Capítulo 32

El Rescate de Celestia

Todo estaba oscuro, de hecho, lo único que Twilight podía recordar era una esfera de color verde intenso acercándose a ella y después sólo un destello blanco. Eso era todo, no sabía que más le había ocurrido, pero podía sentir que estaba recostada en una cómoda y caliente cama. La verdad es que era muy relajante y lo único que quería era, dormir.

Pero antes de lograr conciliar el sueño pudo sentir que alguien la trataba de despertar.

- ¡Vamos Twi! Llegaremos tarde a la Gran Gala del Galope. - Le dijo una voz muy conocida para ella.

- ¿Spike? ¿Eres tú?

- Vamos Twi, ya es tarde.

Con pesadez, Twilight abrió los ojos y pudo ver que estaba en su habitación, dentro de su castillo y a su lado estaba su leal asistente Spike, estaba idéntico a la última vez que Twilight lo vio con vida.

- ¡Spike! - Rápidamente, la princesa extendió sus patas delanteras hacia su amigo y lo abrazó con mucha fuerza, mientras lloraba de la emoción de verlo una vez más.

- ¿Estás bien Twilight? - Le preguntó el pequeño dragón un poco confundido.

- ¡Creía que no te volvería a ver!

- ¿Por qué dices eso?

- ¿No recuerdas nada de eso?

- ¿Ehh? ¿Cuando Pinkie me pidió confesar?

Twilight no podía dar crédito a lo que estaba escuchando, Spike fue una víctima de la guerra y ahora estaba sano y salvo, pero entonces, Twilight logró recordar lo último que hizo antes de quedar inconsciente.

- ¿Te sientes bien Twilight?

- Tu no eres Spike, el ya no está.

- ¿De qué estás hablando? Soy yo, tu más leal asistente.

La Princesa trataba de mantener la calma, pero estaban ocurriendo cosas que no eran tan fáciles de comprender y entonces lo comprendió todo. Recordó las advertencias de Chrysalis sobre su misión y los riesgos que debía de enfrentar para salvar a su mentora Celestia de las fuerzas del Caos que estaban corrompiendola.

- Será mejor que te deje sola, el tren para Canterlot saldrá en unas horas, te recomiendo que te prepares y comas algo, las chicas están en el comedor.

- ¿Mis amigas?

- Sí, ya sabes Rainbow Dash, Rarity, Fluttershy, Pinkie y Applejack.

- Está bien, bajare en un momento.

Acto seguido, el dragón salió del cuarto, Twilight salió de la cama y se aproximó a la ventana de su habitación y entonces pudo ver el hermoso pueblo de Ponyville.

Allí estaba la distinguida Alcaldía, la tienda de los señores Cake, el restaurante favorito de Twilight y sus amigas y más allá estaba el Bosque Everfree.

También estaban algunos de sus amigos en las calles, Derpy estaba entregando el correo, la Alcaldesa daba un discurso en la Plaza, Big Mac estaba junto a Sugar Belle bajo la sombra de un árbol, Cherilee estaba llevando a algunos jóvenes ponis a la escuela y los señores Cake se despedían de sus hijos que iban también a la escuela.

Era una visión hermosa, Twilight sentía el profundo deseo de quedarse para siempre ahí y no volver a la gris y oscura realidad en la que vivía, donde había guerra y muerte.

- ¡No! Debo encontrar a Celestia y salir de aquí, este lugar no es mi hogar.

Rápidamente, se dirigió a su guardarropa y sacó un bello vestido de color blanco con pequeños trozos de diamantes cosidos en la tela, de seguro era obra de Rarity.

Se puso el vestido (Era muy suave y ligero) y bajó las escaleras, al llegar al comedor encontró a sus amigas platicando alegremente sobre las sillas, al verlas le dirijeron una tierna sonrisa y se acercaron a ella.

