Naruto no me pertenece.
HOSHI
Capítulo Final: Mundo de sueños.
No hay nada como despertarse una madrugada y escuchar el oír de los pájaros, en realidad a Kurama nunca le habían interesado esas cosas, siempre encerrado dentro de algún estúpido humano, esas cosas banales eran sin importancia para su persona. Pero realmente prefería esa estúpida manera de despertar, con los gritos del viejo de cabellera blanca, a estar en la madrugada de ese día, en medio de una batalla campal que había iniciado hace horas y no estaba más cerca de terminar.
Cada vez más espíritus oscuros aparecían de esos vórtices, más personas llegaban, incluyendo algunos chicos de Sunagakure, pero esta batalla lejos de terminar, estaba iniciando.
Choco contra Killer B, quien tenía prohibido acercarse a Kaguya para que no fuera absorbido.
Aunque eso podría darles tiempo.
No era una opción.
—Esto es una pérdida de tiempo, su poder es demasiado—gruño con su piel levemente anaranjada, sus ojos rojos y parte de su energía espiritual desbordando.
Hachibi suspiro desde el cuerpo de su jinchuriki.
Aunque la intervención de Tsunade, Jiraiya, varios amigos de Naruto y la compañía del primo de la Hyuga, la batalla era bastante unilateral en este momento. Prácticamente todos lanzando diferentes ataques, a una mujer que los desaparecía de forma automática y los lanzaba a volar con diversión.
Esa mujer siempre fue peligrosa.
Nunca tuvo que haber permitido que naciera.
—Técnicamente es nuestra hija—hablo el ocho colas, pero le ignoro.
Si por él fuera, estaría muerta en este momento.
Comenzó a gruñir a Naruto.
Donde estaba ese mocoso.
Hizo una mueca de dolor cuando Kaguya lanzo sin piedad a Sakura contra el suelo, mientras Sasuke intentaba no herir de demasiada gravedad el cuerpo de Hinata, siendo enviado también por los cielos.
Eso debió doler.
.
Cuando abrió los ojos ahora estaba en un extraño bosque con un gran lago, cercano al lago había unas grandes piedras, donde Hinata versión niña lo veía confundida. Se tensó un poco, pero recordó el motivo de su visita lo que le hizo caminar en su dirección, cuando llego a su lado, la niña lo veía con esos grandes ojos llenos de inocencia, que casi lo hacen retroceder.
—Hinata—entonces cuando su voz sonó, noto un tono agudo e infantil que lo hizo voltear a ver.
Era un niño.
Un niño de ocho años, con el cabello alborotado y ropas infantiles.
Quiso entrar en pánico al sentir todo tan cerca, pero unos brazos infantiles hicieron que apartara la vista, para ver los grandes ojos plateados de Hinata frente a él. Eran hermosos, claro que siempre lo supo, pero ahora que sabía sus sentimientos, no se extrañó de ver algo hipnotizado su mirada.
—Viniste a mi lado Naruto—dijo con voz radiante y un ligero sonrojo.
Lo que hizo que se sonrojara levemente y sintiera mariposas en su interior.
Negó con la cabeza.
No era tiempo para eso.
—Vine a rescatarte Hinata, debemos volver, nos necesitan—hablo rápidamente recordando su motivo de visita.
Pero para su desconcierto, los ojos de la niña no cambiaron de expresión.
¿Qué pasaba por su mente?
Volvió a sonreír al apartarse del abrazo, antes de palmear su cabeza con tranquilidad.
—No tienes que preocuparte por nada aquí Naruto, estamos en el mundo de mis sueños, aquí podemos estar tranquilamente sin luchar…solamente disfrutando de la paz—hablo la niña con emoción.
¿Eh?
Pestañeo confundido antes de verla algo nervioso.
—Pero nuestros amigos están luchando—hablo intentando hacerla entrar en razón.
Pero sus ojos no cambiaron.
