Capítulo 1
Ya habían pasado varias semanas desde que Annie había logrado despertar, la ojiazul había decidido ayudar al cuerpo de exploración y a la humanidad en lugar de a los titanes. Annie había declarado en la corte para poder ayudar a la humanidad.
El comandante Smith les había pedido a los altos mandos que dejaran a Leonhardt bajo su custodia ya que, si, ésta decidía volver a traicionarlos no les quedaría otra opción más que ejecutarla, los altos mandos muy a su pesar sabían que el Comandante tenía toda la razón y no les quedó más ceder ante la petición del comandante del cuerpo de exploración y así fue como la rubia estaba integrada por primera en el cuerpo de exploración.
En el lugar al principio se mantenía una enorme tensión, la cual podía ser cortada con el filo de las cuchillas, ya que, como todos sabían Leonhardt y Ackerman no se llevaban muy bien, porque la mujer titán había querido matar a Eren, el preciado hermano de la pelinegra.
Las cosas hasta el momento iban bien ya que Annie le había pedido disculpas a todo el equipo sin excepciones pero hubo una disculpa qué la hizo en solitario y esa disculpa iba dirigida hacia Mikasa Ackerman su eterna rival. Annie sabía que se tenía que disculpar con la pelinegra pero no quería hacerlo enfrente de todos, ya que como todos, ella también tenía su orgullo y no quería que nadie viera su cara de arrepentido para con Mikasa, eso era algo muy privado.
Al principio la pelinegra había sido muy cortante con la rubia, pero eso era lo más obvio, luego de ver la cara de arrepentimiento de esta, Mikasa decidió perdonarla y darle el don de la duda, darle la oportunidad de demostrar que podía cambiar por el bien de la humanidad. Todos tenemos una segunda oportunidad para cambiar. Después de realizar un sin fin de disculpas, Annie empezó con su vida nuevamente con nuevo miembro del equipo de exploración, a pesar de lo sucedido todos la trataban bien, aunque algunos le tenían rencor por haber matado a muchos sus compañeros sin remordimiento alguno, y es que en ese momento la rubia no sentía nada ella solo estaba cumpliendo órdenes.
Pero ahora todo era diferente, ahora quería reparar el daño que había causado, aunque sabía que no podía regresar las vidas que había arrebatado, haría lo imposible para poder salvar las vidas que aún estaban a su alcance.
Se había acercado la hora de la cena, todos hablaban tranquilamente acerca de cómo había su día en los entrenamientos mientras que Eren le reprochaba a su hermana lo sobreprotectora que era, nadie podía culpar a la pelinegra por eso.
—Ya por el amor de Dios, Mikasa puedo hacer esto solo. —dijo Eren refiriéndose a entrenar.
—Sé que puedes, pero Eren tú más que nadie sabe qué entrenar solo no es fácil más para ti.—
—¡Qué quieres decir que soy estúpido o qué! —le gritó el pelinegro a su hermana, mientras que Annie prestaba atención a la pequeña discusión, bueno todo el mundo veía el enojo en la cara del joven titán y la serenidad en Mikasa, algo de admirar según la ojiazul, nadie se podría quedar tan tranquilo cuando le están gritando en la cara.
—No es eso, solo qué, ahhh tú quieres entrenar solo y eso no te ayudará a menos que lo hagas con alguien más. —explicó Mikasa.
—Ahhh, ¿Y ese alguien más eres tú? —escupió Eren.
—No, si quieres lo puedes hacer con quien quieras pero no sólo. —terminó de decir la muchacha sin ánimo alguno.
—No necesito a nadie.—
—Tú sabes qué no es verdad, hasta yo necesito la ayuda de alguien para poder ver mis propios avances.—
—Deja de molestar Mikasa tú no eres mi madre. —
—Ya lo sé.—
—Entonces porque siempre me estás sobreprotegiendo. —alegó Eren, Annie se quedó observando y escuchando como la pequeña discusión tomaba un rumbo diferente, y es que les causa algo de gracia ver con el muchacho se alteraba al ver la cara de serenidad de su hermana aún cuando él le estaba gritando a todo pulmón.
—Te protejo porque se lo prometí a Carla. —respondió Mikasa analizando las facciones de su hermano.
