Road to Ninja: Paradox War
Autor/a: Alice Uchiha 26
Género: Hurt/Comfort. General. Romance.
Clasificación: +13
Disclaimer: La historia me pertenece, siendo secuela de "Road to Ninja", pero Naruto y sus personajes son pertenencia de Masashi Kishimoto.
Summary: Luego de los sucesos acontecidos en Road to Ninja, la pelea que decidirá el rumbo de ambos mundos se precipita en una batalla sin precedentes; Sakura, Sakura Hime y el resto de sus compañeros, deberá hacer frente a los designios del destino en el último tramo de la historia, donde no solo definirán el término de una guerra, sino también la confrontación de sus emociones.
-¡Sakura-chan, despierta!
La pelirosa se envolvió en las sabanas, indispuesta a levantarse y dejar su sueño tranquilo; sin embargo el constante sonido de los golpes a la puerta de su habitación término por impedirle volver a dormir. Con un humor del demonio, Sakura se incorporó en la cama y gruñendo, se puso en pie y se encaminó a atender el llamado de su tía. Al abrir la puerta, su tía no pudo evitar aguantar la respiración para no reírse de su sobrina y su total desfachatez.
-¿Y bien? ¿De qué se trata ahora?
-Alguien te busca.
-¡¿A esta hora?! Por Kami-sama, son las seis de la mañana, ¿Qué clase de loco viene a esta hora?
-¿Entonces debo entender que no le recibirás? –Sakura soltó un largo suspiro.
-Ya… De acuerdo. Dile que suba, no planeo salir de este cuarto hasta pasadas de las diez.
-¿No vas a arreglarte un poco al menos? Es decir… No estás muy presentable, Sakura-chan.
-Solo hazle subir, tía, si es importante lo que dirá no le importará que mi cabello parezca una maraña de pelusa y que aun porte mi pijama.
-Bien, has como quieras pero luego no te quejes conmigo. Ve abriendo la puerta que da a tu balcón, ya sabes que a ese chico no le gusta entrar por la puerta principal… ¿No es nostálgico, Sakura-chan? Hace mucho que él no viene a verte así, es lindo saber que ambos están llevándose bien de nuevo.
Sakura junto las cejas con confusión mientras veía a su tía bajar las escaleras hacia los pisos inferiores del hogar, luego de ello entró de vuelta a su habitación y se miró brevemente al espejo, reconociendo que su tía tenía razón y procedió a alisarse el cabello con rapidez y cubrir su cuerpo con un abrigo de un rosa chillón. Dio un respingo cuando escuchó un par de toques en los cristales de las puertas que daban al balcón y ensanchó los ojos al reconocer que la persona tras ellas era ni más ni menos que Sasuke Uchiha. Con los nervios al límite y con torpeza abrió las puertas y le permitió entrar, recibiendo un breve saludo y una radiante sonrisa por parte del moreno.
-¿Te desperté, preciosa? Lamento si fue así.
-N-No te preocupes, Sasuke-kun, y-yo estaba a punto de levantarme…
-Sí, claro, eso no funciona conmigo. No eres buena diciendo mentiras. –Tocó su nariz brevemente con uno de sus dedos.- De cualquier forma, admito que esta es una faceta bastante agradable de ver.
Sakura bufó y cubrió más su cuerpo con el abrigo. Cruzando las manos, dio un largo suspiro de nerviosismo.
-Entonces, ¿Qué es lo que haces aquí, Sasuke-kun? ¿A pasado al…?
Lo que Sakura fuese a decir murió en su garganta al ver la bella rosa que Sasuke extendía para ella, una flor fresca y que resplandecía con el rocío de la madrugada ante el sutil y casi inexistente brillo del sol. Parpadeó incrédula un par de veces, sin creerse que él hubiese salido de su hogar durante esas tempranas horas de la mañana únicamente para recolectar aquel hermoso ejemplar y venir, sucesivamente, a entregársela a ella.
-He cometido muchos errores y con cada día que paso a tu lado sé que mi amor por Sakura Hime aumenta cada día, y espero no me lo tomes a mal, pero también he ido teniendo gran afecto por ti, Sakura-chan…
-¿Por mí? ¿Qué clase de afecto? Sasuke-kun, no quiero que confundas las cosas… Yo no…
-Lo sé, sé que amas a mi otro yo más de lo que pudieses hacerlo conmigo y tampoco ha sido mi intención… Aunque no te negare que hubo una ocasión en que pensé que comenzaba a amarte pero luego… Lo entendí, entendí que yo jamás podría ocupar el lugar de Sasuke y también entendí que aun si te quería, jamás llegaría a amarte como lo hago con Hime-chan. ¿No te parece que somos un par de masoquistas? Nosotros bien podríamos terminar juntos y aun así, seguimos aferrados a dos personas que tal vez nunca serán para nosotros.
Sakura asintió con una ligera sonrisa cómplice y con aire melancólico, después de todo, ella pensaba exactamente lo mismo que él. Sasuke la miró por largo rato en silencio con alguna clase de misteriosa luz rondando por sus pupilas oscuras. Él suspiró y después retomó una postura de seriedad de las cuales no solían presentarse seguido en él pero que a ella le eran más familiares.
-Eres alguien maravillosa, Sakura-chan… Tú has despertado la esperanza de que aun puedo ser el hombre que sea digno de Hime, ese que siempre desee ser para permanecer a su lado y que se esfumó por mi propia estupidez. Incluso en tu mundo he sido yo quien más daño te ha provocado, a ti, a ella… Este ser llamado Sasuke Uchiha ha sido la entidad que más daño le ha provocado a esa hermosa alma llena de luz llamada Sakura Haruno. –Ella quiso hablar pero Sasuke no lo permitió, sonriéndole sinceramente.- Luego de lo que pasó me di por vencido y sin embargo, llegas tú y todo se torna de color, tanto como lo hacía la simple presencia de Sakura Hime cuando la veía andar por la aldea. Tú eres luz y gracias a ti ahora sé que nunca es tarde para ayudar a las personas a quienes más amamos: Mi amigo Menma, mi dulce Hime…
-No es necesario que digas esto. Entiendo perfectamente cómo te sientes y… Me alegra saber que mi presencia ha sido de ayuda aunque sea un poco.
-Debes saber otra cosa… ¿Recuerdas la ocasión en que Riosuke descubrió el papiro de la leyenda? Aquella vez dije que tenía dos opciones: una de ellas era que haría todo lo que estuviese en mis manos para llevarte a casa y aun lo mantengo. Mi deseo es llevarte de regreso a tu hogar pero ambos sabemos que todo es incierto y que nada asegura que realmente puedas regresar. –Ella entrecerró los ojos por un momento y luego asintió con la mirada oscurecida por la tristeza.- Es un hecho que te acompañaré y buscaremos la forma de regresarte a tu mundo, pero si no fuera posible, quiero que sepas que tengo la intención de que de no ser posible enviarte de regreso entonces yo me hare cargo de ti. Velare porque todos los días sean lo más felices que pueda, no te faltara nada. Esa es mi segunda opción.