—Luche por mucho tiempo Naruto, aquí todo es paz…incluso si lo deseo con todo mi corazón puedo traer a tus padres aquí…todos seremos felices—
Bien, eso era raro. Por un momento el nombre de sus padres, sus imágenes, le hicieron sentir un deseo anhelante, que tuvo que tirar al fondo de su mente con mucha fuerza de voluntad.
—Eso no es lo correcto—
Obtuvo una reacción.
Los ojos de la niña se entrecerraron de forma cansada.
—Luche años buscando seguir lo correcto, pero eso no existe, no existe un camino correcto que no sea el camino incorrecto de otro. Estoy cansada de luchar, de sufrir, de perder…este es mi sueño—
—Es una ilusión—
—Pues es lo más cerca que estaré de que sea real—
Sus labios se apretaron en una línea delgada, sin entender como ella podía pensar así. Hinata siempre había sido tan amable, siempre ayudando a otros, sobre todo a su persona. Pero la chica, bueno, la niña frente a él solo brillaba por el egoísmo de tener lo que ella anhelaba.
Sentía en su alma el llamado de su cuerpo, estaban en problemas, ocupaban ayuda.
Ahora.
Pero si no decía bien sus palabras, probablemente no cambiaría la mente de la niña.
—Hay gente muriendo ahora—
—La gente muere todo el tiempo—
—Son nuestros amigos—
Una risa seca y sin humor lo hizo retroceder.
—¿Amigos?—pregunto en tono de broma.
Todo se hizo oscuro nuevamente, pero esta vez al abrir los ojos, estaba en medio de una habitación oscura de espaldas. Se incorporó agradeciendo que nuevamente su cuerpo fuera el de un joven. Al alzar la vista vio el cuerpo de Hinata, pero no tenía ropa, bueno tal vez unas bragas, pero aun así mostraba todo su cuerpo. No se sonrojo, aunque vio sus pechos al descubierto, no sintió algún deseo prohibido.
Ya entendía de que halaba.
Su cuerpo estaba lleno de cicatrices, la mayoría de sus últimas luchas en batalla. Su espalda estaba con un tatuaje que parecía sangre y su cuerpo estaba por los huesos. Sus ojos estaban algo hundidos, mostrando una apariencia casi fúnebre, que lo hizo encogerse.
No fueron los únicos en luchar, la mente de su amiga…Hinata. Esta era la verdadera Hinata. En su mente Kaguya la había torturado desde que la capturo.
—¿Dónde estaban cuando ocupe amigos?—dijo en tono vacío viendo a otro lado.
Tan sola.
Comparo un momento la imagen de la niña de ocho años que sonreía hace unos momentos y la actual. Claramente prefería a la niña feliz, que reía, que mostraba alegría.
Se incorporó caminando en su dirección.
Al estar frente a ella, esta seguía sin verlo. Así que se quitó la sudadera, cubriendo suavemente el cuerpo de la chica que salto ante el tacto. Alzo la vista mostrando sus ojos blancos, algo rotos y vacíos, que mostraban el horror que había pasado.
Sonrió débilmente colocando una mano en su mejilla.
—Estábamos luchando por venir a buscarte—explico con tranquilidad.
Los ojos de Hinata se volvieron duros.
—Solo porque podría destruir el mundo—hablo con asido.
—Claro que es una razón muy importante a tomar en cuenta, pero al menos de mi parte, vine porque quería volver a verte—comento con seguridad.
Tal seguridad y sinceridad, que hicieron que los ojos de Hinata dudaran al verlo fijamente, como cuestionando que tanta verdad había en sus palabras.
—¿En serio?—cuestiono sin seguridad.
Sonrió antes de acercar el rostro al de ella, chocando levemente su frente con la suya y quedando tan cerca para que sus respiraciones se unieran. Una parte interna le reprocho que sus amigos estaban en la lucha, pero la otra estaba extasiada de tener nuevamente a la joven tan cerca.
La rodeo con un razón por la cintura, teniendo temor de sentirla tan delgada, mientras su otra mano descansaba en la mejilla de la chica.
—Soy egoísta, no quería un mundo sin ti—arrullo en su rostro.
