Declaración: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen, le pertenecen a J.K Rowling, yo solo soy una aficionada al fandom.
N/A: Realizado para #RetosDramione en el Facebook "Fanfic Dramione", actividad semanal, con las palabras verano, ebriedad, oficina.
Algo no tan meloso, pero si sugerente, inspiración momentánea, como me gustan estas actividades :3 Dejen comentario si les gustó :)!
Se aceptan tomates, mayo, paltas y así me hago un completo ;)
¡Disfruten!
*Esta historia es de mi autoría y sólo se encuentra en FanFiction y en Wattpad, con el usuario LidiaaIsabel, si lo ves en otro lugar por favor avísame* Di no al plagio.
Whisky de fuego
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Una atareada joven deambulaba por su oficina una tarde de verano. Incomoda con su traje normal se colocó una falda holgada y una blusa, de todas formas, los viernes la mayoría se iba temprano.
"¿Por qué debes quedarte trabajando el viernes Herms?, queremos salir contigo", le había dicho Harry, su mejor amigo. Ella había insistido en que necesitaba terminar el caso Brown antes del lunes para al menos no llevarse trabajo para el departamento.
—No entiendo como dejaron pasar esto—susurró pensativa dirigiéndose al sillón. Con pies descalzos y papeles regados en la mesa de centro siguió estudiando el caso en el que trabajaba para el Departamento de Misterios.
El tiempo voló e inmersa en el caso se recostó en el sillón —Sólo unos minutos —susurró para sí antes de cerrar sus cansados ojos.
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Desde otro sector del Ministerio iba un bien vestido rubio a la oficina de "la sabelotodo" porqué también trabajaba en el caso Brown aunque para el Departamento de Cooperación Mágica Internacional. Ya que se habían quebrantado leyes y acuerdos mágicos. Con una carpeta bajo el brazo y su laptop en el bolso; ya se le habían pegado las mañas de Granger y los aparatos muggles.
Golpeó suavemente la puerta de su oficina y al no obtener respuesta entro con cautela, pues sabía que ella no gustaba de intrusos sin aviso. Recorrió la vista por la sobria oficina de su antigua enemiga y se encontró con que estaba recostada en el sillón largo junto a muchos papeles y lo que parecía una botella de whisky de fuego.
Se acercó curioso y algo escandalizado, "Granger ebria... Esto es digno de ver", pensó observando su relajada postura. Parado junto a ella se percató de no encontrarla en el tradicional traje de oficinista que solía usar. Una belleza, aún más con su ropa de verano, porque si a veces el Ministerio parecía un horno. Pero el jamás se dejaría ver en ropa casera, Draco Malfoy no iba a ceder al calor.
—¡Por Merlín Granger, aún no es de noche y estas ebria! —exclamó dejándose caer a su lado para despertarla.
La chica exaltada despertó y casi rodó al suelo de no ser por Draco que se acercó.
—¡Tú!, ¿qué?, ¡rayos me dormí! ¿qué hora es Draco? —exclamó sin apartarse mucho.
—Casi las nueve de la noche Hermione y supuse que estabas acá. Aunque no pensé que con un whisky de fuego —sonrió con malicia el rubio.
Sonrojada Hermione acomodó su falda y se sentó en su lado del sillón —A veces me ayuda a pensar —respondió a modo de disculpa.
—Relájate Hermione, es tu vida, aunque ambos podemos pensar, ya sabes este caso me tiene al borde del estrés —acercó un vaso de whisky a sus labios y los remojó con suavidad.
Ella hipnotizada por la seductora acción del rubio se quedó sin respiración y se removió incomoda.
"Oh vamos Hermione, no pasará nada si tomas una copa de whisky con tu -no mejor amigo-", se reprendió en el pensamiento.
—Vamos con ese caso entonces —sonrío la castaña bebiendo un sorbo más.
Finalmente, no pensaba embriagarse con Draco, no es que estuviera cada vez más sexy y ese tono rosa en sus mejillas le sentara excelente. No es que él se viera tan guapo siempre con sus trajes. El verano infernal no tenía nada que ver en su repentino calor.
Sería una larga noche de trabajo.