Hola, hola, Luna de Acero reportándose. Bueno, la continuación de esta historia, ya iré sacando el resto de las actualizaciones, tuve un par de inconvenientes este fin de semana y no pude sentarme a escribir como me hubiera gustado. Gracias a todos por su apoyo!

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad intelectual de Isayama Hajime, historia sin fines de lucro.

Advertencias: lenguaje vulgar, palabras altisonantes. Enjoy!

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"Para que nada nos separe,

que nada nos una".

Pablo Neruda

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Eren estaba agotado, había llenado todos esos informes y reportes de acuerdo a lo que Levi le había indicado, estuvieron como dos horas encerrados haciendo eso, más el entrenamiento. Había evitado enfrentarse a nadie, pero tuvo que pedirle al capitán que no se destacara tanto en la lucha, porque se hacía obvio que él era bueno pero no tanto.

Ahora su cuerpo estaba allá como siempre encadenado y él caminando hacia la parte alta de la torre de los altos mandos. Iba con una vela en la mano. Tenía que ser en extremo cauteloso, no podía permitirse ningún error. ¿Qué tanto quería hacer Erwin? Levi le había dicho que no se quedara a solas con él, pero pudo más la curiosidad. Por supuesto no le había dicho nada al capitán sobre ese encuentro.

Cuando llegó ya estaba Erwin sobre una de las salientes de la torre, sentado, mirando al infinito, con una botella de ron y dos vasos. No estaba con el uniforme, sino con un pantalón de vestir y una camisa blanca, con su consiguiente insignia alrededor del cuello.

-: Oh, te demoraste – fue lo primero que le dijo con una suave sonrisa -, pensé que no vendrías.

-: Tch, con todo el trabajo que me dejaste, ¿qué esperabas? Me llevó toda la maldita tarde.

-: ¿Otra vez renegando con eso? Pensé que ya lo habías superado.

-: Como sea – intentó sentarse en el montículo contiguo al de Erwin, pero sus piernas eran cortas por lo que no pudo al primer intento.

-: ¿Necesitas ayuda? – Consultó Erwin divertido.

-: No – se sentó y cruzó los brazos, mientras el rubio servía los vasos y le alcanzaba uno. Eren nunca había bebido, pero el cuerpo del capitán seguro estaba acostumbrado. Se bajó medio vaso de un solo trago, tarde se dio cuenta que la lengua y el garguero le quedaron escociendo con rabia. Por lo que comenzó a toser.

-: Ey, ¿estabas con sed? Ja, ja, ja, nunca te vi beber de esa manera.

-: Tch, ¿vas a quejarte de todo ahora? Sólo quiero relajarme.

Erwin lo miró profundamente, con una enigmática sonrisa, que hizo que Eren se sintiera levemente incómodo. Luego se bajó de su lugar y fue a sentarse a su lado. Eren se alejó un poco disimuladamente.

-: Hace mucho que no teníamos un tiempo para los dos… es… nostálgico… - dijo Erwin mirando dentro de su vaso. Eren estaba mudo no sabía qué hacer, ni qué decir, de manera que continuó bebiendo, esa cosa era fea como el infierno, pero evidentemente al cuerpo de capitán no le hacía nada en absoluto. Recordaba una vez que había bebido un vaso de cerveza, Mikasa lo regañó, Armin se rió y al otro día tuvo resaca. Evidentemente su cuerpo no estaba preparado para beber, pero éste sí.

-: ¿Recuerdas cuando decíamos que una vez que termináramos con los titanes iríamos a vivir a un complejo de cabañas en tranquilidad?

Eren se encogió de hombros sin saber muy bien cómo responder a eso.

-: Tenía tantas esperanzas entonces… ahora no lo sé… - Al joven casi se le va el ánimo al piso, ¿eso era lo que realmente pensaba Erwin? Era… decepcionante en cierto sentido.

