Este es un nuevo one- shot Shikatema, espero sea de su agrado. Los personajes de Naruto, son creaciones del gran Masashi Kishimoto.

Nuevamente altero los papeles y es Shikamaru quién es mayor que Temari.

¿Bajo lo estrictamente profesional?

Siempre he sido un vago sin remedio, lo que me implicó un sinfín de regañizas y coscorrones por parte de mi tierna madre. Ahora a mis veintitrés años soy un reconocido médico ginecológico y obstetra; mi ociosidad la dejo para mi tiempo de ocio.

Si me preguntan ¿Por qué decidí formarme profesionalmente en algo así?, la respuesta es fácil- ¡No tengo idea!- recuerdo que mi puntaje fue perfecto en la prueba de admisión a la más prestigiosa Universidad de Konoha así que se me abría una gama de oportunidades para estudiar lo que desease, le atine al campo de la medicina para salir de paso… en fin ¡Heme aquí!.

Sin embargo, hasta el día de hoy he tenido muy claro el "Juramento Hipocrático" (1), siempre me he conducido bajo el régimen ético y profesional, aunque debo admitir que muchas veces me ha sido difícil ya que a consulta han llegado mujeres despampanantes y yo sea como sea soy hombre y la bien esculpida figura de una dama no pasa desapercibida para mí; me he tenido que armar de mucho valor para no pedirles su número telefónico, maniobrar mis dedos de una manera más estimulante dentro de sus vaginas o simplemente follármelas allí mismo.

Todo iba bien hasta esa tarde veraniega de Marzo… la tarde que cambió mi vida… me dirigía tranquilamente rumbo a mi apartamento cuando en la siguiente esquina vi que se formaba un montículo de personas, unas llamaban por sus móviles con cara de espanto, otros gritaban por un médico - ¡Mendokusai, un accidente! –pensé.

Aparqué mi coche, bajé el maletín médico que siempre ando en él y corrí hacia el tumulto… ¡Con permiso soy médico! – grité; en el centro de aquel círculo de personas había una mujer poco más joven que yo, tendida en el suelo, estaba muy pálida, con sus ojos cerrados, le tomé el pulso y note que estaba bajo pero estable, saque mi estetoscopio para escuchar las palpitaciones de su corazón, de seguro es una baja de presión así que la subí a mi auto y conduje de regreso a mi consultorio, la bajé en mis brazos – aún no despertaba- la acomodé en la camilla, pasaron unos quince minutos cuando… balbuceó uno que otro disparate, entreabriendo sus ojos para adaptarse con el rededor.

-¿Así que ya despertó?- le pregunté.

- ¡Kyaaaaa! - ¿Qué demonios me pasó?, ¿Dónde estoy?, ¿Quién carajos es usted?

- Pero que pulmones mujer no más despertándote y estás gritando.

-Ay, por Kami, me han secuestrado… ¡Auxilio!

-¡Oe! Cálmate.

-¡Suéltame, maldito degenerado! – me dio un bofetada pero cuando intentó levantarse de la camilla volvió a marearse.

-¡Menuda terca eres, mujer! – le dije mientras la sostuve.

- ¡No se me acerque o lo mato! – dijo empujándome de un tirón, tomando de la mesita de al lado lo primero que encontró.

-¿Con un espéculo vaginal? (2)

-Giró su cabeza para ver lo que sostenía en su mano e instantáneamente lo tiró al suelo… ¡Qué asco!

-No te preocupes si te hubieras fijado bien, te hubieras dado cuenta que estaba sellado.

- ¿Qué estoy haciendo en un lugar desconocido y con alguien a quién en mi vida he visto?

-Si tan solo me hubieras permitido hablar, te hubiera dicho que soy médico y que estás aquí porque sufriste un desmayo en media calle – te traje para hacerte unos chequeos y verificar que no hubieras sufrido algún traumatismo por la caída.

-¿Médico?

-Sí, ginecólogo y obstetra.

-Por un momento me observó fijamente abriendo sus ojos desmesuradamente y su cuerpo tomando un color verduzco. - ¡Kami sama, debo salir de acá!-

-¿Está embarazada, no es así?

-¡Eh!

- El desmayo y el casi paro cardiaco que te intentó dar hace un instante, cuando te dije que soy Ginecólogo me demuestran que estoy en lo cierto o ¿me equivoco?

-No es de su incumbencia.

-¿Ya te hiciste alguna prueba?

-Es sordo o idiota, le dije que no es de su incumbencia.

-Ni sordo ni idiota, señorita pero reconozco los síntomas de embarazo a miles de kilómetros de distancia. -Podemos aprovechar que estás aquí y…

-¡Ah, con que ya saltó la liebre!.. Los favores sexuales no van conmigo.

-Tranquila déjame terminar de hablar, no seas impaciente.- Lo que quiero decirte es que podemos aprovechar para hacerte un examen para que salgas de dudas.

-Es mi asunto, yo me haré cargo.

-¿Has tenido nauseas? - Vi su sonrojo titilar en sus mejillas- y luego me miró como un toro apunto de embestir.