-Sasuke-kun, tu no…
-Esta es solo una situación hipotética que espero no tengamos que sufrir. Pero quería que lo supieras. Debemos ser conscientes de que como se puede ganar también se puede perder. Solo… Solo prométeme que si esto pasase y tuvieses que quedarte aquí, me dejaras estar a tu lado…
Los orbes jade se cristalizaron porque comprendía perfectamente la situación, sabía que Sasuke decía la verdad y no solo era consciente de que su corazón se había estrujado en su interior por el miedo y la tristeza, sino también por la calidez y ternura que experimento al escucharlo decir aquello. ¿Podría llegar el día en que ella viese al verdadero Sasuke-kun hablarle tan sinceramente sobre sus preocupaciones y emociones? El pelinegro alterno removió sutilmente la rosa frente a Sakura para llamar su atención, obteniendo una mirada con cierta duda de por medio por que ella sabía que aceptar esa rosa significaba aceptar esa segunda opción y atar a Sasuke a cumplirla y eso era lo que ella menos deseaba; Sasuke le sonrió de medio lado al ver reflejados sus pensamientos a través de sus pupilas y repitió la acción, animándola a dejar la timidez y amargura para tomarla, asegurándole que todo estaría bien y que él hacia las cosas por gusto.
Sakura extendió su mano lenta y titubeantemente y tomó el tallo de la rosa; sin embargo y en el proceso, los dedos de Sasuke se tomaron la libertad de retenerla, uniendo sutilmente sus propios dedos a los de ella, dándole una ligera caricia que estremeció el cuerpo de la pelirosa. Jade y negro se encontraron nuevamente, diciendo mil cosas únicamente con la mirada; Sasuke le soltó lentamente y retrocedió algunos pasos sin dejar de mirarla fijamente.
-No me puedo creer que realmente estés haciendo esto. Al principio pensé que eras un simple bocazas pero has demostrado que eres de confianza… Sin embargo, me cuesta trabajo creer que en verdad estas comprometido conmigo y con Sakura-Hime. –Él le miro con duda mientras ladeaba el rostro. Una sonrisa traviesa surco los labios de Sakura.- Aceptare tu propuesta si tú aceptas una sola condición que me asegurará que realmente has hablado con la verdad respecto a mí y mucho más importante aún, con Sakura Hime.
-¿De qué se trata?
-Lo único que te pido es que dejes de andar de mujeriego y de perder el tiempo vagabundeando. Principalmente lo primero. Un Uchiha no puede simplemente dejar de lado su reputación así como lo haces tú y si realmente pretendes que Sakura Hime te acepte cuando regrese, debes asegurarte de ser digno para ella. –Sasuke pretendió refutar pero ella no se lo permitió, apuntándole con el dedo índice de su mano libre.- ¡No hay pero que valga, Sasuke-kun, debes prometer que cambiaras! No solo por mí, en caso de que tenga que quedarme y soportarte como amigo… Sino por ella, por la chica que amas. ¿Entiendes? Demuéstrale que puedes ser mejor persona de lo que tú mismo, de lo que el resto del mundo y de lo que ella creen de ti.
Sasuke parpadeó por breves instantes con bastante perplejidad para sucesivamente carcajear con una alegría sincera y asentir afirmativamente a Sakura.
-Tú ganas… De cualquier forma, tarde o temprano tendría que dejar esa coraza y dejar que los demás vieran mi verdadero yo. ¿No?
-Gracias, Sasuke-kun.
El Uchiha dio media vuelta, dispuesto a salir de un salto de la vista de Sakura, sin embargo y una vez sobre la baranda del hogar de los Haruno, se tomó un breve tiempo para regresar su vista a Sakura por sobre el hombro. Sus labios se movieron pero en ningún momento emitieron sonido; los orbes de Sakura por otro lado pudieron leer perfectamente la frase que emergió de ellos.
"Yo siempre seré tu compañero… Siempre estaré a tu lado, te lo prometo."
.
Road to Ninja: Paradox War
-Secuestro-
.
Sakura andaba por las calles de Konoha con dirección a la torre hokage para hablar con su tío Riosuke; sus orbes jade miraban el camino y de vez en vez, desviaba la vista hacia aquella rosa roja que hubiese recibido esa mañana de mano del Sasuke Uchiha alterno. Sakura soltó un largo suspiro, como esos que solían dar las personas que se encontraban enamoradas y una sonrisilla tonta afloró en sus labios e iluminó sus pupilas al recordar tan atento detalle. Sin embargo no tardo en encerrarse en los recuerdos que había obtenido del mismo Sasuke: Ahora sabia la verdad detrás de su equipo alternativo, rememoró cada imagen y sintió su interior comprimirse con amargura ante ese trágico mal entendido que terminó por quebrantar la vida de Sakura Hime, Menma y Sasuke; no importaba por donde lo mirara ni cuánto tiempo repasase el asunto, a sus ojos aún existía una mínima posibilidad de arreglar semejante enredijo. Sin embargo primero debían hacer algo con Menma… Detener sus planes era primordial para así intentar ayudarlo a regresar a su verdadera esencia pues, aun cuando parecía que él ya se había consumido por completo, Sakura estaba segura de que Menma aun guardaba en su interior un fragmento del chico amable que fuese en su niñez.
Su prueba irrefutable era aquella ocasión en que él le salvo la vida cuando cayeron por el risco luego del ataque de los ninjas de la roca y nadie podría meterle en la cabeza que ese muchacho era cien por ciento malvado. ¿Si no habían podido hacerlo con Sasuke, su verdadero y único amor; como podrían hacerlo con Menma, que era el alterno de su mejor amigo? Algo de Naruto debía quedar en su interior, el problema era encontrarlo y se juraba que una vez que el Namikaze estuviese bajo arresto, se encargaría de encontrarlo costase lo que costase. Su vista volvió de nueva cuenta a la flor que yacía entre sus manos y sus mejillas se sonrojaron a tal grado que no pudo evitar ocultar su rostro entre sus manos. ¿Qué rayos le estaba pasando? O mejor dicho, ¿Qué diablos estaba haciendo el destino? Al principio y al despertar, Sasuke se había mostrado tan temeroso de su reacción que casi creyó que se desmayaría; sin embargo Sakura entendía su miedo, sabía que el temía que luego de ver la verdad ella le repudiase y le abandonara de nuevo a la desesperanza de un futuro incierto y lúgubre. Perder a Sakura Hime había sido doloroso para él, tanto como lo fue para ella perder a Sasuke.
Aun recordaba el brillo que adquirieron sus ojos cuando le dijo que no lo odiaba y que no planeaba dejarle solo; aun recordaba el calor de sus brazos alrededor de su cuerpo y el aliviado tono de su voz con cada agradecimiento que le dio por no dejarlo. Suspiró y pensó en el verdadero Sasuke, aquel que aun en su frialdad y sed de venganza llevaba un alma frágil y atormentada que rogaba por alguien que no le juzgase, que no criticase y que le entendiera. El mujeriego Uchiha era el vivo retrato de los miedos y verdaderos sentimientos de Sasuke y con cada día que pasaba a su lado aprendía más de su Sasuke; de algún modo el amor que le tenía había crecido, madurado y eso la hacía sentir más segura de que podía acercarse a él algún día para brindarle así todo el afecto que Sasuke necesitaba para dejar los fantasmas de su pasado tras de sí.
