Hola, hola, Luna de Acero reportándose. Un día de atraso, mil disculpas, pero aquí está, cortito pero contundente como patada de chancho (así decimos en mi país, ja) Espero este sea un cierre que les dé gusto, que borre los traumas del capítulo 13, jajaja. Lo hice con todo mi amorrsssh, reviews onegai?
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, por haberme acompañado, por dejarme volar, por su interés, por su amor, por todos sus mensajitos preciosos, a todos les he contestado y les he dedicado mi tiempo, porque se lo merecen, sin ustedes yo no sería nada, ahora si, enjoy!
Disclaimer: La historia es original de mi autoría, prohibida su reproducción total o parcial. Los nombres de los personajes pertenecen a isayama Hajime.
Advertencia:Angs, lenguaje vulgar, palabras altisonantes, lemon, y fluff como para hacer un castillo, ya saben.
NOTA DE LA AUTORA: Diculpen las faltas ortográficas mis amores, no tengo beta, no tengo tiempo y no lo edité, así como lo escribí así lo pongo, sepan disculpar.
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"Cuando te acaricié, me di cuenta
que había vivido toda mi vida con las manos vacías..."
Frida Kahlo
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Sanando Heridas
Levi estaba estupefacto, la boca semi abierta, el cuerpo tenso. Eren lo miraba con seriedad.
-: Déjame pasar, hace un frío de mierda aquí afuera – dijo el hombre abriéndose paso dentro de la casa. No mentía, el viento estaba más fuerte y helado que nunca.
Levi cerró la puerta con lentitud, mientras intentaba procesar lo que estaba pasando. Primero hizo lo más necesario, respirar, luego se giró y dijo lo único que se le vino a la cabeza.
-: ¿Café?
-: Sí – dijo el ojiverde sacándose la campera y colocándola en el respaldar de uno de los silloncitos que obraban de sala de estar del menudo lugar.
Mientras se escuchaba el ruido de tazas en la cocina, Eren miró alrededor, ese lugar era tan… Levi. Se sorprendió de lo pequeño que era.
-: Pasaré al baño – avisó. Levi no respondió.
-: Voy a matarlo – decía mientras revolvía el café – Lo mataré, y luego le daré de comer su carne a los perros del canal. ¡Maldito Hange!
No quiso agarrar su celular, sabía que si lo hablaba en ese estado podía dañar su amistad irreparablemente, porque ahora sólo se le ocurrían miles de maneras de destazar al bastardo. Escuchó los pasos de Eren y sintió que se le comprimía el estómago. Sirvió una porción de la tarta en un platillo y se lo acercó junto al café, no podía siquiera mirarlo a los ojos. Luego fue por la suya y se sentó en el sillón del costado, mientras cruzaba las piernas. Intentaba estoicamente que no se notara cómo le temblaban las manos.
No se dijeron nada por largos minutos, la tensión iba en aumento.
-: ¿Cómo has estado? – se animó a decir Levi ya sin soportar el mutismo del otro. Eren estaba llevándose la tercera cucharada a los labios, masticó y lo miró, siempre como seriedad. Una vez que tragó y tomó un sorbo de café, largo un hondo suspiro.
-: Como la mismísima mierda, Levi, ¿y tú?
El pelinegro no supo qué decir, simplemente se quedó mirándolo con algo de culpa.
-: Por cierto, tienes un lugar bastante lindo aquí, aunque eso no te hace feliz, ¿cierto?
-: ¿Cuánto hablaste con Hange? – necesitaba saber, realmente lo necesitaba.
-: Nada, no me dijo ni una maldita palabra, porque parece que fue bastante bien aleccionado por ti, así que claro no tuve más opción que acosarlo hasta hacerlo rabiar. Nos dimos unos cuantos golpes debo confesar. No lo parece, pero pelea bastante bien. ¿Se puede fumar? – Levi asintió, Eren sacó el paquete de cigarrillos y encendió uno, mientras bebía de nuevo el café – Lo jodí tanto que finalmente me dijo que lo único que podía hacer era llamarte y esperar que tú contaras las cosas. Así que el tal "Gus" no existe como verás. Al menos supe donde mierda te habías venido a esconder.
