Hola, hola, Luna de Acero reportándose... y al fin llegó el final. Disculpen, vengo atrasada con todo, es largo de explicar. Bueno, ahora si: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS a todos, por todo, por las hermosas palabras, por todo el apoyo, por haber seguido la historia hasta aquí. Espero no defraudarlos y que les guste como termina. Aaaah, he dejado aquí un pedacito de mi vida, esta historia ha significado muchas cosas para mi, ha removido muchos sentimientos y sé que en ustedes también, porque han compartido sus hermosas experiencias conmigo. GRACIAS, ha sido una experiencia hermosa. Ahora si, vamos al cierre.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de la autoría de Isayama Hajime.
Advertencias: El último tirón de angs... ya saben.
Este capítulo está dedicado a todos aquellos que con todo su cariño me dejaron sus preciosos comentarios, espero no olvidarme de nadie:
A TODOS LOS GUEST, ESPECIALMENTE KATHY, Y A HIRUMI, GRACIAS DULZURAS!
*CHARLY LAND *INGRIDASTRID *XZERO KILL *RIVAIFEM T.A. *DEYSIZG501 *WKESH * *FROZEN MUSE
*XOCHILT ODA * *NANAO HIMURA * .100 *WALKER MARY * *YARITZA9
*KIRYUU-SENSEI *ESTRAGONYU *
GRACIAS A TODOSSSSS!
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"Los únicos derrotados en este mundo,
son los que dejan de luchar y de soñar".
José Mujica
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Sintió un golpecito en su hombro, levantó la cabeza, los ojos algo rojos y con ojeras. Erwin lo estaba llamando, no estaba en mejores condiciones que él.
-: Ven un momento, por favor – le dijo en voz muy baja. Eren miró con angustia a su amado -. Sólo son unos minutos, no te preocupes.
Lo siguió con algo de duda, mirando hacia atrás cada tanto. Si algo le aterraba más que a Levi le sucediera lo inevitable, es que sucediera estando solo. No, él no lo dejaría morir en esas condiciones, estaría a su lado hasta el último suspiro.
Erwin le alcanzó un café, que tragó como pudo, le ardía el estómago, sentía náuseas de manera constante.
-: Tengo que hacerte una pregunta muy delicada, Eren, en vista que eres el único familiar de Levi… es decir, están unidos legalmente… - luego se sonrió apenas -. ¿Sabes? Le propuse matrimonio a Levi, cuatro veces en total – el joven lo miro atento -. Las cuatro veces me rechazó, la última vez tuvimos una horrible discusión… yo nunca pude entender por qué se negaba a aceptarme… aaaah… Maldita sea… te envidio… te envidio mucho… Las mejores cosas del amor… se las guardó para ti…
-: Tú tuviste una década a su lado… yo apenas dos años… y seis meses como pareja… también te envidio…
Ambos se miraron y sonrieron mientras las lágrimas salían de sus ojos. Erwin se apretó el puente de la nariz e inspiró con fuerza para poder sobreponerse.
-: Aunque imaginé que este día llegaría… nunca puedes prepararte lo suficiente… como sea, no quisiera hacerte esto, pero… - le alcanzó un tablero con una hoja que parecía un formulario, la misma rezaba "Autorización de ablación de órganos", Eren se quedó petrificado -. De verdad, lamento muchísimo esto, pero tengo que preguntarte, son cuestiones legales, si lo quieres rechazar estás en todo tu derecho, pero creo que deberías saber que… a Levi le hubiera gustado… - un nuevo ataque de lágrimas hizo que el rubio se mordiera el labio inferior, carraspeó y se las secó presuroso -. Quería decirte, si es que él no te lo dijo antes, que Levi opinaba que la donación de órganos era importante. Él decía que… que si no había opción, le gustaría donar sus órganos para que otras personas pudieran vivir… pero la decisión final es tuya… no te sientas presionado, y no hagas nada que esté en contra de lo que sientes… yo… te entiendo y lo sabes…
El tablero tembló en sus manos, mientras más lágrimas salían. Erwin le alcanzó un pañuelo y Eren lo aceptó. Suspiró muchas veces antes de tomar la lapicera y poder firmar adecuadamente. Una vez que terminó le devolvió la carpeta a Erwin y mientras miraba hacia la nada, ya no quería llorar, ya no servía de nada.
-: Eres fuerte Eren… yo… no sé si hubiera podido.
-: Volveré con Levi… - dijo con la voz empequeñecida y deshecha.
-: Vamos, te acompañaré lo más que pueda…
-0-
Lo golpeó el aire frío de la tarde, estaba algo perdido con los días y las horas. Se sentía débil. Erwin lo había obligado a irse a la casa, tomar un baño adecuado y regresar. Tres días habían transcurrido, más el joven sentía que habían sido cien años. Tenía el semblante demacrado, una incipiente barba creciéndole y los ojos más tristes que una persona podía portar.
Levi no había muerto… aún… y a pesar de que aún seguía en terapia, los pronósticos no eran alentadores para nada. Había tenido dos intervenciones en donde su corazón había dejado de latir por breves lapsos. Era como una pila gastada que ya no tenía energía para dar. Estaba sedado todo el tiempo para evitar… ¿evitar qué?
