Disclaimer: Tanto la historia como los personajes NO me pertenecen, esta es una TRADUCCIÓN. La historia original pertenece a la autora "Crazy Pink Penguin" en mi perfil encontraran un link a su perfil y a la historia original completa en inglés (:
Advertencia: Esta historia contiene lenguaje vulgar y contenido sexual, por favor solo +18
¡Disfruten!
Capítulo uno
Explosiones
"Hey, tú" Darcy ronroneó, su voz cogida por el auricular. Era su normal saludo que hacía sentir a sus clientes mucho más cómodos, más familiares y más especiales cuando llamaban, incluso si es que era la primera vez que lo hacían. También tenía una cantidad sorprendente de atractivo sexual y hacía sentir a los hombres como si ella estuviese esperando específicamente por ellos.
"Hey" Un gruñido sonó en su oído. Era un murmullo bajo, uno que ella no pudo reconocer – y ella estaba segura que lo hubiese reconocido – haciéndole creer que era la primera vez que él llamaba a su línea telefónica.
"Mi nombre es Kay" No era completamente una mentira, después de todo era su segundo nombre. "¿Cómo puede ayudarte esta noche?" dijo sugestivamente, haciéndola sentir mucho más cómoda mientras se recostaba contra el sofá, vistiendo solo una camisa dos tallas más grandes y bragas, su usual ropa de descanso.
Hubo silencio por unos momentos y se preguntó brevemente si es que había colgado el teléfono antes de que lo escuchara murmurar: "Esto es jodidamente estúpido. No sé qué estaba pensando-"
"¡Espera!" dijo rápidamente antes de que pudiera colar, algo que sospechaba estaba a punto de hacer. No era poco común para los clientes dejar que los nervios los apoderaran, y después de haber estado haciendo esto durante dos años, ella sabía exactamente cómo hacer que siguieran en línea. "¿Acaso me vas a dejar así?" Forzó un verdadero quejido, casi sonando como si sintiera dolor. "Pero te necesito…" Mordió su labio, no porque el pudiera verlo sino porque le ayudaba a jugar su parte.
Se quedó en silencio una vez más, pero no estaba el tono muerto del teléfono, lo que indicaba que aún estaba en línea y el débil tono de él inhalando bruscamente después de ella había hablado le hizo saber que ya había capturado su atención.
Escondiendo la sonrisa que amenazaba con aparecer, se forzó a sí misma a permanecer en el personaje. "¿Cuál es tu nombre?" Hablo suavemente, casi como si estuviese preocupada de asustarlo.
"Daryl" Le dijo después de un momento de vacilación.
"Daryl…" ella lamió sus labios, eligiendo con cuidado sus siguientes palabras; siempre le dejaban saber qué tipo de papel debería de jugar. "¿Me vas a 'ayudar', Daryl?" ronroneó de nuevo, sabiendo que esto solo podría ir de algunas maneras.
Uno – él colgaría el teléfono, no en el todo 'héroe que salva a la chica por joderla' rutina.
Dos – él iría junto a ella, y así ella sería capaz de averiguar un poco más sobre sus gustos y disgustos, lo que funcionaría para su ventaja.
O, mucho mejor, tres – a él le gustaría, saldría de su caparazón y tendrían un momento jodidamente bueno.
Verán, cada hombre tiene una perversión. Podría ser dominación, sumisión, nalgadas, negación al orgasmo, control del orgasmo… o algo más como el papel de un héroe – Aunque este tipo de 'héroe' era mucho más subido de tono que la versión común – o incluso, el papel de un villano.
Y su trabajo consistía en cumplir sus sueños.
Cuando guardó silencio de nuevo, ella continuó tratando de alentarlo a involucrarse. "Estoy tan caliente… pareciera que estoy a punto de estallar" respiró en una voz que siempre hacía que los hombres siguieran. "¿Puedes ayudarme? Darme la liberación que necesito…"
Él dejo escapar una respiración temblorosa. "Maldición…"
Ella se sintió sonriente, feliz de saber que estaba llegando hacía él golpeando en todo los lugares correctos. Era su trabajo aprender que era lo que les gustaba pero por alguna razón ella en realidad se encontraba deseando querer hacer esto por él. Se preguntaba… "Soy una chica traviesa, Daryl…"
"¿Por qué es eso?" Pregunto acaloradamente.
Piensa rápido… "No pude evitarlo," trató de sonar inocente cuando una idea se le apareció en la mente "Estoy tan excitada todo el tiempo… y-yo no podía controlarme y…" ella paró, haciendo lo mejor posible para sonar avergonzada.
Su voz era tensa. "Joder, chica. ¿Qué has hecho?"
Ella lamió sus labios. "Estaba en el bosque… y comencé a excitarme" lo oyó suprimir un gemido. "Solo tenía que tocarme… Así que levanté mi falda, "Los hombres amaban las faldas, eran de acceso rápido. "Tire mis bragas blancas a un lado…" Desde que ella estaba jugando el papel de la inocente y traviesa chica, pensó que el blanco sería el mejor color. "Y…" Ella esperaba que esto le ayudara a salir de su caparazón un poco más. "N-No puedo decirlo. Es demasiado malo…"
Tomó el anzuelo, su voz era áspera y llena de lujuria mientras decía, "Dime, cariño ¿Qué has hecho?"
