El suelo también era morado.

Es más, ni siquiera se distinguía lo que era cielo o tierra.

Era como antes, con el espacio, pero todo era morado.

-Oye.

Una voz hizo un llamado a su espalda.

Se volteó, y esta vez tuvo una reacción nueva ante lo que vio.

Se ruborizó.

Y el brillo verde nuevamente se presentó en sus cuencas, solo que ahora no desapareció, pero era tan leve como al principio.

-Bienvenida al dominio animal-nyan~- un Midori totalmente desnudo, con orejas y cola de gato, ojos rasgados como los de un animal y piernas y manos felinas, le dijo, con un ronroneo adornando su oración.

Su cabello era blanco con rayas negras, también el pelaje de su cola y patas superiores e inferiores.

La miraba, haciendo una pose sexi y con una sonrisa provocativa.

Esa imagen que le resultó terriblemente erótica a su corazón, lo hizo bombear sangre con todavía más rapidez, como si tuviera taquicardia.

-Hoy, nosotros dos nos encargaremos de ti-nyan~

Para el carro.

¿Dijo Nosotros dos ?

La criatura lo miró, clavando las luces esmeraldas en su cara.

-Jejejeje, él también parece muy entusiasmado-nyan~- miró detrás de AoiTenshi.

Ella vio sobre su hombro a quien se refería.

Las luces temblaron, igual que el resto de su cuerpo, al encontrarse con un pulpo de color rosa allí.

No se estremeció por el pulpo en sí, sino por la cara con la que la miraba él a ella:

-( ͡°͜ʖ ͡°)

-¡Empecemos-nyan~!

El pulpo con aspecto de ser un violador y el Midori gatuno se acercaron a ella, uno con sus "Manos" extendidas y el otro con sus tentáculos meciéndose remisamente.

-*¡Kuhh!*- las manos gatunas le tomaron los pechos y la cola de Midori se comenzó a frotar con su entrepierna.

Los tentáculos se enroscaron en sus muslos y brazos, deslizándose hasta sus pezones y pelvis. En ambos hizo equipo con el gato para estimular aquellos puntos tan sensitivos.

Algunos más llegaron a su abdomen y se acariciaron con él como si tocaran la piel de un bebe.

Los pechos eran apretados de forma cariñosa por las manos del Midori gatuno, y el cuello estaba feliz siendo saboreado por su lengua cálida y áspera.

-Vamos, vamos, no te resistas-nyan~, puedes gritar todo lo que quieras, sino, harás que este gatito se ponga triste porque no puede hacerte sentir bien-nyan~- y le entregó una cara de cordero degollado que la ruborizó hasta el punto en que el rojo de una manzana parecía gris.

Tras un rato de estimulación y de descargas placenteras provenientes de las extremidades del gato y el pulpo, su garganta erupcionó.

-*¡Kyaaaaaaa!*- por fin, un grito y voz completamente femeninos salieron de esa boca oscura.

-Jejejeje-nyan~

-( ͡°͜ʖ ͡°)

Abrió los ojos.

Lo primero que notó, fue el olor a sangre.

Lo segundo, el que todo a su alrededor estaba plagado de cadáveres.

Lo tercero, que el lugar donde se hallaba rebosaba de edificaciones reducidas a escombros, muchos de ellos quemados.

Y lo cuarto, que un gran número de hombres desnudos la rodeaban en círculo.

Todos con el mismo cuerpo y facciones faciales.

Todos compartían el mismo pelo negro anti gravedad, ojos verdes con chispas rosadas y fuertes auras de este mismo color.

Y la misma erección resaltada y prácticamente fotocopiada en cada una de sus pelvis.

-Bienvenida al dominio guerrero. Aquí peleamos hasta la muerte todos los días, sin un momento para descansar nuestros agotados cuerpos. No hacemos otra cosa que no sea pelear- uno de ellos habló regalándole una sonrisa libidinosa- ¿Serias tan amable de ayudarnos a revitalizar nuestros espíritus?

Los otros hombres la miraron de igual forma, asintiendo a las palabras del que habló.

-* Glup*- demostró que tenía miedo por primera ocasión, pasando mucha saliva por su garganta.

-Eso lo tomaremos como un sí- su sonrisa cumplió años. Subió su mano con la palma abierta y la bajó cuando gritó- ¡A la carga!

-¡IYYAAAAAAAAAA!- rugieron como samuráis a punto de entrar en una batalla campal, con enorme arresto.

Todos se precipitaron al mismo tiempo sobre la mujer.

Ella ya no pudo moverse más cuando cada agujero y rincón de su cuerpo fue asaltado y explorado por aquellos hombres, que a diferencia de los otros lugares donde había estado ya, estos no tuvieron ni un atisbo de amabilidad con ella.

En verdad, actuaron como si fuese la primera vez en milenios que tocaban el cuerpo de una mujer. Incluso se podría decir que ni siquiera habían divisado un cuerpo femenino en todo ese tiempo.

Y a pesar de ello, le pareció un millón de veces más increíble.

Lo cierto, es que en el fondo era muy masoquista.

Aparte, cada uno le dio el mismo placer que Midori cuando estuvo usando esa transformación, aunque eso también pasó en el primer dominio y en el último en que estuvo antes de este; pero esta vez el que fueran doce hombres casi la manda al cielo, cosa curiosa porque aquel lugar se llamaba Los seis caminos del infierno .

En uno de los momentos finales de aquel gangban, su boca incluso regresó a la normalidad, solo para dar una gran sonrisa, hecha de placer y felicidad pura.

-*IYYAANNN~~~*- incluso dio un gemido que resonó claramente hasta el cielo.

Abrió los ojos decepcionada.

Quería quedarse en ese lugar un par de años más.

Chasqueó la lengua, frustrada y molesta.

El lugar donde estaba ahora era negro.

No era como el espacio, que tenía cientos de luceros. Este lugar no tenía una sola luz que interrumpiera la oscuridad que se extendía hasta donde permitía la vista y más allá.

Miró a todos lados, pero no encontró más que un tono ébano.

Extrañamente, a pesar de toda la oscuridad, ella podía verse claramente.

FIUUUUUUUUUUUUUUUUUNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN

La red de su audición atrapó de lleno a un gran sonido que se acercaba.

Sus reflejos trabajaron muy rápido e hicieron que se diera la vuelta.

Allí había una luz en la distancia. Crecía lentamente. Era como las luces de un auto en carretera a medianoche.

A los momentos de notarlo, la luz ya era bastante grande.

Fue allí que AoiTenshi vio algo que la hizo sonreír todavía más que en el dominio guerrero.

-Bienvenida al dominio humano- fue todo lo que dijo uno de más de treinta Midoris que caminaban pacíficamente a donde ella dentro de esa luz.

Todos estaban exactamente como lo habían estado los del dominio guerrero, solo que estos se notaban más tranquilos.

Para resumir lo que pasó allí, AoiTenshi se decepcionó un poco de que hayan sido tan amables con ella; pero el que aun así supieron complacerla mucho mejor que los hombres del dominio guerrero, casi la mata de un orgasmo ciclópeo.

Allí, gimió más de lo que lo había hecho desde que tenía conciencia de sí misma.

Abrió los ojos.

Aun más decepcionada que antes.

Pero extrañamente esperanzada.

Aquella versión gigante de Midori dijo que eran seis caminos, y ella había estado en cinco de ellos.

Los últimos dos fueron los mejores, por lo cual anhelaba que este ultimo fuera superior a todos ellos.

Ni se imaginaba cuanto.

-Bienvenida al dominio celestial- una voz de aire prominente le llegó de todas partes.

Aun estaba pensando a dónde mirar cuando una figura se le presentó.

-*¡ !*

-Es tiempo de que tu viaje concluya- le dijo un solo Midori, con sus manos envueltas en energía rosa y sus dedos extendidos con esta dándoles la forma de tentáculos.

En primera instancia, se molestó bastante porque solo era uno.

Pero cuando se percató de los tentáculos y la mirada que le daba (( ͡°͜ʖ ͡°)), su voz, impulsada por su corazón, solo alcanzó a articular una cosa con increíble júbilo.

-*¡Midori-sama!*- fue la primera vez en esa forma que de sus labios salió algo que no fuesen gritos de espanto o gemidos casi orgásmicos.

Corrió hasta él con los brazos abiertos, como una niña pequeña a los brazos de una madre que no había visto en semanas.

En este caso, como una mujer desnuda a los Tentáculos de un hombre que la veía con cara de que no iba a poder caminar en un laaaaaaaaargo tiempo.

-( ͡°͜ʖ ͡°)

En ese dominio, su esclerótica regresó a la normalidad y las ramas negras que se extendieron desde abajo de sus parpados hasta el resto de su cara se borraron.

-*¡Kyaaa~~!*- me sobresalté, abriendo los ojos de sopetón y cayendo sentado.

Había decidido descansar un poco cerca de donde estaba AoiTenshi en transe y reponer energías.

Había estado arrodillado a pocos metros de ella, meditando. De esa forma podría restaurar mis fuerzas rápidamente, o eso me dijo Silver. Realmente no entiendo cómo, pero funciona.

Mi tranquila meditación me hizo bajar la guardia, razón de que me sorprendiera aún más.

AoiTenshi soltaba fuertes gemidos con su voz normal y se torcía sin moverse de su sitio.

Me sentí mudo al ver su cabeza.

Su boca era la misma de antes.

Las líneas negras que habían estado recorriendo su cara se borraron de la nada.

Sus ojos en su mayoría dejaron de ser negros, quedando como al principio, solo con el iris de ese color.

Casi se me desencaja la mandíbula.

No puedo creer que en verdad funcionara.

Pero no es momento de estar sin habla, eso tan solo fue para ponerla sensible.

Esta es una técnica hipnótica que desarrollé. La persona en quien la utilices entrará en un fuerte trance, donde verá, oirá y sentirá lo que más placer sexual le provoca. Usarla, significa que esa persona tendrá un orgasmo seguro

"¿Por qué no me la enseñaste desde el principio? De esa forma podría haberme ahorrado mucho tiempo ahora.

Porque la dificultad para realizarse es tan grande como su efectividad. Los puntos que debes tocar en la frente son del tamaño del ojo de una aguja, por lo que tus toques deben ser 100% precisos. Las posibilidades de éxito a la primera son muy bajas, y el número de veces que se suelen necesitar para hacerlo aunque sea solo una vez varía entre cien y quinientos. Si te enseñaba solo eso y no lo demás, ¿Qué hubieras hecho si lo intentabas y fallaras una y otra vez? Morirías sin poder hacer nada; por eso te enseñé todas las otras técnicas. Además de que sin ellas no podrías usar el Movimiento final que te dije

Oh

Y John dijo que ese movimiento es aun más efectivo si se emplea después de usar este.