Sakura llegó a las calles que deban al mercado y notó prontamente que había terminado por desviarse de su camino debido a su ensimismamiento; unos cuantos pasos más a la derecha y al girar sus pies para retomar el verdadero camino hacia la torre hokage, sus ojos pudieron visualizar al pelinegro Uchiha al final de la calle. Su sonrisa se ensanchó ante ello y sus pasos aceleraron para encontrarse con él; sin embargo conforme se acercaba comenzó a ver lo que acontecía en ese lugar y su corazón se detuvo abruptamente. Repentinamente una gran sensación de cólera invadió su cuerpo y la ira le impulsó a seguir su camino con el fin de hacer que él pagase por su osadía. Sus ojos no se despegaron en ningún momento de la imagen frente a sí.
En medio de una multitud de alborotadas adolescentes, Sasuke se encontraba besando a una chica.
.
Él miró al grupo de jovencitas que le rodeaban cual predador a su presa y su cuerpo fue sacudido por una sensación de mal augurio; por primera vez en toda su vida Sasuke Uchiha, el aclamado Play Boy, se mostraba incomodo frente a la masa de féminas frente suyo. Sus pensamientos fueron cortados abruptamente cuando sintió un fuerte jalón sobre su antebrazo para toparse de frente con una chica de cabello rubio y rasgados ojos verdes que le sonrió coquetamente, dejando que el Uchiha temblase de cierto nervio y temor al recordar de quien se trataba.
-Buenos días, Sasuke-chan. ¿Qué haces tan solo por aquí?
-H-Hola Misaki, señoritas… Disculpen, pero debo irme.
-¿Pero porque tanta prisa? ¿Acaso tan nervioso te pongo, lindura?
-¡No estoy nervioso! –Ella sonrió de medio lado.
-¿Enserio? ¿Entonces por qué estas temblando? ¿Acaso temes no poder controlarte si me tienes tan cerca? –Sasuke la ignoró y miró por los lados. La chica frunció el ceño.- ¿A quién buscas? ¡¿No me digas que le temes a la frente de marquesina Haruno?!
-¿Frente de…? ¿Hablas de Sakura?
-¡Por Kami-sama, Sasuke-kun! Es así como todos le llaman hoy en día. La hija del hokage ya no es tan valiente y audaz como nos hacía creer que era, seguramente ya se cansó de jugar a ser mejor que todas y quiere hacer amigos por qué se siente sola.
-¡Cierto, cierto! La han visto huir de Hinata Hyuuga como toda una chiquilla miedosa, ha huido de la aldea en varias ocasiones y para colmo, anda de aquí para allá mostrándose gentil y bondadosa con todo el mundo. ¿Pueden creerlo? ¡Es patético! –Siseó otra chica, siendo apoyada por el resto. Sasuke frunció el ceño con fuerza.- Me parece que Sakura está equivocada si cree que puede ser aceptada por el resto aparentando amabilidad. Antes al menos le teníamos respeto… ¡Seguramente fingía ser alguien fuerte, se creía mucho de la fama de sus padres! Ahora nos da lástima, no es más que una peli teñida buena para nada.
-Ellas tienen razón, Sasuke-kun… La verdad es que no sé qué fue lo que te llamó la atención de ella. ¿Tal vez su horrible cabello color chicle; su enorme frente o su nada proporcionado cuerpo? Es más que obvio que lo único que tenías con ella eran las ganas de jugar, ¿no es así?
-Ya basta, Misaki.
-¿Qué? ¿Acaso la vas a defender? ¡Por favor, no finjas que te importa! Hace mucho que ustedes dos no pueden figurar en esa clase de confianza… Ambos sabemos que ella no podría ser lo suficientemente complaciente para ti.
Para sorpresa de las jóvenes, Sasuke tomó las manos de la rubia y la apartó de él de un tirón que la hizo retroceder algunos pasos. Sasuke les miró con total repulsión y enojo, tanto que inclusive parecía que sus ojos cambiarían al terrible sharingan que nunca en su vida le habían visto usar; cada una de las chicas tembló ante aquella gélida mirada, sintiéndose completamente intimidadas y arrepentidas de sus palabras. Incluso Misaki, quien solía ser la chica más fuerte y líder de las fans girls del Uchiha había terminado por encogerse sutilmente ante su presencia.
-¿Quién carajos se creen para hablar de ella de ese modo? ¿Creen que pueden hablar de ella tan fácilmente y juzgarla cuando no saben ni una pisca de lo que Sakura es? Que ridículo… Las únicas mujeres que no valen la pena son aquellas que aman a un hombre solo por su imagen corporal; las únicas mujeres que no merecen ninguna clase de admiración son aquellas que critican a espaldas de las personas por envidia… La llaman cobarde, ¿pero que han hecho ustedes durante sus misiones? ¿Qué han hecho ustedes por el bien de Konoha? Sakura ha logrado que Suna se aliara con nosotros, es por ella que muchas aldeas piensan dos veces antes de atacarnos… -Una cruel sonrisa socarrona se formó en sus labios, a la par en que sus manos se cruzaban sobre su pecho.- Si ser aceptada por gente como ustedes significa rebajarse al mismo nivel de mierda, entonces entiendo por qué Sakura nunca ha querido ser como ustedes y es precisamente eso lo que me atrae de ella. No es como ustedes, ella es noble y fuerte, es alguien que lucha por sus ideales y aunque todos parecen ir en su contra, jamás se deja caer, de algún modo se pone de pie. No se equivoquen, si estoy tras de ella es porque veo el inconmensurable valor de su persona… Algo que no puedo presumir de personas tan miserables e inútiles como ustedes.
-¡¿C-Cómo te atreves a decirnos algo como eso?!
-Creí que eras más inteligente, Misaki, si les digo esto es porque es la verdad. ¡Jamás podría interesarme por ustedes que no son ni la mitad de lo que Sakura es! ¿Creen que por hablarles lindo y regalarles algunas que otras flores ya son especiales para mí? ¡Pero que ingenuas! He sido rechazado por Sakura muchas veces, tenía que buscar una forma para intentar llamar su atención… ¿Qué mejor que un grupo de niñitas que desfallecen por mí con tan solo un movimiento de mi mano?
