Capitulo 3


Intereses Científicos


Desde el descubrimiento de que tenía un alienígena real y vivo. Aun así, la prioridad era atender sus heridas. Tomando en cuenta su anatomía tan parecida a la humana, Bulma se dedicó a atenderlo y colocar el equipo necesario.

Justó cuando se dedicaba a colocarle la mascarilla de oxígeno este reaccionó de golpe tomando fuerte la mano de Bulma.

—¡Ah!—gritó Bulma alterada, pero el sujeto solo permaneció observándola con la mascarilla puesta.

Bulma quedo paralizada por unos segundos, sus miradas se encontraron, en la miraba con una intensidad que pocas veces había apreciado en nadie, así permanecieron un instante más y sin decir una palabra volvió a cerrar los ojos y quedo inconsciente de nuevo.

—Pero que susto me dio…— dijo Bulma para sí misma.

Esa noche se la pasó cuidando a su "Invitado" Aprovecho el tiempo para tomar muestras de cabello, sangre, tejido entre otras cosas. Cualquiera estaría aterrada de estar tan cerca de un ser de otro planeta, pero su curiosidad científica era más poderosa que su sentido común.

—Sabes… Ahora que estas limpio no luces tan mal.— Le dijo mientras o observaba desde su escritorio. —Y esa frente tan amplia de alguna manera te hace ver muy atractivo. Y no es que me haya fijado mucho, ya sabes era porque necesitaba comprobar que estabas bien y esas cosas, pero mientras te vendaba me di cuenta que eres bastante musculoso. Incluso ese peinado tan raro que tienes te luce bien. Seguro debes tener a todas las chicas de tu planeta rendidas a tus pies. —Le guiño un ojo como si pudiera verla.

Suspiró nuevamente mientras lo observaba.

—Me pregunto… — se puso de pie y camino hacia donde se encontraba— .¿Qué pudo haberte pasado? Tu nave no se veía tan dañada como para que te hubieras herido en el aterrizaje, tienes tres costillas rotas, múltiples contusiones, el brazo izquierdo fracturado y esa horrible herida en la cabeza. Me pregunto, hombre espacial ¿Quién pudo haberte hecho esto? —Lo miró con un poco de angustia.

Recupero la compostura y la buena actitud y se puso de pie a su lado emocionada.

—Ojalá estuvieras despierto, así podrías hablarme de la tecnología de tu mundo y de los viajes espaciales. —Le sonrió.

Aun que del otro lado solo escuchaba el bip del medidor cardiaco no la desanimo a seguir hablando.

—¿Sabes? No solo soy una chica extremadamente bella, aunque no lo creas también soy una talentosa científica. —Se sentó a su lado—. Soy capaz de crear casi cualquier cosa e incluso estoy segura que podría recrear la tecnología de tu nave. Y Ahora que o menciono… —Se colocó un dedo en la barbilla—.Sería bueno que pensara que voy a hacer con ella, solo espero que alguien mas no la haya encontrado, no muy lejos de ahí estaba mi padre. ¡Mi padre!, No sabes lo emocionado que se pondrá cuando se entere de ti.

Regresó a su silla en el escritorio cercano, para tomar algunas notas del ritmo cardiaco y otras reacciones.

—Solo espero que no esté acompañado de ese charlatán de Gero. Mi padre es demasiado inocente como para darse cuenta de que ese hombre siempre tiene malas intenciones. ¡Imagínate! Intentó que la corporación capsula financiara su proyecto de súper humanos. Y no es que esté en contra del avance científico, todo lo contrario, la corporación cápsula siempre se ha caracterizado por innovar en todos los sentidos, pero de eso a experimentar con humanos hay un largo trecho. Te lo juro, ese tipo me da escalofríos.

Bulma continuó con su diatriba verbal por una hora más mientras tomaba algunas notas, hasta que el cansancio del día le cobro factura y termino dormida sobre su escritorio.


Vegeta reaccionó de golpe como si estuviera despertando de una pesadilla. Se sentó hiperventilando, con el sudor cubriendo su frente. No sabía dónde se encontraba, no sabía cómo había llegado ahí ni que había hecho antes, lo único que recordaba era el constante parloteo sin sentido de una mujer y unos intensos ojos azules.

No logró mantenerse tiempo sentado y tuvo que recostarse de nuevo, se encontraba ridículamente débil. Volteó hacia su derecha y se topó con una mujer dormida a su lado. ¿Quién era ella? ¿Qué estaba haciendo ahí? Pero mucho más importante… ¿Quién era él?

Cuando intentó poner orden en sus ideas un fuerte dolor de cabeza lo dejo paralizado, dejándolo casi sin respiración, hasta que no pudo más y terminó nuevamente inconsciente.


Los ruidos de las turbinas de una nave despertaron a Bulma. Se estiro somnolienta y tardo unos segundos en procesar donde se encontraba.

—Papá debe estar de regreso. — se dijo tras levantarse y observar por la ventana, rápidamente se dirigió a comprobar los símbolos vitales de su paciente.

—Buenos días hombre espacial, al parecer te encuentras mucho mejor que ayer. —Le sonrió y coloco otra bolsa de suero.— Has reaccionado bien a nuestros medicamentos y mis estudios demuestran que tenemos un ADN similar. Ahora te dejare un rato por que debo ir a ver a mi padre.

Salió del lugar con una sonrisa enorme en su rostro, su padre se emocionaría muchísimo ante su descubrimiento. Cuando por fin llegó a la zona de aterrizaje vio a su padre correr hacia ella con los ojos brillantes de emoción.

—¡Bulma, querida! —. Le sonrió emocionado su padre.

—¡Papá te tengo una enorme sorpresa! —Le dijo emocionada

—No creerás lo que encontramos. — Dijo a la vez su padre.

—Sin duda un gran hallazgo—. Se escuchó una voz fría detrás de su padre.

Hasta entonces Bulma se percató de la presencia del Dr Gero.

—¡Una nave! —Le explicó su padre

—¿Una nave?—. Preguntó como si no lo supiera.

—Una lástima que no encontráramos rastro del tripulante. —Completó el Dr Gero.

—Eso es lo de menos mi querido, colega. – Volteó a verlo el Dr. Brief, con esta nave podremos investigar más sobre avances tecnológicos.

—Claro, tecnología ¿Qué más si no eso podría interesarnos?— respondió con ironía el Doctor Gero.

Bulma se quedó pensando por un momento, era obvio que para los planes del doctor Gero lo que menos interesaba era la tecnología de esa nave. Por el momento sería mejor que mantuviera su hallazgo en secreto.

—Y dime cariño ¿Qué era lo que querías contarme? —Preguntó el doctor Brief con su típica sonrisa.

—Oh, no era nada importante papá. —Se excusó

—Por cierto, señorita, pensé que la vería con su padre en la expedición ¿Por qué fue que regresó tan de repente? ¿Será que algo la asustó? — Preguntó el científico.

—Eso no es asunto suyo Doctor, pero si tanto le interesa saberlo, regrese porque mi mamá me avisó que mi novio había llegado dese muy lejos. — Respondió airada

—¿Yamcha?—. Preguntó el Dr Brief.

—No, papá esa es precisamente la sorpresa—. Fingió una gran sonrisa —¡Quería presentarte a mi nuevo novio!


Continuara.


Muchas gracias a quienes me dejaron tan lindos rw ñ.ñ y gracias también a quienes siguen mi otra historia ¡Cambio! me animan bastante y me dan mas ganas de continuar.