-: ¿Acaso piensas que nuestro esfuerzo es en vano? – preguntó con cierta aura deprimente.

-: No, claro que no, jamás pensaría eso, es solo que siempre creí que haríamos la diferencia. Más de cien años matando titanes y el escuadrón de reconocimiento no pudo acabar con esa peste. Cuando me uní a las filas, me dije que lo lograría… salvar… la humanidad… Y ahora… es como si ese anhelado objetivo se fuera más y más lejos… Tantas muertes… tanto sacrificio… - dijo y luego bebió largo y tendido, para llenar ambos vasos de nuevo.

-: Bueno, no lo sabemos, yo creo que tenemos grandes posibilidades, ahora contamos con un titán de nuestro lado.

-: Por ahora…

-: ¿Qué?

-: Admiro tu fe en Eren, pero lo cierto es que no sabemos cuánto tiempo más nos apoye, ¿qué pasaría si un día decidiera traicionarnos?

-: ¡Él jamás haría eso! – expresó subiendo la voz.

-: No lo sabes, Levi, nadie lo sabe. Eren nunca recuerda cuando sale de adentro de su titán. Es como si estuviera inconsciente, solo sigue un instinto que en caso de peligro no sabemos si podemos controlar.

-: Bueno es joven, está aprendiendo, es lo más cerca que hemos estado de esas criaturas, ¿además en qué te basas para decir una cosa así? ¿Acaso alguna vez ha demostrado una conducta contraria a los propósitos del regimiento?

-: Vaya… - dijo el hombre girándose para mirarlo más atentamente y sonreír – ¿qué sucede contigo que lo defiendes tanto? Vas a ponerme celoso…

¿khá? ¿Celoso? ¿Qué mierda? Eren se quedó de piedra intentando dilucidar lo que el comandante quería decir con esas palabras. Le dolía un poco la desconfianza de Erwin, siempre había pensado que lo consideraba importante y que no dudaba de su capacidad.

-: ¿No dirás nada al respecto? – habló Erwin y nuevamente Eren no supo qué decir -. Últimamente ustedes han estado muy juntos, y has pedido su asistencia por las tardes, si quieres un poco de atención de mi parte no hace falta que hagas esas niñerías.

-: ¿Eh? – Eren estaba completamente desconcertado. Mucho más cuando Erwin se le acercó y lo besó en la nuca sutilmente, para susurrarle al oído.

-: No te gustan los niñatos inexpertos, es lo que siempre me dijiste, ¿cierto? Lamento haberte descuidado tanto, ha sido una temporada intensa, pero ahora podemos recuperar algo de tiempo.

Erwin lo tomó de la mandíbula para buscar sus labios y Eren se tiró hacia atrás de la impresión, el vaso resbaló de sus manos y se estrelló en el piso quebrándose de inmediato. A tiempo fue agarrado por Erwin.

-: ¡¿Qué haces?! ¡Casi te caes, Levi!

Erwin descendió de los ladrillos de roca y tomando con facilidad de la cintura al otro lo bajó.

-: ¿Te hizo mal el ron? – preguntó con seriedad, visiblemente preocupado –. Aunque nunca vi que el alcohol te dañara de alguna manera, ¿estás bien?

-: S-sí, sí – dijo el joven con el corazón latiendo de una manera imposible, Erwin lo abrazó, por su altura su cara quedó apenas por debajo de la clavícula del rubio.

-: No me asustes, por favor. Te necesito, ¿era lo que querías escuchar? – Luego se separó un poco, mientras Eren lo miraba con los ojos desorbitados, por la sorpresa y el shock no podía reaccionar.

Erwin esta vez lo tomó con firmeza del rostro y estampó sus labios con los de él. Eren se sintió descompuesto, especialmente cuando sintió la lengua del comandante intentando entrar a su boca. Reaccionó sin pensarlo, le estampó el puño en el estómago con algo de fuerza y Erwin retrocedió doblándose un poco.

