-¡Félix! -grita Bridgette corriendo hacia él.
-No -responde Félix fríamente antes de que pudiera siquiera preguntar ella.
-Pero... -comienza a decir ella.
-No -repite y se va.
-Otro día será -sonríe Bridgette triste.
Suspira y se aleja del lugar. ¿Cuántas veces había sido rechazada por Félix ya? Tantas que ya había perdido la cuenta.
¿Vale la pena seguir intentándolo?Pensaba Bridgette.
Caminó hacia su casa y se encerró en su habitación. Comenzaba a perder la esperanza por completo.
-¿Estás bien Brid? -preguntó su kwami, Tikki, saliendo de su bolso.
-Sí, no te preocupes -respondió Bridgette con una sonrisa triste.
Tikki la miró apenada. No le gustaba ver así a su portadora. Para ella, Bridgette no era sólo una portadora, era su amiga, su familia, y no soportaba verla en esas condiciones.
-Ya basta Bridgette -dijo enfadada la kwami, y Bridgette se dio cuenta porque rara vez la llamaba por su nombre completo.
-¿Tikki? -la miró.
-Debes olvidarte de ese chico. Sólo te hace daño, y estoy segura de que lo sabe. Debes olvidarte y hacer tu vida, feliz. No vale la pena que estés así por un chico que no te hace ni el más mínimo caso -habló Tikki furiosa-. Además, un chico así no se merece a alguien como tú. Eres muy buena persona, te preocupas por él aunque pase de ti. No merece tu amor.
Bridgette miró a Tikki muy sorprendida, era la primera vez que la veía tan enfadada. Sonrió al ver como su pequeña amiga se preocupaba tanto por ella.
-Tienes razón Tikki, yo... Lo intentaré una vez más, y si me vuelve a rechazar, le dejaré en paz y me olvidaré de él.
Bridgette habló decidida. Al día siguiente se dirigiría a Félix y hablaría con él seriamente, y dejaría clara las cosas. Sí era rechazada, entonces le dejaría en paz y no volvería a molestarlo, comenzaría a hacer su vida y haría lo posible por olvidarse de él.
Al día siguiente, Bridgette salió de casa completamente decidida en hablar con Félix y que fuera lo que tuviese que ser. Cuando llegó al instituto vio a Félix con Nino, pero prefirió hablar con él después de las clases. En clase, se sentó junto a su mejor amiga Alya y le explicó sobre su decisión.
-Está bien Brid, es una buena decisión, es mucho mejor que seguir sufriendo - sonríe su amiga.
-Gracias - responde Bridgette feliz de que su amiga la apoyara.
Después de las clases, Alya le deseó buena suerte y Bridgette fue al patio, dónde vio a Félix, yendo hacía la entrada con Nino.
-Félix. ¿Podemos hablar un momento? Es importante - dijo Bridgette rápidamente para que Félix no tuviera tiempo de responder.
-Os dejo solos chicos - dijo Nino alejándose.
Félix se quedó mirando a Bridgette con indiferencia. Por una vez, la dejaría hablar por que parecía ser algo realmente importante para ella, pero él estaba seguro de lo que ella iba a decirle.
-Y-yo... -comenzó a hablar Bridgette, cogió aire antes de seguir hablando - Félix, me gustas mucho, y de verdad. Por favor, dame una oportunidad - dijo con decisión y inclinándose para ocultar el gran sonrojo que se había formado en su rostro.
Félix la miró sin saber que decir. Sabía que le iba a pedir algo relacionado con eso, pero no se esperaba que fuera tan directa y... ¿Madura? Por una vez. Muchos pensamientos rondaban por su cabeza pero en su expresión no se mostraba ninguno. Bridgette levantó la cabeza levemente esbozando una sonrisa que ocultaba miedo, pero Félix sabio verlo.
-Lo siento - respondió él -. Mi corazón ya pertenece a alguien.
Por primera vez, se sintió un poco mal al rechazar a Bridgette. Nunca se habría esperado que ella pudiera declararse de forma tan directa y sincera. Al menos parecía sincera.
-No pasa nada - dijo Bridgette levantando la cabeza apenada -. Tengo que atender unos asuntos en casa - mintió -. Nos vemos, Félix.
Tras decir eso, salió corriendo intentando reprimir las lágrimas de rabia e impotencia que querían comenzar a caer de sus ojos, pero no lo consiguió. Félix la vio, vio como se limpiaba las lágrimas que caían por su rostro. Se sintió mal por ella, pero no lo dejó notar. Lo que él no sabía era lo que iba a traer para él aquel rechazo.