When All is Lost One is Found. En español.

Autora: Rinoaebastel

Prólogo: Otro año en Hogwarts

Disclaimer: Harry Potter no es mío y no gano nada con esto. Solo práctica en la escritura. Harry Potter es propiedad de JK Rowling.
AN: Esta historia puede contener escenas de los libros y de las películas de Harry Potter, pero no con el dialogo exacto, ha sido reescrito u omitido. No está señalado.


Septiembre 1975

El traqueteo del tren se repetía con un ritmo familiar mientras intentaba encontrar a la muchacha que estaba buscando. Antes no había sido capaz de encontrarla en el andén. Había estado demasiado lleno de familias felices que venían a despedirse de sus hijos. A veces los envidiaba porque su familia era todo lo contrario.

Todos los años excepto el primero había venido solo a la estación. Su madre se atrevió a acompañarlo en su primer año y sufrió las consecuencias bajo la mano de su desgraciado padre.

Temía volver a casa cada año. Tener que abandonar la relativa paz de Hogwarts por una casa llena de gritos, dolor y sonidos de su padre golpeando a su madre.

El olor a alcohol en el aliento de su padre golpeó su nariz junto con los recuerdos y su estómago se contrajo por un momento. Estaba agradecido de que el año acabara de comenzar y sabía que pronto, no necesitaría más a sus padres. Estaría libre. Tendría su propia casa, un trabajo y una túnica nueva. Quizás también tendría una capa. Siempre le había encantado ver como se movían al son del portador de la prenda. Pero su padre nunca gastaría dinero en ropa cuando el alcohol era mucho más de su gusto.

Un escalofrío recorrió su columna y trató de quitar de su mente la imagen de su padre alcohólico.

Ahora tenía a Lily.

Ya no estaba solo.

Todavía le parecía un milagro que pudiera conocer a una chica tan maravillosa que lo comprendiese. Eran vecinos y compartían la habilidad de hacer magia. Eso los había unido cuando sus familias los rechazaron.

Ella era la única compañía que buscaba. Pero no había conseguido salir de su casa y verla durante las vacaciones de verano, así que como era natural, la había echado de menos.

Caminando por el estrecho pasillo del tren, miró en los diferentes compartimentos. Vio a algunos de sus compañeros de Slytherin, pero no reconoció a mucha gente. No era extraño considerando que siempre había preferido la compañía de un libro.

Después de mirar en varias cabinas y de conseguir algunas miradas extrañas de la gente que había dentro, finalmente divisó a una muchacha con pelo largo y rojizo al final del extremo del vagón. Cuando el rostro de ella se volvió hacia un lado, pudo ver lo mucho que había cambiado y la preciosidad en la que se había convertido.

A pesar de que él la veía desde donde estaba, ella todavía no había notado su presencia. Una sonrisa se extendió en su rostro. Quizás podría sorprenderla. Tal vez, ella también lo había echado de menos.

Levantó la mano con la intención de golpear en la ventana pero notó que algunas de las chicas de Gryffindor, lo estaban mirando desde dentro del compartimento. Su sonrisa desapareció.

Conocía esa Mirada. La burla, la presunción, el odio, la repugnancia.

Entonces los susurros empezaron y, de vez en cuando, le lanzaban sonrisas burlonas, como si fueran cómplices de algo que causara dolor a nadie más que a él. Lily miró hacia la ventana y, con un gesto demasiado cortés, reconoció su presencia inclinando la cabeza.

Él solo pudo retroceder y retirar su presencia de la ventana mientras recuperaba la compostura. Estaba decepcionado, pero esperaría a ver si ella se levantaba del asiento para saludarlo adecuadamente.

—Enserio, Lily, ¿cómo puedes soportar su presencia? La forma en que te mira es desagradable. —Escuchó la voz amortiguada de dentro y cerró los ojos, refrenándose de golpear la pared.

—¡Sí! Y no te olvides de esa fea cara suya. Me hace querer vomitar. —Su ceño se oscureció cuando otra chica apuntó la cruda realidad de su apariencia.

—Tienes que tener cuidado con ese acosador de Slytherin.

Apretando los dientes se apartó de la pared del compartimento y se alejó, sin querer escuchar más.

¿Acosador? Él solo quería compartir un pequeño momento con su amiga. Esas chicas simplemente eran insufribles y adoraban burlarse de él.

Cada año sucedía esto de una forma u otra.

¿Qué había de malo en querer pasar un tiempo con su amiga? Si fuera otra persona no estaría mal visto, pero él era una desgracia a los ojos de todos. No importaba cuantas veces escuchase las burlas, los insultos, o viese las odiosas miradas dirigidas a él. Nunca se acostumbraría. Ser víctima de un abuso nunca era algo a lo que uno se podría acostumbrar. Deseaba poder maldecirlos a todos por cada pizca de dolor que sentía.

Encontró un compartimento vacío y entró, cerrando la puerta con tanta fuerza que pudo escuchar la madera y el vidrio vibrar durante unos segundos después.

Se dejó caer en el asiento y miró por la ventana hacia los verdes paisajes. Incluso si se dirigía hacia otra forma de tortura, al menos en Hogwarts podía usar magia y aprender.

No podía esperar para volver a pisar el castillo.


AN: Esto solo es el principio de un viaje que espero que disfrutéis. Sí tenéis tiempo decirme lo que pensáis. Muchas gracias a mi mejor amiga y Beta que sin ella esto no habría sido posible.