Caminó hacia el auto y entró. Le hubiera gustado ver sus ojos grises una vez más, despedirse adecuadamente… ¿hay una forma correcta de despedirse, acaso? Golpeó el volante con fuerza, se empezaba a sentir muy enojado. ¿Por qué? ¿Por qué le pasaba eso? ¿Era su destino perder a todas las personas que eran importantes para él? Ya no quería sentir más dolor… esta agonía que se extendía de una forma tan lenta y tortuosa lo estaba destrozando por completo. Todo el tiempo era correr si las máquinas sonaban… era injusto… era inhumano… era… insoportable…
Llegó a la casa, y todo se le hizo un infierno. Ese lugar al que antes volvía con tanta alegría, que se le figuraba como el mejor lugar del mundo para ir… ahora se sentía… vacío… silencioso, espantosamente solitario. Miró por la ventana, los días se estaban volviendo más y más fríos, un nuevo invierno se aproximaba. Recuerda que Levi ama los días fríos, aunque lo hicieran sentirse peor con respecto a su enfermedad, pero él los disfrutaba de todas maneras. Probablemente no falte demasiado para la primera nevada.
The winter left her blanket
here this morning
A soft and gentle coverlet of white
Unfolded in the shadows of the dawn
It Sparked in the early morning light
El invierno ha dejado aqui su manto
esta mañana
Una suave y gentil manta de blanco
Desplegada en las sombras de la aurora
Anima cada luz de la mañana
Camina hasta el garaje y saca el uniforme verde lleno de galardones, al lado está la caja con el árbol de navidad y los adornos, todo pulcra y ordenadamente guardado. Aprieta en uniforme contra su pecho, impregnado de la esencia de Levi. No quiere… no quiere tener que sacar las cosas de su esposo. Llenar cajas con sus pertenencias. Porque aunque lo tuviera que hacer, su presencia siempre estará, en cada rincón, en cada pared a la que mire.
You would have loved this The greenery is laid across the mantle
You would have loved this
This was your favorite time of day
And ornaments are hanging on the tree
And cradled in the windowsill's a candle
A beacon in the night
to call you back to me
Hubieras amado esto Lo verde cubre todo el manto
Hubieras amado esto
Este era tu momento favorito del día
Y adornos cuelgan en el árbol
Y acurrucado al lado de la vela
un faro en la noche
te llama de regreso a mi
Toma una de las guirnaldas entre los morenos dedos, recuerda a Levi renegando con los adornos navideños, y cómo les robaron dos veces las coronas que pusieron en la puerta de entrada. Los regalos compartidos, su cumpleaños… las promesas, esa navidad en la que tuvieron su primer beso, su primera muestra de amor como una pareja.
You would have loved this And though I understand
You always loved this
I know you loved this time of year
One day again I'll see you
I long to touch your hand,
hear your voice, feel you
Hubieras amado esto Y aunque entiendo que
Hubieras amado esto
Se que amabas esta epoca del año
un día volveré a verte otra vez
Mientras sigo tocando tu mano,
escucho tu voz, te siento…
Como puedo se ducha, se afeita y cae rendido sobre la cama de Levi… la cama de ambos, abrazado a su almohada, respirando su esencia aún impregnada, aún presente, como todo en la casa.
You would have loved this
You always loved this
Oh, how you loved.
Hubieras amado esto
Hubieras amado esto
Oh, como lo hubieras amado.
"-: A veces está bien llorar, Eren… Ahora tienes un hogar adonde volver… Te quiero, mocoso de mierda… Tú no tienes precio, lo vales todo… Eres capaz de ser lo que quieras, no lo olvides…"
Sintió que lo abrazaban, con cariño, con esos fuertes brazos que conocía tan bien, se sonrió complacido, y se removió. Levi lo miró con infinito amor y le corrió algunos mechones castaños que le cubrían la frente.
-: Eres un maldito mimado, lo sabes, ¿no? – Eren suspiró sin que esa boba sonrisa abandonara su cara – Te amo, sólo quería recordártelo. Y ya deja de dormir como un oso invernando, hace un hermoso día afuera, te lo vas a perder…
-: Levi, ven, quédate conmigo un rato más… por favor… - el hombre sonrió.
-: ¿Acaso puedo decirte que no, cuando me miras de esa manera suplicante? Eres un flojo.
-: Y un tragón.
-: También.
-: Pero me amas así.
-: Maldito engreído… - se acercó y le dejó un sentido beso en la frente. Eren lo abrazó y lo apretó contra su cuerpo.
-: No te vayas… no te vayas…
-0-
Abrió los ojos, estaba algo obscuro, suspiró pesado, sentía que había dormido por siglos. Le tomó algunos segundos volver sus sentidos a la realidad y se sentó de sopetón. Miró la hora asustado, ¡joder! Se había dormido ¡seis horas! Casi se cayó de la cama, manoteó el celular, no había mensajes, ni llamadas, marcó el número de Erwin desesperado. No le atendió al primer intento, sino al tercero y con cada segundo su angustia crecía cada vez más.
