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Inicio el año con un One Shot Pkdor, ya veremos con que seguiré después... D:
De nuevo no sabía en dónde meter este One Shot xD. Pero como está en canon y tiene PKdo con fluff me pareció que esta colección era la más indicada. 7v7r
Este One Shot está basado en una Erza de San Valentín que apareció en uno de los juegos de gacha de Fairy Tail.
Por cierto, en Tumblr se celebrará el Jerza Month en marzo, si gustan participar o apoyar no lo duden. :D
Sin más,
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¡FELIZ SAN VALENTÍN!
Recuerden cuidar, celebrar y disfrutar del amor y la amistad durante cada día de sus vidas.
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Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece. Pertenece a Hiro Mashima
Importante: Este One Shot no es secuencial con los otros anteriores, y se ubica después del final del manga y después de que la Misión de Cien Años se completase.
Referencias De Lectura:
Diálogo.
«Pensamientos»
Narración.
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Loving You
―Day 06―
Chocolate & Smiles
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Ese era el primer San Valentín para ellos.
Y por eso debía esforzarse mucho.
A pesar de que no estaban seguros de sí podrían reunirse para ese día, Erza no había alquilado habitación con sus camaradas de gremio y en su lugar había alquilado una cabaña de playa para solo ellos dos.
Eso, y los ingredientes necesarios para su regalo.
Erza sintió sus mejillas ganar calor y sonrió con gran entusiasmo a la mezcla de chocolate que batía con esmero en un tazón. Ella no era tan buena cocinera como Mirajane, pero por muchos años ayudó a las demás chicas del gremio a preparar chocolates para ese día tan especial y sabía de memoria cada paso a seguir, siempre supo que algún día ella iba a necesitar todo ese conocimiento y habilidad, y por fin había llegado el momento para ponerlo en práctica.
Para él.
―¿Qué cara pondrá? ―pensó en voz alta y se mordió el labio inferior mientras imaginaba varias expresiones en Jellal. Sorpresa, extrañeza, estoicismo, bochorno, y más expresiones vinieron a su mente, pero al final la que más hizo latir su corazón fue una en especial.
Jellal sonriendo.
Esa era su expresión favorita en el rostro de él.
Erza asintió para sí misma y comenzó a preguntarse cuál de todas las sonrisas de Jellal vería, porque sí, él tenía muchos tipos de sonrisas: de disculpa, de pena, de alegría, de ánimo, de comprensión, e inclusive tenía una que no podía clasificarla menos que de lujuriosa, esa siempre la hacía sentirse débil de las rodillas mientras se le agitaba la respiración y su mente imaginaba cosas que calentaban todo su cuerpo y humedecían su...
Erza negó y sintió su cara calentarse más.
Debía concentrarse en el chocolate.
La maga escarlata colocó la mirada decidida que guardaba siempre para las batallas más complicadas y recolocó el tazón sobre el agua caliente en otra olla para así evitar que el chocolate se endureciese antes de llegar a los moldes de goma en forma de corazones y estrellas que luego irían por un buen rato al congelador.
Así era.
Debía concentrarse en el chocolate, Jellal pronto llegaría y los chocolates de San Valentín debían de estar listos para ese momento, para decir por fin una frase que tanto deseaba decir.
«¡Feliz San Valentín, Jellal!» Practicó mentalmente y con el corazón agitado.
―¿Pondrá esa sonrisa? ―de nuevo habló en voz alta, emocionada al pensar en esa sonrisa en particular, la sonrisa de Jellal que iniciaba en sus hermosos ojos llenos de calidez y amor para ella y que luego se apoderaba de sus labios, formaba su hoyuelo y hacía arrugarse un poco el tatuaje en su mejilla mientras contagiaba esa alegría a ella quien no podía evitar devolverle el gesto con todo su corazón.
Esa sonrisa compartida que evidenciaba cuan feliz eran ambos ahora que podían estar juntos como sus corazones lo necesitaban y merecían.
Sonrió imaginándola.
Sí, esa.
Esa era la sonrisa que quería ver.
―¿Sabías que tu sonrisa es más dulce que cualquier chocolate?
La voz inesperada ―al menos inesperada de momento― casi la hace soltar la mezcla.
―¿¡Je-Jellal!? ―sujetando con fuerza el tazón se volteó hacia el emisor de la voz y sintió su cara arder―. ¿Qu-qué haces aquí?
El mago sonrió divertido.
¡Oh! Esa era otra de sus tantas sonrisas.
