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Reboot

Historia original de Athey y Diana Law

Traducido por Ari Herondale (Traductora de FFAD)


BPOV

En un abrir y cerrar de ojos, era jueves. Para este punto ya estaba empezando a mostrar mi embarazo, pero la enfermedad y la debilidad no me afectaban todavía. Edward tenía la esperanza de que no padeciera esta vez, pero nunca fui tan optimista. Enamorarme de Edward y que él me amara de vuelta cambió mucho mi perspectiva, pero no tanto.

Acabábamos de dar la vuelta a la calle de Charlie. Cuanto más nos acercábamos a la casa de mi padre, más rápido se aceleraba mi corazón; y más se movía el bebé en respuesta a mi angustia. Mordiéndome el labio luché contra mi pánico, al menos lo hacía por el bebé. Aunque Alice me aseguró que estaría bien el domingo, independientemente de cómo actuara hoy, su falta de visiones sobre esta conversación en particular me estaba matando. Cuando me obligaban a vivir la vida fuera del reconfortante camino de mis recuerdos o las visiones de mi hermana, me di cuenta de lo mimada que estaba.

—Relájate, Bella. Estoy aquí contigo —Edward me tranquilizó desde el asiento del conductor. Puso un suave beso en mis nudillos.

—¡Solo odio no saberlo! Entre nuestros recuerdos y las visiones de Alice, estoy muy mimada. Me sorprende que Alice no se haya vuelto loca con los años.

—Todos lo estamos; pero, en caso de que no lo hayas notado, Alice no es la persona más sana del mundo —se rió entre dientes—. Además, me gusta que te mimen.

—Sabes que ella tuvo una visión de esta conversación, ¿verdad? No va a estar feliz contigo cuando llegues a casa.

Ambos compartimos una risa y pasamos el resto del tiempo en silencio hasta que llegamos al camino de entrada de Charlie. Casi empecé a hiperventilar cuando Edward finalmente aparcó y apagó el motor. Estaba empezando a cuestionar la decisión que tomamos para decirle a mi papá. Seguramente esto no iba a ir bien. Me habría echado atrás y le rogué a Edward que diera la vuelta al auto lo más rápido posible si Charlie no hubiera salido al porche y saludado.

—Todavía podemos irnos, sabes —dijo Edward mientras me miraba con atención y observaba mi expresión frenética—. Me parece divertido que cuando te enfrentaste a un ejército de neófitos estuvieras completamente tranquila, pero hablar con tu padre ahora acelera tu corazón.

—No es gracioso. Esto es diferente y lo sabes. Vamos a acabar con esto —dije mientras gemía y abría la puerta. Edward hizo lo mismo y tomó mi mano cuando nos encontramos frente al auto.

—¡Oigan, chicos! ¿Cómo estuvo la luna de miel? —dijo Charlie desde el porche. Una amplia sonrisa se extendió por su rostro.

—Fue genial, papá. ¡La isla estuvo increíble! —Respondí con alegría que no sentía.

Tan pronto como mi pie tocó el escalón superior del porche, Edward soltó mi mano para permitir que Charlie me diera un abrazo. Sentí mi vientre ahora hinchado presionando contra el suyo cuando lo hizo. Salté hacia atrás cuando su cuerpo se tensó y él se congeló. Tan pronto como hubo cierta distancia entre nosotros, sus ojos se dirigieron directamente a mi estómago. Automáticamente metí mi labio inferior entre mis dientes y miré mis pies.

—Charlie, tal vez deberíamos entrar antes de comenzar esta conversación —dijo Edward lentamente mientras sus dedos se entrelazaban con los míos. Mi papá nos miró estupefacto, boquiabierto, pero asintió y nos indicó que entráramos.

—¿En qué está pensando? —susurré.

—No puedo decirlo. Sus pensamientos van a todas partes a la vez casi tan rápido como los de un vampiro. Parece estar estudiando sus recuerdos de nosotros. Son imágenes en lugar de palabras.

Le arqueé una ceja, pero antes de que pudiera decir más, Charlie se unió a nosotros en la sala de estar. Edward silenciosamente nos guió al sofá, y mi papá lo siguió aturdido mientras tropezaba para caer en su silla favorita. Se quedó mirando fijamente mi estómago.

—¿Estás embarazada? ¿Es por eso que apresuraste la boda?

—Sí, estoy embarazada, pero esa no es la razón por la que programamos la boda de la forma en que lo hicimos. Sólo me quedé embarazada después de casarnos.

—¡Se te nota! ¿Cómo esperas que crea que no estabas embarazada?

—Nuevamente, no es lo que piensas, papá. Esto no es un embarazo normal. Tampoco es una relación normal. —Le sonreí suavemente a Edward—. En realidad, nunca lo fue.

Vi como sus manos se apretaban y la sangre corría a su cara. Pensé de nuevo que deberíamos haber traído a Jasper para mantener a mi papá tranquilo. Lo último que quería era ser la causa de que mi padre sufriera un derrame cerebral o un infarto.

—No estoy enferma, papá. Te prometo que todo está genial. En realidad, está mejor que genial.

—Tal vez deberíamos dejar que se relaje por un momento antes de que escuche la historia —susurró Edward en mi oído. Asentí en respuesta.

—Bella, por favor… ¿Qué está pasando?

—Te lo vamos a decir, pero debes prometer que no te reirás o interrumpirás. Todo lo que estás a punto de escuchar es absolutamente cierto. ¿Lo prometes?

—Lo prometo —dijo con inquietud, sus ojos todavía en mi estómago.

—Solo como recordatorio, amo a Edward y elegí esta vida plenamente consciente de lo que implicaría. Nada de lo que alguien pueda decir o hacer me hará cambiar de opinión al respecto.

—No pudieron la última vez tampoco —murmuró mi esposo a mi lado.