Los ojos brillaron vagamente, pero era un brillo hermoso entre el dolor de su mirada. Su interior latió al verlo, era como una pequeña esperanza que no había tenido.
—Solamente…quería volver a verte y abrazarte…sin importar si costaba la vida de otros—
—Eso no suena como tú—
—Tampoco eres de las que dejan a otros morir, pero aquí estamos, ambos somos egoístas Hinata, pero somos humanos—tomo un poco de aire—sé que debemos volver y luchar, pero si fuera por mi elegiría estar este instante contigo toda la eternidad sin importar los demás—
Ella lo vio de forma intensa.
—¿Por qué?—cuestiono nuevamente.
Probablemente conociendo la respuesta, pero queriendo escucharla de sus labios.
—Porque estoy enamorado de ti—hablo antes de eliminar la distancia de sus labios.
Sintiéndose derretir, al poder tenerla nuevamente entre sus brazos en medio de un beso.
.
—Acabo de sentir un escalofrió—hablo Neji a nadie en particular en medio de la lucha.
Él volteo a verlo con una ceja arriba, mientras Itachi seguía en medio de la batalla, provocando que él tuviera que estar algo más rezagado cuidando a los demás, odiaba a su hermano mayor por eso.
Ignoro a Neji, con su rostro sangrante y su mano izquierda desecha, para ver el alcance de la lucha en ese momento.
Tanto Jiraiya como Tsunade estaban fuera de batalla, no muertos, pero la falta del brazo derecho de Jiraiya era preocupante. Kakashi tampoco parecía poder luchar más, en cambio Obito como poseído, seguía levantándose en la lucha, aunque su pierna izquierda no dejara de sangrar. Hasta ahí la mayoría de adultos.
Entre los jóvenes, todos parecían aun dispuestos a seguir en la lucha. Shino había perdido uno de sus ojos, Kiba tenía a su perro espiritual aun en medio de la lucha, pero parecía desgastado. Shikamaru quien luchaba aun herido, tampoco estaba bien, Ino estaba sujetando a Chouji que debido al exceso de energía espiritual estaba demasiado delgado. La chica de armas Tenten estaba inconsciente y Rock Lee estaba con su extraño maestro, que le había dado un poco de batalla a Kaguya.
Pero en ese instante, eran Kurama, Killer B, Star y Spring, quienes habían logrado mantener de verdad a Kaguya.
Pero…
¿Por cuánto tiempo?
De pronto todo se detuvo, Kaguya se congelo un instante con rostro vacío, antes que una pequeña luz saliera disparada de su pecho en dirección a el cuerpo de Naruto. Quien al ser tocado por la luz, fue impulsado sobre su espalda y rodando cómicamente hasta caer de espaldas.
Todos vieron eso confundidos.
Habían estado por momentos de suma tensión y eso fue, inesperadamente cómico, como para saber que postura debían tomar.
Este gimoteo un poco, mientras la energía espiritual rojiza dejaba de rodearlo.
De pronto se levantó con las manos extendidas.
—Regrese Dattebayo—hablo en un grito de gloria.
¿Dattebayo?
¿Cuándo fue la última vez que escucho eso?
Ignoro la leve sonrisa en su rostro, como el rostro de alivio de Sakura a su lado al verlo nuevamente algo normal, para ver a Kaguya que estaba detenida. Este debía ser el momento para atacar, pero el rostro confiado de Naruto viendo el cuerpo de Hinata, lo hizo detenerse.
¿Qué estaba pasando?
.
Todo a su alrededor era una luz, una calma y una leve canción de cuna de su madre de fondo. Cuando todo se detuvo, estaba en medio de lo que parecía un océano sin final, donde sus pies apenas eran cubiertos hasta sus tobillos y no había nubes en el cielo, todo era celeste, un hermoso celeste que parece no tiene final. Hinata admiraba su cuerpo nuevamente como el de una persona normal, con sus heridas, sus cicatrices y sintiendo parte de su interior agitarse.
Aun no estaba afuera de su mente.
Aún tenía que hacer algo.
