Amante espectral.
Crackfic/Sexual.
Sasuku (RtN)
Sakura Haruno llegó completamente cansada a su pequeño "cuchitril". La zona bien de Konoha era tan cara que el alquiler de un aparta estudio estaba fuera de su presupuesto y debía conformarse con un "pintoresco cuarto" en una pensión femenina. Al menos, varias de sus amigas también vivían allí.
La edificación era antigua y bonita, perteneció a la familia del comandante de policía de la ciudad. Los Uchiha se habían extinto después de un gran incendio como cien años atrás; no quedaba nadie con aquel apellido para reclamar la propiedad sobre el terreno. Entonces, algún bastardo adinerado decidió comprar el lote y volver a levantar la mansión tradicional para rentarla a precios económicos.
Los amplios cuartos fueron separados por paneles de yeso, generando alrededor de diez cuartos más, haciendo que el mínimo ruido fuera escuchado entre las señoritas que vivían allí. El viernes, por supuesto, ella era la única perdedora de pelo rosado que estaba allí mientras las demás estaban en la disco.
Se quitó la bata blanca que tenía bordado el símbolo de la bandera de Konoha, había iniciado sus prácticas en el hospital público y Tsunade-sama parecía un general, la rubia mujer hacía que el entrenamiento militar sonara como un spa. Tal era su grado de cansancio que ni si quiera se quitó el resto de su uniforme médico, sencillamente se acostó en la cama sencilla y arrastró una cobija hasta su coronilla para acabar con ese trágico día.
Sus parpados se sentían ligeros mientras una rica risa masculina fue la canción de cuna en su sueño, Sakura abrió los ojos y los entornó mientras trataba de enfocar el estado mental en el cal estaba. Sus orbes jade se encontraron con un espacio blanco infinito y una cama negra que la resguardaba.
-¿Qué carajo?- su voz sonaba magnificada por el eco, ese era el sueño más extraño que había tenido últimamente. -¿Dónde están los ponys y Sasori sin camiseta?-
La risa se hizo más fuerte. La figura oscura de la cual emanaba el sonido se materializó con una sonrisa. La boca de Haruno hizo una O perfecta mientras admiraba al varonil espécimen que su retorcida mente le creó.
-Tú estás mucho mejor que Sasori-
-A tu servicio, gatita- una fila de blancos dientes relampagueó en una sexy sonrisa.
Sakura se sentó en la cama de su sueño, así podría ver mejor al guapo tipo que se había inventado. Más de metro ochenta y pálido como la muerte, su blanca piel era el lienzo perfecto para ojos y cabello tan negro como el carbón, el pecho delgado con marcados músculos estaba sin camisa y las piernas largas se intuían definidas por los apretados jeans que usaba el hombre.
-Nada mal- se felicitó por haber creado su cansado cerebro a ese chico de negro cabello alborotado- ¿Qué incluye el servicio?-
En lugar de responder el hombre la tumbó en el negro colchón y con velocidad quitó sus ropas.
Haruno siempre había tenido un complejo sobre sus senos: Demasiado pequeños, demasiado blancos, demasiado llenos de pecas. Sin embargo, el desconocido se amamantaba de ellos con obsceno placer. La respuesta a cada caricia fue un gemido más fuerte.
Su boca fue estimulada con un beso profundo y su ombligo atormentado con cosquillas. Definitivamente este era el mejor sueño que había tenido. Su vagina se sentía hinchada y esperaba ser acariciada después de todos los tormentos que su amante imaginario le prodigaba.
-Quiero que ruegues- le murmuró al oído, los pantalones fueron descartados y el grueso miembro descansaba contra su entrada- Vamos, pide gatita-
La mendicidad ni si quiera le importó cuando un "Por favor, Chara-kun" se deslizó en su boca y la penetración fue inminente.
Así como las varias recreaciones de Icha Icha Paradise que le siguieron.
El orgasmo llegó y el moreno se derramó en ella. Sakura sólo pudo estar exhausta después de aquel trabajo mental.
La ventana era la mejor concesión que tuvo el pequeño cuarto de Sakura, los rayos del sol pegaban fuerte y jamás podría dormir más allá de las ocho, eso era una ventaja muy apreciada. Sin embargo, esa mañana quería dormir más.
Lentamente abrió los ojos y disfrutó de la textura de la cobija contra su desnuda piel…
¿Desnuda piel?
Su cara se desencajó y un grito de terror salió de sus labios.
La risa masculina nuevamente se materializó con un murmullo de: "Servicio completo, gatita".
Entonces, Sakura Haruno se desmayó.
Enjoy it! :)
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