Los resultados salidos de esto me han dado nuevas esperanzas.

Ver sus piernas temblando, su cuerpo sufriendo espasmo tras otro y grandes cantidades de líquido bajando por sus muslos me da convicción.

Cerré los ojos un momento, y cuando los abrí, sentí que destellaban en esta.

Sin importar su fuerza.

Sin importar que ahora esté en esa forma.

Su deseo sexual sigue imperturbable en su interior, si lo uso, puedo aplastarla.

Llegué a esa cavilación.

Si que tenía una debilidad, solo que no podía verla por ser algo que está dentro de ella.

Pero ahora se muestra ante mis ojos como un centenar de luciérnagas en una noche sin luna y con el cielo repleto de nubes.

John siempre tuvo razón con las locuras que decía en verdad, la lujuria está en todos nosotros hasta la muerte.

Tomé aire hasta que mis pulmones dolieron.

Solo me queda un minuto.

La derrotaré con eso.

Ha llegado la hora de usar ese movimiento especial.

Exhalé, destensando mis nervios.

Esa fue la señal que me di para comenzar.

Di un salto al aire, quedando sobre ella.

-¡AHHHHHH!- caí en picada con objetivo a su cabeza.

-*¿ ?*- parece que mi grito la sacó del trance, pero eso no es relevante.

Cuando llegué cerca de ella, extendí los brazos y la abracé del cuello, consiguiendo tirarla al agua junto conmigo al haberla agarrado de imprevisto.

Cuando estuvo de espaldas a la tierra, y yo quedé sobre ella, no perdí un segundo y me senté entre su abdomen y pecho, por el plexo solar.

Presioné sus pechos con mis índices.

-¡Aquí vamos! ¡Timbre moe moe!

Hice más presión en sus pechos. Mis dedos se hundieron en ellos hasta el nudillo.

Entonces, los hice girar.

-*¡Nyaaaannnnn~~!*- ¡Maulló, significa que lo hice bien!

También significa que el hipnotizarla la debilitó bastante, ahora todo su cuerpo debe estar muy sensible por lo que sea que le haya pasado en su imaginación.

Aunque ya no tenga la forma de antes, ahora está lo bastante vulnerable para hacer catástrofes en sus zonas erógenas con mis técnicas sexuales.

Retiré mis dedos de sus pezones y doblé mi espalda hacia adelante, quedando ahora mi cabeza sobre estos.

-Capu - me puse un pezón entre los labios- ¡Chuuuuuuu!

-*¡Aghhh!*- esta vez el gemido se atoró en su garganta.

¡El vampiro lácteo fue un éxito!

Me levanté de ella y caminé hasta agacharme detrás de su cabeza.

Tomé sus mejillas y las apreté entre mis manos, haciendo que sus labios se pronunciaran.

Llevé los míos sobre los de ella a la velocidad del trueno.

Chocaron, y mi lengua se abrió paso entre sus dientes.

Sentí como su lengua y la mía se encontraban, pero ahora no iba a dejar que se defendiera para nada.

¡Recibe mi violador bucal!

-*¡Hmggmgmmgmg!*- Puagh ahora su boca sabe a maldad pura, pero no es tan malo. Sin embargo, si la regreso a la normalidad ya no me afectará su mal aliento.

Adelante lengua mía, ¡ADELANTE!

Mi lengua violó la de AoiTenshi sin compasión, pasando a sus paredes carnosas y hasta su úvula. Se frotó con todo lo que había allí.

Aunque nuestras cabezas se besaban debajo del agua, sentí su boca salivando un montón.

Después de un tiempo la dejé libre.

Respiraba con marcada dificultad.

¡Pero aun no termino!

En lo que dura un latido, me pasé a sus piernas y las tomé.

¡El afeitador!

Dibujé caminos una y otra vez desde sus muslos hasta los pies con las palmas de mis manos, como si pasara crema de afeitar por ellas.

Lo hizo tan rápido y tan suave a la vez que comenzó a gritar con locura una libidinosa locura.

Esta vez, me senté sobre sus muslos y volví a enarcar la espalda, llevando mi boca a sus abdominales.

¡Lamedor solar!

Como dice el nombre, deslicé mi lengua por aquella área como si le aplicase protector solar con esta.

Ni hablar de cómo debe sentirse ella, me duelen los oídos por los alaridos que salen de su garganta.

De nuevo, me moví a su cabeza, solo que ahora preparé mi pene, que se había puesto a tope de dureza desde que empezó a gemir sin control.

Aprovechando que seguía con la boca como si dijera Ahhhh al estar respirando pesadamente por las cosas que le había hecho hasta ahora, forcé su cabeza a tragármelo.

No importa si de alguna forma reacciona y me muerde para tratar de arrancármelo. A estas alturas no, porque estoy usando la técnica

¡Duro de mamar!

Empujé mi pene dentro de ella, sintiendo su garganta en la punta de mi glande. Su saliva lubricó mi tronco, y, por consiguiente, entró con mayor facilidad.

-*¡Mhmhgmmggmhgm!*- ¡Toma un regalo desde el fondo de mi ser!

Por los movimientos tan bruscos que perpetraba y el que mi pene hubiera sido usado hace un rato y se encontraba medio sensible por eso aun, solté una carga de semen en toda su garganta, llenándola por completo y logrando que comenzara a ahogarse.

Se lo saqué de inmediato. Solo por un momento, me permití ver como pasaba trabajo intentando tragarse o vomitar todo lo que le dejé.

¿Qué digo? Se lo va a tragar, eso fijo.

Le sabe demasiado bien con la mente nublada.

Está excitada, sonrojada como una ciruela. Va a cooperar, ya sea consciente o inconscientemente.

Mi pene puede sentirlo.

- - ¿Qué acabo de pensar?

Da igual, ¡No debo perder el tiempo!

Hice que mi pene no callera enfocándome mucho en ello. Lo voy a necesitar después.

De hecho, lo voy a necesitar con lo siguiente que haré.

Me alejé de un salto, distanciándome tres metros de ella.

Por cierto, felicidades a mi persona. Lo de hacer los movimientos tan rápido que no le di tiempo de levantarse fue una victoria definitiva.

-*U-u-ufffff fuu fuu*- tardó en incorporarse y en empezar a ponerse de pie.

Puso sus manos en sus rodillas, encorvándose.

Como estaba detrás suyo, a mis ojos llegó la imagen de su trasero apuntando a mí.

Su chorreada intimidad también me veía.

Mi pene palpitó con la fuerza de un corazón.

Siempre me he pregunta, si ya no tengo corazón ¿Exactamente qué es lo que bombea la sangre al resto de mi cuerpo y hace palpitar mis venas?

Es extraño.

Acomodando mi cintura y fijando aquella entrada rosa en mi mira, precipité mi cuerpo en una carrera semejante a la de un caballo.

Y curiosamente, lo que iba a hacer tenía el nombre de un cierto tipo de caballo.

-¡Penicornio!- por un momento, mi masculinidad tomó el papel de cuerno, y Empitonó de forma brutal la entrada de AoiTenshi.

-*¡Kyaaaaahhhhhhh~~~!*- no debe molestarle, ella es una masoquista después de todo.

Estuve un momento dentro de ella, pero la fuerza de esa embestida la hizo caer de bruces contra el agua, sacándome en nada.

Creo que mi pene también salió herido. Se desgarró un poco en el glande y debajo de este.

Nada que mi regeneración no solucione.

Ok, ya cumplí una parte de los movimientos requeridos, solo queda usar los demás de una vez.

El problema es que los diez minutos pasaron hace exactamente ciento veinte segundos.

Mi cuerpo está poniéndose muy pesado.

Lo que hice ya está acabando.

Lo que voy a hacer debo acabarlo aun más rápido.

-¡IIYYYAAAAAAAAA!- rugí con la fuerza de mi alma, tomando a AoiTenshi de los hombros y forzándola a mirarme.

Lo que voy a hacer no lo voy a describir al completo, honestamente ya no tengo voluntad para hablar de esto. Puede que no lo parezca, pero sí me da vergüenza decir el nombre del movimiento y luego explicar de qué trata.

Pero como soy amable, diré que parte del cuerpo afecta cada una de las cosas que haré. Al menos, así les facilitaré usar la imaginación.

-¡Taladro lingüístico!- boca y garganta.

-*¡Gumghmghmgh!*

-¡El biberón auditivo!- orejas.

-*¡Iyann~!*

-¡El amante chupa gritos!- cuello.

-*¡Ahh~!*

-¡Tetanic!- pechos y pezones.

-*¡Kyann~~!*

-¡Cerezas eléctricas!- pezones.

-*¡Wahh Ahh~~ ahh~!*

-¡El choco adicto!- abdominales.

-*¡Hmmm~~ !*

-¡El draculino!- cuello.

-*¡Kyahhh~~!*

-¡Incubo mayor!- pechos.

-*¡Kuhh~~!*

-¡Incubo menor!- pezones.

-*¡Ahh~~!*

-¡El caballo con esteroides!- vagina y pechos.

-*¡Guhh~~!*

-¡Crepusculazo!- glúteos.

-*¡AUUUUUUUU~~~!*

-¡Paizuri final cuatro!- pechos.

-*¡Kuhh~~!*

-¡Lamida mortal!- clítoris.

-*¡KYYYYAAAAAAAAAAAAAAA~~~!*

-¡La banana mecánica!- vagina.

-*¡AH~~ Ah~ Ah~ Ah~!*

-¡Orgamatrix!- vagina.

-*¡P-Por favor dame más~~!*

Después del último, ella por fin me dijo algo entendible.

Estoy en la recta final.

-¡Cockzila!- clítoris.

-*¡Siiiiii~~~!*

-¡El ordeña Minotauros!- pechos.

-*¡Hmmmm~~~!*

-¡Sex Game!- pechos y clítoris.

-*¡Ahhhhhhh~~~!*

-¡Escalera al orgasmo!- vagina.

Solo ahora, narraré lo que hice en este último.

Tomé a una hipersonrojada, ardiente y húmeda AoiTenshi de la cintura y la arrojé al aire.

Sus piernas apuntaban al suelo, por lo que tenía su punto G en mi campo visual.