Un sonido a su espalda le hizo girar levemente, para ver a una hermosa mujer de cabellera blanca, ojos como los suyos y un tercero saliendo de su frente. Sus ropas eran extrañas, como un enorme conjunto que la cubría completamente, con los labios rojos como la sangre y un aura que le indico quien era.
Kaguya.
Quien al notarla, sus ojos parecen convertirse en rojo sangre cuando la ve con odio.
Pero no tiene miedo, curiosamente la sensación de Naruto a su lado, la hace suspirar.
Ese chico sin duda será su perdición.
—¡¿QUÉ HICISTE?!—chilla esta con llamas negras saliendo de su cuerpo.
¿Qué hizo?
¿Qué hizo ella?
Nada en realidad.
—No hice nada, solo quería todo tranquilo, pero parece que el mundo no puede verle descansar—musita por bajo algo resignada a no morir aun ni tener su espacio de paz.
Bueno en toda su vida nunca lo tuvo.
Además, aún tenía algo que hacer.
—Además no soy la única que no te quiere en este cuerpo—informa con expresión seria.
Kaguya está dispuesta atacar, pero se detiene cuando ve a lo que se refiere, ella puede sentirlos…siempre pudo sentirlos. Varios gruñidos de animales suenan en su espalda, las siete bestias con cola que estaban dentro de ella, están de su lado en una cosa, ninguno quiere ver más a Kaguya en este instante.
La mujer de cabellera blanca parece anonadada, cuando la primera bestia lanza su ataque y ella debe esquivarlo.
Las otras no se detienen por mucho, excepto el tres colas que está a su lado para protegerla de un ataque.
—Debes ir por Rin apenas termine esto— gruñe la bestia no muy contenta con estar dentro de un Hyuga, pero ella no hace más que asentir.
No sabe dónde está Rin, pero ya lo averiguara.
Ve como el cinco colas embiste a Kaguya en una maniobra que esta no espera, mientras el dos colas le sujeta con sus colas azules gruñéndole y está escapando por muy poco. La bestia de Gaara, levanta la arena debajo del agua para arremeter contra la mujer que es arrojada como un saco de boxeo de un lado a otro, con el labio sangrante y mirada de odio.
—¿Por qué me rechazas padre?—pregunta esta con genuina desesperación y confusión en su mirada, que hace que casi sienta lastima.
Pero la palabra indicada es, casi.
Cuando aparece detrás de Kaguya, esta le ve con ojos agrandados llenos de angustia y temor, como un niño que no es consciente de su error o sus fallas. A Hinata le gustaría perdonarla, sabe que algunas personas amables en el mundo estarían alegres de que fuera bondadosa.
Pero es tan peligrosa.
Podría matar a tantos.
Sus ojos no titubean cuando su espada la corta por el pecho, causando que esta chille de dolor.
.
¿Estarás bien Hinata?
Él confiaba en ella, sabe que lucharía, sabe que lo intentaría. En la que no confiaba era en Kaguya y de verdad le estaba costando un esfuerzo sobre humano detener a los demás de lastimar el cuerpo inmóvil de Hinata en ese momento. Su mejor arma era decirles a todos que todo estaría bien y que pronto Hinata volvería en sí, Obito fue detenido por la promesa que si Hinata regresaba en sí, podrían encontrar a Rin, pero los demás no estaban tan dispuestos.
Entonces el cuerpo se movió, como convulsionando levemente, antes que de la nada el cabello empezara a encogerse un poco y volver a la tonalidad azulada que reconocía.
—Hinata—susurro emocionado, cuando una enorme luz salió de su cuerpo disparado, mientras el cuerpo de la chica parecía desplomarse.
La atajo ignorando la luz, que los demás no dejaban de ver, suspirando cuando el cuerpo de la chica estuvo en sus brazos.
—Desgraciada—gruño una voz oscura y tenebrosa.
Naruto volteo a ver confundido que sucedía.
