Disclaimer: Ni Dragon Ball ni sus personajes me pertenecen.
Oda a una tarde de verano
Capítulo 1: Gohan
Apartando la vista de la pantalla de su computadora, Gohan se quitó sus lentes masajeando sus cansados ojos luego de una jornada larga e intensa de trabajo. Habiéndose convertido en profesor universitario, Gohan pasaba varias horas al día preparando sus lecciones o calificando los innumerables exámenes que pretendían medir los conocimientos de sus alumnos.
Era domingo por la tarde y siendo ese el caso, hubiese deseado descansar olvidándose por un rato de sus deberes; sin embargo, como si estuviese encadenado a su silla, sabía que aquello no era factible. Pese a eso, apeteciendo cinco minutos libres, Gohan se volteó mirando los jardines de su casa por medio de los amplios ventanales de su oficina.
– Es una tarde bellísima, y yo aquí encerrado…
Brillando en lo alto, el sol hacía gala de su fulgor dotando con un tono dorado el cielo de Ciudad Satán. Era un espectáculo natural maravilloso; aunque, para Gohan, los atardeceres en las montañas Paoz excedían con creces a cualquier crepúsculo de la ciudad. Los anaranjados y amarrillos, mezclándose con el verde de la vegetación, creaban un paisaje inigualable.
O eso pensaba porque, robándose su atención, Pan dibujó un óleo aún más hermoso.
– Ten cuidado Pan, fíjate por dónde caminas…
Corriendo feliz, soltando sonoras risas, Pan perseguía una mariposa que revoloteaba por encima de las plantas que Videl sembró pocas semanas antes de descubrir que estaba embarazada. Pan, extendiendo sus cortos brazos lo más que le era posible, se negaba a rendirse cazando aquel desprevenido insecto sin conseguir atraparlo.
Riéndose, contagiándose de su buen humor, Gohan hizo a un lado sus ocupaciones mirando a su hija juguetear tranquila y despreocupada. Al verla, al saiyajin se le vinieron a la mente recuerdos de su propia infancia, una infancia que se vio truncada cuando descubrió su herencia alienígena y los dones que esta conllevaba.
Tanta muerte y tanto dolor eran cosas que no deseaba para Pan. Gohan lucharía contra lo que fuese con tal de darle una niñez apacible y jovial, los únicos pesares que Pan viviría serían los raspones y rasguños que sufriría al jugar. Y Pan, siendo la llave que lo liberó de sus grilletes, le permitió a Gohan ponerse de pie acercándose a la puerta corrediza del jardín.
– ¡Papá, papá!
Pan, regalándole una enorme sonrisa, correteó hacia él dando pequeños saltitos que resultaron irresistibles para Gohan. Muchos dirían que la mimaba en demasía, y tal vez tenían razón, pero Gohan sencillamente se derretía por completo al escucharla. Gustoso, agradeciéndole a Videl y al cielo por tan bello obsequio, Gohan la cargó apretándola contra su pecho.
– Mira, ahí va la mariposa.
Ayudándole, Gohan la alzó en lo alto aproximándola finalmente a su objetivo. Pan, ansiosa por capturar a su presa, abría y cerraba sus diminutas manos logrando que aquel animalito aterrizara en uno de sus dedos.
– Mira sus colores, qué linda es…
– ¡Papá, papá!
Volando otra vez, la mariposa prefirió cambiar de sitio aterrizando en la punta de la nariz de Pan. Los tres, inmóviles, permanecieron así por unos segundos compartiendo un mutuo fragmento de la infinita tela del tiempo y del espacio. El cual, inevitablemente, se terminó cuando aquella criatura emprendió el vuelo encumbrándose hasta casi acariciar las nubes.
– No te entristezcas, Pan–sospechando sus sentires, Gohan le habló al oído–cuando estés un poco más grande te enseñaré a volar como lo hice con tu mamá, ya verás lo divertido que es volar.
No importaba que Pan no tuviese un vocabulario más amplio, con sólo decirle "papá" Gohan entendía todo lo que ella le dijese. En un principio, al tener a Videl y a Pan a su lado, Gohan se consideró un hombre muy afortunado. Sin embargo, comprendiendo su error, Gohan se dio cuenta de la realidad. No era un hombre afortunado, era un hombre bendecido.
Una bendición que amaba y agradecía.
– Ven Pan, vamos a jugar al arenero…
Divertirse con su hija era un regalo para él; sus obligaciones podían esperar.
Fin Capítulo Uno
Quiero agradecerle a todo aquel que se haya tomado la molestia de leer este pequeño fic, en verdad muchas gracias. Siendo sincero con ustedes, hace unas horas no tenía planeado escribir esta historia. La idea de este fic nació al leer los fanfics: Bad hair day y Lección de amor, de las autoras Majo24 y SViMarcy respectivamente, quienes escribieron sobre temas similares.
A ellas les dedico este humilde fic. También deseo dedicarle esta historia a Vanessa NekoChan, quien es una lectora que desde hace varios años me ha regalado su apoyo con comentarios y favoritos. Muchísimas gracias, Vanessa. Ya para terminar les digo que este fic será muy corto, tendrá solamente tres capítulos.
El primero lo enfoqué en Gohan, el siguiente será en Videl y el último en Pan. Como no tenía contemplado este fic no sé cuándo lo continuaré, pero al tratarse de capítulos pequeños espero no demorarme demasiado en acabarlo. Me retiro por hoy, muchas gracias a todos por su tiempo y hasta la próxima.