ARTE NATURAL
- EL EXTRA PROMETIDO -
Disclaimer: Naruto y todos sus personajes no me pertenecen, son creación de Masashi Kishimoto.
Notas: la narración será escrita en letra normal.
Los diálogos de los personajes van indicados con guion largo — y estará claro quién habla en cada diálogo.
Si algo no se entiende es posible que tenga una breve aclaración entre paréntesis.
Cambio de escena marcado con "o – o – o".
Advertencias: Bueno, lo prometido es deuda y vaya deuda que tenía… así que en esta ocasión les traigo un capítulo dedicado a sus imaginaciones (y las mías también). Es el primer capítulo con algo de Lime que escribo, y si es Lime porque esto no merece llamarse Lemon según yo, así que posiblemente no será la gran cosa pero espero que lo disfruten.
Y si, habrá Lime, PERO no será tan explicito porque trate de que fuera más bien romántico describiendo las sensaciones y emociones de los personajes, así que si esperas un montón de Hentai explicito y con lujo de detalles en el texto, pues esto no lo será, perdón.
Las explicaciones y excusas al final del capítulo. Las aclaraciones están donde se necesitan, y… eso sería todo.
Arte natural
Extra
Casi era de madrugada y todos se fueron a sus habitaciones poco a poco, los últimos en irse fueron los novios había sido un largo día, luego de un merecido baño para relajarse y finalmente conciliar el sueño ambos se quedaron dormidos, pero no fue lo único que pasó antes de dormir.
Y es que a pesar de que estaban cansados, aún tenían que hacer algo, no piensen mal por favor, ellos debían revisar que todo el desorden en la enorme sala hubiera sido limpiado mientras despedían a algunos de sus invitados, y en efecto casi todo estaba en perfectamente, casi, el personal que habían contratado para ello había hecho un trabajo impecable dejando todo en orden…
O así hubiera estado de no ser que a unas personitas se les ocurrió seguir con la fiesta hasta altas horas de la noche y para cuando los empleados se habían marchado quedaron algunas cosas en la mesa donde tanto su cuñado como algunos otros al final estuvieron bailando y jugando quien sabe que cosas, y vaya que tenían aguante para quedarse hasta esas horas luego de estar haciendo juegos raros sin parar, juegos como "el que no se sepa la canción tiene que bailar con los ojos vendados" y otras cosas más bien tontas. Por eso el alcohol en exceso es malo, evítenlo.
Afortunadamente solo había unas servilletas y vasos usados, lo bueno era que no se les había ocurrido tirar papeles y confeti (no se como le digan en otras partes, son esos papelitos de colores que usan en las fiestas) lo que hubiera sido un verdadero desastre.
Viendo el mini basurero que sus familiares habían dejado, Sasori y Zetsu tomaron algunos vasos que estaban en el suelo y los llevaron hasta la cocina poniéndolos en el fregadero (donde se lavan los trastes y platos sucios) para lavarlos y guardarlos. Sasori los lavaba y su esposo le ayudaba secándolos y acomodándolos en la alacena, y ya que no eran muchos solo les llevo unos pocos minutos.
Salieron de la cocina y regresando al comedor cerraron bien las puertas y ventanas, pusieron las sillas en su lugar al rededor de la enorme mesa para usarlas en el desayuno al día siguiente.
Sasori estaba revisando que no hubiera algún otro vaso escondido entre las sillas, y mientras ella estaba distraída Zetsu tuvo una idea y repentinamente se acercó a su esposa por la espalada mientras ella estaba acomodando la ultima silla, Zetsu la abrazó con delicadeza y ternura dejándole un beso en el cuello provocándole cosquillas a Sasori.
—¡Oye! ¿que haces?— preguntó Sasori entre risas, se movía ligeramente entre los brazos de su esposo tratando de girarse para mirarle a la cara.
—Disfruto besar a mi amada esposa. — Contestó el chico de ojos dorados con aire de sabiduría provocando aún más risas de parte de Sasori que finalmente lo veía de frente rodeando el cuello ajeno con sus brazos.
