La familia de mi novio
Víctor: ¡Buen día a todos! ¡Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos! ¿Cómo están? ¿Me extrañaron? Sé que los dejé en buenas manos la semana pasada con Yurio y Otabek. En verdad estuvo interesante ese fanfic que leyeron. En un principio me generaron unos molestos sentimientos porque, ya saben, Yurio es como un hijo, o un hermanito menor, y ver que en esa historia era algo así como una zorra me puso mal. Pero a fin de cuentas Otabek salvó el día.
Yuuri: ¿De qué hablas? –se oyó desde detrás de cámara- Otabek fue una conquista más de ese Yurio.
Víctor: Lo sé, pero cuando llega el amor es cuando sientes la necesidad de comenzar a portarte bien –sonrió- oye, ven –estiró su mano para atraer al japonés hasta ponerlo a su lado- ¿Saben donde estamos? ¡En Hasetsu! –con el brazo extendido y gracias a un palo selfie enfocó la entrada de la posada, más específicamente el cartel- ¡Visiten Hasetsu! Si dicen el código secreto que es "Víctor ama a Yuuri" se les hará un descuento en la posada.
Yuuri: ¿Descuento?
Víctor: Sí, tu madre me pidió que hiciera publicidad y dijo que les haría un descuento a mis suscriptores. –volvió a enfocarse-
Yuuri: Oh, bueno, si eso mueve un poco más el turismo en esta ciudad es mejor –hizo una tierna sonrisa- gracias por ayudar a mi familia.
Víctor: No hay de qué –chocó su nariz con la de él y la movió con suavidad. Luego volvió a mirar a la cámara- tienen que venir a probar la comida. Dios mío, nadie cocina mejor que Hiroko. Y las aguas termales, las cuales les enseñaría pero está prohibido entrar con cámaras cuando hay gente ahí –abrió la puerta y ambos ingresaron- les voy a presentar a mi nueva familia –caminaron un poco y entraron al comedor donde había gente almorzando- ¡Toshio! –se acercaron al hombre que iba con una bandeja en las manos con un plato de comida y una botella de sake. El hombre era mucho más bajito que él así que le rodeó los hombros con un brazo y lo acercó a él- este es mi suegro, Toshio Katsuki.
Toshio: Vicchan, creo que Yuuri ya sabe que soy tu suegro.
Víctor: No se lo estoy diciendo a él, se lo estoy comentando a mis seguidores. Salúdalos.
Toshio: Oh –pareciera que recién notó la cámara. Sonrió- un gusto conocerlos –hizo una leve reverencia con su cabeza.
Víctor: Veo que estás algo ocupado –dijo al ver la bandeja- te dejaré seguir trabajando. Prepara esos pies porque después de que suba este vídeo tendrás a muchos seguidores míos rondando por aquí.
Toshio: Estos viejos huesos aún funcionan muy bien para atenderlos a todos.
Víctor: ¡Por supuesto! Rebosas juventud por todos lados –el hombre sonrió apenado- nos vemos Toshio –soltó al hombre el cual se fue a servir las mesas- si seguimos por aquí… -comenzó a caminar hasta entrar a la cocina- nos encontramos con el lugar donde todas las delicias japonesas son creadas, y a la responsable de ello. ¡Buenas tardes, Hiroko!
Yuuri: Hola, mamá.
Hiroko: Hola chicos –se volteó para verlos con una gran sonrisa pero al ver la cámara se sonrojó- Ay, Vicchan, ¿Estás filmando?
Víctor: Por supuesto.
Hiroko: ¡Que vergüenza! –puso sus manos en sus mejillas al tiempo que se sacudía nerviosa- no estoy vestida para la ocasión.
Víctor: ¡Pero si siempre está radiante!
Hiroko: Eres todo un caballero.
Víctor: Lo sé –sonrió con suficiencia, Yuuri, a su lado, rodó los ojos pero luego rió- Hiroko, dime: ¿Qué se siente ser la madre de un gran deportista?
