Empezamos nuevo long-shot, queridas y queridos míos. Este es uno de mis favoritos, así que espero que os guste mucho, mucho!
Título original: Kiss and Tell.
Autora Original: SunshineDaisiesWindmills.
Fecha original: 17 de marzo de 2010.
Idioma original: inglés.
Disclaimer: no me pertenece absolutamente nada de lo que sigue.
KISS AND TELL
1. PRÓLOGO: CUARTO AÑO
(Kiss and Tell - 1. Prologue: Fourth Year, by SunshineDaisiesWindmills)
Estira el cuello y se rasca la nariz contra su barba, sonriendo mientras le besa suavemente la mandíbula. Con pereza, traza contornos sobre su pecho desnudo. Círculos, estrellas, flores, sonrisas… pero no corazones. Nunca corazones.
Todavía lleva puestas las gafas y su respiración es profunda y regular. No está durmiendo, está segura, pero no está jugando con ella como suele hacerlo, colocándose de lado y sujetándole las manos, pellizcándole la nariz o acariciándole la frente o los labios con los suyos. En vez de eso, se había quedado tendido de espaldas, mirando al dosel de la cama. Estaba distraído. Y no estaba segura de por qué.
Se acerca, presionando su cuerpo contra el suyo, tratando de obtener su atención. Falla. Ante esto, se da la vuelta y se acurruca mientras bosteza. Viendo que aún así no consigue ninguna reacción, decide un acercamiento más directo. Se da la vuelta de nuevo y sus pechos están uno frente al otro. Su barbilla descansa sobre sus manos.
— ¿Qué pasa?
— Nada — murmura él, todavía sin mirarla.
— Mentiroso — le regaña ligeramente, mientras uno de sus dedos traza los rasgos de su rostro. — Sin secretos, ¿recuerdas?
Él bufa.
— James — llama. — ¿qué pasa?
Gruñe y se incorpora violentamente, apartándose de ella. Abre las cortinas que los rodean y sale de la cama. Haciendo caso omiso de su desnudez, comienza a buscar su ropa. Ella está sorprendida y herida. Encuentra los bóxers y se los pone.
— ¡James! — llama, tratando de ocultar las lágrimas que amenazan con empezar a caer.
Él se gira y la mira mientras se abotona los pantalones. No está enfadado. Su expresión es de confusión, y tristeza, y frustración. Suspira y se lleva las manos a la cara, y las sube lentamente hasta el pelo.
Mira a algún lugar tras ella, buscando las palabras. Se acerca y toma una respiración profunda.
— No puedo seguir con esto — afirma. Su expresión se transforma en puro dolor.
— ¿A qué… a qué te refieres? — tartamudea.
— A esto. Esta… — parece no encontrar las palabras — ¡… esta cosa! — escupe. — Sea lo que sea. No puedo hacerlo, Lily. Ya no.
Todo lo que puede hacer es mirarlo. Él se vuelve sobre sus talones y se aleja.
Lentamente, Lily se lleva las manos a la cabeza, y llora.
Empezó en cuarto curso. A finales de año. Cuando ella empezó a desarrollar sus curvas de mujer y él había crecido al menos quince centímetros. Era un ególatra. Vaya que si lo era.
Aquel maldito día de abril habían estado discutiendo, como era habitual en ellos. Él había hecho un comentario malicioso sobre el tamaño de sus pechos y después añadió que debía de estar sufriendo el síndrome premenstrual por haber reaccionado de mala manera. El hecho de que sí estaba con el SPM y que ella misma solía bromear sobre sus pequeños pechos, no era una justificación.
— ¡Eres un maldito gilipollas, James Potter!
— ¿Qué pasa, Evans? ¿No soportas una broma? — sonrió.
— Oh, puedo soportar una broma — escupió con violencia. — ¡Lo que no puedo soportar es a los imbéciles de remate que dicen cosas que no son divertidas!
— ¿No te ha hecho gracia? — preguntó con curiosidad, burlándose. — Pues es raro, porque todo el mundo se estaba riendo. — Alguien resopló detrás de él.
— ¿Cuándo vas a madurar? — le gritó.
— Podría hacerte la misma pregunta, Evans. — Él sonrió de nuevo, haciendo un gesto hacia sus pechos para enfatizar sus palabras. Su indiferencia la enfureció todavía más.
Los insultos, y los gritos, y las maldiciones continuaron. En un principio habían atraído a una pequeña multitud, pero después de diez minutos todos se habían dispersado al ser el mismo espectáculo que habían visto ya cientos de veces.
Durante una contestación particularmente enfurecida de Lily, James sonrió.