—No necesitas hacer eso es fastidioso tenerte siempre detrás mío las 24/7. —
—No exageres, solo lo hago cuando vamos de misión porque siempre te lanzas de cabeza ante cualquier titán qué ves sin detenerte a pensar en las consecuencias. —explicó Mikasa un poco harta e irritada ante la actitud de su hermano, si tenía un buen autocontrol pero lo que no tenía era mucha paciencia y esta se le estaba acabando de poquito a poquito.
Eren quería que Mikasa lo dejara en paz por una vez en su vida, por unos momentos ya que la muchacha siempre estaba al pendiente de él y eso le molestaba de sobremanera. No era cierto lo que ella decía según él, él no se tiraba de cabeza sin pensar en las consecuencias.
—A veces me arrepiento de haberte salvado aquella vez. —susurró Eren creyó no que Mikasa no le había escuchado pero fue todo lo contrario ya que Mikasa tenía muy bien desarrollados su oídos al igual que la rubia qué los observaba.
Mikasa al oír esto sintió un dolor en su pecho y a la vez una enorme rabia recorrer cada parte de su cuerpo. Annie veía el dolor en la cara de la pelinegra, pero solo se limitó a seguir observando. Ella más que nadie sabía el dolor y la rabia que la pelinegra estaba sintiendo en esos momentos. Tal vez no sabía el significado de las palabras del chico titán, pero lo que si sabia era que habían tenido un gran impacto en la pelinegra.
—Lamentó que tengas que arrepentirte de tu decisión Eren.—respondió Mikasa dejando a Eren en shock.
—Mi… Mikasa yo….yo...no quise decir eso. —tartamudeo Eren.
Eren y Annie observaron el nuevo cambio en los ojos de Mikasa si antes podían un poco de luz en sus orbes ónix ahora no se podía observar nada, solo un completo vacío ya no había brillo en ellos. Eren trató de arreglar las cosas pero en lugar de eso las arruinó más.
—Mikasa...yo estaba enojado…..yo no quise decir eso. —decía el muchacho.
—Cuando una persona está enojada tiende a decir las verdades Eren, lamento si fui una molestia por el hecho haberme ayudado ese día, lamentó haber sido una molestia para ti todo este tiempo, así que, para compensar tu ayuda y las molestias causadas te pido que no vuelvas a dirigirme la palabra y no te moleste en preocuparte por mí porque yo ya no lo haré por ti. Ya me quedaron claros tus sentimientos y los voy a respetar. —sentenció Mikasa con una voz fría e hiriente.
Eren trató de detener a Mikasa pero cuando tomo a Mikasa de la mano esta se giró y le dio un puñetazo en la cara que lo mandó a volar. Todos en el comedor se levantaron rápidamente y quedaron con la boca abierta jamás habían visto a Mikasa golpear a Eren de esa manera ni cuando entrenaban, jamás de los jamases pensaron en ver esa escena. Pero la vieron, la presenciaron, la vivieron y no tenían idea alguna del porque, sabían de antemano qué Eren trataba mal a su hermana por el simple hecho de que esta se preocupaba mucho por él, pero vamos qué persona no se preocupa por el bienestar de sus seres amados.
Annie vio la cara de ira de Mikasa y le sorprendió ver cómo la pelinegra golpeaba a su propio hermano, ella nunca pensó que Mikasa fuera capaz de algo tan fuerte, pero se dio cuenta muy en el fondo de toda esa ira había dolor, no supo el porqué pero le dio ternura y compasión el ver esos sentimientos en la cara de la pelinegra, pocas personas se podían dar cuenta de ellos, claro, si prestaban la atención debida. Decidió que después hablaría con Mikasa aunque no fueran amigas trataría de acercarse a ella para que esta se desahogue y saque todo lo que la lástima por ella más que nadie sabía la clase de sentimientos que estaba teniendo Mikasa en esos momentos.
—No me vuelvas a tocar, Jaeger. —sentenció Mikasa viendo con ojos de frialdad a la única persona que consideraba su familia, a su único pilar.
—¡Pero si eres mi hermana! —gritó Eren iracundo.
—Ahora soy tu hermana, pero hace un momento solo era un estorbo. —dijo Mikasa sin perder la compostura. —Pierde sentido cuando lo dices en voz alta. —
—No quería decir eso y lo sabes estaba enojado, estoy enojado por tu comportamiento de señorita nunca pierdo la compostura, de tu sobreprotección hacia mí. —escupió Eren.
