¡Gracias a todos los que leyeron y han estado comentando este fic! Este es el último capítulo. Espero que lo disfruten :D
Advertencia: Este cap contiene SMUT. Aviso acá porque no quiero cambiarle el rating a M ;D
Para sorpresa de Yuri, todo fue relativamente de maravilla durante la cena. Es decir, era de esperarse a que los padres de Viktor no iban a ser muy conversadores. Sin embargo, conforme pasaban los minutos, se veían cada vez más relajados y cómodos de estar rodeados de él y su familia. Incluso la señora Nikiforov lo había felicitado por su rutina con una sonrisa, mientras que el señor Nikiforov le había dado palmaditas en el hombro.
Cuando por fin acabó la tensión inicual y pudieron comenzar a convivir de manera más amena, Viktor y Mari decidieron tomar fotografías para el recuerdo. Incluso Yuri, todavía algo nervioso, se dejó fotografiar con sus suegros. Foto que enseguida el peliplateado subió a sus redes sociales para compartir con el resto del mundo su felicidad.
A pesar de la atmósfera agradable que se empezaba a sentir, lo que realmente alegraba el corazón de Yuri era ver a su novio feliz, pues Viktor tuvo razón en haberles dado una segunda oportunidad a sus padres para dejarlos a entrar a su vidas.
Luego de un par de horas en las que sus padres y madres se relajaran demasiado tras tomar algo de sake, tuvieron la gran idea de compartir historias vergonzosas de sus hijos, desde como un pequeño Vitya se las arregló para quemar por accidente una alfombra, hasta cuando la pequeña Mari encerró 'por error' al pequeño Yuri en la secadora de ropa y su madre lo encontró llorando allí una hora después.
Al sentirse ligeramente agredidos por las 'burlas amorosas' de sus padres, los hijos de ambas familias no tuvieron reparos en retirarse del comedor para no morir de vergüenza. Mari se dirigió a su habitación mientras se reía un poco tras recordar la anécdota de la secadora mientras que Yuri llevó a Viktor a la suya al tiempo que le mostraba la lengua a su hermana con fingido rencor.
El moreno y el peliplateado enseguida se acostaron en la cama, uno al lado del otro, cansados y suspirando aliviados de que el día estuviera por terminar sin que se hubiese desatado alguna desastrosa confrontación.
"Te dije que les caías bien a mis padres." Dijo Viktor rodeando a Yuri con sus brazos y subiendo una pierna sobre las suyas.
"Sí, eso parece." Correspondió el abrazo, y llevó una de sus manos a recorrer los mechones platinados. "Al menos sé que le agrado a tu madre. Pero tu padre, no estoy seguro..."
"Nah. Él siempre es así de serio. Si no le agradaras ni siquiera se esforzaría en hablarte."
"Oh... Entiendo" El moreno dio otro suspiro de alivio. Aunque se sintió un poco idiota por haber estado toda la mañana tan preocupado al punto que incluso Yurio se vio afectado por su comportamiento y casi arruina el performance de ambos. "Viktor."
"¿Sí, Yuri?" Inquirió con voz melosa al tiempo que acomodaba su brazo derecho bajo la nuca de su novio para permitirle usarlo de almohada.
"Cuando nos casemos, recuérdame no comprar alfombras para nuestra casa."
"¡Yuuuuri! ¡Tenía cinco años! ¡Ni siquiera recuerdo de dónde salió ese encendedor!" Se defendió con rostro dolido y el moreno se echó a reír, aunque se detuvo cuando los labios de Viktor lo obligaron a callar. Entonces se miraron uno al otro y sonrieron. "Ahora que estamos solos, creo que ya puedo decirte lo que más me gustó de Eros."
"Oh." Yuri se ruborizó. Se había olvidado por completo de que había ejecutado esa rutina hacía tan sólo unas horas atrás. "Y... ¿qué fue lo que más te gustó?"
