Lo primero: Como supongo que varias de las personas que leerán esto son fans de Star y tal vez leyeron mi otro fic "La tarde de Star" aclararé un punto que no se sí sea tan obvio como yo había pensado: Bryan (Brittney) es un chico muy rico, es decir el concierto de las Lovely es en parte gracias a su dinero y Thunder aceptó ayudarlo a conquistar a la chica que le gustaba a cambio de poder llevar a Marci a ese concierto exclusivo.

Ahora en este fic no cambian de género, si no de personalidades, la idea surgió de unos dibujos que se llaman bad boy and the princess, mis alabanzas al que hizo la imagen de la portada jejeje, bueno aquí como verán todos los personajes cambian de personalidad y esto provoca que algunos sucesos cambien…

Ahh si esto pertenece a Daron Nefcy y a Disney.

La Remilgada llega a la Tierra

Star Butterfly se encontraba acostada en su cama observando la varita que había obtenido hace unos días en su fiesta de cumpleaños, cuando la portaba su madre era un hermoso cetro de diamantes. Ahora en sus manos era una varita color rosa con un corazón en el centro y alas blancas.

Se había alegrado mucho al obtenerla hasta el punto de comenzar a leerse cuidadosamente el libro esa misma noche y como era de esperarse de la siempre perfecta princesa de Mewni logró realizar los primeros encantamientos sin ningún problema, su forma cuidadosa de seguir las instrucciones y querer mejorar ante todo para ser una digna reina ayudaban a que realizara todo perfectamente, entonces ¿cuál era el problema? Pues sencillamente que todo le parecía demasiado…fácil, se comportaba como debía hacerlo toda princesa, aprendía a la velocidad esperada y leía puntualmente todos los días varios capítulos de libros sobre historia de su reino, incluso algunos acerca de cómo sí había algunos monstruos buenos en la historia. Todo el reino se sentía feliz y a salvo de tenerla como heredera al trono, pero ella por una vez en su vida quería algún desafío.

Escuchó unos golpes en su puerta:

- ¿Puedo pasar?_ Star sonrió era su alocada madre.

- Claro madre, adelante.

La reina entró vistiendo su ya tradicional cabello arreglado con el vestido elegante, pero nada más estar en las pieza de su hija se quitó los zapatos recostándose en su cama:

- Vaya espanto_ suspiró_ menos mal que tu padre se está encargando se esa molesta reunión.

- ¿No deberías estar ahí tu también?_ inquirió la joven sentándose mucho más finamente al lado de su madre la cual estaba en posición india.

- Nah, nunca fui buena para esas cosas, además quiero hablar contigo.

- ¿Hice algo incorrecto?_ preguntó la princesa repasando mentalmente que pudo haber hecho mal ¿y si la enviaban a Santa Olga? ¡Que vergüenza! ¡ella que trabajaba duro para ser la perfecta princesa!

- Como si eso fuera posible_ sonrió su madre despeinándola_ no, es que te noto deprimida…algo… ¿hastiada tal vez?

Star viendo que no podía esconderle nada a su madre asintió contándole todo lo que sentía en verdad, cuando terminó la reina se levantó y le dio un gran abrazo:

- Menos mal niña creí que ya te estabas amargando, lo normal es ser rebelde a tu edad querer algo de emoción, no te preocupes hablaré con tu padre.

- Pero tampoco quiero algo demasiado riesgoso_ rogó la rubia temiendo las extrañas ideas de Moon Butterfly_ solo tal vez… ¿un intercambio para estudiar?

Moon pensó un momento, quería que su niña viviera experiencias divertidas, que aprendiera cosas nuevas, pero no debía mandarla a un lugar muy agresivo…solo diferente:

- Linda, déjaselo a mamá_ y guiñando un ojo la reina desapareció.

Esa misma noche la princesa durante la cena fue informada por su siempre formal padre que sería enviada a la Tierra para perfeccionar sus poderes y aprender sobre otros lugares en el universo, Star muy emocionada nada más enterarse corrió a la biblioteca a sacar una enciclopedia gigante que decía "Todo sobre la Tierra".

Marco Díaz se encontraba echándose una agradable siestecita….sobre su pupitre en la escuela…en la clase de matemáticas, cuando la voz estridente del director lo mencionó por el parlante:

- ¡Marco Díaz a la oficina del director!

- Pss, Marco_ lo golpeó en el hombro Su amigo Ferguson_ despierta otra vez te llaman.

- ¡Yo no fui!_ gritó el castaño en plena clase al despertar sobresaltado.

