Disclaimer: Magi no me pertenece y Este fic participa en el ritual de iniciación: Magi the labirynth of magic del foro "Mar de Joyas Escondidas"

Personaje: Ren Hakurryu

Palabras: 404 palabras

Le gusta: la felicidad


Durante el armisticio

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Hakuryuu respiró con fuerza, apoyando la parte superior de su cuerpo sobre la baranda de madera que separaba el patio del pasillo externo del palacio. Se quitó el sudor de la frente con el dorso de la mano derecha, mientras que sostenía su lanza con el codo del brazo izquierdo, antes de dirigir la mirada, agotado, al jardín.

Allí, jugando como si se trataran de unos niños pequeños, persiguiéndose mutuamente las colas de sus atuendos, estaban Aladdín y Alibaba, que reían a carcajada viva, como si nada en el mundo estuviese mal en ese momento.

A un par de metros de ellos, Kougyoku le enseñaba a Morgiana cómo hacer coronas con las florecillas que crecían por los alrededores, con una maestría tal que no pareciera, en absoluto, que ella misma acabara de aprender hace tan solo un par de días.

Se detuvo en la sonrisa de la Fanalis, que pese a no ser ni la más grande ni la más entusiasta, sí era completamente genuina; diferente de la seria expresión que solía tener en el rostro. Y no pudo evitar advertir en lo bella que se veía. Tampoco pasó inadvertido para él, lo resuelta que se veía su prima, usualmente tímida y oculta tras el dobladillo de sus mangas.

La sensación de paz que lo embargó en ese momento lo hizo suspirar, y fue como si parte del peso que llevaba sobre los hombros se hubiera liberado con ese solo gesto, disolviéndose en el aire puro de Sindria.

Se preguntó, por un momento, si aquella sensación de tranquilidad se debía al solo hecho de estar tan lejos de su país natal, al hecho de encontrarse precisamente en Sindria, bajo la tutela del Rey Sinbad, donde todo parecía estar siempre bien, donde las personas parecían estar siempre felices.

Hakuryuu sonrió en un acto involuntario, manifestación de su estado interior. Y le gustó cómo se sentía.

Le gustaba la sensación de ver a todo el mundo bien, de ver a sus amigos sonreír. Le gustaba ver al Magi reír como el niño que era y a Alibaba-san como el niño que nunca fue. Adoraba el rostro de Morgiana cuando sonreía, cuando no se preocupaba por nada más que de ser libre, así como le tranquilizaba ver a Kougyoku rodeada de tanta gente buena.

Respiró profundo, aspirando el aire puro de Sindria.

Le gustaba ver que ellos eran felices. Porque eso lo hacía feliz a él.

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Wii!~

Ciertamente, he querido participar en este fandom desde hace mucho tiempo, pero había sido incapaz de pensar en algo que valiera la pena. Espero que les guste.