Disclaimer: Death Note pertenece a Tsugumi Oba y a Takeshi Obata.
Pairing: NeLi(Near x Linda).
Advertencias: AU ǀ Fluff ǀ Hetero ǀ Short-fic ǀ Más pairings implícitos ǀ OoC ǀ Presencia de OC's.
N/A: Dedicado a la hermosa Moony O'Craft❤
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ǀ Cotton Candy ǀ
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I. Spring & Primavera
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—¿Te has enamorado alguna vez?
Near niega con la cabeza a manera de contestación. Ele parece darse por bien servido con ese gesto y el tema del amor fue remplazado rápidamente por el de la futura carrera que estudiaría el más joven.
Ele no es un romántico empedernido pero, habiendo encontrado a alguien y a pocos meses de contraer nupcias, el tema de las relaciones sentimentales ha despertado su interés. Pareciera puberto, pensaba Near; admira a su primo pero eso no impide que pueda criticarlo.
Nate River tiene diecisiete años y un montón de metas a futuro. No las llama sueños pero sí se refiere a sus planes como escalones para forjar su camino. Peca de pragmático, lo sabe y eso no parece quitarle el sueño. Sabe que así como puede ser un defecto también es una cualidad y, tomando en cuenta su personalidad y forma de vida, lo ve como lo segundo.
—¡Eres como una puta piedra! —opina Mello; primogénito del mejor amigo de su padre e, irónicamente, su autoproclamado némesis.
—Yo lo llamaría más bien antisocial —Matt se hace participe en la conversación. Él sí es el mejor amigo de Mello.
—¿No sería más bien asocial? —continua el otro.
—No. No estamos seguros de que planes tenga Near contra la humanidad[1].
Ambos son unos menudos idiotas.
Near no piensa mucho en los demás. Su mundo se reduce al «yo», a su familia y en los deberes escolares; a veces se sorprende pensando también en ese par de chicos. ¿En las chicas? No realmente, se reconoce como heterosexual pero las mujeres son tan demandantes que prefiere pasar de ellas; tal vez el sexo le da curiosidad pero no la suficiente como para sentirse desesperado.
Es abril, las flores comienzan a emerger y hace demasiado calor, más del habitual que se acostumbra en territorio inglés. Near no sale mucho de casa, no tiene amigos ni hobbies al exterior. Sus tarden se esfuman en su habitación mirando series y armando rompecabezas, construyendo torres de naipes también. Fuera de eso su habitación está impecable y por eso el ama de llaves no entra a limpiar. Los River son económicamente muy solventes, tanto como para costearse servidumbre y viajes por el continente durante las vacaciones. Además Nate es hijo único, el consentido y malcriado.
A pesar de sus tantas pertenencias, ese fin de semana se encuentra aburrido. Su madre está salvando vidas en el hospital y su padre diseñando casas en su firma. Él está leyendo una novela de misterio en la sala de estar, mirando al exterior por la ventana y haciendo cálculos acerca de qué tanto tardará en morir por insolación. A veces, también se permite pensar idioteces. Realmente está aburrido.
Decide salir un rato. No es una persona de exteriores pero en ese momento recuerda que apenas hace dos días vio en el centro comercial un rompecabezas de mil piezas y se prometió a sí mismo hacerse de él. Le gusta tener cosas solo por tenerlas. Va a con James, el chofer, y le pide que lo lleve.
Cuando salen de la residencia, hay un camión frente a la casa que se encuentra delante de la suya. Near no le presta demasiada atención. La casa abandonada dejó de serle relevante hacía varios años. No obstante, cuando regresa, tiempo gastado y rompecabezas en mano, le llama la atención el auto gris en lugar del camión y la familia de cuatro personas rubias viendo el paisaje. Near le pide a James que se detenga y observa con mayor atención.
No, no, no puede ser. No termina de creerse lo que sus ojos grises están viendo.
La más joven de esa familia voltea, le sonríe; hoyuelos en sus mejillas y cabello largo cual muñeca.
—¡Near! —grita ella. Lo reconoce.
El aludido no se sorprende. La emoción pasa rápido y la monotonía regresa. Da un gesto escueto con la mano y le pide a James que siga su camino, dejando a la joven de porcelana con mil y un palabras atoradas y una bienvenida más calurosa.
Near se desvela armando ese rompecabezas del Big Ben.