Flexioné mis rodillas y me empujé hasta ella.

Apunté con mi pene justo a la entrada con paredes rosas entre sus piernas, y, como si fuese una lanza, la perforé con la delicadeza de un bárbaro.

Tomé sus muslos, y aun en el aire, volví a empujar en su interior, elevándonos un metro más por la fuerza con la que lo hice.

Y salí, y entré.

Y salí, y entré.

Afuera, adentró.

Afuera, adentro.

Atrás, adelante.

Atrás, adelante.

Jala, y empuja.

Jala, y empuja.

Cuando repetí mi acción veinte veces, nos elevamos veinte metros.

Cuando la repetí cuarenta veces, nos elevamos cuarenta metros.

Cuando la repetí ochenta veces, nos elevamos ochenta metros.

Y solté los muslos de AoiTenshi, retirando mi pene de su interior también.

Aquí arriba ya puedo usarlo.

El movimiento final que me enseñó John.

Las probabilidades de que esto falle son de menos del cinco por ciento con cualquier mujer, pero se debe tener algo que impulse tu embestida final"

¿Cómo se llama ese movimiento, John?

Su nombre es

-¡Maremoto H!- hasta el último rincón del cuerpo.

Desde mis dedos hasta mis labios.

Desde mi lengua hasta mi aliento.

Desde mis pies hasta mis dientes.

Mi imaginación.

Mi delicadeza.

Mi brusquedad.

Mandé todo mi repertorio sobre ella.

Cada segundo que caíamos desde esos ochenta y cinco metros, los exploté hasta el último milímetro.

-¡Wojojojojojo ! ¡Midori está en ofensiva total! ¡Su mente solo piensa en ganar, y en sobrevivir amigos míos! ¡Estos dos están que arden, literalmente!

¿Volviste a ser comentarista? Y yo que pensaba que habías pintado la raya en el asunto.

-Solo fue una pausa en la narración hasta que surgiera algo interesante, ¡Ahora estoy en órbita y sin ganas de aterrizar otra vez!

Bueno, será mejor que mires y hables bien de esto, ¡Porque no pienso volverlo a repetir en mi puñetera vida!

-Eso es lo que no sabes, pero bueno, es verdad, ¡Esta es una oportunidad de pocas ocasiones!

Mientras él hablaba y yo hablaba con él, mi movimiento final seguía laborando sin descanso alguno.

Seguí así, probando, pellizcando, lamiendo, palpando, toqueteando, olfateando, exhalando en su piel, mordiéndola, frotando mi cuerpo con el suyo, penetrando con mis dedos y punto intimo a través de las paredes mojadas y ardorosas de Aoi en un estado de ímpetu salvaje.

Es mi última oportunidad, me mente me grita, me exige que me deje la piel en este momento, que acabe con esta locura.

Estoy arto, arto de todo lo que pasó tan solo hoy.

Mi cabeza me suplica que concluya rápido.

Mis músculos, con un dolor virulento que no puedo suprimir por más que lo intente, me lo imploran.

Todos mis órganos, dañados y demolidos más de una vez, me ordenan que me desmaye y descanse.

Pero solo me permitiré hacerlo cuando cumpla las primeras dos peticiones.

-¿Pero qu- ? ¿¡Que es esto!? ¡El reiatsu de Midori ! no, ¡El aura de Midori se volvió rosa! ¡Wowowowowow, puedo sentir algo enorme saliendo de él!... ¡Oh ! ¡No puedo creerlo!

Los gritos de Silver dijeron exactamente lo que yo también sentía, indirectamente.

Mi cuerpo se está calentando.

Mis manos se agilizan.

Mi pene se pone aun más duro que antes.

Me siento increíble.

Me siento me siento

-¡Súper Increíble! ¡No solo AoiTenshi, Midori también ha alcanzado un punto crítico de lujuria! Además, Midori está completamente absorto en tener éxito en este movimiento final su lujuria y su determinación están llevando sus capacidades sexuales a un nivel distinto es ¡Es una evolución!... ¡NO! ¡ES UNA HENTAYVOLUCIÓN, SEÑORES!

Casi me quedé sordo entre los gritos de Silver y el gigantesco barullo de los aplausos y bramidos del público invisible.

Y aun con mis tímpanos silbando, grité desde los puntos más recónditos de mí ser, sintiendo mi calor corporal brotando de mi garganta:

-¡Ruge mi perversión!

ROOOOOOAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR

Alcancé a ver como el aura rosa que me envolvía tomó la forma de la cabeza de un felino: un Tigre, el cual bramó con tanta fuerza que por un segundo vi el aire distorsionarse y temblar.

Agarré a AoiTenshi de los hombros y la mantuve delante de mí.

Manejando mis rodillas, dejé sus piernas en una postura abierta, y con nuestras dos intimidades una delante de la otra.

El impulso que necesito para el empujón final

En este caso, la gravedad es suficiente para mí.

Pensé en eso estando a un metro del suelo.

Y la mitad de que este se cerrara y nos encontráramos con el agua, pensé:

¡Con la fuerza de mi pene!

Y envestí, en el instante preciso cuando la espalda de AoiTenshi golpeó la superficie del agua poco profunda.

Mi entrada fue de una pujanza tan explosiva, que sentí las fibras musculares de mi miembro desbaratarse en un sinfín de rupturas, como si hubieran cuchillos lacerándolo de adentro hacia afuera.

La cara de AoiTenshi, ¿Se preguntan cuál fue?

Sus ojos se emblanquecieron.

Su boca se abrió como si un puño pudiera entrar en ella.

Espuma salió de allí.

Sus pezones lactaron.

Y sufrió un orgasmo intercontinental que manchó tanto mi entrepierna como buena parte de mis abdominales.

No gimió en absoluto en ese momento, solo se le fue el conocimiento tan pronto choqué con su útero.

Tal vez eso les diga con más certeza lo que debimos sentir ella y yo principalmente ella.

Dejé acostado mi cuerpo por un rato sobre mi espíritu de Zanpakuto, pecho a pecho y con mi barbilla dando con su frente, sin mover un musculo.

Pero tras sentir mucha molestia en "Midori junior", envié mis manos hasta el suelo y empujé, levantándome y dejando mis posaderas sobre el vientre de AoiTenshi, con mis rodillas a los lados de su cintura.

Antes de hacerlo, había retraído mi pelvis y salí de su entrepierna.

Estando sentado, miré mi miembro en silencio.

Sangraba de la piel exterior, y aun más sangre salía del glande y la uretra.

Pero este movimiento secreto solo se debe usar cuando parezca que la situación es irreversible. El daño que tu pene sufre es tal, que requiere de un mes entero para curarse

De no tener la regeneración Hollow, ese detalle me habría asustado justo ahora.

- Kuh - di un vistazo a mi cielo interior, con la voz temblándome- esto ¿Acabó por fin?

-No lo hiciste nada mal, Midori- la voz de Silver llegó de mi derecha.

Vi su figura allí, sentada sobre el agua por el rabillo de mi ojo.

Me veía con una gran sonrisa de satisfacción.

- ey ¿Pasé la prueba?- escudriñé, deseando una respuesta positiva que me sacara los nervios de encima.

Como no la haya parado con eso, solo Silver podrá evitar que esta historia termine antes de comenzar como Dios manda.

- - tomó aire- ¡Y el ganador de este encuentro es ! ¡El pervertido por excelencia, Midori Sabitsura!- gritó con la cara en el azul de la bóveda celeste.

Y tras su voz, llegaron los aplausos.

Y con los aplausos, dejé de sentir todo por debajo de mi cabeza.

Y cuando dejé de sentir todo debajo de mi cabeza, todas las luces, todos los colores, todas las cosas que mis ojos captaban fueron reemplazadas por un negro puro.

Yo sonreía, en medio de ese corte de luces en mi conciencia.

(N/A: me disculpo si no les gustó el Lemon o les pareció demasiado loco, simplemente dejé volar mi imaginación aquí. Si hubo algo que no les gustó, por favor háganmelo saber en los reviews, haré lo que pueda para corregirlo. Pero si no se puede corregir por ser algo de importancia, les avisaré)

Cuando abrí los ojos, mi sentido direccional estaba cubierto en barro y el de mí mismo se había extraviado en un bosque.

Me dolía todo lo que se llama cuerpo, casi llegándome a los pelos de las pestañas.

Lo que tenía más adoleciente era la pelvis y la espalda, pero el sufrir en donde se suponía estaba mi abdomen le seguía los pasos desde muy cerca.

La típica dolencia que da cuando tienes algún lugar de tu cuerpo que sufre constantemente, luego te duermes y te despiertas con un dolor mayor al que recordabas. Me solía pasar mucho al principio de mis entrenamientos físicos y con la Zanpakuto.

Pero ahora se debe a la primera gran batalla verdadera que he tenido en muchos años, y a la forma en que sobreviví a ella.

Rechiné los dientes, experimentando una ola de humillación de gran envergadura que vino de la mano con los pensamientos sobre mi victoria.

Para mí, haber salido con vida aplicando semejantes métodos tan miserablemente ridículos, no resulta más reconfortante que ser liquidado.

Y el hecho de que lo gocé hasta el último segundo, hace que quiera llorar en el fondo.

Esto no fue para nada apaciguado por el súbito pensamiento de que Silver tendría material para joderme la existencia por un largo tiempo.

Sin embargo, ni aquello ni lo otro fue tan ominoso como la incuestionable verdad que he llegado a reconocer después de estos acontecimientos.

Yo, en efecto, sin duda, definitivamente, soy un pervertido.

Tanto pensamientos como acciones me lo demuestran, y cierran las vías a toda objeción de mi parte.

Bueno, debo cargar con el peso de mis defectos, ¿No es así?

-Si te hace sentir mejor, no te pienso molestar más con eso.

Que la voz de mi maestro sonara con esas palabras no fue una sorpresa pequeña.

¿A qué se debe esa repentina muestra de amabilidad?

-Solo me divertía fastidiarte con ello porque era divertido el cómo lo negabas con tanta resolución. Si ahora lo aceptas, y te duele que te lo mencione, no lo haré.

Eso es muy considerado de tu parte gracias, Silver. ¿Cómo está ?

-Nadando en un mar de sueños sexuales, con una sonrisa que ni el Joker puede igualar. Hiciste un gran trabajo en ella.

¿Cuánto crees que demore en despertar?

-Para tu alivio, no va a ser rápido.