En el suelo se encontraba una masa sin forma que parecía resplandecer de energía espiritual, su rostro estaba algo deforme pero aun suficiente para ver que era de una mujer, que parecía algo derretida en toda la piel, viendo con odio a la chica en sus brazos, que atrajo aún más a su cuerpo de forma protectora.
Esa era la forma que quedaba de Kaguya, después de miles de años, eso era todo.
Aún tenía mucha energía espiritual a su alrededor.
Pero parecía poder moverse si quiera.
Todo lo que hizo, fue porque tenia el cuerpo de Hinata como portador, como si ella misma fuera una de las bestias con cola en búsqueda de un jinchuriki.
Antes que alguien se moviera, el cuerpo de Star se materializo al lado de la masa humana que quedaba, con ojos sin vida y cuerpo sangriento por la batalla que debió haber enfrentado para ganar todo el tiempo posible en medio de su alocado plan que nadie espero que funcionara.
La guadaña brillo de forma peligrosa.
El cuerpo humano le vio perturbado.
—Es hora de dormir en el sueño eterno…nee-san—musito antes de que la guadaña brillara y que en un momento a otro.
Todo pareciera terminar, cuando la guadaña cortó por la mitad al cuerpo de energía.
.
Una extraña canción de nada, que recordaba vagamente a su madre cantarle cuando era niña, fue lo que hizo que abriera sus ojos levemente. Sentir la brisa en su piel y los rayos del sol del atardecer tocar sus mejillas, fue lo que hizo que se atreviera abrir los ojos, sintiendo varias voces a lo lejos, cada una hablando pero a la vez sin entenderlas. Se sorprendió cuando al abrir los ojos, en la habitación no había tanta gente como sonaba en su mente, sino que solo estuviera su hermana, tarareando una canción con sus ojos vendados.
¿De dónde venía las voces?
Estas disminuyeron levemente cuando se medió incorporo en la cama del hospital, que reconoció al haber ido tantas veces a ver a Hanabi.
Estaba en una instalación Hyuga.
—Veo que despertó la bella durmiente, un mes en coma fue suficiente para que la princesa tuviera un sueño de belleza—hablo Hanabi con diversión.
Todo pensamiento en su mente se cortó ante esa revelación.
¿Un mes?
—¡¿EHHHH?!—grito intentando incorporándose, terminando cómicamente en el suelo con dolor en su mejilla donde impacto.
Esto era una broma.
Una jodida broma de mal gusto.
Hanabi la ayudo pacientemente a levantarse, diciéndole que todo estaba bien y estando dispuesta a contarle todo lo que necesitaba saber.
—Bueno solo se lo que Neji-niisan me ha dicho, pero dicen que Konoha ya fue reconstruido con la ayuda de un tipo que controla la madera que es de otra región, las personas han regresado…también dicen algo sobre que una bestia con cola se comunicó con las tuyas en tu interior y encontraron a dos jinchuriki casi muertos en la guarida de los villanos, pero estuvieron solo una semana en el hospital…tu eres la única que duro un mes de todos los que lucharon, algo de que es un milagro que estés viva—hablo Hanabi con las manos y una gran sonrisa en su rostro.
Un mes.
Un jodido mes.
—Un milagro mi trasero, nosotros ayudamos a que esta mocosa no muriera—gruño una voz en su interior.
Algo le dijo a Hinata, que no era un milagro del todo la que la mantuvo con vida.
Tomo aire viendo sus manos, algo temblorosas y débiles.
¿Todo había acabado?
.
Curiosamente fue el primero en darse cuenta sobre el despertar de la chica Hyuga, al mismo tiempo que Neji Hyuga, casualidad que ambos estuvieran entrenando por el extraño acuerdo Uchiha-Hyuga después del incidente con Kaguya. Los dos clanes aún se odiaban, pero Hiashi el padre de Hinata, fue suficientemente flexible, para permitir mejor el contacto entre clanes, causando una sonrisa en el rostro de Obito y a él teniendo que soportar a Neji.
Aunque por el nivel de enfrentamientos entre ellos, el desagrado era mutuo.
Lo único levemente en común era Hinata entre ellos, para él fue su compañera como guardián y para Neji era su prima querida, después de eso, ambos eran la representación más fiel del odio entre clanes.