"Todo." Acarició su mejilla, sin apartar su mirada, y el moreno sintió escalofríos. "Tu actitud, tu sensualidad, tu cintura... Aunque debo admitir que al principio sentí celos de que te mostraras así delante de todos, que dejaras que te miraran y que ellos no apartaran su mirada de ti; pero enseguida comprendí que lo que hacías era más bien mostrarles lo que no pueden tener; que ese baile era sólo para mí, que yo soy el afortunado al que dedicaste tu rutina y al único al que querías seducir."
"Bueno, yo... Sí..." Admitió, de pronto sintiéndose tímido ante la mirada llena de afecto de su novio, el cual enseguida volvió a juntar sus labios, y continuó besando su barbilla hasta bajar a su cuello.
Yuri tiritó de placer al sentir la calidez de sus labios sobre la piel, pero quiso detenerlo posando una mano en su hombro. No obstante, Viktor tomó esa mano y besó sus nudillos para intentar calmarlo mientras sus ojos se cruzaban. Yuri se había quedado demasiado hipnotizado ante su mirada azul que tardó en reaccionar cuando su novio le levantó la camisa hasta la altura del pecho para dejar expuesto su torso.
"Vi-Viktor." Se quejó con el rostro ruborizando, y quiso taparse, mas el peliplateado comenzó a tocarlo, rozando con la yema de sus dedos su pezón derecho y lamiendo en círculos el otro. "Ngh... ¿Qu-qué haces? ¡A-a-aquí no! Nuestros padres..."
"Shhh...baja la voz si no quieres que nos escuchen, entonces." Le susurró con voz juguetona y sugestiva tras acercarse a su oído, haciendo temblar a su novio bajo su respiración caliente. "No te preocupes, Yuri. Cerré la puerta." Entonces Viktor regresó a lamer sus pezones, y el moreno tuvo que taparse la boca para apaciguar varios quejidos.
"Viktor, por favor..." Rogó una vez más para que se detuviera, pero el otro hizo caso omiso y comenzó a trazar un camino de besos por su vientre hasta llegar a sus pantalones.
"Yuri, no puedes pedirme que me detenga ahora..." Esta vez fue Viktor el que suplicó, al tiempo que observaba deleitado el delgado pero torneado cuerpo de su novio y la erección que sobresalía de sus pantalones, misma que no perdió tiempo en comenzar a estimular entre sus dedos. "Fuiste tú el que me sedujo después de todo..." Tomó a Yuri de una muñeca y dirigió su mano hacia su erección aún contenida bajo la tela.
"... T-tienes razón. Es mi culpa que estés así..." Yuri, olvidándose por completo de su timidez, bajó el cierre del pantalón del peliplateado y después se tiró sobre Viktor para cambiar sus posiciones en la cama, con él quedando debajo suyo; sentándose después sobre su pelvis para que sus erecciones se encontraran.
Viktor sonrió complacido por su iniciativa, permitiéndole con gusto tomar el total control de la situación, misma que aprovechó para usar sus manos libres en acariciar los muslos y caderas de Yuri mientras que éste se encargaba de estimularlos a ambos.
Yuri agradeció internamente que esta vez sí traía sus gafas puestas, pues podía apreciar perfectamente los encantadores gestos que pasaban por el rostro de Viktor mientras intentaba no gemir, con sus ojos azules a medio cerrar fijados en los suyos ambarinos, con sus respiraciones sincronizadas con cada vaivén de sus manos y caderas.
Cuando Viktor supo que ya no podía retener más sus gemidos, se sentó en la cama y cubrió las mejillas del moreno para ocupar su lengua en abrirse paso a su boca, silenciando así cualquier sonido que pudiera salir de sus gargantas.
Con los labios de Viktor apoderados de los suyos y sus manos recorriendo su cabello negro, Yuri aceleró las caricias hasta que sus cuerpo se tensaron un momento y sus vientres terminaron bañados del líquido blanco. Yuri terminó cayendo cansado sobre Viktor. Ambos respirando agitados, pero compartiendo algunos besos más antes de que necesitaran parar a tomar aire.
Estuvieron en armonioso silencio durante unos minutos en los que simplemente disfrutaban de la compañía del otro, olvidándose de lo que pasaba a su alrededor, hasta que entraron en pánico cuando Hiroko tocó la puerta para avisarle a Viktor que él y sus padres ya debían irse. Yuri enseguida se levantó y buscó toallas para que pudieran limpiarse.