Charlie tragó saliva y asintió, así que comencé la historia de mi primer día en esta vida en Forks High. Cuando llegué al punto en que hablé con Edward en biología, me detuve. No estaba segura de cómo seguir, pero Edward me dio una sonrisa alentadora.

—Papá, podría recordar una vida con Edward. Al principio no tenía todos los recuerdos, pero al final podía recordar casi todo hasta muy poco después de nuestra boda. Y Edward también podía recordar.

Charlie me miró con una expresión extraña que no pude clasificar, pero antes de que pudiera apurarme con la historia, Edward levantó una mano para detenerme. Lo miré confundido, pero él habló antes de que pudiera interrogarlo.

—Eso fue todo real, Charlie —dijo uniformemente. Dirigí mi atención a mi papá. Su rostro estaba congelado en shock.

—¿Dejaste a Bella cuando tu familia se mudó? ¿Huyó a California para verte? ¿Nessie? —dijo casi tan bajo que apenas podía distinguir las palabras.

—Todo es verdad. Esa fue la otra vida que Bella mencionó.

—¿Cómo sabes lo que estoy pensando?

—Tengo la capacidad de leer mentes. Eso era a lo que Bella estaba por llegar antes de que la detuviera. Piensa en esas visiones y júntalas todas. Todos esos sueños que has tenido durante los últimos dos años fueron reales. Realmente sucedieron en otra vida. Incluso los sueños sobre Jacob como un lobo son reales.

Mi corazón trataba de salirse de mi pecho. No podía decidir si me sentía eufórica de que mi padre recordara todo, o si estaba absolutamente aterrorizada.

—¿Renesmee? ¿Ella era real? —preguntó con voz débil.

—Ella era nuestra hija —dije igual de débilmente.

—¿Cómo?

—No estamos seguros, pero Bella y yo vinimos aquí para contarte todo sobre esta vida y la última. ¿Es decir, si aún quieres escucharlo todo? La mayor parte de lo que recuerdas ahora fue nuestra coartada. No sucedió así. No muestra lo que sucedió debajo de la superficie. Queremos explicar las medias verdades que nos vimos obligados a darte.

Charlie respiró hondo antes de sacudir la cabeza. Para este punto, esperaba que él empezara a gritarnos que nos fuéramos o tuviera un ataque al corazón. Afortunadamente, ninguna de esas cosas sucedió.

—Dime. Sé que es peligroso para mí saber todos los detalles, pero no me importa. Quiero saber. Estabas tan feliz, Bella. Me gustaría ser parte de eso.

Las lágrimas vinieron a mis ojos cuando mi papá me miró, con una pequeña sonrisa tirando de sus labios. Edward apretó mi mano y asintió con ánimo.

—Está bien, pero cuando digo que te lo voy a contar todo, eso significa que oirás todo. No retendré ninguna información, no importa lo difícil que sea de escuchar.

—Entiendo. No interrumpiré. Quiero saber.

Después de respirar profundamente, le conté todo. Desde el primer día que conocí a Edward hasta que los Volturi nos mataron a nosotros y a nuestra familia. Charlie, como prometió, se quedó en silencio mientras le daba hasta el último detalle.

Jadeó y sonrió en los momentos apropiados. Noté que parecía inquieto ahora que comenzó a mirar a Edward con nuevos ojos y una nueva perspectiva, pero también fue sensible cuando nuestra historia de una vida juntos llegó a su fin.

—No puedo creer lo cerca que estuve de perderte tantas veces. Y tú —dijo mientras su atención se dirigía a Edward—, te odié desde el fondo de mi ser por lo que hiciste. La forma en que rompiste con mi hija, nunca pensé que volvería a ser civilizado contigo. Solo… desearía haber sabido por qué la dejaron así todos ustedes. Me pregunto si las cosas hubieran sido diferentes si hubiera sabido la verdad. Saber ahora que la dejaste para mantenerla a salvo… saber que estabas igual de roto…

Yo le sonreí. —Charlie, te he conocido y respetado en dos vidas ahora. Los dos sabemos que, de haber conocido toda la historia desde el inicio, dudo mucho que hubieras permitido que Bella se quedara en Forks. Es más que probable que ella hubiera sido enviada a una sala de psiquiatría.

Él se rió con gravedad. —Probablemente le hubiera dicho que estaba loca por creer en vampiros.

Pero noté que su voz temblaba ligeramente cuando dijo la palabra "vampiro".

—Entonces, ¿el bebé que llevas es Renesmee? —preguntó mientras sus ojos bajaban hasta mi estómago.

—No lo creemos —le contesté—. Tienen que haber sido un esperma y un óvulo diferente que se reunieron para crear a este niño. Me tomó más tiempo quedar embarazada que la primera vez, y estuve en control de la natalidad durante mucho tiempo.

Charlie tenía una mirada de tristeza infinita. —La amaba, sabes. Incluso si no podía explicar por qué era tan diferente, la amaba. Ojalá pudiera haberme hablado a través de sus visiones como hizo con todos ustedes. ¿Qué hará Jacob ahora que ella no existirá?

Edward suspiró. —No estamos seguros realmente. Está viviendo con nosotros por ahora. Cuando tengamos que irnos, él dice que va a ir con nosotros.

—¿Cuánto tiempo puedes quedarte aquí?

Hice una mueca. —No mucho más, al menos no a la vista de todos. Se supone que Carlisle ya es mucho mayor de lo que parece. Puede que tengamos que irnos justo después de mi cambio.

—Oh.

—Pero ahora que sabes la verdad, no tendremos que fingir mi muerte para que me dejes ir. Todavía podemos vernos, pero no abiertamente en Forks.

—¿Así que todavía vas a ser… uno de ellos? —preguntó inquieto.

—Sí. Fue mi elección pasada y no la cambiaría por nada del mundo. Además, con el bebé en camino, en realidad no tengo muchas opciones. Incluso si ese no fuera el caso, ya había tomado la decisión antes incluso de que supiera que podía quedar embarazada. Estoy comprometida, papá. Estoy comprometida con Edward, y con estar a su lado y al de este bebé. Siempre lo he estado. El trató era casarme con Edward para que me cambiara y el sexo con mi esposo era algo que quería experimentar como humana.