- Pues explíqueselo al director_ le dijo la maestra Calavera con una expresión cansada en el rostro_ vete, debo seguir con la clase.

Marco resopló y se encamino como por ¿quinceava? Vez ese mes a la ya tan conocida oficina. Cosas que pasan cuando te gusta ir contra el sistema, por algo lo apodaban "el chico peligro".

- ¡Suerte!_ agitó la mano la cursilona de Brittney con sus ojos brillantes, ella tenía esa manía de andar deseando paz y amor a todos.

Marco se limitó a ignorarla, ya estaba acostumbrado a que las mujeres babearan por él excepto…Jackie, por algún motivo ella no lo hacía y eso la convertía en objetivo, le dirigió una mirada a la chica cuidadosamente arreglada que estaba en una esquina, usando unos zapatos parecidos a las zapatillas de ballet que usaba para las prácticas.

Marco sonrió, caería tarde o temprano.

Star se encontraba sentada en una silla junto al amable director de la escuela, le había caído bien el hombre, había aceptado tenerla en la secundaria solo porque era su deber educar a todos los chicos que deseaban aprender…y a los que no. De todos modos no tuvieron que usar el cofre lleno de oro que llevaban por si acaso para sobornarlo (idea de su madre naturalmente).

Al ver a un chico castaño con el cabello bien arreglado, una polera roja y una chaqueta negra al igual que todo el resto de su atuendo el director sonrió, la joven Star parecía ser una chica ordenada y responsable ,sería una buena influencia para ese rebelde Marco Díaz:

- Hola Díaz.

- Acabemos con esto rápido_ dijo el chico subiéndose en la silla que estaba frente al escritorio del director colocando los pies sobre él.

- No lo llamé para castigarlo_ sonrió el hombre_ quiero que se encargue de algo.

- ¿Yo?_ preguntó el castaño alzando una ceja, normalmente no le pedían al estudiante más problemático "encargarse de algo" tal vez a los nerd como ese chico Justin del club de ajedrez.

- Si, tú quiero que seas el guía de nuestra nueva estudiante la señorita Star Butterfly.

Marco vio como una chica rubia se acercaba a él con una expresión seria en su rostro, tenía el cabello atado en dos perfectas trenzas y usaba un vestido celeste junto con medias blancas y unas ballerinas a juego, la chica le tendió la mano de forma educada mientras decía con voz formal:

- Un gusto, puedes llamarme Star.

- ¿Y esta? ¿Acaso la sacaron de un internado inglés?_ bufó el chico mirando con burla a la remilgada que tenía delante.

- Bueno…vengo de un castillo_ contestó la chica retrayendo su mano, decidió ignorar el comentario grosero del chico, no sabía que era un "internado inglés" pero por como lo dijo olía a ofensa.

- ¿Realeza?_ bufó el chico mirándola de arriba abajo.

- Díaz_ le advirtió el director empezando a enojarse.

Viendo que era mejor no tentar a la suerte Marco agarró a la chica de la muñeca de una forma bastante poco delicada sacándola de la oficina.

- Me haces daño_ le dijo ella con voz suave, definitivamente ese chico era lo más grosero y ordinario que había visto en su vida.

- Ah, perdón su alteza_ dijo él burlándose y soltando su muñeca_ mira, no me gusta andar haciendo de guía a sí que seré breve.

- Perfecto_ dijo Star asintiendo, mientras más breve mejor así ese patán se marchaba de una buena vez.

- Bien… ¡admira la escuela!_ dijo abriendo los brazos de forma teatral_ eso es todo linda.

Se disponía a irse muy ufano cuando la suave y estirada voz de esa tal Star lo detuvo:

- No puedes dejarme aquí, eso no fue ser breve, fue no enseñarme nada.

- Aprende sola_ le dijo de mal modo cruzándose de brazos.

- Pero, ¡Ni siquiera sé cómo llegar a mi casa anfitriona!

- Tu problema cariño_ le dijo el divertido viendo como las extrañas marcas en forma de corazón de la chica se volvían rojas de furia.

Marco se echó la capucha sobre la cabeza y se dispuso a irse a su casa, no estaba de ánimos para más clases ese día, tal vez pasara al gimnasio a entrenar algo de box y a molestar a Jeremy.

Star nunca había sido tratada tan mal en su vida, irritada y queriendo patear a ese horrible chico no puedo evitar perder la compostura:

- ¡Vuelve aquí patán!¡No puedes dejarme sola!