Las chicas a su alrededor no pudieron evitar susurrar entre ellas, alzando con poca energía una que otra voz que le llamaban patán y desvergonzado; Misaki gruñía como una loba herida y eso solo le dio un gran sentimiento de satisfacción. ¿Hacia cuanto quería decirles todas esas cosas? ¿Cuánto tiempo tuvo que soportar sus acosos, cuánto tuvo que fingir ser amable con ellas cuando les repudiaba por ser tan plásticas y superficiales? ¡Dios, bastante tiempo! Hacer aquello más que causarle una preocupación por ser juzgado de grosero y ególatra, le consideraba una carga innecesaria que estaba por fin desechando. Sin una palabra más de por medio, Sasuke se giró y dio por terminada la conversación, dejando en claro que se marcharía sin mirar a ninguna de las chicas a las que había ofendido. Justo en ese instante, Misaki pudo divisar a una persona muy peculiar acercándose a ellos a toda velocidad y sin pensarlo dos veces, llevó a cabo su venganza: Estirando sus manos volvió a tironear de Sasuke quien se giró a ella de nueva cuenta totalmente furioso y dispuesto a discutir; sin embargo él no espero que la rubia se alzase de puntas, sujetase su nuca con fuerza y le plantase un exigente y ardiente beso. No correspondió pero tampoco pudo alejarse pues inesperadamente el agarre de esa chica había resultado ser fuerte y para cuando logró alejarla de él, ya era demasiado tarde.
-¡Eres un mentiroso de mierda, shannaro!
Sasuke giró su rostro en búsqueda de la persona que había gritado aquello y se topó directamente con una de las rosas que él acostumbraba regalar y sin siquiera esperarlo, la persona que hubiese buscado con anterioridad apareció magistralmente ante él y golpeó su estómago con brutal fuerza. Misaki y el resto de las mujeres no pudieron evitar retroceder con temor al ver como Sasuke salía volando metros atrás hasta caer estrepitosamente al suelo; Sasuke escupió un poco de sangre y observó con cierta dificultad a la mujer que le golpease con total nerviosismo y preocupación: Sakura se mantuvo en el mismo sitio con la mano aun empuñada al aire y la rosa que tanto hubiese valorado, se encontraba bajo sus pies hecha pedazos. Ella comenzó a andar hacia él, quien apenas pudo incorporarse sobre el suelo.
-Yo creía en ti… ¡Creí que eras sincero cuando dijiste todas esas cosas! Pero para ti todo es un juego… Lo que dices sentir por Sakura-Hime no es verdad, ¡eres un maldito! ¡¿Crees que es divertido jugar con las emociones de los otros?! ¡¿Crees realmente que no nos lastimas actuando así?! Tú no eres distinto a él… A Menma y a Sasuke… ¡Eres detestable! –Gritó.
-E-Espera… Esto no es lo que i-imaginas…
Ella no escuchó sus palabras al tiempo en que se encaminaba de nuevo a él, y una vez frente a Sasuke, le alzó de su ramera oscura, totalmente dispuesta a golpearlo de nuevo pero justo en el momento en que su puño golpearía contra el rostro del Uchiha, alguien apareció en escena y detuvo su brazo. Sakura alzó la mirada hacia la joven pelinegra que le impedía llevar a cabo su movimiento y frunció el ceño al reconocerla; la chica de ojos perla no se inmuto ante la mirada de advertencia que Sakura le lanzó y se mantuvo sujetando su brazo por largos segundos.
-Quítame las manos de encima, Hinata.
-No lo hare… Lo que estas apunto de hacer no es correcto, no permitiré que hagas algo contra Uchiha sin siquiera darle tiempo para darte una explicación.
Sakura chasqueó la lengua y tras soltar a Sasuke, enfocó su ira de lleno contra Hinata quien por primera vez se propuso a ser el objeto que canalizara la ira de la princesa de Konoha; de algún modo fue gracioso, ahora podía ver mejor cómo se comportaba la pelirosa a través de su propia persona cuando solía ir a buscarle pelea.
-¡¿Qué puedes saber tú al respecto?! ¡¿Desde cuándo lo defiendes?!... Ya veo, así que tú también eres parte de este show barato, ¿no es así? ¡Ustedes dos han estado engañándome de nuevo, ¿no es así?!
-Debes calmarte, no estás pensando las cosas con claridad y esa no es la forma en que la hija del Hokage se comporta. Tú lo has dicho una y otra vez, así que por favor, intenta calmarte y escucha lo que él tiene que decirte.
-¡No quiero escucharlo! ¡Todo lo que él dice no tiene valor, no se detuvo para mentirme cuando había jurado cambiar y ser sincero! ¡Dice amarme pero coquetea con miles más y luego…! ¡¿Luego pretende que ignore lo que mis ojos vieron?! No… Si le doy la oportunidad él terminará por herirme… Más de lo que ya lo ha hecho, de lo que ya lo ha hecho con ella…
-¿Ella? ¿Qué quieres decir con eso?
-Solo deja de meterte en esto, Hinata o me veré en la necesidad de dejarte fuera del asunto por otros medios.
Hinata enfureció ante su irracionalidad y le sujetó por su chaleco rojizo, evitando así que volviese a arremeter contra el Uchiha o alguna chica de su club de fans, que se habían acercado a él para intentar ayudarlo a ponerse de pie –Aunque fueron totalmente ignoradas por el mismo–.
-¡No seas estúpida! ¡Sé que estás molesta pero si dejas que las emociones te dominen terminarás por cometer un error del que te arrepentirás toda tu vida! ¿Ya olvidaste lo que pasó años atrás? ¡Todo eso es buen ejemplo de esto! ¡No escuchaste los motivos de otros, ni siquiera pensaste en la versión que otros teníamos que decir y todo se fue a la mierda! ¿Planeas hacer lo mismo ahora? –Sakura dio un respingo al atar cabos sobre lo que Hinata decía y permaneció en silencio, dispuesta a escucharla.- No soy tu amiga pero tampoco lo soy del bueno para nada de Uchiha… Sin embargo, tú siempre has sido una persona que busca la verdad y aunque has sido muy estúpida en el pasado, has aprendido a escuchar a los demás para entenderlos y es por eso que ahora has logrado ser reconocida por todas las naciones… Haz lo mismo ahora, antes de levantar un juicio contra Sasuke, permítele decirte su propia historia y verás con tus propios ojos la verdad de lo que sucedió aquí.
Sakura desvió la mirada de Hinata al suelo y comenzó a pensar sobre las palabras que la princesa de la rama principal Hyuuga había exclamado; sus orbes jade volvieron a alzarse y miraron la profundidad de los ojos de la pelinegra y se sorprendió de no encontrar nada del odio con que siempre le había mirado. Gran parte de la ira que tenía en su interior se esfumó al entender que ella no intentaba engañarla y solo quedó un rastro de frustración, tristeza y exigencia. Sus ojos se volcaron sobre Sasuke quien se puso de pie ayudado por la pared a sus espaldas y cuando sus ojos se conectaron, Sakura supo que no tendría la fuerza necesaria para retirarse sin escuchar lo que él tuviese que decir a su favor. Extrañamente, también supo que terminaría por creerle y por ende, perdonándole. Sasuke la miró con esperanza, mientras el séquito de fan girls se acercaba a sus costados para evitar que la furia de Sakura se volcase sobre ellas; la gente alrededor miraba atentamente la situación, después de todo no era frecuente ver a la seria y tranquila hija del Hokage fuera de sus estribos y mucho más, verla demostrando semejante espectáculo de fuerza bruta. La postura rígida se relajó y Sakura procedió a cruzar sus manos sobre su pecho mirando a la par al joven Uchiha.
