Capítulo 23- Solucionando problemas

-¿Cómo que no vas a venir hoy a clases Alya?

-Lo siento amiga. Dile a Max de mi parte que se encargue de las tareas que me tocaban a mí para el festival por favor.

-Eso está hecho. Pero por favor, explícame eso de que estás castigada para toda la semana.-Le reclamé entrando ya en desesperación.

Hoy al llegar a clases y ver que mi amiga no había ido decidí en el descanso de clases llamarla para ver que le había sucedido o es que estaba enferma. Para ser sincera también necesitaba un consejo de amiga a amiga como el que me dio el otro día con mi cacao mental entre un par de rubios en mi vida.

-El hecho que conste está más que justificado y…

-Alya Cesàire, ¿quieres decirme de una vez que hiciste esta vez?

Esa chica era capaz de todo lo que se propusiera…hasta las últimas consecuencias. Lo que me preocupaba era qué locura había hecho esa vez como para que la hubieran castigado cuando sus padres nunca lo hacían. No solo le habían quitado el derecho a salir de casa y quedar con sus amigos, sino que ya no le dejaban participar en la labor de clase que estábamos haciendo en conjunto y estaba más que justificado ante la maestra. La tarea no era obligatoria…del todo. Bien es cierto que nos ayudaba para luego la nota en clase y era una actividad para hacer en grupo durante aquella semana pero si era justificado, como en este caso, por los padres que el hijo o hija no podía participar, no había problema ninguno y no afectaba a su ritmo en las clases o a su nota, a fin de cuentas, esa semana la había catalogada el director como "semana extracurricular" para los alumnos por el festival.

-Agh está bien. Quería darte la sorpresa cuando lo vieras en el blog… ¡pero qué remedio!

-¿Cómo que el blog?

Entonces caí en la cuenta. Empecé a ponerme pálida al empezar a encajar todas las piezas el puzle: Invasión de Volphinas por los tejados de Paris buscándonos a Chat y a mí anoche, la pelea brutal y estruendos creados en el Trocadero, el akuma liberado de Lila y lo que más importante resultó para mí ahora que caía… las patrullas.

Fueron al lugar y se llevaron consigo a Lila hacia su hogar. Si la policía había sido alertada por lo sucedido, ¿quién no me decía a mí que mi amiga periodista no se iba a enterar de la pelea con el akuma e fuera en busca de la acción en plena noche al escuchar el sonido de las patrullas o por cualquier otro de los factores anteriores?

Dios… un momento…

-Me escapé de casa por supuesto. Aunque fuera medianoche o la hora que fuera no iba a perderme a Ladybug en acción y más cuando se trataba de una akuma tan fuerte como era Lila.

-¿Qué? ¿Lila? ¿Pero cómo…

-Si sé que suena extraño que haya vuelto a caer en las garras de Hawkmoth y tengo muchas teorías respecto a eso. Pero lo importante es que Ladybug y Chat Noir arreglaron el día o más bien la noche como siempre. Oh, Marinette. Tienes que ver la entrada nueva de mi blog en unas horas cuando acabe de editarlo. ¡Voy a subir la noticia del siglo y ni las televisiones o las revistas de cotilleo tendrán una exclusiva como la mía!

-Alya… ¿Qué es lo que has…

-¡Lo hice! Yey ¡Lo hice! Llegué justo a tiempo a la pelea para ver toda la acción y como Ladybug creaba una telaraña gigante para atrapar Volphina. ¡Fue increíble! También me hizo admirarla más la forma en que tuvo de apoyar y animar a Lila tras todo lo sucedido. Se ve que es de buen corazón como toda una superheroína…Pero lo más alucinante fue cuando se retiró la policía con Lila del lugar y se iban a marchar Ladybug y Chat…

Oh, no

Oh, no, no, no, no… ¡NO!

-Alya…

-¡Mi Ladynoir es canon Mari! ¡Ladynoir es real! Los vi con mis propios ojitos, ¡los vi besándose!

Eso era…y nunca mejor dicho… "catastrófico"…

¡¿Qué mierda le importaba a la gente mi vida privada?!

No tenía bastante con mi pelea mental sentimental que ahora tendría o más bien tendríamos que lidiar Chat y yo con el problema de la prensa cuando nunca nos había preocupado eso…

-Dios no…-Susurré maldiciendo en la esquina del patio donde estaba y pateando a la nada mientras me tiraba de una de las coletas con la mano libre.

-¿Has dicho algo?-Preguntó Alya.

