La mañana se alzaba dócilmente por la superficie, aun los que habitaban ahí no despertaban, al menos no todos al sentirse completamente cómodos bajo la suave luz del sol de esa cálida mañana. Excepto uno que caminaba a paso lento y calmado por dicha tierra sin ningún rastro de humanidad alrededor, sin contarlo a él aunque no se podría decir que él es exactamente un humano, su apariencia lo dice todo, que él no es humano en ningún sentido excepto por su anatomía, pero todo él demuestra lo que es, algo mas allá alejado de la realidad, un demonio. El Señor de los demonios, así se hace llamar.

El Señor de los Demonios se encontraba molesto, algo raro ya que comúnmente anda con una actitud narcisista todo el tiempo, o al menos los muy pocos que lo conocen que son sus monstruos sirvientes saben de su actitud, pero hoy no estaba de humor, Grahim, tiene una misión que cumplir, buscar a la encarnación de la Diosa Hylia para poder revivir a su creador, aquel hombre que lo envió a las tierras inferiores con la poca fuerza que tenía por un único propósito, revivirlo para él hacerse con ese mundo tan insignificante, su plan era simple, pero la cosa era él, él era el problema, su amo lo había enviado con la poca fuerza que poseía y aunque sus poderes eran extraordinarios no era suficiente para cumplir su cometido, era blando a comparación de lo que debería ser; Dio un suspiro llevando sus dedos cubiertos por unos guantes blancos y los deslizó por sus níveos cabellos echándolos hacia atrás hasta que volvieron a su lugar, se quedó un rato en aquella pose con sus ojos oscuros cerrados, cualquiera que lo viera pensaría que por fin se pasó su ira, que ahora se había calmado pero ese pensamiento debió salir volando cuando vieran que el Señor de los Demonios cambió su rostro calmado a uno aun mas furioso y su apariencia cambiaba por completo mientras soltaba un grito de furia desatando todo en un torbellino de emociones que se materializó en un torbellino de verdad que casi arrasa con la superficie antes de irse al cielo, los que habitaban la superficie se despertaron por ese descontrol que los alarmó pero no fueron a ver que lo ocasionaba por miedo.

El Señor de los Demonios tardó unos segundos, respiraba de forma lenta y pausada intentando relajarse y así fue, logró calmar ese mal humor que poseía mientras su apariencia volvía a lo que era anteriormente de aquella descarga que él ocasiono; Dio un ligero suspiro para abrir sus ojos e iba continuar con su paseo para intentar calmarse pero algo había llamado su atención, era un leve sonido que poco a poco se hacía más audible, provenía del cielo, elevó su vista y vio un punto que se aproximaba hacia la superficie, mas especifico, hacia él, poco a poco ese punto se volvió más visible, y el sonido más audible, era un grito, Luego de pocos segundos mirando aquel punto Grahim logró entender que era eso, era un niño, no le había dado tiempo a reaccionar hasta que cierto golpe lo sacó de su ensoñación; El niño había caído sobre él y por la fuerza, el Lord también cayó directo al suelo golpeándose con este.

Se incorporó lentamente con algo de cuidado por lo adolorido que estaba y por aun tener al niño sobre él, le costó un poco reaccionar hasta que sintió el movimiento de el niño y lo miró con bastante curiosidad, era la primera vez que veía a un niño frente a sus ojos, de hecho, no habia visto ninguna clase de civilización humana jamás, solamente había leído de estos en los antiguos escritos que fue encontrando.

─Oye niño, ¿Estás bien?─ Preguntó, mas por cortesía que por otra cosa, no estaba para nada interesado en que el niño estuviera bien por mas sorprendente que sea ver a un humano frente a sus ojos, de hecho no le importaría si ya murió pero era mas bien instinto.

─¿…? ─El niño no dijo nada, de hecho parecía aun mas confundido que Grahim y tardaba bastante en reconocer en donde estaba, pero al escuchar la voz del Lord solamente le hizo salir de su ensoñación pero no espabiló por completo, lentamente miró a todos lados confundido, no sabía donde estaba para nada lo cual era obvio ya que no era su casa, elevó su confundida mirada hasta que dio con el rostro del Grahim y eso lo despertó de una vez por todas ─¡…! ─Al verlo rápidamente retrocedió hasta apartarse por completo de el Lord y su pequeño cuerpo chocó contra un árbol, en su cara se podía notar el miedo que pasaba, no sabía dónde estaba y estaba completamente seguro de que no era Altárea, su hogar, y para acabarla de regar, con un desconocido.

