Título: Comenzar Desde Cero
Autora: BellaGreyHerondale
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de la original Stephanie Meyer. Yo solo juego con ellos.
Summary: Bella y Edward tuvieron un hijo juntos, Edward no lo acepto y dejo ir a su amada junto a su primogénito. Hoy en día se reencuentran ¿Podrán dejar atrás el dolor y el orgullo?
Algunas cosas han cambiado así que si leíste está historia recién la publique, te invito a darle una nueva leída.
Don't give up, I won't give up
Don't give up, no no no
Don't give up, I won't give up
Don't give up, no no no
I'm free to be the greatest, I'm alive
I'm free to be the greatest here tonight, the greatest
The greatest, the greatest alive
The greatest, the greatest alive
El reencuentro.
Bella:
Hoy era domingo, lo que significaba que iríamos con los Clearwater. Al llegar mi hijo se fue corriendo a saludar a Leah, su madrina y tía.
-Hola, mi bombón- saluda Leah llenándole la cara de besos a Tony.
-Hey ¿Y para mí no hay saludos?- pregunto Seth apareciendo por el marco de la puerta.
-Hola, tío- saludo mi hijo dándole la mano. Me causaba gracia como Leah siempre fue su favorita de los dos hermanos.
-Hola Bells- me saludo Harry. Sue no alcanzo a darme la bienvenida porque era atacado por mi pequeño.
-¡Abuela! Mira mi nuevo carrito- le dijo Antony enseñándole un auto a escala que Mark, le regaló ayer por la tarde.
Almorzamos y luego de un rato mi niño se durmió. Harry se lo llevó al cuarto de Seth para acostarlo en la cama.
Mientras tanto; en la cocina, les contaba a Seth, Leah y Sue el correo de Emmett.
-Yo opino que no le respondas- me dice Leah de forma fría y molesta.
-Leah- La reprende su madre.- Cariño, debes ir. Es tu hermano.
-Un hermano que le da la espalda al primer cambio.- susurra Seth cruzando los brazos.
Sue niega con la cabeza y sigue hablando conmigo
- Cariño, mírame. Es tu hermano, ya ha pasado mucho tiempo, tienes que saber perdonar y dejar el pasado atrás.— Antes de que pueda comenzar siquiera a decir mi sentir con la situación Leah y Seth interrumpen.
-Estás loca, mamá. Ellos no se merecen a Bella, ni mucho menos a Tony.- Dice Seth levantando la voz.
-Ellos no se merecen perdón por lo que le hicieron- Leah alza las manos en señal de estar exasperada.
-Oigan dejen de gritar que mi nieto está durmiendo- aparece Harry entrando pro la cocina.- ¿Qué es lo que sucede?
Entre gritos y groserías por parte de los tres le explican lo que sucede, me mantengo en silencio viendo todo. Harry me mira sorprendido y cuando Leah termina de expresar porque no debería de ir, todo se queda en un incómodo silencio.
-¿Tú quieres ir Bella?- me pregunta al pasar unos minutos.
-No- digo no muy segura pasando una mano por mi cabello. – Yo…yo no sé, es difícil, son mi sangre, y si han pasado más de 5 años, pero… no se- Digo soltando un suspiro. Estaba muy indecisa, si los extrañaba pero en cuanto los recuerdos volvían a mi mente no quiero verlos ni en fotos.
-Leah, Seth- advierte su madre antes de que digan algo.
Harry me habla mirándome a los ojos y tomando mis manos
- Solo haz lo que tu corazón te dice que es correcto, mi niña.
-Puede que quiera ir, muy en el fondo- confieso bajando la mirada avergonzada. Leah se levanta de la silla haciendo que alce la mirada hacia ella, niega con la cabeza antes de irse con cara de pocos amigos. Ya estaba acostumbrada a sus salidas dramáticas en este tipo de situaciones-¿por qué siempre hace eso?- preguntó tratando de quitar un poco de la atención de mi.