-Eh… ¡No! No, no que va….que… ¡Que buena noticia para ti!- Dije intentando disimular un tono de alegría.

¡¿En qué dichoso momento se me ocurrió besar a Chat Noir por un simple impulso?!

Ya decía yo que esa mañana estaba yendo demasiado tranquila para mi gusto…

Todo había ido perfecto y hasta me atrevería a decir que fenomenal. Para mi sorpresa y al llegar hoy a la escuela, Lila se presentó ante mí en la entrada y había pasado todo el día conmigo con una sonrisa de oreja a oreja que sorprendió a todos. Me alegró muchísimo haber logrado que ella recuperara el ánimo para intentar ser ella misma y hacer nuevos amigos sin tener que mentirse así misma o a otras personas. Antes que nada, se disculpó ante mí y luego ante toda la clase por cualquier infortunio que nos hubiera podido ocasionar desde el principio y pidió una segunda oportunidad real.

Yo fui la primera que se acercó la ella y la abracé sinceramente, tal y como la noche anterior siendo Ladybug. Pasó el resto de la mañana conmigo enseñándome todo lo que pudo sobre canto y he de decir que era muy buena.

En esta ocasión, sí que me ayudó muchísimo. Me sentía más confiada con lo aprendido tanto con ella como con lo dado con Alix, la cual estaba ensayando con Adrien desde primera hora de la mañana y a los que apenas había visto.

Al ver mi buena disposición con ella, todos intentaron ser más abiertos con la castaña y ahora, en el receso estaba rodeada por algunos de nuestra clase, preguntándole cosas sobre ella con toda la naturalidad del mundo o queriendo saber cómo se encontraba después de que se corriera el rumor de que había vuelto a ser akumatizada.

Pensé que cuando la gente se enterase de ello podría cundir el pánico por el hecho de que los que ya habían estado bajo influencia del portador de la mariposa pudieran estarlo de nuevo el futuro. Pero para mi sorpresa y gran alegría, Lila fue esta vez la primera en defendernos tanto a mí como a Chat Noir por haberla salvado de sí misma y de Hakwmoth. Todos podían confiar en que nosotros estaríamos allí para ayudar cualquiera que fuera la situación que se presentase.

Lila había sufrido un cambio radical para bien según muchos, pero yo consideraba que esa siempre había sido la auténtica Lila, sin temores a los prejuicios: la verdadera Lila Rossi.

-Emm… tu tono suena a que no estás muy emocionada.-Vuelve a decirme mi amiga haciéndome volver a la conversación que estábamos llevando segundos antes. No podría engañarla con mi tono falso nunca.

-¿Eh? ¡Claro que estoy contenta! ¿Por-Por qué no iba a estarlo?-Dije intentando otra vez disimular. Debía de hacerme de esa foto como fuera antes de que la publicase y se enterase nadie más de ello…o al menos esperaba eso…que nadie más lo supiera…-¿Sabe alguien más esto?

-Se lo comenté a Nino en la noche por mensajes, pero dice que no lo creerá hasta que lo vea por sus propios ojos. Es por eso que me estoy apresurando más que nunca para editar toda la entrada correctamente con las fotos y demás. Creo que para antes del almuerzo ya estará publicado para que lo veas.

-Mmmm…-Dije empezando a pensar "algo" que ya se me estaba haciendo mucha costumbre- Entonces también esperaré por verlo. Tengo que colgarte porque pronto acabará el descanso.

-¿Ya? Está bien. ¡Recuerda llamarme luego y me cuentas todos los detalles de lo sucedido con Lila hoy! Todavía no me creo lo que me has dicho. Ya parece ser la mejor fan de Ladybug. ¡Antes de ella voy yo!

-¿Y sino Chloe, no?- Dije en plan burlona.

-Eso es lo que se cree ella porque la salvan siempre.-No pude evitar reírme con ella ante su comentario.

-Nos vemos Alya. ¡Y no hagas más locuras, que si no, a este paso, no te voy a volver a ver el pelo encerrada en casa!

-¡No prometo nada chica! Nos vemos.

Colgué rápidamente la llamada y antes de querer hacer nada más sonó la campana. Tenía que buscar una excusa creíble para primero, escaquearme de la escuela e ir a casa de Alya, y segundo, buscar otra excusa para hacer que Alya dejara sus labores periodísticas en su hogar y me dejara colarme en su cuarto y quitarle el móvil o borrar esa dichosa foto del "beso que nunca debió darse".

Estaba por marcharme a los lavabos cuando vi a Lila que iba en mi dirección quizás para acompañarme a clases de nuevo.