―Hmm... ―se llevó una mano al mentón fingiendo pensar a profundidad―. Yo estoy seguro de que le avisé a cierta maga extraordinaria que vendría hoy, me pregunto si las lácrimas de comunicación están fallando últimamente.
―O-oh, s-sí, yo... ―Erza carraspeó para poder hablar sin balbucear―. Es decir, sé que ibas a llegar, pero se suponía que llegarías más tarde... ―bajó la mirada y vio su chocolate sin terminar, a pesar de que dejó la playa y el juego de voleibol apenas recibió la llamada de Jellal con la buena noticia de su pronta llegada, no había podido terminar su regalo.
Había fallado.
Levantó su mirada apenada a él y pudo ver perfectamente el momento en que él entendía lo que sucedía; y, seguido de ese momento de entendimiento, su sonrisa de comprensión gentil hizo acto de presencia.
Erza soltó un suspiro.
No quería hacerlo sentir culpable por sus propias tonterías.
―Lo siento... ―dijeron ambos en coro y se miraron con sorpresa porque ninguno sentía que el otro debería de disculparse, mas de inmediato, entendiendo lo tonto de la situación, ambos rieron apenados y divertidos.
Que tontos podían ser los enamorados a veces.
―¿Está bien si pruebo el chocolate? ―preguntó, acercándose a ella en un par de pasos.
―Aún no está terminado... ―respondió ella con un pequeño puchero pero no puso objeción alguna cuando él tomó un poco en su dedo y se lo llevó a la boca; de hecho, en lugar de buscar objeciones, la mujer escarlata observó con detenimiento las facciones del azulado para tratar de adivinar lo que pensaba de esa mezcla que había estado batiendo con tantos sentimientos.
Y la vio, una pequeña sonrisa de sorpresa.
Se alegró por un momento, y luego frunció el ceño con un pensamiento:
«¿Acaso se sorprende de que sepa hacer estas cosas?»
Le miró ceñuda y Jellal le sonrió con disculpa.
―No me sorprende que sepa bien ―como siempre sucedía, Jellal no necesitaba de palabras para entenderla y eso quitó las arrugas de en medio de sus cejas―. De lo que me sorprendí es de que sabe un poco a manzana, está delicioso.
Erza sonrió orgullosa.
Ella había practicado una receta especial para él y su gusto preferencial por las manzanas, aunque claro, había pedido ayuda a Mirajane, pero al final la idea y la ejecución fueron completamente propias.
―Tiene conserva de manzana y un poco de sidra de manzana ―Jellal asintió y probó un poco más―. Y parece que de verdad te gustó... ―su corazón se agitó cuando el asintió sin duda alguna.
―Sí, pero... ―dijo el azulado frunciendo el ceño luego de una tercera probada.
―¿Pe-pero? ―la gran Titania sintió nervios ante el semblante pensativo del hombre frente a ella―. ¿Sabe amargo? ¿Está ácido? ¿De-demasiado dulce?
―No, esta delicioso ―respondió inclinándose poco a poco a ella―, muy delicioso ―repitió a milímetros de sus labios ―pero... ― La comisura derecha de la boca de Jellal se elevó con travesura y detuvo su respuesta debido al beso arrebatador con el que sorprendió a su adorada peli-escarlata.
Erza disfrutó tanto del beso como del sabor de su creación en los labios y en la lengua de Jellal.
―¿Pe-pero...? ―suspiró cuando Jellal le permitió respirar de nuevo, apenas consiente de qué tenía que sostener el tazón con chocolate o terminaría todo su esfuerzo en el piso.
―Pero tenía razón, tú eres más dulce y deliciosa que cualquier chocolate... ―Erza se sonrojó a más no poder y entendió que había caído en uno de sus juegos.
Debió haberlo previsto, pero las sonrisas de Jellal la atontaban siempre.
Luego rió al ver la sonrisa triunfal en la cara de Jellal.
Ese hombre no tenía remedio.
Siempre lograba esas cosas en ella.
Soltó un suspiró.
―Mejor cállate y come tu chocolate de San Valentín ―Jellal rió y elevó una ceja en sorpresa cuando su adorada usó el cucharon con el que revolvía para llenarse los labios de chocolate, dejó que el chocolate se derramase por su cuello, su clavícula, y por el delantal de cocina amarillo que llevaba.
Y eso, eso era muy fácil de comprender.
Erza sintió el calor elevarse y la humedad comenzar a descender en medio de sus piernas cuando Jellal sonrió con lujuria ante su acción.