Hiroko: Orgullo. Eso es lo que siento. Incluso cuando él siente que no es suficiente lo que hace en la pista, yo siento mucho orgullo cada vez que lo veo.
Yuuri: Mamá… -se sonrojó.
Hiroko: Mientras tú te deprimes por "no ser suficientemente bueno", yo solo puedo agradecerle a la vida que me hayas tocado tú como hijo.
Víctor: ¿Quién dice que los japoneses no muestran cariño? Esta mujer es la personificación de la ternura.
Hiroko: ¡Vicchan! –se volvió a sacudir nerviosa pero con una gran sonrisa.
Víctor: No te apenes –sonrisa de corazón- ¿Tienes tiempo de contarme algo sobre Yuuri?
Hiroko: Puedo contarte algo mientras sigo cocinando.
Víctor: De acuerdo –la mujer les dio la espalda para seguir con lo suyo- ¿Qué sentiste al ver a Yuuri sobre el hielo por primera vez?
Yuuri: ¿Esto va a ser una entrevista sobre mí? Es tu canal.
Víctor: Y porque es mi canal voy a hablar de mi prometido.
Hiroko: La primera vez que lo vi… ummh… fue una gran sorpresa. Minako lo llevó a la pista sus primeras veces sin decírmelo. Luego de un mes fue que me enteré de eso. Minako me dijo que tenía una sorpresa así que me citó en el Ice Castle. Cuando entré vi a mi pequeño deslizándose por todos lados con la sonrisa más hermosa que jamás había visto. Incluso cuando se caía no quitaba esa sonrisa –miró a su yerno- cuando lo vi interpretar "Eros" por primera vez me quedé un poco sorprendida preguntándome dónde estaba la sonrisa inocente de mi bebé.
Víctor: ¿Eso es un reclamo? –preguntó divertido.
Hiroko: Para nada –volvió a concentrarse en las verduras que cortaba- fue ahí que me di cuenta que mi bebé había dejado de ser un bebé. Es maravilloso ver cuando ha crecido mi hijo y todo lo que avanzó desde niño hasta ahora. Se ha convertido en un hombre maravilloso.
Víctor: ¿Y estás contenta de que este hombre maravilloso ahora sea mío?
Hiroko: Sé que no estaría en mejores manos.
Víctor: ¿Verdad? –atrajo a Yuuri rodeando sus hombros y le dio un beso en la frente. El pobre japonés estaba muy sonrojado pero con una tierna sonrisa- una última pregunta. ¿Qué opinas de que tu hijo esté con un hombre? ¿Qué pensaste la primera vez que supiste de lo nuestro?
Hiroko: Bueno, creo que yo incentivé ese amor que te tiene. Cada vez que salía de compras y me encontraba con una revista que hablara sobre ti yo se la compraba. Y ver la emoción al recibirla me hizo plantearme y preguntarme: "¿Le gusta Víctor como patinador o también como hombre?". Aunque claro, como era solo un niño no me lo preguntaba demasiado. Pero con el correr de los años y ver que solo seguía hablando de ti y de querer alcanzarte algún día, me di cuenta antes que él que era más que admiración.
Víctor: Ooooooow –sus ojos brillaron con ternura-
Hiroko: Quizás, como todas las madres del mundo, esperaba a que mi hijo creciera, se enamorara de una chica, se casara y me hicieran abuela. Pero tú como hombre lo haces más feliz que cualquier mujer en el mundo. Pero tuve demasiados años para acostumbrarme a que no importa quién sea, de que sexo o nacionalidad sea, mientras mantenga la sonrisa de mi hijo yo estaré satisfecha.
Víctor: En verdad eres una gran mujer, Hiroko –sin soltar a Yuuri, se acercó a la mujer y le dio un beso en la sien- no te robaremos más tiempo. ¿Me preparas katsudon para la cena?