-: ¡Joder, Levi! ¿Qué mierda te pasa? – Erwin frunció el ceño al ver al otro con cara un poco asustada, una expresión que no iba para nada con Levi -. Lo sabía, no estás bien después de todo. Si no estás de humor simplemente dilo, no hace falta la violencia conmigo.

El comandante agarró la botella y su vaso, tenía el semblante algo triste.

-: Supongo que aquí se termina la velada. Si cambias de opinión… ve a mi cuarto. Buenas noches.

Eren se apoyó contra la pared cuando Erwin se fue. Se deslizó hasta quedar sentado en el suelo. Las piernas le temblaban un poco. Entonces… las suposiciones de Armin eran ciertas… Sentía ganas de llorar, pero ese cuerpo se negaba a soltar una sola lágrima. Estaba tan cabreado, tan dolido, al final el capitán jamás lo miraría con otros ojos.

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Levi estaba incómodo, pero ya algo más acostumbrado. Sentía mucho cansancio. Por lo que el cuerpo que habitaba se durmió rápidamente.

"-: Capitán… capitán Levi…

Estaba corriendo… corriendo detrás de… ¿sí mismo? Como si persiguiera a su cuerpo, y luego recordó que él estaba en el cuerpo de Eren. Corría con todas sus fuerzas hasta que pudo pescar una esquina de la capa verde tan reconocida del regimiento. Tiró de ella y el otro cuerpo, es decir el suyo, se giró para mirarlo con seriedad, con esa actitud altanera que siempre tuvo.

Abrazó la figura con fuerza, mientras sentía que sendas lágrimas caían de sus ojos.

-: Yo… a usted… - Hundió su cara en su hombro inspirando profundamente -. Quédese conmigo… se lo suplico… por favor…"

Se despertó agitado y se sentó de sopetón. Tenía la frente algo transpirada y Mike estaba roncando profundamente frente a su celda. Se sentía muy extraño, el cuerpo ligeramente caliente a pesar de que hacía algo de frío en esa mazmorra y estaba húmedo en algunas paredes.

Algo no estaba muy bien con ese cuerpo, no, no estaba nada bien. Le llevó unos minutos darse cuenta, que tenía una erección de proporciones gigantescas. Levi abrió grande sus ojos y se quedó estupefacto. Le llevó otro par de minutos hilar algunos pensamientos coherentes. No, no era cierto, no podía ser cierto. ¡No! De ninguna maldita manera. Estaba bastante húmedo en su entrepierna, se sentía asqueroso. Necesitaba encargarse de eso, ¡qué vergüenza! ¿El mocoso soñaba con él? Quería morirse. Pero estaba con ese problema y no quería que Mike se diera cuenta, ¿qué hacer?

Pegó su espalda al respaldar de la cama, desde esa posición las cadenas le permitían tocarse. ¿En serio haría eso? Pero es que no podía negar que se sentía demasiado excitado. Bajó sus pantalones en silencio, esperando que el mastodonte ése no se percatara, pero ya sabía que tenía un sueño extremadamente pesado, si era cuidadoso no tenía por qué enterarse. Sus ojos veían bastante bien, acostumbrados a esas molestas penumbras.

Miró las piernas… largas… ligeramente bronceadas… Admitía que era una piel hermosa, tocó uno de los muslos con suavidad, sintiendo lo placentero que era. Eso no estaba bien, no era su cuerpo, no debería estar haciendo eso con lo que pertenecía a otros… pero… nadie se enteraría, susurró una voz en su cabeza, bueno, no, pero él lo sabría y era un hombre de palabra. Además, tenían un acuerdo con Eren, que cuidarían de sus cuerpos y… Sus dedos rozaron la palpitante hombría y cerró los ojos sintiendo escalofríos. Sólo estaba siguiendo la naturaleza de ese cuerpo, nada más, se trató de convencer.