-: No me estoy escondiendo – dijo Levi también serio – Vine a armar mi vida de nuevo.
-: Claro, ¿y qué tal te fue armando tu vida con los pedazos de los demás que dejaste en el camino?
Eren estaba enojado, molesto, dolido, y así hablaba, así salían las palabras, el tono de voz era controlado al límite, pero Levi lo conocía, estaba refrenándose.
-: Podía entender que estuvieras asustado, podía entender que le tuvieras miedo a la basura de Erwin, por cierto no verá más, al menos de un ojo, porque le reventé la córnea. Estuve preso tres días, pero nada que un buen abogado y un acuerdo no pudieran arreglar, él tenía mucho más para perder, créeme.
-: ¿Por qué? – fue todo lo que salió de la boca del ojiazul.
-: ¿Por qué? ¿Todavía lo preguntas? ¿En serio? Pues me enteré de lo que te hizo, y no por boca de Hange precisamente, aunque me dejó en claro porqué fuiste a encontrarte con ese hijo de puta. No hacía falta, Levi, te podría haber matado, ¡no tienes sentido de la preservación, de la cautela, del maldito sentido común! – Inspiró fuerte, cerrando los ojos, tenía que controlarse un poco, Levi temblaba y tenía la cabeza baja – Si no maté al bastardo fue por mis hijos y porque no podría buscarte si estaba encarcelado, te juro Levi, que esas fueron las únicas razones que me detuvieron.
-: Lo siento…
-: Deja de tomarte todo como si fuera tu culpa… Lo que sí puedes estar seguro es que no volverá siquiera a pensar en ti, al menos le dolerá si se acuerda. En fin… ¿por qué te fuiste? Ya no huyas más, Levi, vine aquí a buscar respuestas, y no me iré sin encontrarlas.
-: No quería… no quería que Mikasa te alejara de los niños…
-: Existen leyes, maldita sea, no seremos ni la primera ni la última pareja que se separa, con un buen abogado se llega a un buen acuerdo, y Mikasa es terca, pero cede con el tiempo. ¿Qué hiciste que ella cambió de opinión tan rápido? ¿Qué fue lo que te dijo Erwin?
-: Lo siento, eso no puedo responderte.
-: Esto es una mierda.
-: ¿Crees que para mí fue diferente? – Levi reaccionó por primera vez, tenía la respiración agitada y los ojos húmedos - ¡También me dolió, Eren! Pero más me hubiera dolido ver como se desmoronaba tu vida, ¿todavía crees que tus amigos te seguirían tratando de la misma manera? ¿Qué tu familia lo aceptaría como algo normal? ¿Qué en la empresa no hubieras tenido dificultades? Mi vida fue un jodido infierno, escondiendo lo que era en verdad, para que los demás no me dieran la espalda, pero al final cuando se supo me quedé solo. ¡No quería eso para ti! ¿Cómo es que no lo entiendes?
-: Te dije que no me importaba, ¡te lo dije! ¡Que te elegía a ti! ¿Por qué no escuchaste?
-: No iba a ser suficiente, nunca lo es… después de un tiempo te hubieras cansado, y yo puedo soportar que me violen, puedo soportar que me muelan a golpes, pero nunca soportaré tu desprecio, no podría vivir con eso.
-: Te crees dueño de la verdad, crees que puedes conocer el futuro o lo que otras personas pueden hacer en base a tus experiencias, pero eso es una mentira. Si desde un principio sabías que no ibas a soportarlo, ¿por qué me dejaste avanzar? ¿Por qué no me rechazaste definitivamente? Te mostré mis sentimientos abiertamente e hiciste lo que no querías que te hicieran a ti. Me quebraste en miles de fragmentos, Levi. Llevo un año completo buscándote hasta debajo de las piedras, porque tenía que enfrentarte, tenía que decirte todo esto a la cara, como hacen las personas adultas. Te mostré abiertamente mis sentimientos… pero no fue suficiente para ti.