Después de que Viktor y Yuri salieran de su habitación sospechosamente agitados (que nadie notó gracias a la influencia del sake), los Nikiforov se acercaron al moreno para abrazarlo y darle la bienvenida formal a su familia.
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Viktor y Yuri se encontraban plácidamente sentados en el sillón de la sala de su apartamento, con Makkachin dormido en medio de ellos, cuando el moreno recibió un mensaje de texto de Yurio.
"Oi, hola."
"¡Yurio! ¿Qué tal va todo allá en Rusia? ¿Los entrenamientos son muy duros? Viktor y yo te extrañamos mucho." Escribió Yuri y agregó varios corazones, una de las tantas costumbres que se le habían pegado de su novio luego de cinco años de relación.
"Regular. Mi entrenador es un ogro, no para de gritarme. Ahora mismo me está gritando para que deje el celular."
Yuri rió tras leer eso.
"Deberías hacerle caso entonces. Por cierto, ayer vi a Otabek cuando pasé a saludar a tu abuelo. Se veía muy solo sin ti."
"Ja-ja." Emoticono enojado. "Deberías separarte de Viktor, se te está pegando la estupidez."
"¡Yurioooooo! Me ofendes. Antes no eras así. ¿Qué pasó con ese niño dulce que me pedía que lo cargara de caballito?" Emoticono triste.
"¡¿Viktor, eres tú?! Ya no soy un maldito niño. ¡Tengo 14! Y devuelve el celular a Yuri. No quiero hablar contigo."
"Pero papi te extrañaaaaaaaaa." Más caritas tristes.
"¡Deja de llorar, anciano! Volveré cuando termine el campamento de entrenamiento, en un mes o algo así. ¡Y NO ERES MI PADRE!"
"Lo siento, Yurio. Ya estoy de vuelta."
"Bah. No importa... Supongo que deben estar felices con la noticia, ¿no?"
"¿Que noticia?"
"... No me digas que aún no se han enterado de que los matrimonios homosexuales ya son legales en Japón desde ayer (?)"
Yuri miró texto de Yurio durante unos segundos, no estando seguro de si lo había leído bien. Recordaba haber oído el rumor sobre una posible legalización de los matrimonios homosexuales, pero rara vez recordaba ver las noticias o mirar las redes sociales como para enterarse bien de esas cosas.
Sin decir nada, se volvió hacia el peliplateado y lo dejó leer la pantalla. Viktor sonrió y le pidió el celular para contestarle al rubio.
"¡Yurio! ¡Arruinaste la sorpresa! ¡Se lo pensaba decir en la cena!" Iconos de corazones rotos y una carita triste.
"¡¿Yo?! ¡No es mi culpa que Yuri aún viva en la edad de piedra y no mire las noticias!"
Pasaron varios minutos antes de que los mayores le volvieran a contestar.
"... Viktor me acaba de pedir matrimonio. ¡Incluso me dio un anillo!"
"¿Le dijiste que no, verdad?"
"¡ME DIJO QUE SI!" Ese tenía que ser Viktor de nuevo.
"¡¿Sabes lo que eso significa?! ¡Ya te podremos adoptar legalmente!"
"¡Seremos una familia feliz!"
"Tendrás cuatro abuelos más."
"Incluso podemos conseguir una casa más grande donde tendrás tu propia habitación y te podrás encerrar en ella y deprimirte como cualquier adolescente normal (sólo no pongas música emo)."
"También podemos conseguir más poodles para que le hagan compañía a Makkachin"
"Tal vez hasta te compremos un gato."
"Pero sólo si nos dices que nos amas."
A esto punto Yurio ya no sabía quién de los dos era el que le estaba spameando la ventana de conversación. Aunque supuso que se estaban turnando con tal de molestarlo.
"Felicidades. Ya me hicieron vomitar arcoíris, ¿es lo que querían, no?" Escribió agregando un emoticono enojado. "Ya tengo que volver al entrenamiento. Los llamo después. Y NO, NO ME PUEDEN ADOPTAR. Pero acepto el gato."
FIN
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