—Lamento que mi autocontrol te moleste, pero no puedo hacer nada y pues como ya te lo dije no te preocupes por mí porque yo ya no lo haré por ti, así tú estás feliz, yo estoy feliz y evitamos que te parta la cara. —
—¿Qué me vas a partir la cara dices? —repitió Eren en son de burla.
—Eren es mejor que te quedes callado. —intervino Annie un poco perezosa pero en el fondo un tanto preocupada ella sabía que cuando una persona pierde el autocontrol era lo peor, ella ya lo había perdido una vez.
—Porque debería de hacerlo Annie, ella dice que puede partirme la cara pero eso es solo un su posición. —le respondió Eren a la rubia.
—Eren yo no supongo nada, todo el mundo aquí sabe que soy capaz de hacerlo, creo, no, no, estoy segura que la única persona que puede aguantar una pelea seria es Leonhardt. —respondió Mikasa yendo hacia la salida del comedor.
Todos quedaron boquiabiertos al escuchar lo que Mikasa había asegurado, hasta la mismísima Annie había quedado boquiabierta. Mientras todos murmuraban acerca del nuevo comportamiento de la pelinegra, Levi había escuchado toda la discusión de los hermanos y pensó
"Por fin Ackerman se está dando su lugar. Así que, solo suposiciones Jaeger ya veremos cómo te va mañana en el entrenamiento." pensó Levi con una sonrisa sádica.
Todos salieron de la cafetería ya se dirigían a sus respectivas habitaciones y casualmente, Annie y Mikasa compartían la misma alcoba. La rubia y la pelinegra compartían la alcoba ya que según él comandante Smith, Mikasa era la mejor opción para mantener a raya a la ojiazul por si algo llegaba a pasar.
La rubia pensó que quizás podría hablar con la pelinegra, pero cuando entro a la habitación se dio cuenta de que esta no estaba, y quizás no llegaría ni a dormir del coraje y la tristeza. Annie pensó que sería mejor intentar en la mañana ya cuando todos los ánimos estuvieran bajos. No sabían porque quería acercarse a la pelinegra, pero sentía la necesidad de estar cerca de ella en estos momentos, quizás porque era la única que entendía a la pelinegra y viceversa.
La mañana llegó muy rápido, ya todos estaban desayunando, Annie pudo apreciar la llegada de Mikasa al comedor pero esta solo llegó tomó su desayuno comió y no comió y salió del lugar. Annie se apresuró a terminar su desayuno y seguir a la pelinegra. Mikasa se dirigía al campo de entrenamiento, a lo que Annie vio y trató de esconderse pero fue imposible ya que…
—Sal de ahí, Leonhardt. —dijo Mikasa empezando a estirar su extremidades.
—Veo que no se te escapa ni una Ackerman.—
—Pues al igual que tú tengo todos mis sentidos muy desarrollados. —respondió la pelinegra sin voltear a ver a la rubia.
—Supongo que tienes razón. —sentenció la rubia empezando a imitar a Mikasa.
—Y dime Leonhardt, ¿Qué te hizo seguirme? —preguntó Mikasa algo curiosa, si muy seria, muy seria pero que su rival la haya seguido merece tener la curiosidad no.
—Pues lo que pasó anoche no pasó desapercibido para mí y como dijiste hace un momento también tengo mi sentidos desarrollados y no puede evitar escuchar lo que Eren te dijo pero lo que me sorprendió fue lo que dijiste acerca de mí. —respondió Annie nerviosa por la reacción que la pelinegra pudiera tomar.
—Supongo que tienes razón, lamentó que todos hayan presenciado ese show pero en cuanto a lo que dije de ti tengo razón no lo crees así. —dijo Mikasa volteando a ver a Annie por primera vez.
—No estoy segura. —susurró Annie a lo que Mikasa escucho perfectamente.
—¿Quieres intentar? Podemos entrenar juntas y te darás cuenta de que si tengo razón, a pesar de que estuviste congelada tus técnicas no se perdieron.—
—Está bien.—
Ninguna de las dos sabían porque se sentían cómodas al hablar. Así que, sin más preguntas empezaron a entrenar, una pelea cuerpo a cuerpo, puños, patadas por doquier y sin darse cuenta de que todos sus compañeros había llegado y se habían quedado viéndolas pelear, ellas continuaron su pequeño entrenamiento pero después de unos segundos una voz las sacó de su pequeña pelea.