Bendita sea mi suerte. No me encuentro en el mejor estado ya, en caso de que pase algo.

-Cálmate, recuerda que yo estoy aquí.

Los últimos acontecimientos me han demostrado que eso no es un suministro de alivio confiable.

Como mi compañero de conversaciones principal no dijo más, quise ver una cosa. Enfoqué mi visión en mis alrededores y confirmé la veracidad de mi conjetura.

El rojo de una manzana cubría un área de cinco metros en mi circunferencia. Cada granito escarlata expulsaba un hedor metálico que, en los puntos más alejados era menos perceptible, y justo donde ahora estoy incorporado, se dejaba apreciar con más intensidad.

A bastante proximidad de mí, dos piernas, una cadera y media cintura componían una empalidecida mitad inferior, que por lo que noto a primera vista, fue separada brutalmente de la superior.

Ya sabía que esto iba a pasar, así que no me lo pregunté, y si no lo hubiera sabido, lo habría adivinado en un instante.

El que la piel que usaba, así como los harapos que tapaban por debajo de esta mi entrepierna, no estaban por ningún lugar, me hubiera facilitado la adivinación.

Esto de la desnudes total se siente cómodo mierda.

Por un momento, me vino el recuerdo de esa voz que mencionó mi indolencia para con mi propio nudismo.

-¿ ?

El puesto de la desnudez en mis cavilaciones fue usurpado por la intromisión de un tufo metálico, que difería del que me pertenecía y se regaba en la arena debajo de mí.

La peste de la gasolina de los seres vivos (Salvo las plantas), junto con el agua.

Ojalá y oliera a lo que la ultima.

Ni lento ni rápido, me comencé a erguir sobre la tierra roja. Suavemente pasé mis ojos por los alrededores una vez más, siguiendo las indicaciones de mi nariz.

Fue entonces que advertí algo que había pasado por alto.

Las figuras de los otros tres que estaban en este lugar conmigo, no se veían ni a lo lejos.

Pero el olor de la sangre ajena, provenía de donde mi percepción de firmas espirituales me decía que se encontraban.

Lo peor cruzó mis pensamientos, preocupándome, y moviendo mi cuerpo en un Sonido que me impulsó en dicha trayectoria.

Una imagen que descompuso mis entrañas no demoró en reflejarse en mis orbes verdes.

A varios metros delante de mí, sin parecer notarme, Yylfordt-san y Grimmjow-san permanecían erguidos a duras penas en sus cuatro patas, con sus cuerpos emanando sangre de manera perenne.

Eso no fue lo que engendró un escalofrió a nivel corporal en mi, sino lo que estaban mirando ambos.

Nell, quien con sus ropas rasgadas, cabello despeinado y copiosas heridas, estaba acostada boca abajo en un charco de sangre.

O más bien, en arena teñida de rojo por su sangre, igual que yo hace poco.

¿Qué pasó?

¡Oh!, ¡Es cierto, no los encerré en ninguna barrera!

Lo olvidé por completo en ese momento por todo el dolor y el pánico causado por la ruptura de vínculo.

Tsk, mi culpa.

Me sobresalté al ver como Yylfordt-san vomitaba una tremenda aglomeración de sangre.

Dios, pareciera que se le salió la mitad de la sangre del cuerpo allí.

Literalmente, eso era solo una masa roja sin forma esparcida en la arena.

Y Grimmjow-san no parecía estar en una situación mejor, pero él se lo contenía. Tomando el lugar de la gran bocanada de Yylfordt-san, de entre los dientes apretados de Grimmjow-san solo salían líneas de sangre que caían a tierra en gotas.

Sip, en efecto, se estaba conteniendo.

Pero cualquiera con dos ojos funcionales podría observar que está peor que Yylfordt-san.

Sin embargo, el estado de ellos es lo de menos en mis intereses.

Observando bien, me encontré con que las heridas de Nell eran mucho peores que las que había identificado en la primera ojeada.

Uno de sus brazos no estaba y tenía medio fragmento de mascara destruido.

Un colmillo estaba clavado peligrosamente cerca de su nuca, y una marca de cuchillada triple prácticamente clamaba a voces que la observasen en su espalda.

Sus talones presentaban unos horribles agujeros por los que se podía ver el otro lado. Era como si le hubieran pasado un taladro por esa parte.

Y lo peor de todo era que no podía encontrar ningún indicio de respiración en su cuerpo. Era como si no fuese más que una roca en la tierra.

A mi mente llegó lo peor, otra vez junto con los recuerdos de nuestro tiempo juntos.

Un tiempo tan efímero.

-¡Kuh!- me atraganté de aire y me inundé en un frio polar a la vez que una imagen tomaba forma en mi cabeza o más bien, resurgía de los más profundos agujeros de mi subconsciente.

La imagen de un cuerpo decapitado, y su cabeza clavada en una espada.

La forma de un pelinegro, que era retenido mientras que movía hasta la última de sus impotentes fibras musculares para zafarse de su captor.

Otra vez.

-No otra vez- como teniendo piedras en la garganta, tres ligeras palabras salieron con la fuerza de una pequeña brisa.

¿Qué pasó mientras estaba en mi interior?

¿Qué le hicieron estos dos a Nell mientras yo me liaba a madrazos y cometía perversiones con mi espíritu de Zanpakuto?

¿Y por qué a Nell? ¿Acaso me iban a atacar mientras estaba con la conciencia en otro lado y Nell se opuso?

Silver, ¿Tu viste algo?

-Nada, estaba ocupando viendo lo que hacían mientras me atiborraba de palomitas y narraba- respondió con toda la calma del mundo, como si nada pasara.

El sosiego de su hablar afectó mi propio estado mental también.

El debería estar tan o más alterado que yo ahora que uno de mis Arrancars corre peligro; pero no lo está.

Que hable así en medio de esta situación debe ser una buena señal.

Pero aun así, una peligrosa emoción que me empieza a emerger desde el centro, tal cual como una erupción de magma hirviente, no se tranquiliza.

Rompe todas las cadenas que mi autocontrol intenta imponerle con la fuerza de un tornado, ascendiendo sin cesar como un cohete espacial.

Ufu Fufufufu ¿Cuánto tiempo ha pasado?

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tuve tantas ganas de matar a alguien?

Probablemente sintiendo como mi sed de muertes se salía con una violencia tranquila (Como las llamas de una hoguera), Yylfordt-san y Grimmjow-san voltearon a mí.

Pero no me encontraron donde estuve pues me moví hasta detrás de ellos justo antes de que pudieran siquiera acabar de cambiar la vista.

- su respiración está muy débil y se ve muy pálida- murmuré, tocando la espalda de Nell.

-Como despertases un poco más tarde, esta niña estaría criando malvas.

No me traigas una imagen así a la mente, Silver.

Si la imagen que tengo entre mis manos ya me hiela la sangre, una imagen de una Nell sin vida alguna me enviaría al mismísimo Cocito.

Y no me cabe la menor duda de que haría que estos dos me hicieran compañía allí.

-Pero sabes que no lo harás, porque de hacerlo-

Lo sé, me harás crema a base de golpes, pero creo que ya sabes cómo actuó cuando mis emociones se apoderan de mí.

-Ya, te vuelves más irracional que un borracho en motocicleta.

Guardando silencio a su irrisoria comparación para no desperdiciar tiempo, puse mis capacidades médicas a trabajar, casi completamente absorto en mejorar el estado de Nell.

Ese Casi habla de los dos tipos detrás de mí, que seguro deben estar sorprendidos porque me moví detrás de ellos con tanto sigilo y velocidad, que volví obsoleta su Pesquisa.

A pesar de que no los puedo ver por la dirección actual de mi cabeza, se que están en tal estado de cohibimiento a base de razonamiento.

¿No estarían así ustedes también si se pusieran en su lugar?

Pero sé que tarde o temprano ese aturdimiento se les pasará y me atacaran por la espalda, así que mantengo una mano libre para defenderme mientras la otra está empeñada en salvar la vida de esta jovencita.

Como era de esperar, fue el impulsivo Grimmjow-san quien más temprano que tarde, saltó sobre mí con sus extremidades en posición como si me fuera a abrazar; pero sé que no es así, y de serlo, sería con dobles intensiones.

Afortunadamente, me mostró sus garras abiertamente y sin estratagemas literalmente.

Con una doble cuchillada, parecía que en mi espalda iba a ser dibujada una nueva cicatriz con forma de X. Las garras, raudas y letales, dibujaron arcos en el aire en cuestión de segundos, y faltaron tan solo unos milisegundos para que las fibras de piel en mi espalda fuesen desgarradas.

Fue en ese pequeño lapso antes de que sus garras me tocaran, que vi a Yylfordt-san reaccionando.

Cuando se dé cuenta de mi actual estado Indefenso fijo que también tratará de sacar partido.

Estando en esta situación, donde un enemigo me atacaba por la espalda con rapidez exagerada y el otro pronto intentaría, probablemente, algo parecido no pude sino pensar...

-Idiotas- y sonreír.

Plaf

Plaf

Pum

Lo que pasó después fue casi sacado de una escena de animación humorística.

Usé mi mano libre para, tal cual lo haría una madre intentando apartar las manos de su hijo de algún postre, darle unas sonoras y veloces palmadas en sus manos (Patas en este caso) y apartarlas. Seguido a eso, ni corto ni perezoso, le propiné un golpe con el dorso de mi puño cerrado en el centro de su máscara.

La verdad quería ver el resultado de tal escena cómica que protagonizamos él y yo, por lo que giré mi cabeza 90° y lo fijé por el rabillo del ojo.

Él retrocedió con una potencia desmesurada, yendo a chocar con Yylfordt-san igual que lo había hecho hace un rato.

Esto, claro, no detuvo su repliegue.

Lo hicieron las patas traseras de Grimmjow-san, cuyas garras crearon pequeñas zanjas en la arena al enterrarse en esta a modo de ancla para lograr el ya mencionado freno.

Yylfordt-san volvió a caer de espaldas a la arena, rodando un poco antes de detenerse de espaldas al suelo, con la vista inconsciente y la máscara agrietada.

Grimmjow-san igualmente presentaba numerosos cuarteamientos en su propia mascara, muchos más que Yylfordt-san claro está.

Y eso que modulé mi fuerza para no reventarle el cráneo con ese golpe supongo que la ira que me sigue embargando por el estado en que dejaron a Nell tuvo algo que ver.