-: No lo entiendes… nunca lo harás, hablas como si todo fuera tan sencillo, ¡no lo es!
-: ¡Y tú hablas como si todo fuera tan malditamente complicado! ¡Pues tampoco lo es! Eres tan cruel, ¿cómo pudiste? Ni una maldita llamada – Levi se sorprendió de ver como las lágrimas se deslizaban de los ojos de Eren – ¡Ni siquiera pude despedirme! ¡No volver a saber nada de ti! ¡¿Creíste que yo estaría bien con eso, creíste que eso me haría feliz?! ¡Nunca me enamoré en mi jodida vida! Y justo tuve que hacerlo de la persona más despiadada. Sentí que me asfixiaba, despertar y no encontrarte, no saber cómo estabas, ¿pensaste que con esa desazón yo iba a estar tranquilo? ¿Qué me iba a conformar con cualquiera, para olvidarte? Yo sé que no he sido un ejemplo de fidelidad en mi vida, pero fui honesto contigo… Al principio… tuve miedo, porque mis sentimientos me sobrepasaban, sí, claro que tuve miedo, pero había decidido que de todas maneras todo valía la pena por ti. No necesitaba a nadie más, sólo a ti… pero aparentemente me equivoqué… ¿me equivoqué?
Levi no podía responder, eran tantas las palabras que se le acumulaban en la garganta que se le había formado un nudo imposible de digerir, de pronto empezaba a dudar de sus propias decisiones.
-: Ya veo… - dijo el más alto poniéndose de pie - Supongo que ya tengo las respuestas que necesitaba, me iré. Gracias por el café.
Tomó su campera y salió dando un portazo, a Levi le tomó unos segundos reaccionar, a decir verdad estaba bastante shockeado. Pero era ahora o nunca, ahora le tocaba a él. Salió corriendo, el viento estaba fuerte, miró a ambos costados pero no lo veía por ninguna parte. ¡Maldito hombre y sus piernas ligeras y largas! Gritó su nombre un par de veces, pero excepto un perro de un vecino que lo miró con parsimonia desde su cucha, no había ningún ser vivo por los alrededores. Se abrazó a sí mismo por el frío. Recordó que Eren le mandó un mensaje al celular, tenía que dar con él a como diera lugar. Volvió presuroso al loft y se encontró con Eren de brazos cruzados apoyado contra la puerta, su corazón dio un vuelco.
-: ¿Eren? – no pudo evitar pronunciar su nombre con ansiedad.
-: Se me cayeron las jodidas llaves del auto, creo que están dentro – le dio el otro con el semblante serio y un rictus de molestia en el entrecejo.
-: Oh… - dijo con algo de decepción Levi, abrió la puerta y ambos entraron. Efectivamente las llaves estaban debajo de la mesa donde Eren había dejado su campera momentos antes.
Levi las levantó y se las entregó.
-: Estás delgado – le recriminó el más alto antes de girarse para irse, pero sintió dos brazos aferrarse a él desde su espalda.
-: ¡Eren! – dijo Levi mientras sentía que los ojos se le inundaban de lágrimas, estaba siendo patético lo sabía, pero ya que más daba – No te vayas…
Lo escuchó suspirar sentidamente, se giró y lo abrazó unos minutos mientras enterraba sus largos dedos en los obscuros cabellos, masajeando con delicadeza. Levi cerró los ojos, amaba esa caricia, le hacía recordar tantas cosas.
-: ¿Por qué tuviste que irte? – le dijo el mayor con dolor en la voz.
-: Quería protegerte, lo juro… no quería… que sufrieras…
-: Y sin embargo me hiciste sufrir como nunca en mi vida… Aaahh… Necesito irme, quiero descansar, manejé más de 18 horas seguidas – Lo empujó con suavidad para alejarlo de él y Levi cedió sumisamente.