Mientras ella tenía la guardia baja Zetsu aprovechó para cargar a Sasori justo como en esas películas románticas que tanto aburrían a Deidara. Ella se dejo consentir y abrazo el cuello de su esposo encantada con la iniciativa que demostraba Zetsu en ocasiones especiales como aquella, amaba eso de él.
Cuando llegaron al pasillo que conducía a su habitación Sasori comenzó a tararear una canción que se había tocado en la fiesta, Zetsu al reconocer la melodía le acompaño; para cuando estaban a un par de metros frente a la puerta de su habitación, la pelirroja iba a decirle a su esposo que la bajara para abrir, pero al voltearlo a ver él le guiño un ojo y ella instintivamente miró la puerta, estaba entrecerrada, en serio amaba la iniciativa y lo minucioso que Zetsu solía ser cuando menos lo esperaba.
Sasori se abrazó al cuello del peliverde apegándose más a él, Zetsu entró en el cuarto dejando a su hermosa esposa con delicadeza sentada en la cama, le dio un casto beso en los labios y volvió con calma para cerrar la puerta. Mientras su esposo hacía esto Sasori miraba con algo más de detenimiento lo que decoraba la habitación, había pétalos en el suelo rodeando la cama dándole un toque aún más romántico, a un lado de donde ella estaba sentada había una rosa que tenía un mensaje atado: "Te amo".
Entonces Zetsu se acercó, avanzando con calma hasta llegar frente a Sasori.
—¿Sabes porque te amo? — le preguntó a su esposa, mientras le acariciaba la mejilla y miraba con dedicación sus bellos rasgos faciales.
—Cuéntame.— le dijo Sasori con tono divertido mientras una suave sonrisa se dibujaba en sus labios.
Pero Zetsu en vez de darle una respuesta se separó de ella y entonces avanzó un par de pasos hacia donde estaba la enorme ventana de la habitación, abrió la cortina dejando ver el paisaje nocturno. Sasori esperaba a que su esposo le respondiera así que se quedó mirando atentamente lo que Zetsu planeaba hacer, en ocasiones era impredecible.
—El cielo es hermoso, me gusta admirar como las estrellas realzan lo bello que ya es y como le dan un toque de misterio, siento que mientras mas lo veo hay más cosas que descubro y que vez tras vez puedo seguir maravillándome... — le dijo Zetsu mientras la volteaba a ver.
Ella pensaba que no tenía nada que ver con lo que Zetsu le había preguntado y su cara era de pura confusión, pero lo dejo seguir, de paso saciaría su propia curiosidad.
—¿Y sabes porque me gusta contemplar el cielo por las noches? — le preguntó Zetsu al tiempo que cerraba la cortina. Se acercó a ella mirándole a los ojos, delineando con la vista sus labios.
—No lo se...— ella apenas respondió de forma audible pues su esposo había avanzado hasta quedar tan cerca de ella que podía sentir su aroma.
Zetsu le brindó una sonrisa, de esas tan dulces que te hacen sonreír tan solo por verlas, y acercando su mano derecha a ella le acaricio la mejilla y le soltó el cabello quitando los pasadores (horquillas o prendedores, depende de como los conozcan) que mantenían el peinado en su lugar, teniendo especial cuidado con la peineta de flores azules recuerdo de la madre de Sasori, y mientras lo hacía la miraba queriendo transmitirle a ella lo que sentía.
Notando la expectación de su esposa Zetsu finalmente respondió su propia pregunta.
—Me gusta el cielo nocturno cuando se ven las estrellas iluminando con sus suaves destellos la negrura del cielo, porque me recuerda la inocencia que deja ver el brillo de tus ojos... — Zetsu la miró directamente, esa respuesta solo contestaba la mitad de las preguntas hechas.
— …Además, disfruto el alba porque cuando comienza a amanecer y aun hay estrellas en el, porque me hace recordar la calidez que me hace sentir cada vez que veo tu sonrisa... — continuó Zetsu con palabras llenas de sinceridad.