-: ¿Eren?
-: ¡Me dormí, me dormí, joder! – le dijo casi a los gritos, mientras se ponía las zapatillas.
-: Ey, tranquilo, tranquilízate. Aquí todo sigue igual, salí un momento a atenderte. No te exaltes, necesitabas dormir un poco, te ibas a desmayar de cansancio. Por favor, come algo y vuelve, pero no te enloquezcas. Levi está estable, dentro de todo.
-: Bi-bien, es-está bien – dijo con la voz tambaleante.
-: Nos vemos en un rato, ten cuidado.
-: Adiós.
El estómago le gruñó, como si le recordara que a pesar de todo debía alimentarse. Fue a la cocina y se hizo un té con unas tostadas con queso, no podía pasar mucho más. Finalmente alistó un bolso y se fue al auto. Cuando estaba saliendo del barrio vio a Connie apostado en una esquina. Le tocó bocina y bajó el vidrio.
-: ¿Eren? – preguntó el chico acercándose presuroso.
-: ¡El peladín, tanto tiempo! – dijo el joven sonriendo apenas -. ¿Qué haces por aquí?
-: Trabajando, ¿qué más? ¿Y tú? Vaya, hasta tienes auto y todo, ¿has atrapado un pez gordo?
-: Es largo de explicar, por cierto, ¿has visto a Jean? ¿Te mandaron aquí?
-: Sí, Rufus me envió, ¿acaso no sabes lo de Jean? – le dijo frunciendo el ceño.
-: ¿Saber? ¿Qué sucedió? – Eren vio que el chico estaba pálido – Oye, ven, te compraré un sándwich y hablaremos un poco, te pagaré un turno, no te preocupes, sube.
El joven no lo pensó dos veces y obedeció. Eren condujo al café de Las Camelias, cerca de la plaza central de la ciudad.
-: ¿No me pedirás que te la chupe o sí? – preguntó el de pelo corto.
-: ¿Qué? No jodas, Connie, sólo quiero conversar un poco, te daré el dinero, comerás algo y luego me iré a terminar con mis asuntos.
-: ¡Gracias, suertudo! Vaya, hace mucho tiempo que no te veía, ¿más de un año, no? ¿Qué es eso? ¿Un anillo de bodas? ¿A quién se lo robaste? Mejor dicho, ¿el viejo con el que sales te obliga a usarlo?
-: Primero, se llama Levi, no viejo, y segundo, no, no me obliga, es mi esposo, estoy casado legalmente con él.
-: ¡¿QUEEE?! – se exaltó su acompañante -. ¡No jodas! ¿Qué pedo, Eren? ¿Casado?
-: No grites, y sí, estoy casado, porque lo amo y él a mí, así de sencillo.
-: No me vengas con esa vaina, bro – dijo el otro carcajeándose -. Sí que te hiciste de una buena, casado… pfff.
-: Piensa lo que quieras – dijo al fin Eren, no tenía sentido ponerse a discutir.
-: Oh, por cierto, Jean está internado.
-: ¡¿Qué?! – Eren frenó de golpe y Connie casi se revienta la cabeza contra el tablero del vehículo, un auto detrás de ellos los bocineó con fuerza y les gritaron unos cuantos insultos.
-: Arranca, viejo, no te puedes estacionar así – lo regañó Connie. Eren parpadeó y volvió a arrancar – Deja que te cuente, es largo. Jean empezó a traer menos y menos dinero, y ya sabes cómo se pone Rufus cuando no consigues lo suficiente. Como sea, comenzó a recibir palizas. Por cierto, se apareció la hermana de Jean.
-: ¿Alisa?
-: Ella, la cosa que siempre le mentía, que se le había muerto el perro, que el novio le había robado, que estaba enferma, como sea, siempre una nueva mentira, y Jean le pasaba algunos billetes. Luego descubrimos que era para comprar *merca (*se refiere a droga). Pero aun así Jean era débil ante sus requerimientos. Como sea, una vez la chica le robó la recaudación de una noche en un descuido. Rufus se puso furioso, furioso de verdad, dijo que esa no se la perdonaba.
Eren apretó el volante y frunció el ceño. Le dolía, muchas veces en el pasado Jean lo había ayudado, esos recuerdos vinieron a su memoria.
"-: Mira, lo que debes hacer es que acaben lo más rápido posible, así no te hacen perder el tiempo – lo aconsejaba -. Lo tocas, lo aprietas, se la chupas, te le refriegas, haces lo que sea para que el tipo se venga, una vez que lo hace, pum, listo, te tiene que pagar…
-: Eren, mira cómo tienes la cara, ven te enseñaré algo – se acercaron al refrigerador del bar -. ¿Ves estas cucharas? Las uso para que se deshinchen los ojos. Las pones así, debajo, donde se te forman las ojeras, duele un poco, pero quedas como nuevo.
-: Bebe esto, te hará bien – decía mientras le daba un té digestivo -. No vuelvas a aceptar tragos de los tipos, son todos unos tramposos. Deja que ellos beban, tú te haces el de beber. No te preocupes. Esto te hará sentir bien.