-: Te… ¿te irás? – Levi no quería ni mirarlo, porque se daba cuenta que todo se había roto, ahora estaba ante los pedazos de una historia que pudo ser maravillosa.
-: Si, claro que me iré, mi familia está lejos. Pero ahora iré al hotel.
-: ¿En qué hotel te quedas? – Levi temblaba, al igual que su voz.
-: En el Ocean. Escucha… Hablaremos luego, ahora realmente necesito estar lejos de ti. Pero te lo prometo, me pondré en contacto, adiós.
Apenas se cerró la puerta, Levi se arrodilló en el piso, y dejó que las lágrimas corrieran con fuerza. ¿Debería haberse quedado? No, Eren no entendía, era un maldito terco. Pero ya no estaba tan seguro, de lo único que podía estar seguro es de que quería que regresara, quería abrazarlo, besarlo, pedirle perdón un millón de veces, quería que lo aceptara… ¿y luego qué? No tenía una respuesta, pero no podía pensar en el futuro cuando el presente dolía tanto.
-0-
Poco y nada pudo dormir, era cerca del mediodía y había una sola cosa que llenaba sus pensamientos, Eren, Eren, Eren, Eren… Suspiró cansado, tomó el celular y mandó un mensaje:
-¿Te apetece una paella de mariscos? Me sale excelente.
Se sintió tan estúpido, tan herido, que marcó con bronca un número y llamó:
-: ¡HANGE! – ladró más que hablar.
-: Ey, ey, ey – dijo el otro con voz de ultratumba – Bonita manera de despertar a alguien con resaca.
-: ¿Por qué lo hiciste?
-: Uufff… cuando estás de malas eres el peor… Por cierto, ¿te conté que Jean y yo estamos saliendo?
-: ¡Escucha cabrón-… ¿eh?¿Tú y Jean?
-: Ja, ja, ja, sí… me lo propuso hace tres días… Sólo Dios sabe lo que tuve que chupar y gemir para convencerlo, anoche fue una verdadera bestia, aquí está al lado mío roncando como un león.
-: Primero felicitaciones, me alegra saber la novedad y segundo: ¡eres un maldito cabrón de mierda!
-: Rayos, Levi, el tipo me acosó más de tres meses, ¿sabes lo que es eso? ¡TRES MESES DE MIERDA! Me seguía hasta para ir al baño, tuve pesadillas, pe-sa-di-llas… uuuff, estaba destrozado y tú igual, no te me hagas el fuerte ahora. Necesitaban hablar, necesitaban cerrar las cosas adecuadamente o abrirlas, ¿tal mal estuvo?
-: Me odia – dijo Levi conteniendo las lágrimas, de nuevo.
-: Eres tan dramático, me encantas, ja, ja, no te odia, ¿cómo es que un año buscas a la persona que te dejó de un día para el otro sin descanso? Con mi ayuda o sin ella hubiera llegado igual hasta ti, contrató detectives, sobornó policías… Chisus, no tienes idea como dejó de mal a Erwin, fue un milagro que sobreviviera, bueno ya sabes, yerba mala nunca muere…
-: Me odia, Hangiu, esto… es muy doloroso…
-: No te odia, deja de decir eso, uuuff, el tipo está herido, ¿qué esperabas, eh? Hazte responsable también, si Eren hubiera desaparecido un año entero, despidiéndose como lo hiciste tú, ¿qué hubieras hecho? ¿Al menos consideraste ponerte un minuto en su lugar?
-: Está bien… está bien… tal vez merezco esto…
-: Uuuff, ¿dónde estás?
-: En casa.
-: ¿Y Eren?
-: Creo que en el hotel.
-: ¿Y qué carajos haces que no vas tras él, maldito pendejo? Deja de llorar como un cocodrilo y ve corriendo a buscarlo, arrójate a sus pies, suplícale que te la meta sin protección, no sé, ¡PERO HAZ ALGO APARTE DE LLORAR, WEON! Él ya dio todos los pasos posibles, ahora te toca a ti… bah, si es que algo te interesa todavía.