Vi que los ojos de Edward se ensanchaban ante mi expresión de honestidad. Pensé de nuevo en lo que había dicho antes y sentí vergüenza cuando el sonrojo revelador cubrió mis mejillas. Charlie tosió incómodamente antes de continuar.

—¿Y esta transformación es dolorosa?

—Es muy doloroso, tal como lo recuerdo. Se siente como si todo tu cuerpo estuviera siendo devorado por el fuego, pero para mí vale la pena por tener un bebé y estar con Edward para siempre —dije mientras me frotaba el estómago con la mano.

—¿Qué hay de tu mamá? ¿Vas a decirle todo esto también?

—No, no estoy realmente segura de que ella pueda manejar algo como esto. Lo más probable es que salga de su vida y mantenga una relación a larga distancia. Si ella exige fotos, podemos usar photoshop por un tiempo, pero eventualmente notara que no vengo a visitarla y que cuando ella trata de visitarme la desvió.

—¿Y si eso no funciona? —preguntó seriamente

—Entonces, tú y la tribu serán los únicos que no pensarán que estoy muerto. Tendré que fingir mi muerte, al menos para mamá.

—La aplastará —dijo mientras negaba con la cabeza.

—Lo sé, pero al menos ella sabe que soy feliz. Eso facilitará las cosas para ella.

—No será fácil estar triste con ella cuando todavía tenga contacto contigo —dijo mientras negaba con la cabeza—. Al menos todavía podré hablar contigo.

Todos nos sentamos en silencio por un momento mientras Charlie absorbía la nueva información que le habíamos dado.

—Haz tu pregunta, Charlie —dijo Edward. Charlie se estremeció antes de tomar una respiración profunda para preguntar.

—¿Sue? ¿Ella sabe todo esto?

—Ella es un miembro de la tribu. Sabe sobre vampiros y hombres lobo, y sobre mi familia específicamente, pero no estoy segura de cuánta de nuestra historia conoce. Seth y Leah eran lobos antes, ¿recuerdas? Simplemente no lo sabían. No se transformaron en esta vida. Muchos de los niños de La Push no se han transformado. Todos esperamos mantenerlo así.

—¿Se me permite hacerle saber que lo sé? —pregunto seriamente

—Ella tiene prohibido decirte, pero no hay nada en el tratado que establezcan que no puedes enfrentarte a ella —respondió Edward encogiéndose de hombros.

Charlie pareció considerar esto antes de sacarlo de su mente y hacer una pequeña charla sobre nuestros planes para el futuro. Este día no había sido tan malo después de todo.

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—¡No lo rompan! —Esme les gritó a Emmett y Jacob desde la cocina. Charlie había estado dando vueltas por la casa durante unas semanas para ser parte de mi embarazo. Emmett y Jacob estaban en proceso de intentar hacer que saliera para lanzar un balón de fútbol con ellos. Charlie finalmente encontró una razón para andar revoloteando y ellos trataban de sacarlo de mi cabello por un tiempo. Por supuesto que se contendrían ya que Charlie participaba.

Cuando Charlie llegó por primera vez, todos se esforzaron por actuar como seres humanos, pero al tercer día, dejaron de contenerse. Sus argumentos aleatorios que resultaron en peleas de juego ya no fueron postergados hasta después de que se fue a casa. Usaron su fuerza y velocidad como si Charlie no estuviera allí en absoluto. Todavía se estremeció aquí y allá, pero ahora estaba casi completamente insensibilizado.

—¡Gracias, Esme! —dijo Charlie en voz baja. Él sabía que ella podía oírlo.

—¿Bella? —Edward dijo en voz baja.

—¿Hm? —Contesté volviéndome hacia él mientras Charlie salía a jugar con los chicos.

—Puedo escucharla —dijo Edward desde su lugar en el sofá junto a mí. Había estado jugando en su computadora portátil mientras leía uno de los libros del estudio de Jasper. Mi copa de sangre estaba en mi mano mientras sostenía el libro en la otra.

—¿La oyes? ¿A quién?

—¡El bebé! Puedo oírla.

Fue antes que la última vez.

Estaba frente a mí en un instante con sus manos acariciando amorosamente mi estómago. Bendecidos con las ventajas de una audición supernaturalmente aguda, el resto de nuestra familia se reunió a nuestro alrededor rápidamente. Con este embarazo, solo tenía una costilla rota hasta el momento y ninguna enfermedad. En general, fue muy fácil, mucho más fácil de lo que mis recuerdos me dijeron que sería.

—¿Qué está pensando ella? —Le pregunte emocionada

—Ella puede ver tu cara —dijo vacilante—. Y la mía…

—¿Es eso posible? —Carlisle preguntó desde detrás de él. Se agachó junto a Edward para tomar mi barriga hinchada en sus manos.

—¿Nessie? —Edward susurró en voz baja. Sus ojos abiertos como platos.

—¿Es Renesmee? —Croé, mi voz era apenas un susurro. Si sonara más fuerte, se habría agrietado y habría estallado en lágrimas.

—Ella puede oírnos. Está tratando de explicarme, pero sus pensamientos están desordenados y confusos. No está segura de cómo llegó aquí.

—Podríamos explicarle sobre las aves y las abejas —dijo Emmett desde el otro lado de la habitación. Intentaba ser su habitual bromista, pero la expresión de su rostro era la más solemne que había visto en esta vida o en la última. Quería tanto que fuera verdad, pero trataba de no hacerse ilusiones. Era una muestra de la tensión en la habitación que Rose no lo golpeó por molestarnos.

—Menos de dos semanas, bebé.

—¿Qué quería saber ella? —Le pregunte tranquilamente

—Ella está tratando de quedarse quieta, pero es difícil. Sus músculos se están trabando, así que quería saber cuánto tiempo tiene que quedarse quieta para evitar lastimarte.