-: ¡Feliz cumpleaños, bastardo cochino! – dijo regalándole un alfajor -. Ya estás un año más viejo.
-: Ven, Eren, le enseñemos a ese hijo de puta que con nosotros no se jode.
-: No pongas esa cara de culo mal cogido, mañana nos irá mejor, ya verás.
-: Eren, toma mi abrigo, tienes los labios azules…"
Tantos, tantos recuerdos, se agolpaban en su cabeza y sentía que no le iba a gustar lo que escucharía… estaba en lo cierto.
-: Bueno, el punto es, que Rufus le pegó feo… y cuando Jean cayó al piso le pateó la cabeza, dos veces… No pasó nada en ese momento. Pero a las dos horas le salió sangre del oído, vomitó, comenzó a sentirse mareado y lo acompañé al Hospital Municipal. Lo internaron y yo me tuve que ir a trabajar. Cuando volví al otro día… bueno… ya estaba en coma.
Eren estacionó, sintiendo que le dolía nuevamente el pecho, miró a su amigo sin poder pronunciar palabra. Connie tenía las manos entrelazadas y movía los dedos con nerviosismo.
-: Los médicos… los médicos dijeron que tuvo un derrame generalizado o no sé, algo así, un… ¿cómo era? Un ACV, no sé qué carajos es eso, pero era grave. Y luego… dijeron que no despertaría más, que su cerebro estaba muerto, algo así. Aunque yo lo miro y parece dormido. Así estuvo las últimas dos semanas. Estuve buscando a Alisa, tiene que ir a firmar para… para que lo desconecten… Dicen que no volverá, Eren… - al fin lo mira con lágrimas en sus ojos marrones – Alisa no se apareció, no sé dónde andará, pero dicen que si no va… lo desconectarán igual la semana entrante. Es tan triste… lo extraño mucho, Eren… y a ti también… ahora estoy en verdad solo, hay nuevos chicos trabajando pero… no es lo mismo…
-: Maldita sea, Connie – dice el joven largando un hondo suspiro y hundiéndose en sí mismo. ¿Acaso las cosas se pueden poner peor? -. ¿Dices que está en el Hospital Municipal?
Connie asiente, Eren mira la hora.
-: Ven, te compraré lo que te prometí, luego vamos a visitarlo.
-: De acuerdo.
Jean es como su hermano, un hermano de alma. Juntos se cuidaron, se defendieron como podían, vivieron y compartieron todo, sonrisas, malos momentos, se curaron las heridas. No podía creerlo, todo al mismo tiempo. ¿Acaso el destino lo odiaba?
Beben el café con leche caliente, Connie se atraganta con la media docena de donas calientes que Eren le ha comprado. Se siente nostálgico, así debía mirarlo Levi cuando se empezaron a conocer. Levi… ese nombre le duele. Mientras Connie termina de comer, el de ojos verdes conduce al nosocomio.
En la mesa de entrada se registra como el primo de Jean y lo dejan pasar. Otro hospital, el mismo olor a remedios, a enfermedad… a muerte. Se queda parado un buen rato frente al cuerpo yaciente, mira sin ver las máquinas, el respirador conectado a la tráquea del chico. Tan joven, tan nuevo, y ahora está destinado a alimentar los gusanos de la tierra. Connie está en silencio en una esquina, como si tuviera miedo de acercarse, los ojos opacos, apagados, casi invisible.
Finalmente se sienta en la cama y le toma una mano.
-: Jean… hermano… No tienes idea… cuanto, pero cuanto lo siento… No merecías esto… no lo merecías… perdón… por favor, perdóname, por no estar cuando me necesitaste… te fallé… - sus ojos se llenan de lágrimas, el dolor desborda, rebasa, se cae, se cuela, ya no se aguanta.
El muchacho está casi desnudo, algo sucio, demasiado delgado, se notan las diferencias entre la atención de la salud pública y la privada, se notan por demás. Y Eren tiene el alma pulverizada, no puede estar en ambos lugares, y no quiere que Jean esté solo, y tampoco puede dejar a Levi en el otro lugar. Llora de frustración, de pena, de todo.
-: Volveré, te lo prometo, no estarás solo…
Llega a un acuerdo con Connie, que se quede con Jean, él le pagará los días que sean necesarios como si hubiera trabajado. Le pide que apenas pase algo le avise y le deja dinero y un papel con su número de celular. Todo se está yendo al carajo.
-0-
Un nuevo café con Erwin, dos días más han pasado, afortunadamente, o no, Levi no ha tenido ninguna otra descompensación, pero tampoco ninguna mejoría. Los médicos están sorprendidos de su fortaleza.