Las cadenas sonaron un poco, pero apenas, cuando su mano comenzó un delicioso vaivén. Era tan extraño, un cuerpo tan grande, tan libidinoso comparado con el suyo. Cerró los ojos para concentrarse un poco, tratando de no hacer ruido. Era en verdad excitante, hacer eso con ese cuerpo, intentando no ser descubierto. Se mordió los labios para que sus gemidos no se desparramaran, mientras se entregaba al gozo que estaba experimentando. Le sorprendió que en pocos minutos estuviera eyaculando copiosamente. Sacó la funda de la almohada y trató de limpiar con eso el reciente desastre. La metió debajo del colchón, acomodó sus ropas y se acostó de nuevo.

Ahora se sentía mejor. Como si ese cuerpo le hubiera agradecido la acción, sintió mucho sueño y se durmió de inmediato.

Despertó al otro día sintiéndose renovado, ya había olvidado lo que se sentía de tan joven, después de todo Eren era un titán y a la vez un adolescente. No deberían sorprenderle esos episodios. Era normal considerando que su cuerpo se estaba desarrollando. Mientras se ponía el uniforme intentó recordar cómo había sido para él… Horrible, en la ciudad subterránea, viviendo como delincuente, defendiéndose de todos los pervertidos y aprovechados. Levi siempre había visto el sexo como algo repulsivo. No encontraba ninguna satisfacción en tocar otro ser humano de ser estrictamente necesario, como en los combates… aunque había tenido una excepción…

Se dirigió al comedor, en el pasillo lo saludaron Armin y Mikasa, como siempre Armin andaba parloteando de las últimas clases con Shadis y con… bueno, el supuesto capitán, Mikasa no le sacaba la vista de encima, pero ya se había acostumbrado después de todo. Se sorprendió de encontrar al mocoso ya instalado en la mesa.

-: Buenos días, capitán – saludó mientras se sentaba, pero no recibió respuesta, solo saludó cuando sus colegas lo hicieron y se sentaron también.

-: Buenos días – dijo escuetamente Eren, pero no despegó la vista de su taza. La sostenía como él haría normalmente. Empezaba a creer que no podría volver a su cuerpo y ese pensamiento le molestaba.

-: ¿Está todo bien, mocoso? – le susurró mientras se hacía el de levantar la cuchara que había tirado a propósito. Eren lo miró de soslayo, había algo diferente en su mirada, estaba como… ¿triste? Era tan extraño tratar de adivinar lo que sucedía con las pocas expresiones de su cuerpo.

Eren no volvió a mirarlo, ni tampoco a hablarle. Su actitud lo estaba cabreando, luego se asustó un poco, ¿acaso Eren sabría lo que él había hecho la noche anterior? No, eso era imposible.

Cuando terminaron de desayunar decidió seguirlo.

-: Capitán, ¿podría hablar con usted unos minutos?

-: No, Eren, estoy ocupado – dijo mientras se giraba y se retiraba, Levi frunció el ceño molesto, ¿qué? ¿Qué estaba pasando?

El resto de la mañana se la pasó con mala cara.

-: Ey, Mika – le dijo Armin a una distancia prudente de Eren para que no los escuchara -. ¿No crees que Eren está distinto?

-: ¿Distinto?

-: Quiero decir, su trato, ha cambiado mucho, ¿acaso no lo notas?

-: Bueno sí, desde el día del accidente… él se ha comportado algo raro.

-: ¿Lo ves? Yo también pienso lo mismo. No quiero decir una cosa que no es, pero… es como si no fuera la misma persona, como si alguien más estuviera dentro de él – Mikasa lo miró desconcertada -. Lo sé, suena como una locura, pero, tengo algunas dudas. ¿Te fijaste como agarra los vasos y la taza?

-: Como el enano renegón – respondió la mujer.

-: Creo que le ha afectado mucho todo el asunto. Siento como si quisiera parecerse al capitán y a su vez el capitán… está diferente también. ¿No crees que todo es muy extraño?