No pude evitarlo ahora. No cuando las lágrimas corrían por mi cara por su propia cuenta. Mi hija, mi Renesmee, estaba de vuelta en mi estómago y trataba de mantenerme a salvo. No solo la estaba recuperando, sino que también tenía sus recuerdos y trataba de protegerme. Fue humorístico, en cierto modo. Arriesgué mi vida numerosas veces para protegerla, y aquí ella me protegía desde dentro de mi cuerpo.

—¿Cómo es esto posible, Carlisle? —Edward preguntó con voz tensa. Su sonrisa se podía ver por millas, pero podía ver la tensión detrás de sus ojos.

—Desde el punto de vista médico, no creo que lo sea. Parece que aquí hay un poder superior metiendo su mano.

—¿Es Nessie…? ¿Estás seguro?

Nadie había notado realmente a Jacob de pie junto a la puerta. Se deslizó junto a mis hermanos y se desplomó de rodillas frente a mí. Sus ojos me rogaron que le permitiera tocar mi estómago hinchado. Asentí cuando Edward y Carlisle se alejaron un poco para darle espacio.

—¿Nessie? Nessie, lo siento mucho. No pude protegerte… Lamento tanto no haber sido más fuerte…

Me dolía el corazón por él. Me sentí como una intrusa en este momento, incluso si ella estaba dentro de mi vientre.

—Ella no te culpa —dijo Edward con voz ahogada—. Esperaba morir. No podía soportar la idea de vivir mientras su familia abandonaba sus vidas para protegerla. Solo lamenta que hayas tenido que sufrir una mordedura de vampiro.

—Tan parecida a su mamá —Jacob murmuró—. Ustedes dos siempre encontrarán una manera de culparse.

—Ella dijo que saldrá pronto e intentará explicarlo todo. Su mente aún no se ha desarrollado lo suficiente para poder armar todo. Está emocionada por verlos a todos nuevamente.

—¡Genial! Aquí hay alguien más con recuerdos que el resto de nosotros no tenemos. ¡Ella ya sabe todos mis trucos y mis chistes y aún no ha nacido! Necesito obtener material nuevo rápidamente —dijo Emmett antes de subir las escaleras. En verdad, creo que necesitaba un momento para poner en orden sus emociones.

Nuestra familia se turnó para abrazar a Edward y a mí y felicitarnos por recuperar a nuestra hija, antes de que se retiraran para darnos algo de espacio. Una vez que todos despejaron la habitación, mi papá caminó delante de nosotros lentamente. Jacob estaba sentado en un rincón de la habitación solo, sus se ojos enfocaban en el piso mientras intentaba manejar sus emociones conflictivas. Trataba de reprimir su furia por haberla dejado morir, mientras disfrutaba la emoción de saber que ella volvía a él. El poder de la imprimación siempre prevalecerá, supongo.

—¿Nessie? —Charlie preguntó en voz baja antes de poner una mano en mi estómago.

—Ella puede oírte —respondió Edward.

—No estoy seguro de cuánto recuerdas, pero también he recuperado mis recuerdos. Tu mamá y tu papá me explicaron todo. Cuando salgas, ya no tendrás que disimular a mi alrededor, simplemente no muerdas —dijo con una risita.

—Ella está feliz y promete guardar sus dientes para sí misma.

—No puedo esperar para conocerla —dijo Charlie mientras se ponía de pie—. "La verdadera ella que todos ustedes conocieron y amaron. Solo obtuve la versión censurada.

—Lo harás, no te preocupes —le aseguré.

Después de eso, Charlie y Jacob salieron de la casa para otorgarnos un momento a mi esposo y a mí solos. Nos sentamos en silencio y nos abrazamos de la manera más reconfortante que jamás hayamos compartido en ninguna de las dos vidas. Era como una terapia de abrazos.

—Siento haber llorado. Estoy tan feliz —murmuré contra su hombro.

—Yo también lo estoy… o estaría llorando si pudiera hacerlo. Fue un gran día. Pensé que ella era milagrosa la primera vez, pero eso no es nada comparado con esta vez.

—¿Qué está pensando ella ahora?

—Está durmiendo. Tiene contracciones musculares mientras duerme, por lo que está tratando de mantenerse acurrucada en una bola. Si estamos midiendo el tiempo como antes, puede salir en ocho días. No va a lastimarte esta vez, así que será mucho menos doloroso. Podrías sobrevivir a este embarazo y tener otro hijo más tarde si quisieras.

—¿Es eso posible?

—Debería serlo, aunque dudo que otro embarazo sea tan fácil.

—¿Por qué piensas eso?

—Tuvimos suerte esta vez. Sabíamos qué hacer para mantenerte saludable y ahora sabemos que es Renesmee. Sabe que debe estar quieta para no lastimarte. Otro niño podría no entenderlo tan rápido.

—Tal vez no, pero aun así lo tomamos ese riesgo con ella esta vez y la anterior. ¿Qué piensa Carlisle?

—Piensa que estaría bien si quisieras veinte hijos. La decisión depende de nosotros.

—¿Y cuál es tu opinión al respecto?

—Me sentí perfectamente feliz cuando pensé que nunca podríamos tener hijos. Me alegré cuando descubrí que ibas a sobrevivir al embarazo. Ahora estoy feliz de saber que hemos recuperado a nuestra hija. Si quieres para seguir adelante y cambiar, estaré tan feliz como lo estaría si quisieras otro hijo. Estaré eufórico sobre cualquier decisión que tomes.

—Me resultó bastante difícil perderme los tres primeros días de la vida de Renesmee. No estoy segura de poder perderme más de eso. Si tenemos otro hijo, entonces, durante un mes y tres días, no sería una gran madre para ella mientras caza o si necesita algo ya que estaré embarazada y finalmente pasaré por la transformación. Y eso sin contar con el tiempo de recuperación del ser humano con este embarazo si no voy directamente a cambiar después de que ella nazca. Sería una humana débil con una hija muy poderosa que crece más y más cada día. Creo que tendremos una hija perfecta y nos detendremos allí. Al menos, vivimos lo suficiente la última vez para saber que ella eventualmente dejará de crecer.