-Leah te adora, Belli- me dice Seth- y tanto ella como yo tenemos mucho miedo a perderte, ¿Qué sucede si vuelve allá y te quedas por siempre?, ¿Y Antho?, ya no los veríamos.
-Eso no es verdad, allá esta mi vida pasada pero este es mi hogar, lo saben.
Sue se levanta y me abrazo susurrándome al oído que ella me apoya cualquiera que sea mi decisión. Harry me da su bendición antes de retirarse junto a su esposa, me levanto de mi lugar y doy un apretón en el hombro de Seth saliendo de la cocina, subo las escaleras deteniéndome frente a la puerta de Leah.
-Leah- Digo después de tocar dos veces.
-Vete- me dice a través de la madera.
-Escucha Leah- Digo sentándome en el suelo recargando mi cabeza en la puerta- tu eres mi mejor amiga, mi hermana de otra madre, nunca dejaras de ser mi familia.
-Pero si te vas ya no será lo mismo.
-No me iré, siempre volveré, este es mi lugar en el mundo.
La puerta se abre haciéndome caer de espaldas, alzó la mirada y su rostro rojo por el llanto me mira fijamente
-¿Lo prometes?-Asiento aún en el piso, ella me tiende su mano ayudándome a levantar.— te amo Bella, eres mi pequeña hermanita y Anthony mi bebote, no soportaría verlos marchar.—Me abraza con fuerza mientras sigue llorando, cierro los ojos tratando de lidiar con la culpa.
Nos quedamos abrazadas un par de minutos hasta que es hora de irnos, tomó a Tony que seguía dormido y lo subo a al carro poniéndole el cinturón, me mira medio adormilado pero me sonríe jugando con su carrito.
Hace poco más de dos años me había ido a vivir sola, no porque los Clearwater me sacaran de su casa; todo lo contrario, pusieron el grito en el cielo cuando les dije que me mudaría, pero era la mejor decisión, era mi independencia y me era cómodo tener un lugar a donde volver, un hogar. Había vivido sola los primeros meses de embarazo, pero ellos pensaron que era mejor vivir con alguien por su pasaba algo durante la noche, así que el resto del embarazo y los primeros dos años de Tony vivimos con ellos.
-Mami- llama mi hijo cuando abro la puerta del auto, le sonrió quitándole el cinturón, me estira los brazos para.
-¿Si, amor?- Preguntó alzándolo con cuidado, cerrando la puerta con un punta pie.
-Tengo hambrecititita-. Se soba su pancita. Suelto una carcajada abriendo la puerta de la casa.
Le preparo un sándwich y nos ponemos a jugar con sus coches. La tarde pasa entre carcajadas y diversión.
La noche llega Eugene y Tony comienza a bostezar, se pone su pijama de Spiderman entre bostezos y pucheros. Lo arropó tomando uno de sus cuentos para hacerlo dormir, me quedo mirando sus rostro un par de segundo antes de salir del cuarto sin apagar su lámpara de noche, dejando la puerta entreabierta.
Vuelco a la sala para guardar todos los carros y juguetes, terminado me pongo a revisar mi correo vienduno una vez más el de Emmett antes de animarme a contestar.
Hola Emmett.
Felicitaciones por tu compromiso, ¡Enhorabuena!
Yo estoy bien, por suerte con mucho trabajo. Mi hijo se llama Anthony, y puedo decirte que es el Niño más feliz del niño.
Estuve hablando con mi familia, y después de una larga charla decidí que si iré a tu boda, quisiera decirte que sola pero mi hijo me tiene al rededor de su dedo como un anillo y por más que quiera dejarlo con sus abuelos para no alterar su vida, sé que querrá ir.
Espero que estés bien y nos veremos el jueves.
Saludos
Isabella.
Esa noche no pude dormir bien, el solo pensar que volvería al lugar que alguna vez fue mi hogar me ponía nerviosa, triste, enojada y ansiosa a la vez. Mi ánimo estaba matándome.
Ya para el miércoles tenía todo arreglado, mi bolso preparado, mi auto y la maleta de Tony con ropa y juguetes que se quedaría con los Clearwater.
