Hola a todos y a todas mis queridas mariquitas y gatos negros!

El día de hoy os traigo un nuevo fanfic de varios capítulos de Miraculous Ladybug. Os prometo que antes de que acabe esta semana subiré el siguiente capítulo de "Hechos el uno para el otro". Cada semana subiré una parte nueva y un one-shot nuevo que espero que disfrutéis.

Este fanfic de Miraculous Ldybug es una obra original. La serie pertenece a Thomas Astruc. Esta historia está inspirada en el video "Te amo" de Dash Fandub. Aquí os dejo un enlace de su video. Es uno de los comics más bonitos que he visto y espero que os guste. La portada también esta tomada del video. Dibujo de Rene Sánchez. Mi enhorabuena :D Es bellísimo!

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Capítulo 1 - Plagg...¡Eres queso a la parrilla!

Se acabó. Este es mi fin. Estoy muerto…muy muy muerto.

-¡Plagg! ¡Gato tragón! ¡¿Qué has hecho?!

-Yo…eh…bueno, como no te atrevías, pensé que sería divertido ver tu cara cuando lo hiciera por ti- Contesta el kwami con un tono al principio dudoso y luego burlón mientras come su tan querido queso Camembert.

-No, no, no…esto no puede estar pasando… ¡Esto no puede estar pasándome!- Es definitivo. Mi estado de pánico es total.

-No exageres. Solo es un mensajito de nada

-¿Solo un mensajito? Plagg, yo te mato – Digo con la furia sustituyendo el pánico.

El kwami gato intenta huir de mí pero al final el logrado atraparlo entre mis manos y he tirado su tan valioso tesoro a la basura; no sin antes jurarle que no lo volverá a ver en muuucho tiempo.

-No puedes prohibírmelo. Si lo haces dejarás de ser Chat Noir.- Dice entre réplicas y llantos por el cruel final de su queso, ahora en la papelera de mi habitación.

-Tranquilo, que no dejaré de serlo. Te alimentaré. De otra cosa. Pero te alimentaré y no volverás a ver el queso en tu vida.

-Nooo, por favor, Adrien, ¡Ten piedad!

-¿Acaso has tenido piedad cuando has mandado ese mensaje? Me conseguí otro móvil para estar en contacto con Ladybug en casos de emergencia cuando somos civiles, ¡no para que hicieras con él lo que te da la gana!

-Bahh- Dice liberándose entre mis manos y volando por mi habitación- No te quejes. No es como si lo que haya hecho sea para mi beneficio. Mi único beneficio sería Camembert para toda la vida; más bien ha sido para el tuyo y que dejarás de suplicar por ella. Aunque…pensándolo bien…si dejas de quejarte….yo dejaría de escuchar tus lamentos…- Dice con una sonrisa burlona para rápidamente robarme el queso escondido en mi chaqueta en caso de akumas. Apenas me doy cuenta de lo rápido que se ha movido y huye de mí- ¡Sí! Sí, es en mi beneficio.- Dice mientras tira al aire el trozo de queso y se lo traga de un tirón. Ese kwami no sabe con "qué gato" se está metiendo.

-Esto no puede ser real. Debo de estar soñando, ¿no? –Digo hiperventilando de los nervios mientras tomo de nuevo el celular causante de mi perdición.- ¡Sí! Tiene que ser eso. Estoy teniendo una de esas pesadillas típicas por el miedo a revelarle mis sentimientos y voy a despertarme cayendo a la cama para ir a la escuela.- Digo con una breve expresión alegre y aliviada.

-Más quisieras- Suelta el kwami tomando mi celular de la mano y alejándose con él hacia el escritorio de la habitación.

Cierro los ojos y me pellizco en el brazo. Duele. Pruebo en el otro brazo. Duele. Me palmeo y me pellizco ambas mejillas…¡DUELE!

-No…no estoy soñando- Suspiro resignado mientras mi espalda se desliza por el respaldar del sillón. Coloco mi cabeza entre mis brazos, resignado. Una vez sentado en el suelo soy más consciente del batacazo que he pegado. Todo lo que he hecho….todo lo que he logrado hasta ahora y todo lo que he descubierto hasta ahora…va a ser para nada una vez ella lo escuche TODO de mi boca por ese maldito mensaje de audio.

-¡Oh, vamos! ¿No me digas que te vas a poner a llorar ahora?- Escucho a Plagg de fondo.

-Me va a odiar.

-Claro que no.

-No podré volver a verla a la cara otra vez.

-Claro que no.

-Dejaré de ser Chat Noir porque no podré volver a trabajar con ella en equipo.

-Claro que no.

-No me volverá a hablar en la escuela.

-Claro que no.

-Se mudará o me mudaré yo de escuela… y se alejará de mí…y…

- ¡ADRIEN!

El grito de Plagg detiene las lágrimas de frustración que iban a escapar de mis ojos. Con una clara expresión de sorpresa ante la reacción del pequeño kwami, elevo el rostro escondido entre mis brazos apoyados en mis rodillas. Le encaro…y por primera vez en mi vida, veo a Plagg con una expresión seria en su rostro.