-De acuerdo, te escuchare… ¿Qué fue lo que sucedió?
Sasuke sonrió ligeramente y asintió a forma de agradecimiento por permitirle hablar; sin embargo no hubo tiempo de explicaciones una vez que la tierra bajo sus pies tembló y una lejana explosión se hizo ver a la distancia, siendo seguida de muchas otras más en diferentes puntos de la aldea. Sakura trastabilló sobre sus propios pasos, alzando la mirada al ver pasar sobre ellos misteriosas sombras que le fueron imposibles de reconocer ante su ágil velocidad. Una sombra se cernió sobre Sasuke, quien únicamente pudo respingar con total asombro ante aquella presencia y cubrió sus ojos para evitar ver su propia muerte tras el impacto que recibiría al igual que hicieron las chicas a su lado. El grito de las féminas se ensombreció ante el ensordecedor ruido del choque contra la tierra, perdiéndose al igual que sus dueñas entre el polvo del impacto. Un momento de silencio y Sasuke procedió a abrir sus orbes, extrañado de no sentir alguna clase de dolor o de mantenerse con vida aun; sus orbes se ensancharon con sorpresa cuando la vio a ella: Sakura estaba al frente sobre el ligero cráter y los restos de su atacante, manteniéndose ligeramente inclinada hacia el frente con el puño nuevamente al aire pero a diferencia del golpe que él hubiese recibido, esta vez su mano brillaba en un color azulado que fue desvaneciéndose poco a poco.
El aire mecía los cabellos rosados constantemente mientras ella procedía a erguirse de nuevo y cuando le miró por sobre su hombro con sus orbes destellantes de seriedad, Sasuke sintió su corazón detenerse por breves instantes; aquella postura rígida y desafiante, el aura de seguridad y poderío que giraba en torno a su presencia y aquellos ojos, esos ojos que demostraban una férrea voluntad al pelear… Si, ella era su vivo reflejo. Por un momento, Sakura Hime había vuelto a su mundo a través de la pelirosa frente a él. El Uchiha se quedó sin palabras no solo por la fuerza que había demostrado, sino por su velocidad y habilidad para anticiparse al ataque que él estuvo a punto de recibir; aun cuando el pánico estaba infestando su alrededor, Sasuke y el grupo de chicas tras suyo no salieron de su asombro y se mantuvieron quietos, como si nada de lo que estaba sucediendo pudiese causarles más daño.
Sakura por otra parte volvió su mirada de nueva cuenta hacia el enemigo bajo sus pies y frunció el ceño al confirmar su predicción: aquellos seres que estaban atacando la aldea no eran otra cosa más que marionetas. Entrecerró los ojos y apretó sus manos a sus costados hasta hacer crujir sus nudillos al notar la marca que yacía sobre una de las tantas piezas destrozadas de madera sobre el suelo; el escorpión rojo no dejaba duda del amenazante enemigo al que se enfrentaban: Akasuna no Sasori. Una gota de sudor corrió por su cien, definitivamente nunca creyó la posibilidad de que Sasori estuviese con vida en aquel mundo y que, por azares del destino, se viese de nueva cuenta involucrada con él. Girando sus pasos a sus espaldas, observó con autoridad al Uchiha y a las demás mujeres tras el mismo.
-Este no es un lugar seguro… Sasuke-kun, Hinata, lleven a estas chicas con ustedes y vayan a alguno de los refugios fuera de las murallas. Intenten llevar a todos los civiles que puedan, ¿entienden? –Sasuke parpadeó rápidamente.
-¡¿Qué se supone que significa eso?! ¡¿Qué acaso tú no nos acompañaras?!
-Eso no es relevante ahora, Sasuke-kun, apresúrense y márchense de este lugar.
Sakura estuvo a punto de echar a andar directo al punto del cual sentía provenir el chakra del Akazuna y sin embargo, su movimiento se vio incompleto cuando Hinata le sujetó fuertemente por el antebrazo con pocas intenciones de dejarle marchar.
-¡¿Es que estás loca?! ¡Ese tipo es el escorpión rojo, uno de los más peligrosos shinobi dentro de la Akatsuki! ¡Si piensas que te dejaré ir para que cometas semejante locura, estás muy equivocada! ¿Es que no lo ves? ¡No puedes ganarle! –Sakura gruñó.
-¡Claro que puedo! Esta no será la primera vez que me enfrento a Sasori, tal vez las circunstancias sean distintas pero sé que puedo hacerle frente. Entiendo tus palabras pero si permito que esto continúe… -Su ceño se frunció y agitó su cabeza negativamente al imaginar la cantidad de pérdidas.- Eres tu quien no ve las cosas, Hinata… No soy la niña que necesitaba que otros le protegieran. Soy más fuerte y capaz de lo que parece…
-…Pero aun así, yo no… ¿Qué pasaría con Konoha si te perdemos? Nosotros no podemos dejarte ir…
La pelirosa supo observar perfectamente lo que Hinata quería decir, al fin podía ver los estivos de la dulce y tímida Hinata que se quedó en su mundo y sonrió, porque por primera vez en todos sus encuentros se sentía en la capacidad de conectarse con ella y entenderla, de comprender todo eso que ella quería decir a través de su rudeza. La princesa de los Hyuuga pareció comprender a su vez lo que Sakura quería y lentamente le soltó; Sasuke intervino al acercarse a ella y antes si quiera de hablar, Sakura alzó su mano y acunó la mejilla del pelinegro, regalándole una sutil caricia a través de la palma de su mano. El Uchiha realizó una mueca de disgusto y se negó mentalmente a dejarla marchar, demostrándolo al alzar su mano libre y sujetar la de ella.
-…No lo hagas.
-Debo ir, en estos momentos soy la única persona que puede hacerle frente a Sasori… ¿Lo entiendes verdad? Ahora debes irte de aquí, yo estaré bien.
-Lo sé, sé que eres fuerte pero Hinata tiene razón… Si te pierdo a ti, las habré perdido a las dos.
-Entiendo perfectamente cómo te sientes pero te aseguro que nada de eso volverá a pasar. Volveré, ten por seguro que regresaré sana y salva. Luego de que esto termine, iremos a Ise y juntos traeremos de vuelta a casa a Sakura-san… -Ella le sonrió dulcemente, sintiendo el agarre de Sasuke desfallecer lentamente hasta mantenerse efímeramente aferrado a la punta de sus dedos. Por otra parte, Hinata entrecerró los ojos al escucharles.- Siento mucho lo que pasó antes, Sasuke-kun y sé que no tengo derecho a pedir algo que no tuve contigo pero necesito que confíes en mí ahora… Cree en mí, por favor.