El jueves a la mañana lleve a mi hijo, quien no dejaba de hacerme preguntas de que porque me iba, que lo llevara, y más. Todo el camino fue así, sabía que el llanto estaba cerca y ahí sería cuando no me podría negar a él.
Cuando lo cargue para bajarlo comenzó a llorar con fuerza.
-Ma…ami, qui..ie..iero ir— Tartamudea aferrándose a mi cuello.
-Amor, bebé, mírame-Le pido separándolo un poco, sus ojos grises me miran llenos de lágrimas estrujando mi corazón.- no puedo llevarte pero el lunes estaré aquí e iremos a comer unas ricas hamburguesas.
-No- grita aferrándose más a mi.
No sé cuánto tiempo paso hasta que logre que Anthony se tranquilizara. Lo deje con Sue y yo me despedí de todos.
Ya estaba a unas cuadras de la casa de mi familia, cuando di el volantazo para volver por él.
No podía dejar a mi niño. Es mi hijo, me fui con él y aunque no vaya a volver para quedarme, volveré con él.
Toco la puerta insistente y abre Sue, Antony está de tras de ella y al verme corre hacia mí abrazándose a mis piernas. Harry ya sabiendo mis intenciones, traía la mochila de mi niño. Sue me dijo que era lo mejor.
Seth apareció con un bolso, me paro frente a él negando.
-No irán solos- aclara tratando de pasar para ir al carro, me vuelvo a interponer. Tony veía todo desde el carro con su cinturón ya puesto.- Tranquila, no haré nada tonto- dice levantando los brazos.
-No, porque no irás.—Me mira confundido y señaló a Tony.—Iré con él, me dejaron sola cuando creyeron esa maldita mentira. Me enfrentarán sola.
Me mira con la boca abierta volteando a ver a su madre para pedir ayuda.
—Bella tiene que hacer esto sola, hijo.—Dice antes de entrar a la casa.
—Prometo llamar.—Digo antes de correr al auto sin darle tiempo de contestar o hacer algo más.
Tony aplaude cuando arrancó el carro y sonrío con un nudo en la garganta. Aunque Tony estuvo cantando la mayor parte del viaje, se me hizo eterno, pero mi piel se puso de gallina al volver a pisar las calles de Seattle. Nos alojamos en el Nexus, un buen hotel.
En cuanto llegamos a la habitación, Yony se puso a brincar sobre la cama mientras marcaba a Leah para avisarle de nuestra llegada. Platicó durante unos minutos, Eulogio el teléfono y Tony me mira con una sonrisa.
Respiró hondo, quizás que Seth viniera era una muy buena idea.
–Amor.– Lo llamó y él se deja caer frente a mí, tomó su carita entre mis manos.– Hoy iremos a conocer unas personas, y esas personas son…–Pienso mis palabras antes de hablar. –Amigos de mami. Y quiero que te portes bien.— Él asiente con una sonrisa y me pone su carrito frente a la cara.
—Yo portarme bien siempre.—Se autoseñala logrando robarme una risa.
-Lo se, amor.— Se lanza a mis brazos y me abraza con fuerza.
Ese pequeño abrazo era lo que necesitaba para darme fuerzas.
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Estuve un rato largo parada en la puerta de mi antigua casa, mientras Tony jugaba con su carro en el aire. Lo miro antes de tocar la puerta con nerviosismo. Una de las sirvientas esquíen abre, detrás de ella aparece una Rene que sonríe al verme y al ver a mi pequeño acompañante se queda muda por un momento.
-Hija, Bella- saludo con lágrimas en sus ojos, asiento como saludo pasando a la casa junto con Tony que se queda mirando todo.
-Hola Renee- salude de manera firme y sin mostrar alguna emoción. Leah me había aconsejado que me mostrara segura de mí, que no diera indicios de debilidad ante ellos.
-Bienvenida a casa, cariño– me dijo un poco triste al ver como fui más fría y no llamarla "mamá".
