Disclaimer |©Shingeki no Kyojin/進撃の巨人, sus personajes y trama son propiedad de su autor, Hajime Isayama. La trama de este Fic pertenece a ©Coorp. CharlyLand. Creación sin fines de lucro sólo recreativos.

Advertencia | AU. BL. Cliché escolar. Ereri. Lemon.

Notas| ¡Bum-Buash! ¿Qué tal mis nenas por allá? Me desaparecí ¿verdad? Lo lamento mucho. Pero he vuelto. Este es el desenlace. Espero les guste. Me nació con amor para ustedes.

En especial para mi hermosa Gea onee-chan ElisaM2331. Gracias por quedarte ahí cuando estoy por derrumbarme.

&Palabras: 1,750

Al Fic.


El primer amor

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—«Jodamos»

La palabra fue un susurro que brotó de sus labios en un segundo y al otro la deliciosa presión del cuerpo de Eren sobre al suyo desapareció, igual que el calor de su boca, el sabor de su saliva y la atención de sus ojos, su piel y su corazón chocando contra el suyo. Aquello fue un claro rechazo y a él le dolió de manera inconmensurable. Sus pensamientos atropellados llegaron a la conclusión de que en realidad él no creía en sus palabras y las cosas no se habían arreglado. Que lo suyo no sería más.

— ¿Eren?— murmuró, le temblaba el cuerpo, mezcla de necesidad y dolor—. Eren debes creerme. En verdad yo…

Eren se giró y sus ojos verdes nuevamente le atravesaron, con intensidad, con deseo pero también con duda.

—Perdóname—le dijo él aprisionando con los colmillos su delicioso labio inferior—. No debí decir tantas mierdas. Perdóname ¿sí? Yo…te creo, no necesito más que de tus palabras para hacerlo, así que no es necesario esto. Tenemos tiempo. Quiero que nos conozcamos, que nos amemos. En verdad quiero un 'para siempre' contigo.

Levi parpadeó lentamente los primeros dos segundos, su corazón latió despacio, le ardían las mejillas por lo bonito de aquellas palabras, pero cuando terminaron de ser procesadas y enlazadas con la imagen que él tenía de su 'Eren', tuvo que taparse la boca con ambas manos para reprimir el gorgoteo que le subía por la garganta y deseaba aflorar en forma de carcajada.

Eren era un idiota. Un idiota lindo. Deseaba ser de idiota. Ser consumido…devorado por él. Lo había sido así desde que su corazón decidió buscarle aquella horrenda tarde.

«Se agresivo chico» le empujó aquel desgraciado que latía dentro de su pecho y gritaba el nombre de aquel muchacho.

—Oye…—comenzó, levantándose despacito para quedar de pie cara a cara con Eren, a menos de un metro de distancia—… ¿Quieres eso en verdad?

Eren lo vio con sus grandes ojos de lechuza, fijo, sus iris transformándose en una espectacular paleta de tonos verdes.

—¿Por qué no lo querría? Eres todo cuanto soñé. El hombre de mis sueños. Te deseo mío más allá de la muerte incluso.

Levi volvió a reprimir la sonrisita burlona.

—Entonces fóllame. Clávate tan profundo en mí que no desee nunca a más a nadie. Que ya ni siquiera tolere la sensación de otro cerca de mí—se lamió los labios con el corazón latiéndole con fuerza mientras con pasos lentos cerraba las distancias que lo separaban—. Márcame como tuyo para siempre ¿eh? —con solo unos centímetros de separación, sus manos se elevaron apenas, en un gesto de intento de abrazo que terminó en la caída de sus manos en el cinturón de Eren y antes de que una réplica naciera aquellos labios llenos, él ya lo había aflojado y se había dejado caer de rodillas llevándose consigo los pantalones de Eren —descubriendo en el proceso que él no usaba ropa interior— dejando su pene libre. Un pene grueso, largo y magnífico que él se encargó de poner duro, en toda su gloria.