Ahí estaba Rainbow Dash, sin su prótesis ni sus horribles cicatrices, a su lado Pinkie con su linda melena rosada y esponjada, Applejack masticaba una manzana, estaba radiante de felicidad, Rarity por otro lado bebía sidra de una copa de cristal quque tenía levitada con su magia y finalmente Fluttershy, llevaba a su conejo Angel en su lomo mientras tarareaba una linda melodia, pero lo que le importaba a Twilight era que estaba viva.

Todas estaban vestidas de gala y parecían estar listas para ir a la gran celebración en Canterlot.

- ¡Querida! Te ves hermosa. - Le halago Rarity.

- Gracias por tu vestido, en serio es hermoso.

- No fue nada linda, sabes que siempre es un gusto poder ayudarte.

- Creo que debemos irnos ahora - Les sugirió Fluttershy.

Al salir del castillo, una hermosa carroza tirada por cuatro apuestos sementales les estaba esperando y ayudaron a las chicas a abordarla. Durante el trayecto, Twilight seguía sintiéndose extraña y muy confundida con respecto a la gala y es que incluso antes de que la guerra estallara, la situación en Equestria era muy grave como para que Celestia aún celebrara la Gran Gala del Galope.

Cuándo la diligencia llegó al castillo, Twilight no vio ningún indicio de que la ciudad hubiese sufrido algún asedio y tampoco había presencia de soldados.

Ya dentro del salón, la bella escena conmovió a Twilight como no lo había hecho en mucho tiempo. La fiesta era sin duda espectacular, los invitados bailaban bellas melodías tocadas por los mejores músicos de la ciudad, frente a los músicos estaba un coro de yeguas entonando bellas baladas, en los costados había dos enormes mesas repletas de deliciosos manjares y en el patio había torneos de esgrima y justas de caballeros.

Y frente a Twilight estaban los dos tronos de Celestia y de la Princesa Luna, ambas se veían muy hermosas, con finos y costosos vestidos de seda y encaje, también estaban peinadas de forma espectacular que hacían relucir sus bellas melenas.

- ¡Princesa Celestia! - Dijo Twilight quien corrió hacia su maestra, pero alguien se puso frente a ella y chocaron.

- ¡Auch! Lo siento mucho, ¿Estás bien?

- Sí, creo que sí.

Cuándo Twilight abrió los ojos, pudo ver el rostro de Flash Sentry.

- ¿Flash? ¿Eres tú?

- Hola Twilight, sí soy yo, ¿Por qué lo preguntas?

Y sin pensarlo dos veces, Twilight se lanzó hacia el y lo abrazó.

- ¡Creí que no volvería a verte!

Flash respondió a su abrazo con un beso en su frente, mientras la tranquilizaba.

Fue un momento en el que los sentimientos de la Princesa de la Amistad empezaron a jugar en su contra, ya que sentía ahora un mayor deseo de quedarse en esta realidad que en regresar a la suya.

- A todos los invitados de la Gran Gala del Galope, mi hermana y yo, le pedimos a todos los corceles que tomen a una pareja para poder empezar con el baile del Rey y la Reina - Anunció la Princesa Luna.

- ¿Me permitirías esta pieza Twilight? - Le preguntó Flash, mientras le extendía su casco derecho.

Twilight se sonrojo, pero tomó el casco de Flash, quien la llevó al centro de la pista de baile y al ritmo de la música, comenzaron a bailar.

La danza era en realidad muy apacible y Twilight pudo descubrir que sus sentimientos hacia Flash eran mucho más fuertes de lo que ella había recordando, de pronto sintió el placer de querer darle un beso y llevarlo a alguna habitación.

- ¿Qué es esta sensación? - Se preguntaba Twilight a sí misma.

- Pasión pequeña poni, es pasión y deseo.

Le susurró una voz que tenía aspecto inocente, pero con un toque de lujuria en sus palabras.

- ¿Quién eres?

- Pronto te lo diré - Y sin decir más, la voz desapareció.

- ¿Estás bien Twily?

- Si, es solo que... ¿Como me llamaste?

- Twily, siempre te he llamado así.

Twilight entonces comprendió las palabras que la Reina Chrysalis le había dicho, sobre los peligros y tentaciones que tendría que enfrentar al estar en el Reino del Caos.