-: No lo sé, no me he fijado en el enano. No me interesa.

-: Como sea, quiero llegar al fondo del asunto, algo más está pasando, no sé qué es, pero tiene que ver con que Eren haya perdido sus recuerdos. Voy a descubrirlo.

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Después de los entrenamientos, Levi se escabulló con la excusa de que Hanji lo había llamado. Sin que nadie lo viera llegó hasta su despacho. Entró sin tocar sobresaltando a Eren. Una vez dentro aseguró la puerta y se acercó decidido.

-: ¿Me vas a decir ahora qué carajos te está pasando, mocoso de mierda? – preguntó molesto.

-: No puedes irrumpir de esa manera en mi oficina – le respondió Eren poniéndose de pie.

-: ¿Tú oficina? ¿En serio? ¿Ya perdiste la razón o qué?

-: No tengo ganas de hablar con usted, por lo que le pido que me deje solo.

-: A mí no me vengas a dar órdenes, estamos en cuerpos diferentes por el momento, pero no te olvides de quién soy, bastardo. ¿Por qué mandaron a Mike anoche al sótano? ¿Dónde estabas?

-: ¿Por qué me dijo que no me quedara a solas con el comandante? – repreguntó Eren sin darle importancia a lo que el otro había dicho anteriormente. Levi abrió grande sus ojos.

-: ¿Qué sucedió? – inquirió con un poco más de calma.

-: Responda primero a lo que le he preguntado – acotó el joven mientras se acercaba con los brazos cruzados y el semblante más que serio.

-: Por nada, solo fue un consejo, para evitar que digas cosas inapropiadas o que nos expongan, Erwin es inteligente, podría darse cuenta que-

-: ¡Mentira! ¡Es una vil mentira y lo sabe! – Levi presintió que algo había ocurrido.

-: ¿Qué pasó con Erwin? – preguntó al fin.

-: Creo que eso usted lo sabe mejor que yo. Podría habérmelo advertido – El mayor retrocedió un paso sintiéndose levemente descompuesto, ¿qué rayos había pasado?

-: ¿Erwin te hizo algo? – siguió indagando con más cautela.

-: No sabía que ustedes tenían esa clase de relación – dijo Eren bajando la mirada, completamente herido en sus sentimientos.

-: Oi, espera, no te imagines cosas que no son.

-: ¡Yo no me estoy imaginando nada! – explotó Eren completamente ofuscado, caminó decidido a la puerta, le sacó el seguro y la abrió -. Váyase. Váyase y déjeme solo.

-: No, claro que no, no me iré hasta que aclaremos las cosas.

-: No hay nada que aclarar, está todo perfectamente a la vista. Pero no se preocupe, ni se sienta celoso, no me acercaré al comandante de nuevo, puede estar tranquilo.

-: ¿Ce-celoso? – repitió el otro mientras sentía que el rubor subía a su rostro, maldito cuerpo del niñato que era tan expresivo -. ¿Qué mierda estás hablando?

Sintieron ruidos en el pasillo y se quedaron callados. A los pocos segundos Petra ingresó al recinto.

-: ¿Capitán? Oh, Eren, disculpen, ¿interrumpo algo?

-: No, el cadete ya se iba – dijo el joven mirándolo con reproche. Levi soltó un bufido y se fue.

¿Qué había sucedido? ¿Erwin lo había intentado de nuevo? Estaba que se comía las uñas de los nervios, no podía ser, ¿Eren habría descubierto eso? Quería morirse de la vergüenza.

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Por la tarde lo vio en los entrenamientos. Intentó encontrar una oportunidad cuando lo vio a solas y fue a encararlo de nuevo.

-: Mira, Eren, no sé qué haya sucedido ayer, pero al menos quisiera que me escucharas un momento. Quiero explicar las cosas adecuadamente, creo que estás entendiendo todo mal.