-¡Marinette! Tenías razón. He intentado ser más abierta y parece que todos van teniendo más confianza conmigo… Aunque, si te soy sincera, temo que todo sea apariencia y de verdad no me acepten. Quiero decir…

-Tonterías-Digo segura y colocando firmemente mi mano sobre uno de sus hombros para subirle la moral apretándolo.-Esta mañana de dijiste muy contenta que estabas dispuesta a todo por ganarte el favor de los demás siendo tú misma. Sigue con ese pensamiento. Los que de verdad te aprecian, no importa el qué, siempre estarán ahí para apoyarte.

-No sé de verdad como darte las gracias Marinette. Has sido la primera en tenderme una mano después de todo y de la forma en cómo te traté.-Dijo un poco apenada agachando la cabeza.

-Nadie es perfecto Lila. Yo tampoco lo soy y muchas veces también daría lo que fuera para no ser tan torpe, despistada o cabezota. ¿Sabes cuántas veces me hubiera ahorrado los castigos de la maestra cuando llegaba tarde si me despertara temprano y no olvidara la alarma?

Las dos reímos ante lo último y Lila pareció más natural. Sí que me alegraba ser la causante de esa alegría y vitalidad en ella. Esto si recompensaba ser Ladybug después de todo.

Tras todo lo sucedido anoche, acabé tan rendida después de destransformarme, que caí redonda a la cama. En la mañana, mientras me levantaba y preparaba para marcharme a la escuela, Tikki me preguntaba sobre lo que ocurrió ayer. No quise contarle muchos detalles más allá de lo necesario para no preocuparla… Ya tenía bastante con tener a un Chat preocupado.

Me intimidaba aún la mirada seria que empleó la otra noche y me preocupaba cuál sería el tema de conversación entre ambos cuando nos volviéramos a encontrar.

Era inevitable, ¿no?

Con el asunto de Volphina resuelto, ya solo quedaba pendiente encontrar Hawkmoth… o al menos antes de que hiciera algo para derrotarnos con uno de sus mejores akumas y sabiendo cuál es mi verdadera identidad bajo la máscara.

-¡Marinette!

Alcé la mirada hacia las escaleras en la parte de arriba del patio. Alix me llamó a voz en grito.

-¿Vais a subir o qué? Llevo toda la mañana ensayando con Adrien y necesito practicar contigo también unas últimas cosas junto con Lila.

-¡Enseguida vamos Alix!- Exclamé de vuelta mientras Alix se marchaba de vuelta hacia el aula de música.

-Venga, vamos antes de que se ponga a quejarse la molesta de Chloe también. Es la única que no está haciendo prácticamente nada y se queja por todo lo que hacen o no hacen los demás. Juro que si vuelvo a escucharla protestar otra vez, le salto como el otro día Marinette. ¡De verdad que lo hago!

-No hace falta que lo jures.-Le dije de vuelta mientras empezaba a subir las escaleras con ella hacia el salón. Mientras iba maquinando un plan para poder escapar.-Yo antes tampoco podía tolerarla, pero, gracias a la ayuda de Alya cuando llegó este año, pude animarme a enfrentarla. Alya dice que debemos ser como los superhéroes. Los villanos siempre ganan cuando los que hacen el bien callan o renuncian…

-Por tanto, lo que debemos hacer es lo contrario para que no triunfe el mal- Terminó por formular la ojiverde.

-Exacto- Contesté mientras reía ante ello junto con Lila.

Antes de empezar a caminar por el pasillo con Lila me frené un momento.

-Lila… ¿Te importa si os dejo avanzar un poco solas a ti y a Alix? Podéis practicar también con Adrien si queréis es que… no me siento muy bien.

-¿Y eso? ¿Te sucede algo malo?-Preguntó extrañada y preocupada.

-La verdad es que hoy me encuentro un poco mareada y creo que voy a pedir permiso para tenderme un rato en la enfermería. Lo que menos quiero es caer enferma ahora y causar que se eche a perder parte del trabajo de toda la clase por mi culpa.

-Tú no te preocupes por nada. Yo avisaré a la maestra y descansa un rato. No podemos dejar que nuestra "cantante estrella" enferme ¿no? – Dijo guiñándome un ojo.

-Gracias de verdad y discúlpame con Alix.

-De acuerdo. Quizás aproveche para disculparme con Adrien de buena manera después de lo ruda que fui el otro día. Parece un buen chico después de todo.

-Emmm… sí… sí tienes razón… un buen chico… -Dije un poco trabada ante la mención del rubio.

