Disclaimer: los personajes no son, ni serán míos. El manga basado en esta historia fue creado por Rumiko Takahashi. Esta historia está hecha sin fines de lucro


Sol de primavera

I

Amor maternal


Hacía tanto que no se sentía así, ¿Cuándo fue la última vez? ¿Cuándo falleció su esposo? ¿Cuándo su padre estaba en el hospital? ¿O cuándo su hija había desaparecido por tres días en su cumpleaños? Ah, no recordaba…Nada se comparaba con esto. Bajó los escalones y se detuvo a la pequeña construcción de madera, la acarició con sutil cuidado, como si fuera el tesoro más preciado. Mordió su labio e intentó hacer una sonrisa, pero fracaso, no podía, no ahora. No podía ser la madre comprensiva, la madre perfecta…La madre sonriente. Agachó la cabeza, derrotada, y en su boca salió una exhalación cargada de tristeza, enfado y resignación.

Sus ojos se perdiéndose en la oscuridad que brindaba el pozo; no había nada, ni una luz, ningún cielo…nada. Se dio cuenta que era tarde, ella ya estaba con ellos, con él

Su hija ya se había ido para siempre.

―. ¿Y Kagome?―La voz de un anciano la destrozó por completo. Intentó respirar sin soltar un sollozo. Tuvo éxito, se giró y miró a su padre quien tenía un semblante preocupado. ―. ¿No iba a salir con sus amigas?―preguntó, inocente. La mujer negó con la cabeza.―. Oh…

―Ella se fue, papá―A pesar de tener las lágrimas en sus ojos no desbordó ninguna. Se giró acariciando al pozo―. El cielo le brindó la oportunidad de irse y la aprovechó―susurró despacio, si hubiera alzado la voz rompería a llorar.―. Ahora está con…―respiró hondo.―Con las personas que tanto extrañaba.

―Pero…―El abuelo bajó las escaleras despacio. Sus ojos se llenaron de tristeza y bajó la mirada, esperando ver algo interesante―. Se fue sin despedirse…―pronunció las palabras con un tono herido, mezclado de confusión y nostalgia, como solo los ancianos pueden hacerlo. Su hija negó con la cabeza.

―No había tiempo, sólo conmigo―Su mano viajó a su rostro y respiró, su nariz congestionada delató su vulnerabilidad.―. Dios, si hubieses visto su cara…―cubrió su rostro con ambas manos, no soltó sollozos, solo contó hasta tres.

―No tienes que ser fuerte, hija mía―acarició la espalda de la mujer, pudo percibir su temblor―. Sabíamos que esto podía suceder…

―Nunca quise que fuera a ese lugar―exclamó, esta vez apretó sus manos, formando dos puños en su rostro―. Siempre creí que era un sueño, casi imposible… ¿Mi hija viajando al pasado para pelear?―Los temblores continuaba. El anciano se limpió las lágrimas―. Y ahora…Que creía que estaba salvo…¿Cómo puedo protegerla? Está en un lugar donde no hay nada…Medicina, alimentos, transporte… ¿Qué pasará con ella?―El anciano cerró sus ojos.

Cuando una hija se casa es realmente triste, pero sabes que volverá, tal vez en cumpleaños, en fiestas… ¿Pero qué haces cuando tu querida hija se va a otro tiempo? No volverás a verla jamás. No sabrás si está a salvo, si está feliz, si está pasando por momentos difíciles, su vida es incierta, casi inexistente…Como si ella se hubiese…

―Está con Inuyasha, sabes que él la cuidará―El anciano siguió acariciando la espalda de su hija. Ella sollozó una vez más―. Suele ser un tonto, pero sabes que es un hombre enamorado y está dispuesto a cuidarla…¿No recuerdas todas las veces que él llegaba vendado de los pies hasta la cabeza y nuestra pequeña sin ningún rasguño?―La mujer alzó el rostro bañado en lágrimas, ella lo volteó a ver y formó una leve sonrisa, triste pero sincera.

―Recuerdo que Kagome siempre pedía dinero para vendas, incluso tomó un curso de primeros auxilios―susurró esta vez más animada.

―Sí, ¿Recuerdas que practicó con todos? ¡Incluso hizo que Inuyasha fingiera un ataque de atragantamiento!

―Papa, no lo fingió. Realmente él se estaba ahogando por comer el ramen de un solo bocado.

―Ah…―abrió la boca, sorprendido y asintió con la cabeza―. Pues Kagome si aprendió bien, aunque fue gracioso, después ella tuvo que ser llevada a urgencias porque…

―…Porque accidentalmente Inuyasha le dio un codazo en la nariz―terminó la oración la mujer quien tapó su boca para ahogar una risa, recordando el momento.

―Tuvimos que cambiar el piso de madera después de ese día―agachó la cabeza el hombre, negando con la cabeza―. Los daños fueron caros…

―El poder de ese collar de "dominación" fue impresionante…

―Kagome es impresionante―musitó el hombre mayor y dio un leve codazo a su hija―. Oye, ¿crees que esté bien Inuyasha con ella?

―Mientras no le vuelva a romper la nariz accidentalmente…―ambos guardaron silencio por dos segundos antes de soltarse a las carcajadas. Tanto fue la gracia que ambos comenzaron a llorar sin parar de reír. Sus risas no se sofocaron sino hasta después de algunos minutos con un suspiró lleno de tranquilidad.

―Kagome es y será una chica fuerte. Estoy feliz y orgulloso, ella venció al mal y ahora merece ser feliz―expresó con toda sinceridad el abuelo. Su hija lo abrazó.―. Lo heredó de ti.

―Lamento no poder conocer a mis nietos y tocarles sus orejas―susurró desanimada. El hombre palmeó la espalda de su hija.

―Tienes a Sôta, él estará con nosotros y te aseguro que con esa chiquilla harán unos hermosos niños.

―Aún es un niño, papá.

―Bueno, es mejor estar preparados, ¿no?―ambos rieron mientras abandonaban el lugar. La señora Higurashi de detuvo en el primer escalón y mando un beso al aire.

―Se feliz, mi niña. Se feliz y nunca te rindas.

Cerró las puertas del templo, ignorando que en las profundidades del pozo una luz se formaba, dejando una cuenca de vidrio, vacía, sin valor alguno.


Bien, finalmente me animé a realizar esta historia. Es un proyecto que espero terminarlo, ojala les guste y en fin, espero reviews ;)

Esta viñeta esta especialmente dedicada a Peach: ¡preciosa! ¡Feliz cumpleaños súper atrasado! Sé que no es algo romántico pero quise escribirlo para ti ya que para todas nosotros y para mí, (especialmente para mí) eres como la mami del grupo. ¡Mami Peach, te quiero!

Y para aquellos que quieran leer cómo va la cosa, los invito a leer Vientos de invierno. Más o menos será un vistazo de lo que haré.

Firee fuera ;)