Y ahora que lo pienso otra vez, ¿Qué habrá ocurrido para que esos dos quedaran tan heridos y Nell en ese estado?

Nell, por lo que vi antes, puede reflejar los Ceros, o algo así, pero eso no le bastaría para herirlos así (Porque lo único que tengo claro, aunque es un misterio aún el cómo, es que Nell los dejó en ese estado), ellos habrían cambiado a ataques puramente físicos con ella.

Nell, claro está, no podría hacer nada si el rumbo de la batalla se dirige a un encuentro a puño limpio; sus bracitos son muy débiles.

Por ahora, la respuesta permanecerá en el anonimato. A parte de que me faltan datos, estoy en una situación donde no me puedo dar el lujo de desconcentrarme, por lo que regresé mi cabeza a estar en una posición donde mis ojos quedaban con la cabeza de Nell.

El sonido de pisadas rápidas en la arena llamó la atención de mis oídos, que no demoraron en descifrar a quien pertenecían.

Este gato es pertinaz con ganas.

Y muy estúpido también.

Por el sonido de energía reuniéndose, se que está creando un Cero, y el hecho de que no deje de correr mientras está en ello, me dice que se trata de ese Cero que envuelve su cuerpo.

Es asombroso que pueda usarlo a pesar de su estado actual. Además de obstinado, tiene buena durabilidad.

Tras unos cuatro segundos, lo sentí a medio metro de mí.

Ojalá y hubiese sido más inteligente, el combate me habría entretenido más.

Pam

No es de extrañar el hecho de que de un solo codazo que le suministré en el medio de su ataque, haya sido suficiente para no solo desaparecer este, sino además para acabar de destrozar su máscara. Como ya dije, es asombroso que pueda usarlo en el estado en que está, no es muy fuerte que digamos a estas alturas.

Los fragmentos de la máscara volaron en miles de pedazos, algunos bañados con sangre por la ruptura de su nariz y encías.

Esta vez no salió disparado, ahora solo se limitó a caer de espaldas a la arena.

El codazo que le di tampoco fue tan fuerte, por eso no debería de haber sido de otra forma.

Giré mi cabeza momentáneamente hacia él y advirtiendo que, tal y como deduje, estaba de espaldas a la arena y noqueado y Yylfordt-san todavía más, me apresuré en poner mi mano restante junto a la otra para aumentar la curación.

Sentí que mis pulmones volvían a funcionar sin dificultad alguna, y que mi corazón reanudaba la marcha, cuando su respiración empezó a tornarse más notable y sus heridas habían sido reducidas a pequeños rasguños. También me aseguré de restaurar su brazo y su máscara.

Sus talones agujereados se llenaron otra vez.

Retiré el colmillo ubicado cerca de su nuca con mis dedos índice y medio, para entonces arrojarlo a algún lado como si fuera basura.

La herida que este había provocado, aunque ni siquiera era una herida de riesgo medio sino más bien una nivel rasguño que su regeneración como Hollow podría mejorar, me cercioré de cerrarla también.

Cielos creo que estoy exagerando un poco.

Tsk que molestia.

-Si andas estresado, más tarde puedes volver a tu mundo interior y repetir con AoiTenshi cuando despierte. Créeme, no se va a negar- No gracias, después de lo que pasó, no me siento con ganas de ver a AoiTenshi de inmediato, todavía me siento hecho mierda- como quieras, pero esta vez no vas a evadir tus responsabilidades diez años. Vendrás a ver a AoiTenshi cuando despierte, ¿Soy claro?- si, no te preocupes, esta vez daré la cara.

-Grrrrr.

-¿ ?

-¿ ?

Enarqué las dos cejas cuando un gruñido doloroso tocó mi sentido auditivo.

Que rápido despertar, Grimmjow-san. Quédate inconsciente un poco más.

Y en vista de que no hay más sonidos, debe ser el único que pudo hacerlo.

Espero que Yylfordt-san esté inconsciente y nada más si llegase a estar muerto sería un problema obeso.

-Acaba con el de una vez, Midori. ¿Hasta cuándo vas a alargar esta paliza?, debes volver con los otros ¿Sabes?- no tienes que decirme eso, estaba por finalizar esto.

A mí me gustan las peleas largas, pero solo cuando el oponente es fuerte, además de que no me apetece mantener una pelea larga con alguien con el que mi corazón está furioso.

Y ahora mismo estoy que quiero matar a estos dos por el estado en que dejaron a Nell.

Como me encontraba en cuclillas, me erguí y di la vuelta hacia Grimmjow-san, quien se bamboleaba tal cual lo haría alguien luego de empinarse una botella completa de ron.

-Grimmjow-san- lo llamé, y él respondió clavando su mirada en la mía- te aconsejo que te rindas de una buena vez. Ni tu ni Yylfordt-san tuvieron posibilidades de ganarme desde el inicio- entrecrucé los brazos, hablando tranquilo y conociendo su respuesta.

-¡Púdrete!- una petición rugiente, estabilizando su equilibrio parcialmente y observándome con la mirada más sedienta de sangre que he recibido.

-Tu orgullo te siega, Grimmjow-san. Eres demasiado débil para ser mi rival. Simplemente ríndete y únete a mí de una vez- le extendí una mano- te prometo que los trataré con el debido respeto a ti y a Yylfordt-san.

-¡GRRAAAA!- sin siquiera hacer un movimiento de preparación, saltó sobre mi cargando un Cero muy rápido.

ZOOOMMMMM

Pam

Pero cuando lo disparó, yo simplemente lo desvié con mi mano, como si de una mosca molesta se tratara, y al segundo le propiné una patada con fuerza controlada que devolvió su espalda a la arena.

-Ya deja de luchar. Es imposible que consigas otra cosa aparte de la derrota ante mi- despejé el humo que salía del dorso de mi extremidad con la otra.

-C-Cállate- con sangre escurriéndole del labio, se levantó y ahora si mostró la preparación para cargar hacia mí.

-Es inútil- detuve la carrera que dio para acuchillarme con sus garras con un golpe de martillo en su coronilla.

Su barbilla se enterró en la arena.

-Última oportunidad- le pisé la cabeza, notando que estaba por pararse de nuevo- ríndete, únete a mí y prometo olvidar el que casi asesinan a mi pequeña amiga- con lo último, observé a Nell por encima de mi hombro.

-¡Me importa un carajo si me perdonas o no! ¡Ya no te pienso tener como subordinado, ¿Me oyes?! ¡Te mataré a ti y después a esa maldita perra de pelo ver-!

ZOOOOMMMMMM

-Cuida tu lengua- creo que se la acaba de morder.

Tan pronto empezó a proferir las palabras Maldita perra supe que se refería a Nell y me molesté. Di rienda suelta a buena parte de mi presión espiritual entonces.

¡Jajajajaja! Su cara ahora mismo no tiene precio, se los juro.

Está ultra sorprendido, sus ojos me lo gritan a la cara.

No es para menos. Ahora mismo un pilar de reiatsu salió de mí, elevándose en el cielo hasta perderse de vista su cima.

Como con Nnoitra, solo que ahora estoy usando un poco más.

Sintiendo muy baja mi paciencia, decidí hacer una última jugada.

-Permite que te explique una cosa- alcé un dedo y tosí un poco para acomodar mi garganta- en este mundo, los débiles son aplastados. Los que no tienen muchos bienes, los que son idiotas, los que carecen de voluntad, los que no pueden defenderse por sí mismos. Esos son los débiles

Puse fuerza en mi pie, logrando que aullara de dolor tanto por la presión de mi pisada como por la ejercida en todo su cuerpo por mi Reiatsu que iba en aumento.

-Son aplastados y utilizados por los fuertes como yo- señalándome- los que tienen abundancia de bienes y los inteligentes, los que luchan día a día por sus metas y sueños, los que hacen frente a todas las adversidades sin temor. Esos son los fuertes.

-Ey, Midori, ¿Que intentas lograr con un discursito?

Shhh no me distraigas, me estoy sacando las palabras de la manga.

-Oye, entiendo que tengas un complejo de Orador inspirador y carismático pero haciendo eso te mueres de hambre, Midori.

¡Chúpame una bola y luego la otra, imbécil!

-Eso se lo tienes que decir a AoiTenshi, borrando el Imbécil claro está.

Sus palabras y tono vivaracho me hicieron gruñir.

Cabron.

No tengo tiempo que perder.

-Tú y yo, los dos somos fuertes. Yo soy inteligente, fuerte y terco a rendirme. Tú eres lo último. Eres excesivamente terco y orgulloso, tanto que yo mismo me sorprendo. Aunque tus probabilidades de ganar son nulas, te sigues intentando oponer a mi obvia superioridad.

En verdad, su terquedad me asombra.

Es un idiota por creer que puede vencerme cuando claramente es imposible, sin embargo, su voluntad es digna de respeto aunque sea alimentada por un enorme orgullo.

-Sin embargo, tú eres más débil que yo. En este momento, tú eres el débil y yo el fuerte, mucho más fuerte, por lo que es inútil que te sigas resistiendo a mí.

-Enserio, ¿Qué intentas-?

Este tipo me da la impresión de ser de los que saben callar cuando se enfrentan a un poder arrollador. Mi intuición me lo dice. Así que intento razonar con él de esta manera basado en ello.

-Honestamente, no creo que te sirva. De hecho, no hay forma en que te sirva. Súper terco como tú mismo, no hay forma en que se rinda por algo como la diferencia de poder. Además, ese discurso fue una mierda.

Debo intentarlo de todas formas. No se me ocurre que más hacer, ¡Y muestra aunque sea un poco de respeto por mi intento!

-Solo debes pensar con calma y la solución fluirá como el agua. Y ese intento hizo que me dolieran los oídos, no lo respetaré.

Primero: ESTOY calmado, ¿Bien? Ya repasé muchas opciones, pero no sé cuál de ellas podría servirme, ya que no conozco a este tipo al derecho y al revés. No sé del todo que cosas le motivan, así que me baso en conjeturas que me formo para negociar y buscar convencerlo. Segundo: ¿Cómo te sangran los oídos, ni siquiera tienes orificios auditivos en esa forma?

-¿Qué no decías hace un rato que eras El puto Sherlock Holmes ? Seguramente podrías deducir su personalidad si te concentraras más en él. Y Me sangran los oídos es otra forma de decir que lo que dices es una reverenda boñiga.

Este bastardo.

¿En qué te basas para creer que no me concentro en él ya?

