Odio lo que he hecho o todo se terminó
Le había pedido a Víctor que fuera a verlo, sí bien no dudaba de él, no podría dormir tranquilo hasta esclarecer el misterio que le había planteado su hermana ése día temprano.
Pasaron un par de horas hasta que escuchó que tocaban la puerta de su departamento. En la puerta estaba Víctor cargando unas pesadas bolsas, en ellas estaban varios alimentos, lo que parecía una botella de vino y algo similar a pelotas anudadas con unas gruesas cuerdas.
Hola Yuuri, justo cuando me llamaste estaba comprando estas cosas. Y bien, ¿Dónde está el perrito?
Ah, sobre eso… No pude adoptarlo, al parecer son más cuidadosos con las adopciones de lo que pensaba –dijo el castaño ligeramente aliviado al ver la tranquilidad de Víctor- pero, vamos, entra.
Que mal, de verdad estaba emocionado por conocer a nuestro futuro compañero –Víctor entró, colocando las compras en la mesa – Incluso le compré esto –sacó de la bolsa que traía un pelota y una cuerda, evidentemente era un juguete para perro, también sacó un collar para perro color rojo y un par de platos metálicos para macotas.
Quedé en lista de espera así que en cuanto sea posible me darán un perro.
¡Perfecto! Entonces… -Víctor se acercó a Yuuri, tomándolo por la cintura -¿Qué te apetece hacer hoy? Tengo el resto del día y de la noche libre… - dijo comenzando a besar el cuello del menor-
¡Espera! –dijo soltándose del agarre del otro –Yo… quiero… ¡No! Necesito preguntarte algo.
Está bien… -Por un segundo Víctor comenzó a sudar frío, parecía que Yuuri estaba bastante serio y eso sólo podía significar que tal vez el menor ahora sabía sus orígenes. - ¿Qué sucede? Me estas asustando Yuuri…
Yo… Pues… ¿Me has estado mintiendo?
¿A qué te refieres…? –Ése era el fin, justo ahora se tiraría de rodillas e imploraría por perdón, explicaría todo y tal vez sólo tal vez sí el amor que Yuuri le tenía era lo suficientemente fuerte podría ser perdonado después de algunos golpes y tal vez de tener que esquivar algunos electrodomésticos siendo lanzados a su cabeza.
Mari te vio con una chica…
¿A mí? –Dijo dudando
Si, a ti. Hoy en una tienda
¿Hoy…?
¿Eras tu verdad? -Los ojos del castaño comenzaban a ponerse acuosos
Sí, era yo, cuando compraba eso –dijo señalando las bolsas –Pero al parecer acá hay un malentendido enorme Yuuri. Es cierto que estaba con una chica, pero ella un familiar.
¿Es un familiar?
Así es –sonrió –Es mi hermana menor
¡¿Tienes una hermana?!
Así es –primera vez que Víctor no mentía en mucho tiempo –Verás ella se había sentido mal los últimos días, así que me pidió acompañarla a hacerse un cabio de imagen, un suplicio debo reconocer, no pensé que tardaría tanto.
¿Por qué nunca me contaste sobre ella? –dijo en un tono triste –Digo, tú conoces a toda mi familia… Sé que me dijiste que preferías no hablar de tu familia, pero creí que tal vez estaban muertos o estaban distanciados por algún motivo…
No es cómo sí deseara ocultártelo, prometo que pronto te contaré todo sobre mi familia, pero aún debo preparar el terreno… -dijo nervioso.
¿Crees que ellos no me acepten por ser hombre? –cuestionó el nipón.
Ah… bueno eso tal vez los tome por sorpresa, pero no, digamos que mi familia tiene otros planes para mí y puede que aún no sea el momento de hacer las presentaciones.
Ya veo… Pero, igual deseo que me cuentes de tu familia, para ir haciéndome una imagen de ellos.
Pese a estar dudoso sobre sí era prudente o no hacerlo, el resto de la tarde el ruso contó a su pareja un muy resumido historial de sus orígenes. Por su parte el menor quedó perplejo de cómo pudo pasar tanto tiempo con su pareja sin siquiera notar que él era un formidable hermano mayor de 4 hijos, cuyos padres eran tremendamente estrictos y deseosos de que el viera y velara por toda la familia en algún futuro.
Evidentemente Víctor disfrazó la realidad, claro omitiendo nombres y señas particulares, el deseaba contarle todo de una vez por todas, pero aún había un pequeño gatito rubio rondando por ahí con intenciones de conquistar al menor de los Katsuki.
Víctor notó cómo el menor se tranquilizaba poco a poco, así que decidió que lo mejor era dejar ése tema al menos por ése día. Tomó al menor entre sus brazos dispuesto a llevarlo directo a la alcoba, pero fueron interrumpidos por lo que parecía una mensaje urgente de su padre.
Suspiraron decepcionados por no poder continuar con lo que prometía ser una dulce noche repleta de cariños y placer.