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Near recuerda de su infancia las visitas a sus abuelos maternos, los regaños de su abuelo paterno, el robot de Optimus Prime que aún guarda con aprecio y las divertidas tardes de juego en casa de los Meresi al lado de la adorable Lisa.
Ellos eran los únicos niños de esa edad en el barrio por aquel entonces. Su madre y la señora Meresi eran amigas y, por ende, ellos estuvieron destinados a serlo.
Lisa, o Linda, era para él lo que Matt es para Mello, solo que más agradable a la vista y con un mejor aroma. Linda, la niña bonita de las coletas y los vestidos rosas.
Near no la examinó con detenimiento cuando la vio. A juzgar por el primer vistazo seguía idéntica a cómo la recordaba, o casi; se notaba más crecida. Niega con la cabeza, está divagando demasiado.
Decide disfrutar de su domingo armando por doceava vez el rompecabezas en lugar de concentrarse en la amiga que perdió hace tantos años.
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Ese lunes sus padres parecen estar más estresados que el mismo. Su padre habla y habla, algo inusual en él, y su madre anda de un lado para otro sin hacer nada realmente. Near los observa mientras come su cereal. Son hilarantes.
Al final, su madre es la que va a llevarlo a Wammy's House. Su padre tiene una reunión con un ingeniero y no puede retrasarse. No hace drama de eso. Termina de comer y toma su mochila, se encamina a la par de su madre a su auto y suben para emprender marcha.
Abandonan su hogar y, antes de acelerar, vislumbra a su vecina saliendo de la casa de enfrente con el mismo uniforme que él pero en versión femenina. Pasa de eso pero su madre, tan impredecible como siempre, también logra verla y suelta su propuesta:
—Lisa, ¿quieres que te lleve al colegio?
Near retuerce un mechó de cabello. Su madre sí tuvo una cita con el pasado y se ha reunido con la señora Meresi. Ellas han vuelto a hablarse como si los años jamás hubiesen pasado.
Su madre le habló de Linda y lo hermosa que se ha puesto. Near le ignoró cuando sacó ese tema.
—No quiero incomodar —habla, tímida. Recuerda que Linda le tiene miedo al mundo y a todos.
—No es ninguna molestia. Voy para allá —y terminando de decir su madre lo señala.
Después de mucho insistir, Linda se da por vencida y entra. Se sienta en medio del asiento trasero y Near la observa a través del espejo retrovisor en su posición de copiloto.
—Ya me es curioso que el conductor esté del lado derecho —comenta ella, quizá quiere romper el hielo y ser amable con su madre.
—Cierto. En Italia es diferente. Dime, ¿cómo llevas el cambio de moneda? [2]
Hablan todo el rato de diferencias culturales entre ingleses e italianos. Near suspira de vez en vez y se rehúsa a participar en la charla. Agradece cuando llegan al colegio y su madre lo despide con un beso en la mejilla.
Ellos salen del auto y su madre se va pronto. Near observa que Lisa sigue quieta a su lado, callada y tímida tal cual la recuerda. Teniéndola cerca, se percata de que es preciosa y es pequeña; para él, siendo un tipo bajito, encontrar gente enana le sube más el ego.
No le dice nada y entran al colegio a la par aunque cada uno por su lado. Y el día transcurre así. De no ser por el hecho de que Linda está en su salón, el transcurso de su último semestre de preparatoria no tendría nada de relevante.
Cuando se va del colegio, lo hace solo. El encanto de Linda es como un imán y hace que consiga amigas desde el primer día; Near lo adjudica a su apariencia adorable y no a sus habilidades sociales que presumen de ser pésimas, como las de él. Por eso fueron amigos.
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Pasan los días y lo sucedido ese día se vuelve rutina. Su madre también comienza a llevar a Linda a la escuela y ellos caminan uno junto al otro sin decirse nada. El grupo de amigas de Linda siguen siendo las dos chicas que se le acercaron el primer día; a él, Mello y Matt siguen molestándole.
—¡Tienes una vecina muy guapa y no le hablas! —exclama Matt —. Yo me la viviría junto a ella.
—Matt, tú no eres el mejor ejemplo. Tampoco sabes hablar con chicas.
Matt bufa y se cruza de brazos. No lo niega porque Mello dice la verdad.
Near los ignora, es experto en ignorar. Toma su mochila y sale del salón de clases. Justo hoy debe llegar temprano debido a que irá a con sus primos a algo que el idiota de Beyond no le ha aclarado.