Eren estaba cabreado, completamente ofuscado, apelando a todo su autocontrol para no largarse a gritarle al capitán las soeces palabras que le inundaban la mente. Afiló la mirada y endureció sus facciones.

Levi por primera vez fue consciente de sus expresiones, vaya, sí que intimidaba cuando quería.

-: Cadete Eren Jaeger – dijo al fin en voz alta, lo suficiente para que todos alrededor escucharan, muchos detuvieron su práctica -, ¿está rebelándose contra una orden mía?

-: ¿Qué mierda estás diciendo? – murmuró Levi muy sutilmente, mientras seguía con los brazos cruzados y mala cara.

-: ¡Párese como corresponde y muestre el respeto que merece su superior! – llamó la atención de varios alrededor que se detuvieron y miraron la escena.

Levi abrió grande sus ojos, mientras Armin miraba la escena asustado y Mikasa seguía como siempre. Chasqueó la lengua disconforme, rodó los ojos y se paró firme, haciendo el saludo correspondiente con el puño al pecho.

-: Mocoso de mierda – dijo el supuesto capitán más alterado aún -, ¿me acabas de faltar el respeto chasqueando tu lengua y blanqueándome la mirada? ¡¿Con quién te crees que estás tratando?! – luego se giró y miró a Armin -. ¡Cadete Arlert!

-: Sí, capitán – dijo acercándose.

-: Usted lo ha presenciado, el cadete me ha faltado el respeto.

-: Oh, eh, umm… - Armin quería cavar una fosa y enterrar su cabeza.

-: Muy bien, no toleraré faltas de disciplina en mi escuadrón. Cadete Eren Jaeger, durante dos semanas se encargará de limpiar los baños y las duchas. Quiero esos retretes brillando de tal manera que pueda comer sobre ellos, ¿ha entendido?

Levi se mordió la lengua con bronca, mientras su barbilla temblaba.

-: No escuché su respuesta, cadete…

-: Sí, capitán – la voz de Levi salió siseante.

-: Bien, así me gusta. Bueno, con respecto a la limpieza de mañana, quedan todos eximidos – Esta vez el escuadrón entero quedó pasmado y Levi miró a Eren sin entender -. No se hará limpieza, pueden tomarse el día libre.

-: Pe-pero, c-capitán… - masculló Auruo antes de morderse la lengua.

-: Se lo merecen, después de todo su entrenamiento el día de hoy ha sido brillante.

-: Si no se limpia se acumulará el polvo peor – acotó Levi casi temblando, tratando de mantener todo su autocontrol.

-: Bueno, ya que está taaan preocupado por el tema de la limpieza, lo autorizo cadete Jaeger a que limpie todo el mugroso sótano del laboratorio de la líder de escuadrón Hanji. Tiene tres horas a partir de este momento para dejar el lugar en condiciones antes de la cena.

-: ¿Qué?

-: Yo que usted me apuraría, porque si en tres horas ese lugar no está inmaculado, tendré que aplicar una grave sanción, sobre usted. Y en cuanto a los demás – dijo dirigiéndose al resto -, no se les ocurra ayudarlo, o cumplirán también con el castigo que le impondré. Ahora circulen, excepto Ackerman y Arlert, a ustedes los quiero en la biblioteca, Petra los acompañará para que ordenen la última partida de libros que ha llegado de la capital. Eren, te veré en tres horas, mueve tu culo.

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Lo haría pedazos, no, lo haría mierda… recontra re mierda. Pendejo estúpido… idiota… imbécil… Apenas se arregle esa mierda del intercambio, lo haría llorar lágrimas de sangre. No tenía idea la horda de demonios que había invocado, ya vería.

