Rated: K+

Palabras: 559

Personajes: Astrid

N/A: Porque siempre habrá alguien que odie esas maquinas

Disclaimer: los personajes de How Train to Your Dragon pertenecen a Cressida Cowell y Dreamworks.


Máquina Expendedora

Dio un largo suspiro mientras cerraba con fuerza el libro que acababa de leer lo que ocasiono que recibiera una mirada furiosa del bibliotecario, pero no le importo. Llevaba estudiando casi 4 hora y no estaba ni por la mitad de la bibliografía de estudio, ya estaba agotada tanto física como mental además de estar muriéndose de sed.

Así que tomo el libro para devolverlo a su lugar y después dirigirse al comedor del campus para conseguir algo que aliviara su sed, lo que no se esperaba es que este se encontrara atestado de personas y no tenía ganas de esperar. Por suerte recordó la máquina expendedora de bebidas a las afueras de la facultad de ingeniería, que era uno de los edificios cercanos, así que se encamino hacia ese lugar.

Cuando llego se puso muy contenta de ver que no había nadie alrededor, lo que significaba no tendría que esperar por su ansiada bebida. Mocionada por su buena suerte se apuró en buscar un billete e ingresarlo a la maquina pero esta la devolvió, tomo el billete trato de alisarlo para que la maquina lo tomara tuvo que repetir este proceso nuevamente cuando estaba empezando a molestarse la maldita maquina al fin tomo su billete emocionada marca la bebida que quería pero esta nunca salió.

¡Esa maldita maquina le había robado!

Furiosa se preparó para darle un buen golpe a la máquina o como su padre diría un buen hachazo, pero una voz algo nasal y tímida la detuvo.

— No creo que quieras hacer eso —le dijo.

Cuando se voltio para dirigir su ira hacia la persona que había detenido su vil venganza contra esa maldita máquina, se encontró con un chico de casi unos centímetros más alto que ella poseedor de unos hermosos ojos verdes y lo que parecía un sedoso cabello castaño.

El chico se puso a su lado y dando un leve golpe a la maquina con su puño como si estuviera tocando una puerta, entonces vio como un pequeño papel salía de la máquina. El castaño lo tomo y se lo entrego.

— Si lo hubieras golpeado más fuerte se activa una trampa que te hubiera llenado de pintura y papeles, ya todos en la facultad de ingeniería conocemos la bromas Thorston —le explico mientras ella leía la nota que aumentaba su ira.

"Querido Visitante:

Desde ya te agradecemos tu donación voluntaria para , esperamos que hayas disfrutado de esta refrescante experiencia tanto como nosotros.

Y antes de despedirnos ¡Por Loki!

De parte de los Gemelos"

No sabía nada sobre los Gemelos Thorston pero se aseguraría de averiguarlo pronto, y se encargaría de hacerles pagar por esta broma pesado. Además esos malditos se habían quedado con lo último que le quedaba de dinero.

— Si quieres puedes tomar este —le dijo mientras le entregaba una botella— la acabo de comprar en la verdadera máquina expendedora —explico.

— No puedo aceptarla, es tuya —replico ella.

—Buenos veras, los que hicieron esto—señalando la máquina.— Lamentablemente son mis amigos, así que siento que debo pagarte por su broma.

—Muchas Gracias, mmm…..

—Hiccup —respondió a su pregunta silenciosa.

—Muchas gracias Hiccup y es un gusto conocerte, yo soy Astrid —mientras estiraba la mano para saludarlo.

Él le devolvió el saludo junto con una hermosa sonrisa, tal vez esa falsa máquina expendedora era lo que mejoraría su día en vez de arruinarlo.


Hola ¡Vengo a desmostar que aun estoy viva!

Ando con muchas cosas de la facultad estoy en mi ultimo año y tengo muchos trabajos pendientes para hacer lo que me quita tiempo para poder escribir, pero bueno acá algo cortito que se me ocurrió después de ver una chica insultando una maquina expendedora de café porque se había trabado. En serio fue muy divertido especialmente por su colorido diccionario de insultos.

Se despide y les desea buen día

HanaDragon