Marco divertido se limitó a hacerle un gesto grosero con el dedo de corazón a la chica la cual no sabía que quería decir, pero seguro no era algo lindo.

…..

Sola y abandonada la princesa decidía que hacer ¿iba donde el director?, no, ella era una chica inteligente y madura, solucionaría esto sola, miró a su alrededor intentando encontrar alguien con quien hablar. En una esquina encontró a dos chicas platicando, una de ellas llevaba el cabello rubio arreglado en un rodete y la otra una diadema color lila en la cabeza, parecían agradables:

- Hola…yo soy nueva_ Dijo Star algo insegura.

- Oh hola_ saludó la rubia_ soy Jackie Lynn Thomas pero puedes llamarme Jackie.

- Yo soy Janna_ dijo la chica con la diadema_ toma_ le entregó un folleto con unas lindas fotos de animales_ léelo es sobre ser vegetariano y mantener la paz con nuestros hermanos animales.

- Se ve agradable_ contestó Star bastante aliviada, al parecer no todos ahí eran tan horribles como ese tal Marco.

- ¿El director no te asignó a nadie para guiarte?_ preguntó Jackie extrañada.

- Si…a un chico llamado Marco _ dijo la rubia haciendo lo posible para que no se le notara el mal estar.

- Huy, el chico malo_ comentó Janna sonriendo de forma pícara.

- Al parecer…estaba ocupado, pero yo necesito que alguien me indique como llegar a mi casa anfitriona.

- Mira, las clases por hoy casi acaban, así que mejor te indicamos como llegar y comienzas mañana _ la animó la rubia Thomas_ dime ¿dónde te dijo el director que es?

- Aquí_ señaló Star sacando un papel de su pequeño bolso en forma de estrella.

Nada más verlo Janna la miró divertida no sabiendo si reírse o compadecer a la pobrecita nueva.

- Por cierto_ mencionó Star_ Quisiera saber que significa un gesto…

Cinco minutos después la refinada princesa casi se cae de espaldas ¿Qué clase de salvaje era ese tal Marco?

Marco iba llegando tranquilamente a su casa, aún se reía al recordar a la "princesita" irritada gritándole, iba a ser divertido molestarla de vez en cuando en la escuela, aunque no debía pasarse no fueran a creer que le gustaba.

Bufó al llegar frente a su puerta, seguro su par de aburridos padres estarían dentro tomando el té, su madre haciendo la cena como siempre y su padre leyendo el diario, sin embargo no se esperaba encontrar a ambos charlando alegremente con…la remilgada.

- ¡Tú!_ gritó el chico sin poder contenerse.

Star que se encontraba tomando un poco de té casi lo escupe, pero logró contenerse a tiempo.

- Veo que se conocen_ comentó el señor Díaz seriamente_ Marco espero que trates bien a esta joven, vivirá con nosotros a partir de hoy, es muy amable y educada.

- Sí, siempre quise tener una hija_ sonrió la señora Díaz.

- ¿Y no podríamos tener mejor una mascota?_ preguntó desesperado el castaño.

- Oh, yo adoro los perros_ le dijo Star con una mirada sospechosa en el rostro, agitando su varita un grupo de adorables perritos aparecieron en la sala.

- Oh, vaya que lindos_ comentó el señor Díaz tomando uno.

- Pff, yo odio a los perros_ gruñó Marco apartando a uno de los cachorros con el pie, logrando que repentinamente este le disparara un rayo láser con los ojos_ ¡¿Qué carajo!?

- Ups_ le sonrió falsamente Star divertida al ver la reacción del muy idiota_ tal vez me equivoqué un poquito.

- Descuida, son muy lindos de todos modos_ comentó Angie Díaz con cariño.

- ¿Por qué solo me atacan a mí?_ gruñó Marco poniéndose frente a la rubia.

- Ni idea_ le contestó ella haciendo levitar su equipaje hacia las escaleras_ ¿me muestras mi cuarto?

- Yo no…

- ¡Marco!_ le gruño severamente su padre.

Quince minutos después la princesa se encontraba instalada en una pequeña habitación:

- Es acogedora_ dijo mirándola evaluadoramente_ tal vez pueda agregarle algunos detalles personales con magia.

- Adelante su alteza_ le dijo Marco con burla_ ahora ¿ya me puedo largar?

- ¿Por qué me tratas tan mal?_ preguntó Star apenada_ yo no te he hecho nada.

- Mira…no te trato mal, así soy yo y punto, no esperes flores ni bombones linda.