La tercera vez que Eren visita a Jean, le lleva un ramo de azaleas, era una flor que al muchacho semi rubio le gustaban mucho. Le da un relevo a Connie por dos horas. Pareciera que su destino es estar esperando la muerte de sus seres amados. Suspira cansado, agotado, mira a un costado y ve un tablero con la historia clínica de Jean. Últimamente ha aprendido tanto sobre diagnósticos y lenguaje técnico de los galenos, que ya se siente casi un profesional. Revisa muy vagamente laas escuetas explicaciones, nada diferente a lo relatado por Connie. "Muerte cerebral", lo sabe, no tiene arreglo, es como un auto al que le han fundido el motor, excepto que en el caso de Jean no existe reemplazo que lo ayude o lo salve. Pero luego sus ojos se abren de una forma casi anormal, lee "aquello" y siente que se le afloja el cuerpo.
-: Connie, necesito que encuentres a Alesia, te pagaré lo que sea, pero debes encontrarla a cualquier precio.
-0-
Llega agitado, corriendo, casi llevándose por delante a la gente o los empleados. Erwin lo está esperando en la cafetería.
-: ¡Debes ver esto! – le grita sin poder contenerse, mientras le extiende el celular con tanto ímpetu que casi se lo estrella en la cara.
El doctor junta sus enormes cejas en una mueca de desconcierto. Eren le insiste y al fin toma el aparato, se pone sus lentes y mira la foto.
-: Es la historia clínica de mi amigo, ¿recuerdas? El que te dije que está intubado en el Hospital Municipal, pasa las fotos pásalas.
-: ¿Y qué con eso? Si, veo, lo siento pero no hay solución a este tipo de-
-: ¡Mira la siguiente, diablos!
Erwin lee atentamente y abre sus ojos muy grandes.
-: ¡¿Lo ves, lo ves?! – le dice casi desesperado.
-: Sí, sí, lo veo, tiene sangre tipo Rh negativa.
-: ¿Entonces?
-: Mira Eren, primero cálmate, esto no es tan sencillo. Primero, necesitaríamos la autorización de su familia.
-: Puedo conseguir eso, ¿y qué más?
-: Es una intervención riesgosa, incluso si pudiéramos autorizarla, aaah… - suspira y sus ojos se notan desanimados – Levi no lo soportará, Eren… está demasiado débil, su sistema está a un paso de colapsar, no aguantará otra operación.
-: ¿De qué hablas? ¡Maldición! Me dijiste que se iba a morir esa misma noche – le habla exaltado, casi con rabia - ¡Y no se murió! ¡Levi no murió! ¡No me digas que no hay una maldita esperanza!
-: Esto no es un juego, pendejo – dice Erwin también cabreado -. ¿Acaso crees que es como una planta que uno pone de una maceta a la otra? ¡Esto no funciona así!
-: ¡Entonces haz que funcione! ¡Hazlo, maldito bastardo! – Lo toma de las solapas del delantal blanco y lo zamarrea con una fuerza descomunal - ¡No me daré por vencido, no dejaré que se muera sin haberlo intentado! – las lágrimas afloran, pero su semblante es serio y determinado - ¡Haz lo que tengas que hacer, pero hazlo ahora! Cada minuto que pasa lo estamos perdiendo, no te des por vencido ahora, joder, maldito rubio, mueve tu culo, por favor, por… favor…
El joven se desmorona sobre el amplio pecho, sin soltar su ropa. Erwin suspira y mira el techo un momento.
-: Ve y consigue la autorización de la familia, veré que tanto se puede hacer. Yo no puedo hacer una operación así, no es ético, y sinceramente no sé cuál de mis colegas podría ayudarme. Pero esto lleva tiempo, no es tan simple. Así que vamos, porque tiempo no es lo que nos sobra. Eren, ¿eres consciente que por estar detrás de esto Levi puede morir en esa sala mientras tanto?
-: Al menos lo habré intentado… pero si no hago nada, nunca tendré mi conciencia en paz mientras viva… - suelta al médico con una mueca de sufrimiento en el rostro -. Prométeme, prométeme que harás hasta lo imposible, vamos Erwin…
-: Lo haré, vamos, tengo que llamar mucha gente, consigue ese maldito papel ahora.
Eren junto a Connie se recorren cada centímetro de la ciudad, buscan en los nichos, esos lugares obscuros donde la gente va a condenarse, a drogarse, a venderse por lo que sea. Connie tiene algunas pistas de sus averiguaciones, les lleva más de doce horas de intensa búsqueda, pero al fin la encuentran, con tanta droga encima que apenas puede hilvanar una oración coherente. La llevan al hospital, a regañadientes.
La mujer pregunta por las pertenencias de Jean y su billetera.
-: Escucha, tu hermano no volverá… está muerto… cerebralmente al menos, y lo desconectarán en unos días, yo necesito… hay una persona muy importante para mí que necesita este corazón – dice poniendo una mano en el pecho de Jean – Si me ayudas, te conseguiré una muy buena recompensa.
La mujer parece que no lo escuchara, tiene las pupilas completamente dilatadas. Pero algo brilla en sus obscuros ojos cuando la palabra recompensa se desliza en sus oídos y se ríe como una hiena.
-: ¿Cuánto me vas a dar? – va directo al grano.
-: Ci-cinco mil, cinco mil dólares – titubea un poco, pero al fin decide jugar su carta.
-: Oh, ¿en serio? ¿Y qué tengo que hacer?