Pero no respondía la cuestión principal, Zetsu la miraba con ansiedad y un toque de duda, así que tomó las pequeñas y delicadas manos de Sasori entre las suyas y las beso, una por una, con suavidad y amor en cada tacto.
¿Cómo decirle a esa bella mujer que la amaba?
¿Cómo explicarle los sentimientos que despertaba en su corazón cada vez que la tenía cerca, cada vez que la miraba y cada vez que escuchaba su voz?
Algo así no era sencillo; aquello era un reto especialmente difícil para alguien que se quedaba sin palabras tan solo con mirarla, por eso transmitir ese amor infinito con acciones era la mejor opción que había para Zetsu en ese momento.
La miro a los ojos, con sus manos acunaba el delicado rostro de Sasori acercándose a ella, con su pulgar acarició su mejilla, tomó aire y valor...
Y la beso.
La beso, con amor, con anhelo lentamente acariciaba sus labios, en cada movimiento dejaba que sus sentimientos por ella hablarán, dejándole saber a Sasori lo que había en los rincones más profundos de su corazón. Un beso puro y lleno de amor.
Zetsu se entregaba a los sentimientos que despertaba Sasori en él, y poco a poco las ideas fueron aclarándose en su mente hasta que finalmente encontró las palabras para explicar el porqué pasaba tanto tiempo observando el cielo, era como si la iluminación le llegará gracias a la musa que tenía enfrente, así que al separarse se tranquilizo y le dijo: —La razón porque me gusta contemplar el cielo… es porque me hace recordar todas esas cosas que amo de ti… y eso me hace sentir afortunado por amarte. — la respuesta que Zetsu le dio a Sasori fue más de lo que ella esperaba.
Aquella confesión la dejó sin palabras, y con las lágrimas amenazando con desbordarse de sus brillantes ojos, abrazó a Zetsu y lo beso del mismo modo que él lo había hecho.
Aquellos besos fueron alargándose mas y mas, paso un minuto, luego otro, y cuando finalmente se separaron con las respiraciones entrecortadas y el pulso acelerado, se miraron con expectación.
El amor que se tenían era demostrado en cada roce de sus labios, y aunque el deseo de unirse empezaba a crecer dentro de sus corazones, las caricias y abrazos que se daban no dejaban ver un sentimiento egoísta y vacío, cada beso era entregado con amor y por amor, y cuando todo el ardor que se había acumulado dentro de cada uno, el brillo de sus ojos no solo reflejaban amor, cariño, ternura, sino también deseo, el deseo de volverse uno.
En sus ojos ardían destellos de pasión, el uno al otro se miraban atentos a las reacciones contrarias, las respiraciones se normalizaban y le permitían a Zetsu oler el dulce aroma de la piel de Sasori; se acercó a ella y la beso nuevamente, pero esta vez sus labios exigentes pedían más del calor y sabor ajeno, y ella no se lo negaba.
Lentamente la temperatura comenzó a aumentar y el aire se sentía pesado, pero la necesidad de respirar no era nada comparada a la de sentir la dulzura sus labios.
Y tal necesidad se iba haciendo cada vez mas grande, y sentir los labios de su pareja ya no era lo único que deseaban, sus manos lenta y torpemente buscaban la piel para sentirla, y se abrazaban con anhelo para lograr sentir el cuerpo del otro, saber que lo que estaba pasando era real.
Llegó el momento en que la ropa comenzó a estorbar y poco a poco fueron quitándoselas permitiendo sentir la piel ajena. Sin embargo no había desenfreno en todo aquello, cada prenda era quitada con delicadeza y suma paciencia, con movimientos suaves deslizaban la tela acariciándose con la misma, y cuando dejaba de cubrirles la piel era cuidadosamente dejada en otra parte sin estorbar en la cama.
Se besaban sin prisa, con movimientos lentos y llenos de sentir juntaban sus labios disfrutando de la suavidad de los contrarios, besos que parecían no tener principio ni un final eran los protagonistas que dejaban espacio a las temerosas caricias que empezaron a darse en la piel ahora visible.