-: De… de acuerdo, lo ha-haré… pe-pero… ¿si aun así me rechaza?
-: Entonces me tomaré le primer micro a Comodoro y te abrazaré y lloraremos por días, aunque tenga que dejar a mi semental aquí. ¿Por cierto has abierto la encomienda que te mandé?
-: No.
-: Pero qué maleducado, con todo lo que me llevó preparártela, ábrela ya mismo, ¡ya mismo!
Levi colocó el teléfono entre su cabeza y su hombro y sacó un cuchillo para romper las cintas y el envoltorio, era una caja de tamaño mediano y algo pesada, estaba sobre su mesa. Lo primero que sacó fueron tres frascos de mermelada de frutillas casera. Levi se relamió de antemano, los dejó a un costado, luego sacó un par de largas, finas botas de cuero eslastizado que conocía muy bien.
-: ¡No jodas! – se le escapó y Hange rió con fuerza.
-: Y también te mandé el short, ponte eso y llámalo, si ese hombre no cede al verte así, déjalo que se vaya, no vale la pena.
-: ¿Revistas de porno gay? – dijo sacando tres gruesos tomos.
-: Necesitas diversión amigo, oye, salen una fortuna, así que deberías dedicarle un par de manoseadas al menos – Luego bajó la voz – Fíjate en la revista "Al Palo", página 43, el especial de Kevin Warhol, oh my gosh! Terminé manchando toda la página y tuve que comprarla de nuevo.
-: ¡Hange! – amonestó Levi.
-: Bueno, bueno, después me agradecerás, ya verás. Fíjate hay más cosas.
Levi sacó dos pomos de crema, las leyó, uno decía "Éxtasis Total" en letras fucsias y el otro "Placer Extremo" en letras naranjas.
-: ¿Lubricantes? – preguntó Levi.
-: Corrección, son la jodida onda de los lubricantes. Anoche usamos Éxtasis Total con Jean, ¡Diossss! Esa cosa te pone más cliente que el viagra, es un estimulante.
-: Lo que sea, ¿hace falta que me cuentes todos los detalles?
-: La tiene grande como un caballo.
A Levi casi se le cae el teléfono, alcanzó a manotearlo en el aire.
-: Ya basta, a la próxima que me comentes cosas sucias de su relación, colgaré.
-: No es bueno ser envidioso, amorsh, igual que ya tienes a tu papi para que se encargue de tus necesidades. Aunque bueno, tú lo tuviste en tu boca antes que yo, ¿te acuerdas? Ah cierto que no te acuerdas nada de esa noche, pero lo tengo filmado.
-: Hange, cierra el maldito pico. ¡¿Pero qué mierda?! – Dijo sacando un enorme dildo de color negro y que estaba envuelto en furioso papel de seda color amarillo.
-: ¡Aaawww! – Chilló Hange - ¿descubriste a Biggie?
-: ¿Esta monstruosidad tiene nombre? ¿Pero quién en su sano juicio intentaría algo con esto? Me da escalofríos de solo pensarlo.
-: No te hagas la estrecha, amorsh, con paciencia y lubricante todo se puede.
-: ¡Te dije que no me mandaras estas mierdas, Hange!
-: Bueno, bueno, guárdalo para más adelante, ahora por favor, fíjate en el que sigue.
Levi vio que había dos cosas más envueltas, sacó la más pequeña y abrió el papel de seda verde, era como una especie de linterna, aunque obviamente no era eso, al menos no se veía luz por ningún lado, pero tenía uno botones abajo.
-: ¿Cuál agarraste?
-: El coso blanco que parece un artículo de cocina, que tiene botones.
-: ON, cariño, ONNNN.
El pelinegro obedeció y vibró suavemente en su mano, todos los colores se le subieron al rostro.
-: ¿Fantástico, na? Y tiene un regulador hasta el grado 5, pero úsalo con cuidado, porque en ese nivel puedes acabar en segundos – Levi lo apagó.