-En que le acabas de soltar un discursito de quinta sin saber si te servirá o no. Ya has durado peleando con él un rato, ¿Sabes? A estas alturas, ya debes de conocer algo sobre su personalidad y aun así haces eso.

-Oye, Midori.

¿Ahora qué?

-Si no quitas tu pie de la cabeza de ese gato, lo mataras.

¿Are?

Sus palabras me hicieron ver a donde Grimmjow-san, encontrando que mi extremidad se había hundido mucho más que todas la veces anteriores en su cráneo.

Sorprendido, quité esa parte mía de su cabeza.

-Oh, por Dios- no sé cómo me veo realmente, pero sé que los ojos se me van a caer de lo abiertos que los tengo.

Probablemente le provoqué alguna herida craneal, quizás ahora tenga un agujero y hallan guijarros sobre el cerebro.

Reduje mi presión espiritual de golpe a un nivel mínimo para no seguir presionándolo, hacerlo con esa herida puede matarlo.

Huhh ¿Por qué pasa esto justo cuando hacía mí jugada final para convencerlo?

-Descuida, en el mejor de los casos, perderá los recuerdos de quién es y quien eres tú y podrás convencerlo fácilmente con unas cuantas mentiras.

-Eso es demasiado optimismo, Silver, tanto que es ridículo.

-Tener esperanza no es un pecado.

-Pues debería serlo el decir cosas sumamente estúpidas.

-No hables como si tú no las dijeras muchas veces.

-¡Guh!

-¡Ja!

Aguantando las burlas luego de recibir esa respuesta de Silver, decidí centrar mi atención en el estado de salud de Grimmjow-san. De pronto, se me fueron las ganas de arrancarle la cabeza con mis manos, supongo que es por el miedo de lo que me pasará si muere.

Parecía que no se movía, pero no es una herida en exceso peligrosa, simplemente debo tratarlo inmediatamente.

Evitando cualquier demora, usé Kaido a dos manos en su fractura craneal.

A los dos minutos, su cabeza (Salvo por su máscara, que no me molesté en reparar) estaba como nueva, y su respiración, notable una vez más, me dijo que por suerte seguía vivo. Qué alivio.

Es más, incluso volvió en sí.

Con ojos cerrados y un gesto arrugado, se puso sobre sus cuatro patas muy lentamente. Le tomó un minuto y algo de hecho.

Como hace rato, se tambaleaba como si poco antes hubiera ingerido una cantidad emborrachante de licor.

Después de un rato de andar meneándose como la cola de una perro, el pareció adquirir suficiente estabilidad para notar mi presencia.

Automáticamente, pasó de parecer noqueado y tiznado, a hacer gala de su agilidad y equilibrio con el tremendo salto mortal que dio para atrás, cayendo en una postura que expresaba claramente una guardia alta.

Observando eso, mis cejas cayeron en una mirada aburrida por la terquedad de este sujeto.

Incluso después de que mi pie se enterrara de esa forma en su cráneo este tipo en efecto es mucho más recalcitrante que yo.

De pronto, el rugió:

-¿¡Quién eres tú!?

- Perdón, ¿Qué dijiste?- inquirí, dados unos cuantos parpadeos.

-¿Eh? ¡Te pregunté!, ¿¡Quién eres tú!?- se encogió donde estaba, no por miedo, más bien parecía ser cauteloso conmigo ahora mismo.

Espera no me digas que

-Disculpa, ¿Por casualidad recuerdas tu nombre?- a su exigencia de que yo le revelara mi identidad, respondí preguntando si conocía la suya.

-¿Qué? Eh - el pareció caer en cuenta de algo- Un momento ¿Quién soy yo?

No es posible.

¡No puede haber manera de que sea posible!

-Vaya, vaya, ¿No es una situación muy buena la que acaba de caer?

Eh

¿Eh?

¿¡EH!?

-¿¡EHHHHHHHHH!?- sin contenerme, mi garganta casi se desgarra por el inmenso alarido de estupor que brotó desde mi interior, el cual llamó toda la atención de Grimmjow-san, quien se encogió todavía más en su lugar.

¡ESPERA!

Esta es una estrategia, ¿No es cierto?, ¿Estará buscando que baje la guardia para lanzarse a mi cuello y morderlo hasta arrancarlo?

Si, debe ser eso. Es lo único lógico, no hay otra explicación. No debo bajar la guardia.

-Ojojojojo, la etapa de la negación, que refrescante. Veamos cómo se desarrolla esto. La cosa se puso interesante.

Ignorando el comentario de la voz que resonaba en mi cabeza, opté por destruir la estrategia que Grimmjow-san seguro pensó para mí luego de que le mostré la magnánima diferencia entre nuestros niveles.

-Estás de guasa, ¿Cierto? No creas que podrás tomarme el pelo, Grimmjow-san, soy demasiado astuto para caer en un engaño tan lamentable.

No lo demostré con mis acciones, pero mi guardia estaba tan alta como se veía la suya en el presente.

-¿Guasa? ¿Grimmjow-san? ¿Engaño? ¿¡De que me estás hablando!?

-¡No caeré en esa farsa!- mi corazón empezó a ensanchar su ritmo de bombeo de sangre, principalmente por mi alteración.

-¿Cuántas veces te he dicho que demasiado orgullo es dañino? Solo acepta que yo tenía razón.

¡Ni de broma, Silver! ¿¡Es que no lo ven!? ¡Está fingiendo! ¡Solo espera el momento adecuado para cortar mi garganta!

-Repite eso todo lo que quieras. No cambiará la verdad.

Y según tú, ¿Cuál es la verdad? ¿Ah?

-¡Que yo tenía razón y tu no! ¡Uooooohhhhhhhh!

¡Púdrete!

-¿Farsa? ¡No entiendo de qué me estás hablando! ¿¡Quien coño eres!?

-Pff ¡Ya deja de fingir, Grimmjow-san! ¡Se que estás tratando de hacer que baje la guardia! ¡Te digo que no lo lograras! ¡No funcionará!

-¿Huh?- el inclinó la cabeza, y un signo de interrogación apareció arriba de él de la nada.

Que loco.

-¿Mi nombre es Grimmjow-san?- su respuesta me entrecerró los ojos.

¡MALDICIÓN!

Su confusión suena muy honesta.

No noto ninguna doble intención en sus palabras y no, ¡Cálmate cerebro! Es muy pronto para asumir que habla enserio. Debo mantener la cabeza centrada.

Si no permanezco frio con esto, mi vida puede correr riesgo.

Claramente, sería una insensatez atacarme de buenas a primeras en el momento en que diga Confío en ti y me acerque a él tranquilamente. Seguramente estará con el teatro algún tiempo, y cuando tenga plena confianza en él y mi guardia baja, ¡ZAS! Sus garras y mi garganta se conocerán mejor.

-Oye, Midori, enserio. Este tipo sin duda perdió la memoria, tranquilízate. Solo ten un poco de fe. No pierdes nada intentando hacer una jugada ahora mismo.

Primero: ¡Esto es claramente una trampa! ¿¡Que les cuesta entenderlo!?

Segundo: la fe nunca me sirvió de nada, Silver. No pierdo nada, ciertamente, pero no quiero meter la pata.

-Primero: el que debe darse cuenta de que esto en efecto NO es una trampa, eres tú. Segundo: no tiene nada de malo tener fe en algo, aunque nunca te funcione.

No creo que sea malo creo que es estúpido.

-Tsk es verdad, eres como un niño a veces. Detestas estar equivocado.

¿¡A quién demonios le dices niño!?

-A ti, idiota inmaduro.

¿¡A quién le dices idiota inmaduro, Hollowfilico!?

-¿Hmm~? ¿Perdonnn~? No oí bien, ¿Cómo me dijisteeee~?

Frente al tono mortal y sombrío de Silver (Más sombrío de lo normal), me callé de golpe.

Se me escapó.

¡Se me escapó la palabra prohibida!

L-Lo siento, Maestro.

Bajé la cabeza en mi mente, dando mis disculpas nerviosas.

-Fiufff- un suspiro, como estresado, salió de él.

Como yo, Silver es de gatillo sensible con ciertos insultos.

Y entre todos ellos, Hollowfilico es el más gordo de todos.

Se nos ocurrió a AoiTenshi y a mí por el gran aprecio que tiene a los Hollows, creo que pueden entender que significa ese insulto, ¿Verdad?

La primera vez que se lo dijimos fue hace casi trece años para molestarlo todavía me duelen ciertas partes de mi cuerpo con solo recordar lo que nos hizo a ella y a mí.

-Midori- su voz firme y seria resonó en mi cabeza, poniéndome duros hasta los cabellos.

-H-¡Hai!- incluso en la realidad, me puse en la pose de firme de los soldados, con mi rostro tan pálido como un fantasma

-Trágate tu orgullo y convence a ese Hollow de que se una a ti, ¡YA!- el aire autoritario que envolvía sus palabras no aceptaba ninguna objeción.

Quiero conservar mis brazos y piernas en la posición en la que están, por lo que obedezco a Silver y le digo a Grimmjow-san quien me miraba muy extrañado, seguramente por mi palidez salida del absoluto miedo que mi maestro me ocasiona ahora mismo.

Su postura tiene aperturas en todas partes, parece que bajó la guardia en algún momento mientras me veía.

Aparte de la palidez, supongo que hice algún gesto aterrado una o dos veces.

Es esperable.

Apacigüé el miedo en mi corazón, aspirando y expulsando el aire respirado reiteradamente.

Estando en condiciones para fingir tranquilidad en mi lenguaje corporal y en mi voz, hablé:

-Uhhh, ¿Cómo es posible que no me recuerdes, Grimmjow-san?- llevando mis manos a mi cintura, hablé con indignación fingida en mi cara y palabras.

-¿Ah?- él había retomado su postura en cuanto le hablé- ¿Por qué debería recordarte?- interrogó.

Creo que ahora su desconcierto está dirigido a que dejé de hablarle con enfado.

-¡Pues claro que deberías de hacerlo!- fingí molestia- ¿¡Como vas a olvidar a tu rey!?

-¿¡Ah!?- qué cara de sorpresa más extraña- ¿M-Mi rey?

-Pos claro- Añadí un Daaaa como si se tratara de la cosa más obvia del universo.

Llevé un puño a la altura del pecho.

-Pero en vista de que lo has olvidado ejem- me aclaré la garganta con mi otra mano- ¡Mi nombre es, Midori Sabitsura! ¡Soy el rey de Hueco Mundo en el exilio! ¡Y tú, eres Grimmjow Jaegerjaquez! Uno de mis fieles guardias reales.