Con movimientos suaves de sus dedos delineaban las formas que encontraban a su paso, sintiendo el calor que emanaba del cuerpo de su otra mitad.
Zetsu se dedicaba a acariciar la tersa y blanca piel de su esposa, deseando sentir el contacto pleno de la otra piel finalmente las últimas prendas cayeron; cuando finalmente estuvo desnuda entre sus brazos pudo sentir un escalofrío de parte suya, e incluso él tembló ligeramente. Se separaron para mirarse el uno al otro y saber si todo estaba bien.
—Te amo Zetsu. — alcanzó apenas a susurrar Sasori pues su respiración apenas se regulaba, pero sus palabras eran totalmente sinceras y le miraba con cariño.
—Te amo Akasuna Sasori. — le respondió Zetsu inmediatamente, pero esas palabras no solo eran un acto reflejo, venían desde el fondo de su corazón.
Y se tomaron el tiempo de mirarse, estaban desnudos uno frente al otro, teniendo la oportunidad de conocer la piel frente a sí, los ojos ámbar de Sasori brillaban con dulzura y Zetsu se perdía en su mirada, comenzó a besarla nuevamente, y la acariciaba mientras lo hacía.
Entre aquellos besos las manos de Sasori iban explorando el lienzo que tenia delante de si, la suave y cálida piel de Zetsu debajo de sus delgadas manos era acariciada con delicadeza y con cada roce ella notaba las reacciones de él y guardaba en su memoria los lugares más sensibles que encontraba.
Por su parte el joven de ojos dorados la besaba como si en cualquier momento fuese a desaparecer, le besaba los labios con pasión, con ardor, y lentamente se separó de ellos para empezar a bajar por su cuello, sintiendo como los latidos de Sasori se desbocaban cada vez que acariciaba un lugar sensible.
Con caricias y suaves besos se arrebataban suspiros el uno al otro. Sus mentes se nublaban por el placer que las manos opuestas le brindaban.
Zetsu acariciaba su espalda con calma, y Sasori emitía leves gemidos cuando un punto específico era tocado. Ella paseaba las manos por el torso desnudo de él, llegando hasta su cuello y subiendo hasta sus cabellos, disfrutando de la suavidad de estos y atrayéndolo para besarse de nuevo.
Zetsu comenzó a besar su cuello otra vez, bajando con calma, acariciando la piel con la punta de su nariz le sacaba risitas a la pelirroja haciéndole saber que iba por buen camino.
Para cuando llegó a su vientre, Sasori ya sentía las corrientes eléctricas que provocaban las caricias de Zetsu, la excitación crecía con cada inhalación (cuando tomas aire). Luego de varios minutos de estimulación ella estaba preparada, Zetsu estaba en su límite, su erección comenzaba a doler pero estaba siendo paciente para no lastimar a Sasori pues la amaba y se preocupaba por ella.
La besaba profundamente y mientras lo hacía simulaba embestidas sobre las caderas de Sasori, ella estaba deseosa de sentirlo dentro y con miradas suplicantes le dijo que estaba lista.
Tomándola con suavidad por las caderas Zetsu condujo su miembro con delicadeza hasta su entrada, la miró a los ojos y ella le sonrió dándole su aprobación, Zetsu tomó aire nuevamente y comenzó a introducirse dentro de ella.
Fue abriéndose paso entre el terreno virgen con suavidad, Sasori se puso rígida por el ligero dolor que le causaba y Zetsu con besos y caricias buscaba relajarla y tranquilizarla, primero beso sus labios, luego empezó a besar su cuello y acariciar sus piernas y su espalda hasta que logró relajarla lo suficiente para que la tensión del cuerpo de Sasori desapareciera.
Luego de unos momentos en que estuvieron besándose y dándose867 caricias? poco a poco se fue sumiendo su mente en un estado que les hacía desear más. Y en vez de aquél dolor que sintió al principio, lo que Sasori ahora sentía era más bien placentero, el deseo de sentirse llena por Zetsu la hacía mover las caderas dándole a él la oportunidad de moverse dentro de ella.