Sasuke observó su pequeña mano desprenderse de la suya, dejando tras de sí una promesa que él deseaba verla cumplir mientras veía la espalda de la pelirosa perderse a la distancia entre el humo y los escombros. Aun cuando quería mostrar sus verdaderos poderes, sabía perfectamente que aquel no era el momento preciso para ello. Tomando aire profundamente y siendo asistido por Hinata, indicó a las jóvenes tras suyo a seguirle y marchó junto a ellas por las calles de la hoja siendo respaldado prontamente por jounnin quienes les guiaron hasta una de las guaridas que Konoha usaba como refugio. Encontrándose con muchos de sus compañeros de generación y siendo espectador lejano de la batalla que tenían los shinobi de la hoja, Sasuke fue invadido por una sensación negativa, una que al menos parecía indicarle que nunca debió dejar sola a Sakura-chan.
.
-Así que este es el poder del Sharingan, ¿he?… Maravilloso.
Menma observó con una sonrisa bajo su marcara al peón que Madara estaba utilizando para destruir la tan aclamada y poderosa Konoha, aquella aldea que le hubiese visto nacer y que a su vez, marcase la perdición de su persona en la oscuridad; Tobi parecía estar bastante aburrido, observando los movimientos del marionetista pelirrojo con poco interés, cosa contraria de la que pasaba con el Namikaze, quien aun con la máscara cubriendo su rostro, transmitía un aire de felicidad y deleite típica a la de un niño. Ellos observaban todo desde uno de los tejados de una de las casas del lugar, pasando totalmente desapercibidos por los jounnin de la hoja que batallaban incesantemente contra Sasori. El Akatsuki realizaba movimientos robóticos pero firmes, determinados únicamente para la matanza y la aniquilación total de cualquiera que estuviese al paso de sus marionetas; sus ojos carecían de esencia, manteniendo su ser consiente en el interior de su mente y dejando a su cuerpo ser manipulado libremente por el genjutsu del sharingan Uchiha.
-Los Akatsuki son uno de los grupos de shinobi más peligrosos de todo el mundo y sin embargo, no son rivales para quienes nacemos dentro de la estirpe Uchiha.
-Los ojos del clan Uchiha… Ahora comprendo por qué ha sido una de las familias legendarias más temidas por las naciones ninja. Al principio creí que el Sharingan no era más que una herramienta que te permitía predecir y anticipar los movimientos de tus enemigos, además de usar el genjutsu como una de sus formas básicas para confundir al enemigo… -Menma volvió su atención a Tobi, cruzando sus manos sobre su pecho.- Sin embargo el poder que esos ojos rojos son capaces de adquirir es simplemente increíble. No importa por donde lo veas, si esto es solo un poco de todo lo que el Sharingan puede otorgar, entonces me vendría bien adquirir uno para mi propio uso.
-El jinchuriki del nueve colas con un sharingan… La idea suena muy tentadora. Por el momento, es mejor que pongas atención al frente pues el motivo por el que hemos venido aquí está por aparecer…
-¿Qué intentas decir con eso?
Justo en ese momento, los ojos de Menma pudieron captar el instante exacto en que una nueva presencia lograba escabullirse entre el centenar de marionetas que protegían a su creador e impactaba contra el mismo un golpe lo suficientemente fuerte para arrojarlo al suelo. Luego de su fortuito encuentro bajo la lluvia y la caída en la cascada, la mujer cuyas largas noches habría de ser su mayor anhelo estaba ahí haciendo frente a un asesino bajo las ordenes de Madara; la observó gritarle a Sasori quien no tardo mucho tiempo en ponerse de pie y arremeter contra ella, dejándole apreciar la calidad de pelea que esa chica alterna era capaz de tener y no pudo evitar sentirse emocionado pues aquella chica había resultado ser mucho más interesante de lo que anteriormente pudiese parecerle. Entre polvo y madera, la frágil mujercilla se alzaba ante si como una combatiente legendaria inteligente y fuerte, una que pese a su fragilidad llevaba dentro de sí un poder y fortaleza difícil de doblegar; indudablemente, Menma pensó que esa chica debía tenerla entre en sus manos y así doblegarla, hacerla caer por él: Destruir por completo su orgullo al humillarle, hacerle pasar el dolor más grande que ella jamás hubiese experimentado solo para satisfacer lo que nunca pudo hacer antes con Hime.
Pero más que buscar hacerle daño a ella, buscaba hacérselo a Uchiha Sasuke y obtener así su ansiada batalla final.
Tobi observó con diversión al Namikaze, intuyendo prontamente lo que él pensaba y sonrió bajo su máscara de espirales, ese chico estaba completamente torcido. Para cualquier otro podría parecer que Menma realmente hacia todo aquello por simple odio o por mera diversión, pero la realidad era que ese chico quería provocar a una fuerza que pudiese competir contra sí mismo, una que fuese capaz de estar a la altura y derrotarle, brindándole una paz que desde pequeño siempre anhelo. Y al parecer, ese alguien tenía que ver directamente con la molesta pelirosa… El sharingan se entrecerró entorno a ese muchacha y Tobi reconoció que ese chiquilla tenia talento pero no sería lo suficiente para hacerle frente a Menma o al el mismo, incluso si derrotase a Sasori, ella no representaba una amenaza… no una potencialmente problemática para sus planes con Menma.
Y entonces, Sakura dio el golpe definitivo a su contrincante.
Menma no pudo evitar mostrarse sorprendido ante la fuerza del puño de esa mujer, que había logrado conectar directamente contra el rostro de Sasori a quien terminó arrojando contra el suelo en un impacto potente que le enterró algunos metros bajo tierra. Pero el asombro aumentó cuando ella se irguió en su posición y alzó su mirada directamente hacia él, con sus orbes jades rebosantes de un brillo de enojo y desafío claro hacia su persona, ¿Era acaso el simple hecho de verse observado bajo la pureza de esas pupilas jade lo que le ocasionaba ese estremecimiento vago de vergüenza? ¿Qué era lo que esa chica provocaba en él? Retuvo el impulso de retroceder y tras retomar su humor sarcástico, comenzó a aplaudir, siendo el sonido de sus manos al impactar entre ellas lo único que resonara en la aldea que guardaba silencio entre el crepitar de las llamas y la conclusión de un desastroso ataque de marionetas. Él detuvo sus movimientos al cabo de algunos segundos, colocando sus manos ahora sobre sus caderas mientras la miraba.
-¡Bravo! Debo decir que jamás espere que tuvieras un poder tan jodidamente monumental en tan pequeño cuerpo.
-¿Así que has sido tu quien controlaba a Sasori? –Menma parpadeó.
-¿Te diste cuenta?... Ya veo, así que es por eso por lo que tu golpe no lo has usado con intención de asesinarlo. ¿Cómo fue que…?
-Una de las reglas básicas de un ninja medico es nunca apartar la mirada de tu oponente, eso te dará la clave para descubrir su punto débil. Sasori es un maestro marionetista y dado a que ya conozco esa clase de movimientos, fue fácil reconocer que algo en él no estaba bien; sus movimientos mecánicos, impulsivos y para nada disfrazados… Solo alguien que no es consciente de sí mismo combate así. Y tomando en cuenta al tipo que respalda tus movimientos, fue fácil deducir que estaba bajo el influjo del sharingan. –Tobi bufó.