-: Firmar la autorización para la ablación del corazón, y que el destino sea para mi esposo.
-: ¿Estás casado? ¿Tan joven? Pfff, como sea. Dame el dinero y firmaré.
-: No, primero firmas y luego te lo doy.
-: A mí no me vengas a decir cómo hacer las cosas, sin dinero no hay colaboración, tú elijes.
Eren aprieta los dientes, pero finalmente saca un sobre de la solapa de su saco y se lo acerca. La mujer lo toma rápidamente y abre los ojos, lanza un silbido agudo mientras repasa los billetes verdes.
-: Te diré qué, muñeco… me quedaré con esto, y cuando me traigas otros cinco mil firmaré.
-: ¿Qué? No es lo que acordamos.
-: Bueno, tú decides, si no me traes otros cinco mil no firmaré.
Eren gruñe frustrado.
-: Connie, asegúrate que no se vaya, iré al banco – dice mientras sale del lugar con prisa. Se imaginaba que era probable que la mujer lo presionara. Pero diez mil dólares no es nada, comparado a la vida de Levi.
-0-
Al fin tiene el dichoso papel, pero Erwin no consigue que autoricen la operación. La junta médica determina que el paciente está en un riesgo demasiado elevado. Creen prudente tenerlo en observación los siguientes dos días. Si no ven mejoras, no se hará nada. Según su criterio, sería desperdiciar un valioso órgano en alguien que moriría ni bien entrara al quirófano, además de un complejo armamentos de recursos físicos y humanos (se necesita un equipo de cerca de 20 personas para llevar a cabo la operación).
Hanji llega esa misma tarde. Se funden en un sentido abrazo con Eren, que tiene los nervios, la cabeza, y el cuerpo destruidos. Erwin le consigue una camilla para que descanse un poco, incluso lo obliga a tomar un miorelajante, porque el joven está tan estresado que no puede conciliar el sueño.
La de pelo marrón acaricia la cabeza del joven, que duerme con una constante mueca de dolor en el rostro.
-: Mira cejas de mierda, hablé un poco con Eren, así que… tengamos una tregua, ¿ok? Sé que estás haciendo todo lo posible por lograr que las cosas salgan bien, así que prometo que no daré problemas. Cuenta con mi apoyo en todo lo que necesites.
-: Gracias, Hanji. Lo cierto es que está todo muy complicado, lo que la junta pide es casi imposible. Una mejora del 10% en 48hs… cuando hacen este tipo de cosas es sólo para poner palos en la rueda, es porque realmente no van a colaborar. Levi… aaah… es un gran luchador, lo sé, siento que está dando batalla, pero su organismo… Necesitamos un milagro.
-: No te pongas negativo, rubio mal teñido. Al menos ahora hay un corazón. Como bien dijo Eren, si los pronósticos hubieran sido ciertos hubiera llegado para llevarle flores al panteón, pero ya vez que sigue vivo, de modo que haremos todo cuanto se pueda. Levi necesita de nuestra energía, no es momento para flaquear, él no lo haría, él lucharía por nosotros hasta el fin y eso es lo que debemos hacer. Tener fe, yo no me iré a despedir, porque no creeré en la muerte como una posibilidad, no ahora. Levi me enseñó a luchar, luchar siempre, hasta cuando la batalla parece perdida, y eso es exactamente lo que voy a hacer.
El brillo en los ojos de Hanje lo contagia, de alguna manera es como el empuje que necesitaba para poder seguir peleando por la operación. Se va del lugar con las fuerzas renovadas, toma su celular y empieza a llamar a todos sus contactos, solo espera que Levi mejore lo suficiente para poder resistir la intervención.
-0-
-: Ey, enano… - le dice Hanji mirándolo con cariño, pasando sutilmente las yemas de sus dedos en la pálida y fría mejilla -. Ya estamos todos aquí, cariño, estamos por ti. Debes mejorar, debes esforzarte un poco más… sé que deseas estar con Eren tanto como él, además… Tengo que contarte algo… - se le humedecen los ojos -, Moblit se me propuso… al fin, el desgraciado dio el paso, vamos a casarnos… Parece que se animó en la fiesta de ustedes, así que… te necesito ahí… ¿Recuerdas cuando hablábamos del futuro? Tú me decías que me ibas a entregar en el altar cuando el idiota de Moblit se decidiera… ¿Recuerdas que solías decirme que iba a terminar casada con ese inútil? Me reí tanto esa vez, pero tenías razón… No quiero hacerlo sin ti, eres como mi hermano y lo sabes, te necesitamos pony de medio pelo… Así que deja de hacernos sufrir… tu marido está que se muere de la angustia, ya fue suficiente, demuestra tu verdadera fuerza… yo la conozco, me la enseñaste tantas veces… No… - su voz tiembla – No iré a un maldito funeral antes de casarme, ¡no lo haré! Si te mueres… iré hasta el infierno y te rajaré el culo a patadas, ¿me escuchas? – se enjuga las amargas lágrimas -. Esa vez dijiste, que los milagros no existían en este pueblo… pues yo creo que sí, que sí existen… y tienes que demostrarlo…
-0-
Día de evaluación. Eren y Hanji están esperando en la sala, con las caras serias, Moblit se les ha unido. Erwin está con la junta médica que revisa el historial exhaustivamente. La regularidad de los latidos se ha mantenido, ya respira por sus medios, pero insisten en que sigue débil y que será necesaria otra evaluación en 24 horas. Es un infierno que nunca se termina.