Comenzaron con un ritmo lento y a veces torpe debido al miedo, pero a medida que el placer ganaba terreno aquellos movimientos fueron aumentando al igual que los suspiros y gemidos que hacían eco en la habitación.
Con el paso de los minutos las penetraciones de Zetsu eran cada vez mas profundas haciendo que Sasori gimiera su nombre de forma entrecortada, estaban cerca del límite; unas embestidas más y finalmente llegaron al orgasmo juntos.
Sus cuerpos temblaban con cada ola de placer, sus respiraciones eran agitadas y sus mentes estaban sumidas en el éxtasis. Se abrazaron como si algo fuera a separarlos, se besaron con ternura y lentamente su respiración y los latidos de sus corazones se calmaban.
Luego de un par de horas estando acostados abrazándose uno al otro comenzó a darles frío, Sasori se estremeció ligeramente entre los brazos de Zetsu y él alcanzó a notarlo. Con delicadeza la atrajo mas a su pecho y le beso la cabeza, ella con tal acción alzo la mirada encontrándose los dorados ojos de su esposo, aquel pensamiento le gusto, y es que sonaba muy bien, su esposo…
—Querido esposo, que sucede? — le preguntó Sasori mientras le abrazaba con cariño, acomodándose de forma que si se recargaba en los codos pudiera verlo de frente.
Zetsu río levemente ante la forma que la pelirroja lo llamó. —¿Cómo me llamaste? — preguntó de manera divertida.
—Te dije querido esposo. — Sasori se recargo en los codos entrelazando los dedos para posar su barbilla sobre estas, la sonrisa que se dibujaba en su rostro y la forma en que lo miraba hicieron enrojecer a Zetsu.
Pero aunque estaba apenado y miro momentáneamente al otro lado, se sincero con ella mientras le acariciaba el cabello. —M-me gusta como suena, tanto que… hasta podría acostumbrarme a oírlo diario. — le dijo mirándola a los ojos.
—Así será. Es una promesa. — dijo Sasori con calma y luego agregó —Pero mejor nos damos un baño antes de dormir, no? — y Sasori se separó de él para que pudiera levantarse también.
—Vamos entonces. — dijo Zetsu ayudando a su esposa a levantarse de la cama.
Los dos se dirigieron al baño pero antes de cerrar la puerta Sasori estornudo causándole gracia a Zetsu que comenzó a reír, ella le reclamaba diciéndose molesta aunque en realidad estaba jugando con él, y el momento fue aún más gracioso cuando Zetsu también estornudo y entonces fue Sasori quién se reía.
Si alguien ajeno miraba a la pareja reír de esa forma por algo tan simple dirían que estaban locos, probablemente así era, pero locos de amor.
O – O – O – O – O – O – O
Luego de una relajante y merecida ducha ambos salieron envueltos en toallas, buscaron algo de ropa y cambiaron las sabanas. Cuando estuvieron listos, se acostaron abrazados, había sido un largo día y el cansancio que venían cargando desde temprano fue llegando a sus ojos y poco a poco comenzaron a cerrarse.
—¿Sabes que te amo? — dijo Sasori con voz apagada, sus ojos comenzaban a pesarle, el sueño empezaba a ganar.
—Lo se. — le respondió Zetsu dejando un casto beso en sus labios.
—Que descanses… mi amor. — le alcanzó a susurrar su esposa antes de caer profundamente dormida.
—Igualmente amor mío. — respondió Zetsu a las palabras de Sasori, acercándose a ella y dormir finalmente.
El resto de la noche avanzó tranquilamente, el silencio recorría los pasillos y alrededores de la casa. Para cuando el alba comenzaba su aparición, Zetsu despertó antes que Sasori, sin moverse mucho se acomodo para verla dormir y la quedó mirando largo rato.
Momentos como ese, de apariencia tan insignificante eran los que Zetsu atesoraba con cariño en su corazón, nadie en el mundo podía ser dichoso de ver a la verdadera Sasori como él lo hacía.