Tony señala algo, sigo su mirada y es la enorme fotografía familiar. Sigue en el mismo lugar que siempre. Cada año se tomaba una diferente, y la que ahora adorna es la que se tomó antes de irme, nunca la había visto, no hubo tiempo.
Apartó la mirada negando con la cabeza. Vuelvo mi atención a Renee.
-¿Emmett está?- pregunte, sabía a lo que venía, a la boda de mi hermano.
-Clarissa, haz el favor de ir por Emmett.- Agradezco en silencio cuando se va.
—¿Donde está Maria?—Preguntó acariciando al cabello rubio de Tonyque no dejaba de ver mamá, era idéntico al suyo.
—Ella se marchó después… después de que te fueras.—Asiento volteando al ruido de las escaleras.
-¿Amor, quién es?-Veo a Charlie quedarse en el pie de las escaleras, se le desfiguro el rostro al vernos.- Bella- Una sonrisa iluminó su rostro.
-Charlie- dije dije de igual manera que con Renee.
Antes de que pueda decir algo más me vi con mis pies en el aire, estaba siendo abrazada por mi hermano.
– Belli Bells - me dijo y me abrazo dejándome sin aire
-Emmett, no puedo respirar- digo tratando de ocultar que me alegraba verlo.
Me deja en el suelo y siento cómo Tony se pega a mi pierna.
—¿Es…?
—Mi hijo.—Termino la pregunta no formulada de Emmett.
-Hola, Bella- me saludo Rosalie de manera amable apareciendo ante mí visi n, también se queda mirándome y a mi hijo.
Me sentía rara al ver como los cuatro me miraban, podía sentir la incomodidad de Tony. Me agacho y lo cargó con cuidado en mi brazos, esconde su carita en mi cuello.
-Estas muy linda, hija, y cambiada- dijo Renee para romper el ambiente.
-Han pasado años- conteste de manera seca, no pude evitarlo. Tony era el reflejo de cuan cambiada estaba ahora. Aparte de que había cortado mi cabello y lo llevaba a los hombros, estaba un poco más delgada que cuando me fui y mis facciones habían madurado. Era totalmente otra.
Renee con lágrimas en sus ojos mirando a mi hijo, su nieto. Charlie estaba impactado por mi bebé, era demasiado parecido a la familia, con el cabello rubio de mamá, la nariz respingaba de Charlie y los labios característicos de la familia, a excepción de sus ojos grises que serán idénticos a los de la abuela de Edward, las cejas pronunciadas y la barbilla Cullen, mi hijo físicamente era un Swan, Emmett y Rosalia miran con una tierna sonrisa a mi bebé que ya había sacado su carita de mi cuello para verlos.
Suspiro con fuerza.
-Mi amor, te presento a Renee, Charlie, Emmett y Rosalie- digo acaricia - Le digo bajo sus tentación mirada, lo acomodo mejor en mi cadera.— es mi hijo Anthony- se los presento.
Anthony alza su pequeña mano saludando a todos.
Si ese impacto había causado en ellos, no quería imaginar la reacción de Edward.
Creo que si era sido buena idea que viniera Seth.
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No sean tan crueles, no había aclarado este punto de las actualizaciones cada semana habrá un capítulo de una de mis historias (en el momento trabajo en Wicked Game y en Comenzar desde Cero) así de esta semana le tocó a Comenzar Desde Cero y la próxima le toca a Wicked Game.
Los capítulos de esta historia aunque quería mantener cosas de la primera vez que la subí, me di cuenta que no cuadraban con lo que quería transmitir y realmente había muchas cosas volando y sin sentido. También se que son algo cortos, ténganme paciencia.
De una ve pido disculpas si no se suben competas algunas frases y oraciones.
Quiero agradecer por su infinito apoyo a esta historia y a cada una de mis historias.
Por cierto… ¿Que opinan de esta modalidad de mute trailers? Trailers solo con música sin nada de palabras, es la primera vez que los llevó a cabo y espero les hayan gustado.
Nos leemos pronto, los amo.
Quedense en su casa