-¡ !

Expandió los ojos hasta casi salírseles cuando terminé de mentirle en la cara.

Una improvisación salida del escroto, pero una bastante convincente a mi parecer.

-¿Cómo que en el exilio?

Ja, ya sabía yo que me iba a preguntar eso.

Mientras pensaba lo anterior, yo ya había inventado otra mentira.

-Un farsante despreciable se atrevió a armar una rebelión en mi contra y me vi en la necesidad de huir. Desde ese momento, he estado planeando mi regreso para recuperar mi trono- me crucé de brazos al comienzo de la segunda oración.

-¿Cuándo pasó eso?- jejejeje, estás siendo muy cuidadoso, Grimmjow-san. Parece que sospechas que te miento, a pesar de que tengo tapadas todas las ventanas por las que puedes ver.

-Hace cinco años. Hemos estado entrenando desde entonces y buscando seguidores para hacer un golpe en mi antiguo palacio, donde reside ahora mismo ese usurpador.

- Y ¿Por qué no recuerdo nada de eso?- hmmm, parece la pregunta final.

-Hace unos días sufrimos una emboscada por parte del ejército de ese sujeto. El sabe que estoy vivo y quiere borrarme de la existencia para mantenerse en el poder- ni siquiera sé si tenga un ejército. De verdad, necesito investigar más en este asunto- durante la lucha, resultaste herido en la cabeza y eso debió causarte amnesia- una mentira a medias para sazonar la historia.

Por si no lo han notado, estoy basando estas mentiras en lo que he podido deducir de lo que este tipo dijo hace rato, antes de que esta lucha comenzara.

- - observé un semblante pensativo en su rostro bajo la máscara.

El contemplaba los caucásicos granos de arena con suma profundidad, como si viese algo más allá de eso.

Me interesé levemente por el aura tan pesada que se manifestó a su alrededor.

-Yo - musitó lo bastante fuerte para que me fuera audible- creo que puedo recordar algo.

Me paralicé de los nervios.

¿Un recuerdo?

¡Kuh! Apenas han pasado unos minutos desde que recuperó la conciencia, no puede ser que haya recuperado alguna memoria tan pronto no hice un trabajo tan perfecto curando su cerebro. Debería tardar un poco más.

Como lo que haya recordado contradiga algo que haya dicho, me lo voy a tener que currar mucho para sacar una buena excusa.

No soy tan buen mentiroso, me falta la creatividad.

-Recuerdo - volví a centrarme al cien en el Adjuchas frente a mí- creo que recuerdo a la persona de la que hablas

¿Enserio?

Si es así quédate con ese recuerdo y dime como se veía. Quiero saber a quién estoy calumniando sin siquiera conocerlo.

-Un esqueleto con una corona de oro - de alguna manera, parece que mi petición mental le llegó, que bueno- su nombre era

Ufff, que alivio más grande.

Me salvé de una situación problemática.

Espero que tan solo no le llegue ningún otro recuerdo.

Aunque de todas formas aun estoy planeando respuestas falsas.

En este pequeño tiempo desde que le regresó ese recuerdo ya he planeado más de cien mentiras pensando en posibles preguntas. Tengo todo cubierto.

Gracias a que pienso más rápido y me vuelvo más creativo en situaciones delicadas, ahora no hay ninguna pregunta que no le pueda responder, ¡JA!

-No puedo recordarlo- Grimmjow-san se frotó la cabeza con su pata izquierda- ¿Cuál era su nombre?- me miró.

Salvo por esa pregunta.

-¡Tch!

¡Tch!

Una queja doble resonó en mi cabeza con harta rabia y frustración.

Lo único que no podía responderle, lo único.

El me miraba expectante mientras yo sudaba balas muy frías, con el corazón acelerado y la cara helada.

-Piensa en algo, ¡Rápido!

No me presiones, Silver.

Tragué todo el líquido viscoso que se amontonó en mi boca.

Si tan solo pudiera tragarme los nervios igual que la saliva.

Me retracto, no pienso bien en situaciones delicadas, ¡NO PUEDO!

-¡Contrólate soquete! Solo miéntele sobre el nombre, luego podrás pensar en algo. ¡Se creativo ahora!

No soy creativo, ¡No puedo serlo en esta situación!

-Claro que puedes. Solo son los nervios, cálmate. Recuerda, inhala y exhala. Puedes hacer lo que sea si no te desesperas. Has estado tranquilo durante casi todo el tiempo que llevas en este mundo, ¿Por qué pierdes el control tan fácilmente ahora?

No lo sé. Puede ser por el hecho de que aparte de esto no se me ocurre otra forma de convencer a este tipo, o puede ser porque en verdad no tengo ganas de matar a otro Hollow, ¡Estoy contra las cuerdas aquí!

-Oye - casi me sobresalto por el repentino llamado del Adjuchas que está parado delante de mis ojos. Solo el poco autocontrol que me quedaba ahora mismo, hizo posible que mantuviera mi cuerpo inamovible- ¿Cómo se llama ese esqueleto?- repitió su pregunta. Esta vez vislumbré algo extraño en el brillo de sus ojos.

Sospecha.

Sé que dudaba de mí, pero que ahora se note tan claramente en su mirar

Por lo que más quieras cerebro, ¡Dame ideas!

-Baraggan Baraggan Louisenbairn- ¿Cerebro? ¿¡Puedes hablar!?

-No idiota, es el toro- ¿Nani?

-¿ ?

-¿ ?

Grimmjow-san y yo seguimos el rastro de la abrupta voz al girar nuestros cuellos, encontrándonos con la figura del toro blanco con cabellos rubios.

Yylfordt-san te levantaste más rápido de lo esperado.

Aunque sus patas temblorosas me dicen que de milagro está de pie, también me hacen reconocer lo formidable de ello.

-Q ¿Quién eres tú?- otra vez el gran gato blanco con el que estaba dialogando se puso en guardia y le hizo la pregunta que me había estado haciendo a mí.

Hmmm, lo oigo nervioso. Eso es raro. Lo digo porque no se asustó conmigo, que soy mucho más fuerte que Yylfordt-san.

-Bueno, no es que tú seas muy aterrador en aspecto, y tienes tu presión espiritual limitada por lo que

Gracias por tus halagos, Silver. El que otro hombre diga que soy demasiado hermoso para ser aterrador es una buena señal.

-Primero: no dije eso. Segundo: no soy un hombre, realmente no tengo género. Te lo he dicho antes.

Sigo sin creerme eso con todo el rollo del rey del vacío. Hay demasiada masculinización en eso, sin mencionar que tu aspecto real es muy masculino.

-¿Mi aspecto real? Para que lo sepas, esta es solo una de mis tantas formas, mi favorita para ser más exacto.

¿Are? Eso nunca me lo habías dicho.

-Nunca hubo una conversación que llevara a que lo hiciera.

¿Y qué otras formas puedes adoptar?

-La que me plazca.

¿Enserio? A ver, conviértete en monstruo alto y delgado de color gris ceniza, con catorce alas de plumas negras y con cincuenta ojos en cada una. Que tenga ocho brazos, cuatro ojos, uñas largas y puntiagudas en manos y pies; que en sus manos tenga ojos y que tenga una larga cabellera blanca como la nieve. Además, debe usar una túnica negra y una guadaña negra gigante.

- creo que te hablé demasiado de películas. ¿De cuál de todas sacaste semejante criatura?

De ninguna

- es curioso que no pararas de repetir una y otra vez tu falta de imaginación.

-Mi nombre es Yylfordt Granz- oh, no conocía su apellido- Grimmjow esta persona te está diciendo la verdad.

¿Eing?

-¿Eing?

¿Qué dijo?

-Dijo que le estabas diciendo la verdad a Grimmjow.

¿Enserio lo dijo? pensé que solo estaba oyendo mal.

Siendo franco, cuando vi a Yylfordt-san despierto, me aterroricé por pensar en lo que podría decir, pero ahora no siento nada más que desconcierto.

-Y que lo digas.

Lo mismo con Silver.

-¿Qué?- Grimmjow-san retrocedió dos pasos cuando Yylfordt-san empezó a aproximarse.

-Es verdad lo que dice. Somos sirvientes de este hombre, quien solía ser el rey de este mundo hasta que le robaron el trono- el testificó mis palabras durante sus pasos, algo pausados por el dolor que debía experimentar su cuerpo por todo este conflicto.

Grimmjow-san me miró a la par que lo hacía Yylfordt-san, solo que este ultimo me guiñó un ojo.

¿Estaba escuchando lo que decía? ¿Hace cuanto que está despierto?

-¿E-Es verdad entonces?- más que una pregunta hacia mi persona, quien seguía viendo, era como una interrogante para sí mismo- ¿Este tipo era el rey de este lugar?

¿Perdón? ¿Qué pasa con esa mirada tan dudosa? Pareciera que crees imposible que pueda ser rey de Hueco Mundo.

-Ya te lo dije: tu aspecto no es precisamente el más imponente.

Si este tipo supiera que acabé con un Hollow gigantesco con solo un corte a dos manos

-Sí. También es cierto que perdiste tus memorias por esa emboscada, sin embargo, aunque no puedas recordarlo, tú eras uno de los más leales Hollows al servicio de nuestro señor, puesto que el te salvó la vida miles de veces- ¿Hmm?- siempre que le hablabas, le decías Midori-sama con bastante respeto.

¿Qué está tramando este tipo?

-¿Yo hacía eso? ¿Le hablaba así a este sujeto? ¿El salvó mi vida?- ya párale con esa mirada de incredulidad. No es tan molesto cuando el que lo hace es un engreído, pero se nota a años luz que tu arrogancia se fue por el retrete. Tú solo lo dices puramente porque no parezco la gran cosa, eso si me molesta.

-Así es tanto que el que le digas Sujeto me parece raro.

Grimmjow-san bajó la cabeza frente a las palabras de Yylfordt-san.

Como me había dado la espalda para mirarlo, me moví a uno de sus costados (Manteniendo las distancias) con curiosidad por qué rostro tenía.

Sus facciones estaban complicadas, como si no tuviera idea de que pensar.

¿O será que está nervioso? Creo que está sudando.

Se dio la vuelta con un giro violento, mirando a mis ojos.

El contacto solo duró un instante, inmediatamente después, bajó la cabeza y dobló sus patas.