Hiroko: ¡Por supuesto!
Yuuri: Gracias, mamá –los tres se sonrieron-
-.-.-
Víctor: Y por último pero no menos importante tenemos a mi cuñada. ¡Mari!
Mari: ¿Qué tal? –levantó su mano haciendo el signo de amor y paz. Estaban en el jardín de la casa y la chica tenía una escoba en sus manos-
Víctor: Esta mujer es una de las que ayudaron a que Yuuri sea el patinador que es hoy. ¿Quieres contar la historia?
Mari: Claro. De niña yo tomaba clases de ballet con Minako.
Víctor: ¿Cuántos años tiene Minako? ¿Hace cuánto que es profesora?
Mari: Minako baila desde los 3 años. Era tan buena que comenzó siendo ayudante de su profesora cuando solo tenía 13 años. Un par de años después ya la pusieron como profesora. Pero no revelaré su edad.
Víctor: Es verdad, a una dama no se le pregunta la edad.
Mari: Como iba diciendo: yo tomaba clases con ella. Cuando Yuuri tenía 6 años lo tuve que llevar conmigo a una de mis clases porque mis padres tenían que salir y no podíamos dejarlo solo en la casa. Lo dejé sentado en un rincón haciendo su tarea. Luego de un rato cuando me voltee a verlo lo vi en ese mismo rincón imitando las cosas que estábamos haciendo. Minako también lo vio y lo invitó a participar.
Yuuri: Recuerdo muy bien ese día. Cuando llegamos a casa me encerré en mi cuarto a seguir practicando lo que había aprendido.
Mari: Después de eso me obligó a que lo lleve más seguido pero me pidió que no le dijera a nuestros padres que él también quería bailar.
Víctor: ¿Y eso por qué? –miró a su prometido-
Yuuri: Bu-bueno… eran todas niñas las que iban a la clase y yo era el único varón. Supuse que los chicos no debíamos bailar ballet. Me daba vergüenza que alguien se enterara de eso.
Mari: Luego de una semana se metió a mi cuarto en mitad de la noche para preguntarme si estaba mal que por ser un niño le gustara el ballet –hizo una sonrisa nostálgica- le dije que él podía hacer lo que quisiera si realmente le gustaba. Así que al día siguiente hable con mi mamá y le comenté. Estuvo de acuerdo en que Yuuri se inscribiera también.
Víctor: Oow, me encantaría tener una máquina del tiempo y poder viajar para ver al pequeño cerdito en sus primeras clases.
Mari: Lástima que no hay muchas fotos de eso, en esa época no se usaban tanto las cámaras como ahora. Pero fotos hay, luego te las muestro.
Víctor: ¡Sí! ¿Y lo del patinaje de dónde salió?
Mari: Eso fue idea de Minako. Dijo que veía que realmente le gustaba bailar así que lo llevó al Ice Castle diciendo que eso lo ayudaría aún más en su técnica.
Víctor: Entonces gracias a ti y a Minako, Yuuri se cruzó en mi camino. Definitivamente serán las damas de honor en nuestra boda.
Mari: Yo estoy impaciente por la boda. Habrá muchos famosos –sus ojos brillaron de emoción-¡Y estará Yurio!
Víctor: Oye, tu novio se pondrá celoso.
Mari: Nah. Él sabe que soy muy fanática de Yurio, pero quieras o no, es un niño para mí. Además no cambiaría a mi novio, el tatuador más sexy del mundo, por nadie. Y, por cierto, él se babea por Angelina Jolie así que no tiene derecho a decirme nada.
Víctor: Uuuy, Angelina Jolie… esa mujer sí que es una bomba.
Yuuri: Ejem…
Víctor: Yuuuuuuri, no te pongas celoso. Ella no tiene pene.
Yuuri: ¡Víctor! –se sonroja.
Víctor: Aunque sea gay puedo admitir cuando una mujer es hermosa.
Mari: Y yo admito que me haría lesbiana por ella.