- ¿Eso no se le da a alguien en la tierra cuando te gusta?_ dijo la chica curiosa, tal vez esa enciclopedia estaba mal.

- ¡Era un decir!_ le gritó Marco antes de salir del cuarto cerrando la puerta de forma poco delicada, tenía que tener más cuidado con lo que decía.

Star decidió olvidarse de ese chico, y buscando su libro encontró el perfecto para decorar con magia, como siempre todo quedó impecable y el cuarto mucho más espacioso así que se dispuso a ordenar sus cosas:

- Usted maneja muy bien su magia Princesa_ comentó Glossaryck, el espíritu del libro, observándola.

- Gracias_ le dijo ella terminando de colocar sus vestidos_ tal vez deba ir a conocer mejor la casa…cuidando de no toparme con Marco._ definitivamente era un caso perdido ese chico, no sacaría nada queriendo llevarse bien con él así que…aplicaría la diplomacia solamente, sería una buena práctica para cuando tuviera que tratar con gente difícil como reina.

En otro lugar de la casa…

Marco se encontraba bastante contento mirando la televisión, al parecer la princesita no iba a ir a molestarlo y su madre ya se había cansado de pedirle que limpiara su cuarto así que básicamente todo estaba perfecto…hasta que alguien tocó el timbre. Se acercó a mirar por la ventana para ver quién era alegrándose al darse cuenta que Jackie estaba frente a su casa, "Al parecer por fin cayó".

Estaba por abrirle cuando escuchó un leve taconeo bajando la escalera:

- ¡Yo voy!

¡Joder, No, Star!, era de lógica darse cuenta que si Jackie veía a esa rubia muy contenta abriendo su puerta pensaría a saber que clase de cosas extrañas y por ahí se iría su oportunidad de conquistarla, antes de que la chica abriera Marco la agarró de la muñeca volviendo a subir con ella a la carrera:

- ¡Oye! ¿Que pasa?_ le dijo Star sin saber que ocurría, le molestaba la costumbre de él de andarla arrastrando sin su permiso.

- Nada, nada solo que ahora no quiero que tú abras la puerta, de hecho no quiero que te aparezcas en un buen rato nena.

- ¿Y eso por qué?_ le dijo ella con tono irritado.

- Pues…

Sin miramientos Marco la empujó adentro del cuarto que le había asignado y cerrando la puerta de un golpe le echó la llave por fuera:

- Tengo visitas, descuida vendré a sacarte después.

- ¿Pero que…_ Star intentó abrir la puerta dándose cuenta de que estaba encerrada, tenía ganas de gritar, patear la puerta, o derribarla con magia, pero no, ella era una dama y no iba a actuar poniéndose al nivel de Marco, por lo cual en silencio se sentó en su cama pensando que hacer.

- Parece que no puedo quedarme aquí_ se dijo así misma comenzando a empacar sus cosas en un gran baúl_ buscaré otro lugar donde quedarme y luego vendré a buscar el resto.

- ¿A dónde se irá princesa?_ preguntó Glossaryck asomando la cabeza desde el libro.

- Por ahora solo sé que lo más lejos posible de ese idiota._ contestó escribiendo una nota de despedida para los señores Díaz y otra para Marco.

Cuando terminó, con un simple hechizo de levitación salió por la ventana aterrizando suavemente en la acera, dispuesta a irse a cualquier otro lugar. Pero primero necesitaba desahogarse así que se dispuso a buscar algún lugar donde llamar a su mejor amiga Pony Head.

Mientras tanto…

Marco abría la puerta con su mejor sonrisa de comercial:

- Hola Jackie que te trae por aquí.

La chica que aún traía el uniforme de ballet puesto, resopló, ¿hasta cuándo intentaría conquistarla ese ligón?

- Pues venía a ver que tal estaba Star.

- ¿Star?_ inquirió Marco sorprendido.

- Sí, ella se está quedando aquí ¿no?

- No, que va estas equivocada preciosa, pero si quieres pasas y conver…

- Sé que se está quedando aquí y Janna también, nosotras le indicamos como llegar.

Marco suspiró, genial, tendría que haber pensado antes como fue que esa chica había logrado llegar sin problemas a su casa. Visto que Jackie ya sabía que la señorita estirada estaba viviendo ahí era mejor llamarla de una vez, ya invitaría a la bailarina otro día a una cita:

-Espera voy a buscarla_ gruñó con mal genio.

Al llegar frente a su puerta tocó con el puño:

- ¡Oye vienen a verte!