Para la mayoría de las personas esa bella mujer de cabellos rojos como el fuego era una persona fría y sin sentimientos a la que no le interesaban los sentimientos ajenos, pero él conocía la realidad, sabía lo dulce que podía ser Sasori para tratar a otros, lo dedicada que era al hacer cualquier cosa especialmente aquellos que amaba, y que, a pesar de ser muy inteligente ella nunca menospreciaba a alguien sin saber como era una persona y porque razones era así (esto es totalmente OoC).
No duró mucho este mágico momento ya que Sasori despertó unos minutos después de él.
Los dos se levantaron con los cabellos revueltos y ligeramente húmedos por bañarse en la madrugada. Con toda la calma del mundo buscaron ropa para bajar a desayunar, no tenían mucho que hacer pues las maletas ya estaban hechas y podían darse el lujo de hacer las cosas con lentitud, lo único que faltaba en guardar eran los trajes nupciales.
Sasori guardo el traje de novia y con el los accesorios, puso en un estuche apartes la peineta que era un regalo de su madre y luego de acomodarlo bien todo quedo en su lugar. Zetsu acomodaba les cajas para cuando se fueran y dejaba bien cerradas cada una.
Recogieron algunos cojines del suelo y arreglaron la cama, la dejaron tal cual estaba ayer. Por entre las cortinas ya se asomaban los rayos del sol, era una mañana tranquila y brillante. Todo parecía ser igual al día anterior pero para Zetsu y Sasori era especial, era el inicio de un viaje juntos, emocionante y lleno de expectativas.
Ellos fueron los primeros en salir a desayunar, los pasillos de la casa estaban solos y silenciosos a esa hora, caminaron sin hacer ruido hasta llegar al comedor y se pusieron a platicar mientras iban a la cocina donde encontraron a un par de empleados que ya estaban preparando todo para el desayuno, aunque por la insistencia de Zetsu dejaron que les ayudarán con uno que otro detalle a pesar de ser su trabajo.
Zetsu siempre era amable con las personas, independientemente de si las conocía o no; mientras Sasori miraba podía darse cuenta que los dos empleados realmente disfrutaban servir a una persona tan amable como su esposo.
Por su lado Sasori, observaba con cariño y ayudaba de vez en cuando mirando con detenimiento las cosas que su esposo hacía. Estaba enamorada de ese hombre, estaba agradecida por tener en la vida a una persona como Zetsu.
No tardaron en preparar la comida, había de todo, cereal, jugo de naranja, leche, huevo con tocino entre otras cosas, con tanta variedad darían gusto a cualquiera. Los empleados empezaron a llevar los platos a la mesa y Sasori se lavaba las manos junto a Zetsu. Con un beso en los labios y sin decir nada se dirigieron al comedor.
Ya estaban en la mesa platicando la abuela Chiyo y su tío abuelo Ebizu que estaban sentados junto a Deidara, se veía realmente descansada y hasta parecía deslumbrar una apariencia inusualmente tranquila para sorpresa de Sasori que la conocía desde hacía años, la rubia como si nada estaba estirando los brazos cuando los vio salir de la cocina juntos; estaba contenta por su maestra y mejor amiga, sabía lo feliz que era solo con verla.
Sasori saludo a los tres seguida de Zetsu y casi de inmediato los demás comenzaron a llegar como atraídos por el delicioso aroma. Kurozetsu venia seguido de Madara que traía en brazos al pequeño Saro que estaba muy activo y feliz, saludaron a todos amablemente y Kurozetsu empezaba a acomodar la sillita para bebe.
Casi cinco minutos detrás de ellos venía Komushi y su madre, dieron los buenos días y se sentaron en la mesa junto a los demás. Era agradable estar en una mesa llena de personas cercanas, ambos estaban encantados y en una mirada cómplice guardaron ese momento en el corazón.
El desayuno paso como si fuera lo mas normal, había quien prefería las cosas dulces por la mañana, otros que no sobrevivirían sin una buena taza de café y unos más que necesitaban tener el estómago bien lleno.