Ya se le han hecho las evaluaciones y los estudios correspondientes a Jean Kirlan. Aparentemente todo marcha sin problemas, sólo se espera la autorización de la junta para que la gran máquina avanzara.
Finalmente el día transcurre, tortuosamente lento, y luego de mucho debatir, autorizan la intervención. Eren tiene que firmar un sinfín de papeles, en donde indica que asume el riesgo que se presenta y que no realizará demanda alguna si es que la misma fracasa. Comienzan a suministrarle a Levi por suero los medicamentos apropiados para el pre-operatorio. Se fija un plazo de 48 horas para el trasplante.
-: Finalmente – dice Erwin con ojos cansados -. Lo hemos logrado.
Entre todos hacen un abrazo grupal, necesitan sentir que van a poder con todo, ha sido un desgaste terrible, todos asumen que se les ha ido un pedacito de vida en la ardua lucha.
-0-
-: Amor… - dice Eren tomando su mano, faltan unos minutos para que lo saquen y comiencen a prepararlo. Es el momento "bisagra", puede que vuelva a verlo con vida, puede que no, pero no llegaron tan lejos para deprimirse justo ahora -, ya lo sabes, te estaré esperando. Hazme sentir orgulloso, ¿quieres? Eres mi ejemplo, mi inspiración. Te necesito en el mundo. Sé que lo harás bien – besa su frente sentidamente y al fin se aleja, mientras mira como los camilleros lo trasladan de la habitación.
Eren tiembla por dentro, necesita ser fuerte un poco más, sólo un poco más.
-0-
Nadie se ha movido de la sala de espera. Excepto Moblit que silenciosamente se ha encargo de traer cafés de forma periódica, y una que otra dona para, su ahora, prometida. Eren no puede probar bocado. Hay un equipo de 22 personas trabajando en conjunto.
El joven camina hasta la capillita del nosocomio y se arrodilla.
-: Gracias Jean, gracias por esto. Sólo Dios sabe lo que me duele saber… que nunca más volveremos a charlar como antes… tú también merecías una oportunidad, todos la merecíamos, poder elegir… Lo siento tanto… - se permite desmoronarse un poco, tiene demasiada tensión acumulada en el pecho – Perdóname por no haber hecho más, por no cuidarte como merecías… fui… tan egoísta, pensando en mi propia felicidad… me siento tan culpable… tan… culpable… Por favor, Señor, te lo pido, ayúdanos, ayúdanos a todos… que salga todo bien, por favor…
La intervención dura 17 horas cuarenta y dos minutos. Gracias a la ablación de órganos del joven Kirlan, se han podido salvar dos vidas y a otras tres se les ha extendido su tiempo.
Erwin sale con el semblante taciturno.
-: Está hecho – todos lo rodean como si fuera una especie de santo, nunca ha tenido el semblante más demacrado que ahora -. Se hizo todo lo posible… no voy a ser pesimista, pero tampoco les voy a mentir, su estado es demasiado delicado. A pesar de que todo se ha llevado a cabo como se esperaba, hubo tres momentos de suma tensión en el quirófano, puesto que Levi está muy débil, se le ha puesto más sangre de la esperada porque el conteo de glóbulos blancos ha bajado a una situación peligrosa. Ahora… sólo esperemos que su cuerpo no rechace el órgano.
-: ¿Por qué lo rechazaría? – pregunta Eren exaltado.
-: Bueno, en muchos casos, casi un 20% el cuerpo toma al órgano como un invasor y lo ataca, como atacaría un virus o una enfermedad, en esos casos… bueno… fuera de eso, también su salud está desmejorada, a pesar de los medicamentos, las transfusiones, y los esfuerzos. Sólo queda esperar.
-: ¡Joder! – soltó Eren del todo frustrado -. ¡Esto es un calvario que nunca se termina!
Hanji le fricciona la espalda, como tantas veces ha hecho estos días.
-: ¿Puedo verlo? – pregunta el joven casi suplicando.
-: No, Eren, ahora está en una unidad de cuidados intensivos, en una sala especial. Van a pasar unos días hasta que podamos verlo.
-: ¡No quiero que esté solo! – dice caprichosamente, mientras las lágrimas vuelven a amenazar con volcarse -. Si él… si él no lo supera… no quiero que muera solo…
-: Tranquilízate, por favor – le dice el doctor con firmeza -. Sabíamos que esto era posible y en este momento, con las defensas bajas como las tiene, somos más una amenaza para él que un apoyo. Te prometo que apenas se pueda serás el primero al que le avise. Vamos, tomemos algo caliente en la cafetería, luego necesito dormir un poco, ya no aguanto.