A Levi se le hizo la boca agua al verlo así, excitado para él, y apretó la mejilla contra la carne suave como satén. Caliente. Los dedos de Eren se enredaron en su pelo, tratándolo de alejarlo, pero luego desistió al sentir como su boca lo recibía dentro. Su tamaño le estiró la mandíbula y aquello le provocó una ligera incomodidad pero lo ignoró, pues le gustó el sabor almizcle de él que le inundó el paladar. Movió la boca arriba y abajo, con las manos en los testículos. Disfrutaba de él, disfrutaba haciendo eso, destruir su renuencia, llevándolo a un abandono entusiasta. Pero Eren no le dejó llegar hasta el final. Al poco rato lo tomó por los hombros y tiró de él hacia arriba y lo arrastró a trompicones hacia su habitación con un gesto contrariado.

Levi había estado ahí un par de veces, cuando entraba y se tiraba junto a Eren con un libro entre las manos para pasar horas leyendo. Su corazón bombeaba al máximo y sus costillas dolían. Un nudo se formó en su estómago, los nervios empezaron a comérselo, quería llegar al final, sí, pero no sabía cómo actuar hasta ese punto. No tenía experiencia. Cierto que se había manoseado con Mike, pero jamás habían llegado más allá a una jodida mamada. Por la mierda que comenzaba a arrepentirse.

Dio un respingo cuando sintió como Eren se detenía en medio de la habitación, rodeaba su cintura y lo tiraba con fuerza hacia la pared para luego de un empuje empotrarlo contra una cómoda, metiéndose entre sus piernas, dejándole sentir su —maravillosa— erección, friccionándola contra la suya propia.

—Bien, si así lo deseas. Así será. Quería ser todo lo putamente cursi contigo y hacer todas esas mierdas dulces y cliché, pero tú lo quieres rápido, te lo daré rápido y duro—soltó la última arrastrándola, bañada en lujuria mientras le agarraba de las nalgas, causándole un escalofrió a su espina dorsal y un mini infarto que lo dejó con la respiración agitada, mezcla de excitación y expectación.

Eren le sacó el pantalón en un segundo y al otro la ropa interior, dejándolo a su merced y sin decir una palabra más, se dejó caer de rodillas, le abrió las piernas con sus manos fuertes y empezó a lamerlo. Y durante dulces y calientes minutos, Levi vio estrellas detrás de sus párpados, estrellas que desaparecían y volvían a aparecer, estallando, elevándolo más y más, hasta que no pudo sostenerle más y explotó en el clímax más potente que había tenido alguna vez.

Eren se levantó, irguiéndose en toda su altura mientras se limpiaba los restos de su semilla de la comisura de su boca deformada en una sonrisa ladina. Levi apenas y podía respirar, tenía el cuerpo de gelatina, sumiso a aquellos brazos que se enredaron en su cuerpo y lo pegaron más al espejo para que su dueño se embebiera de la imagen de su pecho agitado, perlado de gotitas de sudor, coronado por sus dos pezones erectos, como pequeñas perlas, que fueron tomados por la boca ardiente que succionó, mordió y lamió hasta el cansancio a la vez que él se deshacía en gemidos y se arqueaba como una puta. La puta de Eren.

« Sí. Sí. Sí. » Repetía su mente. «Más. Más. Más» Suplicaban sus entrañas necesitadas «Hazme tu zorra, tuyo, solo tuyo, de nadie más» Coreaban su alma y su corazón.

Cuando su pecho fue marcado hasta el cansancio, los labios viajaron a su cuello entre lamidas y besos hasta que finalizaron en la concha de su oreja. La voz deseosa y ronca de Eren golpeó sus tímpanos.

—Ahora gírate y para bien ese precioso culo que tienes.

Levi obedeció y colocó las manos en el espejo que tenía ante sí y apoyó la frente en la cómoda. Por un instante sus ojos lo vieron, el cuerpo de piel tostada de Eren sobre su cuerpo blanco, dominándolo. Y aquella fue la imagen más erótica que había contemplado jamás. La respiración se le volvió jadeante. El deseo y la necesidad crecieron más.