Después del desayuno pasaron casi una hora en la mesa platicando y viendo fotos del día anterior, la foto que más destacaba era donde estaban todos, sus amigos, parientes y conocidos, todos juntos en ese momento especial, unidos como una familia; porque a pesar de que no todos compartían lazos de sangre los vínculos que les unían eran muy profundos.
Con risas y pequeñas charlas entre ellos se iba la mañana, pronto sería hora de partir.
Los primeros en despedirse fueron los recién casados ya que debían abordar un avión para irse de luna de miel. Se despidieron de todos y se dirigieron al aeropuerto, los dos estaban muy contentos, iban platicando tan amenamente (de forma agradable) que apenas sintieron el camino; tranquilamente llegaron media hora antes de que su vuelo saliera.
O – O – O – O – O – O – O
Paso el tiempo, y casi dos años después de su boda habían ido al doctor por un malestar que había sentido Sasori, luego de varias pruebas finalmente recibieron buenas noticias del doctor.
La llegada de un hijo es siempre una gran noticia, Zetsu estaba tan contento que abrazo varias veces al doctor y Sasori que no cabía en sí de felicidad abrazaba a su abuela con lágrimas en los ojos. Fue una sorpresa para ambos, aunque la abuela Chiyo ya se imaginaba algo así pues era lo más lógico después de todo.
Cuando finalmente salieron del hospital, una pregunta rondó la mente de Zetsu. —Oye cariño, me quedé pensando en algo... — le dijo Zetsu captando la atención de su esposa que no paraba de sonreír con las mejillas rosadas y la mirada brillante.
—Dime. — Sasori le prestó atención al chico de mirada dorada, y su abuela, la señora Chiyo les dio su espacio.
—Espere señora Chiyo, esto también debe escucharlo, después de todo somos familia. — dijo Zetsu rápidamente al ver la intención de la mujer*.
Y tomando las blancas manos de Sasori entre las suyas le preguntó.—¿Qué nombre le pondremos al bebé? — aquella pregunta dejo a la pelirroja en blanco.
Sasori ni siquiera había pensado eso, apenas minutos atrás les acababan de dar la noticia y Zetsu ya pensaba en nombres para su hijo, aquello le dio ternura, definitivamente el que Zetsu ya estuviera pensando en todos esos detalles la enamoraba aún más de él.
—Bueno, primero tenemos que saber si será niño o niña, pero creo que entre los dos escogeremos un lindo nombre. — dijo Sasori tomando con cariño la mano de Zetsu entrelazando sus dedos.
—Y si necesitan algo de ayuda solo llámenme. Un nombre es importante, pero el amor que ya le dan es lo que es más valioso. —dijo Chiyo de manera sabia.
Siguieron caminando hasta la salida, ya podrían pensar en eso luego, después de todo tenían nueve meses para decidir y una familia que les ayudaría, ¿Qué más podrían pedir?
Ahora si, fin.
*La verdad preferí poner "mujer" porque no quise poner "anciana" en esta parte.
No puedo creer que fuera tan complicado hacer esto, tarde siglos y siglos, pero finalmente esta aquí para ustedes.
Merezco tomatazos por la tardanza pero realmente fue una odisea escribirlo. ¿No les ha pasado que cuando quieren escribir una escena la imaginan y piensan en los diálogos de cada personaje y hasta los detalles… pero cuando es momento de ponerlo por escrito toda esa imagen mental se esfuma como polvo en el viento? (esto me recuerda esa canción de los Scorpions).
Mi primer Lime (pues no merece ser llamado Lemon en toda regla) espero que les gustara y disfrutarán de la lectura. Aprecio mucho sus opiniones y por eso me gustaría saber que les pareció esto, si les gusto o no, lo amaron, lo odiaron?
Gracias por llegar hasta aquí a pesar de la súper tardanza, este es el final de esta historia pero les prometo que nos leeremos en otro fic!
Io-chan ^.^