Día blanco

Cuando Maria se levantó de la cama aquella mañana, nunca pensó encontrarse con ese panorama. Sus piernas temblaban y sus mejillas se sentían húmedas, no dudaba que estaba llorando.

Se le hizo extraño que Tsubasa no tocara la puerta de su habitación cuando ya eran pasadas de las diez, pero lo atribuyó al hecho de que la noche anterior se habían dormido pasadas de la media noche. Fue más extraño todavía que al salir, en el apartamento solo estuviera ella y sin ninguna nota que avisara que estaba afuera para que no se preocupara. Extrañada, tomó una ducha y grande fue su sorpresa al encontrar ropa completamente nueva sobre su cama; al lado de ésta habia una nota en la que Tsubasa le pedía amablemente que usara esa ropa por el día.

Curiosa, Maria hizo lo pedido y salió a la cocina con el firme propósito de hacer el desayuno para ella y la Sakimori, de nuevo quedó sorprendida al divisar media cartulina que decía "No cocinarás hoy, serás la consentida del día" y el pitar de un auto afuera del apartamento. Parcialmente más tranquila (pero igualmente intrigada) se subió en él encontrándose con la mirada siempre tranquila de un Ogawa, riéndose nerviosamente al ver una pequeña bandita en su frente descubierta, puede que no haya podido ser capaz de disimular sus celos, pero ciertamente anoche Tsubasa se había pasado.

Sus mejillas se sonrojaron al recordar a la menor, o más concretamente al accidente entre ellas que les había causado su primer beso. Desde entonces ya había sido obvio para ambas que se amaban, pero ella había dejado todo a ascuas queriendo que la peli azul tomase algo de iniciativa.

— ¿A dónde vamos? —Preguntó cuándo notó que el castaño le estaba sacando de la ciudad.

—No tengo permitido hablar de eso—Respondió el hombre de manera simple y así el auto se sumió en silencio, las manos de la peli rosa se enrollaron en el pantalón de mezclilla que era ligeramente más holgado que de costumbre, sus ojos cian entonces vieron las mangas del sweater celeste que iba acorde con la polera rosa pálido. Sonrió con ansiedad queriendo saber ya que planeaba la sakimori.

Se bajó del auto sin demasiado preámbulo, sorprendiéndose de nueva cuenta al notar pétalos de diferentes flores formando un sendero en el brillante pasto.

Conforme fue caminando encontró igualmente diversas imágenes -que la Cadenzavna se preguntaba de donde habían salido- en las que salían ellas dos juntas, pero ninguna de las imágenes de allí eran sobre sesiones fotográficas o de alguna presentación, eran de simplemente ellas, Maria y Tsubasa sin títulos ni responsabilidades encima, una calma le invadió de inmediato.

Sus ojos se abrieron de par en par al ver como al lado de un pequeño lago estaba decorado para un día de campo, con Tsubasa de espaldas a ella con uno de sus clásicos pantalones holgados y una sudadera, aunque esta era de un rosa tan claro que rayaba el blanco.

—Maria, no quiero que digas nada hasta que termine de hablar, por favor—Pidió, la aludida pudo notar como frotaba sus manos y tomaba aire, estaba nerviosa, y a decir verdad, ella también.

—Claro…—Dijo débilmente pero la Kazanari asintio, claramente le había entendido.

—Ambas lo sabemos, pero no está de más decir que estoy enamorada de ti, aunque a decir verdad, no llevo mucho tiempo sintiendo esto—Comenzó pesadamente sin despegar su mirada del agua, esperando que ésta le diese el valor que necesitaba—Me costó bastante notar que me había enamorado y aun cuando ya lo sabía me la pasé negándolo bastante, tenía miedo, bastante. Has de suponer que entre Kanade y yo no hubo un sentimiento del todo fraternal y bueno, perderla fue bastante duro, tanto que cambié por completo, tanto que me atrevería a decir que somos dos personas realmente distintas.

»—Cuando te conocí no me llamaste la atención de una manera diferente a la que debería, aunque admitiré que siempre te encontré hermosa y me ha gustado tu voz, las palabras que te dirigí en el concierto de las reinas de la música no eran mera cortesía. Cuando realmente nos conocimos y comenzamos a convivir durante tu confinamiento fue que comencé a aprender a quererte, así que supongo que había sido para el concierto de GenesiX que ya me había enamorado, pero fue al experimentar el terror de que pasaras a mejor vida durante la explosión del Chateau que supe que ya te estaba amando, pero repito, tenía miedo y sigo teniendo miedo de hecho, miedo a que en cualquier momento te termine perdiendo, te has vuelto muy importante para mi sin que ninguna se diera cuenta y ya te tengo dentro de mi futuro, pero quisiera preguntarte si estás de acuerdo con estar dentro él, ya sabes que jamás te haré hacer nada que no quieras.

En ese justo momento, Tsubasa se levantó de su lugar mostrándole los chocolates que había comprado anteriormente y un lirio, los cuales le extendió y ella las tomó con notable nerviosismo.

— ¿Quisieras ser oficialmente mi novia?


Y así amigos/amigas lectores nos despedimos de curso snif, snif, lo sé, duele. Gracias por leer hasta el final, les tengo un gran aprecio por eso, espero nos volvamos a leer en mis demás proyectos, saben que sson muy queridos para mi y que les anunciaré de alguna manera cuando esté por venir la tercera y ultima parte de estas secuencias de drabbles, solo una advertencia... Será fluff puro, así que vayan contratando algun seguro o algo por que de seguro les dará diabates.

Fuera de eso, un fuerte abrazo y saludo a todos aquellos lectores fantasma, quienes le dieron fav y follow y a quienes comentaron, sin ustedes esto no sería nada, de verdad, lo repito, LOS/LAS AMO :D

Que pasen buena noche/mafrugada/mañana/tarde, nos leeremos después :D