Sus rostros se acercaron y sus labios se tocaron, sintiendo como una profunda corriente eléctrica estremecía a dos jóvenes que se encontraban en ese momento a los pies de la torre eiffel, El puso mano izquierda en el cuello de la joven y su mano derecha en sus caderas haciendo que ella se acercara aun mas hacia el. Ella tenía sus manos en el pecho suavemente empezaron a moverse hacia sus hombros y luego hacia su cuello, su mano derecha se devolvió hacia su pecho sintiendo como el corazón de el latía fuerte, rápido y emocionado; su mano izquierda se enterró en sus cabellos suaves y dorados, su espacio se cerro completamente olvidándose de todo en su alrededor.
Sus rostros se sentían calientes, aunque ellos ya habían dado otros besos a otras personas habían sido una completa mentira, ellos debían estar ahí en esos momentos; el aire en sus pulmones amenazaba por acabarse, no les importaba, el rubio mordió el labio de la azabache y entendiendo perfectamente la chica abrió mas su boca dejando que su lengua jugara con la de ella; así era él travieso y astuto, al principio no supo como corresponder la invasión; tímida y dulce así era ella, el chico sintió como ella también en un arrebato delicioso su lengua también saboreaba su boca, encontrando una nueva faceta; valiente y audaz. Pareciera que se conocían desde hace mucho tiempo, desde hace varias vidas atrás.
Su beso estaba subiendo de temperatura a la vez que sus sentimientos. Las manos del joven se movían lentamente por toda su espalda, con cuidado, sin lastimarla con las garras que habían sido hechas para destruir, sintiendo como la pequeña chica se estremecía ante su toque, ella temblaba de emoción y de pasión; sus manos pequeñas jugaban con su cabello, pero una de ellas empezaba deslizarse por su rostro tocando su oreja y después su mejilla, luego con su dedo índice empezó a bajar hacia su mentón y pasando tortuosamente por su cuello, el tembló por la sensación a la vez que la apretaba más. Temblaban, se estremecían y se morían de felicidad por lo que estaban sintiendo en ese momento. Ella estaba haciendo lo que mas anhelaba y el había encontrado lo que tanto había buscado.
El aire se había acabado por fin, sin quererlo realmente, lentamente se fueron separando, el aire poco a poco estaba llenando sus pulmones y la felicidad sus corazones, pequeños besos estaban haciéndole cosquillas tiernas a la chica, sus frentes se pegaron y sus narices se rozaban, respiraban agitadamente y luego con una sonrisa en sus bocas abrieron sus ojos. Los zafiros brillantes vieron al azul oscurecido por la tristeza pasada, rasgados como los de un gato pero que igual a los de ella brillaban con amor.
-Bridgitte...-
-Chat...-
Desde dos extremos de París un par de jóvenes literalmente saltaron de sus almohadas con los ojos bien abiertos y con pequeñas perlas de sudor en sus frentes.
Félix observo la ventana de su hogar y la luna se alzaba en todo su esplendor, llevó su mano al pecho y sintió cómo todavía su pecho martilleaba.
Bridgitte se sobaba un poco su cabeza, la fuerte caída que había sufrido al levantarse seguramente iba a dejarle un buen chichón, se llevo una mano a sus mejillas y las sentía completamente calientes y luego se llevo los dedos a su boca en donde la sensación aun no se esfumaba de su mente.
-¿Bridgitte, ¿estas bien? ¿que paso?-
-Estoy bien Tikki solo fue... Una pesadilla-
-¿¡Qué te pasa niño!? No ves que estaba soñando con mi amado queso!-
-Callate, solo fue una pesadilla.-
Sin más ambos jóvenes intentaron volver a dormir sin mucho éxito ya que su corazón latía completamente desbocado, sin ver tampoco la amplia sonrisa que tenían sus kwami.
Tenía que sacar de mi sistema esta viñeta! lo ví en facebook y simplemente mis dedos se movieron solos! eso fue de locos!
Espero que les haya gustado mucho.
Nos vemos en la próxima! Bye Bye!