Yuuri acompañó al ruso hasta la calle dónde se despidieron entre mimos abrazos y besos.
Víctor Nikiforov no lo sabía, pero esos serían los últimos besos y abrazos que recibiría del menor.
•
¡Por fin llegas! –Exclamó Yavok mientras recibía a su primogénito en la oficina principal.
Se supone que hoy era mi día libre ¿Recuerdas? –dijo en tono molesto
Sí, lo sé. Mila me dijo que estuviste con ella temprano, pero esto es de urgencia, vamos camina –dijo tomando del brazo a su hijo y llevándolo prácticamente a rastras por un largo pasillo que dirigía a la principal sala de negocios.
¡Anda metete ya! –dijo su padre prácticamente empujándolo.
Lo que esperaba dentro de la sala estaba contemplado en los planes futuros de Víctor, pero ni en mil años se esperaba ver al padre y jefe de los Katsuki sentado a menos de un metro de él.
Lo último que Víctor pudo notar fue como pasaba de ver a su (tal vez ya no) futuro suegro a ver el techo mientras su mirada se oscurecía.
Pasada tal vez media hora el heredero de los Nikiforov estaba acostado en lo que parecía un sofá, junto de él estaba Toshiya bebiendo tranquilo un té.
Ah… ¿Qué me pasó? – dijo el ruso tratando de levantarse
Tú padre acaba de ir por un médico… Curiosa familia tienes ¿Eh? Víctor Plisetsky… O mejor dicho Víctor Nikiforov… -dijo sorbiendo un poco de su bebida con una peculiar sonrisa en el rostro –Y bien ¿Le se lo cuentas todo a Yuuri tú o debo hacerlo yo?
•
Ahí estaba el pequeño gatito Nikiforov, con el corazón roto pero no con ello sus intenciones iniciales.
Aguantando todas las ganas de alcanzar el auto dónde su hermano iba para sacarlo de ahí y golpearlo decidió tomar la ruta más corta. Ahí estaba Yuuri regresando a paso lento hasta el edificio dónde vivía.
Sin pensarlo corrió, apenas sujetando el felino peluche que llevaba como ofrenda de paz.
¡Espera!
El japonés volteó de inmediato, apenas reconociendo la voz de quién lo llamaba.
¿Yuri Nikiforov…?
Así, es… -dijo jadeando
¡Oh, no! ¿Ahora vas a venir a molestarme también a mi casa? –La expresión de Yuuri rondaba entre el miedo y el enojo –Por favor ya déjame en paz, aprende de tus hermanos y déjame vivir tranquilo.
¿Eh? ¿Qué sabes tú de mis hermanos? –sentencio
Que al menos Georgi y Mila por fin dejaron de molestarme, ¿Sabes? En este momento tengo pareja y lo amo mucho. ¡Sólo quiero vivir en paz con él! ¡Así que hazme un favor y sea lo que sea que vengas a hacer aquí que sea rápido y después de eso no quiero verte más!
Primero que nada ten –dijo lanzando el muñeco de felpa a las manos del castaño –Considéralo una ofrenda de paz… -dijo sonrosado hasta las orejas. - ¿Podemos hablar?
Yuuri estaba algo perplejo, en su ya bastante experiencia con el rubio de un momento a otro comenzaría a llamarlo "cerdo" "inútil" y terminaría por golpearlo de algún modo; pero justo ahora se veía tranquilo y a la vez desesperado.
¿Prometes que no habrá ningún golpe?
Lo juro.
Está bien… -Pero no en mi casa, por allá hay un pequeño parque. Vayamos allá.
El corto trayecto hasta el parque del vecindario fue silencioso, Yuuri por su parte estaba a la defensiva, preparado para que en cualquier momento el rubio lo golpeara, insultara e incluso que el juguete que ahora llevaba en sus manos explotara; podría esperar lo que fuera del joven Nikiforov.
Por su lado Yuri estaba hecho un completo caos, recapitulando había visto a su hermano besando a su primer amor, cuando menos lo pensó corrió para entregar su regalo y gritando por una oportunidad para hablar… Y ahora estaba caminando con un nudo en la garganta, completamente en shock y sin saber cómo demonios iba a explicar su presencia, lo que es más ¿Cómo demonios es que Víctor terminó besando a Yuuri? ¿De dónde se conocía? ¿La pareja de la que Yuuri hablaba era Víctor?
¿Aquí está bien? –Preguntó el mayor señalando una pequeña banca frente a un estanque.
Ah… si…
¿Y bien? ¿Qué es aquello que necesitas hablar conmigo?
Ah… pues… verás… - comenzó a balbucear
¿Podrías darte prisa? – Yuuri no tenía la intención de ser grosero, pero sus defensas con los Nikiforov reaccionaban en automático.
Yo… venía… Yo… ¡QUERÍA DECIRTE QUE ME GUSTAS, SIEMPRE ME HAS GUSTADO Y QUIERO QUE SALGAS CONMIGO! –gritó
¿Eh?