Tan apuesto.
Sin perder tiempo, Jellal se inclinó de nuevo para besarla, el chocolate estaba tibio y delicioso en sus labios, pero el tazón estorbaba para sentirla tan cerca como él deseaba, así que se lo quitó con cuidado de las manos y lo colocó sobre la olla con agua caliente en la cocina; y ya, con las manos y el espacio libre, la sujetó de la cintura, la elevó y la colocó en el desayunador, colocándose en medio de esas torneadas y desnudas piernas que lo abrazaron para apegarlo más a ella.
―Olvidaba decirte ―se separó de sus labios― un delantal sobre un traje de baño es algo inesperado e interesante... ―musitó contra el cuello de Erza mientras bajaba con su lengua para lamer el chocolate que había escurrido por allí.
Erza logró una pequeña risa entre tantas sensaciones que Jellal le provocaba.
―Cuando llamaste estaba en la playa... Amh... ―se mordió el labio inferior para concentrarse en su respuesta cuando Jellal enredó sus dedos en su cabello escarlata que no había tardado nada en desatar para usar su lengua y su
s dientes con más libertad en su cuello―, apenas entré en esta cocina solo pensé en... Amhn... ponerme un delantal... no recordaba que estaba en traje de baño...
―Entonces si no lo recordabas no te importará que lo quite ―subió con sus labios a su oreja y el calor de su aliento al hablarle la hizo gemir con anticipación― ¿Cierto, mi Scarlet?
Ella solo pudo asentir y disfrutar de las manos de Jellal que se deshacían con maestría de su traje de baño, aunque le extrañó que el delantal permaneció en su lugar aún después de que la parte inferior de su bikini fuese casi arrancada de su cuerpo, curiosa tomó el rostro de Jellal entre sus manos y lo elevó hasta el suyo propio.
―¿Y el delantal? ―elevó una ceja.
―El delantal... ―el azulado metió las manos bajo la delgada tela y apresó uno de los pechos de Erza con algo de fuerza, haciéndola gemir de manera más aguda―, podemos dejarlo hoy... ―lascivo llevó su lengua hacia la zona en que apretaba el seno― Aquí también cayó de mi chocolate, no debo permitir que se desperdicie ni un poco... ― y lamió con deleite por encima de la tela, la mujer no tardó en sentir su pezón humedecerse y endurecerse en éxtasis por ese acto y sus manos no dudaron en enredarse en el cabello de su amante para apegarlo más a su cuerpo.
―Jellal... ―gimió una y otra vez, hasta que su necesidad tomó control de su cuerpo y de su magia y en un simple destello desnudó al hombre que separaba con gentileza sus muslos para ingresar en ella con la misma necesidad con que ella lo deseaba.
Tan, tan adentro lo quería sentir.
Arqueó su espalda ante la necesidad y agradeció la manera en que con sus manos fuertes y firmes, Jellal la orilló más en el desayunador para poder enterrarse por completo en ese delicioso paraíso húmedo y estrecho en el medio de sus piernas, los gemidos y gruñidos inundaron la cabaña de playa, las uñas de Erza dejaron marcas en la espalda de Jellal y los dedos de él se enterraron en sus carnosos muslos, y todo eso se fue uniendo y uniendo y uniendo hasta explotar ambos en el más dulce y exquisito placer.
Respiraciones agitadas derivaron luego de un momento en risas divertidas y extasiadas.
En dulces palabras.
―Feliz San Valentín, Jellal... ―Erza por fin pudo decir lo que había soñado con decir durante tantos años.
Y él no pudo responder con palabras, porque simplemente no podía.
Pero Erza obtuvo su respuesta y agradecimiento en la forma en que tanto deseó ver.
En la calidez que inundó los ojos avellana de Jellal.
...En la sonrisa de felicidad plena y amor puro que le dio...
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Gracias por la amabilidad de leer y dejar review
QwQ
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Rincón De La Escritora En Proceso:
Ay, parece que no he perdido mi ñoñez, espero que piensen que eso no es algo malo. xDD ¡Ojalá lo hayan disfrutado! Y recuerden que dejar reviews alienta a seguir escribiendo. :)
Agradecimientos:
De corazón, de todo, todo, todo corazón gracias por su review:
MinSul6011
Nymus
Artemisa Neko Chan
Bluewater14
LadyWerempire
Guest
Not My Phone
Erza PS
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Gracias por leer.
¡Viva el JERZA!
.o./
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