- Déjame ir por algo de beber Flash.

- Claro que sí Twilight - Le contestó el pegaso y en ese momento, Twilight vio cómo los ojos de Flash desprendían un aura rosa.

Twilight se alejó lo más discretamente de él y se dirigió hacia la mesa de bocadillos que estaba a rebosar de comidas y bebidas de todo tipo, también estaba llena de invitados que tomaban pequeñas raciones y las comían con elegancia. Twilight no podía recordar con precisión que ella le haya dado permiso a Flash de llamarla Twily, cuando era Shinning Armor quien siempre le había llamado de esa forma.

Twilight hizo levitar una copa de cristal y la sumergió en una vasija llena de lo que ella creía era una especie de ponche y sumergió la copa. Cuando probó la esencia, sintió un sabor un poco amargo, un indicio de que en realidad era vino y no ponche.

- ¿Qué extraño? Jamás se ha servido vino en la Gran Gala del Galope.

- Descuide princesa, es una nueva receta que nuestra amada gobernante nos ha dado. - Le dijo un semental que estaba detrás de ella que sin esperar a que Twilight se moviera, la hizo a un lado y empezó a beber cantidades groseras de la bebida.

Twilight lo miró con repulsión y entonces pudo sentir un hedor horrible que emanaba de la comida y al dirigir la mirada, descubrió asqueada que la comida estaba podrida, tenía gusanos, moscas y desprendía aquel hedor repulsivo, también pudo ver como los invitados comían de la mesa sin importarles en lo absoluto que los alimentos tuviesen esa condición y el vino se había convertido en una sustancia color verde que olía a cloaca.

Asqueada y confundida, Twilight volteó a ver al resto de los invitados que debían seguir bailando y lo que vio fue perturbador, los ponis que estaban en la pista de baile estaban cometiendo una repugnante orgía, donde se estaban llevando las justas de caballeros ahora parecía una barbarica lucha de gladiadores donde los vencidos eran decapitados y su sangre era ingerida por sus verdugos y donde estaba la banda de música, ahora estaban entonando horribles cánticos en un lenguaje desconocido, Twilight vio cómo lo que parecía una vida perfecta se desvanecía para dar paso a la horrible realidad, esto era el tipo de advertencia que Chrysalis le había advertido.

- ¡Celestia!

Twilight corrió hacia su mentora y se topó con la figura de Pinkie, quien presentaba horribles deformidades y la marca de Nurgle en su costado.

- ¿Que pasa Twilight? ¿No quieres el poder de mi maestro?

- Pinkie...

- ¡Olvídalo, servirá a Khorne!

Twilight se giró y vio a Applejack quien llevaba una armadura roja y la marca del Dios de la Sangre.

- Applejack, tú no.

- Ella no servirá a nadie más que a Tzeentch.

Twilight se alejó y vio a Trixie convertida en una hechicera del Dios de la Magia y la Transformación.

- ¿Qué está pasando? ¡¿Qué está sucediendo?!

- ¡Olvídenlo idiotas! ¡Mi amo aun necesita su campeón! - Exclamó el falso Flash Sentry mientras se convertía en una horrible criatura, su cuerpo se estiró, asemejando los rasgos de una serpiente, su parte superior se convirtió en un torso humano que poseía cuatro brazos y la cabeza era la de un humano, solo que con un par de cuernos brotando de la frente, tenía la piel blanca al igual que su cabello y sus ojos eran púrpuras.

- ¡Silencio Fulgrim! - Le rugió una criatura de color negro, ojos amarillos y que poseía un par de alas de murciélago, media casi 3 metros de altura y su aspecto era completamente idéntico al de los demonios. - Ella tiene otro propósito para los Dioses Oscuros.

- ¿Dioses Oscuros? ¿Esto es el Reino del Caos?

-Yegua lista - Susurró una voz detrás de ella.

Al voltear, Twilight vio cómo los tronos de las dos hermanas se volvían añicos y de ellos surgían cuatro pilares gigantescos, de esos pilares emergieron cuatro tronos, cada uno completamente diferente al siguiente.