-: Como sea – lo dejó a un costado y abrió el papel de seda rojo, se quedó perplejo un buen rato.
-: Para que veas que no soy tan diablito como crees te mandé un rosario de acero, ¿te gusta?
-: Esto no es un rosario – dijo levantando las cuentas anales, eran seis esferas unidas por un hilo – Esto sólo lo vi en las películas pornográficas, mira ésta madre de Dios, de ninguna manera.
-: Abre tu mente, te estás perdiendo mucha diversión cariño. Y luego te puse unas tangas mortales, ponte una y las botas y espera a tu príncipe de brillante y lustrosa espada.
-: Hange, cállate.
-: Pruébate el short, probablemente ahora te quede grande, debes comer perra, me lo prometiste.
-: Qué sí estoy comiendo, bueno, suficiente charla, tengo cosas que hacer.
-: ¿Cosas como sentarte en un rincón a shorar? ¿O ponerte la tanga y buscar diversión?
-: Adiós, Hange.
-: Te ai laviu amorshhh, de nada.
Levi el cortó mientras todavía hablaba. Suspiró. Miró las cosas y se rió, revolvió el fondo, no mentía había tres diminutas ropas interiores, todas con un tajo en las nalgas.
-: Nunca jamás usaré esta mugre – habló en voz alta pero las miró con bastante detenimiento. Luego se sacó el pantalón y se probó el short, Hange tenía razón le quedaba algo suelto, pero con un cinturón se arreglaba, sí, claro, como si fuera a usarlo de nuevo. Pero admitía que había sentido un corriente de excitación al volver a usar esa prenda, tantos recuerdos – Bueno, basta – se dijo.
Luego se sacó los zapatos y las medias y se colocó las largas botas. Caminó un poco con ellas, preguntándose cómo era posible que un par de zapatos le cambiaran el humor, lo que le recordó a Eren. Se fijó en el celular, no había respuesta, pero sí había leído el mensaje. Suspiró y todos sus ánimos se desmoronaron. Golpearon a la puerta y se acercó escondiendo el cuerpo detrás de ésta.
-: Sí – se quedó de piedra, por segunda vez en dos días.
-: Hola, iba a contestarte, pero estaba cerca así que decidí que sería mejor venir, permiso – Eren ni siquiera preguntó, se abrió paso entrando mientras se bajaba el cierre de la campera. Levi quería meterse debajo de la alfombra. No podía ni siquiera abrir la boca para decir: Espera, detente, tengo diarrea, cualquier cosa hubiera sido mejor que ver la cara de espanto de Eren mirando todas las cosas que Hange le había mandado encima de la mesa. El corazón se le disparó en todas direcciones y los pómulos se le tiñeron de un furioso carmesí.
-: Oh, bueno… ¿interrumpo algo? – dijo Eren girándose para enarcar una ceja y abrir la boca mirando de arriba abajo al pelinegro.
Levi sintió como si se le parara el corazón.
-: Eso no es mío – fue lo primero que se le ocurrió decir – Me lo mandó Hange ahí está la caja, lo abrí recién – de pronto no dejaba de parlotear, pero cada cosa que decía era peor que la primera – Esla primera vez que me manda algo así… y… y… yo no se lo pedí, lo juro - ¡Bien, Levi!, sintió que aplaudían sus yoes adentro suyo, ¿la puedes cagar aún más?
Completamente avergonzado hasta las orejas, caminó, con sus lindos tacos, hasta las cosas y las metió dentro de la caja apresuradamente. Las manos temblando, y sin darse cuenta dándole un mejor espectáculo a Eren. Quería morirse, apenas viera a Hange, le daría un beso, un abrazo y una gran patada en las bolas por hacerle pasar estas cosas.
Cerró la caja, la puso en un costado de la cocina y tomando su ropa que reposaba en la silla los pantalones, los boxers (que estaban encima y que seguramente Eren había visto, con lo cual sabía de antemano que no tenía nada debajo del short) y las medias junto a las converse negras.