—¡Bien, muchachos es hora de empezar aunque veo qué Ackerman y Leonhardt se nos adelantaron un poco hoy! —gritó Levi.
Las dos chicas se detuvieron e hicieron su pose de respeto firmes y con la mano derecha a la altura del pecho. Levi les explico de qué iría el entrenamiento y todos se quedaron estupefactos al saber que eso les iba a doler y que ninguno tenía la oportunidad de por lo menos quedar en segundo lugar, ya que dos monstruos con cara y cuerpo de mujer estarían en dicho entrenamiento y con monstruos se referían a Mikasa y Annie, Eren podía ser un titán al igual que la rubia pero en peleas cuerpo a cuerpo las chicas mencionadas eran las mejores.
—El entrenamiento va a empezar la primer pareja en pelear será Armin vs Eren. —sentencian Levi.
Los dos chicos entraron al círculo dibujado por el cabo, y como era de esperarse, Eren había ganado por fuerza, todas las parejas iban pasando y como era de esperarse Mikasa y Annie estaban arrasando con todos sus compañeros. Los últimos en quedar de pie eran Mikasa, Annie, Jean y Eren. Levi al ver esta decidió que dejaría que Annie peleará contra Jean para qué de esta manera Mikasa peleará contra Eren y poder ver una pelea digna según su criterio. Jean y Annie entraron en el círculo…
—No te preocupes Annie seré blando contigo. —se burló él chico caballo, olvidando que era contra Annie con la que iba a pelear ósea la chica Titán.
—Déjate de payasadas y pelea. —gruñó la rubia harta de escuchar las estupideces del chico.
Mikasa estaba atenta a los movimientos de Annie y le dio risa ver qué está no hacía ni el más mínimo esfuerzo para pelear contra Jean, ella solamente estaba usando un cuarto de fuerza y aún así Jean no la podía derrotar, Mikasa sonrió para sus adentros al ver tal cosa, después de unos cinco a seis segundo Jean quedó derrotado con tres patadas en el abdomen, cuatro puñetazos en la cara que no vio venir y una última patada que lo mandó a volar del lugar. Sasha y Connie se empezaron a reír del chico caballo ya que siempre alardeaba de su supuesta fuerza y Mikasa siempre le daba paliza pero en este caso Annie le había dado paliza qué era exactamente los mismo.
—¡Bien Leonhardt, ahora Ackerman y Jaeger a pelear! —gritó Levi.
Los dos hermanos entraron en el círculo, Mikasa no demostraba ningún tipo de sentimiento en su rostro serio, mientras que Eren parecía tranquilo (pensando que quizás Mikasa no le iba a hacer nada.) Levi vio la serenidad de Eren y eso sólo pudo sacarle una sonrisa siniestra, sabia que no le iría nada bien al chico ojiverde.
—Jaeger yo qué tú no me confiaba mucho. —le dijo el cabo siendo sarcástico pero Eren no lo había notado.
—Sí señor. —respondió este sin mucho interés.
—¡Bueno comiencen! —volvió a gritar Levi.
Mikasa estaba en pose de pelea, mientras que Eren no hacía nada entonces la pelinegra le hizo señas con los dedos para que se acercara tal acto hizo enojar a Eren de sobremanera, él pensaba qué que se creía Mikasa al hacerle esas señas él era un titán y ella una simple mujer con una fuerza sobrehumana y capaz de matar a cualquiera pero ahora ella se estaba pasando queriéndolo subestimar a él.
Annie estaba expectante quería ver a Mikasa y a Eren pelear por primera vez y como si el cielo hubiera escuchado sus plegarias la pelea comenzó. Eren se acercó a Mikasa sin miedo alguno, pero Annie se dio cuenta del gran error del chico y solo pensó que ojalá la pelinegra lo dejara en una sola pieza por lo menos. Mikasa, por otro lado, ya sabía la manera de pelear de Eren, sabía que este había tomado prestadas algunas técnicas de Annie, así que, ya se había preparado para todo lo que su hermano pudiera hacer.
Eren se abalanzó sobre Mikasa la cual lo esquivo sin esfuerzo alguno, pero no lo dejó allí cuando Eren pasó por su lado él puño derecho de ella se elevó golpeando a Eren en el abdomen, haciendo que este abriera los ojos como platos y escupiera saliva, dejándolo sin aire, Eren cayó de rodillas al suelo agarrándose el estómago y tratando de coger aire pero le resultaba difícil y eso qué Mikasa solo le había dado un puñetazo. Levi quería reírse al ver el error del chico titán pero se contuvo, ya que, él tenía una imagen que cuidar pero eso no quitaba que era divertido ver cómo al fin Mikasa se daba su lugar y no se dejaba humillar por su hermano.
