Bueno, personas. Asdfghjklñsd. Aquí estoy con un fic de nada más y nada menos que: ¡Las tortugas ninja!

En éste fic, nuestras queridas tortugas son humanos. ¿Por qué? Porque de ésta manera, me es más fácil escribir.

Me he inspirado en varias series y películas, y en unos cuántos episodios de TMNT del 2003 y 2012.

Aclaraciones: Todos los personajes son propiedad de sus creadores y de la cadena de distribución (Nickelodeon); ningún personaje (a parte de cualquier OC que llegue a incluir) es mío. Al igual que algunas situaciones de las series antes mencionadas; todos los derechos a los autores.

Advertencias: Contenido homosexual, incesto, lemon, lime, muerte de personajes, violación (no necesariamente sexual) y lenguaje vulgar.

Los capítulos serán cortos.


One;

La casa estaba en silencio.

Miguel Ángel mira a su alrededor y suspira cuándo por fin recuerda en dónde se encuentra su familia a esas horas de la mañana y sonríe ampliamente.

El clima era frío y lluvioso. Hace poco habían comenzado las temporadas de lluvia y todo el jardín trasero, que daba camino al dojo, estaba enlodado y resbaloso. La madera del pórtico estaba húmeda y el suelo, también de madera, estaba tan frío que sus pies dolieron al salir de la casa.

El sol ya había salido pero las nubes grisáceas se encargaban de ensombrecer el día que fácilmente podría haber sido acogedor y soleado. El cántico de los animales le relajaron y le hicieron silbar suavemente el ritmo de una canción que él había escuchado en la radio el día anterior pero que no recordaba cómo se llamaba; luego le preguntaría a Raphael el nombre, después de todo, él parecía saberse el título de todas las canciones del mundo.

Mientras más se acercaba al dojo, mejor podía escuchar las quejas de sus hermanos al ser golpeados quizás por su padre Splinter, o quizás por ellos mismos. El sonido metálico que ocasionaban las armas filosas que sus hermanos utilizaban le hicieron sonreír y él, sin esperar mucho tiempo, aceleró el paso hasta que la enorme puerta corrediza se alzó ante él siempre tan imponente. Recordó una vez en la que su padre le había mencionado que una de las cosas más sagradas para un ninja, era el entorno en el que fomentó todo lo que había llegado a ser y, a pesar de que Splinter no lo había especificado, Mikey logró captar implícitamente que su amado y respetado padre hablaba del dojo dónde se aprendían los valores y movimientos básicos que debía saber un ninja en entrenamiento.

Con lentitud, queriendo pasar inadvertido, deslizó la puerta y se adentró con cautela. Observó con atención cómo sus hermanos mayores peleaban entre sí con total concentración y en sus ojos se instaló un inevitable brillo de admiración.

Sus hermanos eran tan fuertes e increíbles cómo él anhelaba llegar a ser. Ellos eran sus ejemplos a seguir, a pesar de todo y sus defectos.

Miguel Ángel sonríe cuándo Raphael, con quién había estado viendo un programa la noche anterior hasta altas horas en la mañana, le sonríe con diversión y le guiña un ojo. Mikey entiende a qué se refería con ello y desvía su vista a los movimientos de Leonardo y asiente, captándolo.

Raph, antes de que fuese la hora de ir a dormir de Miguel Ángel, le comentó sobre cómo detectar los puntos débiles de sus enemigos y como un ejemplo, el peli rojo sacó a la luz el punto débil —o más bien el descuido— de Leonardo; quién a pesar de todo, aún no lograba corregir.

Mikey se queda un segundo de pie, esperando el mejor momento para adentrarse a la pelea y así poder derribar a su hermano mayor, y con sus ojos tan azules como el cielo, sigue los movimientos con atención. Quizás Miguel Ángel se estaba demorando un poco pero a Raphael aquello no le molesta; mientras más tiempo tenga de golpear al pelinegro, mejor. Mikey toma impulso cuándo ve, por fin, cómo el mayor de todos los hermanos no deja caer todo su peso en la pierna que se encarga de sostenerle y servirle de apoyo para potenciar sus ataques y deslizándose por el suelo, le da una patada que logra hacerlo caer.

El rubio grita con entusiasmo y la risa de Raphael no se hace esperar. Ambos terminan chocando las manos y Leonardo sólo resopla en el suelo, fastidiado.

—Eso será todo por hoy, hijos míos —Splinter se da la vuelta y comienza a caminar hacia la entrada del dojo. Donatello, quién estaba maniobrando su Bō cerca de la puerta, detiene sus movimientos y hace una reverencia hacia su padre y sensei—. Y Leonardo, hasta Miguel Ángel notó qué es lo que estás haciendo mal, corrígelo.

Splinter salió del dojo y de nuevo se escucharon las risas de Raph y Mikey; pero ésta vez, la de Donnie se les había unido.

—¡Hasta yo, hermano! —Mikey volvió a chocar los cinco con el peli rojo y el mayor de todos se levantó con una sonrisa en la cara, negando con la cabeza.

—Sí, cómo sea —Leo se da un momento para ver a sus hermanos y no puede evitar la sonrisa que se le escapa.

Mikey, sin duda, podía llegar a ser una enorme caja de sorpresas.


Espero que les guste, tengo planeado muchísimo drama que ojalá lxs motive a seguir leyendo.

¡Hasta la próxima!