Apenas había tratado mucho con él desde que ensayamos a solas la otra tarde. Aún recordaba que tenía una conversación inconclusa con él.

¿Qué sería?

Después de todo lo sucedido estos días, ya no tenía cabeza ni para lo que tenía delante. Quizás, después de solucionar el tema de Alya, de verdad debería de tenderme un poco en la enfermería.

-Mmm… ¡Ajá! ¡Lo sabía!- Exclamó de golpe Lila sorprendiéndome y señalándome con una sonrisa ¿maligna?

-¿Eh?-Exclamé asustada de su expresión anterior- ¿Qué?

-Sabía que había algo raro entre ustedes. ¡Es demasiado obvio por dios!

-¿Cómo?-Dije aún más confusa y empezando a sonrojarme… ¿Cómo que algo raro entre ambos?

-Mari no lo niegues. Se nota a la legua que te gusta el "modelito" de nuestra clase.-Dijo en tono socarrón a mi oído.

-¡Quééé!-Exclamé de la sorpresa y conteniendo la respiración. Me tapé el rostro del bochorno repentino ante la mirada divertida de la castaña y contuve una nueva exclamación para seguir negándolo inútilmente o para evitar más miradas raras hacia nosotras de entre los alumnos que seguían volviendo a clases. Lila se reía a mi costa disfrutando de mi reacción.

-No te preocupes por ello.-Dijo con las manos en la espalda y divertida guiñando un ojo.-No lo diré si lo consideras un secreto. Pero también ya deberías de saber que es muy notable… al menos por tu parte… ¡Nos vemos después!

Tras esto yo me quedé parada por unos segundos en mitad del pasillo mientras veía marcharse a Lila hacia la clase y su cabello se movía con gracia de un lado a otro pegando saltito tal cuál niña chica.

¡¿Qué tenían las castañas con ponerme a morir de vergüenza en lo que se refiere al tema de chicos?!

Primero fue Alya y ahora Lila… Debía apuntarme mentalmente no volver a hacer amigas o al menos hablar de chicos con "castañas".

En fin…

Después de aquello, vi a Lila empezar a ingresar en el aula junto con Nino y Adrien quienes eran los que restaban por entrar a clase y estaban afuera en la puerta esperando. En cierto momento, antes de voltearme y dirigirme a la enfermería "supuestamente", vi como Adrien miraba hacia mí. Con una mirada apenada le saludé con una mano antes de voltearme y marchar hacia el lado del pasillo contrario.

Cuando me adentraba en los cuartos de baño para transformarme no pude evitar sacudir un poco la cabeza confusa al pensar que Adrien parecía apenado al verme o…

No…

Serían cosas mías…

¿Cómo podía haber visto a Adrien sonrojado?

Bah…imaginaciones mías habrían sido seguro…

Aunque… luego surgía otra duda en mi cabeza tras lo último dicho por Lila antes de marcharme… ¿Era muy notable "al menos"….por mi parte?

¿A qué se refería con "por mi parte" en esa oración?

Me estaba comiendo el coco yo sola.

-Marinette- Dijo Tikki haciéndome reaccionar- ¿Por qué has mentido? ¿Sucede algo?

-Digamos que tenemos una actividad extracurricular que atender Tikki. Ladybug tiene que cumplir con ella y no puede esperar.- Dije mientras me adentraba en uno de los cuartillos del baño con claraboya para salir después.

-¿Es una tarea importante… o más bien algo con lo que Alya puede comprometerte?- Dijo divertida mi kwami.

-Agh, ¡Tikki!-Le reclamé apenada mientras ella reía dulcemente ante mi expresión.

A fin de cuentas, ella era la única que me comprendía en aquellos momentos de confusión. A veces creía que quería ayudarme más de lo que podía, pero sabía que callaba mucho porque era su deber.

-¡Lo siento!-dijo sin parar de reír aún.- Pero no puedo evitar imaginarme, cada vez que surge el tema, cuál habría sido la cara de Chat cuando le besaste… Aún no me has dicho por qué lo hiciste… ¿No te carcomía la conciencia mirar atrás para saber su reacción o por saber quién es?

Su pregunta había dado en el clavo. No había tenido mucho tiempo para asimilar todo pero…sí que quise cuando me marché del Trocadero volver sobre mis pasos y descubrir quién era ese gato tonto después de todo…

-No te lo negaré Tikki… pero quieras que no y aunque me moleste la idea, él fue quien no quiso rebelarme su identidad cuando pudo hacerlo ayer en lo del maestro Fu…y yo…quiero respetar su decisión…-Dije con una sonrisa apenada siendo sincera conmigo misma.