El primero era de color azul muy intenso y cambiaba continuamente de forma, el segundo era de un color rosa con púrpura, pero a diferencia del otro este parecía estar hecho de piel humana y se veían rostros en él que estaban lanzando gritos de dolor, el tercero estaba hecho de cráneos y empapado en sangre y el cuarto parecía estar fabricado con troncos podridos, emanaba un repugnante olor y chorreaba un repulsivo líquido verde.

Entonces cuatro figuras aparecieron, el primero parecía un cuervo gigante pero vestía una toga blanca, sus alas eran en realidad dos brazos con cuatro dedos que llevaban un báculo, su rostro sin embargo era el de una clase de criatura híbrida con mezcla de humano y ave, este ser extraño se sentó en el trono cambiaformas, después una segunda figura apareció, tenía la forma de una mujer humana muy bella que dedicó una magnífica sonrisa a Twilight que quedó paralizada por ver que la extraña iba totalmente desnuda y se sentó en el trono de piel, después la sala se oscureció y las figuras de la Princesa Luna y Celestia desaparecieron bajo una lluvia de sangre que aterrorizo a Twilight, pero entonces la lluvia se detuvo estrepitosamente y una enorme figura negra apareció de la nada y se sentó en el trono hecho de cráneos y sangre, vestía una armadura negra, llevaba una capa hecha de cráneos, un enorme yelmo del que se podían apreciar dos amenazantes ojos rojos y finalmente una cuarta figura hizo acto de presencia, inmensamente gordo, con un par de horrendos cuernos sobre la cabeza, sus vísceras le salían a través de una horrenda cortada en su estómago que no le molestaba en lo absoluto, emanaba un hedor repugnante, cientos de moscas sobrevolaban su cabeza y mostraba una macabra sonrisa cuyos dientes parecían estar putrefactos y soltando una carcajada se sentó en el trono podrido, Twilight se encontraba ante la presencia de los cuatro Dioses del Caos.

- ¡Hermanos! - Grito la figura sentada en el trono cambiaformas - ¡Hoy tenemos una invitada única y especial!

- Así es - Dijo la doncella - Me parece que es la Princesa Twilight Sparkle.

- Si mal no recuerdo Slaanesh, aún no tienes un campeón en Equestria, nuestro Elegido aún no encuentra a nadie digno de tu poder ¿Verdad? - Le comentó la criatura gorda.

- ¡Silencio! - Alzó la voz la criatura sentada en el trono azul.

Las cuatro figuras volvieron a tomar asiento y entonces la criatura híbrida volvió a hablar.

- Twilight Sparkle, Cuarta Princesa de la Monarquía Equestre, su alma ha venido a nosotros con un deseo ¿Verdad?

Temerosa, Twilight se acercó a ellos pero decidió mantener una distancia razonable de los tronos.

- ¡Soy Twilight Sparkle y vengo a este inmundo reino a exigir la liberación de la Princesa Celestia!

Los Cuatro Malvados se miraron y la criatura gorda hizo un ademán con una de sus podridas manos y el alma de la Princesa Celestia apareció amarrada por cadenas sujetadas por cuatro repugnantes Demonios que representaban a cada uno de los cuatro Dioses.

- ¡Princesa! - Grito Twilight.

Pero Celestia no respondió y cuando alzó la cabeza, Twilight descubrió aterrorizada que sus ojos ya eran casi completamente naranjas y su Cutie Mark había sido casi reemplazada por la Estrella del Caos.

- ¿Que le hicieron? - Les recriminó Twilight a los Cuatro Dioses Oscuros quiénes se rieron de ella.

- Sólo tomamos lo que nuestro Elegido nos prometió. - Le contestó la criatura gorda.

- ¡Equestria es libre!