Froté mi mano sobre mi estómago con amor. Él colocó la suya sobre la mía.

—Eso está perfectamente bien para mí.

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—¿Estás lista para salir, Nessie? —Pregunté mientras me frotaba el estómago con ternura. Ya estaba enganchada a su apodo. Mi familia me lo pegó. Si no puedes vencerlos, únete a ellos.

—Ella está más que lista. Promete mantenerse perfectamente quieta hasta que la saquemos. Sabe que está a salvo y no te romperá la espalda esta vez.

—Carlisle, vamos a sacarla. Estoy más que lista para seguir con nuestras vidas. ¿Rose? ¿Puedes cuidarla hasta que despierte?

—Por supuesto, Bella. ¿Estás segura de que no quieres seguir siendo humana y tener otro?

El anhelo en la voz de Rosalie era evidente, pero iba a seguir con la decisión que Edward y yo habíamos tomado.

—Estoy segura. ¿Quién me va ayudar a llegar al segundo piso?

Edward estaba a mi lado en un instante y suavemente me levantó en brazos. Mi familia entera estaba reunida a mi alrededor, con sonrisas emocionadas en sus caras. Incluso Charlie se tomó la semana libre para esperar el nacimiento y mi transformación. Se tomaron precauciones en caso de que mi sed de sangre fuera demasiado fuerte esta vez y quisiera lastimarlo, pero dudaba que llegara a eso.

—Te veré en tres días, Bella —dijo Charlie con voz triste mientras tomaba mi mano suavemente en la suya. Me dio un beso en la mejilla y dio un paso atrás.

—¿Esme? —Pregunté en voz baja.

—¿Sí, Bella? —dijo tranquilamente cuando apareció a mi lado.

—Cuida a mi papá por mí, por favor. Necesitará confianza a través de esto. Evité gritar la última vez, pero puede que no sea tan afortunada esta vez.

—Está instalado en la habitación de invitados. Lo cuidaré muy bien, cariño. Puedes estar segura de que lo verás a él ya Nessie tan pronto como hayas cazado.

—Gracias mamá.

Ella palmeó mi mejilla y me dio un beso en la frente antes de moverse de mi lado.

—¿Te sonrojarás por los viejos tiempos? —Emmett preguntó con un puchero.

—Siempre recordarás como se ve. No necesitas verlo ahora —dije sarcásticamente.

—Nessie dice que son solo tres días y que nos apuremos ya —dijo Edward con una risita.

—Te escuchamos. Vamos a hacer esto.

—¿Vienes, Jacob? —Edward preguntó por encima de su hombro. Jacob estuvo tratando de darnos nuestro espacio para poder unirnos con nuestra hija, pero tanto Edward como yo acordamos permitirle que fuera parte de su nacimiento.

—Sí —dijo simplemente. Pude ver la tensión en su rostro. Su cuerpo lo estaba tirando hacia ella automáticamente. Como la gravedad.

Le eché un vistazo a Jasper y vi que Alice estaba frotando círculos suaves en su espalda, con una enorme sonrisa en su rostro. Las emociones provenientes de todos seguramente lo estaban matando, pero él estaba siendo un buen trabajo.

—Nos vemos pronto —dijo Alice con voz cantarina.

—Vamos a sacarla —dijo Carlisle mientras íbamos escaleras arriba. Saludé a todos y permití que Edward me llevara a la sala de operaciones que estaba justo como antes.

—Está bien, Nessie, quédate quieta por unos minutos más para que tu madre pueda estar adormecida adecuadamente —dijo Carlisle con amor a mi estómago. Ningún embarazo normal podría ser tan conmovedor como este. Ver a mi familia hablar con mi hijo por nacer sabiendo que podía escucharlos y comprenderlos era indescriptible.

—Ella dice que no se moverá hasta que la saques —respondió Edward por ella.

—¿Lista, Bella? La morfina está lista para ti. Tengo más apoyo para cuando ella esté segura y Edward comience tu transformación.

—Estoy lista. Dispárame, Doc.

No tuve el corazón para decirle que la morfina no hizo nada para adormecer la quemadura antes. Tendría que esperar que pudiera mantener los dientes apretados durante tres días.

Volví la cabeza cuando Carlisle comenzó a meterme la aguja en el estómago. No pasó mucho tiempo para que todo se entumeciera por completo.

—Vamos a poner una partición aquí para que no puedas ver nada.

—Muchas gracias. Estoy lista.

Carlisle asintió y deslizó la partición en su lugar. Edward apretó mi mano y se movió hacia el otro lado.

—Si sientes algún dolor, házmelo saber.

—Lo haré. Te amo, Edward.

—También te amo. Quédate quieta, Nessie. Voy a ir a buscarte.

Olí la sangre en el aire, pero no sentí nada cuando los dientes de Edward atravesaron mi estómago y penetraron en el útero.

—No muerdas esta vez —dijo Edward en un tono serio cuando Renesmee fue levantada de mi cuerpo y me la tendió.

—Hola, cariño. Te he echado mucho de menos.

La sostuve cerca de mí y dejé que mis lágrimas cayeran. Carlisle tomaba fotos de los tres juntos ya que no estaba cerca de la muerte esta vez. Mis recuerdos humanos estarían borrosos en este momento, pero estaba decidida a aferrarme lo más posible.

—Te veré en tres días. No crezcas demasiado ahora.

Puse un beso en su cálida mejilla mientras ella colocaba su mano en la mía.

Podía verme abrazándola y sentir su sensación de pérdida. Me estaba diciendo que me iba a extrañar.

—Estará bien, bebé. También te extrañaré.