Después de ver al chico Hyuga correr en dirección al hospital, decidió que debía decirle a Naruto sobre lo sucedido.
Había pasado un mes desde la batalla final contra Kaguya, pero nada parecía mejor que antes en lo que se debía al mundo espiritual. Algunos espíritus se habían ocultado en un plano astral, muchos oscuros estaban fastidiando y aún estaba el problema de Madara. Según había escuchado de Star y Spring, este había muerto hace tiempo por el padre de Naruto, lo cual pareció sorprender al rubio que desconocía la muerte de sus padres ante el hombre Uchiha.
Pero su alma como la de Kaguya, había desaparecido de todo plano, astral, espiritual y terrenal.
Un mal augurio.
Eso con el incremento de espíritus, no lo dejaban estar tranquilo del todo.
Konoha se recuperaba poco a poco en este mundo, la mayoría de sus amigos no sufrieron muchos daños más que cicatrices y Shino que perdió su ojo, pero fue recolocado con magia espiritual y que le permite ver mejor entre ambos mundos.
Detuvo sus pasos al llegar a un salón de entrenamiento de la mansión Uchiha, donde al parecer, era la central de guerreros espirituales de Konoha de ahora en adelante. Ahora era un lugar demasiado bullicioso donde no podría meditar.
En medio del lugar estaba Naruto entrenando con Killer B, el jinchuriki de ocho colas que estaba entre Konoha y su lugar de origen, donde su hermano mayor era un kage.
Al parecer quería enseñarle a Naruto todo sobre controlar una bestia, pero este insistía en que Kurama y él eran amigos.
O algo por el estilo.
—Oye Dobe—llamo al rubio quien se distrajo y gano un golpe del otro jinchuriki.
Sakura quien estaba por ahí vigilando, suspiro al ver la sangre salir y se dispuso a trabajar con sus poderes curativos. Al verlo pasar le dio una leve sonrisa cálida, que indicaba que entre ellos todo había regresado a la normalidad.
Algo que no le gustaba del todo.
Pero era pasable por ahora.
Al menos ahora que Sakura lo trataba cordialmente, Itachi parecía cada vez mejor y más recompuesto (había recibido mucho daño en la batalla) y Rin estaba nuevamente despierta alegrando a Obito (Gaara también estaba recuperándose en su hogar).
Todo parecía mejor.
.
Cuando Hanabi se fue, poco después apareció Star quien le pidió hablar con ella momentáneamente, llevándola a la azotea del hospital. Esperaba que nadie la buscara en unos minutos, para poder hablar tranquilamente con el espíritu a su lado, tenía muchas preguntas, pero aparte de algunas respuestas de Hanabi, solo sabía que sus amigos estaban bien y que algunas bestias estaban en su interior.
Isobu y el una cola eran quienes reclamaban volver con sus anteriores portadores en su mente, los demás, sobre todo el dos colas, cuyos jinchuriki habían muerto, no estaban en desacuerdo en quedarse con ella.
Descontando a las bestias de una cola y tres colas.
Aún quedaban cinco.
Cinco voces en su cabeza.
No estaba segura, pero mientras les encontraba jinchuriki adecuados, esa sería su vida por ahora.
—Tengo algo que confesarte Hinata—hablo de pronto Star sacándole de su interior.
Ser receptora de siete bestias hablando al mismo tiempo, la distraía demasiado, ahora entendía por qué a veces Naruto se espaciaba con Kurama.
—¿Star?—menciono confundida de su anterior afirmación.
Por eso cuando volteo a verle, con su apariencia humanoide, se paralizo al notar como el ojo bajo su parche, era de un color plateado, que parecía tener un iris de colores en su interior. Era como el Byakugan, pero de una forma que no comprendía.
¿Qué significaba esto?
Un dolor en su rostro, la hizo levantar su mano para tapar su ojo mientras Star suspiraba en su aspecto loli.