-Sería bueno que acabaras con ella de una vez por todas Menma-kun. Que una mujer tenga tantas agallas solo puede traer severas complicaciones a la vida de un hombre.
Contra cualquier pronóstico que Tobi pudiese tener sobre los siguientes movimientos del Namikaze, el jinchuriki desapareció de la vista del mismo y reapareció, cayendo con gracia algunos pasos delante de la pelirosa Haruno quien no pudo evitar retroceder ante lo sorpresivo de su acercamiento. Menma alejó de su rostro rápidamente la máscara de zorro que la cubría y le sonrió socarronamente, poniéndola aún más nerviosa por la mirada que él le dirigía.
-Tu parecido con Sakura Hime es impresionante… Aunque lo que más impresiona es el hecho de que una mujer sea tan inteligente y hermosa al mismo tiempo, además de tener una monstruosa fuerza. Debo admitir que no solo lograste engañarme haciéndote pasar por la hija del Yondaime, sino también a todas las naciones ninjas… Eres una chica muy astuta.
-Sabes que soy la alterna de Hime-sama, ¿Qué tanto más te ha dicho ese bastardo de Tobi sobre esto? Acaso… ¿Acaso es por ello que has causado todo esto?
-En lo absoluto, la verdad es que mi propósito era únicamente deshacerme de una vez por todas de esta basura de aldea. Pero Tobi me comentó algo sumamente interesante al respecto y bueno, al verte pelear contra Sasori, pude confirmar que esa información era verdad. –Lentamente comenzó a avanzar hacia ella, sonriendo al no verla retroceder y mantenerse dispuesta al combate.- Eres su viva imagen y sin embargo, existen tantas diferencias en tu persona que me llaman mucho la atención… En aquel día lluvioso; aquel día que caímos por la cascada e incluso ahora, simplemente no termino de fascinarme…
-¡No te acerques!
-¿O qué? ¿Intentaras matarme? Soy un jinchuriki, mujer, no hay forma de que tu poder pueda afectarme en lo absoluto… Enfrentarte a mí solo significaría ir directamente a tu muerte.
-Es cierto, comparado con tu poder, mi fuerza no es lo suficiente para vencerte y tal vez sea cierto que intentar ir contra ti sea un acto suicida… Pero yo… Yo no puedo permitir que sigas haciendo tanto daño a tantas personas inocentes, no puedo simplemente quedarme sin hacer nada. ¡Yo no puedo darme por vencida! –Menma se detuvo, sorprendido por su fiereza al hablar.- Hacer eso sería volver a la antigua yo y no lo permitiré, soy una kunoichi, soy un shinobi que pelea hasta el final por sus ideales. Y peleare, aun si en el proceso debo perder mi vida lo haré. No importa que tan imposible sea, ¡Voy a detenerte a cualquier precio, Menma!
Sakura se lanzó al ataque cubriendo sus puños con un chakra azulado, intentando dar algún golpe a su arrogante enemigo que contrario a cualquier cosa, se dedicaba únicamente a esquivar los movimientos de la pelirosa sin despegar su asombrada vista de ella; en efecto Menma sabía que podía detenerla en cualquier momento y sin embargo no lo hacía por el simple hecho de que se sentía extrañamente cautivado por sus firmes palabras y su perseverancia en pelear en una batalla que por obvias razones perdería. Entrecerró sus ojos y sus labios mostraron una sonrisa maliciosa, ella era una joya única y estaba seguro de que debía hacerla suya a cualquier costo. Sakura lanzó un puñetazo que paso a un costado de su rostro y antes siquiera de que pudiera prevenir su movimiento, Menma la tomó fuertemente de la nuca y atrajo su rostro al suyo, besándola en medio de la pelea y dejando a la pelirosa totalmente sorprendida por ello.
Por una fracción de tiempo todo se detuvo, el cuerpo de Sakura no pudo responder en lo absoluto ante el shock de encontrarse en semejante circunstancia; no fue hasta que Menma intento profundizar el beso que ella reaccionó y reuniendo gran parte de su fuerza, colocó un gancho directo contra su hígado, enviándolo metros lejos de ella. A pesar de la fuerza con que le había golpeado, el jinchuriki retrocedió deslizándose sobre la arena por el impulso de su puño y al erguirse por completo, no mostro rastro de afectación ante su ataque. Menma no pudo evitar reír con gracia al verla cubrir su boca con apuro y mirarle con sus orbes jade brillando entre el bochorno y la furia.
-Eres un idiota… –Él silbó.
-¡Pero que lenguaje tan rudo! Esa no es manera de hablar, señorita… Mereces un castigo. ¿Debería acabar con toda Konoha de una vez por todas? ¿O debería ir tras tus tíos y compañeros de generación? –Sakura apretó las mandíbulas totalmente furibunda; una sombra fue posicionándose detrás suyo sin que se percatase de ello.- ¡O mejor aún! ¿Qué tal si voy personalmente hasta el refugio de la aldea y le quito la vida a cada una de esas personas para después matar lentamente frente a tus ojos a tu adorado Sasuke-kun?
-¡De ninguna manera!
Sakura saltó de nueva cuenta a él pero en pleno vuelo fue detenida por una extraña criatura que portaba una máscara igual que la de Menma y que inmovilizó su cuerpo con una extraña tela flotante; intentó liberarse constantemente pero mientras más fuerza ejercía más de esa tela ascendía y sujetaba con mayor fuerza su cuerpo. Menma se acercó a ella con total confianza una vez que Sakura no pudo mover ni un musculo más allá de su cabeza, se detuvo frente a ella y sostuvo su rostro con dirección a él tras sujetarle por la barbilla. Sus orbes azules brillaron con diversión y total placer de verla imposibilitada ante sus marionetas.
-…Te tengo, Sakura-chan…
-¡Sakura!
Menma ensanchó los ojos al escuchar aquella voz y alzó lentamente su mirada hacia un lejano punto por sobre el cráter en que se encontraba: Sasuke Uchiha estaba observándoles con la frente perlada en sudor y la respiración agitada, llevando una gesticulación de horror al verle. Azul contra negro, Menma pudo ver perfectamente el temor que Sasuke tenía al pensar que asesinaría a la pelirosa frente a sus ojos de nueva cuenta y sonrió, ampliamente, porque le dejaría muy en claro que las cosas serían peor para él al quedarse con la incertidumbre de todo lo que tenía planeado hacer con ella. Sakura volvió su mirada jade al mismo punto que Menma y ensanchó sus ojos con desesperación, zafándose del agarre del Namikaze con un fuerte tirón.
-¡Vete de aquí, S-Sasuke-kun!