Vuela de vuelta hacia mí y a un metro escaso me lanza el celular al rostro. Me quejo por el repentino ataque y lo duro de la tapa del aparato. Me sobo un poco la zona golpeada mientras me vuelve a envolver la ira hacia Plagg.

-¿A qué viene…

Mis palabras se las lleva el viento. Un nudo se forma en mi garganta y no puedo seguir hablando. No puedo recriminarle nada a la pequeña criatura ahora sobre mi hombro. No puedo pensar. No puedo sentir. Solo puedo escuchar. Solo puedo oír el mensaje de voz grabado y que el kwami le ha dado a reproducir.

La lágrima traviesa que quiso escapar de mi rostro antes es retenida por Plagg. No soy consciente, pero tengo la sensación de que muestra una actitud comprensiva; una actitud que solo mostraba para confortarme cuando tenía problemas con mi padre.

A medida que avanza el audio y hasta que finaliza una pequeña sonrisa se forma en mi rostro. Sé que la vergüenza me embargaba antes…pero ¿de verdad yo había intentado hacer semejante confesión? Ahora soy el que se ríe de mí mismo cuando hace solo unos minutos era mi kwami el que lo hacía tras haberlo enviado. Parezco un loco desquiciado riendo en mi cuarto tras escucharlo entero. Soy consciente de que en cualquier momento puede entrar Nathalie y preguntarme a que se debe tanto escándalo de mi parte. Pero por una vez, no me importa no seguir las reglas; no me importa dejar de aparentar ser el chico perfecto cuando no lo soy; no me importa liberar mi auténtica personalidad, mi "Chat Noir" interior, siendo Adrien Agreste. Sí…definitivamente estoy loco…muy loco…y soy capaz de hacer ahora mismo cualquier locura…y todo sería por culpa de cierta "Catarina".

Suspiro un poco más aliviado. Ya no estoy tan tenso…más bien…no puedo evitar que todas las emociones acumuladas por ese audio se multipliquen a mil por hora.

-Ahora que eres consciente de que no puedes esconderte ni esconder de ella lo que piensas y sientes, ¿qué vas a hacer?- Dice el kwami flotando frente a mí.

-Solo tengo dos opciones: dejar que escuche el audio y eludir el tema, o encararlo de frente.

De golpe irrumpe el silencio en la estancia. Me reincorporo lentamente pero con determinación y me dirijo a un mueble. En la repisa descansan varios objetos de valor: una pulsera de cuerda con cuentas, una carta de San Valentín en forma de corazón, un disco de Jagged Stone firmado por su diseñadora y por último una bufanda azul. Tomo esta última y me la acerco. Es suave al tacto y pesar de las veces que la he usado con el tiempo todavía desprende una fresca esencia a jazmín.

-Voy a ir a verla. – Digo mientras busco la mirada de mi kwami, el cual se apoya de nuevo en mi hombro- Iré como Chat Noir e intentaré borrar ese mensaje. De esta noche no pasa. – Digo colocando de nuevo con cariño y cuidado la bufanda en su lugar. Toco levemente la firma de la creadora de la prenda y tras esto me dirijo al ventanal con Plagg flotando a mi vera- Si ha de enterarse de mis sentimientos por ella, prefiero que sea de mis labios y no por un mensaje de voz.

- ¡Bah! Ya decía yo que no podías durar mucho sin mostrar tus delirios por Ladybug…

-Ya sabes que no es solo Ladybug para mí Plagg.- Digo con una sonrisa leve mientras contemplo el cielo, imaginándola en todas sus facetas.- Nunca lo fue. Ladybug y Marinette…dos caras de una misma moneda…ambas son solo una… y esa chica…extraordinaria…es…- Por un instante me quedo sin palabras. Suspiro resignado- Es tanto y a la vez tan poco lo que se puede expresar comparado con lo que siento…La amo.

-Ohhg, ¡que asco!- Dice el kwami negro mientras se le erizan los bigotes y la antena de su cabeza- Creo que hoy ya has acabado por quitarme el apetito. Espero que estés contento…

-Plagg

Verde gatuno y verde esmeralda se encuentran en una mirada confidente pero a la vez chistosa.

-Gracias.

-¿Qué harías sin mí? Solo eres un pobre chico que no es capaz de hablarle de frente a su amor- Dice con tono recriminatorio y burlón.

-Eso ya lo veremos. ¡Plagg, garras fuera!

La sensación de adrenalina que me recorre al transformarme me termina por subir la autoestima. Chat Noir tenía una misión importante aquel día. Apenas ya ha anochecido. Sería la oportunidad idónea para pasar desapercibido en mi pequeña escapada de la mansión Agreste, pues pensarían que estaba durmiendo. Mi visión nocturna me ayudará a moverme con mayor facilidad hasta mi destino.

-Solo espérame Marinette. Tengo que decirte una cosa. Y esta vez…será de frente.