¡YA ME OISTE MALDITA SEA! ¡NO ME HAGAS REPETIRLO!
Espera, espera, espera… ¿Te refieres al gustar de ser amantes?
¡PUES CLARO!
¡Pero sí apenas te conozco! ¡Todo lo que sé de ti es que me tratas como basura! ¡¿Cómo demonios es que ahora me pides tener una relación?!
¡Primero que nada tú y yo ya nos conocíamos de antes! ¡Pero fuiste un imbécil y lo olvidaste por completo! – gritó directo a la cara del otro.
¿De qué hablas? ¡La primera vez que te vi fue en la universidad y llegaste a golpearme! –Para ese momento Yuuri ya estaba gritando casi al mismo volumen que el rubio.
¡Que no! ¡Te conocí antes! ¡Cuando esperábamos el bus! ¡Tú perdiste tus lentes y a mí me habían golpeado! - Exclamó sujetando de la chaqueta al nipón.
Espera, ¿Ese eras tú? ¿Por qué no me lo dijiste? Además ¿Sí ya me conocías porque me golpeaste en la universidad? – dijo calmo, tratando de soltarse del agarre del otro.
¡Porque eres un idiota que se olvidó de mí! ¡Tú me has gustado desde entonces! ¡Estoy enamorado de ti! – Ni el mismo Yuri comprendía como era capaz de soltar semejante confesión a gritos.
El cerebro de Yuuri ya había llegado a su tope de capacidad, el chico que conoció hace años en una estación era el mismo que lo atormentó por un año completo junto a sus hermanos y ahora aparecía frente a él con un regalo y una declaración formal de amor y no sólo reclamarlo como su posesión.
Dame un respiro… Es mucho para mi pobre cabeza… -dijo el castaño ejerciendo presión en sus sienes, estaba a punto de tener una migraña. –Mira Yuri, estoy halagado, pero la verdad es que no tengo el más mínimo interés en ti, cómo ya te lo dije, justo ahora estoy en una relación y soy muy feliz así que gracias por el sentimiento, pero me temo que no te puedo corresponder.
Lo siguiente que vio el joven Katsuki no lo esperaría ni en mil años, a su lado el ruso estaba llorando, su expresión era una de dolor por completo, tal vez ni el mismo lo creía ya que no hizo movimiento o gesto alguno por cubrir sus lágrimas.
¿Por qué? –musitó el rubio –Yo, de verdad me arrepiento de lo que te hice, fui un idiota… Yo sólo estaba molesto de que no me mirabas, que no me recordaras… ¿No tengo la más mínima oportunidad? ¿No me dejarás intentarlo si quiera? Yo podría hacerte feliz, estoy seguro… - Las palabras del pequeño estaban cada vez más quebradas, comenzaba a jadear para poder hablar tampoco sus ojos podían detener el líquido que corría de ellos.
Yo… - limpió una de las tantas lagrimas del menor – Lo siento… -En el fondo el pequeño rubio le daba algo de ternura y aunque fuese un poco comprendía su actuar, aunque por nada en el mundo lo justificaba- Pero es como te lo dije a ti y a tus hermanos… Yo ahora mismo salgo con alguien, lo amo mucho y deseo tener una vida con él.
¿Qué tiene el idiota de Víctor que no tenga yo? –Jamás se había referido a él de ése modo, en el fondo estaba molesto de que al final uno de sus hermanos le hubiera robado la última oportunidad.
¿Conoces a Víctor? – dijo el nipón sorprendido
¡Claro que lo conozco! ¡Es mi hermano!
CONTINUARA…
Después de mil años por fin actualizo, perdón por dejar no sólo este sino todos mis fics en pausa… Creo que desde agosto no escribo nada… Sólo me queda decir que pasé lo que podría ser una de las peores depresiones de mi vida, fue bastante duro, pese a tener todo el tiempo del mundo no me podía concentrar en escribir, aunque a la vez agradezco a ese depresión porque me ayudó a terminar mi fic "Conocidos en el mar" posteriormente a eso conseguí un empleo nuevo, así que en lo que tardaba en acoplarme a un nuevo ritmo de vida no fui capaz de escribir nada.
Mis más sinceras disculpas a todos los que leen "Diario de la nueva escuela" ya que ése también lo tengo algo abandonado (espero mañana poder escribir algo aunque sea pequeño) también ya tengo otra idea para otro fic :v :v :v :v que espero poder escribir a inicios de diciembre
Sin más que mil disculpas para mis lectores y promesas de nunca abandonarlos me despido de ustedes.
Por cierto a este fic no le quedan más de dos capítulos.
En el próximo veremos como acaba de caerse la mentira de Víctor y las reacciones de sus hermanos y las de Yuuri ;)
Los amo
Esta historia se publica en wattpad, fanfiction y AO3
Prohibido copiar, traducir y adaptar