Va por los pasillos cuando una suave voz lo llama. Reconoce de quien se trata y le extraña que Linda se dirija a él cuando no han intercambiado palabra alguna. Gira noventa grados para poder divisarla y ella se acerca a paso apresurado, sus zapatos también bonitos creando ruido.
Near sigue sin entender nada y ella sigue sin hablar. Como no está sacando provecho alguno, opta por irse. Sin embargo, antes de hacer algún movimiento ella extiende la mano y le entrega un objeto.
Es un bolígrafo que le regaló su padre en su último cumpleaños y Nate se siente tonto por casi haberlo perdido.
—Gracias —escueto pero sincero, como pocas veces.
A pesar del agradecimiento, Linda no se va.
—Es la primera vez que escucho tu voz —pareciera que Meresi descubrió la pólvora o algo parecido —. Es más grave de lo que creía.
No entiende cómo cambiaron de tema tan pronto. Lisa es una chica particularmente extraña, deduce. No parece muy consciente de lo raro que es entregar bolígrafos y luego hablar de la voz de tu interlocutor.
—Lo lamento. —Ella tarda en captar pero termina por hacerlo —. Yo... Solo que no hemos hablado y eso. No me has dirigido la palabra.
—Tú tampoco lo has hecho conmigo.
—Te saludé —replica —. Ahora era tu turno. Creía que después de todo podríamos seguir siendo amigos.
—No creo que puedas ser amigo de alguien a quien no has visto en diez años.
Linda abre la loca pero la vuelve a cerrar cual pez. No hay argumentos para rebatir eso.
Los Meresi son italianos. El señor y la señora junto a sus dos hijos se instalaron en Londres cuando Lisa era una bebé de brazos. Vivieron ahí casi ocho años hasta que por razones que Near desconoce tuvieron que volver a su natal Milán. Linda y él fueron separados y no volvieron a mantener contacto alguno. Le sorprende un poco que ella se esperase que la recibiría con los brazos abiertos.
—Pero podemos... Intentar que sea como antes —habla en susurros como si temiera ser escuchada.
—No creo que aún juegues con muñecas.
—¡Eso no! —Es fácil avergonzarla —. Me refiero a... Tratarnos.
Tampoco entiende la proposición. Una parte de él siente que sería más sencillo solo dejar las cosas como están y actuar como desconocidos, no serían los primeros amigos de infancia que les ocurre algo similar. Aun así, tal vez por un absurdo sentimentalismo, porque no quiere batallar o porque Lisa es bonita, lo acepta.
Ella sonríe, se sonroja y no le sostiene la mirada. Él solo se encoge de hombros y sigue su camino.
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Para cuando la estación está por terminar, no son amigos como tal; apenas charlan. No obstante, Lisa parece más relajada. Near se siente como siempre, sin ningún cambio relevante en su vida.
Nate se cuestiona si, al estar en buenos términos con él, Linda se siente feliz. Después de bastante pensar concluye que, proponiendo ese absurdo trato, fue la manera indirecta de Meresi de ofrecerle una disculpa.
Y él aceptó.
No había demasiado que disculpar. Él era un niño, ella una niña y mucho no podían hacer. Aunque Near tampoco se niega que llegó a guardarle cierto rencor por indirectamente dejarlo.
Ahora concluye que incluso él también está mejor consigo mismo.
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Próximo capítulo: Summer & Estate.
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Aclaraciones:
[1]: Asocial es una característica que se adjudica a una persona que presenta una desmotivación absoluta para interactuar socialmente mientras el término antisocial es asociado al comportamiento de aversión y enfrentamiento a todas las normas establecidas.
[2]: En Italia se conduce por el lado derecho mientras que en Inglaterra por el izquierdo. De igual manera la moneda de Italia es el euro y la de Inglaterra es la libra esterlina.
…
¡Hola!
Este pequeño fic lo subo por un motivo muy especial:
❤ ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MOONY! ❤
Espero de todo corazón que te haya gustado. Y haber podido manejar bien a Lisa Meresi (tu Linda) :3
Gracias a todos ustedes que decidieron darle una oportunidad. El fic constará de cuatro capítulos con un promedio de dos mil palabras cada uno. Vale, lo admito: buscaba escribir algo fluffy de mi OTP :3
Por el momento no hay mucho más que agregar.
¡Gracias por leer!
Arrivederci… ❤
A Moony O'Craft