Todo igual o en busca de un nuevo hogar
Mientras regresaban a la mansión Ciel y Sebastián intentaban ver cómo enfrentar la situación en la que se encontraban sin darse cuenta que unos seres veían a su hermana y sirvientes.
¿Crees que la tienen como la rehén?
Puede ser, siento una presencia demoniaca, ¡nuestra reina está en peligro tenemos que hacer algo y pronto!
Ahora mismo la alimaña no está muy cerca podemos aprovechar y salvar a su majestad. Le comento a su compañero y ambos de acuerdo salieron rápidamente de las copas de los árboles.
Ciela estaba tan inmersa en sus pensamientos que muy apenas logro notar los dos ángeles que iban hacia ella, cuando uno de ellos la sujeto mientras el otro atacaba a los sirvientes, muy apenas lograban detener al ángel para ayudar a Ciela, pero no eran rivales contra él, en ese momento Ciela no reconocía a sus agresores por lo que hizo lo que naturalmente hacía de pequeña.
- ¡HERMANO! Grito de manera muy asustada.
Los ángeles se asustaron cuando sintieron un aura sombrío y maligno ni siquiera tuvieron tiempo de defenderse cuando los sujetaron a ambos del cuello solo para sorprenderse de quien era el ser oscuro.
-Nadie se mete con mi hermana. Les contesto de manera sombría y amenazadora, puede que por ella nunca tuviera la atención que necesitaba, pero no por eso iba a permitir que la lastimaran.
-Hermano… Susurro sorprendida por segunda vez Raven la dejaba sin palabras, pero porque los ojos normalmente rojizos eran de un color fucsia con las pupilas alargadas, además que le sobre salían unos colmillos que amenazaban a los dos ángeles que sujetaba por el cuello.
- ¿¡Quiénes son y que hacen aquí!?
- ¿Por qué atacaron a mis sirvientes? Pregunto Ciel
¿¡Tus sirvientes!? Pregunto el menor de los dos ángeles.
¡Espera yo te conozco eres el hermano mayor de su majestad! Respondió sorprendido el mayor.
¿¡QUE!? Gritaron los sirvientes, sabían que ambos hermanos no eran humanos pero que fueran de la realeza si los sorprendió con la guardia baja.
-Hermano bájalos, no note que eran parte de la guardia real.
-Tsk. Respondió molesto.
- ¿Por qué están aquí?, se supone que ya sabían que no iba a estar en el reino por un tiempo.
Lo sentimos su majestad, si nos habían avisado, pero cuando escuchamos por parte de los shinigamis que entregaron las almas sin maldad dijeron que había en el territorio de los humanos un demonio y nos preocupamos ¡DISCULPENOS! Hicieron ambos una profunda reverencia de arrepentimiento.
Voltearon a ver al lado izquierdo de Ciela.
¡Nos alegra que se encuentre bien Raven-sama! Haciendo lo mismo que con Ciela, pero en el fondo tenían dudas sobre su naturaleza.
-Solo terminen a lo que venían y regresen al reino (saca de su reloj de bolsillo notando la hora que era) Si me disculpan tengo que preparar la cena. Terminando de decir eso con su velocidad demoniaca va rápido a la cocina.
-Por lo visto tenemos invitados inesperados supongo que será mejor que me acompañen. Su comentario sonó más a una orden y los dos guardias lo siguieron.
La cena paso sin interferencia, pero no significaba que todos los presentes estuvieran a gusto, Ciel y Ciela sabían que Sebastián no estaba contento con la llegada de dos seres del reino, por su parte el ángel mayor veía al mayordomo con miedo, no tardo mucho para averiguar que no era más el ángel retraído que pocas veces vieron en el castillo sino un demonio al cual no iba a permitir que le quitaran su contratista o pisotearan su orgullo.
Al terminar la cena el conde se retiró a su habitación sin antes ordenarle que preparara dos habitaciones para los guardias ya en la mañana resolverían todo.
Pov de Sebastián…
-Genial ahora tengo que soportar a dos más, solo espero que no me causen problemas. Pensó mientras terminaba de arreglar las habitaciones.
Pov normal…
Con los nuevos invitados en sus habitaciones fue a ver a su amo que lo esperaba para cambiarlo, ambos sabían que el siguiente día tendrían que dar explicaciones tanto a los sirvientes como a los tres ángeles.
-Estas preocupado ¿verdad? Pregunto Ciel.
-Es mucho pedir que me dejen tranquilo y no lidiar con ellos. Le respondió el mayordomo.
-Si eres un ser sobrenatural supongo que sí. No hagas una locura esta noche ya perdiste tus alas por escapar de tus problemas, creo que es hora de que los enfrentes.
-… Sebastián sabía que realmente no enfrento sus miedos frente a frente pero no quería alejarse de única hermana, pero tampoco de los humanos que tanto había conocido. –Por lo que veo no tengo nada más que perder. Con su permiso. Sale de la habitación dejando solo a Ciel.
En la habitación de Sebastián…
- ¿Seguro que no quieres que me quede en mi habitación?
-Los demonios no duermen o necesitan comer como los humanos, shinigamis y ángeles así que voy a patrullar esta noche y vendré en un rato a que todo esté en orden. Sale de la habitación dejando sola a Ciela.
-No importa cuánto intente acercarme de una u otra forma se aleja, no es el mismo ángel de alas negras que me crióesta resentido con su naturaleza original y en debate con la demoníaca. Pensó al ver a su hermano salir de la alcoba. Decidió dormir para evitarle problemas a Raven.
Horas después…
Hace horas había terminado de patrullar la mansión y salió a la azotea, aun si intentaba pensarlo siempre terminaba en el mismo resultado.
Dejo de pensar sobre el tema aún faltaban unas pocas horas para que amaneciera. Sonrió de manera melancólica, aunque Ciela siempre lo idolatraba desde que aprendió hablar le tenía celos de su pequeña hermana ocupara la atención que antes era de él, pero no le guardaba rencor jamás lo haría con la única persona que no pensaba de él como un demonio.
Ambos eran de cierta forma lo opuesto su querida hermana era un brillante Sol al cual todos esperan que parezca siempre para iluminar sus vidas y él una luna al cual muy pocos apreciaban su brillo, a comparación con el Sol la Luna siempre estaría a su sombra.
Aunque por primera vez en siglos desde que perdió sus alas, sentía que por fin tenía un lugar para él. No le importaba pasar de realeza a sirviente, sus compañeros sirvientes a pesar de que eran un trió de inútiles le daban gracia, aunque suponía que era por su parte demoníaca al burlarse de los humanos, lo poco de ángel que le quedaba era únicamente para cuidar de su pequeño amo y su hermana.
No iba a perder de nuevo algo que le importara y menos por temor si era necesario arriesgarse así lo haría para proteger lo que le importaba.
Por fin publique este cap lamento la demora. En el siguiente capítulo: ¡Les doy la bienvenida al Reino Celestial! No me dejes solo otra vez.