—He agregado más morfina. Puedes comenzar cuando estés listo. La sangre fluye más rápido y debe detenerse pronto o se desangrará antes de que el veneno pueda curarla.

—Jacob, ¿la llevarás abajo, por favor? —Edward preguntó.

De hecho, olvidé que Jake estaba aquí con nosotros.

—¿Jake? ¿Es ella tu imprimida?

—Sí —dijo. Su voz era tan gruesa por la emoción que casi no la capté.

Sostuve mi muñeca en el aire hacia Edward. Lo tomó suavemente en su mano y le dio un beso allí antes de mostrar los dientes y hundirlos fácilmente. Sonreí y cerré los ojos. Ya no quedaba nada por hacer, excepto esperar a que la quemadura se asentara y recuperar mi vida.

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A lo largo de mi transformación, pude controlar mi reacción a la agonía como lo hice la primera vez. La necesidad de combatirlo activamente se mantuvo más tiempo que antes con el aumento de la morfina, pero al final fue inevitable. Finalmente, justo como lo hice antes, luchaba minuto a minuto para no gritar. La diferencia esta vez fue que sabía con absoluta certeza lo que me esperaba en el otro extremo.

De vez en cuando, podía escuchar a Edward hablándome en voz baja desde un punto a mi derecha. En un momento dado, Nessie estaba con él y él tarareaba mi canción de cuna mientras ella se quedaba dormida en sus brazos. Deseé haber podido ser lo suficientemente coherente para unirme a su momento, pero sabía que, si abría la boca, seguramente me seguiría un grito.

En un momento, pude escuchar a Charlie susurrándome en voz baja. Me acarició la mano y habló de cómo era cuando era una niña. Me dijo lo mucho que me extrañaba cuando mi madre me llevó y lo feliz que fue cuando regresé. Intenté apretar su mano para hacerle saber que lo escuché, pero no supe si lo sintió o no. Era lo más abierto que mi padre fue conmigo. Supongo que mi franqueza con él valió la pena.

Después de una eternidad, la quemadura finalmente comenzó a apagarse y centrarse alrededor de mi corazón, y supe que casi había terminado. Ya podía escuchar a mi familia reunirse a mi alrededor, pero parecía que Nessie estaba abajo con Charlie. Por los olores de la habitación, supe que no estaban presentes.

—Treinta segundos —anunció alegremente Alice. Intenté moverme, pero mi cuerpo todavía estaba paralizado por la agonía en mi pecho. En cambio, conté hasta que pude abrir los ojos.

—¿Bella? —Edward preguntó desde mi lado. Respiré hondo, me incorporé lentamente y lo atraje suavemente entre mis brazos. Recordé que mi fuerza era demasiado para él al principio y mantuve mis toques ligeros.

—Finalmente me siento normal de nuevo —dije con una risita, y todos se unieron a mí.

—¿Podemos cazar ahora para que pueda ver a mi papá y a Nessie?

Jasper me lanzó una extraña mirada desde el otro lado de la habitación. Él no estaba convencido de que yo estuviera perfectamente controlada como neófita, pero obviamente podía decir que estaba relajada, a diferencia de los muchos otros recién nacidos que había conocido. Esta vez, me negué a que nadie evitara tocar a mi hija, incluidos Jacob y Jasper.

—Solo unas pocas preguntas rápidas —dijo Carlisle mientras colocaba una mano en mi brazo. Quería gruñir que él me ocultaba a mi hija, pero me compuse.

—¿De acuerdo? Dispara.

Escuché atentamente los sonidos de abajo. Nessie parecía estar haciendo un escándalo y Charlie trataba de calmarla. Me dolían los brazos por abrazarla. Necesitaba apurarme y cazar para poder volver con ellos.

—¿Ayudó la morfina? ¿Cómo te sientes ahora? ¿Es como si lo recordaras?

—La morfina ayudó en cierta medida, pero el veneno lo quema bastante rápido. Después de un cierto punto me quedé sola, como la última vez. Ahora me siento genial. Es como si tuviera décadas en lugar de minutos, y es mejor de lo que recuerdo porque esta vez sé que puedo confiar en que no lastimaré a nadie —dije con impaciencia mientras tragaba contra la sequedad ardiente en mi garganta.

—Mis disculpas. Haré mis preguntas cuando regrese.

Asentí y salté por la ventana abierta. Me sentí más cómoda que antes desde que volvieron mis recuerdos. Este era el cuerpo que estaba destinada a tener y estaba encantada de estar de vuelta en él.

—Nos mantendremos cerca ya que ahora tienes más control que nunca. ¿Podrías oler a Charlie? —Edward llamó desde detrás de mí. No tuve que perder un momento esta vez quitándome los zapatos o practicando mi velocidad. Ya lo sabía todo y Edward se había tomado la libertad de vestirme con jeans y una camiseta sin zapatos. Eso debió haber enloquecido a Alice.

—Sí. Podía oler dónde había estado en la habitación, pero su sangre no me llamaba. Es como si mi cuerpo ya supiera que no va tras la sangre humana. Mis recuerdos de vampiro ahora son mucho más fuertes. Como pensamos, mi mente humana no podía procesarlos antes.

—Me alegro de que todavía los tengas —dijo—. Me preocupaba que no estuvieran allí después del cambio. Lo siento, amor. Traté de convencer a Jasper de que tu autocontrol sería extraordinario, pero aún no se ha convencido de la idea.

—Pensarías que, con todas nuestras historias, él sería más receptivo ahora.

—Podrías pensarlo —se rió entre dientes.

Levanté la cara e inhalé profundamente. —Rebaño más delante. Estoy lista para comer y volver. ¿Me acompañarás?

—Por supuesto.

Le lancé una sonrisa antes de empujar mi velocidad hasta el límite y derribé un macho grande fácilmente. No derramé ni una gota en mi ropa esta vez.

