Blood, Rust and Sin
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Prólogo
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"Florecí a pesar de la oscuridad, y no estuve sola"
-Exacter of Justice
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Fue raptada cuando aún era muy pequeña, no podía recordar exactamente a que edad había sido, a su tierna edad ella tan sólo pudo decir que despertó con unas grandes y rojas manos tocándole los cabellos, cómo si se tratará de una muestra de cariño que algunas padres tenían con sus hijos, pero Raven sabía que esa persona que decía ser su padre no le amaba. Nadie jamás le había amado, y ese hombre jamás había amado a nadie más que a sí mismo.
Había sido llevada lejos de todo lo que conocía, para ser preparada para ser lo que los monjes que la criaron sus primeros años querían evitar. Para algo que ella no deseaba ser.
Ser el fin del mundo.
Pero Raven nunca olvidó la voz de una mujer, incluso si en ese momento no fue capaz de entender el porque de sus palabras.
Debes ser fuerte.
Ella lo es. Más fuerte que su padre, sus hermanos y sus miedos. Más fuerte que cualquiera que se le pusiera enfrente.
Y ahora, con orgullo, se puso la negra corona en su cabeza.
Ella ahora era la reina.