─Tranquilo niño no te voy a hacer daño ─Dijo el Lord levantándose del suelo y sacudiendo la suciedad de sus finos ropajes y acomodaba sus finos y níveos cabellos para luego volver a dirigir su mirada al niño mirando bien su rostro que ya no mostraba miedo, solamente desconfianza o al menos eso lograba ver en sus ojos azules como el cielo que lo miraban fijamente; con esto se tomó un momento para mirar a el niño que poseía unos cabellos dorados que caían de forma rebelde por su rostro, al parecer se desordenaron con la caída, su piel no era ni muy pálida ni muy oscura, y poseía unos ropajes que suponía eran típicos el Altárea, bastantes simples comparado al llamativo traje de Grahim. ─Bien niño, ¿Cuál es tu nombre? ─Preguntó acercándose al niño mientras esperaba alguna respuesta con ligero interés, tal vez cierta parte de él si quería saber de ese niño.

─…─El niño seguía sin decir nada, solamente se le quedaba mirando.

─¿No dices nada, eh? ─Suspiró, empezaba a creer que dicho niño era mudo pero por el grito que dio no creía eso, para aliviar esa incomodidad decidió presentarse él primero─ Yo Soy el maléfico señor de este lugar al que vosotros denomináis tierras inferiores. Puedes llamarme... Grahim. Aunque, a decir verdad... Prefiero que te dirijas a mí como corresponde a alguien de mi suprema categoría: "mi señor Grahim". ─Dijo recuperando su actitud narcisista frente a el niño.

─…─ Sin embargo este seguía sin decir nada solamente miraba fijamente en caso de que Grahim decidiera hacerle algo malo aunque no iba a pasar, mientras de vez en cuando miraba a los lados de reojo en caso de encontrar alguna forma de poder volver a su casa, aunque seguía sin saber donde estaba pero al escucharlo decir que estas tierras eran las tierras inferiores no le le creyó, se supone que bajo el manto de nubes no hay absolutamente nada, esta debía ser una broma y simplemente llegó a algún lugar, pero él conoce muy bien los cielos y jamas vio un sitio con tantos arboles, eso le preocupaba.

─… ─El Lord tampoco sabía que decir, jamás había conocido a alguien tan callado, tampoco es que conozca a muchas personas, ¿Este es el tipo de gente que protegió la Diosa Hylia? Esperaba que su encarnación no fuera como ese niño que ya andaba colmando su paciencia.─¿No vas a decir nada, mocoso? ─Murmuró para el niño mientras su mirada suave cambiaba a una demostrando enojo, no tiene paciencia para alguien que no le dice ni una palabra.

─…─ Nada, el niño seguía sin decirle nada, aunque por dentro estaba ligeramente ofendido sin darse cuenta de que él provoca esa actitud en el Lord.

─… ¡Agh! ¡No tengo tiempo para esto! ─Exclamó con notoria molestia antes de darse media vuelta e irse caminando dejando al niño por su lado, aunque este por miedo a lo que pudiera encontrarse en esa tierra desconocida para él, lo siguió rápidamente aunque a una distancia moderada, aunque el auto-proclamado Señor de los Demonios no se percató de que el infante lo seguía. Por dentro estaba frustrado, había recuperado el enfado que tenía desde antes de que el niño cayera sobre él, aunque ahora que lo pensaba, ¿Cómo llegó ese niño a las tierras inferiores? Era obvio que fue por la descarga que él había soltado que debió afectarlo en el cielo de algún modo, pero su fuerza era demasiado débil como para lograr abrir un agujero entre las nubes ya que se hubiera cerrado de forma instantánea, la única forma sería que el niño estuviera peligrosamente cerca de el manto de nubes, o al menos eso él sabía; Deshizo de su mente todo pensamiento, él no tiene tiempo para andar preocupándose por cosas como esas, el trató de ser amable con el infante y este no le dijo ni pio, pero no importa, por él que se muera de inanición si fuera el caso.

El infante aun lo seguía por detrás un poco más confiado puesto a que Grahim no le hacia nada pero aun poseía cierto temor de acercarse demasiado, algo que no es muy raro puesto a que en Altárea no era muy de hablar con la gente, era bastante cerrado a ellos pero hasta se hizo amigo de la hija de el director de la academia de caballeros, no es algo de lo que presuma pero era un gran logro que ni él sabe como logro; mientras por alguna razón no puede acercarse demasiado al que tiene en frente en ese momento y eso que quiere hacerlo, será por el hecho de que es alguien o algo de las tierras inferiores y le da miedo, o que el más alto no le brindaba ciertos aires buenos después de presentarse ante él como el "Maléfico Señor", pero siente que quiere acercarse, después de todo, el destino lo había puesto en su camino e hizo que lo atrapara de su muerte, o eso creyó el niño. Un sonido lo alertó, se detuvo y miró al lado unos arbustos moverse, con algo de inseguridad se acercó un poco de forma lenta, hasta que una clase de criatura marrón y blanco salió de los arbustos, se quedó un rato mirándolo hasta que…