Después de que el cuerpo estuvo secó, mi garganta de recién nacida todavía estaba reseca y el venado se había detenido muy cerca, así que salté a mis pies y corrí por una gran hembra en el borde de la manada. Ella ni siquiera tuvo oportunidad de correr.

Me alimenté rápidamente porque mi mente estaba en cosas más importantes que mi sed. Desafortunadamente, sabía que mi cuerpo de recién nacido reaccionaría mucho peor de lo que quería si al menos no intentara saciar mi sed por completo antes de abrazar a mi hija o a mi padre.

—Esto servirá por ahora —dije sobre mi hombro mientras me limpiaba la boca con el dorso de la mano. Edward ya había terminado con su comida también.

—¿Estás segura? —preguntó. Sin duda recordaba mi primera cacería en nuestra otra vida.

—Positivo. Le advertiste a mi papá que mis ojos estarán rojos, ¿verdad? Llevé contactos para él la última vez.

—Está muy consciente, pero no te sorprendas si su corazón se acelera —me advirtió.

Rodé los ojos. —No lo estaré.

Ya estaba corriendo antes de terminar mi oración. Edward estaba a mi lado al instante, su mano en la mía. No pude esperar un momento más de lo absolutamente necesario para ver a mi hija, y él entendió ese sentimiento. Antes, era demasiado cautelosa porque no podía confiar en mí misma. Ahora no tenía miedo.

Cuando nos acercamos a la casa, nos detuvimos a caminar. Incluso si mi padre estaba acostumbrado a que mi familia actuara como vampiros sin la fachada humana, todavía no se había acostumbrado a mí. Él me vio como un vampiro en nuestra otra vida, pero actué como humano a su alrededor. Nunca supo lo que realmente era. No tenía la intención de protegerlo esta vez, pero quería asegurarme de que estuviera cómodo para no darle un ataque al corazón.

—¡Estamos de vuelta! —Grité al pisar el porche. Escuché que el corazón de mi papá comenzó a acelerarse mientras esperaba con anticipación a que entrara.

—¡Adelante! Nessie se ha estado muriendo por verte —dijo Rose desde la sala de estar. Me sentí mal porque ella no pudiera relacionarse con mi hija tanto como lo hizo antes, pero no cambiaría la situación por nada en el mundo. Renesmee era mi hija. Pasar por la puerta principal y ver a Nessie en los brazos de mi papá hizo que todo fuera perfecto, como si mi mundo finalmente se hubiera enderezado.

—Buenos días. ¿Tuviste una buena siesta? —preguntó desde su lugar en el sofá. No hizo ningún movimiento para pararse o acercarse. Asumí que Jasper le había advertido que no hiciera ningún movimiento repentino.

—No fue el sueño más tranquilo que he tenido, así que creo que dejaré de dormir de ahora en adelante —bromeé. Me dio una sonrisa arrugada antes de moverse lentamente para pararse. Jasper contuvo el aliento, pero no hizo ni un movimiento para detenerme como lo hizo hecho antes. Edward debió haberle advertido.

—Ahora que sé la verdad, me sorprende que no haya sido obvio antes —dijo con una risita. Nessie se retorcía en sus brazos y casi saltaba al suelo cuando me alcanzó. Me sorprendió que su fuerza humana fuera suficiente para sostenerla.

—Me sentí de la misma manera cuando me enteré —dije con un gesto de asentimiento—. Es increíble que alguna vez encajen.

Nessie se volvió hacia su abuelo y le tocó la cara con impaciencia.

Él se rió y le sonrió. —Se está muriendo por que la sostengas. ¿Estás preparada?

—Estoy bien. Sin sed de sangre en absoluto —dije con confianza mientras me movía para tomarla en mis brazos.

—Me alegro de que estés aquí, papá. Estoy muy contenta.

—Yo también, Bells. Los ojos son más aterradores de lo que esperaba, pero es bueno no estar protegido.

Alcancé a ambos alrededor de un abrazo muy suave. La tensión de Jasper era palpable, pero aprendería a confiar en mí a su tiempo.

Nos separamos y Nessie se aferró a mí con ambas manos. La abracé y la bañé con besos. Mi propio milagroso bebé… dos veces. Ella se rió en su forma de bebé y me tocó la cara con ambas manos.

Había imágenes en mi mente de las mejores partes de nuestro tiempo juntos en nuestra vida anterior. Tomé las emociones detrás de las imágenes para decir: "Te extrañé, mamá".

—También te extrañé, bebé. ¿Te han estado cuidando bien?

Asintió con una sonrisa feliz. Me mostró sus recuerdos de los últimos días para hacerme saber lo cerca que estuvo con Charlie. Fue agradable ser abierta con su abuelo. Pude ver la felicidad brillando en sus imágenes de ellos juntos. Dio un pequeño puchero cuando me dijo que el resto de nuestra familia no la recordaba, pero de todos modos sonrió después.

—Eso es genial. ¿Les has contado tus recuerdos sobre volver a nosotros?

Una imagen de mí sosteniéndola en mis brazos apareció en mi mente. Lo interpreté como su manera de hacerme saber que ella me estaba esperando.

—¡Que niña tan inteligente! —Le dije haciéndole cosquillas con suavidad—. Gracias por esperarme.

—No creo que ella sepa todos los detalles, pero ha tenido cuidado de no mostrarle mucho a nadie hasta que te levantes —dijo Rose desde el sofá. Me impresionó que no hubiera amargura en su voz. Supongo que fue porque no sabía lo que se estaba perdiendo esta vez. No podía recordar ser mi cuidadora o la madre sustituta de mi hija mientras me transformaba. Tampoco podía recordar cómo le importaba menos si yo viviera o muriera, siempre y cuando sacara a mi hija del trato.

—¿Estás listo para decirnos ahora? —Edward preguntó con suavidad mientras se colocaba a mi lado y nos abrazó a ambas. Me apoyé en su abrazo.