-¡Hey, mujer! … ¡Tranquila!

- ¡No soy mujer… bueno en cuestiones de género si lo soy pero tengo un nombre! -Además, no me pidas que me tranquilice, no sabes nada de mi vida – Aquellos hermosos ojos verdes se tornaron acuosos.

- Tienes razón pero no crees que es mejor salir de dudas, te repito soy ginecólogo puedo hacerte los exámenes y enviarlos rápidamente al laboratorio para darte el resultado hoy mismo.

-¡Creo que puedas tener razón!

-Ahora bien, permíteme presentarme soy el Doctor. Nara… Shikamaru Nara - Le dije mientras extendía mi mano para estrechar la suya para saludarla.

-¡Un gusto, soy Sabaku no Temari! – Y lo siento por todo lo que sucedió hace un rato.

- ¡No te preocupes, suele suceder! - ¡Tome asiento por favor! – Le hice una seña para que se sentara en la silla delante de mi escritorio.

- Pues bien Srta. Sabaku no, le haré una serie de preguntas de rigor, cuestiones de protocolo para completar su expediente médico.

-Asintió con su cabeza-

- ¿Edad?

- Veinte

- ¿Residencia?

- Soy de Suna pero desde hace dos años me encuentro en Konoha por un intercambio Universitario, vivo con una amiga en la capital de la aldea.

-Pregunté unas cuantas cosas más – ¡Por favor Srta. Sabaku no, tomé una bata de las que cuelgan allá – le señalé el lugar- y diríjase al vestidor para que se cambie su atuendo, es la puerta a la derecha!

- ¡Ah eso sí que no!

-No puedo hacerle los exámenes rutinarios con su ropa puesta, sobretodo sus pantalones.

- Puede hacerme una prueba de sangre y se acabó.

- ¿Cómo guste pero si ya está aquí, no cree que es mejor hacerse todos los diagnósticos?

-Entrecerró sus hermosos ojos verdes como dudando de lo que le dije.

-¿Por qué no llama algún pariente o amigo, así se sentirá más segura?

-¿Insinúa que le tengo miedo?

-¡Claro que no señorita pero se sentirá más reconfortada con alguien cercano a usted a su lado!

-Llamaré a mi compañera de habitación

-Asentí

-Vendrá tan pronto como pueda… -¡No hay problema!

- ¡En absoluto!

(Treinta minutos después)

Se escucha un golpeteo suave en la puerta

-Debe ser mi amiga

-Me levanté y abrí la puerta-

-Umm, disculpe me dijeron que este es el consultorio del Dr. Nara.

-Usted debe ser la persona que mi paciente está esperando… ¡Adelante, por favor!

-¡Arigato!

-¡Tenten! – Dijo con euforia y nerviosismo-

- ¡Temari querida!, ¿Cómo te encuentras?

-Pues me desmaye en plena calle y este hombre me trajo acá

- ¿Y quién es él?

-Pues el Doctor, Tenten… ¡Da!

-¿Cómo que está de muy buen ver?… ¡Eh!, ¿No lo crees Tem?

-Créeme que en estos momentos no quiero saber nada que tenga que ver con la testosterona.

-¡Te entiendo!

-¡No, no puedes!

- ¡Insisto sé a lo que te enfrentas!

- Les pido me disculpen por interrumpir su conversación pero debo proseguir con los análisis.

-¡Oh, lo sentimos! – contestó la rubia.

-La rubia volvió ya con la debida implementación.

- Por favor acuéstese en la camilla y coloque cada una de sus piernas en los estribos. – Así lo hizo- Le hice una ecografía pélvica, la revise completa y profesionalmente, sin ningún pensamiento pecaminoso levitando en mi cavidad craneal.

Efectivamente Señorita Sabaku no, usted cuenta con veintiún días de gestación. - ¡Felicidades! –Dije sonriente- Sin embargo, la blonda estaba petrificada, su rostro no reflejaba gesticulación alguna.

-¡Oh, por Kami… Temari! – Le dijo su amiga tirándosele a los brazos.

- No me hubiera extrañado si se hubiera soltado a llorar más sin embargo, no lo hizo solo se quedó ida en sus pensamientos.

- ¿Qué quieres hacer? … ¿Abortarás? – Le preguntó su amiga.

– Aunque no sea mi asunto me sentí muy interesado en la respuesta que la rubia daría y conste que es la primera vez que me ocurre algo así.

- Su silencio se hizo sepulcral.

(Continuará)

Acepto tomatazos si no les gustó… será una historia corta así que pronto subiré el siguiente capítulo…. ¡See ya!

Recomendación: Viejito pero bueno "Shikemari" de Rose Hatake Nara, lástima que no lo terminara. L

(1) Juramento Hipocrático: Juramento público que pueden pronunciar los que se gradúan en medicina ante los otros médicos y ante la comunidad. Su contenido es de carácter ético, para orientar la práctica de su oficio.

(2) Espéculo Vaginal: Instrumento utilizado para realizar exámenes o procedimientos diagnósticos y terapéuticos de cavidades corporales manteniendo abiertos sus orificios de entrada.