N/A: El drabble está inspirado en el capítulo 128 de Dragón Ball Súper, en honor a nuestro gran príncipe de los saiyajin.
Lágrima
"No pude cumplir mi promesa"
Estaba mintiendo, solo estaba rendido, por eso comenzó a llorar en medio de su caída. Sintió dolor, angustia e impotencia al saber que ya no podía más, que cada centímetro de su cuerpo estaba roto por ese guerrero del universo once, Jiren.
Kyabe, Bulma y sus hijos. ¿Qué iba hacer si caía? Estaba ilusionado con ganar, pedir el deseo que tanto quería y cumplir con sus promesas. Esta no podía ser la primera vez que rompía su palabra. Por eso se levantó hasta el final, dio lo mejor de él sin importarle morir.
Su cuerpo era su desventaja, su dolor el freno y el cansancio su vacío. Quiso detenerse, pero Bulma no lo dejó tranquilo ni siquiera en ese mundo sin nada. Quería dormir, y otra vez se levantó por ella y por todo lo que luchó desde el comienzo.
Era impresionante como su mujer, esa que alguna vez no toleró, ahora manipulaba su cabeza y lo ayudaban a levantarse, a resistir cada golpe. Porque siempre que Jiren lo golpeaba la recordaba a ella, la que le brindó amor incondicional, la que perdonó sus errores y la que le dio esos dos maravillosos hijos que tenían. La recordaba porque cada golpe significaba lo que estaba soportando por ganar, para volver a verla y abrazarla.
Se levantó muchas veces, recibió incontables puñetazos, se rompieron muchos huesos y cayó más de una vez. Muchos deseaban que finalmente saliera, porque no era más que un pedazo de basura ensuciando la plataforma. Pero él era mucho más que eso; pudo superar a un Dios solo con recuerdos.
⸺¡La pelea terminó! Y, sin embargo, ¿¡qué es lo que te lleva hasta aquí?!
⸺Incluso si te lo explicara no lo entenderías, porque un ser sin sentimientos como tú no sabe lo que significa proteger algo.
Y ahora, ni su Resplandor final resultaba un problema para Jiren.
Era conmocionaste. Ahora Jiren lo comprendía, pero eso no iba a ayudar al saiyajin por mucho tiempo.
Mejor tirarlo de la plataforma a seguir torturándolo de esa manera.
⸺Kakarotto… ⸺susurró sin dejar de llorar cuando por fin se dejó llevar⸺, te dejo el resto.
Y una pequeña, pero poderosa esfera de poder se dirigió hasta el que por mucho tiempo fue su contrincante, su eterno rival. Le tenía fe a él, a Kakarotto, y es que no le quedaba otra alternativa más que confiar como todos en las gradas lo hicieron con él y los que fueron cayendo.
Por fin su cuerpo descansaba, por fin dejó de sentir dolor. Estaba en las gradas, recibió halagos hasta de Bills, pero nada de eso lo contentaba. Hubiera sido mejor ganar, no haber actuado como un maldito idiota ⸺así como él mismo se autodenominó⸺. Sin embargo, ¿qué es lo que hubieran hecho los demás sin su ayuda? ¿Qué no se daba cuenta todo el tiempo que resistió allí arriba? ¿No tenía idea de todos los golpes que recibió?
Nunca era mucho para él. Pero ya nada podía hacer más que rogar al destino que lo devolviera con su familia, a los únicos que quería ver en ese momento, allí sentado de brazos cruzados. A ellos y a Kyabe.
Quería cumplir las promesas.
Fin.