-: Espera un minuto, me cambiaré.
Eren lo detuvo por el brazo y suspiró con mala cara.
-: Maldición, Levi, ¿por qué te pusiste eso?
-: Me lo mandó Hange, yo sólo… sólo probaba… me estaba probando… - ya no sabía qué decir.
-: No te cambies – le dijo Eren tomando su ropa y tirándola en el sillón, para luego sacarse la campera y hacer lo mismo – Tenía intenciones de esperar, pero contigo no se puede.
Lo tomó de la mandíbula y lo besó apasionadamente, Levi sentía que sus extremidades se volvían de gelatina, el perfume de Eren lo envolvió como si de una cálida manta se tratara y gimió entre la unión de sus bocas, el más alto lo apretó dela cintura contra su cuerpo y notó la creciente erección golpear su estómago, provocando una reacción en cadena en su cuerpo. A la mierda la vergüenza y el recato. Retrocedió hasta que dieron con la cama. Eren prácticamente lo tiró, le arrancó la remera y comenzó a besar su clavícula y su pecho con fruición, el ojiazul se retorcía ante las rudas caricias, los mordiscos y las lamidas. El short le apretaba, se arqueó hermosamente cuando Eren le apretó las nalgas y se dedicó a mordisquear su ombligo. Habilidosamente le desprendió el botón del short y se lo bajó de un solo tirón arrancándole un chillido de sorpresa. Se lo quitó y se posicionó entre sus preciosas piernas, tomó una y la colocó sobre su pecho mientras se arrodillaba, masajeando el muslo, Levi respirando entrecortadamente y con las mejillas caldeadas.
-: Eres tan malditamente perfecto… - eren se agachó y succionando con fuerza le dejó una marca en el muslo interno, luego masajeó la erección del más bajo, haciendo que se deshiciera en suspiros calientes. Pero ambos estaban necesitados, urgidos, tanto tiempo esperando, anhelando ese encuentro. Le abrió las piernas y lamió sin miramientos la rosada entrada que empezaba a palpitar ansiosa.
Levi se agradeció mentalmente de haberse bañado apropiadamente hacía unas horas. La lengua de Eren lo estaba volviendo loco, tiraba su cabeza hacia atrás y apretaba el edredón con fuerza, mientras su garganta se dejaba llevar por el momento, llenando el ambiente de frases calientes.
-: Aaah, Eren… más, más profundo, aaah…
El hombre dejó un momento su labor para desabrochar su cinto, y abrir su bragueta, apurado como nunca, ansioso, escupió en su mano y refregó la saliva en su prepucio, para de inmediato enfilar a ese tentador agujero que brillaba empapado por su labor anterior. Levi inspiró y se relajó para dejarlo entrar. Costó un poco, porque no estaba tan bien preparado, y hacía demasiado que no lo usaba, pero afortunadamente solo fueron unos momentos de incomodidad.
-: ¡Aaah, mierda! – Eren tuvo que detenerse porque su erección palpitaba ante el roce tan caliente y apretado, si no se contenía un poco iba a venirse de inmediato, y realmente quería disfrutar un poco más. Cerró los ojos para concentrarse, tratando de contar mentalmente.
Pero Levi comenzó a mover sus caderas y la concentración se le fue al carajo, ambos estaban demasiado calientes. Tomó el falo del más bajo y lo masajeó con fuerza, sintiendo que provocaba que lo apretara más y más. Se vino en ese mismo segundo, y luego Levi en su mano.
Cayó resoplando sobre la menuda figura, casi mareado por las sensaciones tan placenteras y tratando de no aplastarlo en el trayecto. Levantó su cabeza y miró a Levi, que aún estaba regulando su respiración, sus miradas se conectaron largos segundos y finalmente se besaron con una necesidad que los consumía, que no se podía tardar más, con verdadero amor. Sus lenguas se disfrutaron despacio, saboreándose y entregándose por completo. Cuando se separaron para respirar un poco. Levi lo miró con profundidad y tomando su rostro con cariño le habló.