— ¿Sabes, Evans? — empezó, cuando ella terminó de decirle que era un cerdo asqueroso — Estás bastante buena cuando te enfadas…
Ella parecía asqueada. James dio un paso hacia la chica.
— Venga, Evans — dijo dando otro paso más, tratando y consiguiendo que se sintiese incómoda. — No hagas como si no fuera el mejor piropo que te han dicho nunca. — No lo era. Se mantuvo firme. — Como si el hecho de que el tío más bueno de la escuela te diga algo así no te hiciese sentir escalofríos emocionados — No lo había hecho. Él dio otro paso. Ella se mantuvo inmutable. Ahora estaba cerca de su oreja, susurrándole. — No finjas que no me deseas, Evans. — No lo hacía.
Ella lo miró fijamente a los ojos al tiempo que él le sonreía de nuevo. Antes de que pudiera reaccionar, le había cogido la cara y había apretado sus labios contra los de la chica.
Se esperaba que lo apartase, lo abofetease, le diese un rodillazo en la ingle, o le escupiese en un ojo. Se esperaba que hiciera cualquiera de esas cosas.
No paso nada de eso.
Ella le devolvió el beso.
Fue descuidado. Y húmedo. Y emocionante. Justo como los primeros besos deben ser. Dos pares de labios moviéndose sin aprendizaje previo con furia unos contra los otros, cogiendo toda la rabia que sentía el uno por el otro y poniéndola en un beso. Se movían juntos, en una armonía inesperada e inexplicable. Como una música y una letra que no deberían encajar, pero lo hacen.
Demasiado pronto, Lily se dio cuenta de lo que estaba pasando. Se apartó de él. James empezó a sonreír, hasta que vio la furia en sus ojos. Su voz sonó baja y aterradora.
— Dile esto a una sola alma, Potter — cogió su varita y lo apuntó con ella — y te prometo que tendrás la muerte más lenta, dolorosa y humillante que te puedas imaginar. ¿Está claro?
Él asintió con la cabeza lentamente.
— Bien — respondió ella antes de girar sobre sus talones y dejarlo en el pasillo.
Ocurrió de nuevo. La siguiente vez que discutieron, una semana más tarde. Lily estaba profiriendo insultos cuando los labios de James se posaron sobre los suyos. De nuevo esperaba un golpe, un empujón, una patada o una bofetada. De nuevo, no llegó. En lugar de eso, ella lo besó con ferocidad y él respondió con el mismo entusiasmo.
Y se repitió otra vez. James estaba diciendo algo sobre sacarse un palo de algún sitio cuando Lily hizo lo que el chico había estado esperando que hiciese todo el tiempo. Lo empujó contra la pared y empezó a devorar sus labios con los suyos.
— Bien hecho — sonrió a través del beso.
— ¿Impresionado? — su boca estaba en la suya.
— Mucho — murmuró.
La forma en que tomó la iniciativa le dio una idea al chico. Con determinación y un ramalazo de fuerza, les dio la vuelta de forma que la espalda de Lily estaba contra la pared. El sonido de sorpresa de la chica lo hizo sonreír.
— ¿Impresionada? — preguntó con brusquedad.
— Mucho.
Sucedió una, y otra, y otra vez. Cada vez que peleaban. La mezcla de sus quince años recién cumplidos, las hormonas y la pasión que vibraba en sus venas cada vez que discutían los obligaban a volver a por más constantemente.
Las discusiones se intensificaron, y también lo hicieron sus encuentros.
— Cabrón sin corazón.
Sus lenguas bailaban juntas.
— Zorra con el corazón de hielo.
Su boca se pasó por su cuello.
— Hijo de puta cruel.
Sus manos se movían libremente por el cuerpo del otro.
Se convirtió en una tradición. Discutir, gritar, enrollarse. Discutir, gritar, enrollarse. Como un reloj. Discutir, gritar, enrollarse. Ambos empezaron a enfadarse ante la menor provocación del otro. Discutir, gritar, enrollarse. A finales de año, era tan habitual, que se olvidaban de por qué habían estado discutiendo en el momento en que se separaban. Discutir, gritar, enrollarse.
No hablan de ello con nadie. Ni amigos. Ni hermanos. Ni padres. Ni siquiera con sus mascotas. No se escribieron el uno al otro durante el verano. No se mencionaban cuando se hablaba del colegio. Era su secreto.
Discutir, gritar, enrollarse.
Creo que hemos empezado bastante fuerte, ¿no os parece? Cojo esta traducción con muchas ganas, así que creo que podré mantener un buen ritmo de trabajo.
Por fa, por fa, decidme en los comentarios qué os ha parecido y si os gusta la nueva historia.
Un besooo!