Este fic participa en el minireto de febrero para "La Copa de las Casas 2016-17" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Todos los personajes pertenecen a J. K. Rowling
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Bueno en esta ocasión he decidido usar a Zacharias Smith y me han dado como segundo personaje a Ginny Weasley. Antes que nada debo aclarar que este fic se sitúa dentro del universo de Obsidiana (un fic que en algún momento desarrollaré más XD) y para entender de que va recomiendo leer "El Juramento" de Druida. En caso contrario no aseguro que vayan a entender mucho XD.
Gracias a LadyChocolateLover por betear mi historia 3
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—No seré parte de eso, Ginevra.
Zacharias la miró directamente a los ojos, sin dejarse intimidar por la mirada de la mujer frente a él. Ginevra Weasley era una persona peligrosa, pero no su enemiga.
—Pensé que eramos amigos, Zach.
Él puso los ojos en blanco y soltó una risa seca.
—Ni siquiera sé si podemos considerarnos «amigos» con toda esta mierda alrededor.
Le dio la espalda y comenzó a caminar, él se molestó al escuchar el sonido de los tacones seguirle casi al instante.
—Entonces hazlo por Draco, después de todo también está involucrado. Él te ha ayudado mucho y lo sabes.
La tomó del brazo con brusquedad, jalándola a una de las habitaciones en desuso y selló la puerta con un conjuro.
—No quieras usar eso contra mí, Ginevra.
La tensión podía sentirse en la habitación, ambos enfrentándose con la mirada.
—Prácticamente me pides que sea su verdugo con ese Juramento Inquebrantable.
Ella suspiró y se dejó caer en la primera silla a su alcance. La observó, se veía como si cargara el peso del mundo en sus hombros.
—Tu debes entenderlo mejor que nadie. —La voz se le escuchaba ronca—. Que te arrebaten lo que más amas. Sentir que se te desgarra el alma con cada respiración que das sin ellos a tu lado.
Claro que lo sabía, con la desaparición de Padma él no había vuelto a ser el mismo, pero aún tenía la pequeña esperanza de encontrarla con vida. Ginevra y Draco no tenían nada de eso, solo muertos que llorar.
—Aun así, no lo apruebo. ¿No es suficiente saber que harán justicia? Que te vengarás de ellos
—Eso es lo que me hace seguir adelante. Cuando lo hayamos logrado, no habrá nada más que me sostenga.
Zacharias no quería admitirlo pero la entendía, claro que lo hacía.
—Me pudriré en el infierno por esto.
—Ya estamos en el infierno.
Ginevra se puso de pie y, en un gesto ahora extraño en ella, lo abrazó. Tardó un poco en reaccionar y la estrechó un poco.
—¿Cuándo?
—Hoy a media noche.
Él solo asintió. Se odiaba a sí mismo por ceder, pero era lo menos que podía hacer. Confiaban en él, algo raro en ellos últimamente.
—Gracias.
La estrechó un poco más, esa guerra le estaba quitando a las pocas personas que apreciaba.
—Jamás me agradezcas por esto, nunca.
Ginevra solo sonrió.