Sintió como las manos de Eren viajaron por su cuerpo, dibujando líneas y círculos, luego, su respiración caliente y su lengua acompañaron sus manos y Levi terminó de abandonarse cuando aquellas manos le agarraron de las nalgas, las izaron en alto y las abrieron para que lo recibiera. Lo sintió rozarse una, dos, tres veces antes de penetrarlo hasta el fondo, de un tirón, sin contemplaciones, preciso. Su respiración se cortó y solo pudo soltar un grito que no pudo reprimir. La sensación de ser llenado de esa manera tan ruda fue una explosión de sentimientos encontrados. Es que con lo grande que era Eren, las sensaciones se le mezclaron, dolor y placer sin igual, porque al abrir su carne había llegado de un solo golpe a su punto tierno.

« Que buena manera de perder la virginidad » murmuraron maliciosos su instinto y su corazón.

—Mierda, que apretado —gimió él mientras entraba y salía.

Levi se arqueó contra él, desesperado, anhelante y perdido. Dejándose arrastrar en aquella marejada que era Eren. Y en cada embiste sentía que él se tatuaba en su alma, borrando todo cuanto pudo haber de alguien, proclamándose el único y su primero en todo. En su cuerpo, en su alma, en su corazón…en su vida.

Eren le embestía a la perfección y Levi casi podía jurar que estaba tocando el infierno y el paraíso al mismo tiempo. Pecado y salvación en un solo paquete. Sus dedos arañaron la superficie del espejo buscando un ancla. Todo era demasiado intenso. No podía ver, había cerrado los ojos con fuerza, pero lo sentía estremecerse encima y dentro de él. Lo oía rugir su nombre. Agarrarle las caderas con tanta fuerza que probablemente le saldrían moratones. El hueco hasta la cómoda le permitía deslizar la mano y que pudiera acariciarlo donde él lo necesitaba. De arriba hacia abajo, suave, fuerte, rápido, lento, en una tortura deliciosa, doblemente deliciosa. Elevándolo, elevándolo en una vorágine ardiente hasta que finalmente explotó con un grito, esta vez totalmente de placer y deleite. Un placer que hizo sucumbir a Eren, que también alcanzó el clímax apenas un minuto después.

—Levi —gimió el castaño mientras lo llenaba con su simiente caliente.

Y cuando se derrumbó encima, su peso lo aplastó, pero a Levi le gustó demasiado aquella sensación que incluso soltó un suspiro de placer acompasado a las estridentes palpitaciones de su corazón. Todo fue una burbuja de placer hasta que las sintió, frías, húmedas, cayendo como gotas de agua de lluvia.

Lágrimas. Lágrimas de Eren.

Eren lloraba.

— ¿Eren? —las manos de él lo apretaron con más fuerza y trató de girar el rostro para verle a los ojos, preguntarle el porqué de su reacción, pero él no lo dejó, lo apretó un poco más, hundiendo el rostro en su espalda.

—Te quiero, te quiero muchísimo—murmuró él y a Levi le envolvió una ola de ternura y amor—. Te quiero más que a nadie, júrame que permanecerás a mi lado, que serás mi primer y único amor por siempre.

—Te haré feliz—fue su respuesta y era una promesa, un juramento eterno.

Eren se elevó y sus miradas se encontraron, su brazo izquierdo se echó hacia atrás, estirándose, alcanzando con sus dedos unas cuantas hebras castañas, de las cuales tiró suavecito para acercar el rostro de él al suyo y juntar sus bocas en un beso desenfrenando lleno de promesas y sentimientos. Sintió la sonrisa de Eren entre ese beso y él también sonrió. Cumplirían su promesa. Haría feliz a Eren y a su vez sabía que Eren lo haría con él.

Sus caminos estaban unidos. En el amor. En el primero…en el eterno.


Notas finales:

Y así Levi se volvió la zorra del bipolar de Eren y vivieron felices coshando por siempre. (7w7) JAJAJAJA XD.

Me paso.

Este Fic fue una cosa tierna y con ligero toque de melancolía y drama en las dos primeras partes, pero deberán saber que en realidad quería hacer un lemon, lemon con trama pero al final, creo que no quedó muy bien. Aun así espero lo hayan GOZADO como dice Wonka XD. Mucho Facebook para mí. Gracias por permitirme haberles tomado parte de su tiempo al leer esto.

Las adoro con el alma.

Y si les gustó el final, regálenme una galletita de amor en la cajita de review.

Un beso de helado de chocolate para ustedes.

Charly*