Nadie contestó "Claro debe estar enojada", entonces sencillamente sacó las llaves y abrió la puerta encontrándose con que la rubia no estaba por ninguna parte:

- Emm ¿Remilgada?

De nuevo nada… entonces reparó en un par de notas que estaban sobre la cama perfectamente hecha, una para sus padres y otra para él, abrió la que le correspondía encontrándose con las siguientes palabras:

"Marco Díaz:

Ya me he dado cuenta que no te agrada mi presencia en tu casa, y yo no estoy dispuesta a soportar tratos semejantes hacia mi persona, no sé si sea costumbre en la tierra pero en Mewni nadie trata así a una señorita, con esos niveles de…de…descortesía.

Buscaré otro lugar dónde quedarme.

Atte.

Star Butterfly"

Cuando acabó de leer la carta Marco se sintió extraño ¿tendría que estar alegre no? El problema se había ido y ella encontraría otra persona con quien quedarse él no estaba para cuidar a nadie. Sin embargo, al mirar por la ventana se dio cuenta de que estaba oscureciendo ¿estaría bien esa chica? Después de todo si era una princesa no estaba acostumbrada a andar sola por ahí, con ladrones, matones y… ¡Demonios! Si le pasaba algo iba a ser su culpa.

Bajando las escaleras se dispuso a salir corriendo a buscarla gritándole a Jackie antes de irse:

- ¡Star no está, vuelve otro día hermosa!

- Mmm… ¿Bueno?_ preguntó la joven confundida dispuesta a irse, definitivamente pobre Star teniendo que vivir con ese.

Marco corría por las calles intentando ver a la princesa, al fin y al cabo una chica con semejante apariencia de niña rica se debía a ver a lo lejos "Si y los ladrones seguro que la verán muy bien, pero tiene magia ¿no?...Pff a quien engaño dudo que esa sea capaz de golpear algo".

Unas calles más allá Star estaba sentada en un banco a la entrada de una tienda conversando:

- ¿Puedes creerlo?_ le dijo llorosa al aparato que usaba a modo de celular dónde se reflejaba la imagen de su amiga.

- ¡Es horrible!_ exclamó Pony Head al otro lado del teléfono mientras tomaba calmadamente una taza de té_ ¿Cómo es posible que te hayan mandado a vivir con alguien así?

- ¡No lo sé!_ seguía llorando Star, una princesa no lloraba como un bebé pero también es cierto que a una princesa no la encerraban en una pieza ni la empujaban.

- Star, linda perdona, me llaman, tengo que irme_ se disculpó Pony Head_ tengo clases de política.

- Ok, de acuerdo ve, es importante_ le sonrió Star limpiándose las lágrimas con un pañuelo.

Nada más cortarle, se quedó pensando que haría ahora…estaba sola sin amigos… ¿por qué no le pidió su dirección a Janna o Jackie?, entonces escuchó un ruido… unos pasos tras ella, sintió escalofríos y se volteo lentamente:

- Vaya, vaya que tenemos aquí_ sonrió Ludo con cinismo_ la pequeña Star Butterfly sola y abandonada ¿qué pasa princesa tienes miedo?

Star solo atinó a retroceder lentamente calculando donde podía esconderse ¿qué hacia ese y sus secuaces ahí? ¿la habían seguido hasta la tierra?

- Ahh, claro_ se burló el pájaro parlante_ aquí no está la armada de tu padre para defenderte ¿no?

Star se maldijo así misma ¿por qué no había aprendido un par de hechizos de defensa del libro?, se vio rodeada por todos los monstruos de Ludo, cerró los ojos dispuesta a morir con dignidad cuando:

- ¡Ah!_ gritó de dolor uno de los monstruos volteándose.

Star abrió los ojos viendo a... ¿Marco protegiéndola?

- ¿Qué haces aquí?_ inquirió sorprendida.

- Salvar tu trasero real_ le dijo él agarrándola de la mano_ ¡Corre!

Por primera vez la princesa se sintió más que feliz de ser arrastrada por ese chico:

- ¿Viniste a buscarme?

- Mira eres mi responsabilidad y si te pasa algo el culpable soy yo_ le contestó él corriendo_ pero esperaba salvarte de una tropa de matones dispuestos a robarte no de…esas cosas.

- Son monstruos_ le dijo ella resoplando, le estaba empezando a doler el costado_ siempre querían atacarme cuando estaba en Mewni, pero mi padre me defendía y bueno yo…

- No sabes pelear_ completó la frase Marco_ lo suponía.