-L-Lamento haberle hablado así, M-Midori-sama. Parece que perdí mis recuerdos sobre usted.

¡Para el carro!

¿¡Cómo te convenció tan rápido!?

Hasta actúa con verdadera mansedumbre y todo.

-Solo aprovéchate de ello y no le des vueltas.

Uhh cierto.

-Está bien, tú mismo lo dijiste: perdiste la memoria- le dije con tranquilidad.

-Umu, gracias- sonrió, al parecer aliviado.

-Por cierto- acerqué mi mano a su cabeza, tomándolo por sorpresa por lo repentino de tal acción, causando que cerrara los ojos por reflejo.

Apliqué Kaido directo en su cara, con el objetivo de restablecer algo que no había restaurado hasta ahora: su máscara.

Su reiatsu se empezará a fugar si no lo hago. Que un Hollow tenga la máscara rota tanto tiempo sin ser un Arrancar tiene ese efecto.

Aunque usualmente se restauran solas, supongo que haber estado dirigiendo la mayor parte de su energía a tratar de asesinarme tuvo algo que ver. Ahora mismo tampoco es que le quede mucha energía espiritual, por lo que es normal el que no se regenere aunque ya no esté luchando, y si se regenera, debe ser tan sutilmente que ni yo puedo notarlo, las mascaras Hollows requieren mucha más energía para regenerarse que otras partes del cuerpo, a fin de cuentas.

Estando su verdadero rostro otra vez oculto, regresé mi mano a su anterior lugar.

En algún momento del restablecimiento de su máscara, él abrió los ojos.

Lucía asombrado por mis acciones, no obstante, limitó dicho asombro a mirarme fijamente con sus orbes bien expandidos.

Un segundo después, lo que reflejó su cara pasó de ser asombro a inconsciencia pura por obra mía.

Me aproveché de que su guardia estaba totalmente desvanecida y moví mi mano a toda velocidad a su cuello. Con mis dedos índice y medio, golpeé uno de los costados de su mandíbula, sacando una blancura total en sus orbes y que su figura se desplomase como un títere sin cuerdas en la arena.

Una vez me cercioré de que no despertaría en poco tiempo, puse mis ojos donde el toro Adjuchas que me había ayudado en mi treta.

Preparé mi boca para articular, pero me corté cuando, tal como Grimmjow-san, Yylfordt-san se desplomó cual saco de papas en la arena.

Me apresuré hacia él y comprobé su estado en un instante.

Parece que cayó inconsciente.

Reconozco que duró bastante. Una cantidad de daño así podría matar a otros Adjuchas, pero Yylfordt-san incluso se paró y dijo todo eso.

Silenciosamente, bajé un poco mi cabeza en señal de admiración por su hazaña.

Ahora mismo lo pondré fuera de peligro.

Tendré que guardarme la curiosidad para cuando despierte y lo dejaré descansar.

Mis palmas abiertas se posaron centímetros delante de su cara, y en el espacio existente entre ambas partes, la barrera verde de Kaido entró en escena.

Esperé pacientemente a que todas sus heridas se borraran sin dejar señas de haber existido.

Enserio, ¿Qué rayos lo dejó así?

Yyyyy ya está.

La vista de su cuerpo curado es tan buena como la de dos mujeres semidesnudas besándose espera ¿Qué?

-Hmm esos pensamientos lascivos están regresando, parece que se te pasó el efecto de lo que ocurrió antes. Es bueno sentirte relajado- pasa que poner a salvo la vida de quienes quiero reclutar me tranquiliza el pecho- pues, no se te veía muy tranquilo cuando curaste a la niña Arrancar- eso fue porque estaba molesto por el estado en que la dejaron. Sabes que hasta yo tengo sentido de la decencia, aunque lo dudes-eso sí.

-M-Mido wi- mis sentidos se agudizaron con ese repentino llamado de una voz que conocía perfectamente.

-¿Nell?- me di la vuelta y, en efecto, era Nell quien se arrastraba por la arena débilmente para acercarse a mí.

El que se mueva como lo haría una criatura rastrera me dice de una vez que su energía debe estar arrastrándose al igual que ella.

Si pudiera restaurar la energía.

Caminé (Casi corrí) hacia ella y la tomé entre mis brazos, dejando que recostara su cabeza contra mi pecho.

-Tonta- la regañé- no te muevas en ese estado.

-Jeje~ Midowi está preocupado por mi- se rió débilmente.

Con una sonrisa minúscula y una gota en mi mejilla, acaricié su cabeza.

-Nell, ¿Qué fue lo que pasó?- suplanté ese gesto por otro más serio al momento de inquirir, sin dejar de hacerle un cariñito en la coronilla tapada por su fragmento de mascara.

En verdad quiero saber cómo fue que los tres acabaron en semejante estado falto de salud.

Por más que lo piense, tengo el cerebro en jaque.

Ella habló, o más bien, musitó:

-Ellos querían atacar a Midowi mientras no se movía Nell trató de pararlos pero no me oyeron Nell los atacó y ellos atacaron a Nell peleamos y perdí.

No detecto ningún tipo de broma o mentira en su voz. Sus expresiones faciales y el resto de su lenguaje corporal también señalan la palabra Honestidad .

Pero no le creí de todas maneras.

No hay manera de que ella, una Arrancar tan débil que se lastima los puños con tan solo dar unos golpes a un Hierro de dureza muy circunscrita, pueda dañar tanto a dos Arrancar de ese nivel y seguir con vida (Aunque quedó viendo la cara de la muerte desde cerca).

Tal vez solo haya sido una alucinación provocada por haber estado a punto de morirse si, debe ser eso.

-Midowi ¿Estás bien?- mis cavilaciones se hicieron a un lado momentáneamente por un llamado de ella y una duda- ¿Por qué te desmayaste antes?

¿Antes?

Oh, quizás hable de cuando entré a mi mundo interior.

Silver me explicó que aquí, fuera de la Espada Azul, mi cuerpo queda inconsciente cuando me introduzco en mi interior.

Debe ser eso.

-Pues yo - un momento.

¿Qué le digo?

Disculpa Nell, resulta que mi espíritu de Zanpakuto estaba causando problemas en mundo interior y tuve que ir a resolverlos. Cuando por fin la encontré, nos pusimos a pelear, primero verbalmente y después físicamente. Entonces la cosa se puso cada vez más y más intensa hasta el punto que tuve que recurrir a métodos sexuales para convencerla. Todo mientras tú estabas aquí, siendo herida hasta el punto de casi dar tu último aliento

Hasta un mono con retraso entenderá que no debo decirle eso a toda costa.

Así que, ¿Qué le digo?

-Quieres que te sugiera algo- no gracias, me ocuparé yo.

-¿Midowi?- al ver que no soltaba ni pio, Nell volvió a llamar.

-¿Eh? Si, estaba inconsciente- como un destello en el fondo de una cueva, la iluminación penetró mi corteza cerebral- pasa que no he dormido en un tiempo y de vez en cuando tengo problemas de sueño por ello.

Eso es en parte verdad y en parte mentira, servirá.

-¿Oh?- colocando su boca como una O , Nell inclinó la cabeza.

-Si- acaricié mi nuca- Fue durante el entrenamiento que hice.

Recordar ese lugar me genera estrés, y el hecho de no haber podido pegar el ojo no ayudó en nada.

Mi nuca se siente tan tiesa.

Cerré los ojos por un momento.

-Midowi - miré los ojos de Nell con ese nuevo llamado.

-¿Dime?- sonreí.

- - sus ojos se pusieron en blanco y su cabeza se fue para atrás.

Autor, sigues corto de inspiración, ¿Verdad?

Mira que hacer que se desmalle otra vez en tan poco tiempo (N/A: No me juzgues, a veces me llega, otras veces no).

Qué remedio fiuufff.

Bueno, supongo que habría que ponerse en marcha para volver con Murciélago-san y los otros.

Pero

Con un gesto complicado, pasé rápidamente mis orbes por los tres Hollows inconscientes en mis alrededores.

No es que me vayan a pesar, pero será muy difícil llevarlos a los tres.

Con Grimmjow-san y Nell me las puedo ingeniar, pero con Yylfordt-san

¿Algún consejo, Silver?

-Lo siento, el grandioso y omnipotente rey del Vacio no se encuentra ahora mismo *Beep* deje su mensaje después de la-

Grandioso y omnipotente mis cojones.

Supongo que solo queda mi cerebro.

Ufff

Muy bien, supongo que me tendré que transformarme en Hollow por completo para…

BRRRRRRRRRRRRRROOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM

-¿Qué verg ?

Una explosión de energía verde se mostró en la lejanía, elevándose tal cual lo hace un geiser en el horizonte.

Incluso aquí pude sentir una fuerte corriente de viento.

La arena se alborotó como una manada de herbívoros siendo asaltada por un carnívoro.

La piel que uso no tardó en hacerse de una capa de arena blanca que salió volando por el viento.

Esta sensación, es la primera vez que la siento, pero se dé que se trata.

Sabía que algún día vería esto, pero no pensé que sería tan rápido.

-Hermoso, ¿No crees?

Hermoso es poco.

Esto es hermosísimo.

¿Quién diría que llegaría a sentir la transformación de un Hollow en Arrancar tan rápido?

Pero más importante.

Esa explosión de reiatsu apareció por donde se esfumaron mis otros subordinados.

Pausa

Hola a todos, queridos lectores. Aquí está Ace Darkbringer con otra parte del capitulo 7 de esta historia.

¡Feliz navidad y año nuevo atrasados! XD

Pensaba actualizar antes de navidad como regalo, pero el capitulo se fue alargando y alargando y lo actualizé apenas hoy (Y eso que aun no acaba el capitulo).

Me disculpo otra vez si el lemon estuvo muy loco, no tuvo sentido o fue ridículo. Había hecho un lemon distinto, pero lo cambié por este cuando no me convenció, y como dije ante: dejé muy libre mi imaginación.

Estoy teniendo algunos problemas para escribir debido a la universidad, pero no dejaré esta historia.

De hecho, en vista de que esta historia es la más corta y la más querida de las dos que inventé, estoy considerando seriamente cancelar la otra (De nuevo [Lo siento, pero tengo ciertos planes para esa historia y puede que termine borrándola])

Por ahora, disfruten esto.

Si encuentran algún error o algo que no concuerde en este capitulo (Que estoy casi completamente seguro que encontraran por lo largo que es), por favor háganmelo saber, intentaré corregirlo en la próxima y última actualización de este.

Gracias por leer :)