Annie no se contuvo y se le salió una pequeña risita de los labios, Eren vio como la rubia se burlaba de él y eso lo hizo enojar más ya que según él, Mikasa lo estaba humillando frente a todo el equipo.
Eren se levantó y se volvió a ir sobre Ackerman, pero esta no se movió, esta vez lo espero en su pose de pelea cuando el chico ya estaba lo suficientemente cerca de ella le dio una patada en los pies luego un puñetazos en la cara para después darle un gancho derecho en el estómago y lo terminó de rematar con gancho izquierdo en la cara qué lo hizo salirse del círculo. Todos los demás veían con miedo y respeto a Mikasa, si antes la respetaban ahora lo hacían mucho más, ellos no creían que ella fuera capaz de poder golpear a su propio hermano, pero todos sabían que no eran hermanos de sangre pero también sabían que la pelinegra si lo consideraba como tal.
—Bien chicos, el entrenamiento terminó vayan todos a ducharse más tarde les daré sus quehaceres del día. —informó Levi.
—Un momento Cabo Levi, ¿Leonhardt y Ackerman no tienen que pelear? —preguntó Jean, todos prestaron atención al comentario del chico, sinceramente él tenía razón faltan ellas dos por pelear.
—Eso no será necesario, ya que, si se ponen a pelear sé que esto no terminará bien para ninguna de las dos, además dentro de poco saldremos a una misión fuera del muro y las necesitamos enteras, ahora sin más lárguense. —respondió Levi.
Todos los muchachos asintieron a las órdenes del cabo, mientras que Armin ayudaba a Eren a ponerse en pie.
—Ya estás contenta me acabas de humillar frente a todos. —le recrimino Eren a Mikasa.
—No he humillado a nadie, él qué se humilló solo fuiste tú al subestimar mi fuerza. —respondió Mikasa sin emoción alguna en el rostro.
—Déjate de tonterías esto era lo que querías hacer. —volvió a decir Jaeger con cierto rencor.
—Ya olvídalo. —respondió Mikasa alejándose.
—¿Eren qué le hiciste a Mikasa para que te trate así? —preguntó el rubio.
—Ayer sin querer le dije que me a veces me había arrepentido de haberla salvado aquel día. —respondió el chico titán bajando la cabeza.
Armin no contesto, nunca se esperó semejante respuesta, nunca pensó que su mejor amigo llegaría a ser tan estúpido como para herir de esa manera a Mikasa, nunca imaginó que eso llegaría a ocurrir y es que jamás se lo había planteado, ya que, Eren y Mikasa siempre discutían pero no llegaban al punto de faltase tanto el respeto pero lo que había hecho su amigo era más que una falta de respeto, con eso le dijo que se arrepentía de que ella estuviera viva. Armin sabía lo importante que era Eren para Mikasa, pensó qué ahora debería hablar con su mejor amiga, pero no sabía qué le iba a decir así que mejor decidió dejar que pasaran unos días hasta que se calmaran las aguas.
….
Semanas fueron pasando en las cuales tanto Annie como Mikasa se la pasaban entrenando juntas, no eran amigas pero tampoco eran enemigas solo eran compañera de habitación y de peleas.
—¡Escuchen todos mañana saldremos fuera de los muros, tenemos una nueva expedición! —informaba Levi seriamente. —¡Ackerman, Leonhardt, el comandante Smith las espera en su oficina, Jaeger y los demás vienen conmigo así que ahora muevan sus traseros! —gritó Levi.
Mikasa y Annie compartieron unas miradas de confusión al saber que el comandante las quería ver, pero no eran las únicas, todos estaban sorprendidos pero sin perder más tiempo las dos chicas se dirigieron hacia su lugar de destino. Tocaron la puerta y escucharon la voz que les dio permiso de pasar.
—¿Nos mandó a llamar comandante? —preguntó Mikasa al mismo tiempo que ella y Annie hacia él saludo de respeto.