El Uchiha observó con total estupefacción como la criatura que sostenía a Sakura le cubría por completo mientras sus oídos eran torturados con la ensordecedora risa de Menma, quien a la par de su secuaz comenzó a elevarse hacia donde reposaba un hombre enmascarado. Cualquier indicio de pelea que pudiese tener fue aplacado al reconocer a ese misterioso sujeto como el traidor Óbito Uchiha, ¿Cómo podía ser que ese hombre estuviese vivo cuando su hermano le había matado hacia tantos años atrás? Óbito por su parte dio un sutil respingo al observar al Uchiha o más bien a aquella sombra algunos metros a su lado y que, aparentemente, solo él podía ver; su ojo se entrecerró con diversión, su sharingan podía verla perfectamente y tras mirar a la pelirosa cautiva, volvió a mirar a ese espíritu con total sadismo, se encargaría de destruirlas por igual. En un salto y sin que Sasuke se diese por enterado, Hinata Hyuuga apareció a su lado y que, tras percatarse de lo que estaba pasando, se giró a Sasuke –Quien permanecía en shock– y tras sujetarlo por su ramera, le obligo a volver a la realidad.
-¡¿Qué demonios se supone que estás haciendo, Uchiha?! ¡Están llevándose a Sakura, debemos hacer algo, maldita sea!
-¡Es tarde, ella me pertenece ahora! –Proclamó Menma.
Tobi no espero algo más y ante los ojos de los shinobi de Konoha, comenzaron a desvanecerse en un giro constante de espirales hasta que desaparecieron totalmente, llevándose consigo a la alterna Haruno. Entre el crepitar del fuego, Sasuke maldijo en un grito que rompió con el silencio que inundaba la aldea; un grito que expresó toda la frustración de perder por segunda vez a Sakura, un grito que demostró su exasperación ante el futuro incierto de la pelirosa al merced de Namikaze Menma. Hinata dejó de sostener su peso y cayó de rodillas al suelo, sintiéndose impotente e inútil al no poder hacer nada para detener al jinchuriki; sus ojos perlas miraron el suelo y sus manos se empuñaron sobre ella, dejando las marcas de sus dedos sobre la arena. Las nubes ensombrecieron el lugar e improvistamente, gotas de lluvia comenzaron a caer sobre sus cuerpos, volviendo el suceso aún más trágico de lo que ya era. Hinata condujo su mirada al Uchiha, quien mantenía sus mandíbulas fuertemente apretadas y su vista oculta bajo sus mechones de cabello; ella no dijo nada y en silencio, Hinata supo perfectamente que era lo que rondaba en la mente de Sasuke, en ese momento solo esa pregunta podía existir en la cabeza de ambos. Una sombra a la lejanía observaba al menor de los Uchiha, llevando consigo al desfallecido akatsuki, oculto en una capucha oscura.
¿Qué se suponía que harían ahora?
.
Menma parpadeó rápidamente para acostumbrarse a la nueva vista que tenía, reconociendo pronto que al fin estaban de regreso en su escondite; con una breve mirada, su secuaz enmascarado soltó sin cuidado alguno a su rehén dejándola caer al suelo. Menma la sostuvo a tiempo antes de que ella golpease el suelo y la alzó en sus brazos, dedicándose a mirarla fijamente entre sus manos. Tobi hizo lo mismo con el pelinegro, a la espera de cualquier acción por parte del mismo y no pudo evitar lanzar un suspiro de exasperación luego de breves segundos de espera.
-¿Qué demonios es lo que estás haciendo? Deja de jugar y apresúrate a matarla.
-Sobre eso… He cambiado de parecer con respecto a esta chica. No tengo ninguna intención de asesinarla por ahora.
-Dices que no vas a matarla, ¿Entonces para que la has traído?
-Digamos que soy un hombre que gusta de jugar un poco con su presa antes de devorarla por completo… Quiero conservarla.
-¿Cuánto tiempo?
-El suficiente para satisfacerme hasta que pierda el interés o bien, hasta que Sasuke venga a buscarla. ¿Hay algún problema con ello?
-El problema es esa niña precisamente, si la dejamos con vida nuestros planes se irán por completo a la mierda. ¿Es que no lo ves? Esa mocosa es solo un estorbo y si continúas prestando más atención a esa chica, terminarás por perder la cabeza. –Menma pareció ignorarlo y comenzó a andar por los pasillos del lugar. Tobi enfureció.- ¡Eres un mocoso estúpido! Estas totalmente fuera de control y estás perdiendo de vista lo que es importante por querer divertirte con esa mocosa. ¡Debes asesinarla ahora mismo, Menma!
-¿Acaso intentas darme órdenes?
En cuestión de un parpadeo, el enmascarado se vio totalmente sometido ante un grupo de criaturas que compartían una misma máscara de zorro, quienes le mantenían contra el suelo y con la amenaza latente de sus armas, dispuestas a asesinarle sin que él pudiera impedirlo. Tobi frunció el ceño bajo su máscara anaranjada al darse cuenta que el chakra del Kyuubi emanaba sutilmente de aquellos seres y renunció a cualquier plan de escape que pudiera tener en mente.
-Tobi, ¿es que acaso tengo que repetirlo otra vez? Pensé que ya había sido bastante claro cuando dije que nadie puede darme órdenes. Nadie está por encima mío, ni siquiera tú… Por otra parte, quiero dejarte claro una cosa más… - Menma se giró brevemente para mirarlo con sus orbes reluciendo en un tono carmesí.- Esta mujer me pertenece ahora, solo yo puedo decidir qué hacer con ella y si llego a saber que intentas disponer de su vida en contra de mis deseos, me asegurare de matarte de la peor forma que puedas imaginar. ¿Está claro?
-…Entiendo.
-Eso está mejor. Sería una pena asesinar a tan buen colega solo por una estupidez como esta, ¿no lo crees?
Sin una palabra más, Menma continúo su camino perdiéndose al final del pasillo y luego de que el mismo desapareciese, Tobi fue liberado por los seres enmascarados que dieron algunos pasos frente a él, manteniéndose a la expectativa de cualquier ataque por parte del Akatsuki. El de máscara anaranjada los miró por largo tiempo, ocultando el sentimiento de rabia que carcomía su interior; de un momento a otro, Tobi observó a esos individuos desvanecerse hasta convertirse en un grupo de pequeños zorros enmascarados que abandonaron el recinto en un veloz salto. Óbito, el verdadero ente tras la máscara de espirales maldijo en voz alta y apretó sus manos a sus costados hasta que los nudillos se volvieron blanquecinos.
-Ese mocoso… Ya me las pagaras. Veremos quién de los dos logra dominar a quien.
Tobi se desvaneció rápidamente como el aire y sus palabras resonaron muy sutilmente dentro del recinto, siendo recibidas únicamente por una persona oculta tras uno de los anchos pilares de la sala principal del templo que albergaba al Namikaze. Su cabello oscuro se meció sutilmente al salir por completo de su escondite mientras una enigmática sonrisilla se formaba en sus labios; sus orbes observaron el camino por el que Menma había desaparecido y un brillo extraño apareció en sus pupilas.
Hello everyone... Alice is Back. ;)