-Es algo muy noble de tu parte Marinette.-Dijo colocándose en mi cabeza y acariciando mi cabello.

-Sí… Pero no hablemos de eso ahora. Una mariquita tiene cosas que hacer. Si bien no descubriré la identidad de Chat hasta que él lo quiera, no voy a dejar que me… me…

-¿Que te atormente más con lo del beso cuando te lo vuelvas a encontrar? ¡Eso lo va a hacer ya Marinette!

-Bueno… yo … yo bueno… Agh… ¡Al menos no más de lo que lo hará si ve esa foto!

-Seguro que no la borras y te guardas una copia para ti…. ¡Yo quiero verla!

-¡Tikki!-Reclamé más sonrojada e histérica que nunca mientras reía la pequeña kwami.

-¡Solo di las palabras!

-Está bien…Tikki, ¡puntos fuera!

.

.

.

Llegar a casa de Alya después fue fácil. El problema fue cuando me asomé a una de las ventanas de su habitación y la vi mecanografiando frente a su computador.

¿Cómo podía hacer para que despegara la cara de la pantalla?

Estaba más que descartada la loca y a la vez la única posibilidad que se me pasaba por la cabeza. ¿Cuál? No podía llegar de repente, y sin previo aviso, a su habitación y pedirle "Alya verás, ¿podrías hacerme una entrevista a cambio de borrar ciertas fotos de anoche?" o "Hola Alya. Admiro tu trabajo, ¡Ah por cierto! Soy Marinette, ¿podrías borrar mi beso con Chat Noir por favor?

Ni loca.

Para mi buena fortuna no hizo falta que llegara al extremo innecesario de convocar mi Lucky Charm para crear una distracción para la castaña. Su padre la llamó desde otra habitación y ella salió dejando la habitación vacía y su ordenador y móvil desbloqueados.

Al no tener echado ningún pestillo en su ventanal, entré con facilidad en su habitación sentándome frente a su escritorio. Todavía no había pasado los archivos de video y las fotos a la computadora, así que lo único que tuve que hacer es coger su celular y buscar la foto "indicada". Se me hizo tierno ver que mi amiga tenía de fondos de pantalla una foto de ella con Nino y otra de ella y yo juntas.

Para cuando encontré la dichosa foto me quedé unos segundos contemplándola. Aun habiéndolo vivido, no podía creerme del todo lo que había capturado la imagen. Sentí mi rostro enrojecer ante el recuerdo mientras sonreía como boba.

Para sorpresa mía, empecé a sentir a Alya acercarse de nuevo a la habitación. No podía robarle el móvil… No de nuevo… Así que, sin vacilar y teniendo el yo-yo a mano, escaneé la foto y pulsé un botón de su celular para borrar la imagen. En cuanto escuché el aviso del móvil de "archivo eliminado", salté sin mirar atrás por la ventana de mi amiga. Durante el impulso en el aire lancé mi yo-yo para esconderme en el edificio de al lado y no ser descubierta. Me quedé durante un par de minutos para asegurarme no ser vista y al poco escuché una exclamación desde la habitación de mi mejor amiga que prácticamente podría haber sido escuchada por toda la manzana.

Lo lamenté por ella y su exclusiva. Pero mi orgullo ante cierto gatito estaba en juego y ante todo, por defecto, soy muy orgullosa.

Un poco más aliviada, regresé a la escuela y una vez destransformada. Me dispuse a salir presurosa hacia la enfermería antes de que pudiera levantar sospechas por si alguien de la clase o la misma Lila iba a verme. Tikki, escondida desde mi bolso, susurraba la suerte que había tenido al escapar de casa de Alya sin que me descubriera.

La foto quedaría guardada en mi yo-yo sin que nadie más volviera a saber de ella. Ni siquiera Tikki podría verla puesto que cuando yo usaba el yo-yo era transformada y Tikki no estaba materializada. Quizás antes de patrullar en la noche pudiera tener más tiempo para ver con detenimiento esa foto…pero desde luego, me aseguraría de que nunca la viera Chat o que cayera en sus manos…

Al llegar a la enfermería, diciendo que estaba cansada y necesitaba tenderme un rato, me creyeron sin más... Aunque, para ser sincera, creo que me creyeron por el hecho de estar sonrojada. Quizás pensaron que podía tener fiebre…

¡Qué ironía que no estuviera enferma de un virus! Sino del corazón…