Nessie inclinó su cabeza hacia mí mientras colocaba una mano en mi mejilla y la otra en la de Edward. Quería decirles a sus padres antes que a nadie por eso me esperó.

Nos mostró todos sus recuerdos desde el momento en que nació en nuestra última vida hasta la batalla en la que todos habíamos muerto. Puso especial énfasis en el hecho de que le gustaría ver a Zafrina de nuevo algún día.

Me estremecí cuando pude ver sus recuerdos de primera mano. Vi como mi propio cuerpo fue destrozado y arrojado al fuego seguido por el de Edward. Ese fue un recuerdo horrible para mi bebé. Solo eso casi me hizo caer de rodillas, pero nada comparado con la forma en que me sentía cuando nos mostró cómo se sentía al vernos a todos morir uno por uno. Ella se rindió, al igual que Jacob y Edward dijeron. Verlo de primera mano todavía lo hacía difícil de creer.

Los dos seguimos mirando con horror a través de los ojos de nuestra hija cuando fue asesinada por Aro. No pude evitar el gruñido que escapó de mi garganta. Ese hombre era un monstruo, en cualquier mundo, en cualquier vida.

Renesmee saltó a mi gruñido causando que su mano se cayera y permitiéndome ver la habitación otra vez. Mi papá me miraba con los ojos muy abiertos, pero parecía estar tratando de tranquilizarse a sí mismo de que todavía era yo.

—Ese monstruo nunca se acercará a ti —juré—. Estarás a salvo esta vez.

Me tomé un momento para calmarme. Ella me miró pacientemente hasta que me relajé.

—Lo siento. Vamos —dije en voz baja. Reemplazó su mano y las imágenes volvieron.

Todo era realmente brillante en su memoria. Parecía haber una luz brillante a su izquierda y la oscuridad a su derecha. Podía sentir su confusión mientras miraba en cada dirección.

Después de permanecer completamente inmóvil por unos momentos, se quedó mirando a la oscuridad. En la oscuridad, pude detectar rastros débiles de rostros sombríos. Mirando más de cerca, pude ver mi propia cara seguida por la de Edward y la de Jacob girando en la niebla. Se acercó un paso más y las caras se hicieron aún más claras en la oscuridad. Ella caminó más rápido y nuestras voces también se aclararon, pero las palabras no tenían sentido. Corrió como solo un vampiro podía y todo se volvió negro.

Lo siguiente que oí fue mi propia voz hablando por teléfono. Reconocí la conversación con Alice de cuando llamó hace unas semanas para felicitarnos por nuestro embarazo. Ella estuvo allí todo el tiempo, simplemente no podía decirnos. La abracé automáticamente y sentí el veneno punzante en mis ojos.

La escena final fue de nosotros, aquí y ahora, de pie con ella en nuestros brazos.

—Supongo que eso es todo lo que ella recuerda —dijo Edward.

—¿Qué te mostró ella? —Emmett preguntó con impaciencia.

Edward y yo nos quedamos paralizados en shock. Le ofrecieron una segunda oportunidad. Todo este tiempo, pensamos que éramos nosotros a los que se nos dio una segunda oportunidad, pero fue a ella siempre. Estaba destinada a vivir. Como no pudimos hacerlo bien la primera vez, aquellos que éramos más cercanos a ella, se nos dieron nuestros recuerdos para mantenerla con vida; nosotros porque cometimos errores como sus padres, Jacob porque él es su destino, y Charlie porque su falta de aceptación de lo sobrenatural le impedía ser ella misma. Todo ha cobrado sentido ahora.

—Se le dio una segunda oportunidad. A ella, no a nosotros. Se le dio una oportunidad. Edward, Jacob, mi padre y yo guardamos nuestros recuerdos para que pudiéramos crear un mundo mejor para que ella naciera. Fuimos nosotros los que cometimos errores, así que guardamos nuestros recuerdos. No fuimos los que tuvimos una segunda oportunidad en la vida… Ella sí. Simplemente nos llevó con ella porque nos necesitaba.

Noté que me estaba repitiendo, pero no lograba que la información tuviera sentido. Nada de eso parecía real.

—¿Entonces alguien le ofreció una segunda oportunidad? —Carlisle preguntó con cautela. Esme tenía su mano colocada sobre su boca en shock.

—Ella vio dos caminos. Uno era brillante y el otro oscuro. El camino oscuro mostraba nuestras caras y cuando se acercó pudo escuchar nuestras voces. Lo siguiente que supo fue que estaba escuchando la conversación que tuve con Alice cuando llamó para hacernos saber que estaba embarazada.

Todos me miraron sin hablar. No estoy segura de que alguien supiera qué decir en esta situación.

Volvió a tocar mi mejilla y me mostró su tristeza. Quería decirnos más, pero eso era todo lo que sabía.

—No, cariño. Nos has dicho más de lo que esperábamos saber. Realmente eres nuestro pequeño milagro.

La abracé y Edward se nos unió, abrazándonos a las dos. Lo siguiente que supe es que toda nuestra familia estaba envuelta en un abrazo grupal. No importaba cómo sucediera, nadie iba a cuestionar su explicación. Todos estábamos felices de que ella estuviera a salvo y de vuelta en nuestra familia.

Este futuro va a ser bueno. Tengo todo lo que podría haber soñado y más.


❤️FIN❤️


Y con esto llegamos al final, sé que me equivoque en el capítulo anterior dije que faltaba dos capítulos más, pero realmente era solo uno.

Hemos recorrido mucho camino durante todo este tiempo, el 14 de diciembre del 2016 subimos el primer capítulo de esta historia y casi 3 años después la hemos finalizado, a pesar de muchas complicaciones seguimos con la historia, agradecerles a cada una de ustedes lectoras que han estado apoyándonos, también quiero agradecer a un grupo de chicas que aportaron su talento traduciendo esta historia

Elena Martínez

Carolina Aguirre

Nikky Valencia

Flaca Paz

Ari Herondale

A las betas:

Sara Gamboa

Manue Peralta