—En el momento en que te encontré hace tantos años, pude detener a tu madre, pero no lo hice…quería que fueras capturada por la corrupción para que te volvieras el recipiente perfecto para Kaguya—hablo tan lento y despacio, pero sus palabras parecían tener el impacto de un tren bala sobre su cuerpo.
Su rostro perdió color, las voces en su interior dejaron de escucharse y solo tenía ojos para el espíritu frente a ella.
Indiferente.
Frio.
Pero con ojos llenos de pesar.
¿Su madre?
Un destello de su madre convertida en un monstruo, a punto de devorarla y matarla como lo hizo con Hanabi, la hizo estremecerse y dejar de sentir su cuerpo.
—Nuestro deber era encontrar al posible recipiente, no pudimos detener a Madara y nos quedábamos sin tiempo, así que se decidió que si un miembro del clan Hyuga podría servir, lo usaríamos. Por eso mi clan hizo que tu hermano muriera, con la esperanza que Hana Hyuga fuera la elegida, pero en su lugar, tú fuiste seleccionada—continuo hablando desviando ahora la vista.
Su interior se sentía frio, congelado, con una furia inmensa y una soledad terrible.
¿Star?
Una sonrisa temblorosa se formó en su rostro.
—Es…¿Una broma?—cuestiono confundida.
Star siempre fue conocida por tener un muy mal sentido del humor, siempre molestándola, torturándola, pero al mismo tiempo siendo muy amable con ella.
En un segundo todos los recuerdos con el espíritu flotaron en su mente, desde niña, ayudándole en su entrenamiento, salvándola de las caídas y permitiendo que cuando perdió a su madre, durmiera abrazada a ella como un animal de peluche.
Star era su constante, su brújula en la vida y quien aunque la llevaba por el camino oscuro, se encargaba de salvarla de su estupidez.
Ella jamás haría algo para herirla.
El frio en los ojos del espíritu, hicieron que su corazón comenzara a latir más lento y sintiera un terrible dolor en su pecho.
Una broma.
Todo era una broma.
—No lo es—susurro el dos colas en su interior con pesar, la única de las bestias, que parecía aun estar dispuesta hablar en esa tensa situación.
Apretó los puños antes de caminar débilmente los pasos que la separaban de Star, sujetándola por el cuello de su ropa y arrastrarla a ella con mirada llena de desesperación y preocupación.
Una pesadilla.
Aún estaba dentro de una pesadilla.
—Dime que es una broma—suplico en voz baja, sin comprender que estaba pasando.
Pero los ojos de Star seguían fijos en ella.
—Crear un vínculo contigo me era necesario para convertirte en un recipiente de mi poder, de esa forma no solo tendrías la sangre de Kaguya en tu interior, tu poder mágico te haría la primera opción de elegirte. Desde enviarte a la misma escuela que el nueve colas, hasta la aparición de akatsuki, todo fue meticulosamente planeado para que fueras elegida y poder matarte cuando Kaguya estuviera en tu interior—siguió Star hablando.
Matarla.
Sus manos dejaron de sujetarla con fuerza, para verla ahora con incredulidad.
Una broma.
Una pesadilla.
Cualquier opción la tomaría ahora, para que detuviera el dolor que se estaba creando en su interior.
—Aun así los planes no fueron como esperábamos, mi plan era matarte cuando tuvieras las nueve bestias en tu interior y terminar con este linaje de espíritus con humanos…pero no funciono, así que por ahora deberé regresar con mi clan, probablemente debamos tomar otras medidas para separar ambos mundos de una vez y para siempre—hablo Star alejándose de ella y dando algunos pasos.
Matarla.
Con las nueve bestias.
Escucho gemidos en su interior de desacuerdo y que mataran a Star en ese momento por tal osadía.
Pero aun ante su dolor, no pudo evitar notar un aspecto curioso.
—¿Por qué no lo haces ahora?—cuestiono después que sus piernas cedieran y terminara de rodillas en el suelo, con lágrimas que no había sentido hasta ahora surcar por sus mejillas.
Los pies de Star se detuvieron, volteando sobre su hombro con rostro sorprendido y tomado por la guardia baja.
