Vez el bate de metal en tu mano izquierda. La adrenalina corre por tus venas ¿Así se siente la desesperación?
Admiras lo que haz hecho, la has matado.
Tu labio inferior tiembla y sueltas el bate con rapidez, quieres llorar pero no lo haces. Toda tu vida a sido esto, muerte a sangre fría. Pero esto es diferente.
Mataste a un ser humano.
Gimes al reprimir las lagrimas, el nudo de tu garganta arde como el vodka que tu padre toma con frecuencia mientras tu lo mirabas con aborrecimiento. Corres por el pasillo desconsoladamente, 'nada de esto paso' te repetiste mentalmente, queriendo engañar a tu mente —a tu corazón— pero es imposible.
Sales de ese lugar, el frió de la noche no te lo hace fácil, pareces una maldita gelatina humana y tu razonamiento dejo de funcionar y no te permite articular una palabra.
Y luego, esta ella.
La vez caminar hacia ti con tu chaqueta de traje —justamente en la mano que habíagolpeado con brutalidad una pared—y la coloca sobre tus hombros diciendo que hace demasiado frió y no quiere que te de un ataque.
Alzas la mirada, Peko es muy alta y tu eres muy pequeño. Su expresión es calmada pero sus ojos reflejan decepción.
Porque ella fallo.
La peli-plata pide que te quedes aquí, ella se encargara de eliminar cualquier rastro de evidencia. La vez marchar y entiendes lo que se siente tener un muerto encima. Mentalmente le tienes envidia, porque ella no esta sufriendo por nada.
Luego entiendes que ella sufre por todo. Porque ella sabe que es matar a sangre fría y que se siente acabar con una vida.
Porque todos acabaron con Peko.
El clan.
y 10.000 marionetas.