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Eren asiste al funeral de Jean, apenas son siete personas. El viento frío de la tarde le revuelve los cabellos castaños, mientras deja un ramo de flores en la tumba. Connie llora sin parar y Eren le alcanza pañuelos de papel.
-: Te hago esta promesa, Connie – le habla el joven, que ahora de joven apenas le queda algo en el rostro, porque sus ojos parecen de los un anciano que ha vivido demasiado -, por la memoria de Jean te lo prometo, te ayudaré a salir de las calles, te libraré de las garras de ese malnacido.
Connie asiente sin entender del todo sus palabras. Pero es bueno sentir que alguien se preocupa de su persona para variar. Va a extrañar mucho a su compinche de aventuras, trabajos y copas.
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Las olas se mecen, van y vienen sin parar. Los descalzos pies se mojan con su espuma, dejando un rastro de huellas por detrás. Necesitaba volver a ese lugar, necesitaba… recordar…
Hace un poco de frío, pero no es para morirse, siempre que el sol se oculta el mar empuja los helados vientos contra la costa, y la arena empieza a enfriarse con facilidad.
Mira detrás suyo, sólo sus huellas se perfilan en la lejanía, ha caminado un buen trecho. Suspira y se llena del perfume de la sal enredada con los bucles de las brisas, mientras los últimos rayos del sol le anidan en los verdes ojos y se los dejan reluciendo como dos monedas de oro.
Tiene las manos en los bolsillos de su bermuda. La mirada tranquila, ya sin tanto dolor. Gira su cabeza y lo ve acercándose, caminando a prisa, un poco saltando y un poco corriendo. Se sonríe. Es una hermosa memoria, que nunca se le irá de las pupilas, ni de su mente.
-: ¡Joder! – dice agitado Connie -. Me descuido un minuto y te vas a la mierda. Aquí traje el budín, está caliente, recién lo sacaban de la panadería – agrega agitando una bolsa de papel madera en la mano.
-: Muy bien, vamos antes de que el chocolate se enfríe, últimamente el termo no retiene el calor, creo que vamos a tener que comprar uno nuevo.
Caminan de regreso, ya más tranquilos. Llegan hasta la sombrilla y el manto de tela inglesa sobre la arena blanca. Se sacuden un poco, aunque saben que es inútil, porque el aire fuerte los va a llenar de las molestas partículas de arena igual, pero es la costumbre. Eren recibe la taza humeante y le da un sonoro sorbo que es como si le devolviera el alma al cuerpo.
-: Dios, necesitaba algo caliente.
-: Te jodes por andar desabrigado, mírate nada más, en esa remera que no te cubre nada – lo regaña y le avienta el buzo a la cara -. Esto de cuidar mocosos es desgastante, tch. Y encima se multiplican – agrega mirando de reojo a Connie que se ríe bajito, ya aprendió a lidiar con su humor.
Eren sonríe también, se coloca el buzo y se acerca a gatas, intentando no derramar el contenido de la taza, para atraer de la nuca a su esposo y besarlo con ganas.
-: Mmm… tus labios están mejor que el chocolate.
-: Si se van a poner melosos me voy – se queja Connie que ya está cortado el budín -. Pero no les recomiendo tener sexo en la arena, se les va a meter por todas partes, ayer tuve que bañarme dos veces.
-: ¿Acaso tuviste sexo aquí? – pregunta Levi desconcertado.
-: ¿Qué? No, no, solo tomé sol y nadé, pero es increíble cómo se te mete hasta en la raya del cu-
-: Oi, el vocabulario – le advierte Levi. Connie rueda los ojos.
-: En la raya de las nalgas, ¿así está bien?
-: No te pases, y dame una rodaja de eso – Levi está abrigado, tiene una bufanda verde que le regaló Eren, y aunque no hace tanto frío aprovecha cualquier ocasión para usarla -. Hanji me llamó, dice que los esperemos aquí, va a traer las camperas, haremos una fogata.
-: ¡Genial! ¿Cantarás para mí? – Dice Eren sentándose a su lado y abrazándolo por la cintura.
-: ¿Le avisaste a Farlan e Izzie? – le pregunta el de pelo negro mientras bebe de su taza.
-: Sí, van a venir con dos amigos más.
-: Le avisaré a Erwin que compre más hamburguesas, entonces – comenta sacando su celular para enviar el mensaje. Eren lo mira, últimamente se le ha vuelto una costumbre quedarse mirándolo de tanto en tanto, como si fuera a desaparecer -. ¿Qué?
-: Feliz aniversario – dice mientras se acerca y lo besa en la mejilla. Está orgulloso de su Sargento, de su capitán, de ese luchador que desafió a la muerte más de una semana luego de la complicada operación, que cayó tantas veces y siguió luchando sin tregua.
Levi toma su mano y entrelaza sus dedos, sus acerados ojos se posan en el joven rostro, como si pudiera acariciarlo con ellos. Los anillos dorados brillan levemente confirmando su unión a cada momento.
-: Feliz aniversario, mocoso de mierda…
Ambos aprendieron que en esta vida, difícil, dura, cruel… el amor siempre puede florecer hasta en los corazones más rotos…
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By Luna de Acero… sonriendo…