—Si, como ya sabrán mañana saldremos de expedición. —las dos chicas asintieron. —Y como saben es la primera vez de Leonhardt desde su despertar, los altos mandos no querían que ella saliera, pero les dije que no teníamos otra opción, así que, desde ahora Ackerman quedas a cargo de las acciones de Leonhardt. Si se preguntan porque no pongo a Levi es porque él se hará cargo de Jaeger. —dijo Smith.
—Entendido. —respondió Mikasa.
—Ahora Leonhardt, ¿Estas de acuerdo con esto? —
—Si señor. — respondió la rubia, y la verdad no era como si tuviera otra opción. Si quiera seguir viva tendría que hacer lo que dijeran.
—Bien, otra cosa las alineaciones de trabajo van a cambiar. Cuando estemos en terreno abierto quiero que ustedes dos tiene que evitar tener enfrentamientos con los titanes las necesitamos para cargar uno equipamientos.—
—Está bien. —respondió Mikasa.
—¿Nos podemos retirar? —pregunto Annie.
—Si, se pueden retirar.—
Las dos chicas iban pensando en todo lo que tendrían que empacar para el siguiente día, pensaba en cuantos compañeros perderían el siguiente día a manos de los titanes.
Las dos se dirigieron a hacer los deberes que les había asignado Levi, en lo que las hacían las horas fueron pasando hasta que llegó la hora de la cena. Todos comentaban acerca de lo que pasaría el día siguiente y de como las alineaciones habían cambiado protegiendo a las dos mujeres más fuertes del escuadrón, cosa qué les pareció raro, pero no le dieron más vueltas al asunto sabían que si el Comandante hacía eso era por algo.
Mikasa entró a la cafetería, su cabello goteaba dando a entender que acababa de tomar un baño para ser seguida por Annie la cual venía en las mismas condiciones que la pelinegra.
Ambas chicas se dirigieron a tomar sus alimentos y tomar asiento lejos del desorden que se tenían sus compañeros.
—¿Mikasa podemos hablar? —preguntó Armin un poco nervioso.
—Claro, Armin, ¿Dime qué necesitas? —dijo Mikasa amable.
—Quiero saber qué fue lo que paso entre tu y Eren, desde hace unas semanas que no se hablan y eso me preocupa. —dijo el chico de ojos azules.
—Armin, no quiero hablar de eso, se que tu ya sabes lo qué pasó entre nosotros y no voy a decir más. Deja de preocuparte por eso. —respondió Mikasa levantándose para marcharse, Annie estaba cerca de Mikasa y escuchó todo.
—Pero Mikasa sabes qué él no quiso decir eso. —dijo Armin defendiendo a Eren.
—Entonces qué quiso decir Armin vamos explícamelo. —respondió Mikasa serena por fuera pero dolida por dentro.
—Solo deja que él te lo explique Mikasa, ustedes son hermanos.—
—No, Armin no te confundas para mi él era mi hermano, mi única familia y lo sabes, pero para él yo solo era un estorbo, alguien que no merecía ser salvada ese maldito día, me hubiera gustado que jamás hubiera llegado y hubiera muerto a manos de ellos. —respondió Mikasa con asco y dolor al recordar la muerte de sus padres.
—No digas eso, Mikasa deja que las cosas se aclaren.—
—Olvídalo Armin, tengo cosas que hacer mañana será un día largo. —dicho esto Mikasa salió de la cafetería hacia su habitación.
Annie solo observó y escuchó, sabía poco acerca del pasado de Mikasa, bueno solo sabía que había perdido a sus padres cuando era niña y los Jaeger la habían adoptado pero nada más, no era como que la morena dijera sus cosas a los cuatro vientos. Annie terminó de cenar y se dirigió hacia su habitación encontrándose a Mikasa haciendo ejercicios.
—¿Qué haces? —preguntó Annie quitándose las botas y buscando ropa cómoda para dormir.
—Solo trato de relajarme.—
—Mañana hay expedición si sigues así tu cuerpo quedará resentido. —dijo Annie buscando su ropa de dormir.
—Lo se, pero esto es lo único que me ayuda a no pensar—respondió Mikasa y pensó. "Porque le contesto porque no me quedo callada agh."
—Deberías de descansar. —dijo Annie recostándose. —¿Por qué me importa lo que ella haga o deje de hacer?" pensó Annie.
Mikasa se puso su ropa de dormir haciéndole caso a Annie de descansar, las dos pensaban en sus acciones para con la otra más no sabían que las semanas qué habían pasado entrenando les habían ayudado para crear pequeños lazos.