- Eso piensas pequeña pony - La interrumpió la mujer - Tú no sabes lo que en verdad quiere tu pueblo, la guerra que está librando aun puede ganarse, solo deben adorarnos y acepta ser mi Elegida hermosa yegua, así nuestro Elegido liberará nuestros ejércitos sobre tu mundo y aniquilaremos a los Hombres Rata por ustedes, solo acepte mi oferta. -

Tras decirlo, extendió su mano que tenía una botella llena de un líquido color negro y también sacó su lengua que parecía estar llena de espinas y sus dientes se volvieron colmillos.

- ¡Me rehuso!

Fue como si de repente la tensión aumentara de un momento a otro y entonces la mujer lanzó un horrible chillido y se convirtió en la verdadera forma del Príncipe del Placer, una criatura despellejada con multitud de brazos con afiladas garras.

- ¡Entonces tu tierra y aquellos que no nos sigan, morirán y sus almas serán devoradas!

- ¡Silencio! - Rugió el Dios sentado en el trono de sangre y cráneos. - Sé cómo puedo resolver esta disputa.

Tras decir estas palabras, se levantó del trono y se dirigió hacia Twilight mientras ella era incapaz de alejarse, la sola presencia de este ser, era atemorizante y cuando estuvo frente a Twilight, extendió un desafío:

Twilight debería enfrentar a cuatro de los mejores guerreros que los Dioses poseían, uno por cada uno de ellos. Si ella resultaba vencedora, entonces el alma de Celestia y la suya se marcharian sin corromper del Reino del Caos, pero si la Princesa Twilight era derrotada, entonces Slaanesh la transformaría en su Elegida y regresaría a Equestria junto a una Celestia controlada por los Poderes Ruinosos para convertir a Equestria en su nueva conquista.

- ¿Entonces pequeña pony? ¿Que decides?

Twilight estaba nerviosa, a pesar de haber agarrado experiencia en combate durante los tres años que había durado la guerra no creía estar lista para derrotar a un guerrero experimentado y que además poseía los dones de uno de los Dioses Oscuros, pero si era la única forma de salvar a Equestria, entonces lucharía.

- Lo haré - Exclamó.

- Entonces presentaré a mi campeón, ¡Khaaaaaarn!

Una grieta a través de la Disformidad se abrió y de ella salió un guerrero humano de al menos dos metros, llevaba un casco cubriendo du rostro llevaba una enorme hacha en su mano izquierda y en la derecha cuatro cabezas cercenadas.

- Ahora el mío - Exclamó Nurgle - ¡Typhus!

De la misma grieta de Disformidad, una segunda figura hizo acto de presencia, también estaba gordo pero no tanto como Nurgle, era del mismo tamaño que Kharn pero con la excepción de que este parecía estar saturado de las más repugnantes y terribles enfermedades que cualquier mortal hubiera podido imaginar y llevaba una inmensa hoz que chorreaba una horrible sustancia parecida al limo.

- Ahora es mi turno - Exclamó Slaanesh - ¡Luuuucius!

Otro guerrero humano salió del portal y se unió a su horrible señor, también era grande como Kharn y Typhus pero este llevaba una armadura llena de rostros que lanzaban terribles gritos de dolor, su cara estaba horriblemente mutilada, llevaba una espada curvada y un látigo cuyas puntas eran ganchos metálicos.

- ¡Este es mi campeón! ¡Onoooooris!

Y finalmente surgió el último guerrero que Twilight debería derrotar, pero esta vez no apareció ningún guerrero humano, era una inmensa máquina de color azul cuyos ojos brillaban igual a zafiros, su brazo izquierdo terminaba en un enorme cañón y su brazo derecho era una horrible garra mecánica que podría romperle los huesos de un sólo apretón.

Los cuatro rodearon a Twilight y se prepararon para pelear.

- Entonces Princesa, ¿Se retira o lucha?

Twilight estaba aterrada pero entonces hizo aparecer una espada gracias a su magia y exclamó:

- ¡A luchar!

Bueno, tras varios meses de ausencia vuelvo a publicar un nuevo capítulo de la historia y es debido a mi nuevo empleo. Seguiré publicando capítulos pero a un ritmo más lento. Espero me comprendan.