Cuando Pan le confesó a su abuelo, Goku, que deseaba ser como Mai, él no se sorprendió en lo más mínimo. El salvador de la tierra pensó que aquellas palabras eran consecuencias de lo fuerte que había demostrado ser aquella mujer pese a ser sólo una humana.
Cuando Pan, le confesó al mismo Trunks, que deseaba ser como su actual esposa, este no se inmutó. Su amada poseía tantas cualidades que las palabras de la menor no hicieron más que hacerlo sonreír.
Cuando Pan, le confesó a su madre, que deseaba ser como Mai, Videl se extrañó un poco pero no dijo nada, después de todo su pequeña no tenía más de cuatro años.
Pero cuando, Pan, le confesó a la esposa de Trunks, que deseaba ser ella, Mai no pudo evitar preguntarle el porqué de sus palabras.
—Yo también quiero el amor de Trunks—respondió con total simpleza, creyendo saber todo lo que significaba lo dicho.
Mai, no hizo más que sonreír ante su inocencia.