- Aún no llego a ese nivel en el libro_ intentó defenderse ella.

En ese momento una enorme cosa con cara de langosta intentó atraparlos con sus pinzas, el castaño tiró a la princesa tras él pegándole con el puño en la tenaza, al ver que toda la tropa se disponía a lanzarse sobre él, volteó a ver a la rubia acurrucada en su espalda:

- Star, no puedo solo.

- Pero yo…no sé si pueda_ la chica observó su varita, el corazón rosa brillaba fuertemente en el centro, el motivo por el que su varita tenía esa forma es porque ella era lo más poco agresiva que hay en el mundo.

- ¿Quieres morir? ¿Conmigo? ¿Enserio?_ le gritó el chico burlón mientras hacía lo posible por mantener atrás a los monstruos.

- Yo no quiero morir…pero no sé un hechizo o…

- Vaya que pena_ se burló Ludo apareciendo tras ella dispuesto a quitarle la varita_ la pequeña princesita no sabe hacer nada sin instrucciones.

- ¿Cómo podría hacerlo sin in..._ entonces recordó, ¡Claro! Debía hacer eso que a veces hacía su madre, inventar un hechizo, cerró los ojos concentrándose intentando acceder a ese inexplorado lugar en su cabeza plagado de ideas extrañas, entonces con voz fuerte y clara gritó lo primero que se le vino a la mente:

- ¡Tornado gigante de frambuesa!_ un enorme viento plagado de frambuesas gigantes cayó sobre los monstruos dejándolos sepultados, el peor parado fue Ludo quien acabó enterrado en una de las frutas con solo las patas afuera.

- ¿Frambuesas?_ dijo Marco apareciendo a su lado bastante machacado pero bien dentro de todo.

- Fue lo único que se me ocurrió_ dijo ella algo avergonzada.

- Pero funcionó_ le sonrió el chico despeinándole las trenzas.

Uno de los monstruos viéndolos distraídos se apresuró a abrir un portal con sus tijeras instando a todos a irse:

- ¡Star se van!_ gritó el castaño al percatarse.

- Déjalos, es lo mejor deben irse de vuelta a Mewni, yo me encargaré de llamar a mi padre para decirle lo que ocurrió aunque es poco probable que pueda hacer algo al respecto, todos los reyes deben aprender a lidiar con esto

Marco al ver a Ludo en la frambuesa, le dió una patada haciendo que este rodara hacia el portal entrando el último, luego de esto el extraño remolino se cerró.

- Bueno, eso es todo creo_ sonrió el chico.

- Si_ Star lo observó un momento antes de preguntarle honestamente_ ¿entonces? ¿Viniste a buscarme?¿a pesar de que soy una molestia?.

- Pues si_ Marco se rascó la cabeza, iba a tener que disculparse y eso era incómodo, muy incómodo_ lo siento ¿bien? No estoy acostumbrado a tratar con princesas, ni señoritas ni nada de eso normalmente las chicas me encuentran ehh ¿impresionante? y no son bueno…como tú_ se removió incómodo_…hice mal en encerrarte.

- Bueno…supongo que podríamos volver a intentarlo._ Dijo ella volviendo a tenderle la mano como al principio del día.

- Eso…estaría bien_ Esta vez el chico le aceptó el saludo._ vamos, te ayudo con el equipaje o no llegaremos nunca a casa.

Star estuvo a punto de decirle que podía llevarlo con magia, pero él estaba siendo amable, mejor aprovechar la oportunidad.

- Y…entonces ¿Habrá monstruos atacándonos todo el tiempo?

- Probablemente sí_ contestó ella preocupada.

- ¡Eso es genial!_ gritó el chico agitando el puño en el aire_ entonces tú vas a tener que aprender a pelear.

- Supongo_ suspiró Star desanimada, ella quería desafíos, pues bien ahora estaba en la tierra teniendo que vivir con un chico difícil y combatiendo monstruos, por eso decían "ten cuidado con lo que deseas porque puede hacerse realidad" ahora lo entendía.

- Tal vez deberíamos cambiar de calle_ dijo ella viendo que la acera estaba irregular_ podríamos caernos.

- ¿Acaso tienes miedo de manchar tu vestido?_ le dijo Marco burlón.

- Voy detrás de ti niño peligro_ le dijo ella elevando el mentón y pasando a su lado adelantándolo a pesar de los agujeros de la acera.

¿Y les gustó? ¿Qué tal recrear los episodios de la serie con estos dos? Como ven muchas cosas pueden cambiar.