Era un momento indicado.
Perfecto.
Matarla ahora que no tenía fuerzas o energía, cuando no podría defenderse. Después no sería tan difícil ir tras el ocho colas y sobre Naruto, quien apenas si podría aprender usar el poder de Kurama, pero no estaba tan segura que tan eficaz seria.
En su interior todo era un caos.
Pero ella solo podía ver los ojos de Star, que luchaban contra sus palabras y sus puños apretados, como si estuviera pensando en que hacer.
Entonces desapareció en medio de un portal sin voltear a verla más.
Dejándola con un vacío en su interior.
Un dolor en su cabeza intentando comprender que había pasado…y que pasaría.
.
Naruto llego corriendo como un bólido al hospital, recibiendo las quejas de Neji cuando dijo que Hinata no estaba en su habitación, volviendo todo un caos y a él corriendo por las escaleras con tranquilidad. Kurama en su interior le dejaba percibir los espíritus de todos, encontrar al recipiente de siete de ellos, no era tan difícil y menos cuando estaba en el mismo edificio. Neji podría haberlo hecho con el Byakugan, pero estaba tan confundido que ni se percató de ello.
Se detuvo levemente sonrojado en la puerta, esperando por fin ese rencuentro que había esperado por un mes.
Seguro de que lo tendría en algún momento.
Este era.
El recuentro momento.
Abrió la puerta con una sonrisa, que se congelo en su rostro al ver a Hinata de rodillas en el suelo, con lágrimas en sus ojos y la mirada perdida bajo una leve lluvia que había empezado hace algunos momentos.
—¡Hinata!—grito preocupado corriendo donde ella, quitándose rápidamente la sudadera para envolverla con ella sobre esa bata del hospital.
Sus ojos no parecían reaccionar, tuvo que zarandearla unos momentos para que su mirada se conectara con la suya.
Tan perdidos y vacuos.
Estaba por preguntarle que paso, cuando ella contesto con un leve sollozo.
—Se fue…Star se fue—tartamudeo entre grandes lágrimas y gimoteos, antes de abrazarlo con fuerza.
Bien este no era el rencuentro que había esperado, tampoco entendía de que hablaba de Star, quien todo este mes no se había separado de la habitación del hospital de Hinata cuidándola como perro rabioso. Pero las palabras de Hinata, su leve temblor en el cuerpo y como se aferraba a él con fuerza, era suficiente para saber que algo malo paso.
Algo muy malo.
Le regreso el abrazo preocupado.
Sin entender, que esto no había sido el final de en sueño de su cuento de hadas, donde derrotan al malo y se queda con la chica.
No.
Este solo era el preludio, de una historia aún más llena de oscuridad.
Donde no había querido meterse.
Pero desde que sus padres lo hicieron Jinchuriki.
Su destino estaba trazado por seres superiores.
Fin.
Estaba algo cansada de escribir esta historia que en un inicio iba ser el doble de grande que esto, por lo cual hace unos varios capítulos me dije que podría dividirla en dos. No estoy segura cuando o si podre hacerla, pero pienso hacer una especie de crossover con otra serie, donde meta más personajes de series y deban enfrentarse a Madara, que en un inicio iba ser el antagonista principal.
Por el momento no hay parejas resueltas del todo, Sasuke y Sakura están en una especie de paz, aun no entro totalmente de lleno en sus amigos y sus relaciones. Una segunda parte daría para mucho con estos personajes y más si introduzco de otros universos.
Pero por el momento esto es todo lo que les puedo brindar.
Tal vez incluso pueda hacer una continuación en otro universo, con otros protagonistas, pero mencionando a estos en una continuación centrada en otros. Esa era mi idea cuando mencione algunas series aquí como Fairy tail o Bleach levemente.
Bueno, muchas gracias por todos los que siguieron la historia hasta aquí, sus comentarios que me apoyaron a terminar esta primera parte y aquellos que fueron felices con la historia.
Esto es para ustedes.
Nota:
Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.
Sayonara sexys lectores.