Yuuri: No tienen remedio –soltó una risita- aunque en verdad es muy linda.
Víctor: ¿Ya me quieres engañar? –puso su mejor expresión de Drama Queen.
Yuuri: ¿Qué? ¡Pero si tú empezaste!
Víctor: Mi Yuuri me quiere engañar…
Yuuri: Tú dijiste en un vídeo que esperabas a que Emma Watson te llame –lo miró "ofendido", aunque en verdad estaba tratando de ocultar la risa.
Víctor: Bueno, puede ser la madre de nuestros hijos. Es perfecta, admítelo.
Yuuri: Solo tú eres perfecto.
Víctor: … sostén esto, Mari –le pasa la cámara y ella los enfoca justo cuando Víctor salta encima de Yuuri llenando su rostro de besos- ¡Eres el mejor novio del mundo! –le da cientos de besitos en los labios mientras que Yuuri lo abraza y se ríe en medio de los besos.
Mari: Ya, búsquense una habitación –dijo en tono de broma.
Víctor: Ya mismo me encargo de eso –mira a su cuñada- ¿Terminas el vídeo por mí?
Mari: ¿No prefieren terminarlo ustedes con una bella escena sexual para sus fans?
Víctor: No es mala idea…
Yuuri: ¡Víctor!
Víctor: ¡Es broma! –suelta a Yuuri- hasta aquí el vídeo de hoy. Sé que es cortito pero estoy seguro de que quedó lindo. Me despido rapidito porque debo llevarme a mi novio a "jugar".
Yuuri: Víctor, cállate –se tapó el rostro sonrojado con ambas manos.
Víctor: Haremos ejercicio para ya ir entrados en calor a patinar.
Yuuri: Díos mío… -abrió un poco los dedos para mirarlo- ¿El mundo necesita enterarse de TODO?
Víctor: Como si el resto del mundo no hiciera cochinadas también –soltó irónico en medio de una carcajada acompañado por su cuñada.
Yuuri: Debí haberme enamorado de alguien que no sea famoso.
Víctor: ¿Me quieres cambiar por alguien más? –hizo un pucherito. Yuuri bajó sus manos y suspiró.
Yuuri: Aunque quisiera no podría porque estaría pensando en ti todo el tiempo.
Víctor se lo quedó mirando fijamente al tiempo que un sonrojo se apoderaba de sus mejillas lentamente. Luego sonrió con mucho amor.
Víctor: Yuuuuuuri… yo tampoco te cambiaría. Ni por Emma Watson ni Angelina Jolie ni nadie. ¡Ni por Brad Pitt, aunque se ponga de rodillas y ruegue estar conmigo!
Yuuri: Eso espero –enarcó una ceja.
Víctor: ¡Nunca, nunca!
Mari: ¿Cuántas en la audiencia me envidian por poder ver este tipo de escenas en vivo y en directo durante todo el día? –dijo hablándole a la cámara- porque en verdad están así todo el día.
Víctor: ¡Siempre triunfa el amor!
Mari: ¡Yaaaay! –ella y Víctor chocan los 5-
Víctor: Nos vemos la próxima mis pequeños terroncitos de azúcar. Recuerden visitar Yu-Topía y decir el código secreto para obtener descuentos. ¡Los amo! A la cuenta de tres nos despedimos todos juntos. Uno… dos… ¡Tres!
¡Ciao, ciao!
-.-.-
NOTAS
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(También para Yuuri, Chris, Yurio, Phichit, Yakov y el consultorio sexual de Chris y Víctor)
Que cortito el capítulo, ¿No? Me di cuenta que era más corto de lo que creí cuando lo releí. Pero por ahora es lo que hay xD Toshio casi ni apareció jajajaja, pero es que las mujeres Katsuki son más interesantes que él. Había pensado en meter a Minako y a las trillizas también pero… al final no se me ocurrió mucho jajajaja.
¡Da svidániya!