─¡AHHH! ─Grahim se detuvo de golpe al escuchar ese grito provenir del niño, se dio media vuelta para mirar y vio como el niño corría rápidamente hacia él para finalmente abrazarse a su pierna y esconderse debajo de su capa, parpadeó bastante confundido hasta que miró un Kyu que estaba igual o más asustado que el infante, entonces ahí comprendió que el niño se asustó de esa criatura tan insignificante que estaba mas asustada que el propio niño. Dio un suspiro para luego quitar la capa para dejar a la vista al menor, iba a decirle que no le tuviera miedo de una forma grosera pero ni lo hizo, se maldecía a si mismo de no poder si quiera responder con la fuerza que quisiera, ¿Será por que sería injusto? Si, debia ser eso, así que a mala gana decidió ser amable con él, esperaba que no saliera el mismo resultado de hace rato.

─Tranquilo, él no te hará daño, mira ─Dijo arrodillándose para quedar a la altura del niño que lo miraba con lagrimas en sus ojos azules, llamó al Kyu que atemorizado se acercó a él y al niño, mientras que el niño intentaba retroceder por el miedo que le tiene al Kyu, pero el Lord no lo dejaba al tenerlo bien sujetado para que no escapara, una vez el infante y el Kyu estuvieran frente a frente el Lord acarició un poco al Kyu, jamás había acariciado a uno, de hecho jamás acarició a nada pero era lo que mejor podía hacer para que el niño no temiera del animal, y al parecer funcionaba, y de hecho, no era tan malo, eran suaves.

─…─ El niño se calmó un poco al ver como el Kyu se dejaba acariciar por el mas alto y no le hacia nada malo, incluso el Kyu parecía disfrutar de el tacto de el Lord, eso le hizo sonreír levemente al ver bien que el animal no parecía tan peligroso, tampoco el Lord.

─¿Ves? Ahora inténtalo ─Dijo el Lord tomando la mano del infante para colocarla sobre el Kyu, pudo notar como el pequeño se tensaba un poco pero poco a poco parecía disfrutar el tacto de el Kyu y comenzaba a acariciarlo mientras en su rostro se alzaba una sonrisa. Una vez notó al niño mas calmado lo soltó y se levantaba comenzando a caminar para dejarlo por su lado y él seguiría con lo suyo.

─¿…? ─El Niño notó de inmediato la notoria falta de la presencia de el Lord, miró hacia todos lados para buscarlo hasta que logró dar con él dándose cuenta de que no estaba tan lejos, así que se apartó del Kyu para ir corriendo directo hacia el Lord con algo de dificultad puesto a que se cansa con bastante facilidad pero logró alcanzarlo y tomarlo de la capa haciendo que el Lord se detuviera para mirarlo.

─¿Qué pasa niño? ─Preguntó ahora un poco cansado, no comprendía al infante, primero le tiene miedo luego lo busca como si fuera su padre, no lo entiende pero para mantener su imagen finge amabilidad pero lo que menos tiene es ánimo para tratar con él.

─Link ─Murmuró mirando fijamente al Lord con una sonrisa, el Lord demostró confusión al no notar que era lo que significaba así que el infante decidió aclararlo. ─Mi nombre es Link, señor Grahim ─ Dijo Link, hace rato no le había dicho su nombre por miedo, pero ahora ya tenía claro que el Lord no iba a hacerle daño y le brindó algo de confianza como para que supiera su nombre.

El Lord lo miró fijamente con un pequeño deje de sorpresa pero cambió su semblante a una ligera sonrisa afable para luego acariciar la cabeza del niño sorprendiéndose ante el suave tacto de sus rubios cabellos, pero eso no quitaba que se sintiese mejor de que él le tomara confianza.

─Lindo nombre.


¡Buenas! Bienvenidos a un nuevo fanfic ^w^

Gracias por darle la oportunidad a esta basura :'0

Posiblemente esto no lo lean muchas personas ya que creo que está pareja casi nadie la conoce, pero bueno para los pocos, espero que les guste 3

Antes aclaro algunas cosas:

Esto ocurre antes de TOOOODO Skyward Sword, por eso Link es un niño (Aquí tiene como 5 añitos, si, así de pequeño es)

Grahim tiene el control de las tierras inferiores pero aun no libera su lado tirano en dicho sitio por eso todo en calma y nadie aun ha visto su peor lado y pocos lo conocen.

Lo de que Link no quería hablar se refiere a que ... EN NINGÚN JUEGO HABLA D: (o Hablará con telequinesis(?)

Y la actitud de Grahim, no es OoC(Creo), Grahim se muestra como una persona tranquila y serena las primeras veces en el juego, incluso es caballeroso, ya mas tarde es que se le va la head (?

Supongo que es todo... .w.

¡Hasta la próxima!