Cardcaptor Sakura no me pertenece y escribo esta historia sin fines de lucro.

Cerezas


Sakura y Tomoyo


Ciruela

Tomoyo acaricia el cabello de Sakura.

―Lo cortaste muy corto.

Ella se encoge de hombros.

―¿No te gusta? Siempre lo tuve corto y… pensé en que lo fuera aún más. Ya sabes que me gusta la comodidad.

Tomoyo observa su propio cabello.

―¿Crees que me gustará llevarlo corto?

―¿Para qué quieres cortar tu cabello, si es hermoso? ―ríe―. Cuando estás bajo el sol, a veces cambia de color.

―Pero es negro ―ríe.

―A veces adquiere un color… un color… ¡ciruela!

Tomoyo ríe. Sakura la imita.

―Lo siento ―Tomoyo se sonroja y se tapa la boca―. Eres una persona muy especial, Sakura.

Y Sakura se sonroja.

―Y si… y si… ¿te lo corto? ―pregunta.

―¿Quieres que lo lleve corto?

―No sé. Pensé… pensé que así podría… quedarme con uno de tus bucles ―dice, sonrojada―. ¡Espero que no sea muy raro! ―se lamenta.

Tomoyo sonríe. Se acerca a su escritorio, abre un cajón y saca una tijera.

―Me gustaría pedirte algo a cambio.

―¡Tomoyo, no lo haré si tú no quieres! ―exclama―. Por favor, ¡no lo sientas como una obligación!

―Me gustaría pedirte algo a cambio ―repite.

―Ok… ―duda.

―Me gustaría que… me gustaría que… de ahora en más ―respira― dejes crecer tu cabello. ¡Amaría verte con el pelo largo, Sakura! ¿¡Te imaginas los peinados que podría hacerte?! Hasta podría tomar clases de peluquería ¡y probar todo en ti!

Sakura sonríe mientras Tomoyo continúa hablando e imaginando los peinados y broches y moños que podrá poner en su cabello una vez que se deje crecer el pelo. Y mientras la mira, se da cuenta de que quiere seguir sintiéndose así, así como se siente mientras la mira ser feliz.

―De acuerdo ―la interrumpe―. De acuerdo.

―¡¿En serio?!

―¡Sí! ―grita, y por la manera en que se toman las manos, cualquiera diría que se han jurado amor eterno.

―¡Sakura!

―Siéntate. Es hora de cortarte el cabello.

Los bucles que brillan de color ciruela bajo el sol caen al piso.


Notas: ¡Hola! No actualizaré seguido, pero tal vez termine los drabbles que faltan.

De repente, shippeo a estas dos a morir.