"Yo…"
Con su respiración pesada, dijo algo que ella realmente no estaba esperando: "¿Acaso tocaste tu dulce y pequeño coño? ¿Acaso te has venido mientras estabas apoyada contra el árbol?" escuchó el sonido de ropa y asumió que se estaba quitando los pantalones. "Vamos dime. Ni siquiera pudiste esperar a volver a casa…"
Por un momento, se sintió fuera de lugar. Sabía que lo haría sentir más confiado mientras la conversación fluía, pero nunca esperó que sucediera tan rápido, o que fuera tan sucio, o tan bueno.
Tragando pesadamente, se obligó a hablar, recordándose a sí misma que él debería disfrutar, no ella, incluso si su coño estaba teniendo otras ideas. "Yo, uh," Mierda, su boca estaba seca y ella se preguntó brevemente si es que eso era porque cada poco de humedad de su cuerpo estaba ahora remojando sus bragas. "¿Tenía que hacerlo?" replicó débilmente, sus ojos aún abiertos por la sorpresa y su corazón palpitando en su pecho.
Cálmate maldita sea, trató de decirse a sí misma, se supone que debes ser jodidamente profesional.
Le susurró al oído. "No es lo suficientemente bueno. ¿Quieres saber qué es lo que habría hecho si es que te hubiese sorprendido?"
Su mente profesional le gritaba 'No', sabiendo que sería algo caliente y sucio, y apenas podía mantenerse unida ahora, y mucho menos si seguía, pero su coño le estaba gritando 'Sí' y aparentemente – como la mayoría de los hombres – ella estaba siendo controlada por lo que se encontraba entre sus piernas. "Sí…" susurró, no muy sorprendida cuando notó cuán laboriosa era su respiración.
"Jodidamente sucia…" Podía oír el sonido de su mano mientras él presumiblemente se estaba tocando, y por la primera vez desde que ella había comenzado con este trabajo, el sonido envió una inyección de lujuria a través de ella. "Te hubiese hecho parar", le dijo, su voz tan áspera como su respiración. "Amarraría tus manos al árbol más cercano, sacaría mi cuchillo de caza y cortaría todas tus ropas, dejándote desnuda."Su voz quedó atrapada en su garganta mientras ella apretaba sus piernas juntas, sabiendo que le gustaba la idea tanto como a él. "Hubiese azotado tu culo por haber sido tan mala y hubieses amando cada maldito segundo mientras lo hacía"
Por la humedad que sentía escapar de ella, sabía que él estaba en lo cierto. "Joder…" gimió antes de que pudiera detenerse, sus ojos cerrados imaginando la imagen que él le estaba dando, brevemente pensando en cómo ella le debería de estar pagando a él por esta llamada telefónica.
"Apuesto a que estarías empapada por todos lados, por todos tus muslos…" él dejo salir un gemido. "No hubiese sido capaz de detenerme a mí mismo, cariño. Hubiese tenido que arrodillarme, probarte, joderte con mi lengua y dedos…"
Bien, ya se había cansado de estar conteniéndose, rápidamente se quitó las bragas antes de volver a sentar contra el sofá. Deslizando sus manos por debajo de su estómago, rápidamente se puso a trabajar encontrando su clítoris, hinchado y totalmente excitado. "Daryl…"
"¿Estás jugando con tu coño, cariño?"
Ella dejo soltar un gemido contenido y dijo," De verdad, de verdad no debería…" dijo sin aliento." Pero… no puedo parar."
"Dios." Maldijo entre dientes. "No tienes ni idea de lo que eso me hace sentir"
No quería admitirlo pero…"Estoy tan cerca."
"¿Te vas a venir para mí? Imagina que estoy embistiendo contra ti mientras estás amarrada, sin ninguna salida"
Podía sentir como se iba construyendo, una bola de placer en la boca de su estómago, cada vez más grande cuando frotaba en círculos su protuberancia. "Maldición sí, joder…"
"Manteniendo tus caderas apretadas… Quieres tocarte, ¿Cierto? Ya no puedes. Tendrás que venirte usando solo mi jodida polla."
Su dedos se curvaron, sus caderas se sacudieron y sus muslos se crisparon tan violentamente que casi hace que pierda el ritmo. "¡Mierda!" gritó, la bola de placer finalmente estallando y extendiéndose a través de todo su cuerpo, su clítoris pulsando debajo de las puntas de sus dedos mientras los seguía moviendo. "Yo…¡Joder! ¡Me vengo!"… Explosiones eran la única forma en que podía describir la forma en que él la hacía sentir.
Él gimió en voz alta, alcanzando su propio orgasmo después de haber escucha el de ella. Era un sonido áspero, lleno de necesidad, deseo y liberación… un sonido que siempre recordaría. Sexo puro. "Joder, Kay…" él terminó con un gemido más débil, lo más parecido que ella creía que él podría llegar a quejarse.
Por unos momentos, el único ruido era el sonido de sus respiraciones, luego ella habló, sin verdaderamente pensar lo que estaba diciendo, "Si es que vuelves a llamar de nuevo…" jadeó débilmente. "Mi nombre real es Darcy."
Daryl resopló una carcajada. "Maldita sea, voy a volver a llamar."