Levi se secó el sudor de su frente con otro pañuelo, mientras estornudaba al revolver toda la mugre de papeles viejos que no servían para nada. ¿Tres horas? Ni siquiera un ejército de titanes podría tener ese lugar limpio en un día entero. Pero él era Levi Ackerman, el más fuerte de la humanidad, ahora en un envase de papel barato, haría posible lo imposible, se rompería entero, pero le haría tragar todas sus palabras al hijo de puta ése… ya vería…

Ya aprendería Eren Jaeger, cuando las cosas volvieran a la normalidad. Se detuvo un momento, le ardían los brazos de lo arduo que venía barriendo. ¿Pero cuándo volverían las cosas a la normalidad? Para empezar ni siquiera sabía por qué estaban como estaban. Nunca había escuchado nada similar en toda su vida. Era tan frustrante.

Y además no podía convertirse en titán. A Dios gracias por eso. Pero Hanji hacía dos días que lo martirizaba. Era doloroso, morderse una y otra vez, realmente que Eren era muy fuerte, porqué a él le llevaba de dos a tres mordidas para sangrar. Claro que a la hora su mano ya estaba completamente repuesta, algo que encontraba asqueroso y antinatural. Tanto el comandante Erwin como la líder de escuadrón Hanji estaban sumamente preocupados. Y él también.

Por si fuera poco el mocoso había descubierto sobre los acosos de Erwin a su persona, se devanaba los sesos pensando y pensando qué carajos habría pasado. Sólo esperaba que su cuerpo estuviera bien, y que el mocoso no hubiera pasado por ninguna experiencia mala.

Perdió la noción del tiempo en ese horrible y encerrado lugar. Armin lo fue a buscar.

-: ¿Eren? ¿Cómo estás? – le dijo el muchacho mirándolo preocupado -. Vaya, estás cubierto de mugre…

-: Sí, maldito idiota. Pero casi he terminado con todo – comentó suspirando y sintiendo que iba a desmayarse de cansancio.

-: ¿Qué le dijiste al capitán para que se haya enojado tanto contigo? Pensé que te pegaría, normalmente te saca un par de dientes y con eso ya lo arregla.

-: El capitán no es tan malo – dijo algo molesto por la visión del joven.

-: Típico de ti, puede dejarte sangrando e inconsciente y lo sigues defendiendo – sonrió con melancolía el rubio -. ¿Pero qué lo molestó tanto?

-: ¿Quieres que te sea honesto? No tengo ni la más puta idea. Simplemente se cabreó. Me acerqué a preguntarle sobre unas técnicas de combate y eso fue todo.

-: Eren… ¿sabes? Me lastima un poco que no tengas la confianza suficiente para contarme la verdad. Sabes que nunca te he ocultado nada y creía que tú eras igual… Pero desde el día del accidente todo ha cambiado, ¿verdad? Sinceramente espero que me lo puedas decir alguna vez.

-: No te estoy ocultando nada – dijo bajando la mirada.

-: Sí lo haces, pero respetaré tu silencio, debes tener tus motivos, solo… - se acercó y puso sus pequeñas manos en sus hombros -, quiero que sepas que siempre serás mi mejor amigo, que pase lo que pase, nunca te delataré, tus secretos estarán siempre a salvo conmigo. Ojalá pudiera ayudarte con eso que te duele tanto. Ahora vamos, debes tomar un baño, el capitán ha pedido que te viniera a buscar, ya deja esto, puedes terminar mañana. Te ayudaré a sacar las bolsas de basura.

Levi se sintió a gusto, al menos alguien estaba pendiente de su situación, bueno, no exactamente de él, pero la actitud del pequeño lo había conmovido. Recordó esa enorme amistad que tenía con Farlan e Isabel, y envidió un poco al mocoso por tener tan buenos amigos.

-: Armin… - lo llamó luego que dejaron la cuantiosa cantidad de basura dentro del incinerador – Gracias por lo que dijiste. No sé si algún día podría contarte todo, pero valoro tu apoyo.

El joven le sonrió con calidez.

-: Para eso son los amigos…

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By Luna de Acero… intrigada…