-: Te amo, Eren… - la voz le salía entrecortada y acongojada – Perdóname – Una lágrima se desprendió de su ojo derecho y el ojiverde sonrió, no podía vivir sin esa lágrima – Es-estuve enamorado de ti… tres años… antes de que me notaras…
-: ¿Tres años? – dijo el otro con asombro y Levi se ruborizó más. Nunca lo había visto tan sensible y vulnerable como en esos momentos.
-: Te amé… en silencio… no te lo quise decir… pensé que podrías olvidarme más rápido… lo siento.
-: Eres un maldito idiota, Levi, pero ya no podemos arreglar el pasado – el pelinegro cerró los ojos seguro de que Eren le diría que era demasiado tarde – Entonces… tratemos de arreglar el futuro – el ojiazul lo miró esperanzado – No tienes idea lo mucho que esperé para que me lo dijeras, así que dilo de nuevo, dilo tantas veces que jamás me lo olvide.
-: Te amo, Eren… mi amor… mi único amor… - Levi gimió al sentir como crecía nuevamente en su interior.
-: Pro-prométeme – dijo Eren resoplando y mientras empezaba a embestirlo de nuevo – que volverás conmigo… hazlo Levi…
-: Sí, sí… Ooh, Dios, siiiiii – el último sí no fue para responderle a Eren, claro estaba.
-: Te quiero conmigo, ah, ah, tú… y tus botas – lo último lo dijo con una pícara sonrisa, que hizo reír unos segundos a Levi, por lo siguiente sólo fueron gemidos y súplicas de más.
-0-
Hange estaba compartiendo una divertida charla con su ahora novio, cuando su celular vibró, lo sacó para fijarse, un mensaje de "Amorssh"
L – Maldito, no me puedo sentar…
-: ¡Kyyyaaaa! – chilló emocionado mientras se le llenaban los ojos de lágrimas.
-: ¿Qué sucede, love? – Le dijo Jean, ya que se le pegaba la forma de hablar del moreno - ¿Está todo bien?
-: Más que bien, el plan salió perfecto, lo sabía, ese culo es irresistible en esos shorts y esas botas.
-: No tanto como el tuyo – dijo el rubio guiñándole un ojo y Hange se mordió el labio coquetamente.
-: Por eso es que te elijo, cariño, porque eres un tierno… y bueno la tienes enorme.
Jean se rio, ya estaba acostumbrado a sus charlas.
-: Y hablando de eso, ¿te quedas en mi departamento esta noche, baby? Tengo una sorpresita.
-: ¿Juguetitos nuevos?
Hange asintió con efusividad.
-: Por supuesto que me quedaré…
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-: ¿Qué haces? – le dijo Eren alcanzándole el coffe late en el vaso térmico. Ambos estaban enfundados en camperas, contemplando el atardecer en el mar, el viento helado colándose.
-: Respondiéndole a Hange, está de novio con Jean, ¿sabías?
-: Sí, yo los ayudé un poco – Levi lo miró sorprendido.
-: Prometo contarte los detalles luego, ahora quiero disfrutar de mi hermosa pareja – lo abrazó por la espalda reposando su cabeza entre su hombro y su cuello. El pelinegro llevó la caliente bebida a los labios – Siendo tan friolento, ¿cómo mierda hiciste para sobrevivir aquí?
-: No lo sé… ¿terquedad?
-: Capricho, estupidez, idiotez, cobardía.
-: ¡Oye! – dijo dándole un codazo.
-: ¿Con tantas virtudes quien no te querría? Pero eres mío.
El pelinegro rodó los ojos.
-: Y tú mío – dijo bajito mientras una sonrisa se pintaba en sus labios.
-: ¿Otra vez? Por favor…
-: Eres un pesado sin remedio… - Levi giró su cabeza un poco – Te amo, Eren.
Sellaron el momento con un precioso beso, una unión tan preciosa como el sol que se ocultaba besando el mar en el horizonte…
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By Luna de Acero… desparramada de tanto amor…